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Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por Arita Hayes, 18 Julio 2012.

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    Arita Hayes

    Arita Hayes Iniciado

    Virgo
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    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Aprecia lo que tienes
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1222
    Capitulo 1


    Las hojas de los árboles caían lentamente, señal de que se acercaba el invierno, paisaje que para algunos era hermoso pero, para otros, significaba la estación más triste del año. Partidas, perdidas de seres queridos, malas noticias, siempre pasaba algo, algo malo, no era culpa de esa estación pero siempre era así, al menos para ella…
    Una chica de cabellos azueles caminaba por las aceras de la ciudad admirando todo su alrededor, la tarde estaba fría y distante, igual a él. A esta, le encantaba esa época, el comienzo de la navidad, el amor, la amistad, para ella no había una estación como esa, Simplemente… le encantaba. Pero no todo era color de rosa, no, no eran problemas familiares lo que la asechaban, tampoco tenía problemas con sus amigos el problema de ella era: Un Hombre; Típico, Es Irónico… siempre se sufre por uno. Aunque, le hizo ese último tiempo que pasaron juntos, el mejor de su vida.
    Llegó a un complejo de apartamentos, subió las escaleras hasta encontrarse en frente de una puerta la cual le era familiar. Abrió esa puerta, se decidió a pasar al verlo sentado en la mesa y con una sonrisa lo saludó.

    Se refirió a un joven castaño alegremente— ¿Cómo vas ?— Abrazándolo, mientras él hacia una tarea.
    — Me va bien Runo. — Le decía viendo sus cosas— Solo estoy cansado, eso es todo. —No mostró mucha importancia.
    — Qué tal si dejas eso y vamos a cenar. — Runo le decía acomodando los botones de su camisa.
    — Estoy ocupado. — Contestó sin verla.
    — Me acabas de decir que estás cansado, al menos deja eso y duerme entonces. — Se preocupaba.
    —Tengo que terminar esto Runo, no todos la terminan en un santiamén. — Refiriéndose a ella, se paró y la miró.
    —Dan, vamos, sólo duerme. —Le Insistía.
    —No tengo tiempo para eso. — Dicho esto se volvió a sentar.
    —Y para eso si verdad. — Lo encaró.
    —Sí, runo, esto es importante.— Sin verla.
    —Y yo no, acaso soy solo tu distracción. — Rodó la silla en la que estaba sentado para que la encarara.
    Siempre, Siempre era lo mismo, le ofrecía algo, él la rechazaba, se volvía una rutina. Una triste y fría rutina.
    — ¿Qué?— viéndola confuso.
    —Oh vamos dan, desde que empezó el último semestre estas así. — Decía segura.
    —Así ¿Cómo?— Se volvió a parar.
    —Distante, estas muy distante conmigo. — Bajando la mirada.
    — ¿Qué?— Añadió con una sonrisa algo chocante.
    —Lo que escuchaste Dan, acaso ¿ya no sientes nada por mi? — Dan bajó la mirada— ¿Por qué no me respondes? Si ya no sientes nada por mi solo…dímelo—No obtenía respuesta alguna— ¡Dímelo! —
    — Por amor de dios Runo ya déjame tranquilo. — Se encontraba muy impaciente.
    —Dan, lo único que quiero es que dediques un poco de tiempo…— Quiso tranquilizarse pero, no la dejó terminar.
    — Tiempo, tiempo… ¡¡Eso es lo menos tengo Runo!! — Le decía viéndola a los ojos, esos ojos que al principio le demostraban con tan solo una mirada lo mucho que la amaba.
    —Dan, ya solo nos queda un año y.. — Volvió a interrumpirla.
    — Runo, ya no tengo tiempo para nada, ¿Qué no entiendes?—
    — ¿Ni tan siquiera para mí? —Dan sólo pudo bajar la mirada para luego responder.
    — Sí, Runo, ni siquiera para ti. —
    — ¡Eres un Imbécil!—De sus ojos empezaron a brotar pequeñas lágrimas. — Hemos estado juntos tanto tiempo y decides eso así y nada más. — Lo observó fijamente.
    — Ya creo… creo que es suficiente. — En su mirada no se podía reflejar ningún sentimiento.
    — Como quieras, Dan. — Se encaminó hacia la puerta decidida a marcharse.
    — No te necesito. — Decía apretando los puños, él quería creerlo pero en su mente y corazón sabía muy bien que no era así.
    Ella pudo lograr escuchar un poco de eso último y no podía creerlo, se sentía tan triste, se preguntaba y se decía así misma, una y otra vez “¿A dónde se fue ese hombre, ese hombre que con solo una sonrisa hacia estremecer mi cuerpo, que cuando me entristecía lograba devolverme la vida? Ya no te conozco Dan”. Adolorida, con lágrimas escapándose y deslizándose por sus mejillas volvió por el mismo camino en el cual llegó.
    Dan se quedó solo y enojado consigo mismo, aventó todas sus cosas de la mesa hasta el suelo — ¡NO TE NECESITO! —Gritó para caer a golpear el piso con su puño.

