de Inuyasha - And start with...

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Jack Killer, 17 Mayo 2009.

  1.  
    Heather

    Heather Fanático

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    Re: And start with...

    Muy bonita presentación, ¿pero el capítulo?
     
  2.  
    VickyGothic

    VickyGothic Usuario común

    Tauro
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    Re: And start with...

    Te pelaste el capitulo no? jijiji
     
  3.  
    Ami Hoshi

    Ami Hoshi Usuario común

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    Re: And start with...

    Bueno ya lo leí.

    Comienzo:

    No está nada mal pero creo que dejaste a una Lin muy insatisfecha, por lo general en esas relaciones lesbias se deben complacer a ambas, por lo tanto Kagura también debía e masturbarla pero, supongo que es inexperta. El lemmon te quedo muy bien, bastante entretenido.

    Con respecto a lo demás me molesto el pensamiento de Sesshoumaru, es un poco cabezota, pero así nos gusta. En cuanto a InuYasha me quedé con las ganas de que hubiera aunque sea un besito. Y sigo peleando con el hecho de que involucras muy poco a Kagome y al resto del grupo pero, sobre todo a Kagome.

    A mi me causo mucha gracias el ejercicio de la lengua, realmente ellos están lata y lata desde que comenzó el Fan Fic. Yo pensé que ellos sabían sobre la relación de Kagura y Lin, más parece que no.

    Me gustaron mucho las canciones, las conocidas porque vuelvo a recalcar hay otras que ni pta idea.
     
  4.  
    VickyGothic

    VickyGothic Usuario común

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    Re: And start with...

    Empezando por el lemon ¬¬ igualmente pienso kagura no le hiso lo mismo que yo sepa en sexo entre mujeres es asi , pero claro por ser la primera vez me imagino que fue asi , ps no entendi mucho la actitud de lin pero bueh espero que luego se aclare , ps aun quieroo un poquitoo mas!! con inu y sessh!!! alguito mas de no se cariñooo :D y a la pobre de kagome me la vas a dejar sola cm las wayaberas ?

    Aunque igual ahh amo la historia asi como esta sigue asii expero la proxima continuacion!! :D bye!
     
  5.  
    Ludwig

    Ludwig Iniciado

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    Re: And start with...

    ¡Rompiendo todos los esquemas! Me encanta. Anoche me quedé leyendo tu fic e n t e r o, no comenté porque a esas horas mis neuronas trabajan mucho menos. Pero aquí estoy.
    Me sorprende que me haya atrapado, porque soy muy quisquillosa y detesto los cambios; siendo mi pareja favorita Rin & Sesshomaru, para mi cabeza, leer este fic, era un cambio. A pesar de eso, me gustan como se están dando las relaciones aquí. Veo a Sesshomaru como el padre/mejor amigo de Lin y eso me gusta mucho. Me extraña lo bien que asimilé a Kagura con Lin, es decir, no me costó trabajo imaginarlo, de hecho, también me agrada.
    Debo admitir que tu forma de escribir se me hace muy llevadera, comenzaba a leer un capítulo y ya me encontraba en el final, no reparé en la hora que era hasta que terminé de leer el último capítulo. Lo malo fue que no podía escuchar los temas, porque mi hermana estaba durmiendo ToT, aunque por suerte reconocí varios.
    Entiendo a Shippo, cuando le preguntan por su nombre, me dio gracia: me llamo Natasha, no es para nada dificil, pero la gente parece procesar mal la información y tengo momentos parecidos a ese... "Natacha, Natalia" y yo WTF?!.
    Había otros puntos que me gustaron y quería resaltar, pero no puedo porque tengo que irme... quizás te los diga más adelante.
    Me dejaste intrigadaaa, me quería morir cuando terminé de leer y supe que no había más.
    Esperaré impacientemente.
    Besos.
     
  6.  
    Jack Killer

    Jack Killer Iniciado

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    Título:
    And start with...
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    Re: And start with...

    Título: And star with… (Y empieza con…).
    Disclaimer: Los personajes de este capítulo y posiblemente de toda la historia son propiedad de Rumiko Takahashi.
    Resumen: Me gustaría lanzarme a la vida.
    Autor: Jack Killer.
    Parejas: Se descubrirían a lo largo del fanfiction.
    Rating: No menores de 17.
    Categoría: Inuyasha.
    Género: Romance, angs., misterio, AU, posible OoC justificado de algunos personajes.
    Capítulos: 10/?
    ¿Completo?: No.
    Advertencias: Lenguaje adulto, Yuri (relaciones chica/chica), Yaoi (relaciones chico/chico), contenido hetero fuerte, violencia, sado-masoquismo, muerte de un personaje.
    Notas del Autor: Maténme, pero he luchado con este capítulo tres días. Necesito antes que nada maldecir por confundirme a todas las páginas de primeros auxilios que leí, y agradecer a Kotono por sus aclaraciones. Advierto que posiblemente el diccionario y yo nos hayámos equivocado en nuestra escritura en inglés, se aceptan las críticas al respecto. Agradezco a todos quienes comentaron. Recomiendo para su lectura escuchar la canción High de James Blunt.
    Tabla de Personajes:
    Sesshōmaru Dmitryevich Korsakof: Rusia. Su padre: Dmitry (se abrevia Dima). Su abuelo: Nikolay (se abrevia Kolia). Su abuela: Olga. Su tío: Andrey. Sus perros: Irina (se abrevia Ira) y Mijaíl (se abrevia Misha).
    Inuyasha BlackLion: Gales-Gran Bretaña.
    Higurashi Brown Kagome Isabelle: Inglaterra- Gran Bretaña. Su padre: Kentarou Higurashi. Su madre: Catherine Brown.
    Jenice Evans (Ayame): Escocia- Gran Bretaña.
    Kagami Naraku y Kagami Kagura: Japón.
    Lin Gallardo: Venezuela.

    Sin más comentarios. Disfruten el capítulo:

    [FONT=&quot]-(1)[/FONT]
    Little child, be not afraid.
    The rain pounds harsh against the glass
    Like an unwanted stranger,
    There is no danger
    I amheretonight.

    Aparca el auto frente a la casa, colocando las intermitentes. Respira. Lo apaga. Agarra la billetera del asiento copiloto y busca en el bolsillo; encuentra una llave común y corriente que presiona en su mano izquierda. Gira hacia los objetos que siguen sobre el asiento y los mete organizadamente en sus bolsillos, maldiciendo el haber olvidado su móvil. Baja del vehículo, la lluvia le empapa, presiona el botón de la alarma, escucha el sonido característico y camina al pórtico de la casa, abriendo con facilidad la reja sin llave. Al llegar, no toca el timbre ni la puerta, no da una mirada en rededor, sólo mete la llave en la cerradura, escuchando cómo ésta cede con cada vuelta que le da; no son muchas, así que al poco tiempo ha abierto la puerta e ingresado a la casa.

    Al entrar registra la sala, mientras se despoja de la casaca y los zapatos. En el salón sólo encuentra penumbras; no se extraña, ya que Lin tiene complejo de vampiro. Guarda la llave en el bolsillo del pantalón. Maldice que la casa sea de estilo americano y no haberse puesto medias, sintiendo la suciedad en sus pies. Anota en su mente que Lin hoy no ha limpiado, eso significa que está triste. Contempla brevemente la figura de una virgen cuyo nombre no conoce, siente un escalofrío: los ojos de la figurilla se ven malditamente reales. Aparta la mirada y saca el encendedor, abre la tapa para que la ligera luz del fuego le ilumine lo suficiente y así caminar sin tropezar con las idioteces que Lin insiste colocar ‘para hacer el lugar más ameno’. Cerca de la escalera, sus pies pisan algo viscoso; se agacha y lo pone a la luz del fuego, admira el color vino sucio, y lo sabe.

    Sus presentimientos son verídicos.

    Arruga el entrecejo y bufa mentalmente. Por la dirección, Lin debería estar en la cocina. Se irguió, avanzando inmediatamente por el largo pasillo que conducía a la habitación. En el camino el rastro levemente continuaba y se dispersaba con sus pisadas nada preocupadas en la moqueta. Leves sollozos se percibían más nítidos a cada paso.

    Qué estupidez habrá hecho esta vez.

    Las luces de la cocina estaban encendidas, permitiéndole apreciar el espectáculo: Lin de rodillas en el suelo, cerca del lavaplatos, con la muñeca izquierda sangrando. La chica parecía semiinconsciente, pálida y ojerosa, presionando levemente los antebrazos contra su vientre, envueltos de manera apresurada.

    Sesshōmaru ni siquiera se tomó unos segundos para sí mismo, para caer en shock.

    La arruga en su frente se intensificó. Sus pasos apresurados resuenan con fuerza, intentando que Lin los escuche, en dirección a uno de los gabinetes al extremo derecho de la habitación. De allí extrae un botiquín de primeros auxilios de tamaño irrisorio, y al tiempo saca un par de guantes de látex. Abre la nevera, extrae una cubeta de hielo que vacía sobre un cuenco rosa y la coloca en cualquier lugar. Mete ambas manos dentro de los guantes, abre todo lo que necesita ser abierto dentro del botiquín y los acomoda de tal modo que no se derramen. Coloca a su alcance el botiquín junto al hielo a un lado de Lin.

    La chica parecía drogada. Está sudada, pálida, tiritando.

    —Eres una estúpida —masculla sin proponérselo—. Dijiste que no ibas a llorar, perfecto, te cortas sobre la vena en reemplazo.

    Con delicadeza y fuerza medida toma el brazo de Lin. Como siempre, tan terca como ella sola, trata de impedirlo. Hábilmente, busca las venas radial y cubital, presionándolas para parar el sangrado. Lin se retuerce como un pajarillo herido buscando alejarse.

    —Esto no es terquedad, es estupidez —recalca—. Es inconcebible que pretendas enamorarte —escupe la palabra—, de una negada sexual.

    Se acerca a su rostro, mirando los ojos temerosos y desenfocados. La palabra ‘enojo’ no puede describir con presteza lo que siente Sesshōmaru. Sin recato, con la mano derecha toma el rostro de Lin y le obliga a dejarse besar. (Vuelve, ahora). Lin suelta un jadeo de sorpresa, apartándose, por consiguiente, relajando su cuerpo. (Basta de jugar). Sesshōmaru le hala el brazo, colocándolo un poco más arriba del corazón, aún presionando las venas.

    —Algún día tendrás que cuidarte tú misma —sentencia con dureza. Aparta su mano de la muñeca de Lin, girándose hacia el botiquín.

    Toma un palito de polo, un grueso trozo de algodón y un paquete de gasa. Con más delicadeza de la creíble para su estado emocional, aplica un torniquete en el brazo. Vuelve a presionar las arterias y con la mano derecha coloca bajo la herida un puñado de hielo.

    —No me dejes sola… —susurra Lin.

    —¿Y estás viva? —pregunta con patente sarcasmo.


    —No me dejes —ruega Lin a su vez.


    —¿Morir? No lo haré, vas a vivir para enfrentarte a esto —jura. Lin sonríe, aún llorando, temblando, sudando y pensando que todo aquello es un sueño. Con lentitud, se inclina sobre el pecho del ruso—. Como te duermas, empezaré a cantar el himno nacional ruso.


    A Lin le encantaría reír, pero tiene miedo. Ya no quiere morir, ni quiere darse por vencida; no quiere perder completamente a Kagura, ni decepcionar a Sesshōmaru. No quiere morir en un país extranjero, ni mucho menos con la vida por delante. No quiere morir sin pedirle perdón a su madre por matarla, ni morir sin decirle a su padre que lo amaba. No quiere que todo acabe ahora.

    Por favor, sálvame… Piensa con desesperación.

    El sangrado aminoraba con lentitud pero progresivamente; con suerte, no tendrá que llevarla a emergencias. Al ver los progresos, Sesshōmaru siente alivio. Cuando siente que su camisa se moja aún más, sabe que Lin ha obedecido, y posiblemente, ha entendido algo de lo que dijo.

