de Inuyasha - And start with...

Re: And start with...

Título: And star with… (Y empieza con…).
Disclaimer: Los personajes de este capítulo y posiblemente de toda la historia son propiedad de Rumiko Takahashi. Exceptuando a los padres de Kouga, ellos son de mi completa propiedad; Frantisek es inspirado en el personaje de Kouga.
Resumen: Me gustaría lanzarme a la vida.
Autor: Jack Killer.
Parejas: Se descubrirían a lo largo del fanfiction.
Rating: No menores de 17.
Categoría: Inuyasha.
Género: Romance, angs., misterio.
Capítulos: 4/?
¿Completo?: No.
Advertencias: Lenguaje adulto, Yuri (relaciones chica/chica), Yaoi (relaciones chico/chico), contenido hetero fuerte, violencia, sado-masoquismo, muerte de un personaje.

Comentarios del Autor: Gracias por sus comentarios. Lamento la demora. En el capítulo anterior, la primera canción no es de L'arc-En-Ciel, es de Seether feat. Amy Lee, de nombre ¨I Am Broken¨.

-

—Good morning, students. The lesson today is about the Sengoku age, or in japanese, Sengoku Jidai, which literally means ¨ period of warring states¨ —empezó a explicar el profesor Renkotsu. Como siempre, llegaba de prisa, colocaba los libros, y sin dar tiempo a sacar un lápiz, empezaba a escribir y a hablar—. It is a very long period of civil war in the history of Japan. Began in late Muromachi period in 1467 with the Onin War, which occurred the same year and lasted until 1478, and ends with the beginning of the Azuchi-Momoyama age.

El silencio era sepulcral. Varios alumnos escribían rápidamente, mientras otros utilizaban sus móviles para gravar la clase. El profesor Renkotsu no ponía pegas en esto, le daba igual el método que utilizases, siempre y cuando fueses aplicado y silencioso.

Para esta fecha, se podía notar que un cuarto del salón se hallaba ausente. A todos ellos, luego de la segunda interrupción no les había dejado entrar a su clase, sólo entraban en su hora para presentar los exámenes.

Sin embargo, los alumnos que presenciaban la clase en ese momento no bajaban de un 15 en sus notas. Para un profesor de historia, eso era todo un logro.

- (1)

De vez en cuando, Lin deja su estilográfica de lado y mira hacia el frente.

No me des la espalda​

Para cualquiera, ella estará mirando a la pizarra, memorizando las fechas sin explicación anexa que Renkotsu anota de forma veloz.

Era falso.

Es como​

Si no importara lo que haga​

Y no, ella no era una estudiante desaplicada. Sólo que, en algunos asuntos, Lin no sabe qué hacer.

Toda su vida ha herido a los que ama. Apartado a los que la buscan. Se ha alejado de su familia. Lo sabe. Sabe que es su culpa.

Por eso, cuando todas sus barreras se caen, Lin no sabe quién es. La arrogante Lin Gallardo deja de hacer honor a su apellido, y se vuelve una criatura indefensa.

Yo soy​

Un poco inseguro​

Un poco desconfiado​

¿Por qué? Tú no entiendes.​

Hago lo que puedo​

Pero algunas veces, hago cosas sin sentido​

Y como indefensa criatura abrió su corazón. Hoy no sabe qué sentir al respecto, no sabe si debería sentir odio, dolor o ira. No siente nada aparte del vacío que la traga. Quiere huir, pero también sabe que no puede, porque su salvación no está dispuesta a darle la mano.

Dame la espalda como siempre lo haces​

Voltea la cara y finge que no estoy​

Pero estaré aquí​

Porque tú eres todo lo que tengo​

Aún así, va a arriesgarse nuevamente. Le buscará, tenderá su mano, y esperará ser salvada.

Otra vez mira al frente. Su rostro es inescrutable, pero sus ojos se vuelven levemente llorosos, tan tristes como las palabras atropelladas que desfilan por su mente.

Yo tengo​

Un poco de soledad​

Un poco de ignorancia​

Pero no puedo estar con el hecho​

De que cualquiera pueda ver estas cicatrices​

Siente la mirada de Sesshōmaru a su espalda, y se sonríe. Deberá rendir cuentas luego. (Él dejará que se tome su tiempo para lamerse las heridas).

