Aula 3-3

—Ah, sure —accedí en tono liviano, aún con los brazos cruzados—. Si lo que quieres es un pantallazo de la vida aquí, puedo ayudarte sin problema. En especial si es la nocturna~

El chico no despedía un olor apestoso a fuckboy ni nada, pero llamarlo instinto o lo que fuera, me daba a mí que encontraba cierto gustillo en los bares y lugares del estilo. Podría sacarlo a conocer, mostrarle lo mejorcito de Tokyo y de paso ver si estaba a la altura o no. A Ali seguro le gustaba la idea; qué va, estaría encantada.

Mira nada más cómo la malcrío.

—¿Ali? —inquirí con las cejas alzadas y solté una risa por la nariz, encogiéndome de hombros—. Sí, por qué no. Que al menos haga algo por nuestro grupo.

Ya que no iba a mover un dedo por el suyo, quería decir.

Le eché un vistazo al reloj de pared, entonces, para corroborar que las clases debían estar por comenzar, y también se me ocurrió que no era mala idea reducir las posibilidades al mínimo; que Sasha no me viera hablando con Kenneth, por ejemplo. Miré al muchacho con una sonrisa afable y me estiré para darle una palmada amistosa en el hombro.

—Alright, I'll get going. Cualquier cosa me escribes. See ya~

 

Había tirado la propuesta de la salida sin ninguna expectativa en particular, ni positiva ni negativa, por lo que no hubo mayor cambio en mi expresión cuando el muchacho terminó por aceptar la misma. Eso no significaba que no me alegrase, porque claro que lo hacía, y al final sí que hubo un leve rastro de emoción en mi sonrisa cuando asentí con la cabeza en respuesta a sus palabras.

—De hecho esa es la que más se complica, así que te lo agradecería mucho —admití, manteniendo cierto aire inocentón a pesar de haberle admitido por la cara que sí que tenía interés por la escena nocturna, con todo lo que ello implicaba.

Mi posterior idea para el grupo pareció hacerle de gracia, y suponía que tenía sus motivos siendo que seguramente conocía a la chica en cuestión mucho mejor que yo, pero al final aceptó pedírselo y era era lo único que realmente me interesaba. Asentí una vez más con la cabeza, bastante satisfecho por al menos haber dejado eso aclarado, y le correspondí a la sonrisa antes de que se despidiese.

>>¡Nos vemos! —me despedí a su vez, acompañando las palabras con un gesto de cabeza, y lo vi alejarse durante un par de segundos antes de volver a mi lectura.

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¿necesario? not at all, pero todo sea por acercarme a los 14k y a gakkou a los 11k (?)

 

No era en absoluto lo que cualquiera diría una señorita responsable, entre la pereza que me daba la escuela y la cantidad de decisiones cuestionables que tomaba no a lo largo del mes, ni de la semana, sino del día a día. Lo que sí sabía, y con honores, era tomar cualquier situación aburrida y encontrarle la vuelta de tuerca. Lo consideraba una actitud de vida, me esforzaba por ello ¡y estaba orgullosa! Así, pues, había decidido que aquel proyecto sería algo divertido y dinámico.

¡Y para eso necesitaba al team completo!

Fue fácil, de hecho, pero por la gracia diría que no. Me metí en la 3-1, pregunté por Morgan y me la señalaron sin demora. La chica casi no me vio aparecer y aún menos poder de reclamo tuvo cuando busqué su brazo y la arrastré. A la pasada había pegado un grito dentro de la 3-2.

—Eunbi, sweetie, c'mon! Time to work, go, go, go!

Morgan se había resistido un poco al principio, pero pronto comprendió la situación y cedió. Negociamos, la solté y ella suspiró, siguiéndome a voluntad. No tenía idea lo difícil que era ver molesta a esta chica, ¡había desbloqueado un logro de antología sin siquiera pretenderlo! I was the frickin' best!

La última parada de mi viaje (bueno, torbellino) fue, claro, la 3-3. Metí la cabeza y sonreí de oreja a oreja cuando identifiqué a Génesis, reanudando la marcha.

—Blondie, hi! ¿Te parece si seguimos el trabajo? ¡Mira! —Exhibí a Morgan como si fuera un trofeo de campeonato y la morena rodó los ojos, cruzándose de brazos—. I brought the slacky one!

