Re: And start with... Título: And star with… (Y empieza con…). Disclaimer: Los personajes utilizados pertenecen a la mangaka de Rumiko Takahashi, menos los padres de Kôga, el padre de Miroku, casi toda la familia de Sesshômaru y la madre de Naraku. Resumen: Me gustaría lanzarme a la vida. Autor: Jack Killer. Parejas: Se descubrirían a lo largo del fanfiction. Rating: No menores de 17. Categoría: Inuyasha. Género: Romance, angs., misterio, AU, OoC justificado de algunos personajes. Capítulos: 12/? ¿Completo?: No. Advertencias: Lenguaje adulto, Yuri (relaciones chica/chica), Yaoi (relaciones chico/chico), contenido hetero fuerte, violencia, sado-masoquismo, muerte de un personaje. Notas del Autor: Sin excusas, sólo mi inmadurez para escribir, cada día se hacía un supliciopensando que me iban a cerrar a la discución. Les agradezco a todas las que comentaron, y me disculpo por no haber avisado en los anteriores capítulos. Luego de un mes sin actualizar, aquí tienen la primera parte del capítulo 12. Tabla de Personajes: Sesshōmaru Dmitryevich Korsakof: Rusia. Su padre: Dmitri. Su abuelo: Nikolay. Inuyasha BlackLion: Gales-Gran Bretaña. Jan Novotný (Kōga): República Checa. Hermanos: Mirek (Hakkaku) y Klaus (Ginta). Padres: František (padre) y Jakub (papá). Kagami Naraku, Kagami Hakudoshi, Kagami Kanna y Kagami Kagura: Japón. Lin Gallardo: Venezuela. Abbruzzi Massimiliano (Miroku): Italia. Tutor: Mushin. Maebara Kikyô: Japón. Sonozaki Kohaku: Japón. Feijóo Hadrián (Shippô): Galacia. Sin más comentarios. Disfruten el capítulo: [FONT="] [/FONT] - (1) ¿Qué hiciste? ¿Por qué mientes? Tú harás lo que quieras hacer, Tus promesas son todas mentiras. —¿Qué pasa? —pregunta Inuyasha, notando que el auto se detiene frente al comercio 24hrs. —Se acabaron los cigarrillos —responde Sesshōmaru, más atento en el movimiento de gente en el local. Le arroja una mirada a Inuyasha ordenando que espere, éste bufa pero no refuta, y el ruso se baja. Entra al local, directo a la caja registradora. Inuyasha, aún dentro del auto, cavila la extraña respuesta. A Sesshōmaru nunca le ha preocupado la ausencia de cigarrillos, siempre tiene una caja de reserva en el auto. Inuyasha abre el baúl para cerciorarse, así entre los documentos del auto, algunos neceseres y CDs, se sorprende de no encontrar los cigarrillos; seguramente ya habían sido consumidos, Sesshōmaru nunca los olvidaba. Aún así, también reservaba varias en la mansión; de igual manera, con dar la orden, Tsubaki le traería una al instante. Que haya hecho esa parada sólo para comprar cigarrillos no tiene ningún sentido para Inuyasha, ya que la única explicación es que no pueda esperar a llegar a su casa para fumar, y eso sonaba como si Sesshōmaru necesitara el tabaco. Inuyasha aún no vivía el día para contar algo así, pues la razón del ruso para fumar siempre ha sido su gusto casi sexual por el olor. Al caer en este razonamiento, el británico no puede evitar preguntarse qué demonios le habrá escrito Nikolay, como para hacer que su nieto necesite fumar. Distraído en sus pensamientos, apenas repara en el ruso sólo cuando éste abre la puerta del auto y sin más, entra. Antes de ponerse en marcha, Sesshōmaru saca el encendedor de su pantalón y toma una cajetilla de la bolsa que mantiene sobre sus piernas, la abre, extrae un cigarro, se lo lleva a los labios y lo enciende. Mientras da la primera calada, le tiende ambos objetos a Inuyasha, que sin ganas los rechaza con un gesto de cabeza. Sesshōmaru coloca la bolsa en el asiento trasero, el encendedor y la cajetilla en el portavasos, luego arranca el auto enfilándolo por la concurrida avenida. —¿Qué te dijo? —pregunta Inuyasha al cabo de un tiempo, levemente entretenido