::: Amor en Custodia :::

Re: ::: Amor en Custodia :::

-¿Lin?- dijo saliendo de la paz de sus pensamientos al ver la piscina tan apacible.

-¿Lin?- parándose y dirigiéndose a inspeccionar.

-¡Lin!- gritó al ver a Lin enel fondo del agua inconsciente.

Sin pensarlo dos veces, se lanzó a la piscina y cuando tuvo a Lin entre sus brazos, la subió rápidamente.

A Sesshomaru le estaba invadiendo la desesperación. Lin no reaccionaba, aunque sentía que respiraba débilmente. De pronto se le ocurrió darle respiración de boca a boca, a lo mejor y lograba salvarla. Comenzó a acercarse lentamente y de pronto… Lin estalló en risas.

-Jajajajaja- agarrando fuertemente su estómago -jajajajajaja-

Sesshomaru la miró desconcertado.

-¿Te lo creíste? jajajajaja-

-No me parece gracioso- dijo molesto

-¡Pero a mí sí!-

De repente, Lin se concentró en la expresión de Sesshomaru. Podía ver en sus ojos un brillo de malicia o ¿venganza?

El tenerlo tan cerca, puesto que se había acercado mucho más, la hacía temblar de miedo y deseo. Sesshomaru era un joven atractivo en todos los aspectos, tenía un cuerpo espectacular, y la playera que se pegaba a él, lo demostraba; era guapo y su carácter hacía explotar a Lin.

Sesshomaru dibujó una tenue sonrisa en sus labios.

-¿Acaso tanto te agrada mi compañía?- dijo Lin consternada.

-No me agrada, pero sería un pecado negar que eres muy bella-

De nuevo. Esa era la segunda vez que Sesshomaru le dirigía un piropo. Lin trató de safarze de su agarre, pero lo único que consiguió fue que la estrechara aún más.

-Déjame salir- dijo Lin, aunque en el fondo no quería que desapareciera ese contacto, se sentía tan bien estar en sus brazos.

-No- dijo Sesshomaru, autoritario.

-No te estoy preguntando, te estoy dando una orden, por que si mal no recuerdo eres mi empleado-

-Te equivocas. Tu padre me contrató, no tú. Por lo consecuente tú no puedes darme órdenes-

-Pero puedo hacer que te despidan- forcejeando por salir.

-Tú ya jugaste, ahora es mi turno-

Sesshomaru inclinó la cabeza y rozó lentamente los labios de Lin. Ella se estremeció. La mano de Sesshomaru se posesionó de la pierna izquierda de Lin, y ella dio un pequeño gemido. Él comenzó a darle tiernos besos en la mejilla, que al poco tiempo, bajaron a su cuello y Lin se derritió completamente cuando la mano de Sesshomaru continuó su ascenso.




Kagome se encontraba muy preocupada. Aún no llegaba a su casa e Inuyasha estaba perdiendo mucha sangre.

Este acontecimiento la hizo reflexionar y decidió que hablaría con su padre. Ella no podría vivir tranquila si su padre le obligaba a estar con una persona que podría acabar muerta por su culpa. Su conciencia nunca la perdonaría si eso llegara a pasar. Ahora ya se sentía terriblemente mal, una persona inocente estaba sufriendo por su culpa. Y ella prefería morir, antes de que mataran a alguien ajeno a su situación.

AL fin, visualizó su casa, y en cuanto llegó a la entrada, solo paró el coche. Ayudó a bajar a Inuyasha y entraron a la casa. En cuanto se encontraron adentro, ella dio instrucciones para hacer lo correspondiente con el coche que había dejado afuera.

Llevó a Inuyasha a su habitación y lo sentó en la cama. Kagome era una mujer precavida, y a Inuyasha no le sorprendió que ella sacara un botiquín de primeros auxilios de su closet.

-Quítate la camisa- ordenó, Kagome.

-Me gustaría, pero no puedo mover el brazo- dijo, con una media sonrisa.

Kagome lo entendió. No debió haber hecho esa pregunta.
Kagome comenzó a desabrochar la camisa lentamente, tratando de evitar el más mínimo dolor por parte de Inuyasha. Cuando logró quitarle la prenda, ella deseó no haberlo hecho. Inuyasha tenía un torso y unos brazos perfectamente marcados. Ella pensó que esa era la recompensa de pasar mucho tiempo en el gimnasio. Kagome deseó sentir ser abrazada por esos brazos. Pero descartó la idea rápidamente. La herida de Inuyasha seguía sangrando y ella pensaba en tonterías.

Curó lentamente la herida, a fin de que dejara de brotar sangre y al final colocó una gasa.

-Muchas gracias- dijo él –Sin duda, serás una bella enfermera- sonriendo.

-Es una lástima- contestó Kagome –Porque estoy estudiando administración- devolviéndole la sonrisa.




-¡Maldita sea!- le gritó el hombre vestido de negro al que estaba parado.

-Perdóneme jefe, pero esa niña tiene un guardaespaldas, y ese maldito se atravesó. Pero el disparo lo recibió él-

-Te di instrucciones de que mataras a esa mocosa. Ella es la siguiente heredera de Higurashi y seguramente es más astuta que él. La necesito borrar del mapa cuanto antes- furioso.

-No volveré a fallar-

-No te preocupes. Ya no te necesito- El hombre sacó una pistola y le disparó.

Unos hombres vestidos completamente de negro entraron a la sala al escuchar el disparo. Ellos vieron el cuerpo inmóvil del hombre y no tuvieron que escuchar instrucciones; y sabían lo que tenían que hacer.

