Arena Olimpia/Combates

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pensé que todos habían olvidado ese ataque especial que es perfecto en estos casos xD
Si, si puedes. Sólo que consideraré tu post anterior primero

 

Brazhan

Ahí venía otro ataque, así que me puse en guardia de nuevo. E intenté atacar como pude.

 

Maximos

Contenido oculto: Musica Ambientacion

Cuando cayó en la arena sintió que toda la tierra se resquebrajaba como una arcilla mal horneada que no soportaba el calor que debió darle la vida. Así, como un ardiente nacimiento prematuro, todos los horizontes parecían crisparse y rajarse ante los ojos de Maximos; cadáveres de animales, polvorientos y resecos, aparecían aquí allá sobre la tierra triste que materializaba su mente sobre sus ojos, cuya superficie no era alterada ni por la más pequeña brizna de hierba.

Sólo polvo… polvo… polvo… y de pronto siente sed, siente un líquido caliente que le quema la garganta y logra distinguir en un momento de lucidez que es su propia sangre. Las heridas en su cuerpo son mortales y un enorme charco carmesí se dibuja y serpentea sobre la arena. Desea agua, quiere beber.

Su visión, aunque borrosa, aún puede enfocarse levemente en lo que lo rodea y observa el cielo. El sol se eleva lentamente, sobre el borde lejano de las montañas y su garra de oro comienza a desgarrar la cúpula del cielo… es difícil mirar hacia el sol. Los ojos juegan bromas y se ven imágenes absurdas y danzantes… manchas alucinantes que se mecen contra la gran montaña de fuego que ya asoma… y entonces su mente recuerda un vago recuerdo, una leyenda que su madre solia contarle para que durmiera… y lo recita como si estuviera haciendo una plegaria.

-Un día, un jinete llegará al sol… será como una llama, como una astilla de oro descolgándose del carro de fuego… un día, un jinete descenderá del sol hacia nosotros… -su voz es tenue, en murmullos, como si estuviera hablando despacio para no despertar a su pequeña niña que se mece en una cuna. –Cuando el hombre venga del sol, los chacales callarán en su guardia, el orgulloso bajará la cabeza y en su fortaleza de piedra, el hombre con el corazón negro, sentirá un gran peso en el pecho… -y sus ojos se nublan por unos segundos y tose un charco de sangre que salpica su curtido rostro de veterano. Ve la silueta de Ambrosius y su perfil se mezcla con el sol y entonces entiende la leyenda, entiende el significado del cuento y lo ve… poco a poco distinguió la cabellera, el cuerpo gigantesco cubierto de armadura y de sangre… el sol se alzaba más y más… -Tú eres el jinete del sol… -el viento ya no sopla contra los muros. El loco fantasma ha callado pues ya no hay nadie a quien murmurar su trágico mensaje.

-Termine aquí por asesinar a un centurión de mi legión… intentó abusar de una jovencita y lo impedi… pero, ¿sabes que sentí por él más que odio? Pena… el odio que lleva adntro es como una hoguera y un día iba a ser devorado por ella… ¿Pero acaso cada uno de nosotros no lleva una hoguera adentro? En unos es el odio… en otros es el amor… -tosió de nuevo, las heridas no le dolían y solo hablaba por el hecho de hacerlo ya que solo sentía sed, no dolor. –Sé que mi hoguera arde y me quema pero no sé su nombre. Tal vez tenga nombre de ciudad, de mujer o de guerra o de muerte. Tal vez tenga un nombre… pero yo no sé cuál es… -estiró un brazo y no logró mover sus dedos pero intentó aferrarse a los pies de Ambrosius o a su mano, lo primero que pueda tantear primero. –El odio es un vino traicionero. Fácilmente se agría y luego se convierte en veneno. Tú, que me oyes, hermano, cuídate del odio y de sus ánforas. Cuídate… y cuida a Seika… la esclava… cuídala. –y una fresca brisa se levanto, acariciando el rostro de Maximos y haciendo que su barba juegue una última vez; le gusta oír cantar el viento y tanto como ello le gusta diferenciar el canto. El viento varía su música y convierte todas las criaturas y los objetos en sus instrumentos. Ah sí, viejo músico el viento. Sabio. Ignorando excepto por los solitarios o los poetas, aquellos que ven el oro en el polvo y fantasmas en la lluvia y el hombre allí tendido al borde de su muerte se llama Maximos y conoce los mil caminos que llevan a ninguna parte y los mil vientos que soplan sobre esos interminables senderos de la inutilidad. Y le gustan. Le gustan esos caminos sin meta y esos vientos sin barreras. Le gustan porque huelen a libertad. Y para el, para Maximos, la libertad es ya esencia de la sangre, es como la sustancia mineral de las piedras y de las aguas… y sus ojos se oscurecen y de pronto una noche estrellada aparece ante sus ojos. Ya no había mas arena, ni mas sangre, ni mas gritos ni mas guerras… embebido de silencio y de oscuridad, deja sus ojos vagar por el cielo negro, donde chispean su risa de luz los extraños fantasmas helados que llamamos estrellas… y uniendo unos con otros crea extrañas figuras y redescrubre las ya viejas. Aquí un carro de guerra. Allá un águila de alas desplegadas. Aquí un rostro de mujer que, por un instante, le hace encoger el corazón… ¿Maximos se encuentra dormido? No. Ahora mismo cabalga por otro mundo, un mundo que resplandece de astros fulgurantes, de caballos fantásticos que se desbocan sobre las estrellas y de una risa que suena como las aguas de los ríos… y solo, él, el vagabundo de Roma, es admitido en ese mundo de niños, despótico y extraño a todos los otros.