    Después de eso pasaron días, semanas, El rendimiento de Dan bajó, todos sabían el por qué, sabían que estaba melancólico, nostálgico, deprimido y todo un mar de emociones, trataban de ayudarlo y él se oponía, solo le importaba si mismo, faltaba a sus clases y cuando iba llegaba siendo un desastre, la ropa sin planchar, sin afeitarse, ojos rojos; más de lo normal, sospechaban que tomaba.
    Shun, su mejor amigo, vio su estado y decidió visitarlo para hacer que entre en razón y ayudarlo…

    — ¡Dan!— Lo llamó tocando la puerta de su apartamento. — ¡DAN!— Insistía.
    —Ya voy— Dijo una voz irreconocible para él. — ¿Qué pasa Shun? Shsh!, no grites. — Abrió su puerta dejando pasar a Shun.
    —Dan, estás ebrio. — Dijo preocupado.
    — Ebrio yo, jajaja— Comenzando a reír. — Sí, un poco, ayer no me quedó más remedio. — Contestó con una sonrisa acercándose hasta la heladera para sacar algo.
    — Dan, ya deja de tomar, mírate. — Lo señalaba— Estas delgado. — Era verdad, en esa semana, dan bajó de peso drásticamente siendo producto del alcohol y el no alimentarse.
    —Déjame en paz, Shun. — Sacando una botella de cerveza de la nevera— Yo estoy bien. —
    —Dan, hablo en serio, ¿que te pasó? — dijo muy serio.
    — ¿Recuerdas a Runo? Bueno, yo terminé con ella. — Comenzó a reír para luego dar un sorbo a su bebida.
    —Ella me contó Dan, y fue ella, quien decidió terminar. — Viéndolo de igual forma angustiado.
    —Bah, ¿Qué importa? Ella me va a necesitar. — Siguió tomando un poco de cerveza y seguido de eso se acomodó en el sofá de su living.
    —No, no es así. —También sentándose en el sofá.
    — No me digas. — Añadió de una manera burlona y con sarcasmo.
    —Pues si te digo, Dan. Ella..—Lo interrumpió sin dejarlo terminar.
    —Déjame en paz Shun, no quiero saber nada de ella, solo esperaré que venga a mis pies rogándome. —
    Shun se mostró enojado por lo que había dicho y lo sujetó fuerte desde el cuello de la camisa. — ¿Cómo te atreves a hablar así de ella? Eras feliz estando a su lado, ibas a morir de depresión cuando se pelearon y se separaron. ¡Ibas a morir, maldita sea! —Lo sujetó aún más fuerte y estando mucho más enojado. — ¡No aguantaras ni siquiera un mes! —Se levantó y luego lo aventó al suelo mirándolo indignado, seguido de eso volvió hasta la puerta. —Ya te veré, tu serás el que irá hacia ella rogando. — Sale del departamento y cierra la puerta, estando a fuera.. — Adiós, Dan. — Se dirigió yéndose a la salida.
    — Idiota— Continúo bebiendo de su botella de cerveza.
    —Pero, entonces, ya será demasiado tarde. —Comentó por último, un poco balbuceando, mientras caminaba molesto por la vereda.

    Continuará..
     
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    LaVampira de Lobito

    LaVampira de Lobito Iniciado

    Aries
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    Awwww lo que dice a veces pasa Enlas vida real que triste (Me llego al corazón soy muy sentimental o eso creo yo :3) T-T me gusta mucho tu historia (soy rápida xD) espero que Dan recapacite y vea lo que esta perdiendo ya que si no hace algo perderá a Runo T-T quiero conti pliss
    Besos y abrazos y tkm arii-chan!!!!
     
