Y las flores parecieron girar y girar sobre Sawsbuck, surgiendo cada vez más y más, que se bañaban y entremezclaban bajo la luz de un brillo rosado. Finalmente, el ataque estuvo terminado, y con gran potencia, Sawsbuck lanzó una Estaciosfera contra el legendario Reshiram. SAWSBUCK (Forma Primavera): Hada/Planta Salud: 11/300 Movimientos: -Asta Hada (60 Potencia, Hada) -Don del Bosque (Restaura 100 PS) -Bomba Germen (60 Potencia, Planta) -Huída (Huye) TURBO: 0/100 (Disciplina) -Estaciosfera (100 potencia, Hada, golpea al resto de rivales con potencia 40) RATIO DE CAPTURA: 0
Entonces, llegó el ataque especial de la leyenda. Sus astas comenzaron a expulsar grandes cantidades de flores que comenzaron a girar sobre su cabeza, fusionadas por una extraña luz de color rosado que iluminó la Arboleda, espantando las sombras de la noche. Finalmente, lanzó aquel extraordinario ataque a Reshiram; no solo eso, sino que Gardevoir y Magmortar también recibieron parte del daño. Reshiram pareció bajar un poco las alas, pero enseguida las alzó. Sus ojos azules destellaban a causa de la furia. Entonces fue su turno de iluminar la Arboleda Lápiz. Su cola se encendió en una intensa llamarada que llenó el lugar de un calor sofocante, al tiempo que el suelo comenzaba a temblar ligeramente. Reshiram respondió a la ofensa del Arce con una Llama Azul. Gardevoir y Magmortar realizaron los mismo ataques del turno anterior, Puño Fuego y Lanzallamas. RESHIRAM: Dragón/Fuego Salud: 100/200 Movimientos: -Llama Fusión (70 Potencia, Fuego) -Llama Azul (60 Potencia, Fuego) -Vuelo (50 Potencia, Volador) -Pulso Dragón (60 Potencia, Dragón) GARDEVOIR: Psíquico/Hada Salud: 76/176 Movimientos: -Puño Fuego (50 Potencia, Fuego) -Fuerza Lunar (60 Potencia, Hada) TURBO: 50/50 (Disciplina) -Omega: el propio pokémon queda con 1 punto de vida. Hace siempre 100 de daño. -Omnicura: cura 1/3 de vida a todos los aliados. -Sanctus: 99 Daño, Hada. MAGMORTAR: Fuego Salud: 130/150 Movimientos: -Lanzallamas (60 Potencia, Fuego) -Psíquico (60 Potencia, Psíquico) -Treparrocas (55 Potencia, Normal) -Demolición (50 Potencia, Lucha) TURBO: 10/60 (Disciplina) -Megapiro: 99 Daño, Fuego. -Omega: 100 Daño Fijo, el usuario queda con 1 punto de PS.
Aquello bastó para hacer que Sawsbuck temblase y estuviese apunto de desfallecer. Pero alzó la cabeza en el último momento, y desprendió una cegadora luz. Cuando ésta dejó de brillar, el pokémon ya no estaba, y Hubert ni siquiera pudo ver cómo huía. ¿Era ese, de verdad, el Arce del Edén? SAWSBUCK (Forma Primavera): Hada/Planta Salud: 1/300 Movimientos: -Asta Hada (60 Potencia, Hada) -Don del Bosque (Restaura 100 PS) -Bomba Germen (60 Potencia, Planta) -Huída (Huye) TURBO: 0/100 (Disciplina) -Estaciosfera (100 potencia, Hada, golpea al resto de rivales con potencia 40) RATIO DE CAPTURA: 0
Hubert Tuve que cubrirme el rostro con el antebrazo para protegerme de la luz con la que Sawbuck pretendió cegarnos. Mis pokémon también se protegieron; pude escuchar como Reshiram gruñía, irritado por aquella inesperada contrariedad. Cuando logré ver de nuevo, me encontré con que Sawbuck ya no estaba allí. Había huido. Y eso no gustó para nada a Reshiram. El dragón blanco rugió, enojado. Si había algo que le molestará más que un ataque frontal, era que un rival le diera la espalda. Entonces, cuando alzó las alas, comprendí lo que estaba por ocurrir… —¡Gardevoir, Magmortar, regresen! ¡Rápido! —exclamé, regresándolos a sus pokébolas. Para cuando Reshiram comenzaba a levantar vuelo, yo ya me encontraba saltando sobre él. No me explico cómo, pero logré estabilizarme sobre sus espaldas. La pregunta, ahora, era: ¿A dónde íbamos?