con la radio. Cuando encuentra una buena emisora, voltea a su izquierda en el instante justo para ver como Sesshōmaru exhala el humo elegantemente. Traga, porque hasta el humo parece bendito en esos labios. —Luego —condiciona en respuesta, apreciando el olor a nicotina en su organismo. Delicioso. Con su mente entre el aroma y el camino, dispersa sus sentimientos acomodándolos en un lugar donde se calman, dejando de amenazar con impedirle pensar. - (2) ¿Tienes el tiempo para escucharme gimotear Acerca de nada y de todo, a la misma vez? —Lin, ¿En verdad piensas de que voy a creerte, pequeña? —pregunta Kikyō divertida, dando un nuevo trago a su jugo. Lin se remueve en su costado, se oye una risilla infantil. —¿Porque eres mi amiga y deberías confiar en mí? —tienta Lin, abrazando un cojín rojo, que contrasta perfectamente con los sillones negros y la alfombra blanca. —¿Te parece si te doy el beneficio de la duda hasta que quieras contarme, pequeña Lin? —negocia Kikyō, con una tierna sonrisa divertida. Naraku la observa percibiéndose dividido, por una parte piensa que Kikyō sería una buena madre y por otro lado siente que va a vomitar, la escena es demasiado empalagosa para su gusto; disimuladamente, comparte una mirada con Kōga, así entiende que éste también está pensando en lo segundo. —¿No vas a creerme, cierto? —cuestiona Lin, riéndose. Cuando abre los ojos, observa el rostro serio y el entrecejo fruncido de Kōga. —No —acepta Kikyō con una sonrisa y el rostro bajo, segundos después, lo levanta para enfocar a la latina—. Cuando quieras hablarlo, estaré aquí para escucharte. Sólo no me pidas que crea el absurdo de que tu corte en la muñeca fue un accidente —Lin suspira. —Si tan sólo pudiera enamorarme de ti —dice Lin con decadencia. Alza el rostro, observa la nariz perfilada de Kikyō, baja hasta sus labios y le da un ligero pico. La japonesa se sorprende, quedándose sin palabras. Lin suspira de nuevo; cuando abre los ojos, nota a ambos chicos inclinados hacia delante mirándolos. Extrañada, pregunta—. ¿Qué? —ellos se miran entre sí. —Aquí es cuando hace falta una cámara, y una cama —explica Kōga, Naraku sonríe perversamente certificando. Lin se sonroja. Aún en shock, Kikyō los ignora. —Pequeña, si te enamoraras de mí, vivirías sufriendo por un amor no correspondido, porque a mí no me excitan las mujeres —dice Kikyō cuando recupera el habla, tomando desprevenido al resto, ocupados como estaban en la conversación de videos porno. Otra negada más… Piensa exasperado Naraku, suprimiendo la mirada de pena a Kikyō. —¿Cuál es el problema? A las mujeres les encanta ser mártires —dice Naraku a propósito, buscando joder la vena feminista de Kikyō. —Por ti valdría la pena… —susurra pensativamente Lin, dejándose caer nuevamente sobre el costado de la japonesa, ignorando las respuestas satíricas de ésta hacia su amigo. Entonces sí está enamorada de Kagura, y está así por culpa de ella. Conjetura Kōga para sí, abriendo su móvil para enviarle un mensaje a Inuyasha con la información fresca. La discusión mengua y la habitación se queda en silencio. Naraku, aburrido, recuerda la conversación con Inuyasha. —Tu dolor en el culo preferido me pidió que te recuerde que aún le debes un juego, me estoy preguntando en qué posición —comenta el Kagami, pasando su brazo derecho por los hombros de Kōga, que sentado a su costado, enrojece. Las chicas se miran analizando la información; captada, como cobras ambas se voltean hacia el checo, exigiendo explicaciones con la mirada. Irritado, el moreno se cruza de brazos y frunce el ceño. —No estoy para juegos, monkey —advierte, aprovechando para burlarse de aquel abrigo de mandril que Naraku usó la navidad pasada. Algo en su