Amor bajo la luna.

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por lupus, 10 Febrero 2011.

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    surisesshy

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    Ha si verdad que la bruja dijo que fue una marioneta quien le consiguo el cabello, perdón Ariel, fue la emoción del moemnto, juro que no lo vuelvo a haser (lo suelta del cuello y deja de apalearlo) ojalá y ese par no hagan una estupidez, que bueno que ese hechicero misterioso llamado Ithuriel le dio algo para contrarestar el ataque del básilisco (me siento ver las aventuras de harry potter).

    Huy, que difícil esta esa para Alexis y q¿qué seran los sueños de Sara? ¿De qué le hablará ese pajaro? ¿Quién es ella? Muchas incognitas se han habierto en relación al apsado de Sara, ahora estoy mas curiosa que antes y tambien quiero saber si ese hechicero será parte del pasado de Sara, quiero saber, como siempre me dejaste al borde de la desesperación.

    Que caballeroso lo de Lord Ariel, ir con Alexis solo poruqe se siente culpable, solo espero y no estorbe en la batalla, no espero por la conti y saber el verdadero pasdo de Sara y la total identidad de ese hechisero, bey amigo.
     
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    lupus

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    Amor bajo la luna.
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    41
     
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    3080
    XIX​

    Karen observó en el agua del lago a los dos lores acercarse a la cueva y sonrió.
    __ No me interesa Lord Ariel.__ dijo para sí misma.__ Sólo quiero a Alexis. Sin embargo, dado que se ha tomado la molestia de venir hasta aquí, le prepararé un comité de bienvenida.
    Salió de la cueva y colocó una pequeña piedra de color azul eléctrico entre las rocas de la entrada.

    Tras dos días de viaje, los dos jóvenes llegaron al punto donde terminaba el rastro de la magia, una cueva situada en una cordillera junto a un acantilado.
    __ Aquí es.__ afirmó Alexis.
    __ ¿Te das cuenta de que es posible que el hechicero nos esté esperando?__ le preguntó Ariel mientras ataba las riendas de su montura a una rama de un árbol cercano.
    __ Entonces no la hagamos esperar.__ dijo Alexis con una fiera sonrisa.
    Se acercaron a la entrada de la cueva, que se vio repentinamente iluminada por una intensa luz azul.
    __ ¿Qué ha sido eso?__ preguntó Ariel descubriéndose los ojos cuando la luz desapareció.
    __ Nada bueno.
    Inmediatamente después de que la luz se desvaneciera, de la tierra comenzaron a aparecer extraños soldados deformes hechos de roca.
    __ Parece que el hechicero nos ha preparado una fiesta.__ bromeó Alexis mientras desenvainaba su espada y atacaba.
    Ariel hizo lo mismo y entre los dos eliminaron a los soldados de roca.
    __ No ha puesto mucho esmero en detenernos.__ comentó el león.
    __ Yo no diría eso.__ replicó el lobo, que señaló los fragmentos de los cuerpos de los soldados reunificándose.
    Los dos lores volvieron a destruir a los soldados, que volvieron a recomponerse.
    __ ¡Maldición!__ exclamó Alexis al ver que las criaturas se recomponían por quinta vez.__ ¡Esto no va a acabar nunca!
    __ No podemos perder más tiempo.__ dijo Ariel tras cortar la cabeza de una de las criaturas, que se volvió a levantar a pesar del ataque del noble.__ Tienes que entrar en la cueva.
    Alexis le miró sorprendido.
    __ ¿Y qué harás tú?
    __ Les entretendré.__ respondió el rubio.__ Tal y como tú has dicho, no tenemos tiempo que perder. La vida de Sara depende de ti.
    __ Pero…
    __ ¡No te preocupes por mí!__ gritó Ariel mientras destruía a dos soldados que se habían acercado a él.__ ¡Consigue el veneno!
    Alexis asintió y derribó a los guardianes que se interponían en su camino para introducirse en la cueva mientras su compañero mantenía ocupados a los soldados de piedra.
    “Más te vale sobrevivir a esa serpiente, lobo.” pensó divertido. “No me gustaría quitarte a Sara sin pelear contigo.”

    Alexis recorría la gruta de la cueva mientras le deseaba suerte a Ariel en silencio. A medida que el joven avanzaba, la gruta se ensanchó hasta convertirse en una gran cavidad natural iluminada por llamas azules que levitaban en el aire.
    En el centro de la cueva había un altar sobre el que había un mechón de pelo rojo sobre el que una figura encapuchada deslizaba sus manos mientras murmuraba hechizos por lo bajo.
    __ ¿Tú eres el hechicero?__ le preguntó Alexis acercándose por detrás con la espada preparada para atacar.__ ¿Tú has maldecido a Sara?
    __ Es cierto que he maldecido a la chica pero debo matizar tu primera pregunta, Alexis.__ dijo Karen girándose y quitándose la capucha para revelar su rostro.
    __ Me da igual si eres hombre o mujer.__ replicó el joven empuñando su arma con fuerza.__ ¿Cómo es que me conoces? ¿Y por qué haces todo esto?
    __ ¿No me conoces, joven lobo?__ le preguntó Karen.__ Me decepciona enterarme de que tus padres no te han hablado de mí; tal vez deberías preguntarles quién es la hechicera Karen.
    Alexis no sabía a qué se estaba refiriendo la mujer pero en ese momento no le importaba; apuntó a su pecho con la espada y le ordenó:
    __ ¡Rompe la maldición que le has echado a Sara!
    __ ¿Quién te crees que eres para ordenarme algo así, muchacho?__ le preguntó Karen con una cruel sonrisa.__ Si quieres salvar a Sara, tendrás que hacerlo tú mismo.
    El licántropo se lanzó contra ella pero la hechicera apareció a varios metros de su alcance.
    __ Dado que tantas ganas tienes de luchar, permite que te presente a un adversario mucho más fiero que yo.__ dijo Karen.
    Alexis sintió temblar la tierra y escuchó el sonido de un cuerpo escamoso arrastrándose sobre la húmeda roca. Al ver a la inmensa serpiente surgir de uno de los túneles que salían de la caverna, el joven cerró los ojos instintivamente y se concentró en detectar al animal a través de las vibraciones del terreno que su gigantesco cuerpo generaba y del silbido de su lengua bífida.
    __ ¡Mátale!__ oyó gritar a Karen.
    El licántropo saltó a un lado para evitar el ataque del basilisco y escuchó el sonido de la roca al resquebrajarse por el impacto, así como la corrosión que el veneno de los colmillos de la serpiente provocaba en el material.
    La serpiente atacó una y otra vez a Alexis, que había entrenado sin descanso en luchar sin la necesidad de usar los ojos.
    __ ¡Tu mascota no está logrando nada, bruja!__ gritó para hacerse oír por encima del estruendo de las rocas.
    __ ¿Eso crees?
    Un nuevo estruendo sonó a varios metros de distancia de Alexis, que se extrañó al sentir el golpe tan lejos y no esquivó a tiempo el verdadero ataque.
    __ Me ha distraído.__ susurró mientras se incorporaba ignorando el dolor de sus costillas.
    El basilisco utilizó de nuevo su táctica y lanzó al joven contra la pared.
    __ Lamento todo este espectáculo.__ dijo la hechicera.__ Este animal tiene la mala costumbre de jugar con su comida. ¡Acaba con él!
    La serpiente se lanzó contra Alexis para cumplir la orden de Karen.
    __ Espero que Ithuriel tenga razón y esto me sea útil.__ murmuró Alexis mientras tomaba el pequeño saco que el hechicero le había entregado y lo abría.
    Una intensa luz plateada llenó la habitación y cegó momentáneamente a los presentes cuando una brillante esfera salió del saco.
    “¿Qué es eso?” se preguntó Alexis.
    De pronto, sintió un intenso ardor recorriendo su cuerpo y pudo ver que sus manos se estaban convirtiendo en garras.

