Qué puta ladilla eran las clases. Había acabado en Instagram más veces de las que le apetecía admitirse, navegando entre las idioteces que subían todos los idiotas a los que seguía por razones que, en la mayoría de los casos, siquiera recordaba. A veces era tan sencillo como identificar al primo del hermano del tipo que le atendía en la tienda los viernes, y presionar el botón. En fin, así como así había visto la foto de una muchacha rubia, casi hecha de nieve, con el cabello corto y los ojos azules, y un recuerdo fugaz lo abofeteó tanto que pestañeó y rodó los ojos, rascándose la nuca. Lo había olvidado por completo, ¿eh? El jodido pedido de Bleke. Le dedicó un vistazo disimulado a la muchacha de las vendas mientras el capullo del profesor explicaba una mierda sobre compuestos químicos. Se le dio por pensar que era hasta bien parecida a Middel físicamente, pero ni le dio gracia. Qué puta pereza. Cuando la campana sonó, le prestó atención a Alisha junto a una sonrisa vaga. —¿Eh~? Desafortunado, indeed —comentó, distraído, deslizando su mirada hacia el pupitre de Violet—. De momento, ¿me haces apoyo logístico? Me metí en una mierda y nobleza obliga. No esperó respuesta, en verdad sabía que Alisha no le negaría nada. Nunca. Se incorporó con cierta pereza, resoplando, y como el jodido kitsune que era, para cuando se acomodó frente a Violet allí estaba la sonrisa chispeante y el tono liviano, simpático de siempre. —Hola~ ¿Cómo te llamabas? Contenido oculto Insane te etiqueto por las dudas uwu
Cloruro de sodio (NaCl); Ácido Nítrico (HNO3); Nitrato de plata (AgNO3). Presencia de cloruro en soluciones al diluirse en aceite, al filtrarse lo que queda en el filtro termina siendo el material precioso de la pulsera que tenía en casa. Memorizar era sencillo en cuanto su interés estuviese fijo en la información brindada, y al perder un sentido los demás terminaron afilándose sin siquiera darse cuenta. Escuchó las gotas de la lluvia danzar por fuera de las ventanas, procurando entonces sacar de su maletín una delgada bufanda de tela blanca, tanto como lo eran sus pestañas, organizándola alrededor de su cuello, disponiéndose a dejar su puesto limpio antes de salir al receso, sin embargo terminó elevando levemente el mentón al percatarse de la presencia ajena cerca a ella, escuchándolo. <<Hola~ ¿Cómo te llamabas?>> El timbre juvenil de su voz la hizo sonreír con suavidad pese a que el deje de incertidumbre estaba plasmado tras su venda, al percatarse del aroma de Natsu disolverse a sus espaldas minutos antes. ¿Estaría molesto con ella? No, probablemente tendría alguno que otro problema, de esos que nunca le contaba porque no era más que una amiga tras sus ojos. —Violete Balaam —respondió con amabilidad—, ¿por qué? —preguntó entonces sin poder evitarlo siquiera. No era común que los estudiantes se le acercaran, a menos que tuviesen curiosidad sobre su condición, se viese en algún apuro, o que quisiesen burlarse de ella.
¿Por qué, preguntaba? Qué pregunta extraña. Se permitió observarla sin reparo alguno, y se preguntó si era decente algo así, si no se estaría aprovechando de su ceguera, pero ¿cuándo a él le habían importado esas cosas? Tenía facciones finas, voz dulce, cabello de nieve. Era muy bonita. Pero qué importaba eso si estabas ciega, ¿eh? —Porque soy el presidente del Comité de Bienvenida a Nuevos Estudiantes que acabo de fundar justo ahora —bromeó, fabricando sin dificultad alguna su tono de voz usual—. Y hasta ahora no te había preguntado aún tu nombre, ¡qué tragedia! Se permitió una pausa antes de agregar: —¿Y qué tal ha sido tu breve estadía en el Sakura, Violet-chan~?