    [FONT=&quot]-(1)[/FONT]
    Well, now I am grown,
    And these days have shown
    Rain's a part of how life goes.
    But it's dark and it's late,
    So I'll hold you and wait
    'til your frightened eyes do close.

    Cuando el sangrado se detiene, se apresura a lavar el corte, desinfectarlo y vendarlo. Al sentir el alcohol, Lin grita.

    —¡Paaaraaaa! ¡Paaraa! —para su desgracia, lo hace en español, un idioma que Sesshōmaru no domina.

    Imaginando lo que significaban los gritos, la recuesta en el piso y le inmoviliza el brazo derecho y el tórax con las piernas. No se detiene, aunque Lin llora y ruega lo suficiente para desear que se desmaye (tal vez entonces, se calle). Aplica el vendaje y se levanta para arreglar todos los medicamentos, tomar la gasa restante y el cuenco rosa, lleno de agua fría. Viendo que Lin, auque sigue temblando, está durmiéndose nuevamente, toma algo del agua en la mano y se lo arroja al rostro.

    —Maldición —masculla con hastío Lin, nuevamente en español. Por el tono, Sesshōmaru sabe que fue una obscenidad, así que sonríe imperceptiblemente con sorna.

    Sesshōmaru se desplaza por la cocina, colocando todo en su lugar.

    —Imagino que ahora activarás una barrera contra pensamientos estúpidos, y evitarás que vuelvan a tomar control de tus acciones.

    No tiene especial interés en hablar, como nunca en su vida lo ha tenido. Habla para evitar que Lin se duerma, y para hacerla sentir culpable de lo ocurrido. Sabe que está desarrollando una pequeña venganza por la preocupación, pero se da el gusto.

    —Será mejor que dejes de ver anime, te está atrofiando el cerebro —sabe que cuando Lin despierte, se vengará por esa frase.

    Con todo en su lugar, se acerca a la latina, se arrodilla y la toma en brazos. Recibe una mirada arisca, muestra de que le ha escuchado todo el rato. Y sólo después de haberle demostrado su rechazo a la idea de abandonar el anime, se permite dormir.

    Todo estará bien Se dice, antes de ir al mundo de Morfeo.

    Sube las escaleras con paciencia, permitiéndose tomarlo con calma. Llega a la habitación de Lin, y recuesta a la misma en su cama. Justo ahora, mirando su semblante de cansancio, se pregunta si estuvo bien lo que hizo, si estará bien no llevarla a un hospital. Bloquea el pensamiento, conoce los prejuicios de Lin al respecto de tomar decisiones sin consultarla. Prefiere esperar a que despierte y discutirlo con ella, pero ahora tiene algo más importante que hacer.

    El reloj despertador le señala que son las 9:00pm. Aún estarán despiertos. Busca el móvil de Lin, encontrándolo sobre al velador. Escribe un mensaje de texto, avisando quién es y que está en camino hacia allá.

    Pero antes de irse, limpia con eficacia los excesos de sangre, borrando la evidencia de lo que allí sucedió antes de que fuese muy tarde.

    [FONT=&quot]-(1)[/FONT]
    Little child, be not afraid.
    The storm clouds mask your beloved moon
    And it's candlelight beams
    Still keep pleasant dreams.
    I am here tonight.

    Estaciona el auto frente a la casa para que pudiesen verlo desde la segunda planta. Sale del auto con prontitud, colocándole la alarma al instante. Aquel barrio podía tener cualquier característica, menos la de seguro. Avanza a la casa con paso rápido. Naraku le abre la reja, espera a que él entre y la vuelve a cerrar. Ambos caminan hasta la entrada sin mucha prisa, sin inmutarse por la lluvia. Cuando entran, Kagura los recibe con toallas y una mirada cansada, pero amable.

    —¿Por qué viniste? —Naraku va directo al grano, aunque denota ninguna complicación o molestia, sólo la mera distracción que le hace tener el secarse con cuidado el cabello. Sesshōmaru se acerca a Kagura para tomar la toalla que le ofrece.

    —Para hacer algo que puede arruinar nuestra amistad, pero que Lin nunca hará —explica. Sin que los Kagami pudieran prevenirlo, levanta la mano y abofetea a Kagura—. Cada acción tiene su consecuencia, si estás dispuesta a llevarla a cabo, afróntalas —le dice con tono medido, muestra implícita de su ira.


    El momento parece congelarse. La bofetada ha sido suave, apenas ha volteado el rostro de la chica. Kagura lleva una mano a su mejilla, y siente miedo; sólo Onigumo le había tocado antes, y cuando eso pasaba era el preludio de los golpes que se avecinaban. Con auténtico terror en el rostro, Kagura retrocede y corre, perdiéndose por el pasillo. Una mano presiona el hombro de Sesshōmaru, hace que se voltee para encarar el rostro furibundo y amenazante de Naraku.

    —Esto no arruina nuestra amistad, porque razones no te faltan para hacerlo, pero… —levantó el puño derecho y golpeó la mejilla del ruso, que retrocedió tres pasos por el impacto, sigue retrocediendo por cuenta propia hasta chocar contra la pared, y apoyarse en ella de manera elegante—. Nadie golpea a mi hermana —dictamina.

    Sesshōmaru inhala profundamente. Exhala, inhala, y vuelve a exhalar. Sabía que el golpe le iba a doler, no sólo en el rostro, también en el orgullo. Respira, para así controlar sus emociones y bloquearlas. Naraku, frente a él, hace lo mismo. Ambos se miran a los ojos y ven la culminación de ese encuentro.

    Con medida calma, ambos se acercan y se dan la mano, aplicando la mayor fuerza posible en el acto. Se separan de nuevo. Sesshōmaru le tiende a Naraku la toalla que no sabe cómo, aún sujeta con su mano izquierda; Naraku la acepta.

    —Nos vemos el lunes —se despide el japonés, el ruso asiente en forma de despedida.

    Naraku abre la puerta, y ambos caminan el corto sendero que lleva a la reja, mojándose todavía más gracias a la insistente lluvia.

    —Hoy llovió —comenta Naraku, con un tono de aceptación.

    —No, aún llueve —rectifica Sesshōmaru, avanzando hasta su auto.


    Un destello de comprensión ilumina los oscuros ojos del japonés, que cierra la reja de nuevo y alza la vista hacia la ventana. Posiblemente, sus hermanos estén observándolo en este momento.

    [FONT=&quot]-(1)[/FONT]
    Little child, be not afraid.
    Though thunder explodes
    And lightning flash
    Illuminates your tearstained face.
    I am here tonight.

    Suspira profundamente. Fue una noche de mierda.

    Mira la hora en el despertador, casi sobresaltándose. Casi, un Korsakof nunca se sobresalta. Risiblemente, son la 10:00am; no recuerda haberse despertado tan tarde alguna vez, ni cuando Inuyasha vacacionaba en su casa. Con parsimonia se levanta de la silla giratoria, sintiendo el resentimiento de su cuello, por la posición precaria en la que estuvo toda la noche. Parpadea rápidamente, ahoga un bostezo, mira por la ventana. Hoy el clima es agradable. Le echa una ojeada a Lin, que duerme no tan profundamente como agradecería fuese.

    Lin contrae el rostro, respira en pequeñas bocanadas y mueve sutilmente las piernas. Pensando en que tal vez el recuerdo de Kagura le haga respirar tranquila, le roza los labios. Lin suspira y sonríe, relajándose un poco, sin normalizar aún su respiración.

    Interesante manera en que los recuerdos tienen dos caras. Piensa para sí, advirtiendo con amargura que Lin seguirá sufriendo por la hermana de Naraku.

    Camina al baño, abre la puerta, entra al cuarto y deja la puerta abierta adrede. Mea, se lava los dientes y el rostro. Se observa en el reflejo del espejo: las ojeras, el despeinado, la palidez y los ojos ligeramente rojos por el desvelo le hacen ver patético; toma el cepillo de Lin y se peina el cabello con calma (disfrutándolo secretamente), deteniéndose en las puntas gracias a los nudos. Cuando termina, toma una muñera del cofrecito rosa y morado que Lin mantiene en el baño para ello, se asegura de que no sea de color ridículo y se hace una coleta. Levemente, recuerda que Lin tiene el cofrecito allí porque cada vez que se va a lavar el cabello olvida quitarse la muñera, y le da pereza caminar hasta su tocador.

    Sale del baño, le dirige una mirada de soslayo a Lin. Sigue durmiendo no tan plácidamente. Abre el armario en completo silencio, hurga entre los cajones hasta encontrar un pantalón pirata y una camisa que le pertenece, revisa un poco más hasta encontrar la ropa interior, para acomodar el ropero a su estado inicial.

    De un año para acá Sesshōmaru almacena desde trajes de etiqueta hasta ropa veraniega en la casa de Lin. Es algo práctico, en realidad. Así fue que lograron vestirse para ir al cine, y así él logra vestirse cuando va atrasado a algún lugar sin tener que conducir más de una hora para llegar a su casa.

    Deja la ropa en el lavamanos y sale al corredor, dejando la puerta de Lin abierta. Entra al cuarto de invitados, abre el armario y saca una toalla verde oscuro. Regresa a la habitación de Lin y se mete al baño, dispuesto a darse una ducha.

    Sin poderlo evitar, parado bajo la regadera, su mente empieza una danza de divagaciones sobre el día anterior. Puede estar arriesgando su situación con Naraku y con Kagura, como bien pudo haber provocado una infección en la herida de Lin. Sabe que lo más sensato sería llevarla a un hospital, pero no puede porque los hospitales hacen muchas preguntas; no desea que Lin lleve en su expediente la cortada, mucho menos que se crean capaces de decidir mandarla a un psicólogo. Se pregunta si su padre le habrá contestado, o si esperará hasta volver a Japón. Le irrita la incertidumbre. Cae en cuenta de que Inuyasha posiblemente le haya llamado entrada la noche para saber si sus presentimientos se habían cumplido; debe estar además de preocupado, enojado; nunca le ha gustado que lo dejen con la duda.

    Cierra los ojos entregándose a la sensación del agua, despegándose de sus emociones.

    Que sea lo que tenga que ser.

    Cierra la regadera, toma la toalla, se seca, se viste y sale del baño. Echándole una última ojeada a Lin, calcula que podría bajar en busca de comida sin que despierte. Después de todo, el shock debió dejarle un cansancio de mierda. Y sale, baja las escaleras y se encamina a la cocina. Registra la moqueta con los ojos, sonriendo con arrogancia al ver las pocas secuelas que tiene ésta de la sangre de Lin. Entra a la cocina, directo al refrigerador. De allí extrae al charcutería, lechuga, tomate y cebolla, mayonesa y ketchup. Abre el gabinete al lado de la nevera, de donde saca la bolsa de pan francés; cierra el gabinete. Enciende una de las cuatro hornillas de la cocina, coloca encima un sartén y lo deja calentar a baja llama. Lava las verduras, y prepara su minisubmarino. Lo pone a la sartén, toma la tapa de alguna olla, lo presiona y lo tuesta. Cuando está listo, lo coloca sobre la mesa, en un plato. Abre la nevera, y rebuscando, justo como suponía, encuentra una botella de ‘GatoNegro’. Busca en los gabinetes una copa. Al encontrarla vierte allí el vino, degustando el olor. Se sienta a la mesa, con la comida dispuesta, separa sus labios, dirige el pan a su boca y…

    Suena el hijo de puta teléfono.

    Observa con ira al pan, culpándolo silenciosamente con la mirada. Quita la servilleta de los pantalones negros y la tira sobre la mesa. Echa hacia atrás la silla, se levanta, acomoda la camisa negra sólo por costumbre, e inicia el paso hacia el desgraciado aparato.

    —Aló —responde escuetamente, con la única intensión de hacerle saber al intento de ser humano útil para la sociedad que ha interrumpido su desayuno, que puede hablar.

    —¿Sesshōmaru? —cuestionan al otro lado de la línea.