    Karen observó asombrada la transformación de Alexis y se preguntó cómo era posible que el joven hubiese conseguido un cristal lunar, un cristal hechizado para desprender la misma energía que la luna llena.

    El lobo aulló y se abalanzó contra el basilisco, estrellando la cabeza de la serpiente contra el techo de la cueva. El monstruo trató de clavar en él sus colmillos pero el lobo le agarró de ellos y estampó su cabeza contra el suelo.
    __ Ya va siendo hora de acabar con esto.__ dijo Karen.__ ¡Sisilarap!
    El hechizo paralizó los movimientos del licántropo.
    __ ¡Acaba con él!__ le gritó Karen al basilisco.
    La serpiente se abalanzó sobre el paralizado licántropo.

    __ No, no le hagas daño.__ jadeó Sara mientras se revolvía en la cama.__ Alexis, cuidado.
    Hilda miró a Galeno angustiada.
    __ Está empeorando, ¿verdad?
    __ Mucho me temo que el veneno avanza.__ respondió el anciano.
    __ ¡No, Alexis!__ gritó la joven, sobresaltándoles cuando su cuerpo empezó a desprender una energía rojiza.__ ¡Déjale!
    Galeno y Hilda se miraron sin comprender; aquello no tenía nada que ver con el veneno de basilisco.

    La zona del techo que se encontraba sobre Karen estalló y uno de los fragmentos que se desprendieron golpeó en el brazo a la hechicera, rompiendo su concentración y liberando a Alexis del hechizo paralizador.
    El licántropo se lanzó contra el basilisco y le atravesó el paladar con sus garras, matando al monstruo en el mismo instante en que el cristal lunar perdía toda su energía.
    Al desaparecer la energía lunar, Alexis comenzó a volver a su forma humana mientras el basilisco moría desangrado.
    __ Espero…que no…te importe…que te coja...esto.__ jadeó el joven cuando volvió a ser humano y le arrancó uno de sus colmillos.

    Karen escapó de la cueva a través de un túnel diferente que la condujo al borde del acantilado. Sin embargo, allí le aguardaba una sorpresa.
    __ Ithuriel.__ dijo la mujer al ver al hechicero.
    __ ¿Qué es eso de llamar a tu maestro por su nombre?__ le preguntó el encapuchado.
    La bruja se rió y replicó:
    __ Hace tiempo que no te considero mi maestro, Ithuriel. Puedo asegurar que hace tiempo que te superé.
    Ithuriel resopló.
    __ ¿No estás siendo un poco arrogante, Karen? De todos modos, jamás me imaginé que tú acabarías empleando los conocimientos que te transmití para cometer semejantes crueldades. Recuerdo cuando eras una niña que se lanzaba a proteger a todo ser indefenso.
    Un aura venenosa rodeó el cuerpo de Karen, cuyos ojos brillaron de rabia.
    __ ¡Esa niña murió hace mucho!__ gritó.__ ¡Tú no eres quién para replicarme acerca de mi crueldad! ¡Adiós, Ithuriel! ¡Oyar!
    Un rayo salió de sus manos y se dirigió hacia el hechicero, que lo desvió con las manos y gritó:
    __ ¡Aparece, fénix!
    Tras él, unas grandes llamas surgieron de la tierra y una enorme ave de fuego se elevó hacia el cielo con un agudo canto para arrojarse en picado contra Karen, que levantó una barrera mágica a su alrededor para bloquear el ataque. Sin embargo, la energía de la criatura fue tal que el escudo se rompió y Karen fue arrastrada por la marea de llamas y arrojada por el borde del acantilado.
    __ Nunca quise que te convirtieras en el ser que eres hoy, Karen.__ susurró Ithuriel con pesar mientras se asomaba para buscar el cuerpo de su aprendiz.
    Sin embargo, el océano había engullido con su furia a la hechicera.

    Cuando Alexis salió de la cueva, se encontró a Ariel apoyado contra las rocas, jadeando y examinándose las múltiples heridas que tenía; todos los soldados de roca habían sido destruidos.
    __ ¿Cómo lo has conseguido?__ le preguntó acercándose a él.
    __ Había una extraña piedra azul entre las demás piedras que formaban la entrada.__ le explicó el joven león mientras se vendaba un serio corte en el brazo.__ Sospeché que tenía algo que ver con esos seres y la destruí; en cuanto se rompió, todos esos seres desaparecieron.
    Ariel examinó el estado de Alexis, lleno de magulladuras y cortes y cubierto por una gran cantidad de sangre de basilisco, y sonrió.
    __ Nuestros padres nos matan.
    __ El tuyo tal vez.__ replicó Alexis.__ Los míos están acostumbrados a verme así. Será mejor que nos pongamos en marcha.