No había visto a Anna sobresaltarse y de haberla visto seguramente había fingido ceguera o algo, en parte porque no le interesaba y también porque hubiera sido incómodo que te cagas. De cualquier manera se metió a la 3-1 como si fuese su casa, ya sin tanta prisa como al inicio, sin importarle notar que había gente dentro todavía y al pasar cerca de los pupitres donde estaban Welsh, Wickham y Violet recordó la petición de Altan, pero bueno, parecía que la chica estaba ocupada ya así que realmente no importaba. —Hola, Welsh-senpai~ —saludó al recordar que realmente la chica había sido amable con ella la noche de la azotea y ella, con los nervios y las ansias a flor de piel, no le había prestado demasiada atención. Siguió su camino hasta el espacio de Hiroki y se sentó sobre el pupitre sin permiso de nadie, por vete a saber ya cuál vez consecutiva se puso a escarbar entre sus cosas para sacar otra caja de bento. Se la colocó en el regazo antes de levantarse y se inclinó para estamparle un beso en la mejilla. —Recuérdame regresarte tu chaqueta un día de estos —murmuró luego de acariciarle el rostro a pesar de tener las manos frías—. Iré a buscar a Watanabe, así que si me necesitas es probable que esté en el pasillo o en la cafetería, ¿de acuerdo? O me escribes y ya está. No esperó mayor respuesta, volvió a besarlo antes de redireccionar sus pasos fuera de la clase, a la vez que se despedía de la rubia con un movimiento de mano. Al salir al pasillo no posó la vista en Altan y Anna en ningún momento, porque aunque no pareciera sabía que no debía meter las narices en eso. Contenido oculto pedazo de relleno eh TODO POR MI HEALTHY SHIP Y MI ALI AND SHIO STUFF
Se le escapó una risa grácil de los labios ante su respuesta, ladeando el rostro al sentir los pómulos calientes. Se había puesto colorada, ¿verdad? Y con aquella piel pálida, el rosa destacaba sin necesidad de asomarse de más. Hace mucho no socializaba con una persona que se escuchaba tan graciosa, tan suelto, tan fresco. —¿Cómo es tu nombre? —devolvió la pregunta entonces, manteniéndose recta en el asiento con las manos sobre los tablones de su falda. ¿Se vería confiable, tan amigable como lo percibía en realidad?; ¿De qué color sería su cabello, sus ojos, su tono de piel? —Agradable —susurró al atravesarle la imagen del rostro de Suzumiya y Middel en un mismo cuadro, como dos pequeños hilos aferrados en su meñique—, conocí personas muy amables, realmente... creí que sería peor. Ahí iba de nuevo, a hablar sin parar sin siquiera darse cuenta de ello. —Middel-san y Suzumiya-san, han sido muy lindas conmigo. Dos entes blancos flotando, ayudando, conversando. Haciendo ameno su día a día.
—Joey —soltó sin más, como si no estuviera en Japón y la gente, en realidad, no se llamara por el apellido al apenas conocerse. Bleke. Suzu-chan. Había mencionado a Bleke. Se tomó unos segundos para definir si lo mejor sería revelar desde ya su relación, ¿podría arruinar los planes de la chica, de alguna forma? Aunque Violet, en realidad, prácticamente no tenía razones terrenales para sospechar de un saludo amistoso, ¿verdad? A menos que fuera una jodida paranoica o algo así, y de eso ya nadie debería poder anticiparse. Por otro lado, ¿Konoe podría hablarle mal de él? No tenía pintas de ser una chismosa o una víbora de cuidado, así que mientras se moviera con precaución... debería estar a salvo, creía. Al menos podía cimentar una buena primera impresión en Balaam que luego compitiera contra cualquier mierda o rumor. —¡Oh! ¿Conoces a Bleke? —exclamó, sorprendido, soltando luego una risa corta—. Vaya, qué casualidad~ Blee es amiga mía. ¿Cómo la conociste? No es la persona más charlatana del mundo, si me permites decir, así que me da un poco de curiosidad. ¿Podrías confiarme ese secreto, Violet-chan~? Vaya. Era tan fácil fingir.