Sólo voltea, sólo voltea. Sólo una vez, sólo por una vez voltea…

Pero, es como​

Si no importara lo que haga​

No puedo convencerte​

Para que creas que esto es real​

Así que lo dejo pasar mirándote​

- (2)

I'm holding on a rope/ Me mantengo en una cuerda
Got me 10 feet off the ground/ Me tienes a 10 pies del suelo​

—¡Kagura! —grita suavemente. No quiere llamar la atención.

I'm hearin' what you say,/ Estoy escuchando lo que dices, ​

But I just can't make a sound/ Pero no puedo hacer ningún sonido​

Su amiga sigue caminando sin voltear. La llama de nuevo, no hay respuesta.

Corre hasta ella, la toma del brazo, la hace girar.

But wait/ Pero espera​

Sus ojos se encuentran; castaño oscuro contra castaño claro. El primero vacío, el segundo angustiado, ambos llorosos.

I need you like a heart needs a beat/ Te necesito como un corazón necesita un latido​

—Kagura... —susurra. Sabe que ella sufre, y le abraza, la estruja contra su cuerpo. Sintiéndola. Haciendo el intento de transmitirle una seguridad que no tiene.

It's nothing new/ Esto no es nada de nuevo​

Kagura se estremece, pero no llora. Se deja abrazar.

Lin la aprieta más contra sí; siente un nudo en la garganta, se imagina levemente lo que debió de haber ocurrido. Escucha los suspiros temblorosos de Kagura contra su oído, vestigios de lo que desea transformarse en llanto.

—Kiite sekaijuu ga ayamachi ni kegarete itemo (3) —cantó Lin, reponiéndose a las lágrimas que ella misma deseaba dejar en libertad. Su voz no era una voz maestra, digna de reconocimiento; pero la canción misma, y la intención que tenía, hizo que Kagura intentase reponerse—. Kimi e tsunaida te wa itsumademo hanasanai kara. Sore dake wa shinjite ii yo…

- (4)

¿Por qué no podía simplemente quedarse allí, entre esos brazos llenos de ternura?

Porque dolía.

Apartó a Lin de un empujón, a punto de hacerle caer al piso por la pérdida del equilibrio.

—Kagura… —escuchó el susurro herido.

Respiró profundamente con los ojos contraídos.

Maldita sea.

Con ella o sin ella. Siempre dolía. ¿Cuándo sería el día en que pudiese sentir el viento, completamente libre del dolor?

Abrió los ojos al sentirse lista. Preferiría mil veces el haber huido.

Odiaba cuando Lin lloraba, pero esta mirada era peor. Verle a los ojos… Ni siquiera sabía como describirlo, más allá de doloroso.

But I'm afraid/ Pero me temo
It's too late to apologize/ Que es demasiado tarde para disculparse,
Too late/ Demasiado tarde.​

Era tan estúpida…

Estaba lastimándola, matándola por dentro. Pero no podía retractarse, no ahora. Si lo hacía, si no terminaba con esto, nunca podrían hacerlo.

—Perdóname, Yuki… —le dijo, apretando los labios fuertemente luego. Lin negó con la cabeza, cerrando los ojos y delicadamente avanzó dos pasos, como si no supiera donde estaba pisando.

Jamás la había visto tan indefensa.

—Shu —le llamó Lin tristemente.

Dolía como los mil demonios.

Lin se le acercaba lentamente, no debía llegar hasta ella. Si le rozaba, sabía que era su fin, porque no se iría.

Y lo más extraño, es que quería que le rozara, que le tocara, que le besara y le abrazara eternamente. Que hiciese con ella lo que quisiera.

But I'm afraid/ Pero me temo
It's too late to apologize/ Que es demasiado tarde para disculparse,
Too late/ Demasiado tarde.​

Sin embargo, la lógica nunca la abandonaba, y como esta el dictaba, corrió, porque ya era demasiado tarde para ellas. Huyó como la cobarde que era. Sin ver atrás, a una Lin que se arrodillaba en la grama, golpeándola y magullándose los dedos, tratando de reemplazar el dolor sentimental con el físico. Al menos… Con el segundo sí sabía tratar.

- (5)

—Por el horizonte va…

Tan lejos como el mar, tan lejos como aquellos que le amaban.

—A lo lejos veo el sol…

Y verá la salida, a esta tristeza que le embarga. La de los dos.

—Brilla en todo su esplendor…

Tanto como aquellos ojos dorados, tanto como su cabello. Brillaría su mirada llena de alegría, de sentirse encomendada a aquellas manos.