    Tras dos días de viaje, los dos jóvenes regresaron al castillo. En cuanto llegaron, Lady Helena se acercó a su hermano y le comunicó:
    __ Nuestro padre quiere verte; y está enfadado.
    Lord Ariel suspiró y acompañó a su hermana a la habitación que estaba ocupando Lord Asriel mientras Alexis se dirigía a toda prisa a la habitación de Sara.
    __ ¡Lord Alexis, ¿qué os ha ocurrido?!__ exclamó Galeno al ver el aspecto del joven.
    __ Es una larga historia.__ replicó Alexis lanzándole el colmillo de basilisco.__ Será mejor que prepares rápidamente el antídoto, anciano.
    El anciano asintió y se puso manos a la obra mientras Alexis se dirigía a su habitación para lavarse y ponerse ropa nueva. Una vez listo, regresó a la habitación de Sara, donde Galeno había aplastado y machacado el colmillo para extraer el veneno que contenía para diluirlo en agua y mezclarlo con extrañas sustancias químicas.
    __ Tápale la nariz.__ le pidió el médico a Hilda, que hizo lo que le pedía.
    El anciano derramó con cuidado el antídoto en la boca de Sara, que se esforzaba en no toser el amargo líquido que bajaba por su garganta.
    __ No podemos hacer nada más que esperar.__ dijo Galeno cuando le hubo administrado todo el antídoto.
    Alexis observó el rostro sudoroso y pálido de Sara y se dijo que el hecho de que la joven estuviese postrada en la cama era antinatural.
    __ ¿Podríais dejarme solo con ella un tiempo?__ les preguntó a los dos adultos, que asintieron y abandonaron la estancia.
    El licántropo se sentó en la silla que había estado ocupando Hilda y cogió una de las frías manos de Sara.
    __ Tal vez lo que te voy a pedir te resulte egoísta por mi parte pero no te mueras.__ le susurró con delicadeza.__ Sé que desde el primer momento hemos tenido roces pero debo reconocer que me agrada cuando discutimos; me hace sentir cercano a ti. Si murieras, ¿quién me plantaría cara cuando perdiese la calma?; ¿quién me pondría en mi sitio cuando mi comportamiento fuese vergonzoso?; ¿a quién podría molestar para divertirme?
    “¿Quién me haría enloquecer con su aroma y con cada movimiento de su cuerpo?” pensó mientras depositaba un dulce beso en los labios de la joven.
    La besó durante varios minutos hasta que sintió que Sara recuperaba el conocimiento; se apartó y vio cómo la chica abría los ojos lentamente mientras se incorporaba con dificultad.
    __ ¿Alexis?__ dijo Sara al verle, confusa por los efectos del veneno.__ ¿Qué…qué ha ocurrido? Lo último que recuerdo es que estaba haciendo mi equipaje…
    Se detuvo sorprendida cuando Alexis la abrazó con fuerza.
    __ ¡¿Qué pasa?!__ exclamó la joven, que nunca había visto al joven reaccionar así.
    __ Ni se te ocurra volver a darme un susto semejante.__ le dijo Alexis sin despegarse de ella.
    Sara asintió como si nada pero una extraña euforia llenaba su corazón al comprender que el joven estaba preocupado por ella; haciendo un esfuerzo para superar el cansancio, le devolvió el abrazo.
    __ Oye, Alexis…no quisiera estropear este momento tan enternecedor pero tengo que decirte que…
    __ Dime.
    __ Apestas.
    A pesar de que normalmente habría respondido a ese comentario mordazmente, en aquella ocasión Alexis únicamente sonrió y susurró:
    __ Supongo que tienes razón.

    Mientras tanto, en una colina lejos del castillo, dos hermanos ladrones cabalgaban con su botín recién adquirido.
    __ Ha sido muy fácil robar a esa familia.__ rió el hermano mayor.
    __ Desde luego.__ corroboró el menor con satisfacción.__ Se nota que somos unos profesionales.
    Cabalgaron hasta llegar a lo alto de la colina, donde se detuvieron al ver las ruinas de lo que parecía haber sido un castillo de la antigüedad.
    __ ¿Y estás ruinas?__ preguntó el hermano mayor.
    __ He oído hablar de ellas.__ dijo el menor, que tragó saliva.__ Dicen que son las ruinas del castillo de Araxiel, uno de los Señores del Casos; se dice que el espíritu del hechicero recorre las ruinas.
    __ Bobadas.__ replicó el mayor.__ Son sólo supersticiones y cuentos de miedo. Vamos a echar un vistazo; tal vez haya algo de valor.
    Los dos hermanos desmontaron y recorrieron las ruinas hasta que descubrieron un féretro, en cuya superficie había incrustado un gran zafiro.
    __ ¡¿Has visto eso, hermano?!__ exclamó el hermano mayor con un brillo codicioso en sus ojos mientras sacaba un cuchillo y trataba de extraer la joya.
    __ Deberíamos irnos de aquí.__ dijo el meno mirando nervioso a su alrededor.__ ¿Y si las historias fuesen ciertas?
    __ No seas crío.__ gruñó el mayor.__ ¡Ya está!
    Logró extraer el pedrusco y lo examinó sosteniéndolo en su mano.
    __ Nunca había visto una joya semejante.__ susurró mientras lo acariciaba con cariño.
    De pronto, el zafiro empezó a brillar y las ruinas temblaron cuando el féretro se resquebrajó y estalló en pedazos para liberar una figura que se alzó en el aire.
    __ ¡¿Qué está ocurriendo?!__ gritó el mayor de los ladrones.
    El hermano pequeño retrocedió asustado al ver como aquella figura desplegaba dos alas de plumas negras para revelar a un hombre de de cabello púrpura y ojos rojos vestido con una capa negra.
    __ ¡¿Quién eres tú?!__ le preguntó el hermano mayor.
    El hombre gesticuló con las manos y el zafiro acudió a su llamada.
    __ ¿No te han contado historias de terror acerca de mí?__ le preguntó con una voz tan suave que no parecía propia de alguien con un aspecto tan aterrador.
    __ ¡Es Araxiel, uno de los Señores del Caos!__gritó el menor de los ladrones, que echó a correr hacia los caballos.
    __ Respuesta correcta.__ dijo Araxiel con un deje de diversión en su tono.__ Como premio por tu respuesta, te concederé el honor de ser el primero en morir tras mi renacimiento.
    Una gran energía mágica rodeó su cuerpo mientras sus ojos lanzaban destellos rojos.
    El hermano menor se acercó a los caballos pero retrocedió asustado al ver el brillo rojo que había aparecido en sus ojos; los dos animales se abalanzaron sobre él y, ante el horror de los dos ladrones, empezaron a lanzarle fuertes dentelladas para devorarle.
    __ Esto…no es…posible.__ tartamudeó el hermano mayor al ver que sus caballos estaban devorando a su hermano pequeño.__ No…tiene…ningún sentido.
    Una fuerza invisible tiró de él y le alzó hasta ponerle a la altura de Araxiel, que le miró con expresión divertida.
    __ ¿Sentido?__ le preguntó el Señor del Caos.__ ¿Acaso crees que nos llaman los Señores del Caos por capricho? Nosotros podemos alterar las leyes de la naturaleza a nuestra voluntad; nosotros no obedecemos a la lógica ni a lo que llamáis “tener sentido”. Y ahora paga por haber asaltado mi tumba.
    La fuerza que sostenía al ladrón desapareció y el hombre se precipitó contra el suelo, muriendo al romperse todos los huesos con el impacto; los caballos abandonaron el cadáver del hermano menor y empezaron a devorar al mayor.
    Desde el aire, Araxiel observó los verdes prados que rodeaban la colina y gruñó.
    __ Odio el frescor de la hierba; odio la tranquilidad que se respira. ¡Convertiré este mundo en un infierno!
    Se carcajeó con una risa sádica mientras una oscura energía emanaba de él y ensombrecía el lugar
     