—¿Esperas un premio o algo? —murmuró O'Connor, algo ácida, y yo me encogí de hombros.

—Eh, no estaría mal. —Me dejé caer en la silla frente a Génesis, incliné el torso sobre su pupitre y le sonreí, echándome encima unos aires casi felinos—. Watchu say, gorgeous? Me merezco una recompensa~?

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ola Amane Insane i made a mess, lETS WORK

 

Me pareció que su respuesta era más automática que otra cosa, pero obviamente no se trataba de algo que fuera a importarme. Su suerte de afirmativa me hizo alzar las cejas y sonreír de oreja a oreja, como un cachorro contento, y con la misma inocencia junté las manos a un costado de mi rostro, apoyando allí la mejilla.

—¿Qué vas a darme, entonces~? —indagué, en tono suave, y luego regresé a la posición inicial para asentir—. Sure, sin problema.

Morgan se había acomodado a nuestro lado con un sigilo tal que sólo la noté cuando ya estuvo sentada y quietecita. La miré cuando Génesis la mencionó, había algo un poco extraño en la sonrisa de la morena; no le di mucha importancia, siendo honestos.

—Me puso al corriente en la módica suma de cinco segundos —respondió, impasible, prácticamente obligando a Génesis a mirarla—. Algo de moda, nuestros estilos usuales y boards de Pinterest. ¿Me faltó algo...?

Su pregunta quedó suspendida en el aire y me pareció que era porque esperaba un nombre por parte de Génesis. Yo me quedé en silencio y parpadeé, confundida. C'mon! ¿En serio no recordaba los nombres de sus propias compañeras? So rude!

 

Dispuesta a no defraudar la confianza que mis compañeras habían puesto en mí para el proyecto, había dedicado un buen tiempo para cumplir con la tarea que habían encomendado de la mejor manera posible. No había sido especialmente difícil tampoco, no iba a mentir a nadie al respecto, ¡pero me había esforzado de igual manera!

Así pues, pasé los días con tranquilidad, sabiendo que si volvíamos a reunirnos iba a estar preparada para lo que discutiésemos al respecto del proyecto. Eso no quitó que el grito de Abigail, tras haber salido corriendo del aula y habiendo asomado la cabeza después de un rato para avisarme, me pillase desprevenida de igual manera. Nada grave, sin embargo, y no pude evitar soltar una risilla ligera por su energía antes de recoger mis cosas y seguirla.

Me dio tiempo a ver cómo se metía en la 3-3, acompañada por un morena que iba a asumir era la chica que había faltado la otra vez, y seguí sus pasos con bastante más tranquilidad hasta el mismo lugar. Las vi a las tres ya acomodadas en el pupitre de Génesis, asumía, así que me acerqué para poder sentarme en el hueco libre con un sonrisa tímida.

—Buenas tardes —saludé, totalmente inconsciente de la conversación que estaban teniendo antes de que apareciese—. ¿Todo bien?

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Si no os importa, voy tirando ya la listita para quitárnosla cuanto antes de encima uwu

Eunbi: 0.5 puntos
Abby:
Génesis:
Morgan:
TOTAL: 0.5 puntos

 

Ah, ni modo.

Había ocurrido todo malditamente rápido, fue pestañear y encontrarme involucrada en una reunión del dichoso proyecto. ¿Había planeado ausentarme eternamente? No, vaya. Sólo había tenido mejores planes el primer día que apenas publicaron los grupos, pero al parecer me habían tocado compañeras muy... responsables.

¿Me arrepentía? En absoluto~

No me gustaba mucho que me arrastraran en corrientes ajenas, la verdad fuera dicha, pero al cabo de unos minutos logré pasar eso de largo. Al menos, y si no era muy pretencioso de mi parte, podía intuir que... ¿a la rubia no le agradaba mucho? ¿Sería la mandamás del grupo, quizá? Parecía esforzarse por no dirigirme la mirada, incluso habiendo sido yo quien había hablado, y la idea me causó una gracia inmensa.

Si me agarraba tirria por una ausencia, ¿qué le esperaba para la vida a esta niña?