—Por el ancho mar…

Tan inmenso como su desesperación, tan intenso como su amor.

No importaban los delirios de aquella casa de locos, ni que su hermano no le creyese.

Ella les veía todas las noches en sus sueños. Sabía que les estaban buscando, y cuando les encontrasen, ella y su hermano podrían ser felices.

Por eso seguiría esperando todos los días pacientemente, como una niña buena. Siempre de cara al horizonte, para que su cabello brillara como el sol, y pudiesen verla.

- (6)

—Habla Jan, sabes que voy a preguntarte —empezó Jakub. Se acomodó en la mesa de escritorio, esperando pacientemente a que su hijo mayor terminara de hacer tiempo.

—No entiendo cuál es la insistencia de ustedes en que me pasa algo —replicó con fastidio, arrojándose descuidadamente en la cama.

—Te crié —le respondió su papá, resentido. El silencio se apoderó de la situación.

Un tipo me quiso levantar una barrera dos veces, ​

Pero no me importó.​

Kōga se volteó, poniéndose de costado, con la suficiente comodidad como para observar a su papá. La vista era sin duda poderosa.

Su papá era un hombre maduro, lo sabías sólo por sus ojos. La curva fuerte de su mandíbula, el mentón erguido, la posición serena, las piernas cruzadas elegantemente, la posición de las manos. Todo él. La esencia misma que despedía hacía que sus ojos negros como petróleo y su cabello azabache, pasaran a un segundo plano, tanto como lo agraciado de sus facciones.

Reflexionar en los miedos produce sombras de la nada, ​

Sombras de la nada.​

No podía dudar de él, ni de su padre. Sólo… Que ya no sabía qué pensar. Por eso, decidió irse por el camino de la sinceridad. Dijera lo que dijera, no lograría mentirle al hombre frente a él, porque le conocía completamente.

—Una chica se metió conmigo, cuando en la clase de Ética, nos pidieron que habláramos sobre nuestras familias —explicó. Una serie de emociones desfilaron por el rostro de padre, pero tiempo después, recordaría el semblante frío de su cara. El ver esa expresión, le hizo saber que tenía razón.

—¿Qué hiciste? —oyó que le preguntaron en todo glacial.

—Le dije que podía decir lo que quisiera, porque ustedes siempre iban a estar para mí. Lo que a ella le faltaba, yo lo tenía de sobra —le respondió en tono orgulloso.

—¿Qué dijo el profesor? —le cuestionó Jakub tiempo después. Parecía que estaba sopesando muy bien las preguntas.

—Pidió que nos comportáramos, dijo que se supone era una actividad no una pelea, y que no iba tolerar ese tipo de comentarios en su clase, menos cuando nos estábamos metiendo con personas que no estaban presentes para defenderse —relató con una mirada sombría. La habitación se sumió en silencio, nuevamente. Su papá le miraba de manera perturbadora, con demasiada intensidad para su gusto.

—Jan —le llamó entonces.

—Dime —contestó Kōga con tranquilidad. Aquella que no sentía; estaba ansioso por oír la opinión de Jakub.

—¿Eres feliz? —disparó a quemarropa. La confusión se hizo presente en la faz de su hijo.

—¿Ah? —soltó, sientiéndose fuera de lugar— ¿A qué viene eso?

—Sólo respóndeme —pidió con el ceño fruncido. Kōga pareció molesto por la presión.

Necesito que me respondas.

—Papá, yo no podría ser feliz en ningún otro lado —le dijo-. Ustedes son lo más importante para mí, y donde esté mi familia, allí seré feliz —concluyó. En ese momento, Jakub sintió que se estaba haciendo viejo, y que Jan estaba madurando, más rápido de lo que él o František quisieran aceptar.

Dijiste, Sueños son sueños.​

Dijiste, Porque todavía tengo mi alma.​

—No olvides que lo más importante, es lo que te haga feliz. Digan lo que digan —le expresó, cuando el nudo en su garganta se sintió menos denso, y pudo recuperar el habla.

Que no te sequen las falsedades o los miedos,​

Porque te odiarás al final.​

—Bien —aceptó, una sonrisa acompañando sus palabras.

Su papá le sonrió también. Poco a poco, el mundo comenzaba a recobrar su sentido.

