Ash y aura; me enamoré de ti

CAPÍTULO 1 : ¿ME ESTOY ENAMORANDO?

Ash esta en su casa aburrido, junto a Pikachu. Están tumbados en el sillón del salón. ¿Qué?¿Qué por qué aparecen en su casa si estaban en Teselia? Es que eso ya ha pasado. Ash ketchum ya tiene 13 años. Ha acabado la liga de Teselia en 1 lugar al fin. Por eso han decidido descansar un poco. Ash mira por su balcón y ve a una pareja de novios pasar por su casa.

—Que asco, ¿por qué se besan?
—Pikaa... —suspira el ratoncito amarillo ante el comentario de su amigo.
—¿Qué? Es que no lo comprendo.
Ash no ha cambiado nada estos últimos años, sigue igual de despistado que siempre.
—Hecho de menos a mis amigos. ¿Y si los visitara?
—¡Pikapi!
—Pues en marcha Pikachu, rumbo a Hoenn

Ash y Pikachu cogen su barco en el puerto de Ciudad Verde y ponen rumbo a Hoenn. Tardan 12 horas en llegar pero merece la pena por ver a Aura y Max. Ash tiene muchisimas ganas de llegar y Pikachu se da cuenta de que el joven entrenador solo va para ver a Aura pero no le dice nada. Por fin, el barco atraca en el puerto de Peterburgo y ven llegar a lo lejos a sus amigos.

—¡Aura! ¡Max! —gritó Ash desde lejos.

Aura abraza a Ash y este se queda colorado como un tomate.

—¡Ash! Cuanto tiempo sin verte ¿cómo estas? —le saluda la castaña alegremente.
—Bi...bi...en graci...as. —le responde el azabache muy nervioso.
—Hola a ti también pikachu.
—¡Pikachuu! —exclama abrazando a Aura.
—Que guapa es Aura —piensa el chico. —¿¡Eh!? ¿Por qué pienso esto?

Aura llevaba una camiseta verde con una chaqueta naranja, un pañuelo de color verde, su típica faldita blanca con sus pantalones cortos y unas deportivas naranjas.

—Ash, Ash, ¡Aaaaash! —le chilla el pequeño al ver que su amigo no le hace caso.
—Ah, hola Max —se espabila con sus gritos.
—¿Qué te había pasado? Estabas muy rojo —pregunta un inocente Max.

Max, en cambio, iba igual, su camiseta verde, sus pantalones negros y zapatillas verdes.

—¿!Qué?! Ah, nada nada jeje —le contesta Ash muy nervioso.
—Ash ha cambiado un poco, esta mas guapo y se le ve mas maduro —piensa la chica de ojos azules —¡Pero qué estoy diciendo es mi amigo!

Ash llevaba ropa nueva: una gorra de color rojo, camiseta naranja y chaleco verde, pantalones verdes oscuro y deportivas naranjas

—Aura, Aura, ¡Auraaa! —vuelve a chillar Max al ver que su hermana tampoco le hacía caso.
—¿¡Qué pasa!? ¿Por qué me chillas? —se espabila Aura con los gritos de su hermano pequeño, al igual que Ash.
—Es que te has quedado embobada, ¿por qué estas tan roja?, ¿¡Qué pasa aquí!?

Aura le pega a Max una colleja.

—¡Auuuu! —grita el pequeño de dolor.
—Jejeje, oye Ash, ¿te vienes a dar un paseo? —le pregunta muy nerviosa.
—Ehh... si...claro Aura.
—¿Puedo ir yo también?
—¡Nooo! —le responden los dos a la vez.
—Jope. —se resigna Max.

Ash y Aura se van y Max se queda solo.

—¿Qué les pasa a esos dos?, ni que estuvieran enamorados. —piensa el chico y luego se marcha.

Mientras, Ash y Aura estan paseando por la playa de Peterburgo. Ash le cuenta a Aura todas las aventuras que vivió en Teselia y ella le cuenta los concursos que ha ganado. Se toman un helado y se quedan tumbados en la playa mirando el mar. La fresca brisa del mar hacía más agradable el paseo de nuestros héroes. Aura iba metida en sus pensamientos durante todo el trayecto al igual que Ash. Cuando llegan a la playa, Aura decide recostarse un poco en Ash.

