hola a todos y todas, mi nombre es Matías conocido bajo el apodo de Flamakun en este foro en el cual existo hace mucho tiempo, pero por cosas de la vida tube que dejar de lado por mucho tiempo igualmente xd ahora he vuelto dandome cuenta que mi cuenta sigue vivita y coleando. En mi regreso a este lugar traigo una historia nacida de una noche mirando al techo combinada con largos días con tiempo libre en mi trabajo dandome la oportunidad de ir desarrollando de a poco esta idea. No me caracterizo por ser un escritor experiementado sin embarog me gusta mucho el tema de la escritura, cualquier critica constructiva no tengan miendo en presentarmela, así mismo estoy abierto a recibir sugerencias y correciones c: Sin mucho más que decir chicos y chicas, los dejo con el primer capitulo de este fic al cual pretendo ponerle mucho empeño aunque no cuento con mucho tiempo por lo que si les gusta, espero me tengan paciencia a la hora de actualizarlo. Espero disfruten leyendolo tanto como yo disfrute escribiendolo. Capitulo 1: Despertar y despedida, recuerdos suspendidos en un mar de dudas. — ¿Te encuentras bien? Dime, ¿Cómo te sientes? —Yo... ¿Qué esta pasando? —Me pregunte confundida, habia mucho ruido, no podia ver nada y mi cuerpo, mi cuerpo me ardia, se sentia como si las llamas del mismo infierno hubieran estado consumiendome. — ¡She... Shei! —La han herido, ¡Rapido, alguien ayudeme a cargarla! —¡Estas loco, no hay tiempo que perder! Debemos salir de aquí lo más rapido posible. De pronto senti como alguien intentaba levantar mi cuerpo del piso. Se sentia bastante extraño la verdad, yo no estaba en ese lugar, o al menos mi mente no lo estaba. Sentia un dolor horrible, no me quedaban fuerzas para nada, pero ese no era el problema principal. El verdadero problema era que yo, yo no tenia idea de que estaba pasando. La persona que trataba de cargarme pedia a gritos ayuda, su voz se escuchaba desgarrada, en ese momento pude sentirlo, el sufria, pero no era dolor, al menos no fisico. El no queria dejarme, pero lamentablemente no era capaz de levantarme. —Esos malditos, ¡Bastardos traidores! De pronto comence a sentir una especie de silvido, era como si algo muy grande estubiera cayendo del cielo. Senti como esta persona colocaba su cuerpo sobre el mio, parecia querer protegerme de algo, claro, no me di cuenta hasta que se volvio más que obvio. Apenas el silvido se silencio, no paso más de medio segundo cuando un fuerte estruendo me dejo totalmente ensordecida, luego, una gran bocanada de calor, calor penetrante comenzo a golpear mi cuerpo, todo esto mientras el piso se desmoronaba y temblaba violentamente. Todo paso muy rapido, el dolor se intensificaba, no podia oir nada, de a poco mis sentidos desaparecian. Mi mente se desvanecia hasta que finalmente perdi el conocimiento completamente. No se cuanto tiempo habre estado inconciente, solo se que al despertar el ambiente ya no era tenso, mi cuerpo tampoco dolia tanto como antes, o al menos ya no era un dolor insoportable. Me levante lentamente, me faltaban fuerzas aún y me era imposible realizar algun movimiento demaciado brusco sin sufrir más del a cuenta en el intento. Apenas estube de pie mire a mi alrrededor detenidamente, pude notar que estaba dentro de lo que parecia ser el interior de una casa que se encontraba en un estado lamentable. Los muros estaban cubiertos de azufre asemejando a que en este lugar un fuego abrazador habria pasado arrasando con todo. Dentro de este lugar no se podia ver nada más que una escalera destrozada que llevaba hacia la nada ya que la casa no tenia techo, o al menos pudo haberlo tenido pero el desastre, fuese cual fuese este habia terminado dejandola sin techo, incline mi cabeza mirando hacia el cielo, una gran capa de color carmesí cubria las nubes dando la impresion de estar atrapada en el mismisimo infierno. —¿Qué fue lo que paso aquí exactamente? -Dije mientras obserbava aquel espectaculo en el cielo. —Así agh... así que en verdad no recordabas nada. Asustada me di vuelta hacia atrás que era de donde provenia la voz que acababa de escuchar, al hacerlo pude ver a una persona, un chico que estaba recostado sobre el piso, Su cabello era alborotado de color castaño, pero esto no se podia apresiar de gran manera debido a que este estaba manchado con sangre, su rostro estaba palido con un tono blanco como la nieve, sus ojos, el color de sus ojos no era distinguible debido a que los mantenia medio cerrados, en una observacion más detenida note que tanto el como yo traiamos una armadura, esta era de un color rojo bastante apagado, tanto su armadura como