No me voy a hacer el bobo nunca más.​

—Entonces, a dormir, que mañana tienes clases.

Y mientras decía estas palabras, un sentimiento nostálgico los invadió a ambos.

Jakub se levantó, dispuesto a traspasar la puerta y dejar a Kōga meditar en paz. Empero, ni dos pasos había dado cuando se arrepintió.

Sin saber bien porqué, caminó hasta la cama de su hijo y tomó las cobijas entre sus manos.

—Levántate, que no puedo halar las cobijas —le ordenó, divertido por el semblante de completa extrañeza que profesaba su hijo.

Aún sintiéndose en una dimensión paralela, se levantó. Con las cobijas fuera del camino, se metió nuevamente en la cama, para sentir como era cobijado. Una vaga caricia en su cabello, y luego la oscuridad del velador.

—Buenas noches —oyó como le deseaba su papá. Recuperando misteriosamente el habla, respondió:

—Buenas noches.

-

Notas Finales:

(1): Faint, Linkin Park.
(2) y (4): Apologize, Timbaland feat. One Republic.
(3): My dear, L'arc-en-ciel.
(5): Derechos para Rumiko Takahashi y asociados. Sacada de la parte de la serie donde van al monte de las ánimas y aparecen los sietes guerreros.
(6): Wind, de Akeboshi. Opening de Naruto.

 

Re: And start with...

Hola. Cordiales saludos,

Supongo que esto es spam, pero dudo que sea bueno que responda a estos comentarios por MP como estoy acostumbrado.

Sesshxrin, conozco tu punto de vista, tengo amigas que son así, y me alegro de que, a pesar de tu opinión, te haya interesado esta historia. Se siente casi como un logro, porque si hay algo que me alegra, es romper los estandares y las retensiones. Me alegra que respetes la posición de cada quién, y tranquilízate, sé que no todos tienen gusto por el yaoi y el yuri, por eso lo establecí entre las advertencias, y en caso de lemmon, estos estarán en mi blog.

SESSHOGRIS, relax, activa tu fase Bob Marley :), que no me he sentido ofendido. El comentario no tuvo una mala intención, no quiero que te enojes. Me alegra (mucho) que te guste el cambio que estoy dando, interrelacionando todo. Esto tiene su raíz, en que son cosas que no se pueden evitar en la vida real, y quiero algo tangible; mi estilo confuso, como tú dices, es un reflejo de mí, aunque en este caso la forma en que yo pienso es la vida. Ciertamente, cada persona es un mundo.

Me alegran ambos comentarios, ya que dialogar los puntos de vista siempre es interesante. Sin embargo, pienso que lo mejor es que nos manejemos, o por MP, o por mensajes de perfil.

Para ambas, gracias por comentar :).

 

Re: And start with...

Título: And star with… (Y empieza con…).
Disclaimer: Los personajes de este capítulo y posiblemente de toda la historia son propiedad de Rumiko Takahashi.
Resumen: Me gustaría lanzarme a la vida.
Autor: Jack Killer.
Parejas: Se descubrirían a lo largo del fanfiction.
Rating: No menores de 17.
Categoría: Inuyasha.
Género: Romance, angs., misterio, AU.
Capítulos: 4/?
¿Completo?: No.
Advertencias: Lenguaje adulto, Yuri (relaciones chica/chica), Yaoi (relaciones chico/chico), contenido hetero fuerte, violencia, sado-masoquismo, muerte de un personaje.
Notas del Autor: Gracias a todas por comentar. Disculpen la tardanza, y por cierto: ¡Benditas sean las fechas patrias!
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—Buenos días, padre. Buenos días, madre —saludó Sango, hizo una inclinación hacia el primero, y dejó un beso en la mejilla de la segunda—. ¿Cómo amanecieron? —una sonrisa kilométrica embellecía sus facciones.

—Acostados, ¿Cómo más, hermana? —le respondió Kohaku, haciendo acto de presencia desde la puerta trasera. Su hermana frunció el ceño—. ¡Auch! —se quejó, ni siquiera había visto venir el golpe hacia su pobre e indefensa cabeza.

—Sango, no golpees a tu hermano, que aún está en proceso de crecimiento —le dijo con fingido enojo Hikari.

—¡Gracias mamá! —le respondió Kohaku con ironía.

—De nada mi amor —aceptó con una sonrisa, sirviéndole el desayuno—. Sango, trae la mayonesa —ordenó con amabilidad.