Asintió como un conejo manso al éste hablar sobre Bleke con propiedad, iluminándose su alma con aquella ternura por dar con un ser que conocía a la señorita Middel quizá, mucho más de lo que ella llevaba conociéndola. De forma fugaz pasó por su cabeza la sensación de emoción al dar con aquel libro, que sin darse cuenta Natsu acomodó para que diera con el relieve entre la yema de sus dedos. <<Blee>> Tenían confianza entre ellos, eso le demostraba que Joey era tan amigable como lo escuchaba ser. Eso hacían los amigos, ¿no? Llamarse de alguna forma extraña que representase el cariño por el prójimo. Se preguntaba si en alguna ocasión alguien la llamaría de alguna forma tan noble. —No es un secreto en realidad —murmuró sonriendo con suavidad. Si fuese un secreto no lo contaría, sus labios ante los secretos se sellaban sin posibilidad de encontrar alguna vez la llave. —La señorita Middel me ayudó a dar con los libros en braille, luego de que Natsu se fuese —se inclinó entonces, hasta su mochila para sujetarla y guardar su cuaderno dentro, procurando no hacer contacto físico con él. No quería incomodarlo ni mucho menos. —Es una persona noble —se permitió decir—; oh, disculpa... ¿tú cómo la conociste? Si puedo saber.
Alisha Welsh Me encogí de hombros ligeramente y lo seguí sin más, sentándome en el pupitre contiguo al que él había escogido. Levanté una ceja con cierta curiosidad al darme cuenta que se trataba de la chica ciega y acabé escuchando la conversación algo distraída, en realidad. ¿No era ella amiga del tatuado aquel que me rechazó en la enfermería? Tsk. Había empezado a deslizar las diferentes publicaciones de Instagram, dando like casi sin pensar demasiado, cuando escuché una voz femenina llamándome y levanté la vista con algo de pereza. ¿Mhm? —Ah, buenos días, linda~ —le devolví el saludo, cantarina, formando rápidamente una sonrisa. La seguí con la mirada hasta que se encontró con el perrito y no pude evitar soltar una risa por la nariz. Era obvio, ¿no? Habían venido a lo de la Azotea y desaparecieron segundos después, seguramente para follar en algún sitio... pero no solo era eso, ¿eh? Deslicé mi mirada por la figura femenina mientras se alejaba, devolviéndole el saludo con la mano. Qué desperdicio, de verdad. Contenido oculto Tengo miedo por Violet, actually(?) ALSO hold my relleno just for the good good gaynesss
Se escabulló con las manos tras la nuca, entrelazando sus dedos mientras ingresaba al aula, detallando los rostros de forma superficial en búsqueda de Pierce, sin embargo, terminó deparando en el cabello albino, corto, la venda negra en los ojos. Alzó levemente las cejas y buscó por inercia unas pupilas más sagaces que las suyas, el cuerpo tatuado, y la expresión ambivalente, pero no dio con él. ¿El tipo del parque de diversiones estaba ahí? Volvió su vista con curiosidad hacia Violet, detallando ahora a Joey, el que le hablaba con tanta soltura a Sasha. Caminó entonces hasta ellos. —Violet —le llamó con una sonrisa amplia, luego de mirar a Joey y levantarle las cejas en un modo de saludo. Miró luego a Alisha, sonriéndole en igualdad de medida mientras hablaba para Joey. —Tienes suerte, si Gotho estuviese cerca no te le hubieses podido acercar ni un milímetro —habló risueño. Balaam reconoció el timbre y elevó la cabeza hasta él. Daute Hanson sino mal recordaba, el que le hablo cuando estaba comiendo algodón de azúcar en el parque de diversiones, al que Natsu le dijo que se largara al intentar pretenderla, pero contrario a ello, Hanson terminó hablando como un loro, montándose en los juegos mecánicos con ellos pese a los gruñidos de Gotho en el trayecto, alejando sus intenciones coquetas de Violet por su integridad física. Si, eso había pasado antes de que conociese a Sasha en realidad.