    —Inuyasha, ¿Qué ocurre? —decide cortar el rollo, no está de humor para rodeos.


    —¡Malditoo! ¡Te estuve llamando toda la puta noche, todalaputanoche sin pegar un ojo! ¡Te busqué por todos lados y me vienes a preguntar que qué mierda ocurre! —gritaba fuera de sí.


    —Inuyasha, como Lin se despierte por tus alaridos, puedes darte por muerto —amenaza cortantemente.


    —Idiota —reprocha—, me hubieras callado —observa distraído el techo de su habitación—. Sesshōmaru… —llama, su voz alterándose hasta una seriedad poco conocida en él.


    —Se supone estoy al otro lado de la línea —recalca, demostrando que le presta atención. Sus ojos se dirigen a la escalera.


    —¿Recuerdas al profesor Gaaramaru?


    —¿El de ciencias sociales?


    —Sí —la inquietud en la voz de Inuyasha era obvia.


    —¿Qué pasa con él? —peguntó intuyendo a donde iba la conversación.


    —Otra vez le preguntó a Alexander por I-chan —explicó.


    —¿Van a hacer algo al respecto? —el sabor de amargura le llenaba la boca. No era por Kagome, ella sólo le importaba porque era la hermana perdida de Inuyasha. El tipo era repugnante, y por lo que se veía, pederasta.


    —I-chan cuando llegó peleó con la señora Catherine, y se encerró en su cuarto. Así que no han hablado al respecto —en su voz estaba presente el tono de deducción, más que de seguridad.


    —Ven a la casa de Lin —ordenó con poca sutileza.


    —Supongo entonces que debo imaginar lo peor —añadió Inuyasha con una sonrisa socarrona. En realidad, Sesshōmaru no fue el único que lo mantuvo despierto.


    —Ven —reiteró el ruso, cortando la comunicación. Al instante, subió a revisar a Lin.


    [FONT=&quot]-[/FONT]
    (1) Little child, be not afraid.
    The wind makes creatures of our trees
    And the branches to hands.
    They're not real, understand.
    And I am here tonight.

    —Isabelle, open the door. Now / Isabelle, abre la puerta. Ahora—subrayó.

    —I can’t, mother / No puedo, madre —rebatió Kagome.


    —Isabelle, it isn’t a joke. Open the door /Isabelle, esto no es una broma. Abre la puerta —ordenó aporreando la puerta con suavidad.


    —I don’t want to do it /No quiero hacerlo —su terquedad era historia. Pero eso lo había heredado de los Brown.


    —I don’t care if you want or not. I order you open the door! /No me importa si quieres o no, ¡Te ordené que abras la puerta!


    —No! —gritó, cubriéndose la cabeza con la almohada.


    —Ok, if you don’t want open it, I’ll open /Bien, si no la quieres abrir, la abriré yo —resolvió. Encajó la llave y le dio una vuelta completa, escuchando como el seguro cedía.


    [FONT=&quot]La habitación se iluminaba por las ventanas, que rebelaban el esbelto cuerpo de Kagome desparramado en la cama. La respiración irregular y el temblor en los hombros eran claros signos de llanto. La imagen hizo renacer su instinto maternal, su ira se dispersaba entre lagunas de comprensión, intuyendo que su hija sentía que ya no lo soportaba.[/FONT]

    —I’ll be there for you, Isabelle —susurró confidencialmente. Sentada en la cama, acariciando la espalda de su hija, era inevitable pensar el cuándo todo se había complicado.

    Sin la presencia de su esposo, llevar la casa a cuestas se hizo menester de todos los días, aunque no por ello era fácil. Agradecía tener sólo dos hijos, y a un padre maravilloso. Agradecía a su gato dormilón que no causaba desastres, y agradecía que no fuera necesario que ella trabajara. Agradecía a las amigas que siempre tenían una tasa de café para el alma (2) cuando lo necesitaba. Agradecía la ubicación de su casa, donde contemplaba el amanecer con tranquilidad. Pero extrañaba a Kentarō. Ella no era suficiente para los dos, y Alexander estaba creciendo; Inuyasha era un gran chico, pero no era un modelo a seguir. Alexander necesitaba un padre que estuviera con él más de tres veces al año. Y tal vez… Ella como madre no era suficiente para Isabelle, y necesitaba la protección de Kentarō.

    Isabelle aún lloraba, ni siquiera se había quitado la almohada de la cabeza para reclamarle la invasión a su privacidad. Suspiró.

    A veces... Te necesito tanto…

    Fugazmente, una anécdota voló a su mente. Observando los matices que el sol decadente dibujaba en la habitación, recordó la vez en que Isabelle, el 12 de Septiembre (3), soñó que su padre moría en un accidente de avión. Kentarō le estuvo cantando toda la noche, hasta que cayó profundamente dormida, hasta el día siguiente.

    Su voz no era magnífica, pero… Nada perdía con intentarlo. Recordó una de sus canciones favoritas de James Blunt, se aclaró la garganta y empezó a cantar:

    —(4) Beautiful dawn -Melt with the stars again —Isabelle aflojó los dedos sobre la almohada—. Do you remember the day when my journey began? Will you remember the end (of time)? —La respiración de Isabelle se acompasó un poco—. Beautiful dawn -You're just blowing my mind again —Se oyó un sonido de mocos sorbiéndose—. Thought I was born to endless night, until you shine. High; running wild among all the stars above —Isabelle levantó un poco la cabeza, aunque su madre no pudiera verle el rostro—. Sometimes it's hard to believe you remember me.

    Se quedó tarareando, acariciando en círculos la espalda de su hija.

    —Why me...? /¿Por qué yo? —preguntó Isabelle a la nada. Pasados unos segundos, se quitó la almohada de la cabeza y volteó hacia su madre, revelando sus más que enrojecidos ojos, su hinchado rostro y su expresión de tristeza, ira, rencor, angustia, confusión. Eran tantos sentimientos que se agolpaban en su interior, que a duras penas podía reconocer algunos de ellos.

    —I don’t know, honey. But, it's better than thinking about what to do to go watch you /No lo sé, cariño. Pero es mejor que pensemos sobre qué hacer para cuidarte —repuso su madre.


    I'm scared to he approach me Mom, in addition, this step will I have to go to summer school with his class, because He don’t approve me any work /Tengo miedo de que se me acerque, mamá. Además, a este paso voy a tener que reparar su materia, porque no me aprueba ningún trabajo —explicó con cautela, esperando la reacción de su madre.


    So, if it doesn’t change, I’ll speak with the director / Entonces, si eso no cambia, hablaré con el director —prometió en tono conciliador.


    And if he suspects that you know and believe you are looking for revenge? /¿Y si él sospecha que tú lo sabes y cree que buscas venganza? Formuló Isabelle, aterrada de lo que podría pasarle a su madre.


    Isabelle, I'll be careful. In any case, we don’t know what he is capable. Look, I'm going to talk to your brother, so I make sure everything before speaking to your father, okay? /Isabelle, seré cuidadosa. En todo caso, no sabemos de lo que es capaz. Mira, voy a hablar con tu hermano para estar segura de todo antes de hablar con tu padre, ¿Está bien? —preguntó, refiriéndose más a Isabelle que a su opinión al respecto.


    —Ok —responde Isabelle con una sonrisa, que le corresponde su madre. Cuando Catherine sale, Isabelle siente que una lágrima le recorre la mejilla—. Porque no sabemos de qué es capaz, es que tengo tanto miedo… —susurra en japonés con la voz rota por el llanto. Corre a la puerta de la habitación, quita la llave que han dejado pegada a la cerradura, cierra la puerta, pone el seguro y se regresa a la cama.


    (5) Quiero empezar otra vez
    Y cambiarme hasta el nombre.
    Quiero perder el valor que gané por miedoso.
    Quiero fugarme de mí para no ser de aquí,
    Ni de ninguna parte.

    Agarra su BlackBerry e inicia sesión en el Windows Live Messenger, espera a que el aparato cargue la aplicación. A penas inicia sesión, Jenice la saluda.

    Ey, isatkm cmoooo staaas? —Isabelle arruga el entrecejo.
    K n m digas asiiiiii sabs q m molsta mutooo —responde.
    Pero ers Isa y io t kero muto, x esoo t digo asii —Isabelle sonríe, sin proponérselo, Jenice le está dando lo que fue a buscar.
    Yeah es q soi lo mjor (H) —escribe, decidiéndose a olvidarse de todo.
    Tas loook io soi lo mjor (H) —ríe, pensando en lo fácil que Jenice puede sacar de la depresión a cualquiera.

    [FONT=&quot]-(1)[/FONT]
    And someday you'll know
    That nature is so
    This same rain that draws you near me,
    Falls on rivers and land
    And forests and sand,
    Makes the beautiful world that you see,
    In themorning.

    —¿Qué le pasó a Lin? —pregunta Inuyasha. Está recargado contra el lavaplatos, frente a un Sesshōmaru que degusta apacibilidad su vino. Ambos tienen un cigarrillo encendido en la mano. Inuyasha lleva el suyo hasta sus labios, y da una profunda calada. Los ojos del ruso han seguido el movimiento, oscureciéndose un poco al contemplar cómo el humo sale de las fosas nasales y boca del británico.

    —Se cortó las venas —responde a quemarropa. Inuyasha se ahoga con la segunda calada, se golpea el pecho tratando de aliviarse pero no lo consigue. Camina hasta el rubio, le arrebata la copa y bebe como un superviviente. Sesshōmaru observa cómo la luz de la ventana le recorta la silueta.


    —Eres un experto en la delicadeza, es más, deberías trabajar en las escuelas de buenos modales —reprima sarcásticamente. Unas lagrimillas salen de sus ojos, algo rojos—. Desde hace aaañooos que no me ahogaba con un pito, y tú vienes a arruinarme el récord.


    —Años mentales, imagino, la cara de santurrón que tienes no me ayuda a creerte —ataca, sonriendo con socarronería.


    —Tantos años como los de mi puño —amenazó, agitándolo como muestra de sus intensiones—. Cambiando de tema —dice, sentándose en una silla frente al ruso—¸ ¿Qué te pasó en el rostro? —pregunta dándole una vaga caricia con la yema de los dedos en el pómulo izquierdo. Sesshōmaru entrecierra los ojos ante la caricia; ésta es cálida, pero aún siente dolor en la zona, después de todo sólo se aplicó una crema la noche anterior, y la hinchazón no ha bajado.


    —Naraku me golpeó porque abofeteé a Kagura —responde con voz monótona. La mano de Inuyasha se detiene un instante, y reanuda sus caricias. El momento es demasiado íntimo.


    —¿Por qué? —pregunta desconcertado.


    —Lin no iba a hacerlo —responde con paciencia. Inuyasha parece dispuesto a replicar, pero una mirada suya basta para que espere—. Lin no puede rebajarse a pedir las migajas de Kagura, a ser su sex toy cada que le plazca.


    —Entonces Kōga y yo teníamos razón y se fueron a follar —dice suspicazmente. Se encoje de hombros despreocupadamente—. Creo que si ellas acordaron sólo jugar, no deberíamos meternos en ello Sesshōmaru; además, Lin siempre mira a Kagura con devoción, pero Kagura mira a Lin como si —parece pensarlo un segundo. Arruga el ceño, frustrado por no saber cómo seguir—… Kagura no mira a Lin de la misma forma —finiquita.


    —¿Qué es lo que sabes? —pregunta el ruso con una mirada filosa.


    —Sólo lo que vemos el lobo y yo—asegura, y no miente—. Sesshōmaru… ¿Lin ama a Kagura verdad? —pregunta mirándolo a los ojos, buscando franqueza.


    —Pero Kagura no ama a Lin… —responde dubitativamente siguiendo la línea de pensamiento de Inuyasha. De este modo, le ha dado una implícita afirmación.


    —Exactamente. Si Kagura la amara… No hubiera necesitado que le abofetearas, porque se hubiera dado cuenta desde el principio de las intensiones de Lin y no hubiera dicho que sí —asegura Inuyasha, haciendo círculos con sus dedos en la mejilla del ruso.