Allá va Maximos, soldado de Roma, gladiador y hombre amado que amó, rey de ninguna parte y señor de muchos corazones. Su gloria no es sólo la gloria de los escudos y las batallas. También tiene una gloria humilde amasada con manos de hombres y humos de hogueras. Su cuerpo, con ojos abiertos, es ajeno a todo lo que su alma pronta está a experimentar en el otro mundo.

 

Laberius
Ataque: 3+ 5(armamento) +5(suerte)= 13
Defensa: 1 +6(armamento) = 7
Pv: 31pv (ataque esquivado)

Brazhan
Ataque: 29 +5(armamento) +5(suerte)= 39
Defensa: 4 +6(armamento)= 10
Pv: 24 (-3)(+ 10 del ataque directo por ataque especial de Laberius equivaldría a unnpv de 14)

La victoria es para Laberius, a pesar de un gran ataque de parte de Brazhan, no era suficiente para ganar (a pesar de que Brazhan utilizara su ataque especial en el turno al igual que Laberius)

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Los combates han terminado! Mañana hago la narración final de estos eventos

 

Ambrosius

Mi primer ataque al ex legionario había sido perfecto, entero; la hoja de mi espada había hecho el suficiente daño... No me asusté, yo pensaba había sido por una mera distracción del hombre con quien peleaba. Los siguientes ataques del guerreo hermano mio, habían sido algo flojos pero golpeados desde su pecho sangrante. Mi concentración estaba en batalla, mi mirada estaba fija, yo no deseaba matar... no este día...

Espadas en ambas manos, mi refulgente armadura lanzaba centellas con la intensidad de Helios, mis mortales armas cortaban el viento que agitaba mis cabellos y mis Ojos... esos no se iban de Maximos. Gire como danzante en un mortal torbellino, ambas armas tenían un objetivo; mas cuando mis dos hermanas estuvieron a centímetros de su cuello... lo vi... Sus ojos; esos ojos de un hombre fuerte, inquebrantable, valeroso... se estaban apagando. No eran por las heridas, no eran por la esclavitud; Eran por la perdida mas grande de todo ser... su humanidad.

Su alma ya no pertenecía a este gladiador, en sus ojos se hallaba la suplica de una libertad que el cuerpo desconocía... pero en su alma se adhería. Un centímetro cerca del corazón... Mis ojos se velaron de arrepentimiento de ese ultimo ataque; ¿por que deseas Partir? Mi espada atravesó la carne suave del cuerpo, y el corazón palpitante se quebró, como una hoja caída de otoño.

Su mirada era de paz... El cuerpo cayo en la arena árida y caliente.... las gradas se silenciaron y después estallaron en vítores... No me importan. Arrojo las armas al piso de esta maldita arena que tantos hermanos míos ha visto morir... y a la que ahora yo le sumo el alma de un valiente. Mi cuerpo se acerca al Legionario y escucho...

La leyenda del jinete del sol, el mira en mi al Jinete y lo dice con su voz apenas audible... y yo aun escucho la otra leyenda, la de otro héroe... la de un héroe de verdad y una leyenda de un mortal... su Leyenda; El héroe nacido de mortales... mas valeroso que cualquier hijo de de dioses.