Las fui observando en silencio. La famosa cuarta integrante apareció por la puerta en lo que... bueno, en lo que la rubia le ofrecía un zumo de recompensa a Abigail. La otra loca juntó sus palmas y sonrió de oreja a oreja, como si acabaran de obsequiarle un yate.

—Yey, thanks~

Una chica simple, ¿eh? Mantuve aún la boca cerrada, observando los alrededores, a ellas y el pupitre que estábamos rodeando. Ah, tendría que aprenderme sus nombres.

—Si la idea es atenernos a la moda, podríamos hacer un informe o... un portfolio, quizá —decidí aportar a la causa, sin disimular la pereza que me causaba todo el asunto—. Con nuestros cuatro estilos pero pretendiendo seguir una misma temática, para ver bien las diferencias.

No había terminado de decir aquello que mis ojos ya se habían desviado al resto de la clase, por si de casualidad topaba con Kenneth o Ko.

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Eunbi: 0.5 puntos
Abby:
Génesis: 3.0
Morgan: 1.5 puntos
TOTAL: 5 puntos

 

No era alguien especialmente espabilada en notar tensiones ajenas, mucho menos cuando no tenía contexto, no conocía demasiado a las personas involucradas o no me esforzaba por intentar captar algo más allá de lo que se veía a simple vista. Por un lado, el desdén que Génesis parecía tener hacia la muchacha morena, esa que no había venido a nuestra primera reunión, era prácticamente imposible de ignorar, pero por otro lado... bueno, no conocía de nada a ninguna de las dos, así que qué sabía yo.

Tampoco era algo que me incumbiese demasiado en tanto no fuese algo que pudiese afectar a nuestra manera de trabajar, pues en realidad solo estábamos obligadas a pasar tiempo juntas para este proyecto y nada más. Aproveché, pues, el momento en el que Abigail pareció dirigirse exclusivamente hacia Génesis para presentarme a la morena, con una sonrisa educada y una pequeña inclinación de cabeza.

—Un portafolio suena un poco más entretenido de hacer —comenté, ensanchando un poco más la sonrisa tras haber escuchado la propuesta de Morgan, y saqué mi móvil para abrir la galería y enseñarles las fotos que había tomado hacía un par de días—. Al final preparé un par de conjuntos más de los necesarios, no pude evitar emocionarme, pero supongo que está bien tener más opciones para elegir...

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por aquí dejo también un tablerito con algunas opciones que la niña podría presentar: https://www.pinterest.es/amane74/houseofcards/timeforthemoonnight/
no son muchas pero es trabajo sincero (?)

 

¡Ah, Morgan hablaba! Que una idea surgiera precisamente de ella me llamó bastante la atención considerando que toda su cara gritaba "sáquenme de aquí". Por otro lado, había estado tres minutos sentada y ya había propuesto algo que le gustó bastante a las demás. ¿Sería una amante secreta de la moda? ¿Tendría la mejor mentalidad de tiburón de Japón? ¿Sería hija de un magnate multimillonario de los negocios?

Eun-bi nos mostró sus fotos y tomé el móvil luego de que Morgan lo descartara prácticamente a los dos segundos de haber posado la vista en él. ¿Era indiferencia o super instinto? ¡Ya no lo sabía!

—Ah, a mí me gusta el de la blusa roja a cuadros pequeñitos y el short blanco. It's super cute!

—Yo prefiero el conjunto que es todo negro —anotó Morgan, con la vista distraída en su propio cabello—. Mejor que desempate la dueña de la ropa, ¿no?

Sus labios esbozaron una sonrisa ligeramente extraña y yo no le presté mucha importancia, volviendo a mirar a Eun-bi con expectativa. Como tal no era necesario que eligiéramos uno de los atuendos ya, ¿verdad? Pero, de alguna forma, se había convertido en una suerte de concurso.

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Eunbi: 0.5 puntos
Abby: 1.5 puntos
Génesis: 3.0 puntos
Morgan: 1.5 puntos
TOTAL: 6.5 puntos

 

Todo el rollo con Riamu, el príncipe francés y la peste a resentimiento que cargaba Cayden se vio interrumpida cuando recibí un mensaje del menor de mis hermanos, decía que se había sentido mal poco después de llegar a la escuela y que no creía poder pasar el día. No había forma humanamente posible que pudiese ir por él, así que me tocó llamar a mi madre e interrumpirle el sueño para que lo recogiera y lo llevara a casa. Le dije dónde había algo de dinero por si necesitaba un taxi y listo.

