Andrew Suspiré agachando la cabeza y luego miré a mi alrededor como si eso me fuera a ayudar. Veía a mis compañeros jugar con sus plumas pero no encontraba la diferencia entre su forma de hacerlo y la mía. Era exactamente el mismo hechizo. —Vamos, vamos... —susurré moviendo mi varita impaciente—. ¡Wingardium Leviosa!
Airin Scott. La pluma seguía sin moverse por lo que suspire pesadamente, para después mirar a la pluma con algo de rabia. —Vamos a ver....tu quieres levitar...y yo quiero que levites....así que haz caso al hechizo—Dije cansada....¿Tan bajo había caído que había terminado hablando con plumas?—Wigardium Leviosa—Musité mientras apuntaba la varita.
Contenido oculto Soo… recién salgo de un exámen y me leí todas las páginas… lamento no haber podido darles los puntos a cada uno cada vez que han ido dominando el hechizo, pero sepan que han logrado ganar 10 puntos para su casa al dominarlo. Imaginen que Flitwick los felicitó y les obsequió 10 puntos al hacerlo bien por primera vez y ya. Y de momento, no, la clase no se termina, así que nadie puede salir… son bienvenidos a seguir roleando aquí y socializar entre ustedes, por supuesto :3 Puntos ganados: Gryffindor: 30 (Ery, Jane, Victoria) Hufflepuff: 30 (Kara, Evelyn, Lumi) Ravenclaw: 10 (Lydia) Slytherin: 10 (Daniel) Lydia Hollister. Había estado concentrada examinando su pluma. Había fallado en varios intentos, por lo que se resignó, guardó la varita y se volcó a lo que ella sabía: los libros. Revisando el libro de texto de la clase, encontró la sección dedicada al encantamiento levitatorio y lo leyó de cabo a rabo. Tras leer una última vez sobre el movimiento de la muñeca, sacó su varita. —Wingardium Leviosa —dijo la chica con decisión, e hizo que la pluma se elevara elegantemente hasta el techo en el primer intento.
Contenido oculto ¡LAMENTO TANTÍSIMO LA TARDANZA! DD: Nami, decidí saltarme el Comedor y postear directamente aquí para no perder más tiempo. Espero que no haya hecho mal ;__; Adam Tyler Después de interminables carreras, subidas, bajadas y exclamaciones de asombro ahí estábamos, frente al aula de encantamientos que nos había indicado uno de los profesores que hacían guardia. De no ser por aquel amable señor, jamás hubiésemos encontrado la clase que nos pertenecía. El castillo era inmenso... ¡Grandísimo! tantos pasadizos y corredores..., tantas escaleras, tantas pinturas colgadas en las paredes que tenían vida propia... ¡Era casi imposible no perderse ahí! Emma me había arrastrado todo el camino, en busca de las escaleras y el aula, y finalmente habíamos optado por preguntar al ver que los minutos pasaban y nosotros aún no llegábamos. ¡Nuestro primer día de clases e íbamos con retraso! ¡Con lo puntuales que solíamos ser en la granja, siempre despiertos a primera para alimentar a los animales! Tío... que mal. Un escalofrío me recorrió la nuca al preguntarme que podría hacernos el profesor. Un mago hecho y derecho como debía ser él, con su túnica y su varita, con un par de alumnos impuntuales como nosotros. No quería ni imaginarlo... ¿Nos convertiría en sapos por llegar tarde? ¿Haría que nos creciesen las orejas como burros? Oh... por increíble que sonase aquello yo no quería eso. ¡De ninguna manera! Y supuse que Emma tampoco lo querría. Casi me daba miedo golpear la puerta a estas alturas. Detrás de la puerta se escuchaban voces y movimientos, y gritos que exclamaban algo como ''Pingardum Leniosa'', cosa que no entendí. ¿Sería algún tipo de hechizo? ¡Estaban aprendiendo magia y nosotros aquí fuera! ¡Ah! Si no me animaba y golpeaba la puerta de una vez, nunca podría esforzarme en ser un gran mago como le había prometido a mi hermana. Pero... ¿y sí? Vacilé. —¿Qué hacemos, Em?— pregunté, llevándome la mano a la nuca—. ¿Llamamos...? Seguro que hace rato que empezaron sin nosotros.