Ah, bueno, recién estaba descubriendo cómo se habían conocido Violet y Bleke pero no le resultaba extraño viniendo de la rubia, supuso, si involucraba libros. ¿Estaría queriendo hacer buenas migas de cara a las elecciones? ¿Sólo le había apetecido algo de caridad matutina? Quién sabe. Bleke le resultaba un misterio que no le interesaba mucho desentrañar. Recostó la mejilla en su palma abierta mientras arrojaba los ojos al techo, pensativo. Hmm, ¿debería decir la verdad sobre cómo se habían conocido? ¿Alteraría la imagen que Bleke se estuvo construyendo? Bueno, ese sería su problema, a él nadie le había dado indicaciones de nada. —Una noche, en un bar —relató como quien no quiere la cosa—. Ya la había visto aquí, en la escuela, así que nos pusimos a conversar y eso~ Y el resto era historia, ¿no? Si Violet tenía algo de experiencia encima se daría cuenta cómo rellenar el cuento. Su atención viró hacia el recién llegado, un muchacho que parecía conocer a Balaam y él no tenía visto de nada. ¿Otro transferido, quizá? Asintió apenas para corresponderle el saludo y deslizó su mirada un breve instante hacia Alisha, para comprobar si ella de casualidad lo conocería. Soltó una risa fresca al oír su comentario. —Eh~ ¿Gotho? —Se volvió hacia Violet—. ¿Tu novio, Violet-chan?
Alisha Welsh Pero bueno, cuanta concurrencia en el día de hoy en nuestro aula, ¿eh? Tampoco iba a ser yo la que se quejase viendo el desfile la verdad. Le devolví la sonrisa al chico, echándome hacia atrás en la silla para observarlo mejor mientras hablaba. Me encogí ligeramente de hombros al notar la mirada de Joey, que tampoco necesitaba mucho más para entender el por qué de ella. No lo conocía pero no me importaría hacerlo, la verdad. —¿Tattoo boy es tu novio, linda? —repetí, soltando una risa incrédula por la nariz—. Pues yo que tú me buscaría otro. Este parece un poco amargado, cariño~ Contenido oculto Uy que rico relleno de esta estúpida que no puede callarse
Oh, no se imaginaba a la señorita Middel en un bar, quizá con algún refresco o algo demás. No se escuchaba como una persona que sintiese demasiada atracción por bebidas que podían asociarse con dichos espacios sociales. Procuró saludar a Hanson elevando la palma a la altura de su pecho para moverla de derecha a izquierda como saludo. Fue entonces que sus mejillas se tiñeron innegablemente del rosa natural de sus labios, mordiéndoselos en el transcurso mientras negaba apresuradamente con la cabeza. —No lo es —murmuró con leve vergüenza en sus ademanes—. Natsu... Natsu es solo, mi mejor amigo. El rechazo implícito a sus sentimientos horas antes de perder su vista por completo le golpearon como una película cinematográfica. Las veces en que sucedió algo, fue por ella forzar las cosas. —Sí, es un poco amargado —se permitió reír entonces, intentando ocultar su placer culposo por decirlo—. Lo quiero mucho, en realidad —susurró—, me ha ayudado demasiado, es muy preciado para mí. Se dio cuenta entonces que había comenzado a hablar de más. —L-lo lamento, no fue mi intención acaparar la conversación —habló apresurada, con el rostro ardiendo.