    —No puedo consentirlo —afirma Sesshōmaru.


    —Sesshōmaru, ¿Alguna vez has sentido deseo por mí? —le pregunta Inuyasha en voz confidente.


    Algo extraño se esconde en esa pregunta, fuera del pensamiento que el británico quiere inculcarle.

    —Sí, ¿Y tú a mí? —responde, queriendo conocer el qué. Inuyasha parece descolocado, aunque se repone al segundo siguiente.

    —Sí —afirma, sintiendo cómo se le acelera el corazón—. Imagina que nosotros folláramos —pide—, ¿Sería por amor? —Sesshōmaru analiza la pregunta, sintiendo que la respuesta del qué se le está escapando. Su ceño se arruga levemente, porque la respuesta logra huir al final. Encara a Inuyasha, y responde:


    —No —Inuyasha siente que algo se destroza en su interior. Sin saberlo, Sesshōmaru le está rechazando. Traga con dificultad, notando que sus ojos están algo llorosos.


    —Eso fue lo que pasó para Kagura —explica. Increíblemente, su voz suena normal. Interiormente, lucha por mantener la compostura.


    —No puedo aceptar que por su culpa Lin esté así Inuyasha, no intentes que lo haga —rebate con ira. Le da una profunda calada al consumido cigarrillo que apenas había tocado.


    Inuyasha lo mira confusamente. De repente, algo hace clic en su mente. Sonríe con diversión, entendiendo ahora las razones del ruso. Borra la mueca del rostro cuando éste lo mira de manera sombría y amenazante. Su rostro se torna serio. Echa hacia atrás la silla, se levanta y camina hasta posarse detrás de Sesshōmaru. Y le abraza por los hombros, atrayéndolo al hueco bajo su quijada, encerrándolo en sus brazos.

    —Lin estará bien —susurra el británico confidencialmente.

    La comprensión se propaga sobre la mirada de Sesshōmaru, regalándole un poco de calidez. Se deja hacer, y se recarga contra el pecho de Inuyasha.

    Mentalmente, ríe al pensar que ya no es él quien consuela a Inuyasha en las terribles noches de lluvia, sino Inuyasha el que le abraza cuando la realidad se hace terrible.

    [FONT=&quot]-(1)[/FONT]
    For you know, once even I
    Was a little child
    And I was afraid
    But a gentle someone always came
    To dry all my tears
    Trade sweet sleep for fears
    And to give a kiss goodnight

    —¿A qué se debe el milagro de que respondas tu inútil móvil, hijo? —preguntan al otro lado de la línea, apenas presiona la tecla verde el celular.

    Sesshōmaru reconoce la voz, pero se muerde la lengua para evitar cuestionar su identidad.

    —Disculpe usted, abuelo —dice sumisamente, siguiendo la conversación en ruso.

    —No será necesario pues imagino tendrás una razón —presiona. Su voz es gruesa y demandante, como la de una persona acostumbrada a exigir.


    —No se equivoca —afirma, mientras se afeita con cuidado el vello facial—. ¿Qué se le ofrece, abuelo? —indaga respetuosamente.


    —¿Estás sentado, hijo? —pregunta el anciano con expresa burla. Sesshōmaru, percatándose de la seriedad que llevaba consigo el asunto, prefiere alejarse la afeitadora y evitar un acto estúpido.


    —Está tentando a mi curiosidad, abuelo Kolia —advierte sin amenaza. Su rostro se mantiene apacible, pero sospecha las razones.


    —Tentaré a tu cordura ahora, Dima —anuncia—. Tu padre ha discutido con tu abuela y conmigo tu propuesta —suspendió su discurso por capricho, buscando probar la buena educación de su nieto. Pasa un minuto, nota; su nieto no ha dicho nada. Sonríe con velado orgullo al ver su compostura—. Olga y yo te daremos todo nuestro apoyo económico, y si es posible, también en la logística. Tu padre se ha excusado en su trabajado, pero Dima, espero sepas donde mirar —resalta.


    Entonces el primero en la lista ha de ser mi padre Piensa Sesshōmaru mientras contempla su reflejo en el espejo.

    —Ira y Misha afilarán el olfato —promete, su voz no se altera un ápice.

    —Imagino entonces que acerté con mi regalo —comenta Nikolay con gracia.


    —Así es. Los perros policías no tienen tan buen olfato.


    —Debo colgar, Olga está caprichosa hoy —se excusa.


    —Envíele mis saludos, abuelo —pide con un leve deje de preocupación.


    —La operación salió bien y se está recuperando de la miopía, pero aún quiere que esté como su esclavo —comenta seriamente.


    —¿Cuándo vuelve padre? —cuestiona. Necesita saber cuánto tiempo dispone para moverse.


    —En dos días, después de que le den de alta a Andrey —responde. La sonrisa orgullosa aún tildando en sus labios—. Dima —llama con voz sombría.


    —Dígame abuelo Kolia —se muestra solícito.


    —Dame dos nietos, no me quites otro —pide, su voz denotando un cansancio extremo, aquel cansancio que sólo se acumula luego de años de lucha y decepciones. Sesshōmaru siente una ligera desazón.


    —Cuídese, usted y la abuela, que aquí llegan sus palabras —asegura y cuelga.


    Mira largamente el aparato, sintiendo sutilmente un soplo de añoranza; recuerda que no ha visto a Nikolay y a Olga desde navidad. Es increíble como puede apreciar a dos viejos quisquillosos con mayor ahínco que a sus padres. Nikolay nunca utiliza la palabra ‘hijo’ para referirse a sus dos vástagos, la palabra es únicamente utilizada con él, y relata cuando los tragos de vodka están haciendo efecto, que también lo utilizaba con Yura y Dasha, sus hermanos. Secretamente, se regodea de ello, sintiéndose más hijo de Nikolay que de su padre, viendo a Dmitry y a Andrey como intrusos en una relación que nunca fomentaron.

    Respira profundamente y se pregunta qué demonios tiene que ver su padre en la desaparición de sus hermanos.
    [FONT=&quot]-[/FONT]

    Notas Finales: Agradezco a los comentarios que me hicieron darme cuenta que no estoy adelantando la trama. Agradezco a Rocío de Manantial, aunque sé que no está leyendo esto, por su ayuda. Lamento la demora. Los RR del capítulo 8 pronto serán contestados.

    (2) La frase es sacada del nombre del libro ‘Una taza de café para el alma para mujeres’ de Vredevelt Pam. En lo personal, aunque el título sea curioso y cómico, es tan aburrido que me dormí en las primeras páginas, por suerte, madre llegó a gritarme por estar leyendo el libro que le iba a regalar a su amiga. No era mi culpa, nadie quería comprarme Abril Rojo.
    (1) Lullaby for a Stormy Night: Vienna Teng.
    (3) 12-07-2001: El 11-07 ocurrió el atentado terrorista contra las torres gemelas, por la cantidad de información y el descuido al respecto, Kagome consiguió inspiración para su pesadilla.
    (4) High: James Blunt. Traducción:
    Un precioso amanecer-se funde con las estrellas, de nuevo.
    ¿Recuerdas el día en el que comenzó mi viaje?
    ¿Recordarás el final (de los días)?
    Un precioso amanecer-estás otra vez golpeando mi mente
    Pensé que había nacido para una noche interminable, hasta que tú brillaste.
    Fascinado; corriendo salvaje por entre las elevadas estrellas.
    A veces es difícil creer que te acuerdas de mí.

    (5) Quiero: Ricardo Arjona.
     
  7.  
    Ami Hoshi

    Ami Hoshi Usuario común

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    Re: And start with...

    Bueno, no sé si a estas alturas soy la primera en comentar pero aquí voy.

    Tal vez sea algo caprichosa y, tal vez por mi capricho el comentario mió de hoy, tal vez no te guste. El Fan Fic no está nada mal, aunque quedaría mucho mejor si fuera original, porque prácticamente lo es. Solo que lo has adaptado a InuYasha. Aunque, sí mal no creo tu escribes un capitulo, conforme te llega la inspiración, para mi esta historia, es algo así como parejas múltiples.

    En realidad mi punto es: Que soy muy conservadora en cuanto a las parejas básicas; refiérase IxK, SxK, MxS, entre otras variaciones. Tengo que admitir, que odio –y no sé por qué- la pareja SesshoumaruxRin, y todo lo que tenga que ver con respecto a este individuo –Rin.

    Siendo objetiva, el capitulo fue igual que los demás. Entretenido y bastante gracioso. Y no pienso volver a recalcar lo que me gustaría, puesto que el Fan Fic no se basa en complacerme a mi. Como tal he llegado a creer que muy subconscientemente te arraigas más a la pareja RinxSesshouxInuYasha.

    Te felicito y aliento para que sigas pero, me siento un poco desanimada. Porque, por lo que veo, en esta historia no hay Sesshoumaru Kagome. No lo sé, veamos que depara el escritor.

    Te sigo leyendo.
     
  8.  
    sessxrin

    sessxrin Fanático

    Virgo
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    Re: And start with...

    hoi hoi!!!!
    llegue iop, tu horrible pesadilla jajajaj. ,mentiritas jajaja
    me fascino el capi, definitiva,ente es mi preferdio, bueno hasta ahora y tú ya sabes porque, no hay nesesidad de decirlo xD.
    Rin es una completa idiota. cortarse las venas por eso, es una estupides, enamorarse de una persona, ocurre muchas veces, entonces si ninguna le corresponde como ella quiere entonces siempre se va a cortar, que estupides.
    kyaaa me encanto la personalidad protectora de Sess, sabia que al menos la queria como su amiga, y no se, tu siempre me dejas ilusionada y luego me votas el balde de agua fira en la cabeza jajajajaj
    como siempre, me gusta como escribes, no tiene mucha complicasion, y lo leo en un momentico. continualo, que me gusta el fic.

    PD:oye, y despues diga que no me gusta el fic, me toco aguantarme esas escenitas SessxInu, creeme, me las queria saltear, pero quise leer, despes no es que vallan a decir que no me gusta el fic.
    sessxrin
     
  9.  
    VickyGothic

    VickyGothic Usuario común

    Tauro
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    Re: And start with...

    Owwww por eso te adorooooojitos que capituloo tenias razon en el mp !!!!!, justamente entendii!!! ahh odio a Lin!! por hacerse eso pero la entiendo U.U , tan caballeroso mi sesshy!

    Veo que tubiste que leerte mucho sobre primeros auxilios o muy capaz encontraste un blog de como cortartse las venas y como curarse luego xD jajaja

    Adoroo esa cachetada que le fue a dar a la idiota de kagura la detesto ¬¬ , pero era muy logico que su hermano la defendiera asi son lo hermanos muy realista esa parte :D
    Me dejo muy feliz ver que el estaba preocupado por inu! y cuando le dijo ven a casa de lin me queria morir!!!! de la felicidad .
    Aunque te odiooo!! con esa pregunta que le hiso inu de que si lo deseaba y me entristecio lo que le respondio :(
    Y ahora entiendo que planes tenias para kagome nomas as dado en el clavo exacto! esto se pone muy interesante

    Lo cual no termino de entender es el rollo con los hermanos de Sessh y de que le hablaba el abuelo me confundi un poco espero que se aclare in the next chapter

    Bueno para no hacer mas largo esto nos leemos bye!
     
  10.  
    sirenita

    sirenita Usuario popular

    Capricornio
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    Re: And start with...

    hay jack cariño perdona por no dejar comentario antes, pero ya sabes como me trata la vida, tu mejor k nadie lo sabe, pero bueno, no me lo puedo creer pobre lin, aunk tmb tengo k decir k entiendo un poko a kagura, al principio no es facil aceptaron, ademas esta confundida, no se k mas decir, exepto k me encanta tu ff y kiero k lo continues pronto
     
  11.  
    Ludwig

    Ludwig Iniciado

    Tauro
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    Escritor
    Re: And start with...