gesto amargo alerta a las muchachas y acrecienta la sonrisa del de cabello largo. —¿Problemas en el paraíso? No consideré que Inuyasha pudiese ser tan bestia —dice Naraku socarronamente, pero hay algo en la manera que dice ‘bestia’ que hace a Kōga divertirse, haciendo que afloje el entrecejo, no así sus labios. —¿En verdad pensaste que podía ser algo civilizado? Naraku —suspira—, me decepcionas amigo —apunta, cierra los ojos y niega moviendo la cabeza a ambos lados, demostrando sus palabras con sus hombros caídos. Pero éstos aún están tensos, del mismo modo en sus brazos se pueden apreciar ligeros músculos y venas sobresaliendo por la presión. —¿Ha pasado algo, Kōga? —pregunta Lin, denotando preocupación en su voz. Ambos chicos la miran, uno sonriendo y otro sorprendido. El segundo observa la “interesante” alfombra unos momentos, analizando si contar aquello o no; sin embargo, no había nadie más a quién recurrir. Sabiendo que no podía con ello, y al mismo tiempo enojándose consigo mismo, se dio por vencido. —¿Es por tus padres? —pregunta Kikyō. El checo niega con la cabeza, aumentando la presión en sus brazos alza la vista, paseándola desde Naraku hasta sus amigas. —Ellos ya se reconciliaron anteayer, supongo —las chicas le sonríen un poco, manifestando su alegría por la noticia—. Por eso aproveché para invitar a Ayame a la casa, que ya se me veía que quería desde hace muuuuchooo tiempo —Naraku da un silbido satisfecho y le proporciona dos palmadas en el hombro, mientras que ambas muchachas parpadean sobrecogidas. Puta, piensan las dos al mismo tiempo—. Se suponía —remarca amargamente—, que no había nadie en la casa, y se me olvidó ponerle seguro a la puerta —lo atraparon, piensa Naraku divertido por tanta ineptitud—. Ayame me la estaba chu… —la mirada que le dieron las dos chicas le hizo detenerse, sabiendo que era por su propio bien. Súper puta , piensan las susodichas. —¿Ella qué? —pregunta Kikyō, arrojándole una mirada asesina. Sabiendo por donde iban los ánimos, Kōga sonríe satírico. —Ella estaba utilizando sus destrezas vocales para demostrar la teoría física de que los objetos se expanden sometidos a calor… Entusiasmándome —Naraku ríe por la pasada de explicación sobre sexo oral. —Imagino que obtuvo un 20… —comenta el japonés, riendo un poco después. Kōga despliega una sonrisa lobuna, mirándolo, y ambos se echan a reír. Cuando acaban, la mueca divertida le dura un segundo al europeo; no es por las miradas asesinas y los sonrojos avergonzados de las jóvenes que tiene enfrente, sino por el recuerdo de cómo su noche se fue a la mierda. Los tres notaron en cambio en Kōga, enseriando el ambiente. —Y cuando estaba a punto, maldita sea, a punto, Ginta abrió la puerta. Kōga deja de hablar para suspirar profundamente, su ceno está tan fruncido que parece formar parte del tabique nasal. Y los tres piensan al mismo tiempo, sin distinción de sexos ni crianza, que esa es la mayor cagada del año, acompañado por un extendido mieeeerdaaaa. —¿Y? —cuestiona Naraku, mirando al otro pelinegro. —¿Qué? —pregunta Kōga, agresivo. —Qué pasó después —explica el japonés aburridamente, tachándolo de lento implícitamente. El checo se detiene mirando la alfombra, pensando en lo que responderá —Nos quedamos shockeados los tres. Entonces Ayame corrió y se encerró en el baño, me puse el pantalón tratando de explicar algo sin explicación; Ginta se disculpó, se fue a su cuarto y me evitó hoy todo el maldito día. Como no había nadie más en la casa, Ayame se fue, y yo tuve que arreglármelas con la mano. —No entiendo tu melodrama, mañana se le pasará y todo vuelve a la normalidad, sólo que la próxima te coges a Ayame en su casa —finiquita Naraku, maniobrando su móvil