Todo lo que tenía se lo debía a ella, sus hijos, sus preciosos hijos, Ned Stark estaba feliz por todo lo que Catelyn Stark le había dado, además ella era su apoyo, su piedra angular cuando no sabía que hacer, en momentos como aquel deseaba permanecer al lado de Catelyn, pero allí estaba, en aquella celda considerado como un traidor al rey. Deseaba ser fuerte, pero no podía, sin Catelyn sentía que su mundo se venía abajo, cuando estaba a punto de ser decapitado, rezó para que sus hijos no corrieran la misma suerte y Catelyn pudiera apoyarles en todo lo que pudiese como había hecho con él.
PFFFF. Me removiste el corazón. La casa Stark es la casa que tiene mi lealtad. Y este fue uno de los momentos más difíciles de leer para mí. Tiene al menos la satisfacción, de que sus hijos, siguieron sus pasos. Son fuertes y llevan en alto el apellido Stark.