—Qué bonito es el mar, ¿verdad?
—Si... —tú si que eres bonita —piensa Ash- ¿¡Pero qué!?
—¿Te pasa algo Ash? Estas muy pensativo —pregunta la castaña preocupada por su amigo.
—Eh.. no nada, no te preocupes. —Le contesta Ash sonriendo.
La sonrisa de Ash, hace sonrojar a Aura.
—Emm, Ash... —intenta llamar la atención del muchacho.
—¿Si Aura?
—Te quieres quedar a dormir a mi casa, es que ya esta anocheciendo y...
—Claro Aura, muchas gracias. —Que buena es conmigo —piensa el joven entrenador.
—Denada —Le sonríe la muchacha.
—Bue...bueno, ¿no...nos vamos? —pregunta Ash muy nervioso.
—Claro.

Camino de su casa, aparece el Team Rocket. Como siempre, Ash destruye sus planes y siguen su camino, pero algo nuevo ocurre. Muy lejos, en Islas Canela, un nuevo equipo mucho mas fuerte se prepara para su conquista.

—Señor, el equipo Electrón esta listo para empezar con su plan.
—Muy bien, Ash ketchum y Aura, esta vez no derrotareis mas al Team Rocket, porque yo, Giovanni, he creado el equipo definitivo para conquistar el mundo. ¡EL EQUIPO ELECTRÓN!Y nadie nos detendrá. Pero por si las moscas, aquí tenéis un pequeño aviso.

—Ash, no me encuentro muy.. ayy —En ese momento, Aura se desmaya.
—¡Aura! ¿Qué te ocurre?

Ash se da cuenta de que Aura tiene un tranquilizante en la espalda con una firma: Equipo Electrón.

CONTINUARA...

 

En el capitulo anterior, Ash y Pikachu visitan de nuevo la región de Hoenn. Allí se encuentran con Aura y Max. Ash y Aura pasan un buen día juntos, hasta que la castaña se desmaya repentinamente.¿Qué hará nuestro héroe ahora? ¿Aura estará bien?

CAPITULO 2: EL PRIMER ATAQUE DEL EQUIPO ELECTRÓN.

—¡Aura! ¡Aura despierta! ¿¡Estás bien!? —Ash estaba desesperado —Debo llevarla a su casa y rápido.¡Vamos Pikachu!
—¡Pikapi! ¡Pikachu!

Ash coge a Aura en brazos y hecha a correr por una pequeña senda. Pero lo que no sabe es que alguien les observaba.

—Vamos a activar el plan A. —dijo la de los cabellos rojos.
—Muy bien, adelante Venus. —contestó el de los cabellos azules.

De repente Ash acaba encerrado en una cápsula junto a Aura y Pikachu. Ash deja a Aura acostada en el suelo y se dispone a combatir.

—¡Pikachu rayo! —Mandó el joven entrenador a su pokémon.
—¡Pikachuu!

Pero el rayo es absorbido por la cápsula y deja a nuestro héroe sobrecogido.

—¿Qué ha pasado?
—Gracias por esa recarga Ash Ketchum, ahora estamos un paso más cerca de nuestro objetivo.
—¿¡Qué?! ¿¡Quiénes sois y cómo sabéis mi nombre?! —pregunta el azabache.
—Ash... ¿qué ocurre? —contestó Aura con las únicas fuerzas que tenía.
—Aura, no te preocupes, saldremos de aquí enseguida. —le dijo tiernamente el muchacho.

Pero el comandante Helio lanza un rayo el triple de fuerte que el de Pikachu y Ash se coloca de espaldas a Aura para protegerla.

—¡Ash! ¡¿Qué has hecho!? —gritó Aura con lagrimas en los ojos.
—Sal...salvarte —le respondió Ash antes de caer al suelo.
—Pikaa... —Pikachu se estaba debilitando por aquella cápsula, que robaba la electricidad.
—Pi...pikachu ¿estás bien? —dijo el muchacho con un hilo de voz.
—Si nos lo permites —habló la comandante Venus- nos llevamos a este Pikachu. Lo necesitaremos.
—¿¡Qué?! ¡Ni hablar! —Pero Ash no se podía mover.
—Ash... —Y Aura se vuelve a desmayar, estaba muy débil.
—¡Aura! —Y sin saber de donde, Ash sacó toda la fuerza que pudo, se levantó, cogió a Aura en brazos de nuevo y hecho a correr.
¡Vamos Pikachu cola férrea!