con la mano izquierda. Kōga le mira como si fuera un puto extraterrestre, y se siente como uno también, porque a pesar de que sabe que Naraku tiene razón, no puede evitar sentir que no todo es tan fácil, que lo hecho estuvo malditamente mal. Y extrañamente, siente que tener sexo con Ayame, la pelirroja del culito perfecto, no está dentro de sus prioridades. Las chicas, sintiéndose fuera de la discusión, callan. Los miran y los oyen, y se miran entre ellas, formando sus opiniones. Ambas sienten que allí hay algo que no cuadra, porque Kōga se ve todo menos preocupado por Ayame; interiormente, lo sienten por ella, que se encapricha con facilidad, porque saben que va a llorar. - (3) El vacío está en todo. Esta realidad es sólo un sueño de porquería. —No te preocupes —dice Kanna un día cualquiera, cuando avanzan por el camino de regreso a su casa. En realidad, es el primer día de la semana, un patético lunes. Hakudoshi siempre se ha preguntado porqué es el primer día de la semana cuando fácilmente podría ser el segundo, o mejor aún, no existir. Se ha preguntado porqué existen los lunes, porqué existe su padre, sus hermanos, y porqué existe él. —No necesitas creer, ellos vendrán —susurra, demostrando levemente la convicción que le embarga. (4) Las palabras que me dieron, no las quiero. Kanna nunca dice más que murmullos, cuando dice algo; por eso, al oír el elocuente discurso, Hakudoshi desea sonreír irónicamente, y lo hace. Su sonrisa no es sólo por Kanna y al mismo lo es. Kanna cree fervientemente que hay un hogar que les está esperando, que una familia de personas con el cabello tan rubio como el de ellos los está aguardando pacientemente; ésa es la razón por la cual su gemela soporta todo estoicamente. Al mismo tiempo, Hakudoshi se sonríe de su propia inmadurez; él no cree dado que él los recuerda, y los odia, porque han tardado demasiado, porque sin ellos no podrá liberarse. (5) Las cosas que se perdieron, pretendí que no las necesitaría. Hoy, el primer día de la semana, Hakudoshi sonríe irónicamente como tiempo atrás no lo ha hecho. Kanna no repara en ello, no le interesa, ya ha estado suficiente tiempo consciente. Los dos caminan, tomando sus manos sin reparar realmente en la existencia del otro. Hoy, el patético lunes, Higurashi Sōta, Feijóo Hadrián y Sonozaki Kohaku se acercan a ellos riendo, sacándolos de su psicosis temporal. —Hola —saluda Shippō, con una sonrisa desconfiada y falso entusiasmo. A cualquiera que le pregunte se lo negaría, pero la verdad los gemelos Kagami le dan miedo. —No sabíamos que ustedes también iban por aquí —comenta Sōta despreocupadamente. Sus manos están ancladas a los brazos de su mochila, su rostro tiene un leve sonrojo y su mirada perdida en las calles. Está nervioso, jamás a cruzado siquiera un saludo con Kagami Kanna-san. Lo que se hace por los amigos… —Más adelante, tomamos el autobús —continúa Hakudoshi, observando disimuladamente a Kohaku. —Sōta vive después de la parada, Shippō sigue caminando hasta la estación y yo… —divaga Kohaku. Dándose cuenta de su error, repara en la diminuta sonrisa burlona de Hakudoshi e ineludiblemente se sonroja un poco, avergonzado—. Bueno, tú ya sabes donde vivo —trata de enmendar con una sonrisa apenada lindando de sus labios. La sonrisa de Hakudoshi no desaparece—. Necesito hablar contigo —le dice después de un rato, enseriándose. Hakudoshi lo observa recatadamente curioso y asiente. El albino presiona la mano de su hermana para soltarla luego, la mano gemela se aparta sin resistencia. No cruzan miradas cómplices, ni hay gestos de disculpa y aceptación. (6) Al final del largo suspiro, La interrogante que abandoné no ha podido desaparecer. Con disimulo, Hakudoshi y