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    surisesshy

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    O: O.O.......................Asi que ese hechicero era el maestro de karen (raro, pero ahora que la matarón, es cuando me aprendo su nombre XD) Que bueno que la haya detenido, pero ahora viene un enemigo mas poderoso y peligroso, no espero por saber que tramara y aun asi, me dejaste con la duda sobre el pasado de Karen, de verdad tenía curiosidad por saber que fue lo que le hicieron la familia de Alexis, pero eso ya es pasado, ahora lo que me pregunto es por el presente.

    "No quiero quitarte a Sara sin pelear contigo" Kyaaaaaa, eso fue tan caballeroso y digno de un lord como Ariel, esto no se quedará así, pero ya sabemos a quien pertenece el corazón de Sara.

    Que binita confeción de parte del Licantropo, si tan solo Sara la hubiera oido, fue lo más romantico que he visto en toda la historia y despues de desir eso, plantarle un beso, Alexis pervertido, no sabia que eras de esos que se aprovechaban de una bella durmiente, XD, mentira, no pienso eso de ti, fue una escena tan tierna, pero estrañamente quien por poco la daña es Sara esta vez, jajajajjaja, desirle que apesta, pero es obvio no, despues de todo, sigue siendo un lobo y ademas ya tenía 4 días sin bañarse, la peste no se le iva a quitar tan fácilmente.

    Te aseguro que casi lloro cuando matarón a karen, no, no senti pena por ella, es solo que dije; "Ya se acabo la historia y no veré boda", pero para mi buena suerte, hay segunda temporada, Siiiiiii, que alegria, ahora veremos como se las apañan nuestros amigos ante este ser lleno de odio, no espero por el siguiente capitulo, ha estado muy buena la reconciliación de Alexis con Sara, siguela pronto, beys.
     
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    lupus

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    Total de capítulos:
    41
     
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    1439
    XX​

    __ ¡Lo siento mucho, Sara!__ se disculpó Ariel inclinándose por décima vez ante la joven.
    Habían pasado tres días desde que Ariel y Alexis regresaran de luchar contra Karen y el basilisco y desde entonces el primero había acompañado a Sara en todo momento para compensarle por lo que había hecho, lo que molestaba a Alexis además del hecho de que Sara no rechazase al león.
    __ No fue culpa tuya.__ replicó la chica haciendo que el lord se incorporase.__ Si eres mi héroe.
    Y besó a Ariel para agradecérselo mientras el lord le lanzaba a Alexis una mirada de victoria. El licántropo les observó lanzando gruñidos inaudibles y apretando los puños.
    __ Bueno, será mejor que me vaya.__ dijo Ariel cuando se separaron.__ Algún día nos volveremos a ver.
    __ Ariel.__ le llamó Alexis cuando el lord empezaba a marcharse.__ ¿Podemos hablar un momento?
    __ Claro.
    Los dos jóvenes se alejaron de Sara, que les observaba con curiosidad, y se colocaron en un rincón de la plaza.
    __ No creas que te voy a dejar a Sara así sin más.__ le dijo Alexis a Ariel.
    __ Vaya, vaya, vaya. ¿No te ha gustado que nos besáramos? ¿El lobo está celoso del león?__ se mofó el rubio.__ Seguro que querías que te besara a ti. Pues te diré que pienso conquistar el corazón a como dé lugar.
    Alexis sonrió forzosamente y replicó:
    __ No tendrás muchas posibilidades de lograrlo teniendo en cuenta que no vives aquí. Sin embargo, yo tengo oportunidades cada día.
    __ Eso es cierto.__ aceptó Ariel.__ Pero tú tienes muy mal carácter y seguro que harás algo que molestará a Sara.
    __ Y seguro que tú te lanzarás sobre toda mujer atractiva.__ se burló el lobo.__ No creo que eso sea algo que a Sara le siente bien.
    __ Pero por ella estoy dispuesto a cambiar ese estilo de vida.__ dijo Ariel mientras se volvía y se alejaba.__ Adiós, mi rival.
    __ Adiós.__ se despidió Alexis.__ Ten cuidado de no tener un desliz y dejar a alguna de tus concubinas en cinta.
    El león levantó una mano sin volverse para indicar que le había oído.