Pikachu rompe la cápsula y los dos escapan y se adentran en el bosque.

—Pikachu allí hay una cueva, nos esconderemos por el momento.

Pero con un segundo rayo, el Equipo Electrón hace una frisura en el suelo, y Ash y Aura caen al vacío.

—¡Pikapii! —Pikachu fue capturado por el Equipo Electrón.
—¡¡Aaaaaaaaaa!! —gritaba el azabache mientra caía abrazado a Aura.
—Hasta nunca Ash y Aura. —dijeron Venus y Helio riéndose.

Ash agarra a Aura y este cae de espaldas protegiendo a la chica de nuevo.

—Pi...pikachu... —Dijo esto último Ash antes de desmayarse.

Amanecía un nuevo día y Aura se despertó la primera y al ver a Ash lleno de heridas y rasguños rompió a llorar.

—¡Ash! ¿¡Ash qué te ha pasado!? —chilló la de los ojos azules con lágrimas en los ojos.
—A...Aura —y se volvió a desmayar.
Aura cura al joven entrenador y le hace una cama de hojas para que estuviera más cómodo.
—Gra...gracias Aura —comentó Ash levantándose como pudo. ¡Auch!
—Quédate acostado, aún estás malherido, y no hay de que. Tú me salvastes a mí de la caída.
¿Qué pasó ayer Ash?
—Pues... —comenzó a narrar el muchacho —unas personas nos atacaron, creo que se llamaban el Equipo Electrón. A tí te durmieron y nos encerraron en una cápsula. Pero escapamos y caímos aquí por su culpa. Eran muy poderosos.
—¡Pués se las van a ver conmigo por lo que te han hecho —gritó Aura sin pensar en lo que había dicho.
—Tranquila Aura —pensando —Se ha preocupado mucho por mi. ¡Auch! Como me duele todo.
—Te duele... —Aura aprovechó la situación y abrazó a Ash para que se sintiera mejor.
—A..Aura..vamos a sa...salir de aq..aqui.—dijo Ash muy colorado.
—Oh, si, claro —se puso roja también.

Ash se levantó y se puso a caminar.

—Creo que ya estoy mejor, vámonos.
—Vale. —dijo la castaña triste porque quería seguir abrazada a Ash.

Tardaron unas horas pero al fin lograron encontrar la salida.

—Ash, ¿dónde está Pikachu? —se acordó Aura.
—¡Pikachu! ¡El Equipo Electrón se lo llevó! ¡Tengo que ir a por él!
—Primero está el descanso —le respondió la muchacha agarrándole del brazo.
—Pero...
—¡Pero nada! Pikachu se sabe defender solo, además, no estamos en condiciones de luchar ahora mismo. —Le regaña Aura.
—Muy bien... —contestó desanimado el joven.
—Venga, vamos a mi casa.

Y Aura se va agarrada del brazo de Ash.

CONTINUARA...

 

En el capitulo anterior, el Equipo Electrón hace su primera aparición ante nuestros héroes. Ash y Pikachu intentaron derrotarles pero fue en vano. Ash y Aura cayeron por un precipicio y Pikachu fue capturado por el Equipo Electrón. Aura cura a Ash y estos salen a las superficie listos para salvar a Pikachu, pero antes deben recuperar fuerzas en casa de Aura.

CAPÍTULO 3: LA PLAGA DE LOS POKÉMON ELÉCTRICOS.

Ash esta pasando unos días en casa de Aura hasta que se recuperen. Le contaron a Norman y Caroline, los padres de Aura, lo que les pasó y estos les dijeron que se habían dado casos en los que el Equipo Electrón secuestraba pokemon eléctricos. Ash está en el cuarto de invitados
pensando en todo lo que había pasado desde que llegó a Hoenn.

—No puedo dormir, pensar en lo que le estarán haciendo a Pikachu me quita el sueño —dijo Ash con lagrimas en los ojos .— debo salvarlo y cuanto antes. Pero... —pensando— no puedo decirle nada a Aura, no quiero que le hagan daño. Pero que pienso... ¿ por qué ahora me preocupo tanto por ella? Es mi amiga desde hace tiempo y la...la...la quiero. ¡Pero como amiga! Me estoy volviendo loco. No se porque me siento así cuando estoy con ella. Aura es dulce, sensible, valiente, inteligente y guapa. Y cuando la miro a los ojos...