la mia estaban bastante deterioradas, pero la gran diferencia es que ademas, sobre el pecho de este chico sobresalia una gran herida, un agujero en el área del pecho, un agujero que le dificultaba la respiración. El escenario no daba mucho que adivinar, a el no le quedaba mucho tiempo. Me acerque a el con gran esfuerzo debido al dolor de mis heridas, el peso de lo que me quedaba de armadura dificultaba aún más esta tarea pero finalmente pude llegar a quedar parada a su lado. Me mantube de pie durante unos segundos hasta que finalmente me deje caer de rodillas frente a el, esta acción me provoco bastante dolor pero por alguna razón no recuerdo haberlo demostrado, mis ojos simplemente estaban pegados mirando fijamente el rotro de este chico. —Al verte detenidamente, han llegado algunos recuerdos a mi mente... Chris, ¿Porqué? -Dije esto y segudo me quede en silencio mientras con mi mano acariciaba su rostro suavemente, esperando poder ayudarlo a relajarse un poco. —Ve-veo lagrimas en tus ojos Sheyla, nunca me imagine que llegaria a vivir para conocer tu lado más sensible. El sonrio al terminar de decirme esto. —Eres un idiota Chris -Le respondi con un tono desanimado. —¿En seri creees que este es un buen momento para andar con bromas? Dicho esto no pude contenerme, una tras otra las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos, deslizandose por mis mejillas hasta terminar en el suelo desapareciendo sin dejar rastro. —Se que no es tiempo para bromas... es solo, que me siento muy feliz. No se cuanto sea lo que recuerdas Sheyla, pero durante el bombardeo, fuiste derribada por la explosión de una de las bombas, por poco uno de los trozos hirvientes que solto esa bomba no te da en la cara, por suerte alcance a reaccionar y pude evitar que fueras tu la golpeada por esto. El resto de los nuestros, la gran mayoria fue despedazado por las explosiones, otros pocos que lograron mantenerse de pie huyeron despues que se los ordene, quedamos solos, tu no te podias mover, estabas aturdida, en ese momento no se como pero saque fuerzas a pesar de la herida grave uqe me habia provocado esa bomba, te cargue y nos alejamos del área donde nos encontrabamos, luego encontre este lugar y así terminamos aquí. Ahora, al ver que despertaste, al ver que eres capaz de ponerte de pie me puedo sentir feliz, al menos mi esfuerzo no fue en vano. Al terminar de hablar, Chris comenzo a toser violentamente, cada vez que tosia una gran cantidad de sangre salia de su boca. Preocupada, me seque las lagrimas que aún caian y desesperada buscaba la manera de tranquilizar a Chris para evitar que la tos siguiera, el al notar mi rostro de desesperación, acerco su mano a la mia tomandola y presionandola fuertemente, me miro fijamente un poco más calmado aunque con su boca manchada en sangre, y con su cabeza hizo un gesto negativo, Chris sabia que no tenia vuelta atrás, tampoco queria verme desesperada, queria irse con una imagen algo más positiva en su mente, de hecho en ese mismo momento el trataba de mantener una sonrisa optimista, digo trataba porque hasta eso le significaba un esfuerzo en esos momentos. —Tranquilizate Sheyla, no hay nada más que se pueda hacer, voy a morir, es inevitable. Aún así quiero que siempre recuerdes esto, ni la misma muerte sera capaz de robarme mi sonrisa... ¡Jaja! Cada vez que me recuerdes Sheyla, recuerda mi rostro sonriente, esa sonrisa optimista perteneciente a este idiota... Al terminar de decir esto, note como la respiración de Chris se detenia y su mano comenzaba a soltarse de la mia. Senti directamente como la vida se escapaba y dejaba su cuerpo. Una tristeza enorme de pronto invadio mi cuerpo, sentia que la vida se habia puesto totalmente en mi contra de un momento a otro, ¿Porqué estaba pasando todo esto? ¿Qué era aquello del bombardeo? No recordaba nada, pero algo si tenia muy claro, todo esto me habia quitado a la unica persona en la que en verdad habia confiado en mi vida, a pesar de no poder recordar nada en concreto, el dolor en mi corazón, ese dolor me indico claramente que Chris era así de importante para mi. Pasaron unas cuantas horas, tras darle un entierro lo más descente posible a Chris y luego de descanzar un momento para reponer fuerzas me decidi a salir de este lugar para ir a buscar alguna señal de vida a... a alguna parte. Tome una pequeña mochila que traia algunas provisiones que pertenecia a Chris y me prepare para salir cuando me percate de algo, en una de las esquinas de la casa se encontraba posada desapercibidamente una funda muy grande sobre la cual sobresalia un largo mango de color negro, parecia