Andrew Había probado de todo; usar un tono de voz distinto, apuntar a la pluma desde diferentes perspectivas, con los ojos cerrados, de pie, sentado, pero parecía no surtir efecto. —Quizás de esta forma... —me dije a mí mismo moviendo la varita de otra forma—. Wingardium Leviosa.
Andrew —Ya veo que no... —dije riendo de los nervios. Ya me estaba costando el encantamiento y me preocupaba no poder dominarlo antes de que terminase la clase—. Vamos... ¡Wingardium Leviosa!
Flitwick. El profesor observaba a los alumnos desde su escritorio con satisfacción. La mayoría de ellos parecían ser rápidos aprendices, aunque algunos tenían dificultades haciendo el hechizo una segunda vez, pero en general todo el curso parecía bien encaminado. Ya haberlo logrado una vez en su primera clase era todo un progreso, aún si los estudiantes no lo sabían. —Tranquilo, señor Aldridge —advirtió el profesor, al detener su observación de la clase en Andrew—. Cuando surgen los nervios, es cuando más difícil es realizar magia; trate de serenarse antes del próximo intento, verá que le servirá. Lo mismo usted, señorita Scott; tranquilidad y calma, verá que esa es la clave. ¿Hm? En ese momento, el profesor notó que en la puerta (la cual el último estudiante en ingresar había dejado entreabierta), había dos estudiantes que parecían debatirse si ingresar ahora o si era demasiado tarde. El profesor blandió su varita y abrió la puerta del todo, invitándolos a ingresar. Cuando lo hicieron, no los retó, pero tampoco estaba exactamente contento que digamos. —Entiendo, es el primer día, no se preocupen… pero procuren que no vuelva a suceder, ¿eh? —les advirtió el profesor, aunque su tono de voz no mostraba enojo, más bien comprensión; él también había sido un estudiante de primer año, aunque ya de eso mucho tiempo había pasado—. Sientense por aquí, sus compañeros pueden ponerlos al tanto de lo que vimos hasta ahora y de lo que tienen que practicar…
Hikari No, aun no podia levantar la bendita pluma, aunque la verdad por muy poco lo habia logrado ya antes no iba a descansar hasta poder controlar este truco, la desesperacion pronto se apoderaria de mi. —Vamos, solo es un movimiento de muñeca, decir las dos sencillas palabras y listo, nada dificil—murmure agitando la varita una vez mas—¡Wingardium Leviosa!
Adam Tyler —Oh... Vaya. Aquello fue todo lo que pude decir, entre sorprendido y avergonzado, una vez la puerta se abrió por si sola. Ni Emma tuvo tiempo de responderme. De pronto, en cuestión de segundos, tanto el profesor como la mayoría de los alumnos nos dirigían miradas curiosas, extrañadas y algunas que otras de desaprobación. Me rasqué la nuca. ¿Así que sí habían empezado ya, eh? Vaya... Tal parecía que la puerta había estado abierta todo el rato. Y... Un momento, ¿que era eso que hacían con plumas? Parecían muy concentrados... ¿Podría ser el hechizo que había oído antes desde fuera? ¿El "Pimgardum leniosa"? ¡Genial! Mis ojos brillaron ilusionados ante la sola idea de aprender un encantamiento como ese. ... Aunque ni siquiera sabía para que servía. Con un gesto, el profesor nos invitó a entrar, pasando por alto nuestro retraso. "¿No nos convertirá en sapos, verdad?" Pensé, titubeando un poco antes de pasar, mas no lo dije. La verdad era que temía la respuesta. En lugar de eso, me limité a disculparme como mejor supe. —Esto...—empecé, tratando de que mi sonrisa relajase un poco el ambiente—. Lamentamos haber tardado tanto en llegar, señor. La verdad es que nos perdimos un poco demasiado... El profesor no parecía molesto, y se mostró atento y comprensivo. Escuché a Emma soltar un "Muchísimas gracias" con una sonrisa, y seguidamente tomamos asiento en clase, saludando a cada compañero que veíamos. Pero parecían demasiado concentrados— incluso frustrados, me atrevería a decir—. Con los ojos sobre sus respectivas plumas. ¿Qué estarían haciendo? Aquello llamaba muchísimo mi atención. Sin más tardar, pues la emoción y la curiosidad me podían, me senté cerca de una chica que recordaba respondía al nombre de Evelyn, y que estaba en nuestra casa. O eso creía recordar...Sí, tenía una buena memoria. Por lo poco que la conocía sabía que era una chica simpática. —Psst, Evelyn— susurré, tratando de llamar su atención—. Siento molestarte, pero... ¿qué hay que hacer con las plumas?