En ese momento llaman a la puerta.

—Ash, ¿estás despierto? —dijo la castaña susurrando.
—Si...no...digo que si...si lo estoy —respondió el azabache muy nervioso.
—No puedo dormir, ¿puedo pasar?
—S...si pasa.

Aura entra sigilosamente para no despertar a nadie. Ash se da cuenta de que la chica esta muy guapa con su pijama y se sonroja. Llevaba una camiseta de mangas cortas rosa y blanca y unos pantalones cortos rosas.

—¿Tu tampoco puedes dormir? —le pregunta Aura.
—N..no...no puedo —Ash aún seguía un poco nervioso.
—¿Qué te pasa Ash? Estas muy nervioso.
—No...no me pasa nada Aura —El joven entrenador se fue calmando.
—Estabas pensando en Pikachu ¿no? —respondió la muchacha de ojos azules.
—Si. No puedo dejar de pensar en las cosas horribles que que les estarán haciendo —contestó Ash muy triste. —Es mi mejor amigo y lo quiero mucho.
—Ya veo... —Pensando —Ojala dijera eso de mi. ¿¡Pero qué pienso?! Ash...Ash es mi amigo y lo quiero mucho. ¡Cómo amigo! Es guapo, valiente, protector, inteligente y sensible. ¿Y si...me...me estoy enamorando de el?
—Aura, Aura, ey Aura ¿Estás bien? —dijo el azabache preocupado.
—¡Ah! Si, si, perdón. Me había quedado pensando en... en... en Pikachu. Si eso, en que lo vamos a rescatar. —respondió la castaña improvisando.
—Sabes Aura... estás muy guapa con ese pijama —comentó Ash sonrojadísimo.
—Gra...gra...gracias —La joven estaba muy colorada por el comentario.

De repente, se oye un estruendo en la calle y hay un apagón.

—¿¡Qué ha sido eso!? —preguntó Ash preocupado.
—No lo se has pero tengo miedo. —le respondió Aura asustada.
—No te preocupes Aura, voy a asomarme. Ven, dame la mano para no caerte.
—Va...vale.

Ash se asoma y ve que en toda la ciudad ha habido un apagón. Pero desde lejos ve unos destellos de luz que se van acercando poco a poco al lugar donde se encuentran nuestros héroes.

—¡Aura vamos a bajar! ¡Algo se acerca!
—Ash, esto no me gusta ni un pelo.
—Tu no te separes de mi ¿vale Aura?
—S..si —dijo esto la castaña mientras se agarraba al brazo de Ash.

Bajaron las escaleras y se pegaron un gran susto al ver a Max con una vela y un gorro de dormir observándoles. Estos se separaron al ver que Max los miraba y se reía al ver lo juntitos que estaban.

—¿Adonde vais? —preguntó Max entre risitas.
—A tí no te importa —contestó Aura de mala manera.
—¿A si? ¿Y por qué estabais tan juntos Ash y tú?

En ese momento Ash y Aura se pusieron colorados. Aura empieza a discutir con su hermano y a gritarse. Ash se sienta en el sillón porque sabía que estas peleas no terminaban nada bien. Aura lanzaba cojines y objetos que estuvieran a su alcance y Max le tiraba cubiertos. Ash se cubrió con una bandeja y en ese momento aparecieron Norman y Caroline.

—¿Qué esta pasando aquí? —dijo Norman enfadado.
—¡Es que Max es un metomentodo! —gritó la castaña muy irritada.
—¡Eso lo seras tu! —respondió Max.
—¡¡CALLAROS!! —chilló Ash por primera vez desde hacía rato.
¡Tenemos que ver lo que ha pasado en la calle recordáis!
—Ash tiene razón —contestó Caroline.

Todos salen de la casa y ven que poco a poco se va acercando la luz extraña. Todos los ciudadanos se metieron en sus casas.
De repente se oye un trueno.

—¡Agachaos todos! —gritó el joven entrenador.

Un rayo atravesó la calle donde se encontraban pero no les alcanzó.

