Amor no correspondido

Amor no correspondido

Éste one-shot lo escribí para un concurso sobre parejas de Naruto. Como siempre acá les traigo una parejas extraña y un poco curiosa, muchos van a odiarme y a otras quizás les agrade. Pero bueh, me gusta crear parejas diferentes. xD

Amor no correspondido

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Me aterraba el mirarte a los ojos. Tu presencia me asutaba, tus ojos llenos de maldad y tu sonrisa sádica me encrespaba los pelos, pero jamás pensé sentir algo tan fuerte por alguien tan vacio de alma y de corazón. Quien creerías que yo me he enamorado de alguien como tú; yo que siempre anduve tras un amor imposible y no correspondido, sabiendo que mi mejor amigo ya se había ganado el corazón de esa persona.Si se lo contara a alguien nadie creería que Sakura Haruno se ha enamorado de Kisame… uno de los asesinos que forma parte de los Akatsuki; lástima que tu frío y vacío corazón no sienta lo mismo por mí.

Ahora me encuentro en el bosque de Konoha, esperando que tu aparezcas junto a tu compañero Itachi, el hermano del chico del cual creí estar enamorada ¿Cómo cambian los sentimientos, no? Mi mente divaga pensando sólo en ti, me aterra el pensar que algún día te enteres de mis sentimientos hacía ti ¿Qué pensarás de mí? ¿Sentirás deseos por tenerme, o soy una simple persona a la cual humillas a tu antojo? Son tantas preguntas que formula mi cerebro, tantas preguntas de las cuales nunca obtendré una respuesta.

La brisa de la tarde que acariciaba mi rostro y ondeaba mi pelo en un suave vaivén, me hacía sentir relajada; y me ayudaba a olvidar los tormentosos pensamientos que pasan por mi cabeza a cada rato. Podía sentir los rayos de sol que se posaban en mi cara, que me transmiten su energía… era como una cálida caricia que suavizaba mis mejillas, era al que llamábamos sol de otoño; esa época en la que las hojas de los árboles se tiñen de un hermoso color naranja.

Después de meditar por un buen rato, Sakura decidió regresar de nuevo a la aldea, la noche estaba por llegar y no quería tener problemas en su casa; ya que su madre era una persona bastante preocupada… tal vez exageraba un poco, pero la señora Haruno era sobre protectora con su única hija. Aunque sabía de antemano que la chica de los cabellos rosados era alguien fuerte en cuanto a fuerza física.

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—¿Piensas ir a Konoha? —preguntó un hombre de tez pálida, ojos tan negros como un pozo sin fondo, su semblante era serio y su mirada era tan fría como un tempano de hielo. Su nombre, Uchiha Itachi, compañero de Kisame.
—Sí —afirmó, mientras en su rostro se formaba una sonrisa sádica—. Quisiera divertirme un rato con la chica de los ojos verdes, ella hace que mi aburrimiento quede en el olvido —dijo riendo malévolamente.
—¿Irás solo? —comenzó a hablar el mayor de los hermanos Uchiha—, yo no pienso acompañarte, no me gusta perder el tiempo en tonterías. —musitó, para luego cruzarse de brazos.
—Itachi-san, eres demasiado aburrido. —Bufó Kisame con un poco de molestia.

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Mientras tanto en Konoha. Sakura llega a su casa, saluda a sus padres y sube a su habitación la cual estaba en penumbras, de nuevo los pensamientos que tanto la torturan llegaron otra vez a invadir su mente.

Ahora me encuentro en mi solitaria habitación, sigo pensando en él… en esa persona que se adueña de mis pensamientos a cada momento. Unas cuantas lágrimas amenazan con salir ya que mi amor nunca será correspondido. Frustración, eso es lo que siento al pensar que nunca podré estar con él, que nunca podré sentir sus fuertes brazos rodear mi cintura, que nunca me sentiré protegida… es tan amargo el no poder expresar lo que siento hacía esa persona, y más si sabes que éste amor nunca podrá ser correspondido.