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    Arita Hayes

    Arita Hayes Iniciado

    Virgo
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    Aprecia lo que tienes
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    Para todas las edades
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1177
    Capitulo 2

    El invierno ya había llegado completamente, un hermoso manto blanco cubría las calles, los establecimientos decorados con adornos navideños, niños en los parques cantando villancicos, jugando o simplemente Divirtiéndose. Un ambiente de alegría invadía cada rincón de la ciudad…
    Una peli azul se encontraba totalmente sola y sumergida es sus pensamientos en el apartamento de Alice, dónde ahora se hospedaba, ¿Cuántas semanas llevaba? Ni ella lo sabia… solo sabía que le faltaba algo, algo que jamás podría recuperar y ella muy bien sabía que no fue su culpa, fue culpa de él pero una así…. Es triste como alguien puede desecharte sabiendo que le diste todo tu amor y después de tanto tiempo, un año pasando juntos, te deja a un lado preocupado por cosas más "importantes" según decía él.
    Julie, una muy buena amiga y Alice, que era como su hermana mayor, trataron de animarla pero nada resultaba ¿Todo estaba perdido? Al parecer… así ella lo creía.
    Por dentro la invadía la nostalgia. Esas noches que pasaron juntos, tener su primera vez con él, tan tierno, tan delicado, tan amoroso, pero también estaba molesta, un año y él no lo apreció. Seguía sin poder dejar de repetirse constantemente ¿A dónde se fue ese hombre que tanto amó? Se levanto de la cama, estaba decidida.
    "No voy a dejar que la tristeza me consuma." Pensó y salió a la calle, tenía que relajarse. Se encontraba caminando por el borde de una de las calles del centro de la ciudad, hasta que llegó a cruzarse a un pequeño parque con el que se había topado. Allí se encontró con Alice y Julie hablando felizmente con Billy, Shun parecía un poco preocupado y ¿Baron? que estaban sentados en una de las mesas, sus amigos de toda la vida que ya hace tanto conocía y con los que tantas aventuras habían transcurrido juntos.

    —Runo—Llamó su atención una peli plata—¡Por aquí!— Decía alegremente.
    —Hola Julie—Se dirigió con algo de tristeza.
    —Vamos Runo, ya no te sientas así… Estamos para apoyarte— Su amiga peli naranja le decía luego de dedicarle una sonrisa.
    —Tú sabes que puedes contar con nosotros. —Habló el chico rubio con una gorra.
    —Gracias chicos, me ayudan mucho. —Dicho esto Julie se le acercó a abrazarla.
    —No te preocupes, de seguro encontrarás a alguien más. —Comentó Julie queriendo animarla.
    —Runo, cuenta con nosotros no lo dudes. —Se metió Shun algo triste.
    —Gracias, Shun. —Le respondió con una pequeña sonrisa. Al estar con ellos le volvía un poco de esa felicidad que Dan se llevo junto con el amor que tenia.
    —Oye, Runo— la llamó Alice—Tu sabes que Baron y yo.. —Baron abraza a Alice y muestra una sonrisa.
    — ¿Ustedes están saliendo?—Se mostró confundida.
    —Sí— Y esta vez fue Baron el que habló—Desde hace unas semanas. —Añadió con su típica sonrisa y actitud.
    —Qué bien. — Dijo Runo con una sonrisa y mirando disimuladamente a Shun que se encontraba con la mirada perdida.

    Pasaron la tarde hablando y riendo, Runo se distrajo con sus amigos y Shun de vez en cuando sonreía. Ya el sol se estaba poniendo y las estrellas empezaron a verse en el firmamento, hacia un frío terrible y ya estaba nevando, se encontraban en el apartamento de Shun, él y Runo. Unos minutos antes de que empezara a nevar la había invitado a tomar algo, y no pudo resistirse. Shun seguía manteniéndose algo triste…