    Sabía que Rin estaba jugando con fuego... qué tonta fue, pero es entendible, al menos para mí. Aún así no voy a culpar a Kagura, es decir, tuvo una vida de mierda, recibiendo daño por la culpa de Onigumo, y cuando las cosas se dan así, por ahí uno daña también, sin ser enteramente consciente de qué tanto. Igual no creo que no sienta "nada" por Rin... veremos. Mientras tanto, es una suerte que pueda contar con Sesshomaru en lo que sea.
    Hablando del ruso, éste capítulo me confundió un poco en cuanto a sus hermanos, en especial por lo de su padre. Me encanta que siempre hable de frente, pero pobre Inuyasha, espero que no se resigne.
    En cuanto a Kagome, ¡qué horror! Espero que el idiota de Ciencias Sociales no le haga nada, o al menos nada extremo.
    En fin, me alegré al ver que había conti, aunque seguiré impaciente por la próxima. Creo que la última vez no mencioné que me gustó mucho ese momento de los personajes en grupo, espero que se de nuevamente :D.
    Besos Jack!

    pd: Detesto al hijo de put# teléfono.
     
  12.  
    Jack Killer

    Jack Killer Iniciado

    Libra
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    Título:
    And start with...
    Total de capítulos:
    14
     
    Palabras:
    7883
    Re: And start with...

    Título: And star with… (Y empieza con…).
    Disclaimer: Los personajes de este capítulo y posiblemente de toda la historia son propiedad de Rumiko Takahashi.
    Resumen: Me gustaría lanzarme a la vida.
    Autor: Jack Killer.
    Parejas: Se descubrirían a lo largo del fanfiction.
    Rating: No menores de 17.
    Categoría: Inuyasha.
    Género: Romance, angs., misterio, AU, posible OoC justificado de algunos personajes.
    Capítulos: 11/?
    ¿Completo?: No.
    Advertencias: Lenguaje adulto, Yuri (relaciones chica/chica), Yaoi (relaciones chico/chico), contenido hetero fuerte, violencia, sado-masoquismo, muerte de un personaje.
    Notas del Autor: Sin excusas, me ha llevado dos días escribirlo, pero las dos semanas en empezar. Les agradezco a todas las que comentaron, y me disculpo por no haber avisado en los anteriores capítulos. Se preguntaran porqué me ha llevado una eternidad pasar a word la continuación, pueden culpar a Diego y Alejandro, mis dos nuevas creaciones (me cargan con dolor de cabeza los condenados).
    Tabla de Personajes:
    Sesshōmaru Dmitryevich Korsakof: Rusia. Su padre: Dmitri. Su abuelo: Nikolay.
    Inuyasha BlackLion: Gales-Gran Bretaña.
    Jan Novotný (K
    ōga): República Checa. Hermanos: Mirek (Hakkaku) y Klaus (Ginta). Padres: František (padre) y Jakub (papá).
    Kagami Naraku y Kagami Kagura: Japón.
    Lin Gallardo: Venezuela.
    Abbruzzi Massimiliano (Miroku): Italia. Tutor: Mushin.

    Sin más comentarios. Disfruten el capítulo:
    [FONT=&quot]
    -
    [/FONT]
    (1) Everything's fine in the morning.
    The rain will be gone in the morning,
    But I'll still be here in the morning.

    —Es irrisorio que aceptaras.

    —Te aclaré que eso no destruyó nuestra amistad —recuerda cansadamente—. Además, ¿Llamarme para ir a una joyería? Era demasiado ridículo para dejarlo pasar —explica con una sonrisa burlona, que Sesshōmaru corresponde.

    —Es para Lin —comenta sabiendo el desastre que se avecina. Segundos después, Naraku se ríe en su cara descaradamente.

    —Para Lin —repite con burla—. No me jodas Sesshōmaru —pide en el mismo tono.

    —Calla, troglodita retrógrada —insulta, pero la ínfima sonrisa sigue tildando de sus labios.

    —Eres gay, y vives detrás de una chica tercermundista. Esto no se ve todos los días —remarca Naraku con sorna. Mueve las ventanillas del aire acondicionado, jodido de que le dé justamente en el rostro.

    —¿Sugieres que persiga a tu hermana?

    —Sólo si te transformas en mujer —admite con el rostro serio. El ruso detecta algo en esa frase.

    —¿Cayó en ello? —pregunta interesado. De ser así, Lin destruiría toda barrera contra pensamientos estúpidos y volaría a sus brazos.

    —Cerca. Ayer hablamos de lo que pasó con Lin, y está activando su fase de zorra —explica con tranquilidad.

    —Es enternecedor tu amor fraternal.

    —¿Conoces la palabra enternecedor? —pregunta con fingido asombro—.Cada día se aprende algo nuevo —comenta con aspecto maravillado—. La fraternidad no cambia que sea una zorra, y todas las zorras son inteligentes. Sólo falta que comience a desempolvar su cerebro —explica con desinterés, dando el tema por zanjado.

    —Espero que Lin no vuelva a cortarse las venas —admite el ruso que, aprovechando el semáforo en rojo, cambia las canciones hasta encontrar ‘I don’t wanna miss a thing’ de Aerosmith. Pasado el ligero shock inicial, Naraku recupera el habla.

    —No pensé que fuera tan estúpida —susurra.

    —Yo tampoco —coincide Sesshōmaru, poniendo en marcha el vehículo. Se instala un ligero silencio—. Vamos a la joyería para encontrar algo que esconda las marcas —revela parsimoniosamente.

    —Lin no lo aceptará —advierte Naraku, conociendo el orgullo de la venezolana en materia de dinero.

    —Sé qué hacer para que lo acepte —tranquiliza.

    El silencio cómodamente se instala entre ellos, y mientras Sesshōmaru tararea la canción, Naraku dirige sus pensamientos a recapitular dos noches atrás, después de que Kagura llegara a casa.

    Kagura llegó antes de las 7. El rostro de relajación y tranquilidad de Kagura era tan extraño… Hahaue parecía más tranquila sólo con estar con ella.

    —Kagura-onee-san está rara —fue lo primero que dijo Kager
    ōmaru cuando la vio, parecía divertido por eso.

    —¿Eso está bien? —preguntó Juur
    ōmaru, con desagrado.

    —¿Hermano? —pidió mi aprobación Kagerōmaru, yo asentí, y Kagerōmaru iba a responder cuando Kagura apareció por la puerta cargando a Kanna en un patético intento de bailar vals. Aunque no dijo nada, nosotros y Hakudoshi nos quedamos callados observando confundidos la escena.

    —Star Wars, parte III —dijo Hakudoshi con una voz de dimensión paralela.


    —Haku-chan, no deberías insultar a tus mayores —lo regañó Kagura con la voz muy blanda.


    Los cuatro nos miramos y salimos hacia el segundo piso, sintiendo que íbamos a vomitar.


    —Para nosotros, está mal, para ella, está bien —explicó Kager
    ōmaru, que recordó que no había respondido a la pregunta. Juurōmaru le miró con cara de idiota, porque no recordaba haber preguntado algo.

    Nos atrincheramos en el cuarto de los mocosos a hablar pendejadas. A las 8 quitamos las dos colchonetas sobre las camas de
    Juurōmaru y Kagerōmaru, y los colocamos en el piso entre las dos camas. Kanna y Hakudoshi les pusieron las sábanas, mientras me fui a mi habitación.

    Kagura y hahaue hablaban con alegría sobre pendejadas de mujeres, mientras las dos acomodaban el catre plegable donde duermo. Sentí asco cuando comparé ambas habitaciones y vi que en ninguna de las dos se podía siquiera caminar, abarrotadas como siempre están de artículos de cama. Irritado, fruncí el seño, sabía que Onigumo y Goshinki disfrutaban de sus cuartos, uno para cada uno. Frustrado, tuve que aceptar que era más fácil dormir como sardinas que no pegar un ojo pendiente de que Goshinki no se hiciera el listo con los gemelos, o que Onigumo matara a golpes o violando a hahaue.


    El celular repicó y Kagura lo puso en mi mano, aún sonreía. Leí el mensaje de
    Sesshōmaru, se lo dije a hahaue y Kagura bajó conmigo para acompañarme. Sesshōmaru llegó, le abrí, entramos a la casa. Hablamos, abofeteó a Kagura, lo golpeé por eso. Kagura se fue al segundo piso, él y yo hablamos. Sesshōmaru se marchó, entré a la casa, cerré todas las cerraduras y corrí todas las cortinas del primer piso, luego subí al segundo. Mis hermanos se asomaron de las puertas de sus habitaciones, los cobardicas, pensando que era Onigumo; se asomaron todos menos Kagura. Les pregunté por ella, y ellos me dijeron que estaba llorando en el cuarto, que hahaue trataba de hablar con ella pero ella no soltaba prenda.

    Pensé qué era mejor, y nos metí en el cuarto de los mocosos. Yo me tiré en la cama de
    Kagerōmaru, porque me gustaba estar cerca de la ventana. Kanna y Hakudoshi se acostaron en las colchonetas, pegadas una a la otra, y se volvieron a tomar de las manos. Juurōmaru se acostó en su cama y Kagerōmaru con él, y todos me miraron. Pregunté porqué y Hakudoshi me respondió.

    —¿Qué le pasó a Kagura-onee-san?


    —Nada que ustedes vayan a saber —respondí de mala manera. Mis hermanos me miraron fijamente y por eso terminé respondiendo más por resignación—: no es nada dañino, sólo se asustó, se pondrá mejor pronto.


    —Kagura-nee-san estaba muy feliz y ahora está triste —dijo Kanna. Los cuatro la miramos con atención porque aunque parecía estar en las nubes, estaba escuchando lo que decíamos.


    —Naraku-nii-san, ¿Cuánto tenemos que seguir soportando
    esto? —preguntó Kagerōmaru de repente, con una voz de capricho. Me irrité.

    —Aún falta —respondí con enojo. Él me miró y frunció el seño, pero no me respondió.


    —No quiero soportar al ogro que se supone es nuestro hermano mayor ni soportar al bastardo que es nuestro padre —me dijo después con resentimiento.


    —Vete solo si estás tan apurado —incité cabreado.


    —Acaban de llegar —dijo Juur
    ōmaru alarmado, y se levantó hasta la puerta. Yo lo seguí, y Hakudoshi y Kagerōmaru también.

    —Cierren —ordené susurrando mientras salía.


    Oí como ponían el pasador y el candado a la puerta, y también como la amarraban. Me metí en mi habitación enseguida, haciendo lo mismo que ellos. Vi a hahaue dormida y a Kagura acostada en mi catre. Me desvestí hasta quedar calzoncillos, y me metí también en el catre, casi cayéndonos los dos, por testarudos.


    —No entiendo porqué lo hizo —dijo Kagura, pasado un tiempo. Tenía el rostro hinchado y los ojos rojísimos.


    —Por Lin —respondí, tratando de evocar un poco de lucidez en ella.


    —Pero… ¿Por qué si… —calló, dándose cuenta de algo. ¿Qué habrá sido?

    Nos quedamos en silencio, mirándonos. Ninguno podía dormir, ni los muertos lo conseguirían con los alaridos que pegaba Goshinki y los golpes que le daba a la puerta de la otra habitación, obviamente alcoholizado.

    —¡Eh, Kager
    ōmaru! ¡No te quedes con las putas rubias para ti solo, pásame a la maricona!

    Respiraba lentamente para controlar la ira, jodido de que Goshinki pretendiera follarse a Hakudoshi ‘para enseñarle’. Kagura miraba a intervalos la cama de hahaue, ambos deseábamos que las malditas pastillas no fallaran y ella se despertara para ver el espectáculo. No tuvimos ni puta idea de cuánto duró, pero ambos nos destensamos notablemente cuando acabó.


    —Kanna debe estar llorando —dijo Kagura; hizo el intento de levantarse, pero la agarré del hombro.


    —No —ordené, Kagura me miró—. Tiene a Hakudoshi —dije para convencerla. Enojada, me obedeció; también me enojé—. Preocúpate primero por ti y luego por los demás.


