S-cry-ed Antiguo hermano (S-cry-ed)

Título: Antiguo hermano
Fandom: S-cry-ed
Notas: Quería profundizar un poco entre la relación entre estos dos, ya que en el anime a penas y nos muestran nada, aunque al final no me dio tiempo para hacer demasiado (?) Vean S-cry-ed putos (??)

Despertó sobresaltado, con aquellas horribles imágenes pasando sobre sus ojos antes de que la luz del sol le cegase. ¿Cuánto tiempo había pasado ya? Meses, años, o quizá sólo unas cuantas semanas. No valía la pena recordar hace cuanto había ocurrido aquello. Pero aun así, no podía evitar que su subconsciente soñase con aquellos sucesos de vez en cuando.

El pequeño chico, bastante delgado y muy poco cuidado, se giró con esfuerzo y se sentó en el duro suelo de tierra donde estaba durmiendo, cubierto por aquella tienda de acampar. Miró la manzana que tenía a su lado y la recogió para darle un buen mordisco. Sí, lo que hubiese ocurrido no importaba, ahora estaba por su cuenta y podría arreglárselas de igual...

—Hey chico, traje algo para comer —se escuchó una voz masculina, y entonces una mano levantó parte de la tela de la tienda, y un animal muerto fue a parar a la cara del chico—. ¡Parece que hoy podremos darnos un festín, Kazuya!

...tsk, bueno, casi solo. Lamentablemente estaba él.

—Ya te he dicho que mi nombre es Kazuma, son tres sílabas, ¿Cómo es que aún no eres capaz de recordarlo? —se quejó el chico, apartando la "comida" y mirando con molestia a la persona que tenía en frente—. Además, ¡¿Por qué sigues por aquí, no se supone que sólo estabas de "paseo" por el bosque?!

—Je, no seas tan desconsiderado Kazuya —se mofó el hombre con el chico hablaba, que debía rondar por la veintena de edad, aunque era mucho más grande y se veía más sano que el niño. Su pelo oscuro estaba peinado en un pincho hacia atrás, con solo un mechón cubriendo su frente—, ¿No fui yo el que te salvó de morir de hambre en este bosque?

"Tsk" fue todo lo que salió de la boca del chico en señal de respuesta.

Straight Cougar se encontró con Kazuma mientras daba un "paseo" por el bosque, según sus propias palabras, y salvó al chico de los animales del bosque cuando este, hambriento y habiendo llegado al límite de sus fuerzas, iba a caer desfallecido rodeado por ellos. Cougar no sabía cuanto tiempo el chico llevaba viviendo allí, pero estaba claro que en ese momento ya no podía más.

—Además, no podría dejar a un compañero Alter a su suerte en un lugar como este, mucho menos a un niño. Si quieres que me vaya, tendrás que demostrarme que puedes cuidarte solo Kayuza —volvió a reír.

—De verdad que eres una molestia —se quejó Kazuma, lanzándole un puñetazo al hombre—, ¡Voy a demostrarte que puedo cuidarme solo, no necesito una niñera tan molesta como tú!

Día tras día Cougar se encargaba de entrenar al chico, buscando que se hiciera más fuerte. Ambos eran usuarios Alter, personas que habían nacido con poderes o características especiales a causa de un suceso paranormal que ocurrió hace años; personas como ellos no eran bien vistos en la sociedad. Ninguno de los dos conocía la historia del otro, pero podían imaginarse por qué habían acabado allí.

—Toma esto —gritó el chico, cuyo poder se materializaba en su brazo, ganando una especie de recubrimiento dorado y rojo, y tres alerones detrás de su espalda en ese mismo lado. Su pelo castaño se erizaba un poco al usarlo. Saltó con mucha fuerza, confiado, lanzándose con un puñetazo hacia su rival.

—Aún estás muy verde Kazuya —comentó el hombre, esquivando con facilidad el puñetazo del chico. Kazuma siguió atacándolo, siendo esquivado una y otra vez.

—¡No he terminado aún! —gritó el chico, tomando un puñado de tierra y arrojándolo a la cara de Cougar, dejándolo momentáneamente ciego. Kazuma aprovechó la oportunidad para lanzarse de un salto, pero una patada en el estómago lo mandó volando.

—Eres demasiado predecible amigo —se mofó Cougar, aún con los ojos cerrados—, siempre atacas de frente y nunca te detienes a pensar un plan.

—¿Y qué más da? Algún día te venceré —dijo el chico, poniéndose de pie con esfuerzo.

Por la noche siguieron con su rutina habitual, cenando lo que fuese que cougar hubiese cazado tras pasarlo un poco al fuego. Ardillas, jabalís y cualquier animal que pudiese encontrar.

—De verdad que no te entiendo —le dijo Kazuma, hablando con la boca llena tras algunos mordiscos—, está claro que no vivías en el bosque, ¿Qué te hace quedarte aquí?

—Quién sabe —respondió el hombre—, quizá me gusta el ambiente de este bosque. Y no podría dejar a mi hermanito por su propia cuenta, ¿No crees? —le dijo, revolviéndole el cabello a Kazuma, para disgusto de este.

Aun así, ser considerado como un hermano y ser apreciado por alguien, era un sentimiento que poco a poco fue calando en el chico. Sus pesadillas sobre su pasado poco a poco fueron volviéndose menos frecuentes, hasta desaparecer.

Y un día, durante uno de sus entrenamientos que se alargó hasta la noche, el chico logró llevar su poder a un nuevo nivel. Uno de sus alerones comenzó a brillar y explotó con una fuerza propulsora que permitió a Kazuma salir disparado contra Cougar y darle de lleno con su puñetazo, mandándolo a volar.

La emoción embargó a Kazuma, levantando el puño en señal de victoria, habiendo al fin poder hacerle frente a su hermano. La risa de cougar acompañó a esa celebración.

—¡Realmente maravilloso Kazuya! —le aplaudió, poniéndose de pie en un salto—. Ese fue un grandioso ataque, sentí como si una bala me golpease y me aturdiese por completo, ¡Creo que lo llamaré "Bala aturdidora"! ¿Eh, qué tal? Ahora a descansar, mañana nos espera mucho más entrenamiento.

—Sí —respondió Kazuma, orgulloso y adolorido, dirigiéndose a la tienda de acampar—, mañana te daré otra paliza de nuevo hermano.

Cuando el chico se fue, sin embargo, Cougar sacó un cigarro de su bolsillo y lo encendió tras colocarlo en su boca.

—Así que al fin los has conseguido, ¿Eh? Parece que ya no es necesario que me quede aquí más tiempo. Todos estos momentos que hemos pasado juntos han sido muy divertidos, pero yo también tengo que buscar algo, no puedo quedarme contigo eternamente. ¿No era eso lo que querías? Je, aunque sé que en el fondo me aprecias. Sé que no debería irme así, sin siquiera despedirme, pero nunca he sido bueno para decirle adiós a la gente.

Dió una última calada al cigarro antes de apagarlo con los dedos, y se giró en dirección contraria a donde estaba su tienda.

—Hasta luego Kazuma, espero que podamos vernos en otra ocasión, cuando ambos encontremos lo que nos hace falta.

Al día siguiente, cuando despertó, Kazuma Torisuna no encontró por ningún lugar a la única persona que le quedaba, aquel que, por un breve periodo de tiempo, había sido su hermano.