    —Tú y Alice ¿Desde cuándo?... — pregunto Runo algo confusa.
    — Cuando tu y Dan terminaron, ella y yo habíamos peleamos. —Se podía notar la tristeza en su voz.
    — Shun yo no.. — No la dejo terminar.
    — Nosotros nos lo buscamos Runo, ya no quedaba nada más. —La miró a los ojos—Ella un día salió del apartamento, ya había hecho las maletas y sólo se fue. — Explicaba con la mirada baja nuevamente. —Trate de recuperarla, yo intenté pero…. No fue suficiente. —Se notaba su pena.
    — Shun— Runo lo abrazó, Shun correspondió, ambos sentían la misma angustia. A los segundos Runo no pudo aguantar y comenzó a llorar despacio acompañada un poco por su amigo. Luego de unos minutos ambos se detuvieron, se vieron entre si y se les escapó una pequeña risa. Seguido de esto se decidieron a preparar algo para comer juntos.
    — Hace dos semanas me enteré de que ellos dos salían, la verdad Alice ni se molestó en decírmelo. —Mientras recogía los platos ya que habían acabado de comer. —Luego hace 3 días me los encontré en un bar. Se veían tan… felices— con una expresión triste en su rostro.
    —Shun..— Runo se vio con algo de preocupación.
    —No me tengas lastima Runo, supongo que para Alice no fue suficiente lo que le di. — Runo se sorprendió, le pasó algo parecido con Dan, pero esora un poco más complicado.
    —Shun yo.. — La volvió a interrumpir.
    — Ya eso quedo en el pasado Runo. — Le dijo con una pequeña sonrisa— Será mejor que te vayas, ya empezó a oscurecer yo te acompaño. —Runo recogió su chaqueta y abrió la puerta.
    —Oye, antes que nada más... — La llamó.
    — ¿Si, qué ocurre? —Viéndolo.
    — Gracias por… Escucharme—
    —De nada— Con una sonrisa, salieron y se fueron hasta la casa de Alice. Shun por el camino iba pensando, pensaba en lo que ocurrió con Dan, luego lo de Alice y ahora lo de Runo, y, cuando ella lo abrazó, la sintió raro y extraño, esa era una sensación conocida para él, era lo mismo que sintió cuando conoció a...

    —No, no puede ser. —Dijo en voz muy alta, causando que Runo pudiera escucharlo.
    — ¿Pasa algo? Estas muy callado. — Le decía extraña.
    —No es nada, ya casi llegamos. — Señaló el lugar no distante.
    —Sí, es cierto. —Al llegar a la puerta, se dieron cuenta de que esta se encontraba cerrada y no había nadie dentro. —Alice no está aquí. —
    — ¿Sabes dónde puede estar? — Sugirió.
    —Creo, que en casa de Baron, es más que seguro. —En eso ella saca su teléfono celular y marca un número para llamar. Se mantuvieron esperando pero nadie atendió a la llamada, no tenían señales de que Alice regresaría pronto y cada vez el clima pesaba más sobre ellos.
    —Runo, ya mejor deja eso. Puedes quedarte en mi casa si quieres, yo duermo en el sofá para que estés mucho más cómoda. —La invitó dulcemente.
    —Eso ya es demasiado Shun, no quiero molestar. — Decía apenada.
    —No es ninguna molestia en absoluto, hace demasiado frío aquí, ¿Qué más puedes hacer? No creo que esperar a que Alice se decida a parecer sea una muy buena idea. — Aclaró.
    —Está bien, ya que tanto me insistes, acepto tu oferta. —Admitió rendida.
    —Bueno, vamos rápido antes de que sea más tarde aún. —Ambos coincidieron y se volvieron.

    Al llegar pasaron al tibio hogar, se acomodaron y terminaron hablando de varias cosas por más tiempo, hasta que Runo se quedó dormida, cuando Shun entró al baño a darse una ducha, él la cargó hasta su cama, le dio un beso en la frente y se volvió a descansar en el sofá.

    Continuará..
     
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    Arita Hayes

    Arita Hayes Iniciado

    Virgo
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    1 Enero 2012
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    Clasificación:
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    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    3
     
    Palabras:
    1927
    Capitulo 3

    Los rayos de luz entraban por las ventanas del apartamento de un joven castaño. Los ojos de éste se abrían con dificultad. Por un momento sonrió y se dio la vuelta, aún con los ojos cerrados, hizo como si fuese a abrazar a alguien a su lado pero, cuando lo hizo, se dio cuenta de que no había nadie, esa sonrisa se borró de su rostro y cerró fuertemente los ojos tragando su tristeza por la soledad en la que vivía, los recuerdos de esos días en los que Runo se quedaba con él en su apartamento, cuando se mudó y empezaron a vivir juntos, lo perseguía.
    Una pequeña punzada en su cabeza lo termino de despertar.

    —Maldita resaca.— Reprochó para sí mismo mientras se paraba e iba a su baño. Tomó una ducha, se vistió y salió.
    Caminaba por las calles cubiertas de nieve. El día estaba frío y sólo unos pocos rayos tibios de sol se asomaban. Seguía marchando sin rumbo y con la cabeza baja. Por dentro se sentía más triste de lo que su cara ya aparentaba. Poco a poco se arrepentía. Shun ya no le hablaba después de lo que había pasado la última vez, en su departamento; de su prima Julie no tenía noticias al igual que de Alice; por último...