    —¿Cómo tú? —dijo con sarcasmo. Me irrité.


    —Tanto como la marca en tu cara —se le atoró la respiración y por fin se calló.

    Estaba conciliando el sueño cuando Kagura volvió a hablar, espabilándome.

    —No entiendo que Sessh
    ōmaru me golpeara porque Lin no tuviera un orgasmo —dijo. Me reí entre dientes -por hahaue-.

    —¿Qué edad tienes? ¿Diez, acaso? —Kagura me miró con resentimiento.


    —¿Por qué otra cosa me golpearía? No le hice daño a Lin —tenía que haber visto cómo algunas personas tienen serias deficiencias mentales…


    —Kagura, puedes joderte la cabeza con eso toda la noche, pero cállate —ordené. Ahogué un bostezo disimuladamente—. Además, ¿Cómo follaste con Lin? —le pregunté esperando que tuviera una epifanía.


    —¿Tú puedes follar todos los fines de semana y yo no puedo perder la virginidad? —reclamó Kagura indignada. Sería lenta la muy zorra…


    —No es la primera que se ofrece a hacerte el favor, pero sí la primera persona a la que no rechazas —expliqué hastiado, esperando ansioso el silencio para dormir.


    Kagura se calló y me contempló largo rato, parpadeando apenas y con el seño fruncido.


    —No sé —afirmó luego, esta vez sin espabilarme.


    Disfrutando de su silencio, y sabiendo que aún me miraba, me hice la nota mental de no hacer nunca más de hermano mayor “considerado” y me dormí.

    Esa noche Onigumo no llegó a la casa.

    -
    (2) Como tinta que se ha derramado, el cielo está sangrando.

    —Oigan —llama Jan autoritariamente.

    Mirek y Klaus ponen en pause la Xbox al mismo tiempo, provocando que los mataran; maldicen casi al mismo tiempo y apagan la consola, para girarse a mirar a su hermano mayor. Ambos están en el suelo frente al centro de entretenimiento y el televisor, rodeados de varias montañas de videojuegos y piezas adaptables a la consola.

    —Dinos Jan —otorga Mirek. Jan se sienta en el suelo también, moviendo algunos CDs en el proceso; contento con la comodidad de su trasero, se cruza de brazos mirando a sus hermanos.

    —Nuestros padres llevan una semana peleados —empieza. Mirek y Klaus transforman sus expresiones curiosas por sendas caras de tristeza e incomodidad—. A este paso, si no los ayudamos a reconciliarse, van a divorciarse —sentencia; sus ojos parecen de vidrio por el brillo que le daban las lágrimas.

    —Papá ayer estaba llorando —dice Klaus; Jan y Mirek le miraron al instante. Sintiendo que debía decir algo más, prosigue—: Entré a la biblioteca y papá estaba leyendo un libro muy viejo, yo estaba revisando porque no encontraba Eragon y me voltee a preguntarle —hace una pausa—. Se le estaban saliendo las lágrimas y él parecía no darse cuenta… Entonces, se volteó a donde yo estaba, me preguntó que qué quería y yo le dije que estaba llorando, ahí se dio cuenta y se las comenzó a limpiar con los dedos; le pregunté qué pasaba y él me dijo que… Que a veces le gustaría ser mujer, para que así a nosotros no nos molestaran, entonces se calló y le cayeron más lágrimas —a medida que hablaba la voz de Klaus descendía, hasta que al final fue sólo un murmullo; cuando se calló, tuvo que limpiarse una lágrima que pedía libertad.

    —¿Qué vamos a hacer, Jan? —pregunta Mirek mirándolo directamente, rato después; su voz se oye claramente afligida, tanto como se muestran sus ojos. Jan le miró, para luego regresar su atención a Klaus.

    —¿Qué hiciste tú? —Hubiera sido mejor que me hubiera quedado callado, maldición, así papá no se pondría a dudar…

    —Lo abracé y le dije que me daba igual que se burlaban, porque yo era feliz… —responde con soltura y decadencia; después, se sorbe los mocos.

    —No sé qué podemos hacer, muchachos —la impotencia en la voz de Jan era clara tal agua pura. Sin embargo, sus ojos brillan con una férrea decisión—. Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados ¡Vamos muchachos, tenemos que pensar en algo!

    —Pero Jan —objeta Mirek—, ni siquiera sabemos porqué pelearon. ¿No deberíamos quedarnos a raya y dejar que lo resuelvan por su cuenta? —aconseja. Observa la meditación de Jan, y cuando este frunce el ceño lo sabe. No me va a escuchar.

    —Ya son 6 días, Mirek, ¿Cuánto más tendremos que esperar? No podemos esperar más —determina Jan, mirando fijamente a sus dos hermanos.

    La adopción de Klaus no marcaba diferencias en su familia. Mirek y él ya no le tenían el mismo escepticismo de 8 años atrás, del mismo modo en que František ya no tenía que fingir ser un pozo de amor para la humanidad. Y aunque tuviera los ojos acaramelados y el cabello castaño-rojizo de Jakub, y el flequillo blanco herencia de su madre, Klaus era un Novotný.

    —No es necesario que se preocupen más —se oye una gruesa voz.

    El silencio intermitente en el que estaban era por mucho más reconfortante que el escalofrío que les recorrió al voltear y certificar que, efectivamente, era la voz de su padre. Por obviedad, había escuchado algo.

    —¿Cuánto llevas allí espiando? —pregunta Jan con serena grosería.

    —Desde que Ginta dijo que Jakub estuvo llorando —responde František con debida calma, sabiendo que el temperamento de su hijo mayor es todo menos dominable.

    —No me gusta que escuches nuestras conversaciones; nosotros nos los espiamos a ti y a mi papá cuando hablan en privado —apostilla Jan. František sonríe petulante.

    —No creo que quieran escuchar como le digo mis perversiones al oído —contraataca. Klaus y Mirek se retuercen, teniendo una imagen mental demasiado perturbadora.

    —No, porque ambas cosas son íntimas, y ni a nosotros nos importan lo que ustedes quieran hacer, en privado —remarca—, ni a ustedes les debe importar lo que hacemos nosotros —rebate Jan, ahora cabreado pero no lo suficiente como para mandarlo a la mierda.

    Son mis hijos —remarca František—, me importa porque me preocupo por ustedes tanto o más de lo que ustedes por nosotros —sentencia sin sonreír.

    —Entonces perdóname —pide Jan, su expresión es una muestra muda de su ira. Se levanta y avanza hasta la puerta. La va a cagar, piensan al mismo tiempo Mirek y Klaus—, voy a ir a instalar los micrófonos en tu cuarto.

    La expresión de František no se alteró, pero sí sus ojos, que ya empezaban a mostrar un leve brillo de enojo.

    —Imagino que será la mar de interesante, pero hoy necesito intimidad, empieza mañana —dice. Su postura cambia de chulería a relajación y seguridad.

    Mirek y Klaus, que sólo habían sido espectadores en la discusión, entienden al instante los planes de su padre y sonríen. Klaus, aún siendo bastante joven como para avergonzarse de la idea, se sonroja. Jan, algo menos perceptivo, retoma su paso sin saber cuándo había parado y no se detiene hasta que está frente a frente con su progenitor.

    —¿A qué te refieres? —cuestiona desconfiado. Mirek, Klaus y František quieren darle un zape por su insensibilidad; afortunadamente, František lo tiene a un paso de distancia y puede darse el gusto de hacerlo—. ¡Auch! —se queja Jan—, ¿¡Qué demonios te pasa?! —pregunta enojado, sobándose la cabeza.

    —Nada, sólo que ya viene siendo tiempo de que hable con tu padre, la abstinencia me está matando —dice.

    František observa a sus tres hijos orgullosamente; y captando la mirada brillante de entendimiento de Jan, sale de la habitación y cierra la puerta.

    (Porque ya no son Jakub y František. Ahora son los cinco, su familia).

    -
    —¿Hasta cuándo vamos a seguir así? —pregunta Sango.

    La pareja está sentada en el pequeño jardín trasero de la casa Abbruzzi, armoniosamente rodeado de diversas flores, una fuente, un columpio y un juego de sillas y mesa para el té.

    —¿Seguir cómo, sanguito? —responde Miroku interrogativamente, mostrándose curioso. Sango se ve triste e inquieta, Miroku no tiene idea de porqué.

    —Te presenté a mis padres, y Kohaku te ve como si fueras su hermano mayor —comienza Sango, su voz denota duda y dolor—. Cada vez que vengo a tu casa vamos a tu cuarto, al jardín o a la cocina. Nunca he conocido a Mushin-san o tu padre, Miroku… Y eso… —los hombros de Sango empezaron a convulsionarse levemente—, eso me hace sentir que tú no me quieres incluir en tu familia y yo… —no pudiendo continuar, rompió en un llanto silencioso.


    (3) Y entonces ocurre.
    Despiertan mis labios,
    Pronuncian tu nombre tartamudeando.
    Supongo que piensas que chica más tonta,
    Y me quiero morir.

    Impactado, Miroku tarda en reaccionar; cuando lo hace, la abraza torpemente, mostrando su decisión. Un nudo se instala en su garganta; él nunca…

    Comprendiendo su idiotez, la estrecha contra sus brazos tan fuerte como puede sin lastimarla, tratando de ahogar los miedos e inseguridades de ella con el gesto.

    Al Sango calmarse, Miroku se despega un poco, sólo lo suficiente para buscar un pañuelo y pasárselo. Ella lo acepta y lo utiliza para limpiarse los mocos.

    —Que asco —expresa, y se ríe de vergüenza por el espectáculo que ha dado. Miroku le acaricia el rostro, limpiando con sus pulgares las últimas lagrimillas. Cuando Sango se termina de limpiar, él de otorga un ligero roce en los labios.

    —Eres hermosa —le dice, acariciando sus muslos muy cerca del culo. Sango se sonroja y le aparta las manos.

    —Pervertido —susurra Sango. Internamente, le encanta que haga eso, sentirse deseada y saber que esas manos sólo la tocan a ella; pero por el bien de su decencia, Miroku no tiene que saberlo ¿Cierto?

    Miroku le dirige una mirada intensa, evaluativa. A Sango le causa inquietud y nervios, porque le hace sentir pequeña y desnuda.

    —Soy idéntico a mi padre, menos en los ojos, que suponemos son de mi madre, porque nadie en mi familia los tiene así de grises —dice Miroku en un tono de solemne seriedad—. Ni mi padre, ni yo, ni mi familia paterna, ni nadie, sabe quién es mi madre. Me dejaron en las puertas de la casa de mi abuela, literalmente —Sango se impacta; a Miroku le encantaría sonreír, pero no puede—, sí, como en las películas —agrega en tono de triste broma—. Había una carta que explicaba que mis padres se conocieron en una fiesta de la universidad, que ella no podía mantenerme, que me dijeran que ella lo sentía y que me amaba, y pedía que cuidaran de mí. Ni siquiera decía su nombre —tenía los ojos brillosos, mirando con atención el árbol de cerezo que estaba a su costado, girando un poco la vista al centro del jardín—. Mi padre nos hizo una prueba de paternidad y como verás, dio positivo. Mi padre me quería, mucho; yo hubiera dado lo que fuera por morir con él —afirma. Aún no le temblaba la voz, ni parecía a punto de desmoronarse; lucía demasiado sereno, casi sin demostrar que estaba desnudando uno de los pasajes más dolorosos de su alma. No dejándose llevar por las apariencias, Sango le tomó ambas manos entre las suyas—. Nunca te los presenté porque no quiero que conozcas a un escritor ebrio y pervertido, y porque no pensé que quisieras conocer a una foto rodeada de incienso —(no lo hice porque yo no tengo una familia bonita que presentarte, ni un hogar que darte. Yo soy diferente).

    (3) De pronto me miras,
    Te miro y suspiras.
    Yo cierro los ojos,
    Tú apartas la vista.
    Apenas respiro,
    Me hago pequeñita
    Y me pongo a temblar.