Unas cuantas lágrimas escapan de mis ojos recorriendo mis pálidas mejillas que ahora poseen un leve color carmesí. Mi corazón siente un profundo dolor… un dolor que jamás creí sentir, dolor que poco a poco destruye mi débil corazón en mil pedazos.

Me recuesto en mi cama, mientras mi mirada se posa en esa luna cuyos rayos ilumina la fría habitación con su pálido resplandor.

—¿Algún día se fijará en mí? ¿Algún día se dará cuenta de que existo? —mencionó en un suave susurro, el cual sólo era audible para mí. Las lágrimas vuelven a brotar de mis ojos, pero esta vez con más intensidad, se mezclaban con el pequeño llanto que se ahogaba en mi corazón.

Después de tanto llorar se quedó dormida, sus ojos estaban hinchados y sus mejillas coloradas… era la prueba de que había llorado demasiado. A pesar de ser una chica ruda por fuera, por dentro Sakura era una chica frágil y sentimental, delicada como un ángel.

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—¿Para donde rayos se dirige Kisame? —preguntó un joven rubio de intensos ojos azules, usaba una alta coleta mientras un mechón cubría su ojo izquierdo.
—Hacia Konoha. —contestó secamente el azabache.
—¡Itachi! —gritó en tono de desesperación al escuchar la seca respuesta del poseedor del Sharingan— ¡¿Podrías dejar de ser tan frío por un maldito momento?! —Seguía gritando el chico de la coleta— ¿Qué va hacer Kisame en Konoha y porque tú no lo acompañaste? —interrogaba el rubio en tono de curiosidad.
—Eso es algo que a tí no te incumbe, mejor preocúpate por tus asuntos… Deidara. —contestó fríamente para luego desaparecer del lugar, mientras dejaba a un Deidara muy furioso con la palabra en la boca y echando chispas de la rabia que en estos momentos invadía su ser.
—Maldito bastardo ¿Quién se cree que es para dejarme con la palabra en la boca? —refunfuñaba ante la insolencia que el otro le había hecho, <<pero esto no se quedará así, me las pagaras maldito Uchiha>> eran los pensamientos de Deiadara, quien apretó el punto mientras fruncía el ceño de sobre manera.

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Los rayos del sol se colaban por las ventanas de cada hogar de Konoha, indicando que un nuevo día había comenzado.
En la habitación de Sakura, ésta acababa de despertar, hoy tenía entrenamiento y no podía darse el lujo de faltar. Se duchó, se vistió, desayunó y salió de su casa rumbo al bosque de Konoha, donde se encontraría con sus amigos.

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Mientras tanto por los alrededores de konoha. Kisame estaba sentado debajo de un árbol mientras su mirada se posaba en una shuriken que tenía en su mano, una sonrisa maquiavélica se dibujó en su rostro, mientras un brillo de maldad se reflejaba en sus negros ojos.

Cerca de donde él estaba se escucharon algunas voces que provenían del rio. Se acercó para ver quienes eran, pero a medida que se acercaba las voces se le hacían más conocidas. Una voz en especial llamó su atención, era la voz de la Haruno quien estaba discutiendo con el poseedor del Kyuubi… pues éste estaba molestando a Sasuke.Una sonrisa siniestra adornó su rostro, y una risita malvada salió de sus labios, mientras su mirada se posaba en la chica de los pelos rosados.

—Si hubiera venido Itachi-san todo sería divertido, odio tener que pelear con esas dos molestias —decía mientras miraba a Naruto y Sasuke con furia.
A pasos lentos se fue acercando hacia donde se encontraba el grupo de jóvenes, su sonrisa malvada aún seguía dibujada en su cara, y ese brillo de maldad todavía se reflejaba en esos ojos que infundían terror.
—“Vengo a ayudarte” —escuchó una voz muy conocida a sus espaldas, volvió a sonreír de medio lado y miró a su compañero el cual tenía el sharingan activado.
—¿A qué se debe el cambio de decisión? —preguntó.
—No soporto a Deidara, además ya se estaba poniendo histérico —contestó haciendo una mueca de molestia.
—Serás de mucha ayuda, así puedes distraer a esas dos molestias —le dijo señalando a Naruto y al hermano menor del Uchiha.