    __ Esos dos parecen estar muy tensos.__ le dijo Sara a Hilda mientras observaban a los dos lores hablar.__ No parece que se lleven muy bien.
    __ Se nota que hay rivalidad entre ellos.__ observó su tía.__ No me equivoqué cuando dije que tendrías muchos pretendientes.
    Sara la miró sin comprender y le preguntó:
    __ ¿Qué quieres decir?
    __ Vamos, Sara, ¿me estás diciendo que no te has dado cuenta de cómo miraba Lord Alexis a Lord Ariel cuando le besaste? Está claro que no le gustó que besaras a otro hombre. Parecía que te quería separar de Lord Ariel y llevarte lejos para tenerte sólo para él.
    __ ¡Que cosas tienes, tía Hilda!
    __ ¿No me crees?__ le preguntó la mujer.__ ¿Qué te apuestas a que ahora están discutiendo por ti? Seguro que Lord Alexis te está defendiendo como un lobo defiende su territorio.
    Sara vio a Alexis gruñir y decidió acercarse para averiguar que ocurría, convencida de que Hilda estaba equivocada. Caminó apoyándose en sus muletas, todavía demasiado débil para mantenerse por sí misma.
    __ Alexis, ¿te encuentras bien?__ le preguntó al joven noble al ver que tenía los puños apretados.
    __ Sí, sí. Claro que estoy bien. ¿Por qué lo preguntas?
    __ Es que pareces algo enfadado.__ le indicó Sara.
    __ Eso no es verdad.__ mintió Alexis.
    Sara le miró fijamente hasta que el licántropo estalló y confesó:
    __ ¡No entiendo porqué le besas a él, que sólo se ha enfrentado a unos insistentes soldados de piedra, y no me besas a mí, que me enfrentado a una serpiente gigante y a una bruja!
    Alexis apartó la mirada y se cruzó de brazos con gesto ofendido.
    “¡Está celoso de verdad!” pensó Sara, sorprendida por lo que el joven había dicho.
    Sonriendo, se estiró apoyándose en las muletas y sorprendió a Alexis besándole en los labios.
    __ ¿Ya está satisfecho tu ego?__ le preguntó burlona tras separarse de él.
    Alexis fingió meditarlo durante un momento y respondió:
    __ La verdad es que sí.

    Los días que siguieron a la partida de Lord Asriel y su séquito fueron muy tranquilos, sin señal de que la hechicera estuviese haciendo una de las suyas; el único que no se sentía en paz era Alexis, que intentaba una y otra vez que sus padres le hablasen de Karen sin conseguir nada.
    __ Tal vez no sepan nada.__ conjeturó Sara cuando Alexis le explicó porqué se sentía tan frustrado.__ Quizás esa hechicera te mintió.
    __ No, no es eso.__ replicó Alexis.__ Noto cómo mis padres se asustan y se ponen a la defensiva cada vez que menciono a la bruja. Sé que me ocultan algo pero no sé qué puede ser.

    Sin embargo, la calma se rompió al séptimo día, cuando un hombre malherido al que le faltaban trozos de carne apareció en el castillo arrastrándose.
    __ Estas marcas de dientes…pero no puede ser.__ murmuró Galeno mientras examinaba las heridas del hombre.
    __ ¿Qué ocurre?__ le preguntó Lord Emil.
    __ Son marcas de dientes de ovejas.__ respondió Galeno, extrañado y perplejo.
    __ Me tomas el pelo, ¿verdad?
    __ No, milord.__ replicó el anciano médico.__ Os lo digo en serio: a este hombre le han atacado unas ovejas.
    __ Eso es imposible.__ afirmó Rayth.__ Las ovejas no comen carne.
    El hombre recuperó el conocimiento y susurró:
    __ Hechicería…
    Alexis y Sara compartieron una mirada de sospecha. ¿Sería posible que Karen fuese responsable de aquel suceso?
    __ ¿El responsable es un hombre o una mujer?__ le preguntó Alexis al herido.
    __ Un…hombre…llamado Araxiel.__ respondió el hombre.
    Galeno, los padres de Alexis, el propio Alexis y Rayth se sobresaltaron al oír el nombre de aquel hechicero.
    __ ¿Por qué se ha puesto todo el mundo tan nervioso?__ les preguntó Sara sin entender la situación.__ ¿Conocéis a ese tal Araxiel? ¿Quién es?
    Alexis la miró como si estuviera loca.
    __ ¿Nunca has oído hablar de él? ¿No has oído hablar de los Señores del Caos?
    Sara negó con la cabeza.
    __ Verás, Sara, hace cientos de años, un grupo de hechiceros provenientes de las tierras del norte trataron de conquistar el mundo para hacerse con el poder absoluto.__ le explicó Galeno.__ Sus poderes eran muy superiores a los de cualquier otro hechicero, tan inmensos que podían perturbar el equilibrio natural con su voluntad. Pronto fueron conocidos como los Señores del Caos y considerados como mensajeros de esa fuerza y su mayor obsesión era hacer que las cosas siempre fuesen como ellos quisieran; deseaban ser dioses sobre los demás. Araxiel es uno de esos hechiceros. Su existencia fue una pesadilla para todos los habitantes de este mundo.
    __ ¿Y qué pasó con ellos?__ le preguntó Sara.
    __ Lo único que se sabe es que uno de esos hechiceros se dio cuenta de que lo que hacían estaba mal y les traicionó.__ respondió Alexis.__ Parece que creó un arma poderosa, luchó contra ellos y les derrotó.
    __ Pero si están muertos, ¿cómo es posible que Araxiel sea el responsable de esto?
    __ Lo que los Señores del Caos más codiciaban era la inmortalidad, y se obsesionaron con encontrar la forma de derrotar a la muerte.__ le explicó Lord Emil.__ Y parece que al menos uno de ellos lo consiguió.
    Lady Giselle se asomó a la ventana y exclamó:
    __ ¡Está nevando!
    __ ¿Qué?__ le preguntó su esposo.__ No digas tonterías, mujer. ¿Cómo va a nevar en pleno verano?
    La mujer abrió la ventana y un viento helador entró a la estancia arrastrando copos de nieve. Además, el cielo se veía iluminado por un flujo de colores que nadie había visto nunca por esa zona.
    __ ¿Una aurora boreal en esta época del año y en este lugar?__ preguntó Rayth.__ ¿Qué demonios está pasando?
    __ Parece que Araxiel realmente ha regresado.__ dijo Galeno con rostro sombrío.__ El orden natural de las cosas se ha desequilibrado.