—¿¡Ash qué ocurre!? —preguntó Aura preocupada.
—¡Son pokémon electricos!

Otro rayo les pasó por muy poco.

—Meteos en la casa -Ordenó Norman.
—Yo me quedaré a luchar. —dijo firmemente Ash.
—No lo hagas Ash por favor. —le respondió Aura preocupada.
—Vamos Aura, Ash se sabe cuidar solo —contestó Caroline y cogió a Max y a Aura de la mano para meterse en la casa.

Poco a poco se iban acercando los pokémon, tanto que se podían percibir las siluetas de unos Raichus, Electabuzz, Minun y Voltorbs.
Todos estaban asustados y parecía que estaban escapando.

—Ya se lo que ocurre Norman —le dijo el azabache.
Están escapando del Equipo Electrón.
—Ya veo, pues entonces hay que ayudarlos ¿no Ash?
— ¡Si!

Ash y Norman guiaron a los pokémon hasta una casa abandonada.

—Escondeos aquí hasta que yo os lo diga. —les dijo Ash a los pokémon.

Pero de repente aparece la nave del Equipo Electrón, que sacan una jaula y encierran a los pokémon antes de que pudieran esconderse.

—¡No! ¡Unfezant tajo aereo!
—¡Unfezant!

Pero no la consiguen romper a tiempo.

—Crees que con ese ataque tan debilucho vas a romper la jaula, no me hagas reir. —dijo Venus.
—No te metas en nuestro camino Ash Ketchum. —contestó Helio.

Y este presiona un botón de la nave que lanza un rayo que le da de lleno a Ash. Y se marchan con los pokémon.

—¡Aaaaa! ¡No os saldreis con la vuestra!
—¿¡Ash estas bien!? —grita Aura mientras va a su encuentro.
—No...no los he salvado, no lo conseguí. —dijo nuestro héroe muy triste.
—Ash, has hecho lo que has podido. —Le consuela la muchacha de ojos azules.
—Gracias, Aura. —Le dice mientras sonríe.
—De nada Ash.
—¿Qué querrán hacer el Equipo Electrón con esos pokémon?
—No lo se Max, pero no les permitiré que se salgan con la suya.

CONTINUARA...

 

En el capitulo anterior, unos pokémon intentaban escapar a toda costa del Equipo Electrón. Ash estaba en su cuarto junto a Aura cuando hubo un apagón, que resultaron ser estos pokémon. Ash y Norman intentaron ayudarlos pero el Equipo Electrón es más fuerte y se los llevan. Ash no se dará por vencido hasta acabar con sus planes.

CAPÍTULO 4: EL VIRUS ELECTRÓN.
En la región lejana de Kanto, más allá de Ciudad Verde, en las Islas Canela, un grupo malvado planea su próximo ataque con mucho detalle.

—Señor, ya está listo el compuesto químico beta.
—Traedlo aquí para hacerle unas cuantas pruebas comandante Helio.
—Aquí está señor —dice mientras se lo entrega a Giovanni.
—Muy bien, veamos con quién lo podemos probar. Ummmm, Ash... no, le haré algo aun peor. Lo probaré con el ser al que más quiere este muchacho. A la castaña de ojos azules, ¿cómo se llamaba? Ah sí, Aura. Jajajaja.

Por otro lado, Ash, Aura, Max, Norman y Caroline, estaban terminando de cenar.

—Ñam, no puedo más, bueno, solo el postre eh. Jajajaja. —dijo un Ash satisfecho.
—¡Jajajaja, tu como siempre Ash, no has cambiado nada! —respondió Aura a carcajadas.
—Bueno chicos, ya es hora del postre ¿no? —interrumpió Norman.
— ¡Siiii! —gritaron todos a la vez.

De pronto, Aura empezó a encontrarse mal. Se le quitaron las ganas de comer y se fue a su cuarto un tanto rara. Ash se preocupó por ella y subió también.

—Ey Aura,¿qué te pasa? —le preguntó el azabache preocupado.
—Na...nada Ash, sólo tengo un poco de sueño nada más.
—¡Estás tiritando! Aura métete en la cama.
—Déjame Ash... —le respondió la castaña dándole la espalda.
—Aura... — susurró el joven entrenador agarrando la mano de la chica —hazme caso, no quiero que te pongas peor.
—¡Qué me dejes! —le gritó Aura muy enojada.
—¡Ay! Me has dado un calambrazo, ¿¡cómo lo has hecho!? Aura, qué te está pasando, no pareces la misma Aura de la que yo me... hice amigo hace unos años le respondió Ash
disimulando lo que había estado a punto de decir.

