Escrito creado a partir de Camila-Todo cambio, para la actividad un drabble, una canción de @Shani. Allen observó la lluvia del exterior cayendo sobre todo lo que habían perdido, el último ataque en la orden oscura por el Akuma nivel 4 había sido devastador y trágico para tantos que habían perdido su vida o su hogar. El joven exorcista suspiro expidiendo un halo de niebla mientras se dirigía a su habitación con un caudal de recuerdos que precipitaba casi con tanta fuerza como la tormenta. Sin embargo aquello que le preocupaba más lo esperaba en la última habitación. —Lenalee—musitó con voz suave mientras recorría el picaporte de la puerta y atravesaba el umbral. El dulce aroma que expedía la joven exorcista lo envolvió por un segundo escuchando su respiración, con esto basto para que calidez única lo impregnara por completo. El muchacho de pelo blanco se acercó sentándose en la orilla de la cama y acaricio la mejilla de ella que sonrió entre sueños. Esta no era la primera ocasión en la que entraba furtivo a su habitación, en cada batalla luego entregar todo para mantenerla a salvo permanecía a su lado protegiéndola, asegurándose que siempre fuera así. —Ha estado tan cerca esta vez—susurra como un secreto y antes de pueda pensarlo la envuelve en sus brazos. No podía recordar momentos con más luz en su vida tormentosa de pérdidas e incertiumbre, ella siempre con sonrisa con su forma ser le hacía mantener la esperanza y creer que siempre se podía, con aquel futuro tan difuso que le deparaba el destino, Allen solo pensaba en mantenerla a salvo. Lo mantenía de pie, le hacía creer completo. Lenalee abrió los ojos sorprendida al sentir los brazos que la envolvían reconoció al instante a la persona frente a ella aunque creyó que solo era un sueño. Allen Walker había pensado en tanto que decirle, en como demostrarle cuanto necesita estar a su lado y como daba a instante para volviera a ser así, llevaba tanto tiempo guardando estas palabras e iban creciendo más y más. —Te amo…— le susurró íntimamente al oído. Ella con lágrimas en los ojos lo abrazo con todas sus fuerzas sintiéndose plena. Ese un lugar con pérdidas con recuerdos que las honraban, ese mundo con oscuridad que se extendía a través del Conde y sus promesas siniestras con personas dispuestas a dar la vida para detenerlos, aquellos eran dos almas que desconocían su futuro pero habían prometido que nada los separaría. Ahora hay luz y calor en esa habitación aunque afuera no pare de llover.
El amor en tiempos difíciles es más real, quizás más dramático y más profundo. Ambos dispuestos a dar su vida por un bien mayor.