    Araxiel sobrevolaba los pueblos que eran atacados por sus bestias transformadas mientras murmuraba complejos hechizos que provocaron que el cielo se oscureciera y descargara una gran ventisca sobre los indefensos habitantes.
    __ Ya es hora de que el Caos regrese a este mundo.__ dictaminó mientras se regodeaba en el sufrimiento de los pueblerinos.
     
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    surisesshy

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    XDDDDDDDDDDDDDDDDDD, jajajaaja, pero que par de bestias, no pueden negar que son perro y gato, perdón, lobo y león, jajajaajajaja. que atrevida es Sara, Pero me gustó la parte en la que le dió un beso al Licantropo, me reí mucho con lo que le dijó despeus, aunqeu mis risas se convirtieron en penumbra con las cosas siguientes, que caos esta haciendo ese hechicero, y ahora como lo detendrán, se ve que es muy poderoso, tal ves aparesca el que lo vencio junto a los otros, es mas, podría ser que ese hechisero fuera el que vencio a Karen, no me sorendería en lo absoluto, pero no creo que se pongan las cosas tan fáciles.

    Espero aver que hase nuestro querido lobo, ya que no creo que se qude de brazos cruzados y como poco a poco, trata de enamorar a Sara, me gust´ño mucho el capi, espero el próximo, beys.
     
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    lupus

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    Amor bajo la luna.
    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    2274
    XXI​

    Sentado en una roca, Ithuriel percibió la inmensa energía maligna que el aire arrastraba y pudo ver los extraños fenómenos que estaba causando.
    “Esta energía…no puede ser.”
    De pronto, un gran rebaño de ovejas surgió del bosque y se arrojó sobre el hechicero con ojos rojos y balando por su sangre.
    Sin preocuparse ni por un instante, Ithuriel exclamó:
    __ ¡Aparece, fénix!
    Entonando su hermosa canción, la criatura calcinó a todas las bestias en un abrir y cerrar de ojos.
    __ Fénix, ¿sientes esa energía?__ le preguntó Ithuriel cuando el ave se posó a su lado.
    El fénix elevó la cabeza y respondió:
    __ Sí, no había sentido esa energía desde aquellos años. ¿Quieres que vayamos a ocuparnos de la situación?
    Ithuriel negó con la cabeza y dijo:
    __ No creo que sea necesario. Hay un par de jóvenes que devolverán a ese Araxiel al infierno del que proviene.

    Araxiel murmuraba poderosos sortilegios mientras las ruinas de su castillo se recomponían hasta que la fortaleza volvió a su estado original. El Señor del Caos elevó los brazos, provocando que su castillo se elevase en el aire dejando un gran cráter en la tierra.
    __ Todo gran señor debe tener su propia fortaleza.__ susurró mientras desplegaba las alas y se elevaba hasta posarse en la torre más alta.
    Desde allí podía ver toda la destrucción que sus poderes habían estado causando durante los últimos días a aquellas tierras. Las plantas se pudrían con su presencia; las aguas quedaban contaminadas por su energía; los bosques y los pueblos ardían bajo el azote de la lluvia de fuego y la sacudida de los rayos; y las gentes eran devoradas por las bestias, llenando el aire con sus gritos de súplica.
    __ ¡Como echaba de menos esto!__ gritó Araxiel de placer mientras apuntaba a una pequeña montaña con las manos.__ ¡Ebmurred!
    La montaña comenzó a agitarse y a temblar hasta que se derrumbó generando una gran avalancha, que destruyó los pequeños poblados construidos en su base.
    El castillo avanzó, impulsado por los poderes del hechicero, hasta llegar al pueblo de Fount, situado junto a un gran embalse.
    __ No se debería obligar al agua a detenerse.__ gruñó Araxiel al ver la gran presa. Levantó las manos y gritó: __ ¡Atneiver!
    Bajo la gran presión de los poderes del Señor del Caos, la gigantesca estructura se agrietó y dejó pasar el agua por las fisuras.
    __ ¡Atneiver!__ volvió a gritar Araxiel.
    La presa reventó y millones de litros de agua escaparon rugiendo con gran furia, abalanzándose sobre los indefensos habitantes de Fount, destruyendo todas las construcciones y borrando todo lo que encontraba a su paso en varios kilómetros de distancia.
    __ Todo es mucho más hermoso cuando se encuentra sometido a la destrucción y al sufrimiento.__ suspiró de placer el Señor del Caos, que observaba todo el mal que estaba causando con el mismo orgullo con el un artista admiraría su obra.

