Con el sonido de la campana, acomodé mis cosas y me dispuse a cumplir con mi palabra. Hoy por la mañana había conseguido acabar mis entregas de regalos planificadas, lo cual me dejaba satisfecha y, finalmente, libre de responsabilidades. Aún quedaba pendiente el asunto de los... negocios con Rowan y compañía, pero en mi mente tuvo más sentido escindir las misiones y postergarlo a la semana entrante. Además, un fin de semana de análisis extra no me vendría mal. No quería confundir una racha de buena suerte con ninguna noción de estabilidad. Me desvié a la 3-2 y navegué los pupitres y el flujo de estudiantes inverso hasta alcanzar el sitio de Suiren, que ya me sabía de memoria. Aproveché la silla libre justo enfrente para sentarme de costado, cruzar las piernas y clavar los codos en su mesa. Apoyé el rostro en mis nudillos y le sonreí, acentuando la inocencia del gesto. Era una tontería, pero esto también me satisfacía y me hacía un poco de gracia. En el worst case scenario me habría ignorado y podríamos haberle puesto otro clavo al ataúd, por suerte no había sido el caso. —Y aquí estaba pensando que no volverías a decirme de hacer algo —bromeé, y luego mi sonrisa se suavizó—. Hola, cielo. Long time no see. Contenido oculto Insane