    Sango se sentía miserable, egoísta y mezquina, incluso más pequeña que una hormiga. Sólo había pensado en ella, nunca se había preguntado por las inseguridades y los miedos de Miroku, apoyándose siempre en él sin darse cuenta de que su novio también se estaba desmoronando.

    —Perdóname, soy una idiota —susurró con la voz inestable, y allí se dio cuenta de que iba a volver a llorar. Miroku, alarmado, se levantó al instante, halando sus manos para que le imitara.

    La condujo a través de la cocina, el comedor y la sala, hasta llevarla a una habitación a la que entraron abriéndola con una llave. Miroku cerró la puerta a su espalda. El fuerte olor a incienso invadió los pulmones de Sango, llenando así su vista, olfato y gusto, obligándola a parpadear varias veces respirando profundo para disuadirlo un poco. Recompuesta, Sango pudo detallar el altar adornado con figuras de santos, rosarios y estampas de oraciones, todo occidental; también las flores, incienso y armazón tradicionales japoneses, en el último reposaba una gran foto de un hombre que parecía la imagen futura de Miroku con 30 años más encima, ojos verdes y el cabello corto.

    —Padre, ella es Sango —presentó Miroku pasando un brazo por los hombros de su novia y apretándole el brazo derecho en señal de apoyo—. Es la mujer con la que quiero tener a tus nietos, así que espero, que la trates bien —dijo divertido. Luego, sin abandonar los ojos de la foto, giró un poco su cabeza hasta la joven—. Sango, te presento a mi padre: MarcoAbbruzzi.

    Sango, al momento que hacía una reverencia formal, respondía—: Un placer Marco-san —dijo, sabiendo que no pronunciaría el apellido de llamarlo así—, tiene usted un hijo maravilloso y me siento honrada no sólo de ser su novia, sino también de conocerlo a usted —Miroku siente un cosquilleo en aquello que los cursis como él llaman corazón, percibe como una sensación cálida se propaga por todo su cuerpo y le reconforta, haciendo el momento más importante de lo que es.

    (Y respira tranquilo, porque puede entregarle su corazón a Sango, sabiendo que va a cuidarlo con tanto mimo como a su espada).

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    (4) Tú y yo hemos visto todo cuanto podíamos ver
    Desde Bangkok a Calgary,
    Y las suelas de tus zapatos están todas desgastadas.
    El tiempo para dormir es ahora,
    No hay nada por qué llorar.

    ¡Aaah, que buen sueño había tenido! Había dormido de maravilla, lo único que necesitaba ahora era ese elefante tan bonito y abrazable que Kikyō le había regalado en su cumpleaños pasado y… Volver a dormir.

    —Lin… ¿Estás despierta? —le preguntó una voz masculina.

    No entendía porque siempre hacían esa pregunta, ni modo que le fuera a responder ‘no, estoy durmiendo’. No era Sesshōmaru, éste le había dedicado una mirada asesina la primera y única vez que le preguntó eso. ¿Quién sería entonces? Presa de la curiosidad, abrió los ojos. ¿¡Inuyasha?! ¿¡Qué demonios hacía Inuyasha allí?!

    —Lo estás —afirmó el británico para sí. Inmediatamente hurgó en el bolsillo trasero de su pantalón, descruzando las piernas y los brazos, arruinando así su apariencia elegante—. Déjame avisarle a Sesshōmaru —pidió mientras marcaba el número que se sabía de memoria.

    —¿Qué? —le responden al segundo timbrazo.

    —Se despertó —responde Inuyasha escuetamente, analizando con la vista a la chica. Ella se avergüenza, trata de subir la sábana con ambos brazos y siente un pinchazo de dolor en la muñeca; con su mano buena, sube el cobertor hasta su cuello.

    —¿Y? —pregunta Sesshōmaru lacónicamente, exigiendo información.

    —Nada, sólo eso —responde Inuyasha—. ¿Les falta mucho? —pregunta ansioso, recordando que no es especialmente delicado en lo que primero auxilios se trata y de que si tardan, él tendrá que encargarse de los vendajes. Sabe que Lin es demasiado terca. Como Kagome, piensa.

    —Estamos terminando en la tienda —contesta Sesshōmaru, revisando el dije de sapo que tiene en la mano, tratando de asegurarse de que no tenga detalles.

    —Bien, ¿Qué hago?

    —Oblígala a que coma, y no dejes que toque el vino —ordena con la voz inflexible.

    —Ok, bye —se despide Inuyasha, Sesshōmaru no responde, pero sabiendo que no va a decir nada más, le cuelga la llamada—. Sesshōmaru dijo que tenía que obligarte a comer, así que vamos, te llevaré a la cocina —dice, palmeándose los muslos con resolución antes de levantarse de la silla giratoria y aproximarse a la cama.

    Lin le dirige una mirada penetrante, entendiendo quién, qué, cómo y porqué en un segundo. Inuyasha siente la intensidad, pero decide ignorarla y seguir caminando. Como un flash de lucidez, Lin entiende no sólo las preguntas anteriores, sino que sabe que Inuyasha y ella no son tan diferentes.

    —Tú lo quieres —le dice, al momento que Inuyasha le quita las sábanas. Estaba tan ensimismada en sus cavilaciones que no había caído en la docilidad que mostraba. Inuyasha se congela y la mira.

    —¿A quién? —le pregunta él, tensándose.

    —A Dmitrievich, tú quieres a Dmitrievich, tu mejor amigo de la infancia —responde Lin, presionando la llaga, sin dudar alguna vez de sus palabras.

    —Estás loca Lin —le dice Inuyasha en tono burlón, su posición parece chula a la primera mirada, pero conociéndolo como ella lo conoce, observa los pequeños detalles en sus piernas rígidas que revelan su tensión. Él no se detiene, le pasa los brazos por la espalda y por las rodillas y la levanta.

    —Y tú eres un idiota, yo quiero a Kagura y ella no me quiere, sé cómo te sientes, no puedes escondérmelo —afirma ella, agarrándose de sus hombros. No compartía la misma confianza con el británico que con el ruso; era inevitable su miedo a caer.

    —A ver Lin —dice Inuyasha burlonamente, aplicando el tono que se usa con los niños pequeños—, si lo sabes tan bien ¿Cómo es que te vienes a dar cuenta ahora?

    —No me vas a joder, Inuyasha. Por cierto, estás nervioso —asevera Lin. Inuyasha siente un escalofrío en la espalda, no puede decirle eso a la mejor amiga de su mejor amigo, ella se lo dirá—. Antes yo estaba más ocupada sintiendo pena de mí misma, no lo hubiera entendido ni aunque me lo dijeras —confiesa en voz baja. Sin quererlo, Inuyasha siente compasión, teniendo una ligera idea de cómo habían estado las cosas entre Kagura y Lin; si él se hubiese tenido que separar así de Sesshōmaru no lo hubiera soportado, a pesar de su orgullo lo acepta.

    —Deberías tomarlo con calma Lin, mañana puedes hablar con ella —aconseja, tratando de distraer la conversación.

    —Lo sé, es lo que voy a hacer, ahora sé que no puedo darme por vencido. Tú tampoco deberías hacerlo —aconseja ella a su vez, contraatacando. Inuyasha suspira, no tiene caso resistirse a una mujer tan testaruda. Como Kagome.

    —Sesshōmaru me rechazó, Lin —informa Inuyasha con una sonrisa amarga. Ambos están a sólo tres escalones de pisar la planta baja. Lin alza el rostro para mirarlo, demostrando lo impresionada que está.

    —Serás idiota, pensaba que lo conocías, ¿Cómo se te ocurre declarártele? —le regaña. Sesshōmaru no iba a aceptar nunca unos sentimientos que no correspondiera, vamos, que él creía que no podía sentir nada.

    —No me le declaré, se lo dije entrelíneas y él ni siquiera se dio cuenta, pero no dejó bien claro que no me amaba —aclara Inuyasha, sintiéndose ofendido de que cuestionen no sólo su inteligencia, sino también lo mucho que conoce a su amigo de la infancia.

    —No lo entiendo, cuéntame bien —exige Lin con voz caprichosa e infantil. Sonriendo al gesto, Inuyasha le explica con detalle lo que pasó, al momento en que la sienta frente a la mesa—. ¡Tonto! —le insulta ella—, entonces él no sabe que tú lo quieres, pero te desea, y por allí puedes empezar a conquistarlo —alienta con entusiasmo. Quien lo diría, es más fácil aconsejar a otros que aconsejarse a uno mismo, piensa Lin irónicamente. Inuyasha niega con un gesto de su cabeza.

    —No, ya arruiné mi noviazgo con Kikyō y con Kagome por mi estupidez, no quiero arruinar la amistad que tengo con Sesshōmaru por esto —contradice Inuyasha firmemente; mira a Lin a los ojos, y ella ve una decisión inamovible, por eso calla. Él se da cuenta y sonríe, desplazándose hasta el refrigerador—. ¿Qué quieres que prepare? —le pregunta. Abre la puerta de abajo e inicia una revisión a los alimentos.

    —¿Sabes cocinar? —pregunta Lin con amistosa burla. Inuyasha se ríe.

    —No mucho —acepta—, pero aún no he quemado ninguna cocina —Lin ríe, también.

    —Entonces, y como tengo mucha hambre, me conformo con un pavo a la naranja.

    —¿También quieres que vaya y siembre las naranjas?

    —Si no te molesta —dice ella inocentemente. Ambos sonríen divertidos, sólo disfrutando el momento—. Prepárame un sándwich con jamón, queso, mostaza, mayonesa, ketchup, y… ¡Tomate! Por favor —pide, pareciendo una niña pequeña en un McDonald's.

    —¿Y el pavo? —pregunta Inuyasha, colocando en el mesón al lado del refrigerador los ingredientes dichos por Lin y una caja grande de jugo de manzana.

    —Para mañana —responde Lin, riéndose.

    -
    (5) Si estoy vivo y bien, estarías
    Ahí tomando mi mano.
    Te conservaré a mi lado,
    Con mi superhumana fuerza.
    En realidad no me importa lo que pase ahora y después,
    Siempre que tú seas mi amigo al final.

    —No lo quiero —repone Lin firmemente, levantándose de la mesa.

    —No me importa —contesta Sesshōmaru—. Dijiste que me debías una, págamela y ponte el maldito brazalete —ordena, su rostro enfriándose.

    —Dmitrievich, no-la-quiero —remarca molesta. Esa pulsera debía costar una pequeña fortuna; Sesshōmaru sabía que ella odiaba ese tipo de regalos.

    —Repito, y espero lo captes ahora, no me importa si la quieres o no, cumple tu palabra y póntela —ordena de nuevo, en voz baja y amenazante. Lin respira profundamente, tratando de controlarse, y se coloca el maldito brazalete de plata—. No quiero que te lo quites, nunca.

    —No te preocupes, apenas llegue en navidad a Venezuela me la van a robar —responde venenosamente. Sesshōmaru la ignora, se dedica a degustar su té.

    Inuyasha y Naraku, sólo espectadores en la lucha entre temperamentos, aún no se relajan pues Lin parece a punto de matar al primer ser vivo que le hable.

    Sabe que lo odio, y aún así lo hace. Sabe que no me importa, y aún así me obliga a ponerme una maldita pulsera carísima que pesa más que el bolso que me llevo al colegio, y eso es decir mucho. Cabrón de hamaca. Piensa Lin, obviamente resentida con lo sucedido, y muy en el fondo, feliz de que Sesshōmaru saliera un domingo a comprarle un brazalete –con un sapito y un perrito tiernísimos- para que nadie notara la idiotez que había hecho.

    Lin se sienta a la mesa, otra vez, y contempla largamente el brazalete. Sesshōmaru intercambia una mirada victoriosa con Naraku, disimulando con la tasa de té; éste le regresa una recatadamente sorprendida, aún sin poder creer que Lin aceptara el regalo. Aunque no quiere, Inuyasha siente celos, no por la pulsera, pero sí por las miradas que se dirigen el par.