Masuyo Kobayashi Alcanzó a observar como Anna se adentraba al cuarto de limpieza, sacándole otro suspiro antes de posicionarse en el umbral del salón 3-1. En este caso los nervios no estaban presentes, pues no tenía que preguntar nada en voz alta y esperar respuestas de desconocidos, solo ubicar a Meyer, lo cual no demoró nada en hacer. Sus pasos resonaron en el salón y su ceño se mantenía fruncido, sin pensárselo dos veces se dejó caer en la silla vacía delante del pupitre de Laila, entrelazando sus brazos en el respaldo de esta para dejar descansar su cabeza ahí. Observó los orbes rojizos de la chica sin decir palabra, para luego dejar salir el aire contenido por la nariz. Sintió como sus facciones se destensaban, para luego formar una sonrisa amplia con un destello juguetón en sus ojos. —Traje una sorpresa, senpai~
Al final luego de que Noah se fuese ella subió a su clase. El clima la tenía algo atontada y de hecho luego de que se soltara a llover estuvo por quedarse dormida un par de veces, por lo que en varios sitios sus apuntes perdieron sentido. Se había quedado unos minutos en la clase, corrigiéndolos porque después de todo con esa lluvia seguro ya no habría club por la tarde y tampoco podrían salir a los patios. Estaba guardando sus cosas cuando Kobayashi apareció en la clase sentándose frente a ella. —¿Una sorpresa? —preguntó con curiosidad—. Ah, perdona por hacerte esperar, estaba por ir a buscarte.
Escuchó todo lo que Violet decía sobre Gotho, por cortesía y buenos modales más que otra cosa. En verdad lo traía bastante sin cuidado cuánto quería al muchacho o la lista de cosas que había hecho por ella. El comentario de Alisha, sin embargo, logró arrancarle una risa. La conocía lo suficiente para identificar ese dejo de rencor tras su tono fresco y liviano. —¿Qué ocurrió, Ali-chan? ¿Es el que te rechazó el otro día? Iba a posta. Lo había notado en el tono ilusionado de Violet, el cariño impreso en sus palabras, el tinte rosado de sus mejillas. Era transparente como un libro abierto y él, bueno, él era un puto cabrón.
Alisha Welsh Si hubo algún atisbo de sonrisa al escuchar la respuesta de la chica, Joey hizo que desapareciese con una facilidad impresionante. Fruncí el ceño y chasqueé la lengua, dirigiéndole después una mirada de reojo que tenía un mensaje muy claro. Eres un jodido cabrón. —Algo así, sí... —mascullé, apartando la vista de nuevo—. But whatever. Centré mi atención en mis uñas entonces, jugueteando con ellas de manera desinteresada. ¿Qué se supone que pretendía de todas formas? Si era obvio que la chica estaba pilladísima, sacar eso no haría que le cayese mejor precisamente. Bah, él sabría. ¡Yo ya no le iba a ayudar, eso desde luego! Hmpf. Contenido oculto Ya no sabía si darle gracioso, zukulemto o qué so aventé el confiable fangirl (???
Masuyo Kobayashi Al notar que recién guardaba sus cosas supuso que sus clases se le habrían alargado o algo así. Escuchó la disculpa de su senpai y le restó importancia al asunto con un gesto de mano, para nada sintió que esperó mucho tiempo. —No te preocupes, senpai, no pasa nada—. Tras eso se volteó sobre su eje, con la intención de buscar algo tras su espalda, percatándose que olvidó su "sorpresa" en su propio salón—. Rayos —musitó para luego voltearse hacia Laila con una sonrisita nerviosa a ojos cerrados, sobándose la nuca—. Creo que me he dejado la sorpresa en el salón senpai, lo siento—. Abrió sus párpados, posando la vista en la chica y apoyando un codo en la mesa ahora vacía, para luego posar su rostro en la palma de su mano—. ¿Dónde te gustaría almorzar, senpai? Aunque no tenemos muchas opciones.