Prometo cuidar de la Esclava... y una triste lagrima baja por mi piel curtida.

—Las montañas no envejecen, ni se quiebran...—Le digo mientras sostengo su cabeza lánguida por el sueño de Mors—Ahora subirás al cielo como el Vesubio... ahora mismo ya eres un inmortal...

Acomodo su cuerpo en un posición confortable, mis palabras ya no lo alcanzan pero, ahí en su rostro yace la mas clara señal de paz...

De pie mi ira inunda cada extremidad mía... Mate a un hombre cuyo coraje nunca será superado; mis pulmones se llenan de aire, y con toda la fuerza de mi ser, mirando a las gradas grito...
—¡MAXIMOS CAMPEON! ¡MAXIMOS, HEROE DE OLIMPIA! ¡MAXIMOS!—
Y la fiebre arde en las tribunas... la gente corea mi alabanza, todos reconocen al guerrero caído...

 

La primera pelea había sido Opelius y Darius; ambos demostrando grandes habilidades y dejando feroces cicatrices en sus rostros y cuerpos; pero Opelius cayó primero con su vida en riesgo; pero Darius lo ayudó a salir de la Arena, donde varios esclavos comenzaron a tratar sus heridas; Laenas el mecenas de Opelius no parecía conforme; Naevius, el mecenas de Darius aplaudió una sola vez hacia su Gladiador, después se levantó de su asiento y se retiró.

Los siguientes en combatir fueron Sebastian y Pictor, en un inicio la pelea no tenía definido un ganador; pero fueron avanzando y Pictor comenzaba a sentir los estragos de la pelea, su adversario era muy fuerte y lo venció; del mismo modo los esclavos atendieron sus heridas, mientras su mecenas Allectus miraba con preocupación; en cambio Venator, mecenas de Sebastian celebraba en su asiento con su séquito y sus escoltas.

Era el turno de Nixiras, la Gladiadora más fuerte de la Arena contra Sextius, un Gladiador bastante callado pero con técnica impecable. Fue una pelea complicada para Sextius pues los ataque de Nixiras estaban cargados de fuerza, fue una pelea corta donde Sextius fue el primero en tocar la Arena con sus manos; Nixiras de nuevo había ganado, el público presente gritaba de emoción porque una mujer demostraba esa fortaleza; la sonrisa que tenía Venator de la victoria de Sebastian se borró cuando vio a Sextius de rodillas; en cambio Titania aplaudía frenéticamente junto a su esposo Naevius.

Los siguientes en entrar fueron Petro y Tertius; para muchos una pelea muy bien equilibrada por fuerza pero no tanto por armas. Ambos Gladiadores pelearon por dar golpes contundentes; eventualmente Petro corrió con suerte y golpeó duramente a Tertius, al final Petro terminó siendo el ganador de la contienda por lo que muchos consideran suerte. Allectus, el mecenas de Petro levantó ambos brazos por la emoción de ver ganar a su Gladiador; Tiberius se levantó de su asiento para observar las heridas de Tertius, se veía preocupado; pero al verlo caminar junto a Petro dejó salir un gran suspiro de alivio.

Aquellos que había perdido sus contiendas eran trasnportados al subterráneo donde los atendían numerosos esclavos suturando y cauterizando heridas importantes.

Era momento de la pelea de Cimber y Cornelia; el mecenas de Cimber, Aratus observaba el desempeño de su Gladiador el cual no parecía obtener buenos resultados, había sido mala idea dejarlo descansar del encuentro pasado ya que Cornelia destrozó su defensa casi instantáneamente. Pero el público enmudeció cuando Cimber cayó en la Arena, un cuerpo sin vida... aún así Cornelia lo seguía atacando con furia; tuvieron que intervenir los guardias para detener a la Gladiadora. Su mecenas Titania estaba satisfecha; sus dos Gladiadoras habían ganado su encuentro; pero el rostro de Aratus demostraba una ira incontrolable...