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Sakura desistió de seguir discutiendo con su rubio amigo y siguió entrenando. Por su parte Naruto y Sasuke entrenaban un nuevo jutsu que les había enseñado Kakashi –su ex sensei- el cual estaba en reposo ya que estaba enfermo debido a un resfriado que pescó. Sakura se alejó un poco de ellos y siguió entrenando durante un buen rato, luego se sentó a descansar en una de las rocas que estaba cerca del rio… de repente se escuchó un ruido entre los arbustos, esto alarmó un poco a la chica, quien tomó una kunai mientras se colocaba en posición de ataque. Sus ojos se ensancharon de la impresión al ver a la persona frente a ella. Era él, el hombre del cual se había enamorado. Sus piernas temblaban, las manos les sudaban y la kunai comenzó a resbalarse ya que el nerviosismo no le permitía obtener fuerzas.

—¿Por qué tan a la defensiva, muchacha? —preguntó el hombre delfín con una sonrisa de superioridad, la cual no pasó desapercibida por la Haruno, quien bajó la cabeza para que el hombre no viera el semblante de tristeza que se reflejaba en su rostro.
—¿Quieres pelea? —preguntó con voz firme la kunoichi.
—Me gustaría otra cosa. —rió de manera siniestra para luego acercarse rápidamente y quedar cerca de la chica.

Estaba a unos centímetros de los labios de la joven, los cuales fueron capturados en un salvaje e intenso beso. La chica se impresionó mucho ante tal acción, la joven sabía que Kisame no sentía nada por ella, sabía que ese beso era parte de su burla… cosa que le dolió aún más. Lágrimas comenzaron a deslizarse por su mejilla debido a la acción que éste comenzaba a realizar, deslizaba sus azules manos por las pálidas piernas de la Haruno hasta llegar a su cintura para luego subir por su abdomen. La chica reaccionó y le dio un empujón, temblaba de miedo; mientras pequeños sollozos salían de sus labios.

—¡Déjame! —gritó con desesperación, mientras caía de rodillas al suelo, con las manos en su rostro –como tapando las Lágrimas- para que el hombre delfín no notara su sufrimiento—¡No te burles de mí, no de ésta forma! —seguía gritando mientras su voz se ahogaba en llanto.
—Quería divertirme un rato contigo, pero no vales la pena… eres demasiado aburrida, no eres de mi gusto; aunque creo que nos volveremos a ver las caras. —dijo para luego desaparecer en un abrir y cerrar de ojos.

Ante tales palabras su corazón se terminó de partir en miles de pedazos, ahora sabía que su amor era imposible, que nunca será correspondido… y que no valía la pena sufrir por alguien que no lo merece. El llanto se hizo más intensó y su dolor le estaba quemando por dentro, tenía que olvidarlo, tenía que sacarlo de su alma… o éste amor terminaría por destruirla a ella.

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Un amor no correspondido puede llevarte a la locura, puede destruir tu mundo y hasta tu propia vida, yo aprendí que no vale la pena amar de esa manera. Gracias a sus palabras pude abrir mis ojos y darme cuenta que no vale la pena aférrame a ello.

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Fin​

 

Re: Amor no correspondido

Saya-Diva: me alegra que te haya gustado, la verdad debo admitir que me costó un poco escribir sobre esa pareja, sobre todo por lo que pienso del personaje femenino. Muchas gracias por betearme el fic. ;)

Kuroi Sakura: Creo que he vuelto adicta a las parejas raras, quizás sea porqué en un tiempo escribí sobre tantas parejas comunes que ahora me aburren. Gracias por leer el drabble. :)

Isabela: Sí. Isabela, se cuanto amas el SasuSaku (xD). Respondiendo a tu pregunta: en éste caso sí, porqué Kisame es un hombre pez xD. Me alegra que te haya gustado, muchas gracias por leer ésta corta historia. ;)