    Nítido, se escucha el sonido del timbre. Naraku se levanta para abrir, y Sesshōmaru voltea hacia Inuyasha.

    —¿Comió? —pregunta en susurro.

    —Sí —responde Inuyasha, el ruso asiente.

    Por la puerta aparece un hombre menudo, trajeado impecablemente de negro con la corbata blanca, sosteniendo un portafolio bajo su brazo. Su piel está ligeramente verde, está encorvado y luce ligeramente enfermo. Sin embargo, sus ojos saltones y el gesto severo de sus labios demuestran una ávida vitalidad.

    —Amo Sesshōmaru —saluda servicialmente con su voz chillona y hace una reverencia apenas lo enfoca.

    —Jaken —corresponde el ruso el saludo con un tono neutral—. ¿Por qué has venido? —demanda cuando su sirviente se endereza.

    —Su abuelo, el señor Nikolay, me ha enviado información que en sus palabras es urgente usted lea inmediatamente —explica eficientemente.

    Sesshōmaru se pone en pie y exige con un gesto de su mano los documentos. Jaken introduce la contraseña en el portafolio, lo abre y busca lo que se le pide, lo encuentra y lo tiende respetuosamente a su amo. Rebusca un poco más hasta hallar una carta, también la extiende a Sesshōmaru, que le mira interrogante.

    —El señor Nikolay pidió que la leyera antes de revisar los documentos —aclara, cerrando el portafolio.

    Sesshōmaru deja los documentos en la mesa y abre la carta, la lee detenidamente, luego la relee dos veces más. Por último, toma de la mesa el encendedor, lo enciende y quema la carta. Todos le miran desconcertados. Sesshōmaru mira a Inuyasha largamente y éste comprende a que viene la urgencia del señor Nikolay, no por eso se siente menos inquieto. Lin se alarma al notar que allí hay gato encerrado, y de algo muy delicado, de lo que ella no está enterada.

    —Inuyasha, nos vamos —anuncia Sesshōmaru, manteniendo a raya sus emociones—. ¿Te llevo? —pregunta a Naraku, imprimiendo una advertencia en su mirada; al mismo tiempo, se asegura de Lin no le esté mirando, ocupada como está hablando con Jaken sobre su salud, a pesar de que sabe le cae mal. Captando la indirecta, Naraku responde:

    —No, me quedaré a vigilar al intento de emo. Además, Kikyō y Kōga dijeron que vendrían.

    —Dile al lobo que aún tenemos un juego pendiente —pide Inuyasha, tan chulo como siempre.

    —Jaken —llama Sesshōmaru, éste deja de discutir con Lin por ser una pequeña malagradecida y ambos le prestan atención al ruso—. Ve adelante de nosotros —ordena, el hombrecillo asiente.

    —Como usted ordene, amo Sesshōmaru —hace una reverencia—. Hasta pronto —se despide del grupo y abandona la sala. Nadie le acompaña, saben que la puerta está abierta.

    —Nos vemos entonces —se despide Lin, sonriendo y agitando levemente la mano con el brazalete. Sesshōmaru capta el reto, pero lo ignora.

    Inuyasha y Naraku se despiden también, él guarda silencio. Se dirige a la puerta y el británico lo acompaña de cerca, ambos en silencio.

    ¿Qué habrá pasado? Se pregunta Inuyasha, sabiendo que si el señor Nikolay ha metido mano en la búsqueda de los gemelos, el señor Dmitri debió de haberle dado el sí a Sesshōmaru, y éste pasa a ser el líder del caso. Y por sobretodo, sabía que Sesshōmaru no pararía hasta encontrar a sus hermanos.

    -

    Notas Finales: Lo sé, ¡Soy un irresponsable! Hoy se cumplían dos semanas de no actualizar nada. Y lo peor de todo, me voy de viaje al mundo de Los Pcapiedras (figurativamente), dudo poder actualizar pronto. En realidad, consideré que las vacasiones me permitirían actualizar más, y me salió el tiro por la culata.

    (1) Lullaby For A Stormy Night: Vienna Teng.
    (2) And She Said: L'arc en Ciel.
    (3) 11 de Marzo: La Oreja del Van Gogh.
    (4) I'll Follow You Into The Dark: Death Cab For Cutie.
    (5) Kryptonite: 3 Doors Down.

    (Lo sé, tampoco he respondido a los RR del capítulo 10 y 8).

    ¿Dudas, sugerencias, críticas, incongruncias? Aunque sea mojigato decirlo, no dudéis en dejar un RR.
     
  13.  
    sirenita

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    k decia la carta?!, k intriga, y ahora rey del desplante _dont mind im just kidding_ pa cuando la conti?, estuvo buenisimo el cap, por cierto reescribistes el flash back verdad?, porque el k me pasaste por mail era diferente un pokito, hay pobre inu, supongo k es bien dificil declaratele a alguien como sesshoumaru y sobre todo con la posibilidad de no ser correspondido y asi perder la amistad tan especial k comparten ellos dos, lo entiendo
    bueno, k pases bien tu trip, ya sabes luego me cuentas
    c ya
     
  14.  
    sessxrin

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    Re: And start with...

    kyaaa cada vez me gusta mas estos capis!!!!
    me gusto y me dio tanta risa la parte en que naraku trata de gey a Sessho, ¡me dio tanta risa! y le dijo la verdad en la cara.
    cada vez me gusta mas las relaciones entre sess, rin y inu, pero uff kagura no me la aguanto.
    aunque algunas veces me confundo con los nombres en ruso o yo no se xD, sabes, no entendi la parte de los padres de sess.
    yo no sabia que inu fue novio de kykio y kagome.luego no era gey ????
    bueno en tal caso, me gusta demasiado a tu historia, y gracias por tomarte la molestia de subir un capi mas.
    sessxrin
     
  15.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

    Piscis
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    Re: And start with...

    hola!!
    sorry por no haber pasado antes jack-chan , pero con esto del doc. me trae de cabeza. pero lo mas padre
    es que por fin acav de leer tu ff.
    bueno querido creo que ya ni se que decir, se me acabó los alagos para ti !!
    no se ya como expresar que el ff va cada vez mejor, y con cada secuencia que pasa... me sorprende!
    lo unico que te puedo decir es que me gustaria leer pronto la continuacion, siempre me dejas picada.

    bessos.
    tu amiga seg-chan
     
  16.  
    PrettyKikyo

    PrettyKikyo Guest

    Re: And start with...

    Hola!, me he leído todos los capis de un tirón y la verdad que la historia te esta quedando genial, aunque a veces me duele un poco el OOC de los personajes pero lo compensa la genial carga dramatica y emocional, y la fluidez que tienes para llevarnos por la historia. Sinceramente yo sentí cada escena con intensidad. Debo declarar que es la primera vez que leo un fic YAOI/YURI pero has logrado con esa sutileza de pluma que tienes que no sienta en incomodidad con las parejas. ¿Qué decir?, Rin/Kagura es una pareja totalmente extraña pero se ve creíble aquí, me trasmiten añoranza, ver como la pobre Rin sufre por Kagura y por no sentirse correspondida me parte el corazón, su relación con Sesshoumaru en este fic también me encanta, incluso llego a dudar si no serán un cuarteto amoroso Rin/Kagura/Inuyasha/Sesshoumaru.
    Ahora con lo que Inuyasha fue novio de Kikyo y Kagome, wow, quiero saber que fue esa historia y la idea de un Inuyasha bisexual me llama la aatención, da mucho juego a la historia.
    Otra cosa que cabe destacar es que también me encanto la relación de amistad de Inuyasha y Kagome en el fic, son geniales.
    Y tú Kikyo, la Kikyo de esta historia es sublime, la ame completamente, todo, su personalidad, sus dialogos ¡todo! y más que no la pinten como la típica perra.
    Pues ya no te aburro más.
     
  17.  
    VickyGothic

    VickyGothic Usuario común

    Tauro
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    Re: And start with...

    Exelente como siempre Jack! , habia leido la mitad el dia que la colgaste pero tenia unos incovenientes y no habia pasado antes

    Me dio mucha risa el comienzo de Naraku y Sessh xD comprandole el brazalete a Lin te pasas
    Lo que no entendi muy bien es ese rollo de la familia de Naraku, de no se quien queria follarse a hakudoshi y las rubias no se que? , no entendi muucho esa parte , Kiaaaaaaa no lo puedo creer!O_O? Lin se dio cuenta del amor de Inu pero ahh pobresitoo esta desilucionadito awww :(
    Que bien que allan noticias sobre los hermanos de sesshy pero ummm se que eso es todo un rollo complicadisimo

    Bueno nos leemos en la proxima conti bye!
     
  18.  
    Kotono

    Kotono Fanático

    Virgo
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    Re: And start with...

    Me encanto, me encanto!

    Naraku y Sesshoumaru son de los amigos que se dicen todo a la cara, esos de los que si valen ;O; Se me hizo algo comico, lo admito x'D. Aunque lo que me mato fue la familia de Jan, a pesar de que buscaban soluciones, me ataque de risa y mas con padre reprendiendo al mayor :3

    Y en serio amo la familia de Naraku, aunque no deberia es demasiado perturbadora, pero justantamente por eso se me hace genialosa. Aun espero

    Rubias = Hakudoshi y Kanna (recordemos que son los albinos de una familia de morenos). Parece que Goshinki no los descrimina y les quiere dar a los dos x'D

    Esa actitud solo hace que quiera ver a Onigumo en accion, no me lo imagino o,o

    Diria mas, pero me temo que falta tiempo .-.

    Nos vemos en la proxima, Jack ^^
     
  19.  
    MayitaKun

    MayitaKun Iniciado

    Piscis
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    Re: And start with...

    Mi amoooor! mi corazón de melocoton! *-* (Ok, por favor, no te infartes porque te estoy posteando u.u) Lo se, es increible que este aqui xD, pero es que quise responsabilizarme y venir a apoyarte con tu fic u.u (y leerlo *p*) Sabes que cuentas con mi apoyo desde el momento donde las ideas surcaron por tu retorcida cabezita : )

    Etto... pos estoy muy atrasada, así que todas las cosas que me hubieran gustado decirte y/o preguntarte son tantas que ya las he olvidado xD (raro en mi, ¿no?). Eso si, lo que no olvido es lo que me encanta de tu fic *-* :

    Amo lo que has echo con Kouga y si familia (ya de por si amaba a Kouga xD) La verdad estoy muy emocionada con sus padres (horita no recuerdo las nombres u.ú) Me pregunto si pondras lemmon entre ellos... (¡Oh cielos! ¡Por favor, dime que siii!) Esa es la parte que más espero.

    También estoy ansiosa por saber como se desarrollan las cosas con Kouga en la parte amorosa *-* (Si me lo pones gay te mato ._.)

    Si sigo escribiendo dire cosas de distintos capis, no te quiero confundir y/o estresar XD mejor lo dejo así n.n

    Por mi no te preocupes, pasere continuamente. No pienso avandonar Cemzoo por más tiempo -_-

    Te espero : )
     
  20.  
    sanguitolove

    sanguitolove Entusiasta

    Escorpión
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    Re: And start with...

    Olas Jack!
    Perdon por pasar tan tarde, es que ultimamente he estado DEMASIADO ocupada con el regreso a clases... Uf! si supieras como esta mi vida en estos momentos esque... pero bueno.. Este capitulo me gusto mucho! me hiciste llorar con lo de Sango y Miroku aunque tal vez no era para eso ¬¬... pero me dio tanta pena lo que le paso a mi amado Houshi TT^TT... Ha sufrido demasiado el pobrecito u.u
    Ademas lo de Inu y Sessho me soprendio... es decir, NO PUEDO CREER! que hagas que Inu este enamorado de Sessho.. Eso si esta loco xD
    Espero que lo continues y que Miroku no se vuelvea gay o Sango lesviana... Mira que ya tengo claro que en tu fic puede pasar cualquier cosa jeje

    Tu amiga

    Sanguitolove:rosa:
     

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