Se tensó sin si quiera darse cuenta. ¿La chica que hablaba se había insinuado? No era extraño, él solía ser pretendido en algunas ocasiones en que salían juntos, cuando aún podía ver, sin embargo, nunca lo vio ceder ante encantos femeninos directamente, sin embargo eso no minimizaba su inseguridad porque lo apartaran de su lado. Qué tonta. —Ey, guárdate esos comentarios —habló Hanson golpeándole el hombro a Joey de forma amigable realmente, al notar la incomodidad de Balaam. —Está bien —se lanzó a decir nerviosa. A fin de cuentas también había sido rechazada. —Voy a almorzar, espero no incomodar —murmuró levantándose del asiento, sintiendo el vibrar de sus manillas—, gracias por la plática —se dirigió a todos en general de forma educada. Daute sonrió mostrando sus dientes blancos, viéndola marcharse, fue entonces que buscó a Pierce con la mirada. Sin darse cuenta terminó haciendo contacto con el tipo de los casilleros. Debía relajarse. Probablemente solo era un idiota al que Sasha no le coquetearía ni en chiste.
Había visto a Daute entrar, pero seguía ocupada terminando de pasar en limpio unos apuntes de lo más desastrosos que había tomado al principio de la mañana, cuando su mente aún no conseguía enfocarse en las clases. Chequeó el móvil al dejar el bolígrafo y chasqueó la lengua. ¿Es que no pensaban responderle nunca? Joder. Suspiró, guardando sus cosas, y repasó la situación por sobre su hombro. Daute seguía entretenido con un grupo de chicos que incluían a Joey, Alisha y la chica nueva, la que era ciega. Cuando tuvo todo listo se incorporó, maletín en mano, y anduvo hasta detenerse detrás de Hanson y apoyar una mano sobre su hombro. Violet justo estaba retirándose y pasó a su lado. —Hola —murmuró, más bien en general, y luego bajó la vista al muchacho—. Perdón por hacerte esperar. Joey observó el intercambio y no necesitó más para atar los hilos. Venga, conque ese era el novio-no novio de Sasha, ¿eh? Qué pequeño era el mundo. —Sasha, linda —murmuró, sedoso, inclinándose cerca de Alisha—. ¿Vas a presentarnos a tu amigo~? Si Sasha sintió algún dejo de molestia o impaciencia, en verdad no lo demostró. Su sonrisa se mantuvo suave y gentil. —Claro, este es Daute Hanson. Dauti, ellos son Joey y Alisha. —Un placer, un placer —resolvió Joey, buscando a la rubia para recostarse junto a ella y acomodar la cabeza sobre su hombro—. Oye, Daute, ¿de dónde conoces a Violet-chan? Tenía, si se quiere, un curioso presentimiento.
Sintió entonces la delicada mano de Sasha sobre su hombro, provocando que una sonrisa en mofa se le dibujara en los labios, mirándola de perfil por el rabillo del ojo. —No pasa nada —murmuró pasando sus dedos por la estrecha cintura—, mamacita —susurró contra su sedoso cabello, inhalando su aroma. Sasha siempre olía tan bien. Si tan solo en algún momento la convenciera de quedarse en su casa podría dormir abrazado a ella toda la noche, controlando la maldita hiperactividad que le hacía picar hasta la yema de los dedos. <<Sasha, linda. ¿Vas a presentarnos a tu amigo~?>> Qué irónico. Hanson era confianzudo con cualquiera, pero el que otro lo fuese con Pierce lo ponía de todo, menos de buenas, sin embargo tan solo se mantuvo en su posición, sin apartar sus dedos de las caderas ajenas, mirando a Joey de forma superficial, elevando las cejas tal y como lo hizo al llegar, como si aquello fuese un saludo. —Un parque de diversiones, realmente es una historia digna de contar —se echó a reír entonces, con aquel tinte divertido al recordar el cómo Natsu casi le arranca la cabeza. Deslizó entonces sus orbes ámbar por el cabello dorado de la chica que había visto alguna vez en la azotea. Alisha. Lo recordaría. Para memorizar los nombres femeninos tenía una retención digna.