Ian Salamance aterrizó lentamente en una zona libre de la arboleda, y una vez que había bajado de encima de él, le agradecí el trabajo realizado y lo regresé a su pokeball. Su lugar lo ocupó rápidamente Slaking, quien, tras dar un largo bostezo, comenzó a seguir perezosamente en mi andar por la zona. —Verás Slaking —comencé—, tras presenciar de lo que eran capaces los Ambipom de Joel tras megaevolucionar en la batalla contra la Trituradora, he pensado que nosotros también podríamos aprovechar ese poder, ahora que contamos con dichas megapiedras. Slaking asintió ligeramente, sin importarle demasiado el asunto, y volvió a lo suyo. Ensimismado un poco por el ambiente la arboleda, seguí hablando. >>El lugar me recuerda un poco al Bosque Pincel; recuerdo que la primera vez que lo visité Alpha y yo tuvimos una pequeña competencia que... Y seguí hablando, durante un largo rato.
Ian Lamentablemente no fui capaz de encontrar dicho pokémon, a pesar de estar buscando ya por un rato. Además, recordé que necesitaba hacer una cosa antes de atrapar un nuevo pokémon. Debido a que había llegado al límite de pokémon permitidos, necesitaba liberar alguno de los que ya tenía. Tenía ya algunos en mente, mas no me sentía a gusto dejándoles a la deriva a su suerte. Algunos se habían acostumbrado ya a la vida con un entrenador, y no les sería tan fácil volver a su antigua vida. De manera que, lo más recomendable era buscar a alguien a quien pudiese entregarle alguno de mis pokémon, y que supiese que haría buen uso de él y, sobre todo, que lo trataría bien. Por ello ingresé de nuevo a Pueblo Pincel, en busca de algún conocido.
Contenido oculto LOL Ian Sorprendentemente, en cuanto me di la vuelta para marcharme, algo me golpeó en la nuca. Instintivamente, me volteé a ver quién había sido, pero no vi nada. Me habían arrojado lodo, por lo que pude apreciar en el suelo y en mi nuca, pero el responsable no estaba por ningún lado. Decidí que, por esta vez, lo dejaría pasar, y comencé de nuevo a marcharme. Pero la historia se repitió, y una manzana fue a dar en mi nuca en cuanto me giré. Al dar la vuelta, seguía sin haber nadie. La cosa sucedió 2 o 3 veces más, hasta que llegué al límite de mi paciencia. Al principio solteé improperios al aire, maldiciendo al que me estaba jugando la broma. Sin embargo, pronto me di cuenta que, en aquel bosque en particular, sólo podía haber alguien que me estaría jugando bromas. Si era cierto, estaba de mucha suerte. Con eso en mente me serené rápidamente, y comencé a pensar en lo que tenía que hacer. Jamás podría encontrarlo si me ponía a buscarlo yo mismo, me llevaría horas con un pokémon tan juguetón y escurridizo como ese. Jugar su juego sería la manera más justa, pero la más tardada. En su lugar, jugaría un juego de inteligencia; tomé una de mis pokebolas y la arrojé al aire, saliendo aquel Metagross que encontré en la guarida Gamma de ella. Jamás habíamos interactuado antes salvo cuando la abrí para ver qué pokémon era y no sabía como reaccionaría ante mí aún. Lo vi salir de su pokeball, y caer con poderoso estruendo al suelo, pero fue todo. Permaneció inmóvil, sin mostrar signos de nerviosismo, o curiosidad, o enfado... o nada. Lucía calmado, incluso sin vida. —¿Metagross? —hablé, dududoso. El pokémon, tranquilo, me dirigió una mirada que disipó todas mis dudas—. Necesito tu ayuda. Encuentra a un pequeño pokémon mono de color morado que está escondido por aquí, e inmovilizalo, por favor. Metagross no hizo ningún gesto, pero de pronto se escuchó un ruido en una de las ramas de los árboles. Metagross lo había encontrado y, con sus poderes psíquicos lo había atrapado. >>Genial Metagross, ahora acércalo —el pokémon psíquico así lo hizo: Un pequeño Aipom se acercaba flotando hacia nosotros, incómodo y nervioso—. Supongo que es el fin del juego, ¿No, pequeño Aipom? —Sonreí, mientras le arrojaba una pokeball. Pero no en la nuca, no soy tan rencoroso... al menos no con los pokémon. Con aquel suceso finalizado, me marché a Pincel, ya sin pokémon que me arrojasen nada en la nuca.
Alpha Xenodis. Cuando salimos a este lugar el proceso se repitió. Cobalion buscó de manera desesperada a su compañero y al final terminó en nada. Volvió hacia mi persona y regresó al esférico cuando le mencioné que ya sabía donde podría estar su compañera. —Swellow, usa Vuelo. Nuevamente, salimos a toda velocidad.