Evelyn El resto de la clase la pasé yendo de mesa en mesa, observando a mis compañeros con curiosidad y jugando de vez en cuando a volar la pluma por toda la estancia. Era divertido subir hormigas a ella y llevarlas de paseo por el aire, más si había encontrado una gran cantidad de ellas en el alfeizar de la ventana y podía reponerlas de vez en cuando. Lástima que en un momento determinado, el señor Flitwick me pidió que me sentase en mi asiento de una vez, pues estaba distrayendo a los demás alumnos con mis juegos. No pude hacer otra cosa que asentir y tomar la pluma para volver a mi asiento, tampoco quería recibir ningún castigo y mucho menos molestar a los demás. Pero sí, si desde un principio hubiese permanecido tranquila y callada en mi sitio, el mundo hubiese acabado explotando. Porque esa no era yo, qué le íbamos a hacer. Aburrida en mi sitio y esperando impacientemente a que llegase el final de la clase para poder moverme de una vez, me dediqué a soplar la pluma en la mesa, moviéndola a mi antojo y hablando de vez en cuando con mis compañeros más cercanos. Aún estaba muy feliz por haberlo conseguido aprender y me sentía orgullosa de mí misma al cumplir la promesa que me hice; para ser la primera clase estuvo estupenda, a pesar de que me costó, claro. Pero la sensación de superación era realmente linda. "Psst, Evelyn. Siento molestarte, pero... ¿qué hay que hacer con las plumas?" —¿Hm? —curiosa, me giré sobre mi asiento. Adam y su hermana me observaban desde la mesa que tenía detrás, y al parecer acababan de llegar—. Anda, ¡buenos días chicos! ¿Que qué hay que hacer? Habéis acudido a la chica indicada —les sonreí guiñando un ojo a modo de juego, divertida, y tomé mi varita para apuntar a la pluma que tenían en sus mesas—. Es sencillo, debéis apuntar a las plumas que tenéis delante con vuestra varita y pronunciar las palabras mágicas "Wingardium Leviosa". Si lo hacéis tranquilos y con seguridad en vosotros mismos, conseguiréis hacerlas levitar, de eso trata la clase de hoy. >>Confío en vosotros, ¡mucha suerte!
Melinda Continuaba realizando los procedimientos correspondientes para el hechizo de levitación. Algunas veces tenías éxito en cuanto a mover la pluma se refiere, aunque sin elevarla. En otras ocasiones, predominaba la quietud en mi pupitre. Todo era cuestión de paciencia, tranquilidad y luchar contra la adversidad sin alterarse. Seguí intentado, pronunciando con vos suave las palabras mágicas: —Wingardium Leviosa.