    Runo Suspiró.

    Hacía semanas que no la veía y no sabía absolutamente nada, ni una foto siquiera. Nada. Unas palabras resonaban una y otra vez en su mente, pero gracias a su orgullo no iba a prestar atención, seguía sin querer aceptar la realidad: La estaba perdiendo.
    En la caminata, en la cual peleaba con sus pensamientos, chocó ligeramente con alguien. Al chocar, levantó la mirada y el mundo, al menos para él, se detuvo. Pudo ver a la persona con quién chocó, una chica bonita, color de cabello azul fuerte, ojos verdes oscuros.
    Se parece un poco a ellaPensó. La desconocida se disculpó, siguió su camino y Dan también pero fue detrás de ella cambiando su dirección y sin que ella se percatara, al principio. Aunque gracias a las pocas habilidades de Dan para camuflarse, luego de un momento lo descubrió. Al llegar a un parque,se sentó en una banca vacía, y Dan frenando a la fuerza, hizo lo mismo pero en otra banca anterior. Ella estaba a punto de sacar su teléfono celular para marcar un número a llamar y algo la detuvo. Dan, no aguantó y cambió su posición acercándose a ella para sólo lograr decirle "Buen día", la joven vio la cara del muchacho parado frente a ella y un instante se congeló. Al responder "Igualmente", de inmediato guardó su celular sin siquiera haberlo usado, algo raro en ella le hizo saber que no iba a necesitarlo.

    — Soy Dan y ¿tu?— Alcanzó a extender su mano en señal de saludo y a sentarse junto a ella.
    —Fabia— Le contestó haciendo lo mismo. —¿Por qué me seguías?— Cuestionó.
    Bueno, yo... No sé... No quise molestarte... Eh... La verdad es que te pareces a alguien que conozco. Terminó de balbucear y llevó su mano a su cabeza sonriendo por el hecho simple de cómo actuaba.
    —Oh, ¿una mujer?— Con tono burlón.
    —Sí, ¿Cómo... —Iba a terminar la frase pero logró darse cuenta del sarcasmo. —Lo siento es que mi mente...—Mostró un poco de pena.
    —Está bien, no te preocupes.— Dijo riendo, en eso un chico de cabello blanco y de tez morena aparece.
    —Hola. —Llamó su atención— ¿Nos vamos? — Mirando algo mal a Dan. Fabia se levantó y lo saludó con un beso.
    —Bueno Dan, fue un placer conocerte.—Así despidiéndolo y yéndose con su compañía.
    —Sí, lo mismo digo. —Se levantó y se fue por el lado contrario.
    —Runo. Nuevamente suspiró mientras se dirigía a un complejo de apartamentos.

    En un edificio cercano al parque, una hermosa chica trataba de despertarse muy plácidamente en una cama, revolviéndose en ella, abrió bien grandes sus ojos, se estiró y con esfuerzo dio un salto dirigiéndose a la sala. Al entrarse a la sala quiso ir al living y lo primero que vio fue a Shun, su amigo, acostado durmiendo en el sofá y moviéndose constantemente buscando una buena posición. Ella intentaba contener la risa, tapando su boca con las dos manos pero alguna que otra pequeña carcajada se le escapó. al dejar la tentación a un lado, fue hacia la cocina y preparó unas tostadas entre otras cosas. Por otra parte, mientras tanto Shun, en el proceso de búsqueda de un mejor lugar para estar acostado en el sillón, realizó un movimiento brusco y cayó directo al piso.