Pelea de veteranos, todos esperaban impacientes por la lucha de estos colosos; Gaius aquel que utiliza sus propios puños para destruir los huesos de sus rivales; y Vitrion el Gladiador de fuego, el público se conmocionó al ver la espalda roja de Vitrion, el cual no pudo usar su armadura por el dolor. Esto llevó a los espectadores a considerar una pelea rápida para Gaius; efectivamente la pelea fue rápida, pero para sorpresa de todos la victoria había sido de Vitrion, el cual no soportaba el ardor que provocaba el sol en su piel y músculo expuesto; así que decidió terminar con la pelea lo más rápido. El público vitoreó este resultado. Acillus, mecenas de Vitrion aplaudía desde su asiento; y Galerius, mecenas de Gaius aún observaba con incredulidad la Arena.

Después siguieron Laberius y Brazhan; el público decía que estos Gladiadores tomarían el lugar de Marius, el Gladiador de gran defensa. Todos observaban atentamente, ninguno de los dos parecía dañarse de gravedad, sus defensas eran excelentes. Pero entonces Laberius no sólo representó su defensa sino que también mostró su gran velocidad al esquivar incontables flechas de Brazhan, al final esto fue lo que llevó a Laberius a la victoria, dejando a Brazhan herido con un ataque especial que desarrolló al final y así asegurarse de su victoria. Venator volvía a sonreír ante la victoria de su Gladiador; pero Aratus había perdido dos encuentros en el mismo día, sin contar que en uno perdió a un Gladiador.

La Arena Olimpia rugió, no con el mismo fervor que en el Coliseo; pero el temblor se notaba en el piso. Era turno de los dos mejores Gladiadores del momento; Maximos, el ex legionario que había subido rápidamente en los peldaños del éxito, era la sensación ante el público que aclamaba a un nuevo ídolo de la Arena. Y Ambrosius, el Gladiador invicto; dos grandes figuras avanzaban para chocar espadas. En el primer golpe Ambrosius había demostrado porque era el número uno en el Coliseo; pero el ataque de Maximos demostraba su determinación, el Gladiador que jamás daba la espalda a una batalla a pesar de saber que no podría ganarla. El combate también fue rápido, pero tuvo un final inesperado donde Maximos quedó en el suelo de la Arena; Ambrosius se acercó al cuerpo de Maximos lo que provocó que la audiencia se pusiera de pie y enmudeciera ante la escena. Tiberius empujó a todo aquel que estorbara su visión, levantándose de su asiento y recargándose en el barandal que dividía las gradas con la Arena; sabía que su Gladiador había muerto. Giró la cabeza buscando su objetivo y lo vio a Aurelius en su asiento con cara de incrédulo; Tiberius lo señaló –¡Esto no se quedará así! ¡Esta no era una pelea a muerte!– volvió su rostro hacia Ambrosius – De nuevo invicto...– No dijo más, sólo apretó sus puños y dio órdenes a unos esclavos – El cuerpo de mi Gladiador no va a ser tirado como el de cualquier hombre; ese gran guerrero tendrá una gran despedida; levanten su cuerpo inmediatamente o los haré escarmentar–
Tiberius se fue de la Arena, la cual seguía muda ante los eventos. Fue entonces cuando un gran aplauso se escuchó en el lugar; seguido de una gran risa, algunas manos se sumaban a los aplausos. El sonido provenía del palco del Emperador, el cual reía de Ambrosius, aún sosteniendo el cuerpo de su compañero.
–¡Hermanos!– De nuevo comenzó a reir y aplaudir
Caelus tomó una copa de vino y la extendió hacia Ambrosius –A tu salud– le dio un gran sorbo y sonrió.

El público comenzó a ser desalojado, y el palco del Emperador desaparecía con un eco de risas. Los esclavos enviados por Tiberius levantaron el cuerpo de Maximos con cuidado y avanzaron a la salida de la Arena, donde algunos soldados los esperaban para escoltarlos. Su cuerpo ardirá esta noche para reincorporarse al Sol.
Los guardis del subterráneo guiaron a los Gladiadores restantes al subterráneo, donde el silencio era abrumador.

 

En las gradas no había público, sólo estaban los mecenas en los palcos disfrutando del futuro espectáculo. En el palco del emperador tampoco había nadie, al parecer esta pelea no la verían pues estaban atendiendo asuntos más importantes.