Luego de eso a Cayden se le iluminó la neurona con lo de Sasha, así que le solté la información que podía servirle de algo y me despedí de él al vuelo antes de meterme a la clase. Imaginé que el idiota había estado a nada de salir corriendo para evitar toparse a Ko con esa cara de apaleado, si no era eso no veía otra explicación. Es que de verdad, solo esto faltaba, de todos los que podían apalear tenía que ser al enano.

En cualquier caso, el tema fue que para el receso ya la tempestad había alcanzado los terrenos de la Academia y mi madre me había enviado un mensaje hace horas de que ya había recogido a Izumi de la escuela. En apariencia el crío tenía fiebre, pero se la había aguantado en la noche y había ido a la escuela pensando que se le pasaría, pero poco le había faltado para desvanecerse.

Me había quedado en la clase porque el clima me había tirado una oleada de sueño encima y solo me levanté cuando vi a Yume y Bianchi hablando. No era lo que se dice un alumno ejemplar, pero más de lo mismo, tampoco podía repetir otro año por puro amor al arte y era compañero de Kohaku, así que podía fingir algo de interés. Me levanté con cierta pereza, me acerqué al par y arrastré una silla para sentarme con ellos antes de husmear las fotos de la italiana.

—Habíamos dicho lo de intervenirlas, ¿o no? —solté sin siquiera haber saludado al par de desgraciados—. Aunque también podríamos sacarles copia y solapar partes de unas en las otras, depende. Lo que había dicho... ah, esto de los folios, se puede hacer igual si todavía quieren intervenir encima de las fotos sin arruinarlas.

Tomé aire, repasé las fotos con la vista una vez más y por una vez en la vida me funcionó la neurona.

—Podríamos hablar de unión cultural o una tontería del rollo, aprovechando las fotos de Roma de Bianchi y las que sí son de Japón. Con el cuento este de escuela internacional, seguro queda bien.

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me cuelo en la fiesta porque el deber llama, perdón (?

Fiorella: 2.5 puntos
Aaron:
Kohaku:
Arata: 1.5 puntos
TOTAL: 4 puntos

 

Esperé pacientemente a que todas estuviesen satisfechas con la atención que decidiesen prestarle a mis fotos, pues al fin y al cabo tampoco esperaba que se deslumbrasen por algo tan sencillo como aquello y, por lo tanto, no me ofendí en absoluto por la aparente indiferencia de Génesis y Morgan. ¡Quizás no eran personas expresivas de por sí! Lo que definitivamente no me sorprendió fue la reacción mucho más animada de Abigail, que ya había definido su carácter como mucho más enérgico.

Recogí el brazo, devolviendo el móvil a mi espacio, y les dediqué a todas una sonrisa algo contenida, repasando las dos opciones que las chicas habían mencionado con la mirada antes de encogerme de hombros. No me hacía especial gracia tener que ser yo la que desempatase entre dos opciones que me concernían tanto, pero también sabía que no tenía que ser la elección definitiva, así que no me lo tomé como algo de demasiada importancia.

—Uhm... Creo que el conjunto rojo y blanco va a estar más en línea con el estilo de Génesis y Abigail, así que escogería ese en un principio —contesté finalmente, intercalando mi mirada entre las presentes para acabar en Morgan, con una sonrisa suave en los labios—. Estuvimos hablando de nuestros estilos de vestir la otra vez, para tener un punto de partida... ¿Cómo definirías el tuyo, Morgan?

 

Era una completa estupidez y aún así festejé que Eun-bi eligiera mi opción como si fuera Navidad. Morgan no reaccionó de ninguna forma visible y alzó las cejas suavemente al recibir la pregunta de la primera. Ahora que lo decía, era una duda legítima. Dudaba que anduviera con vestidos y botas negras todo el rato, ¿no? ¡Aunque definitivamente daba las vibes!