    Alexis abrazó a Sara para apartarla de su posición y evitar que la bola de fuego la aplastara.
    __ Ten más cuidado.__ le reprochó a la chica, que temblaba ante el horror que contemplaba.
    __ Lo…lo siento.
    Al igual que otros muchos lugares de las tierras de Lord Emil, el castillo se estaba viendo afectado por la ardiente lluvia de fuego y por la locura de los caballos; muchos soldados se revolvían tratando de apagar el fuego que les consumía o luchando para evitar ser devorados por los antes fieles corceles.
    __ ¡De eso nada!__ gritó Alexis al ver que uno de los caballos se acercaba acechando a Sara.
    Agarró al animal del cuello y con su fuerza de licántropo lo envió volando contra el muro, rompiéndole la columna y matándolo en el acto.
    __ ¡Como os acerquéis a Sara, cenaré carne de caballo!__ gritó el licántropo, cuyos ojos dorados brillaban furiosos.
    El miedo que transmitía el joven mantuvo apartados a los enloquecidos caballos, que se dieron cuenta de que no era una persona normal.
    En ese momento, una gran fortaleza surgió en el aire y extendió el miedo entre los habitantes del castillo.
    __ ¿Un castillo flotante?__ preguntó Sara, perpleja.__ ¿Cómo es posible?
    Alexis observaba la fortaleza arrugando la nariz ante el horrible olor de aquella inmensa energía negativa que emanaba de la gran estructura.
    __ Alguien viene.
    Una gran cantidad de rayos cayó en el centro de la plaza cuando un hombre alado descendió de la fortaleza, provocando intensas y cegadoras explosiones que dañaron seriamente la estructura del castillo y dañando a cuanto ser encontraban a su paso, ya fuese animal o humano.
    __ Araxiel.__ susurró Lord Emil cuando el Señor del Caos se posó en el suelo.
    Araxiel observó el campo de batalla y se explicó:
    __ Me aburría un poco allí arriba y bajé para entretenerme un poco. ¿Os importa que me una a la fiesta?
    __ ¡Disparad!__ gritó Rayth.
    Varios arqueros dispararon sus flechas contra el hechicero, que las desvió con un ligero movimiento de su mano.
    __ ¡Otneiv!__ gritó.
    Una fuerte corriente de aire derribó a todos los arqueros.
    __ ¿De verdad os creéis que unas simples flechas pueden hacer algo contra un Señor del Caos?__ se mofó Araxiel.
    Lord Emil, Rayth y otros soldados se lanzaron sobre él con las espadas desenvainadas pero el hechicero les derrotó y noqueó mediante una gran descarga eléctrica.
    __ ¡Padre!__ gritó Alexis mientras corría hacia Araxiel para atacarle.
    __ Estúpido.__ susurró el hombre de cabello púrpura, que arrojó al joven una bola de fuego.
    Para su sorpresa, Alexis la esquivó sin problemas y logró golpearle con fuerza en la boca del estómago, mandándole a volar contra una de las columnas que sostenían el establo.
    __ Eres rápido, muchacho.__ gruñó el hechicero, incorporándose mientras se reía de la excitación.__ A ver si esquivas esto.
    Alzó una mano y le arrojó una gran descarga eléctrica al licántropo, que recibió de lleno el golpe pero logró soportarlo lo suficiente como para hacer atravesar al hechicero la muralla.
    __ ¡Vas a pagar por todo lo que has hecho, brujo!__ gritó Alexis mientras se abalanzaba sobre él.
    Sin embargo, se detuvo al escuchar el grito de Sara y se volvió, descubriendo horrorizado que los caballos, sedientos de sangre, habían rodeado a la chica, que se acurrucaba de miedo contra la pared.
    __ ¡Sara!__ gritó mientras al tiempo que empezaba a volver con ella.
    __ Sisilarap.__ susurró Araxiel, que ya sabía cómo hacer sufrir a ese joven por haberle golpeado.
    Alexis se vio paralizado, del mismo modo que lo había estado bajo el hechizo de Karen.
    __ Al parecer le tienes mucho aprecio a esa joven.__ dijo Araxiel, satisfecho consigo mismo.__ Me pregunto cuánto sufrirás al verla morir delante de tus ojos sin poder hacer nada para ayudarla.

    Sara se acurrucó de miedo al ver a los animales acercarse a ella para devorarla.
    “Voy a morir.” pensó con horror. “Voy a morir devorada por unos caballos locos.”
    No obstante, algo se agitó en su interior y pensó:
    “No; no quiero morir de una forma tan patética. Deseo vivir; quiero permanecer junto a Alexis el resto de mi vida y morir de vieja cuando haya tenido una vida plena.”
    Los dientes de los animales ya empezaban a clavarse en su piel cuando la joven, cuyos ojos se habían vuelto de un color rojo aterrador, gritó:
    __ ¡Apartaos de mí, bestias asquerosas!
    Los corceles relincharon de dolor cuando una inmensa energía surgió del cuerpo de Sara y les envió volando. Uno de los animales golpeó a Araxiel, que perdió la concentración y liberó a Alexis del hechizo paralizador.
    __ ¿Qué demonios ha sido eso?__ se preguntó el Señor del Caos, incorporándose.__ ¿Qué es lo que ha hecho esa chica?
    Sara, rodeada de una inmensa energía maléfica, se aproximó a Araxiel con una cruel sonrisa en su rostro.
    “¿Qué es está sensación tan mala?” se preguntó Alexis, que tragó saliva. “Ya no parece la misma Sara que conozco.”
    “La energía que esa chica desprende es similar a la mía.” observó Araxiel. “No; es de la misma naturaleza pero es mucho más fuerte que la mía.”
    Sara se detuvo frente al hechicero y le preguntó:
    __ Araxiel, ¿por qué has hecho todo esto?
    __ ¿Cómo?
    __ ¿Por qué trajiste tanto sufrimiento hace cientos de años? ¿Por qué has vuelto a este mundo sólo para hacerles tanto daño a sus habitantes?
    Araxiel se frotó el pelo mientras reflexionaba.
    __ Lo cierto es que no es por ninguna razón en particular.__ respondió el hechicero.__ Es sólo que la paz me resulta muy aburrida; en mi opinión, un mundo en guerra resulta mucho más interesante. Por eso me uní a los Señores del Caos: por la posibilidad que ofrecían de causar daño a los demás.
    Sara apretó los puños y los dientes fuertemente antes de preguntar:
    __ ¿Sólo por eso has hecho todo esto?
    __ Bueno, por mi sangre fluye la fuerza del Caos.__ explicó Araxiel con indiferencia.__ Desde que era joven siempre he llevado la violencia en mi cuerpo; yo soy del tipo de persona que prende fuego a una mariposa para disfrutar al verla arder.
    __ Ya veo.__ dijo Sara mientras apuntaba al hombre con las manos.__ Eso es todo lo que necesito saber sobre ti.
    Una gran descarga eléctrica surgió de su mano y golpeó a Araxiel, que se sacudió al recibir la energía y cayó al suelo, desde donde le arrojó una bola de fuego a la joven.
    Sara detuvo la bola de fuego en el aire y se la devolvió al hombre, que se cubrió con sus alas para protegerse. Pero la bola del fuego tenía mucha más fuerza que antes y destruyó sus alas fácilmente.
    “¡¿Cómo es posible que esta mocosa me esté venciendo?!”
    __ ¿Qué ocurre?__ le preguntó Sara con frialdad mientras la energía se acumulaba en su espalda y tomaba la forma de alas inmateriales.__ ¿Me tienes miedo?
    Araxiel gritó de dolor cuando unas agujas de cristal surgidas del suelo se clavaron en su brazo izquierdo.
    Alexis observaba a Sara con miedo. Aquella chica no podía ser la misma a la que él conocía; Sara no era cruel; no era capaz de matar a nadie por mucho mal que hubiera hecho.
    Dio un paso hacia la joven para detenerla y pisó un extraño zafiro que brillaba intensamente y desprendía la misma energía que el hechicero.
    De pronto, con un destello plateado, una daga con empuñadura en forma de cabeza de dragón se clavó al lado de la joya. Al mirar a su alrededor, Alexis descubrió a Ithuriel entre las sombras, gesticulando con los labios.
    __ Atraviesa la joya con el puñal.__ parecía decir.
    Alexis cogió el puñal y el zafiro y se acercó a Sara, que se disponía a darle el golpe de gracia a Araxiel.
    __ ¡Espera, Sara!__ gritó interponiéndose entre la joven y el hombre.__ No lo hagas; tú no estás hecha para arrebatar una vida. Ni siquiera la de alguien tan malvado como él.
    __ No debe de ser tan difícil.__ replicó la chica.
    __ No se trata de si es fácil o no.__ dijo Alexis.__ Se trata de poder cargar con la culpa de asesinar a alguien. Sé que ahora crees que te sentirás mejor cuando le hayas matado pero lo único que sentirás será odio hacia ti misma y un insoportable sentimiento de culpa que te acabará hundiendo; créeme porque yo lo he experimentado.
    El licántropo suspiró aliviado al ver que aquella energía se desvanecía y que Sara volvía a la normalidad.
    __ ¿Qué…qué ha ocurrido, Alexis?__ le preguntó la joven, confusa y dejándose caer agotada en los brazos del joven.
    __ Tranquila.__ susurró Alexis.__ Ya pasó.
    __ No debiste detenerla, muchacho.__ le dijo Araxiel, que se había incorporado.__ Os habríais librado de mí pero ahora convertiré la vida de cada ser de este mundo en un infierno.
    Alexis se volvió y replicó:
    __ Yo no lo creo.
    Y le mostró el zafiro y la daga.
    Horrorizado, el hechicero buscó entre las ropas y descubrió que había perdido la piedra.
    __ ¡No, para!__ gritó al ver que el joven alzaba el cuchillo para atravesar el zafiro.
    Pero llegó demasiado tarde y la hoja del puñal atravesó el cristal.
    Un ruido horrible surgió de la joya, parecido a los gritos de súplica de una gran multitud, mientras Araxiel se llevaba la mano al pecho, del que había surgido una luz dorada.
    La hoja del puñal se incendió y las llamas se deslizaron a través de las grietas que surcaban el zafiro al mismo tiempo que el cuerpo del Señor del Caos, que gritaba y se retorcía de dolor, se agrietaba y estallaba en llamas.
    Finalmente, el zafiro estalló en pedazos y Araxiel se desvaneció en una gran explosión de luz. Con su muerte, la fortaleza se derrumbó del aire y todos los horribles hechizos que el hechicero había invocado desaparecieron.
    Agotados, Alexis y Sara se abrazaron y se dejaron caer al suelo jadeando.
     