—¡Si mamá! —exclamó la eludida, desde la cocina.

Con todos ya a la mesa, se dieron las gracias por la comida.

—Papá, hoy Shippō, Mayu, Kanna y Hakudoshi van a ir a la casa de Sayo a terminar un trabajo. ¿Puedo ir? Yo también formo parte del grupo —explicó con nerviosismo.

Kōkin le analizó largamente para, aunque Kohaku ni se lo imaginará, causarle más nervios. Sango observó divertida la interacción padre-hijo, sabiendo la forma macabra en que su padre solía tomarle el pelo al pobre de Kohaku.

—¿Quién es esa Sayo? ¿Tu novia? —en la mesa se propagó un gran silencio, todos contemplando el sonrojo en la cara de Kohaku. Segundos después, tanto padres como hija reían.

—Es Maebara Sayo, y es sólo una… amiga… —susurró Kohaku, mirando fijamente su plato, que ahora le apetecía en lo absoluto. Las risas fueron menguando, poco a poco.

—Lo sabemos cariño, al igual que Shinonome Mayu, ¿Cierto?

—Sí, mamá —perezosamente, una sonrisa apareció en sus labios.

—Está bien, puedes ir. Pero tu hermana te irá a buscar a las 8 y media. Ni un minuto más —dijo su padre-. ¿Ningún problema, Sango?

—Ninguno. Tengo que hacer un informe con Kagome y Maebara Kikyō, la hermana mayor de Sayo. Y conozco a Kagami Kagura, la hermana mayor de Kanna y Hakudoshi —respondió con total soltura.

A veces, Kohaku desearía ser como su hermana. No, no se confundan, no le tiene envidia. Es sólo, que su hermana en ocasiones puede incluso ponerse al nivel de su padre, tiene una gran confianza con él, y bien sabe que su padre nunca se ha decepcionado de Sango.

Con mi débil voz, hablo.​

Pero entonces lo recordaré​

Mirando aquella estrella fugaz, en este cielo estrellado​

El deseo que pedí cuando era pequeño​

No ha cambiado con el paso del tiempo.​

Él es demasiado débil. Dado esto, siempre que va a hablarle, nunca está seguro de cómo comenzar, qué decir y qué no. Es inseguro, porque no quiere cometer errores.

—No te entretengas mucho, que ambos tienen clase mañana —le advirtió Kōkin suavemente. No iba a saber él la lengua y la resistencia a la deshidratación tan admirable que tenía su hija; cuando empezara a hablar, se olvidaría del mundo.

No quería imaginársela de anciana, por suerte, ese era un muerto que el italiano debía cargar. Lo que le esperaba…

-

Kagami… Kagami… Kagami…

¿Dónde lo había oído antes? Vaya él a saber, no es como si pudiese recordar el nombre de todos aquellos que llegaban a sus manos.

Sonozaki Kōkin es detective, asignado a la sección de casos congelados. Con el paso del tiempo, muchos casos resueltos y otros más sin resolver, habían desfilado por sus manos incontables nombres y apellidos.

Muchos policías, abogados, detectives, y en general, cualquiera que estuviera abocado a una profesión, solía decir que había desarrollado un sexto sentido en lo que su trabajo se refería. Era como un mosquito inofensivo, picando cada vez que podía su conciencia; cuando estaba a punto de matarlo, el mosquito huía, se escondía y esperaba el momento para resurgir, y volver a molestarle.

Definitivamente, ese apellido tenía algo.

-(2)

—Yo digo que deberíamos hacer introducción y conclusión.

—¡Pero si es un informe! —exclamó Shippō.

—Sí, pero hay que hacerlo bien —rebatió Sayo, apoyando a Mayu.

—¡La apoyas porque es tu amiga, no porque te importe! —contraatacó Shippou.

—Deberíamos calmarnos y pensarlo bien—sugirió Kohaku en tono serio, pero fue ignorado. Una pequeña vena salto en su frente, haciendo notar como poco a poco el Sonozaki menor se iba hartando de la situación.

Kikyō, Kagura y Sango les observaban desde el comedor, mientras realizaban sus deberes con una plática amena.

—Nosotros escogimos hablar sobre los contras y los pros que tiene la reutilización del estándar ‘América para los americanos’ por parte de United States, de aplicarse, y la repercusión que podría tener en Asia —explicó Kagura.