—¿Mi estilo? —sopesó, vaciándose los pulmones, y lo pensó largo y tendido—. ¿Jeans y sudaderas? No me preocupo mucho, la verdad. Más que el tipo de prenda, supongo que los colores oscuros me definen mejor.

—Ah! I knew it!

Me miró con una ceja inquisitiva pero me distraje con la aparición repentina de Zoldryck. Espera, ahora estábamos en un problema, ¿no? El muchacho le habló a Morgan, primero, pero la chica se limitó a sonreírse y encogerse de hombros, bastante indiferente. Cuando se dirigió a mí, yo seguía muy enroscada en mis cavilaciones.

—Wait, we got a problem here —anuncié, muy seria, obviando su pregunta concreta, y luego del merecido suspenso solté la bomba—: ¿Ahora quién es Morgan?

O'Connor volvió a mirarme, ligeramente confundida, y no pasaron ni tres segundos hasta que sonreí amplio y choqué el puño contra mi palma abierta.

—¡Ah, ya sé! Tú vas a ser Morgan —definí, señalando a Zoldryck, y volví el rostro a la morena—, y tú, Morgan Dos. We all agree?

Morgan estuvo a nada de abrir la boca para quejarse, supuse, o como mínimo preguntar por qué ella tenía que ser la número dos. Habría sido un reclamo válido, claro, pero volvió a relajar la espalda en su asiento y suspiró. Fue una batalla ganada.

—Vamos bien, sip —le respondí finalmente a Zol- digo, Morgan, y recorrí a mis compañeras con la vista para aseverar mi punto o permitirles disentir—. Estábamos hablando de hacer un portfolio de moda con nuestros estilos usuales, ¡y adivina de quién fue la idea!

¡Exacto! ¡Su tocaya! Y su tocaya, por supuesto, rodó los ojos. Va, va, comenzaba a entender a esta chica.

 

Abigail celebró mi elección con el entusiasmo que había anticipado, aunque me preocupaba un poquito más la posible reacción de Morgan, si tenía que ser sincera. La muchacha pareció tomárselo con más indiferencia que molestia o cualquier otra cosa parecida, así que podía quedarme bastante tranquila al respecto y, por lo tanto, soltar una risilla divertida por el festejo de la otra.

La morena respondió a la pregunta que le hice, también, y asentí con la cabeza ante la misma. No iba a expresarlo de manera tan sugerente, pero lo cierto era que a mí tampoco me sorprendía demasiado saber que prefería los colores oscuros por encima de cualquier otra cosa (por las vibes que daba y por la elección que había hecho de mis propias opciones, claro, ¡nada de juzgar un libro por su portada!).

—Entonces supongo que ya tenemos los puntos claves de cada una, ¿no? Morgan prefiere los colores oscuros, Génesis es más de vestidos cómodos, a mí me gustan más los conjuntos casuales y neutros, y Abigail... ¿es más extravagante? —tanteé, dedicándole una mirada de reojo a la chica antes de continuar hablando—. ¡Así que podemos hacer el portafolio en base a eso!

Tras decir aquello, sin embargo, el castaño que parecía ser amigo de la rubia apareció en el aula y acabó uniéndose a nuestra reunión improvisada. No era que su presencia me molestase precisamente, y tampoco era yo quién para decidir si alguien podía o no estar con nosotras, pero tampoco iba a negar que me sentí un poquito incómoda a partir de su llegada; no sabría definir exactamente por qué, sin embargo.

Sea como fuere, no parecía que Génesis quisiese proponer nada más desde hacía un buen rato, y supuse que mucho menos podríamos concentrarnos en el trabajo con alguien ajeno al mismo ahí, además de que ni ella ni Morgan podrían aportar demasiado sin haberse preparado de antemano, ¿cierto? Algo habíamos avanzado, eso era cierto, y por ello pude asentir con la cabeza cuando Abigail le respondió con esa misma idea al chico.

>>Parece que lo mejor sería que cada una tuviese su parte preparada para la siguiente reunión, ¿no? Así solo tenemos que juntarlo en uno y ya —propuse, con una sonrisa leve, antes de buscar el reloj con la mirada.

Si lo dábamos por terminado y me apuraba, quizás podría buscar a Satoko para almorzar juntas, que hacía mucho que no lo hacíamos...