Kohaku se van apartando a medida avanzan, estando varios pasos por delante del grupito. —¿Pasó algo? —pregunta Kohaku, trasluciendo su inquietud. De refilón, mira a un Hakudoshi concentrado en la vía. —¿Debería pasar algo? —repone el albino. —Yo… No lo sé, tu hermano —trata de explicar Kohaku, pero es interrumpido. —No-es-mi-hermano —masculla Hakudoshi, altivo y serio. Kohaku le mira confundido; intenta encontrar sus ojos, no lo consigue. —Bueno, el tipo que me respondió, dijo aquellas cosas… —prosiguió Kohaku; notando el desinterés de Hakudoshi, suspiró—. Quería disculparme, de no haberte llamado no hubiera pasado nada —Kohaku siente que la culpa y el temor pasados, del momento en que escuchó aquello, le impiden hablar. Cuando voltea a su derecha, la sonrisa socarrona de Hakudoshi le golpea y piensa que es un estúpido, sin saber a ciencia cierta porqué. —Si no me hubieras llamado reprobamos la exposición —alega Hakudoshi. Sus líneas de pensamiento parecen entrelazarse, uniéndose en una. Ambos lo piensan, Kohaku es un estúpido. La línea se quiebra, difiriendo en el pensamiento del Sonozaki: Hakudoshi es un jodido idiota. —No lo entiendo —rebate Kohaku con irritación resguardada, su voz apagándose, su rostro bajando al suelo y sus hombros encogiéndose—. Pareciera que no te importara que aquél tipo te diga maricón. —No me importa eso, Kohaku, hay palabras más hirientes —concilia Hakudoshi despreocupadamente, por vez primera enfrentando la castaña mirada. Kohaku se sorprende, se le seca la boca y se le altera el pulso, porque aquello definitivamente no puede estar pasando—. ¿Por qué te importa tanto lo que haya dicho? —cuestiona Hakudoshi, con su voz pausada y tranquila, otra sonrisita burlesca bailándole en los labios, la soberbia en el gesto. Kohaku se detiene, su rostro congelándose, sus miembros tensándose. A sólo unos pasos, los silenciosos Kanna, Hadrián y Sōta le imitan, los dos últimos extrañados de la situación, buscando una razón; por ello, mirando alternativamente entre Kohaku y Hakudoshi, el último sin detenerse. Kanna avanza hasta su hermano y entrelaza sus dedos, de nuevo. No se despiden, ni siquiera les dan una mirada, como si ese encuentro jamás hubiese ocurrido. Kohaku traga, aunque no empuña sus manos o aprieta la mandíbula, siente la misma impotencia que en las ocasiones donde su padre le omite; sólo que ahora le añade la humillación. ¿Por qué se siente así? No lo sabe, pero sí sabe que quiere irse a su casa, ahora. También sabe que no quiere encontrarse a los gemelos en el camino, así que inicia su caminata y dobla en la primera esquina, rodeando la vía principal. —Chicos, vayamos por aquí —les dices Kohaku, otorgándoles apenas una breve mirada. Ambos están confundidos, saben que ha ocurrido algo grave. Hadrián sabe que el culpable es Kagami-san, así que frunce el ceño en su dirección, oprimiendo sus puños para no ir hasta él y enfrentarlo como dice Inuyasha. Sōta es más sensible, sabe que por hoy Kohaku vivirá de los silencios por tanto no insiste. Cuando ambos se miran, deciden sólo seguir a su amigo, aunque se estén alejando de la vía principal y se les vaya a hacer tarde. (Estaré allí, cuando lo necesites). - Notas Finales: Agradecimientos a todos los que postearon, encarecidamente. Ni siquiera puedo pedir que disculpen la tardanza, porque no está en mis planes fallecer. Por favor, si reciben el MP con la respuesta a sus RR, háganmelo saber. (1) Promises: Adema. (2) Basket Case: Green Day. (3) Between Angels and Insects: Papa Roach. (4) y (6) Q: Alice Nine. (5) Akatsuki: Alice Nine. Opening de Meine Liebe Weader. ¿Comentarios, dudas, críticas, incongruencias, amenazas de muerte y balazos? No dudéis en dejar un RR.