—Imagino que Sesshōmaru-sama y Naraku-san tuvieron que ver en esa decisión —dijo Sango.

—Me los puedo imaginar sacándole fuego a la hoja, con el roce del lápiz —habló Kikyō, con una expresión que denotaba sus palabras. Kagura y Sango se miraron, e instantáneamente rieron por lo bajo.

—Si supieras, ambos se inspiraron. Yo sólo tengo que sacar las conclusiones.

—Afortunada que eres Kagura, nosotras sí nos dividimos el trabajo por partes iguales —intervino Sango.

—Hakudoshi y Kanna han estado bastante callados ¿No les parece? —resaltó Kikyō.

—Créeme que ellos son así. No recuerdo siquiera haberles oído gritar nunca.

—¿Ni siquiera cuándo eran bebés? –preguntó Sango, extrañada. Recordaba con creciente irritación como el tímido Kohaku había desarrollado muy bien sus pulmones de pequeño.

—No lo sé. No son mis hermanos de sangre, mis padres los adoptaron cuando tenían tres años, y desde entonces han sido muy silenciosos —relató Kagura con un deje pensativo.

—¿Por eso es que todos ustedes son morenos y ellos rubios? —conjeturó Kikyō, haciendo gala de su astucia—. Eso explica sus ojos y cabellos claros, como de extranjero…

Las palabras de Kikyō se quedaron amortiguadas al momento en que los niños callaron. Las jóvenes, preocupadas por tal demostración divina, dirigieron su vista inmediatamente a la sala, a través de la puerta abierta.

Hakudoshi estaba levantado, pidiendo que callaran en una voz tan tenue que apenas era escuchada por las hermanas mayores.

—Si seguís discutiendo, no acabamos nunca, y yo no creo en la eternidad —dijo. Pocos podrían dar crédito al tono tan firme que tenía, a pesar de ser un niño. Los suyos, inmediatamente le pusieron atención (Kohaku respiró aliviado, sabiendo que, por fin, se solucionaría todo)—. Se hará lo siguiente: Kohaku y Mayu buscan la información, Kanna la resume. Se harán tres párrafos, el primero de introducción, que lo hará Sayo; el segundo de desarrollo, que lo hará Shippō; y el último de conclusión, que lo haré yo —y con toda la gracia del mundo, como un joven señorito, volvió a tomar asiento junto a su hermana.

Y con tu cara infantil, hablaste en voz baja
Tus últimas palabras están girando alrededor del cuarto.
​

Los chicos inmediatamente se pusieron a trabajar, cada quien en lo suyo, esperando a que llegara su turno para intervenir.

Las jóvenes respiraron aliviadas, sin saber porqué se habían tensado.

—Hakudoshi se parece mucho a Naraku-san —reconoció Sango.
—Sí —coincidieron al mismo tiempo Kagura y Kikyō.

Sin embargo, lo que Sango no notó, fue la mirada que intercambiaron las otras dos.

Siendo ambas, Kagura y Kikyō, partes del mismo grupo, no era extraño que se tuviesen confianza, y aprendiesen a leerse la una a la otra sin necesidad de palabras. Lo mismo estaba pasando por su cabeza, lo sabían.

Aunque Hakudoshi admiraba a Naraku en sobremanera, aquello no se parecía tanto a las maneras que utilizaba Naraku, se parecía más a…

—KS —moduló Kikyou con sus labios, asegurándose de que Sango no desviara su vista del su tarea, y les pillara.

—Sí, idéntico —moduló Kagura en respuesta.

Después de eso, y a pesar de los intentos de Sango por hacer conversación, ambas se mantuvieron en un mutismo, demasiado concentradas analizando las formas en las que Hakudoshi pudo haber aprendido de un estilo tan singular.

-(3)

Estoy en el violentamente hermoso vértigo
Cuan lejos llegará al vacío en mi corazón,
¿Soy yo quién está corriendo sin respiración, persiguiéndote, propagándome?
​

Aquella noche, Kikyō miró las estrellas. Para ella, no había cosa más hermosa e imperecedera.