    —¿¡Pero qué!?— Dijo al abrir los ojos e impactándose con el suelo. —Eso dolió.
    —Se quejó frotándose todo y después parándose.
    —¡Dormilón!— Lo llamó un poco burlona.— Ya ven a desayunar.—
    —Oh, wow.—Exclamó al acercarse a la cocina y ver el desayuno.—Se ve muy bien, gracias.—Se sentó junto a ella con una sonrisa.
    —No fue nada, sólo disfruta el desayuno.—
    — Claro que si.—
    Luego de que ambos terminaran de desayunar, comenzó una discusión por quién lavaría los platos.
    Vamos Runo, déjame hacerlo a mí.—Le decía agarrando uno de los trastos sucios.
    —No, no te preocupes, sólo ve a bañarte.—Quitándole el plato de la mano.
    —Tu estas diciendo que ¿estoy sucio?—Hacía una cara fingiendo estar ofendido.
    —Sí, estás muy sucio.— Lo observaba aguantándose la risa.
    —¿Ósea que necesito un baño?—Levantando una ceja y acercándose a ella.
    —Si y uno bien largo.—Bromeaba con una sonrisa.
    — Y, entonces… ¿por qué tu no me das uno?—Sonreía de orea a oreja.
    —¿Desde cuándo eres pervertido?—Lo retó de manera acusadora.
    ¿Yo pervertido?Solo lo dije porque, como necesito un baño y estas aquí, me lo des tú—Levantaba los hombros haciéndola reír más.

    —Ya ve y báñate.—Ordenó con un tono maternal.
    —Sí madre.—Respondió él corriendo y haciendo un saludo militar.
    — Y luego te cepillas los dientes.—Decía de la misma forma.
    —Claro.—Gritó ya desde el baño. Después de unos 15 minutos Shun salió bien fresco, medio seco y medio vestido, sólo descalzo y sin camisa puesta, fue hasta el comedor donde Runo lo esperaba.
    —Si quieres puedes ducharte.—Le sugirió.
    —Está bien.—Respondió ruborizada al verlo así.
    —Ok, en seguida te traigo algo de ropa.—Anunció entrando al cuarto en busca de lo dicho.
    —Si, gracias.—Desde el baño. Mientras él estaba en la habitación, suena el timbre de la puerta principal, y veloz va a atender, cuando abre se encuentra con...
    —¿Dan?—Exclamó sorprendido al verlo parado en su puerta.—Qué...—No sabía lo qué decir.
    —Yo, solo venía a...—Corta de repente su frase y se queda callado al ver a Runo saliendo del baño de Shun.
    —Oye Shun, ¿y la..—Nota la presencia de Alguien—...Ropa?—Lo ve muy impactada.—Dan—Alcanzó a susurrar. Los ojos de Dan expresaban odio, estaba bastante molesto.
    —¡Runo!—Exclamó—Tu Shun estás engañas a Alice… con !Runo!—Apretaba los nudillos de sus dos manos furioso.
    —¡No! Dan, no es lo que crees.—De improvisto este lo interrumpe.
    — ¿Lo que yo creo?—Lanzó una fuerte carcajada, algo falsa.—Lo que creo, a ver Shun, ¿Qué es lo que creo?—Inició la disputa colocándose a la defensiva y abriéndose paso sin ningún permiso hacia el interior del departamento.—¡Te estás revolcando con ella y Alice en quién sabe dónde!…. O ¿simplemente te cansaste de acostarte con Alice y ahora se la metes a Runo? ¿Eh?—los seguía ultrajando con arrogancia y desprecio.
    —Dan, no hables así de Alice y... ¡Mucho menos de Runo!—Lo enfrentaba de igual manera.
    —¡Por favor! Y tú Runo...—Mirándola.—Me das asco… con él.—Señalando a Shun.—¿Qué te pasó? ¡eh! Creí que tenías buen gusto.—Con tono burlón.
    —¿Y tú de qué puedes hablar?—Lo miró fijo.—No puedes hablar y listo. ¿Qué pasa si me "revuelco"—Imitaba su tono de voz y manera de hablar.—con Shun?… Te recuerdo Dan, que tu y yo terminamos… Y no por muy buenos términos.—
    —¿Saben algo? No puedo creerlo… Me venía a disculpar contigo Shun, que no debí de hablarte así… pero, ya veo que fue un error el haber llegado aquí y... ¡Lamento haberlos "Interrumpido"!—Remarcaba su sarcasmo y las comillas dándose la vuelta en dirección a la salida caminado hacia atras.—¡Fue un "Placer" volver a verte… Runo!—Y les dio la espalda yéndose.
    —Runo...—Habló su amigo presente.
    —Déjalo así Shun.—Con la mirada baja.

    Por otra parte, Dan seguía molesto y dolido, más molesto que dolido pero dolido después de todo. Shun su ahora ex-mejor amigo y su ex-novia. Lo estaba perdiendo todo.

    —¡Maldita sea! ¿Por qué?— Golpeaba, pateaba y maldecía a todos los objetos de su camino descargando su furia y rabia para evitar llorar.

    Continuará..
     
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