–El encuentro de hoy será entre el nuevo Gladiador, Iulian; proveniente de Ludus Dacicus, la gran escuela para Gladiadores; el ha venido bajo su propia voluntad, y de la misma manera ha pedido este encuentro; pues busca que algún mecenas pose sus ojos en sus habilidades y poder– En ese momento Iulian salió a la Arena con extrema confianza, portaba una armadura ligera pero resistente, la mayor parte hecha de cuero; pero lo que más llamaba la atención era su arma; una muy fina lanza, una punta de acero bien creada y al terminar esta punta, nacía una hacha ligera de acero; estaba ardonada con varios pedazos de cuero los cuales danzaban ante el movimiento de Iulian –El valiente en ofrecerse para ver la fuerza de Iulian es un Gladiador extraordinario que ha captado la vista de muchos aquí presentes; Sebastian, uno de los tres Gladiadores de Venator– Venator se puso de pie y le sonrió a su Gladiador, complacido por su valentía– Por favor colóquense en posición de combate...–

Los demás Gladiadores fueron colocados al rededor de la Arena Olimpia, todos con la instrucción de no intervenir.

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@Bruno EVF @Zil Kendrik Sparda @Lova Ravengood @Yukionnatifa @Alisse Madness @Caro Chan@Ana inukk @rapuma @EN Auditore @Shassel
(ninguno de ustedes tiene armas)

Sebastian VS Iulian

Contenido oculto: Armas de Sebastian y Iulian

Sebastian (A+9; D+9)
espada de acero: +9 en ataque
Armadura de piel con hierro= +4
guanteletes de hierro= +3
botas de hierro= +2

Iulian (atributos desconocidos de ataque; D+8)
Lanza de acero: desconocidos
Armadura de piel con hierro= +4
guanteletes de piel con ajustes en hierro= 2
botas de piel con ajustes en hierro= +2

Aclaraciones=

-Recuerda que los combates es por turnos (tú empiezan y luego sigo yo en representación de Iulian)

-Son 1 vs 1; aquí en estas peleas está rotundamente prohibido intervenir en peleas ajenas; si lo hacen pueden terminar en ejecución

-Ahora sus personajes tiran:
Un dado de 40 caras(ataque)
Otro dado de 10 (defensa)
Un dado de 5 caras(suerte)
Un dado de 5 caras (esquivar)
Iulian si posee dado de "suerte" y "esquivar"* (y tendrá otra sorpresa esperando ya cuando inicie el combate)

-Además de sus puntos en el dado se les sumarán sus puntos extra por el armamento que llevan (yo me encargo de los cálculos)

-Pueden tirar por lo menos 5 turnos de dados seguidos; (me refiero a tirar cinco dados de 40 caras; cinco dados de 10 caras; cinco dados de 5 caras y otros cinco dados de 5 caras; todo en un mismo post)

-Prohibido borrar post

-Todos los personajes tienen un total de 100 puntos de vida

-Al llegar a 20 puntos de vida el personaje se desplomará desmayado o caerá de rodillas vencido… ustedes deciden si darles el golpe de gracia… la persona que esté en este estado ya no tiene dado de defensa, puede desesperadamente atacar pero ya no defender.

-En este combate no pueden perder turnos para intentar recuperar 10 pv; aquí no pueden huir porque su rival los perseguirá.

Contenido oculto: Ataques especiales

Ahora la sorpresa en los combates es que sus personajes tienen la oportunidad de tirar un "ataque especial" este ataque especial bajará 10 puntos de vida en daño directo (se bajan 10 puntos de vida a pesar de la defensa que tenga el enemigo/contendiente)
Aclaraciones de los ataques especiales:
–Si; pueden imaginarse el ataque que se les ocurra con el armamento que tienen
–Pueden ponerle nombre a su técnica
–Sólo la podrán usar UNA SOLA VEZ en todo el combate
–Al usar su ataque especial, el contrincante no se podrá ni evadir ni defenderse de él
–Si se utiliza el ataque especial; ahora si podrá tirar sus demás dados normalmente (ataque, defensa, suerte, esquivar)

 

Sebastian

El momento de la pelea habia llegado, di un suspiro y tome mi espada con ambas manos colocandola frente a mi como cada combate, —Abraza tus sueños y defiende tu honor— Susurre para mi mismo para después bajar las manos y sacudirlas un poco —Que gane el mejor— le dije a mi oponente poniéndome serio y dando mi prmer ataque.