ser la funda de una espada a dos manos, me acerque lentamente y note que la funda tenia una inscripción escrita, esta decia algo como "para mi que" ... ¿Mi qué? No pude seguir leyendola ya que esta el resto de la inscripción estaba deteriorada, de todas formas no lo pense demaciado, tome la funda con la espada dentro, me colge esta al hombro ya que contaba con una correa de cuero para poder llevarla con mayor facilidad y prosegui a salir de esta casa, el motivo por el cual tome la espada es porque claramente me encontraba en un campo de batalla, necesitaba algo para defenderme en caso de emergencia. Al salir de esta casa pude presenciar un paisaje desolador, lo que en el pasado parecia haber sido un alegre y vivo pueblo en estos momentos no era más que escombros y cenizas, no habia ninguna señal de vida cercana, o eso es lo que creia, mientras observaba el lugar pude escuchar el sonido de pasos y armaduras, Rapidamente busque un lugar tras el cual resguardarme para que no me vieran, desde este lugar ademas podria escuchar con claridad que era lo que se acercaba, el sonido se comenzo a hacer más cercano hasta que finalmente se detuvo, me asome levemente para poder ver que era exactamente de lo que me escondia. En eso pude ver a dos personas que vestian armaduras similares a la de Cris y a la mia, sin embargo las de estos tipos no tenian rasguño alguno, ademas ellos llevaban una capaz de color azul oscuro colgada al cuello, desde mi posición no podia distingui bien los rostros de estas personas, sin embargo al llevar estas armaduras de seguro serian mis aliados, de todas formas preferi esperar un poco y escuchar que era lo que hablarian. De pronto uno de estos tipos se acerco aún más a mi posición, gracias a esto pude distinguir su rostro, el parecia un joven de unos 23 años, cabello largo y bien peinado, ojos azules y tes blanca, su rostro y contextura fisica parecian bastante delicadas. Este tipo se quedo observando un poco el lugar y luego pronuncio algunas palabras. —Leckram, ¿Detectas alguna señal de vida? La otra persona no dio respuesta. —Tan silencioso como siempre, ¿No? —No es nada del otro mundo, Meldem, solo me pregunto, ¿Qué gana la ciudad de Argos con todo esto? Sacrificar a un peloton completo, entre ellos incluida una de las generales más famosas y queridas de la ciudad, ¿Se puede rescatar algo de esto? — ¿Es que no te das cuenta? Bueno, despues de todo eres un simple soldado. Este paisaje, esta bella destrucción, es solo una forma de demostrar el poder superior de Argos querido, el plan es simple, inculpar a los Runan por este bombardeo para poder extender la guerra. —¿Qué sentido tiene extender una guerra cuando ambas naciones estaban llegando a la paz? no lo entiendo. —La ciudad de Runan es inferior... ¡Argos es una gran potencia! La paz no sirve de nada, solo es una forma de permitir que otras ciudades pequeñas se sientan con confianza para faltarnos al respeto, por eso debemos hacer esto, la guerra, el aplastar a los Runan le enseñara a todo el mundo que Argos es superior y nadie puede revelarse ante ella. —La verdad es una verdadera estupidez, sin embargo yo solo soy un simple soldado así que no tengo mucho que decir. —Me alegra que entiendas tu posicion Leckram. Mientras escuchaba esto mi corazón se sentia más agitado de lo normal, mi cuerpo se empezo a sentir tenso, una gran ira comenzo a invadirme, ¿Cómo era posible? Estas personas, no podia entender los pensamientos de estas personas, no podia entender el porque de nada, mi mente aún estaba borrosa, pero por alguna razón, por alguna razón lo que acababa de escuchar me producia una ira enorme. En medio de mis pensamientos y sin querer tope con más fuerza de lo requerido una parte del lugar donde me escondia lo que provoco que esta se desmoronara generando mucho ruido. Pude notar como estos dos hombres reaccionaron a este ruido. —Sal de ahí, ¡No sacas nada con seguir escondiendote! Exclamo el hombre de nombre Leckram. Sin más opción, me vi obligada a levantarme y revelarme. Me pue de pie y me pare de frente a estos dos hombres, la reacción de ambos fue bastante extraña en realidad, ambos parecian atonitos al verme algo que en verdad yo no comprendia. —¡Ge-general Sheyla! Exclamaron ambos al mismo tiempo. General, yo me quede en silencio atonita ante las palabras de estos tipos. No entendia que pasaba, ¿Porque me llamaron general? Acaso... ¿Yo tube que ver con toda esta destrucción? Fuera lo que fuera de algo estaba muy segura. Estaba en problemas, grandes problemas y debia pensar en algo pronto si es que queria seguir viviendo. CONTINUARA...