Aura estaba muy cambiada. Tenía los ojos rojos y una expresión de ira en su cara.

— ¡¡No te metas en mi camino!! —le chilló la castaña empujando al muchacho al suelo.
—¡Aaaaah! —gritó Ash al caerse al suelo.
Aura avanzó unos metros y se desmayó.
—¡Aura! Aura despierta. Tiene fiebre, la meteré en la cama.

Ash acostó a la chica y la arropó.

—Aura... ¿qué te ha pasado? —dijo triste el azabache. — Nunca te había visto así. Te está pasando algo y voy a averiguarlo. Tu aguanta ahí.

Acto seguido, le dio un beso en la frente y se fue. Le contó a los padres de Aura lo que había ocurrido y después decidió dar un paseo nocturno por la ciudad para despejarse. La calle estaba muy oscura pese a que las bombillas de las farolas estaban fundidas. De lejos, vio el centro pokémon aun abierto y el joven entrenador decidió pasar.
En cuanto entró, vio que la enfermera Joy estaba ocupada con otro paciente que padecía los
mismos síntomas que Aura.

—¡Enfermera Joy! ¿Qué le ocurre a este paciente? —preguntó Ash.
—Pues, es una enfermedad muy extraña que está dándose mucho desde que apareció el Equipo Electrón. Para curarla debes de coger unos ingredientes específicos. —le explicó la enfermera Joy.
—Es que, a mi amiga le pasa lo mismo y estoy muy preocupado. —respondió el joven entrenador con voz triste.
—Debes de quererla mucho ¿no es así?
—¿¡Qué?! ¡No! So... solo somos amigos — contestó muy colorado —¿Crees que este virus lo ha hecho el Equipo Electrón?
—Es lo más probable. Ese grupo sólo sabe darnos problemas a todos.
—¡Enfermera Joy! ¿Cómo puedo encontrar esos ingredientes?
—Te va a ser muy dificil. Deberás encontrar las bayas Gualot, Tamate y Meloc que solo se encuentran en el monte Peterburgo y mezclarlas todas. Deberá tomársela antes del amanecer, si no... morirá.
—¡¿Qué!? ¡Debo darme prisa! —dijo Ash muy decidido. ¿Dónde se encuentra ese monte?
—Allí a lo lejos, tras ese bosque que ves desde aquí, esta el monte. Pero debes tener mucho cuidado porque esta custodiado por un pokémon muy poderoso.
—Muy bien. Gracias por todo enfermera Joy.—dicho esto se marchó corriendo.
—Ten mucho cuidado — dijo con un tono de preocupación en su voz.—Espero que llegues a tiempo.

Ash decidió irse sin decir nada a nadie. Este fue corriendo hasta las afueras de la ciudad y se adentró en el bosque. Eran las 2:50 de la madrugada. Le quedaba cuatro horas antes de que
se ponga el Sol. Caminó durante un largo rato hasta que llegó a un descampado.

—Buahh, que sueño tengo. —Bostezó el azabache. —Pero no puedo pararme, debo de salvar a Aura.
Las 4:00 de la madrugada. Ya había llegado al principio del monte y se detuvo para coger aire.

Mientras, en casa de Aura...

—Aura, por favor, sobrevive. —le decía su hermano Max muy triste.
—¡Aura! ¡Yo se que tu eres fuerte cariño! —le gritaba su madre llorando.
—A...Ash —dijo la castaña con un hilo de voz.
—Norman, ve a buscar a Ash. Yo me quedo a cuidar de Aura. —le ordenó Caroline.
—Muy bien, aguanta hija. —le animó su padre y este se marchó.
Norman empezó a buscar a Ash por todas partes y decidió mirar en el centro pokémon. Alli ve a la enfermera Joy.
—¡Enfermera Joy! ¿Ha pasado por aquí un chico con una gorra roja y el pelo de color azabache?— le pregunta Norman muy preocupado.
—Norman, buenas noches. Si, ha venido hace un rato. —le dijo amablemente.
—¿Le a dicho a donde iba?
—Eh, si. Iba al monte Peterburgo para hacer una medicina que curara a su amiga.
—Es que su amiga es mi hija Aura. Muchas gracias enfermera Joy. Adios.
— ¡Espera! ¿Quiéres que atienda a Aura mientras vuelve el chico con la medicina?
—Si no tiene nada que hacer, le ayudaría mucho. Muchas gracias. Aquí tienes la dirección.
—Muy bien Norman. Haré todo lo posible por ayudarla.