Kara Willson "¿Q-que si me había molestado? C-claro que sí, no lo vuelvas a hacer" Bajé levemente mi mirada al saber que realmente lo había molestado, concentré mi vista en mi varita y comencé a jugar con ella como si no supiera realmente que hacer — Lo lamento...— me disculpé volviendo a fijar mi mirada en él — No pensé realmente que te molestara aquello, creo que influye un poco en que nunca hubiera conocido a una persona que le molestaran las cosquillas, es mi culpa. Luego me giré un poco sin llegar a darle la espalda completamente para mirar como iba Andy, un leve sentimiento de emoción se hizo presente cuando noté que su pluma se había elevado un poco y luego había vuelto a caer — ¡Andy, Andy, casi lo consigues! — le animé colocando mis manos ligeramente en sus hombros — ¡Vamos, puedes conseguirlo!
Melinda Y nuevamente, volvía a fallar. Era consciente de que el control de la magia era un asunto complejo para los niños de once años, pero me daba cuenta de que había subestimado esa dificultad. Me había sentado con la esperanza de que me llevaría unos pocos intentos dominar el encantamiento de levitación; ahora advertía que estaría practicando un rato muy largo. Pero me daba lo mismo: el tiempo y la cantidad de intentos me eran indiferentes. Me bastaba con aprender. —Wingardium Leviosa~
Contenido oculto En estos momentos envidio la paciencia de mi propio personaje Melinda —Podemos estar todo el ciclo lectivo si quieres —dije a la pluma, esbozando una sonrisa pequeña, tranquila e irónica—. Pero volarás, libre como la criatura de la que te arrancaron. Wingardium Leviosa.
En uno de los asientos más al fondo, Elijah Zeller trataba de poner todo su empeño en el hechizo, pero lo más cerca que estuvo de hacer levitar la pluma fue cuando una brisa la voló al suelo accidentalmente. Su hermano miraba la escena con diversión; al parecer se había olvidado completamente de la tarea del día, pues no había practicado en toda la clase. —Lo estás pronunciando mal —intervino Wolfgang con una sonrisa de lado—. Lee bien el pizarrón. Elijah frunció el seño y enfocó la mirada en la pizarra. Apretó la mandíbula y se silenció por unos cuantos minutos al contemplar lo allí escrito. —Leviosa, no Leivosa… —musitó Elijah, dándose cuenta de su error—. Es interesante el hecho de que me dejaras continuar practicamente toda la clase a pesar de que sabías que jamás lo lograría con mala pronunciación, Wolf. Casi como si tuvieras miedo de que lo dominara con mayor facilidad que ti. Francamente, no creía que podías caer a un nivel tan patético para intentar superarme, pero no puedo decir que me sorprenda… —Wingardium Leviosa —recitó Wolfgang, apuntando a la pluma con su varita. La pluma comenzó a levitar en el acto; el joven de cabello castaño claro sonrió—. Simplemente me divertía verte pronunciarlo mal. ¿Acaso no puedo tener un poco de diversión? —Diviertete en silencio entonces —lo atajó Elijah, volcando toda su concentración en el hechizo. Flitwick acababa de anunciar, tras darle a 10 puntos a Slytherin por el logro de Wolfgang, que sólo les quedaban 20 minutos de clase, y él quería dominar este hechizo antes del final del día. Contenido oculto @Bruno EVF @Noir @SweetSorrow @Void Izumi @Hey Miguel @rapuma @Lu Heart (y creo que no me falta ninguno más), la clase se extenderá hasta el final del día de hoy. Ya mañana comenzaremos con otra clase… tienen todo el día de hoy para tratar de dominar el encantamiento, buena suerte :3
Melinda Volvió a desplazarse unos milímetros sobre el pupitre, pero no se elevó (para variar). Decidí tomarme una breve pausa antes de proseguir, confiando en que algo de descanso ayudaría a canalizar los poderes que habitaban en mí. Así, me dediqué a observar a los demás chicos. Uno de los misteriosos gemelos acababa de reparar en lo mal que pronunciaba el encantamiento y, acto seguido, logró hacer que la pluma levitara con el movimiento de su varita. Willson y Holder seguían animando a los demás, Abbadie permanecía tranquila en su lugar, pero Aldridge seguía luchando contra su pluma. Al me sorprendió ver sin hacer nada fue a el Llorón. —Vaya... —dije, clavando mis ojos en él—. Veo que para la magia es tan bueno como llorón, y eso es decir: mucho. Wingardium Leviosa~
Andrew Sentí que unas manos se posaron en mis hombros y luego oí a Kara dándome ánimos. La miré perfilado y le sonreí algo apenado. Se me estaba dificultado más de lo que pensaba y no sabía cuanto faltaba para que terminase la clase. Duda respondida. El profesor Flitwick había anunciado el tiempo restante para que se diera por finalizada la clase del día. Tenía 20 minutos para dominar el encantamiento y no quería fallar en mi primer día. —¡Wingardium Leviosa!