Era aterrador cuando desobedecían al amo. Si no eras de los favoritos, simplemente te mataba. El no podía correr riesgos. Además estaba de muy mal humor. Iban dos atentados contra las hijas de Higurashi y no obtenía resultados. Tendría que pasar al plan B. Necesitaba seducir a las jóvenes. Y tenía a los hombres perfectos para eso.




-Sesshomaru…- dijo Lin, temblando –Por favor, detente…-

Él estaba entretenido en el cuello de Lin, y no respondió.

-¡Diablos!- exclamó Chize, desde la entrada -¡Sabía que entre ustedes dos había algo!-

Sesshomaru se levantó rápidamente de encima de Lin y ella hizo lo mismo.

-Simplemente, ella se cayó y perdió la noción del tiempo. Yo solo estaba ayudándola- fue lo único que atinó a decir Sesshomaru. Se estaba volviendo muy hábil con las mentiras.

-Si claro- contestó Chize, alzando una ceja –Mejor me voy, creo que hago mal tercio- salió de la habitación y le lanzó un beso a Sesshomaru.

Sesshomaru y Lin se miraron mutuamente.

-No vuelvas a hacerlo- dijo Lin.

-¿El qué?-

-Lo de seducirme. No pienso darte mi dinero-

Sesshomaru la miró con expresión perpleja. ¿Acaso pensaba que la seducía para tener su dinero? Solo había sido una venganza.

-No te crees ilusiones, pequeña- dijo él, frío –Yo no soy de esas personas y además, no me interesa el dinero, ya que para eso trabajo. Y si crees que te estaba seduciendo, estás muy equivocada. Solo era una pequeña venganza. No me interesa tener ningún tipo de relación con alguien como tú-

A Lin le dolieron en el alma esas palabras. No sabía porque, pero no le agradó que él pensara así de ella.

Sesshomaru salió del salón. Necesitaba cambiarse de ropa, otra vez.



Kaoru Higurashi se encontraba en su oficina, tratando de resolver el problema que se le había presentado. Sus hijas corrían demasiado peligro, pero aun no sabía quien era el que estaba atrás de todo. Aunque desconocía al autor de los crímenes, el estaba muy consciente de que había demasiado dinero en juego y cualquiera podía estar planeándolo.

El teléfono sonó, sacándolo de sus pensamientos.

-Sr. Higurashi, lo llama su esposa- dijo la secretaria del otro lado del teléfono.

-Gracias. Ponla en la línea-

-¿Kaoru?- preguntó Sonomi.

-¿Qué sucede, querida?-

-No te quiero preocupar, pero Kagome sufrió un ataque esta mañana-

-¡Díos bendito!- exclamó –Voy para allá inmediatamente- y colgó.



Inuyasha salió de la habitación de Kagome y se dirigió a la suya. Tenía que cambiarse la ropa. Le sorprendió encontrar a Sesshomaru cambiándose.

-¿Qué haces aquí?- preguntó inuyasha en el marco de la puerta.

-Me estoy cambiando, ¿no es obvio?- le lanzó la pulla.

-De verdad, que tu humor está cada día peor-

-Desde que llegué a esta casa…- susurró él -¿Qué te pasó en el brazo?-

-Gajes del oficio- respondió inuyasha con una media sonrisa –Atacaron a Kagome, le dispararon y me interpuse…-

Sesshomaru comenzó a reír –Como en las películas, cuando salvan a su amada-

-Ya vas a empezar… mejor cuéntame por que te estás cambiando de ropa-

-Es la tercera vez hoy- dijo molesto –Si esto sigue así, tendré que conseguir más ropa-

-Mejor dile que te encanta- comenzando a reír.

-Mira inuyasha, esa niña no me gusta. Es caprichosa, altanera, orgullosa…- se detuvo al recordar que también era muy bella.

-Te describes perfectamente… probablemente es tu media naranja- entrando al baño.

Sesshomaru lo pensó un momento. No podía ser posible, al parecer su estancia en esa casa iba a cambiar muchas cosas en sus vidas. Inuyasha pensó lo mismo cuando cerró la puerta.

 

Re: ::: Amor en Custodia :::

Muchas gracias biky por postear, es una conti que debía haber puesto hace mucho tiempo y pues ahora al fin, pude ponerla, y voy a continuar este fic, y tratare de escribir lo más que pueda para que cuando entre a clases, no se me vaya a hacer muy complicado. Te agradezco de nuevo por tus posts en todos mis fics, me alegra que te gusten mis fics, y pues nos vemos pronto.

Chao

 

Re: ::: Amor en Custodia :::

Hola...!!
Muchas gracias por postear,
espero que venga más gente..
Bueno, a lo mejor cuesta tiempo, por que
abandone el fic por mucho tiempo, aún
así les agradezco que confien en mí y nos veremos
pronto!

Chao

 

Re: ::: Amor en Custodia :::

Hola...!
Siento demorarme con la conti, pero mi madre que no me habla
hoy solo me habló para llevarme a trabajar, así que ya estoy trabajando en la conti, solo un poco de tiempo y se las pongo.

Chao :)

 

Re: ::: Amor en Custodia :::

Hola!
Bueno no se si has leido la conti anterior, biky y si es así pude una conti antes, ahora no lo continuado por no tengo tiempo, y pues estoy pensando seriamente hacer algo, pero les diré luego.

Chao

 

Re: ::: Amor en Custodia :::

Hola..!
Bueno ya he tomado una decisión y creo que es la mejor.
Por ahora, solo continuaré con el fanfic de Refugio peligroso hasta que concluya, después me dedicaré a los fics que tengo pendientes.
Lo siento mucho pero el tiempo no me alcanza y si solo me concentro en uno a la vez, va a tener mejores resultados, que si me concentro en todos y me salen mal.

Chao.