Eran las 5:30 y Ash iba por la mitad del monte.

—Ya me queda poco, ¡debo seguir! ¡Ay! —se sujetó fuertemente a una rama, ya q la subida es muy empinada. Tanto que era muy fácil y rodar cuesta abajo.

Al fin, Ash llegó a la cima. Empezó a recolectar las bayas que le había dicho la enfermera Joy, partió un coco en dos y usó una de las partes como cuenco para mezclar las bayas.

—Ya esta. Debo darme prisa. Son las 6:00. Me queda 1 hora. —calculó Ash.

Pero, estaba a punto de bajar, cuando apareció de la nada un Rhyhorn furioso.

—¡Oh no! ¡No me traje ningún pokémon! —Se lamentó el joven entrenador.
—¡¡Rhyhorn!! —gritó el pokémon y empezó a atacar a Ash.
—¡Aaaaah! —La embestida le dio de lleno y este cayó al suelo. —¡No voy a llegar a tiempo!
El Rhyhorn se dispuso a asestarle un golpe certero cuando, apareció un Vigoroth que atacó al Rhyhorn y empezaron a luchar.
Ash abrió los ojos y vio a Norman gritándole:
—¡Ash! ¡Ve rápido a salvar a Aura!
—¡Si! ¡Gracias Norman!

Y este cogió un trozo de madera y lo usó como trineo para deslizarse muy rápido por el monte.

Eran las 6:55. Solo quedaban 5 minutos y Ash aun no había llegado. Aura tenía cuarenta y dos de fiebre y tiritaba muchísimo. La enfermera Joy estaba ahí con Caroline y Max, pero ya no sabía que hacer.

—¡Aura! ¡Aura no! —gritaba su hermano.
—¡Aura aguanta! —le decía su madre.

Ash estaba dando la vuelta a la esquina corriendo tan rápido como sus piernas le permitían.
Llegó, vio que no había nadie y supuso que estarían en la habitación de Aura. Subió muy rápido y abrió la puerta con un portazo. Rápidamente puso la medicina en un plato y se acercó a Aura.

—¿¡Ash tienes la medicina!? —le preguntó Max desesperado.
—Si Max, pero espero que funcione. Vamos Aura reacciona. — dijo esto mientras se la daba.

Dong,dong,dong. Eran las 7:00 y ya estaba amaneciendo.

—No, no puede ser. —dijo esto el azabache mientras corrían lágrimas por sus mejillas. — No puede ser verdad.
—¡Aura! —gritó su madre.

Todos se pusieron a llorar, pensaban que ya era su fin, pero Ash sintió una mano cálida rozando la suya y se dio la vuelta.

—A...Ash, no llores, estoy bien. —le sonreía Aura. —Gracias a tí.
—¡¡Aura!! ¡¡Estas viva!! —gritó Ash mientras le abrazaba con todas sus fuerzas.
—Si, pero me estas asfixiando. —dijo Aura muy sonrojada y sin poder respirar.
—¡Aura! ¡Estás bien! —gritaron Max y Caroline abrazándola.
—En ese momento, llegó Norman y sonrió al ver que Ash había cumplido con su misión.
—Bueno, os dejamos solos. —comentó Caroline guiñándoles el ojo.
—¡Mamá! —le dijo Aura muy colorada.

Cuando todos se fueron, Ash y Aura se quedaron mirándose fijamente.

—Ash, me has salvado la vida, no se cómo agradecértelo, de verdad.
—No hace falta que me lo agradezcas Aura, yo haría cualquier cosa por tí. Bueno, me voy, buenas noches.

Pero antes de que se levantara, Aura le dio un beso en la mejilla haciendo que los dos se sonrojaran.

—Buenas noches.

CONTINUARA...