Re: And start with... ¡Mi amor! *-* Eres un idiota! ò.ó Casi me da una embolia leyendo tu continuación u.ú ¡Me caes mal ò.ó! Me alegra que usaras la canción Akatsuki y Q. de Alice Nine : )... esas songs son geniales *-* Lo de Kouga y Ayame me dejo "Out"... yo muriendome aqui y tu dandome infartos u.u... no no no no no! Este capi me dejo bastante confundida @.@ (de por si soy distraida y ando enferma . _ . ¡Mala combinación!) Ya lo sabes, te odio y me caes mal :o. : ) <3
Re: And start with... El inicio me dejo igual que como si no hubiera leido nada o,o La pequeña reunion con Lin hizo que me partiera risa x'DDDD. Las elegantes palabras de Naraku y la cagada de Koga... eso fue lo MAS xD. Y lo de Kohaku y Haku me dejo confundida, no entendi muy bien (y mira que eso ya es extraño o,o). Aun asi, se vio el gran parecido entre estos personajes y los de Rumiko :3 Espero nada paciente el siguiente capitulo. Asi que soluciona tu problema de registro inmediatamente ><!
Re: And start with... Hola. Siento ser una mala amiga y no haber comentado antes. La verdad no había estado muy de ánimos. Ok no pienses que me olvide de tú historia. Porque a pesar de que no es lo que yo siempre leo me entretengo. Está cada vez más interesante. Ya quiero saber que fue lo que le dijo el viejo a Sesshoumaru a través de la carta. ¡Por dios! ¡Que cortada de nota la que le hicieron a Kouga! La verdad es que mierdaaa….Tienes toda la razón en eso. Por otro lado Lin. ¡Dios besó a Kikyo! ¿Va haber algo entre ellas? Seria entretenido aunque está más que claro que Lin quiere a Kagura. InuYasha es un baka y Sesshoumaru también. ¡InuYasha no sabe lanzar bien! Y por eso Sesshoumaru se las batea. ¡Ash! Me estresan. ¡Por favor! Intenta no tardarte la vida con el siguiente capítulo, ¿sí? Vale, espero.
Re: And start with... wuaoooo!!! este capi si que estuvo, de lo max!!! esa ayame!!!! tan pervertida, y mira al Kouga, que es que tonto, el muchachito no tiene nada de eso. y tambien me dejo con mucha curiosidad lo de hakudoshi, quiero saber mas. jajajaja si me dio risa lo del beso de Rin a Kikyo, esta tan desesperada!!!jajaja, pero me gusto mucho mas la respuesta de Kikyo, yo tambien hubiera respondido asi!!!! nos vemos muchachito!!!! sessxrin
Re: And start with... wooooooooooooooooooooooou! amor este capitulo si que me ha dejado sin aliento! no lo puedo creer de ayame! dios mio estoi que me muero >.<, creo que lo que me agrando la curiosidad es de hakudoshi ¿? pero eso si estubo de comedia la ecena de kikyo y rin jajajajajaa, creo jack que como escritor eres super! perdon por no haber pasado antes pero por motivz xx no lo permitieron asi que me alegra pasar a dejar huella en tu ff que cada vez es de 100. bessos. sesshogriss.
Re: And start with... No entendii mucho el capitulo xD , el principio y lo de kohaku con haku tampoco quede en las mismas , me rei demasiado con la conversacion de koga , lin y naraku ! Perdona que no te deje la respuesta antes pero no andaba de muy buenos humores! espero la proxima contiii!! chaitoooooop
Re: And start with... Olas Jack! El capitulo anterior estuvo muy bueno, como siempre. Lamento mucho si mi comentario ha llegado algo tarde, pero no tenia internet y estoy con el modem de mi primito xD Nunca habia visto a Kohaku tan molesto... Y tampoco me imagine que Ayame y Kouga pudieran hacer algo así XD Que verguenza mas grande para Ayame, que Ginta los haya descubierto justo en "ese" momento esque... Esperare con ansias el proximo capitulo Sanguitolove