 

Iulian

—Eso pretendo— dijo sonriendo hacia Sebastian, blandió su lanza con movimientos orgánicos

 

Sebastian
Ataque: 33 + 9(armamento) +5(suerte)= 43
Defensa: 5 +9(armamento) = 14
Pv: 68 (-32)

Iulian
Ataque: 25 +10(armamento) +5(suerte) +6(técnica)= 46
Defensa: 5 +8(armamento)= 13
Pv: 70 (-30)

 

Sebastian
Ataque nuevamente, por un momento pensé en usar mi técnica especial pero --esperar a que el lo haga ?--

 

Iulian

—Me alegra que fueras tu quien peleara conmigo, esto está siendo una pelea muy interesante— decía levantando su lanza

 

Sebastian
Ataque: 19 + 9(armamento) = 28
Defensa: 9 +9(armamento) = 18
Pv: 68 (ataque esquivado)

Iulian
Ataque: 22 +10(armamento) +5(suerte) = 37
Defensa: 6 +8(armamento) +7(técnica)= 21
Pv: 63 (-7)

 

Sebastian
Estaba decidido, usaría mi ataque especial "Barmellon" tomé mi espada , esta técnica nunca lo había hecho pero la hora había llegado, me acerqué a él con gran velocidad y deslice mi espada hacia su costilla girando hacia la derecha, la regresé sobre su hombro y le di una patada en el pecho, solté mi espada y corrí a alcanzarlo antes de que se callera, lo agarre de sus ropas y le di un par de puñetazos en la cara para después soltarlo y dejarlo caer al suelo.

 

Sebastian
Corrí hacia mi espada y la tomé para volver a atacar mientras su defensa estaba baja

 

Iulian

Sonrió al ver con asombro la nueva posición de Sebastian –¡Vas con todo! ¡Por eso me agradas Sebastian! – Tomo la lanza casi hasta el inicio del hacha y punta de acero, dejando el gran bastón detrás de él –Pero no eres el único que tiene ataques especiales– Se agachó casi por completo.

 

El ataque especial de Sebastian impactó en Iulian; aún así Iulian logró evitar gran parte del daño por la defensa de su lanza; después el recargó su peso en su arma, esto provocó que el cuerpo de Iulian se separará por completo del suelo, haciéndolo volar en el aire por unos segundos donde acomodó su lanza e impactó directamente en Sebastian.

Sebastian
Ataque: 10 + 9(armamento) = 19 +10(ataque daño directo)
Defensa: 5 +9(armamento) = 14
Pv: 19 (-49)

Iulian
Ataque: 43 +10(armamento) = 53 + 10(ataque daño directo)
Defensa: 9 +8(armamento) +4(técnica)= 21
Pv: 53 (-10)

–Tu ataque me gustó Sebastian, te has ganado mi reconocimiento como Gladiador. Me agradas muchacho, por eso seré tu lanista; tu maestro por si no conoces esa palabra; te enseñaré el arte de la técnica, de este modo podrás sobrepasar a cualquiera de aquellos que se consideran guerreros...– Dijo extendiéndole una mano para ayudarlo a reincorporarse –La victoria es mia; pero admito que has dado buena pelea–

 

Sebastian

—Gracias, la verdad admito que eres mejor que yo— Le dije tratando de sonreir, aunque por dentro me preocupaba, no me importava perder pues de eso se aprende, pero ¿que diría mi mecenas, definitivamente se decepcionaría de mi. me levante del suelo y sacudi el polvo de mis ropas.

 

Los mecenas aplaudieron al combate. Venator miraba a Sebastian, no había decepción en su semblante, al contrario, tenía una sonrisa firme en su rostro, el cual se veía sincero.
–La pelea ha terminado; el ganador a sido Iulian– De nuevo todos los mecenas aplaudieron.
–Yo Naevius, he decidido ser tu nuevo mecenas; servirás a mis órdenes si esperas grandes retribuciones. No tolero los fracasos ni las desobediencias. Espero que cumplas mis espectativas– Decía Naevius con su mano encima del mango de su espada enfundada a la cintura.

Iulian hizo una reverencia ante Naevius, después se levantó y apuntó su lanza hacia él– Yo también espero que cumpla mis espectativas; mientras sea así, mi lanza será suya – Iulian sonrió; Naevius sólo observaba estóico a su nueva adquisición.

 

Sebastian

Sonrei al ver aquel gesto de mi Mecenas y de alguna manera aun me seguia sintiendo en deuda con el, le fracase, pero bueno, ya no habia nada que hacer, voltie a verlo y al igual le hice una pequeña reverencia, estava yo inatisfecho.

Contenido oculto

Gracias Amelie por no ser tan cruel con mi mecenas x,)