Un deseo penetró su conciente y, a pesar de considerarlo una locura, se sentó en el barandal de la ventana, y apoyándose en la pared, se colocó de cuclillas. Utilizando sus piernas como impulso, logró sostenerse del borde del techo. Estuvo tentada de mirar atrás, sintiendo que tal vez, sus preguntas sobre la muerte pudieran resolverse si sólo se soltaba. No hizo. Con la ayuda de sus brazos, a paso lento, logró sentarse en el borde. Estaba agitada y con el corazón en la garganta; sentía que su cuerpo le pasaba factura, ya que no estaba acostumbrada a realizar actividades físicas, ni siquiera la clase, a la cual nunca se presentaba. Pero estaba alegre.

Posiblemente sea culpa de la adrenalina.

Sinceramente, no le importaba mucho. Valía la pena por ese cielo que, a pesar de las luces citadinas, caprichosamente dejaba que algunas motas de luz se vislumbraran en él, considerándolas apenas dignas.

¨Penetró en la oscuridad, sin ojos y sin corazón, con sus sentidos restantes enloquecidos, deseosos de expandirse. Una bocanada de aire invadió sus pulmones; lo supo, allí estaba la sangre. Casi pudo sentirla pulsar a la venas de su víctima, corriendo inmisericordiosa por todo su sistema, alterando sus latidos, y permitiéndole escucharla¨ .

No sabía cómo, pero la inspiración se apoderaba de ella con el simple hecho de contemplar la vida.

Y ella dijo
En la mañana de este frío día, me siento triste.
​

Si la vida misma conlleva un ciclo, la transformación de toda materia en aquello que creemos nuevo, ¿Qué es lo que estoy logrando con mis ideas retorcidas? ¿Llenar el espacio del silencio?

Preguntándose no por primera vez si lo único que le daba sentido a su vida, en realidad lo tenía.

-(4)

—Me pregunto si estaremos haciendo lo correcto…

—A la larga, el cambio de ambiente les sentará bien —aseguró František—. Después de todo, seguimos siendo humanos —inició un movimiento oscilatorio sobre el brazo de su esposo, buscando reconfortarle.

—No estoy hablando de si fue bueno o no dejar Chequia, me refiero a nosotros, tú y yo, nuestra vida —susurró Jakub tentativamente, expresando en palabras su congoja. El silencio prevaleció sobre sus palabras.

Mis rodillas siguen temblando, como cuando tenía doce,
Escapándome de clases, por la puerta de atrás.
​

A pesar de estar uno junto al hombro del otro, acostados en la cama, Jakub sintió como un muro se erguía entre ellos. Dolía.

Sintió los ojos azules de František, idénticos a los de Jan, clavándosele en la nuca. Giró su rostro para encontrarse con ellos. Ciertamente, Jan era la copia exacta de František: mismos poderosos ojos azules, mismo largo cabello negro, mismas facciones serenas multifacéticas.

Aún estás ciego, si aún vez caminos difíciles,
Porque siempre hay un camino recto al punto que vez.
​

František le tomó la barbilla con la mano izquierda, aplicando una fuerza mínima, pero notoria. (Escúchame). Acercó su rostro, hasta quedar a centímetros de distancia, permitiéndole apreciar la seguridad en su mirar. (No miento). Le rozó tentativamente los labios. (¿Me quieres?). Luego, los presionó dolorosamente, y del mismo modo, le mordió los labios, lacerándolos. (Estoy herido, malditamente molesto). František se separó con parsimonia, lamiéndole los labios magullados. (No quiero dejarte, nunca).

Dijiste, sueños son sueños.​

Dijiste, porque todavía tengo mi alma.​

—Yo te amo —le dijo fuerte y claro František. Jakub sintió que su garganta se cerraba en un nudo tan perfecto, que ningún boy scout sería capaz de lograrlo, al ver los ojos acuosos de su esposo.

Y tú me amas, sólo falta que te des cuenta.

Toma tu tiempo, nena, tu sangre necesita frenar un poco.
Abre tu alma para encontrarte, antes de que te entristezcas.
​

Jakub sólo pudo suspirar silenciosamente, al oír la puerta cerrarse con un pequeño estruendo. Lo suficientemente fuerte para transmitirle su ira, lo suficientemente débil para no llamar la atención de sus hijos; hasta enojado, František cuidaba de mantenerles felices.

Se sonrió irónicamente.

-

Notas Finales:

(1): So Shooting Star, primer ending de Naruto Shippouden.
(2) y (3): And She Said, de L'arc-En-Ciel.
(4): Wind, de Akeboshi. Ending de Naruto.

¿Dudas, opiniones, incongruencias, errores? No dudéis en dejar un RR.