Apariencia

Apariencia

Título: Apariencia
Sumary: De apariencia vivía, con apariencia se protegía. Era su don ser todo aquello menos lo que jamás fue, su virtud evadir con cambios físicos a su verdadero ser. Porque, después de todo ¿No es eso lo que las personas viven haciendo? En esta sociedad, la gente vive de apariencia…
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Apariencia

Esta noche lo ha vuelto a hacer; sonríe perversa mientras las posibilidades en su mente se hacen ínfimas al saberse poseedora del don. Ser quien nunca ha sido, convertirse en quien jamás deseara ser: el don de la apariencia, la virtud del engaño. Cada rasgo de su rostro estaba más que experimentado y plenamente usado al momento de la acción.

Sus bellamente moldeados ojos de almendras se tornaban en miles de matices de miel y chocolate para crear la mezcla perfecta de dulzura e inocencia, su voz se aterciopelaba hasta ser casi inaudible y aquella postura que mantenía se cohibía un poco más para dar su perfecta imagen de una mujer dulce y amable.

Según necesitaba era su aspecto; de esa sencilla mujer sus ojos se entrecerraban dando paso a un tono frío y maduro que acobardaba al más valiente, su porte se elevaba a uno de superioridad y la elegancia de su voz y sofisticación a la hora de emplear el lenguaje convencía en todo momento con aquella labia de una oradora profesional.

Pero… ¿Cuál era su verdadera apariencia? Ella misma no estaba segura. Su cabello era castaño oscuro y al Sol se tornaba de cobre, incluso dorado; sus ojos de chocolate avellana con su figura normal como la de cualquiera.

La orginal parecía inocente, más nunca lo fue. Hechos del pasado la tenían marcada en su mente y la mentira era lo que le ayudó a sobre llevar.

Aparentó toda su vida cuando su niñez no fue más que malos tragos al lado de un hombre que la tocaba más allá del amor de padres. Y esa niña moría, día con día, hasta noches atrás que por fin falleció. Sin su cuerpo, quien quiera desnudar su alma, sólo se encontrarían miles de pedazos de cristal empañados en suciedad por culpa de un degenerado.

Desde entonces se juró que nadie lo sabría, porque, de apariencia vivía, con apariencia se protegía. Era su don ser todo aquello menos lo que jamás fue, su virtud evadir con cambios físicos a su verdadero ser. Porque, después de todo ¿No es eso lo que las personas viven haciendo? En esta sociedad, la gente vive de apariencia…

Enjuagó las lágrimas que amenazaban por salir antes de que ésta se cumpliera, esta noche tenía pensado timar a otro par de hombres de negocios con su inigualable don de la apariencia.