Andrew Dejé de contar los intentos que estaba haciendo para lograr que la pluma flotase hace tiempo. Me limitaba a hacer una y otra vez el mismo ritual esperando un resultado diferente cada vez. —Wingardium Leviosa...
Melinda Concentrada todo lo que podía, seguía tratando. Recordaba el movimiento de muñeca, la pronunciación, el tono de la voz, todo, con la esperanza de que se generara la sincronía perfecta entre todos estos factores. —Wingardium Leviosa.
Contenido oculto Iré directa al grano con el post (? Okay... a ver si entiendo lo de los dados, que aún se me da horrible ;-; </3 Suerte a todos, por cierto (? Emma Tyler~ Repentinamente, sentí como la puerta del aula se abría como si el aire le hubiese dado un fuerte soplido. Pero no, estoy segura de que fue el profesor, el cual nos miraba con algo de desaprobación. Entré un poco cohibida temiendo las miradas de los demás, pero igual quise observar a mis compañeros que estaban con sus varitas y... ¿una pluma? Escuché a Adam disculparse, y me giré hacia el profesor, disculpándome a su vez. "Entiendo, es el primer día, no se preocupen... pero procuren que no vuelva a suceder, ¿eh? Siéntense por aquí, sus compañeros pueden ponerlos al tanto de lo que vimos hasta ahora y de lo que tienen que practicar." Vaya, pero qué majo. Me sentí aliviada ante ello. —Muchísimas gracias—le sonreí agradecida, y nos pusimos a caminar hasta una mesa cercana a una chica de nuestra Casa. ¿Evelyn? "Psst, Evelyn. Siento molestarte, pero... ¿qué hay que hacer con las plumas?" Adam se tomó la molestia de ser quien preguntase. Apoyé mi mejilla en mi mano, centrando mi atención en la chica que estaba delante de nosotros. "¿Hm? Anda, ¡buenos días chicos! ¿Que qué hay que hacer? Habéis acudido a la chica indicada." Nos guiñó un ojo sonriendo, y no pude evitar soltar una risita. Evelyn parecía ser una niña bastante enérgica y divertida. Con su varita apuntó hacia la pluma de Adam. "Es sencillo, debéis apuntar a las plumas que tenéis delante con vuestra varita y pronunciar las palabras mágicas "Wingardium Leviosa". Si lo hacéis tranquilos y con seguridad en vosotros mismos, conseguiréis hacerlas levitar, de eso se trata la clase de hoy." ¡Oh! ¿Hacer levitar cosas? ¡Pero qué genial!No pude evitar posar mi mirada en la pluma que había en mi mesa, con curiosidad, y la tomé. Acto seguido la solté, y cayó despacio hacia la superficie en la que estaba posada. "Confío en vosotros, ¡mucha suerte!" —¡Muchas gracias, Evelyn!—Sonreí ante tan lindo gesto de su parte. Volví a posar mi vista en la pluma mientras sacaba mi varita de la túnica, emocionada ante el hecho de aprender magia, de hacer levitar aquella pluma tan bonita que reposaba en mi mesa. —Bien, plumita... ¿te apetece levitar un ratito?—Inspiré, y me decidí a empezar, apuntando a la pluma con mi varita.—Vamos a intentarlo... Wingardium Leviosa.