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    surisesshy

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    O.O..................(demaciado impresionada para hablar) bueno, ya desperte, nunca crei que Sara sería mas fuerte que el señor del caos, fue algo impactante y mas su "segunda personalidad" fría y cruel, que bueno que Alexs la detubo a tiempo, si Sara matara a alguien, seguro y sufriria mucho por la culpa.

    Bueno, mis supociciones no eran ciertas, pero es mejor la sorpresa que algo esperado, por fin esto acabo........espera.... ¿a...acabo? No acabo ¿verdad? (llorando) dime que este no es el final, bueno, claro que no, todavia falta soltar de la maldición a Alexis y ver como eos dos llegan al matrimonio (estoy enfrascada en ello).

    Haaaaaa, que lindoooo, Alexis protegiendo a Sara salvajemente y como enfrento a los caballos, pobres animales, pero es bueno que ya estan libres, la reconstruccion del castilo.... no, la reconstruccion de todo lo que ese echisero destruyó costará muchos años de esfuerzo y trabajo, espero el siguiente capitulo y tampoco me esperaba que el fenix de Isturiel hablara (estraño, me aprendi su nombre mas rápido que el de Karen, ¿todavia estoy con eso? XD) bey.
     
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    lupus

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    Amor bajo la luna.
    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    1789
    XXII​

    El regreso de un Señor del Caos extendió la alarma por todo el reino, por lo que el rey Alastor declaró una reunión especial de los diez lores en Tribis, la capital del reino de Indron, para movilizar un programa de ayuda a las tierras de Lord Emil. Además, el Sumo Sacerdote del dios Suxen, preocupado por el hecho de que semejante magia oscura hubiese tenido lugar en el castillo de Lord Emil, había decidido enviar a uno de sus Inquisidores para purificar cualquier rastro de energía maligna que pudiera quedar y para ayudar a curar a los heridos del ataque de Araxiel.
    __ Asegúrate de no molestar al Inquisidor cuando llegue.__ le advirtió Emil a su hijo cuando sus hombre, su mujer y él estaban a punto de partir hacia Indron.__ Y ayúdale en todo lo que puedas.
    __ Tranquilo, padre.__ replicó Alexis.__ El Inquisidor se sentirá como si estuviera en su casa.
    De modo que Lord Emil abandonó el castillo, quedándose en él Alexis, Sara, Galeno, Hilda, Rayth y algunos de los hombres de éste último; todos ayudaban al médico a tratar a los heridos, quemaban los cuerpos de los animales muertos para evitar la aparición de epidemias o enterraban a los muertos.
    __ ¿Por qué no me lo contaste?__ le preguntó Alexis a Sara mientras descansaban tras haber curado a varios grupos de heridos.
    Sara le miró sin comprender y le preguntó:
    __ ¿De qué hablas?
    __ ¿Por qué no me contaste que podías usar la magia?__ le aclaró el noble.
    Sara apartó su mirada de la de Alexis y la dirigió al suelo.
    __ ¿Por qué no me contaste tú que eras un hombre lobo?
    Alexis lo meditó y sonrió.
    __ Touché.

    Tres días después de la partida de Lord Emil, un carruaje con el símbolo de Suxen, un águila con las alas desplegadas y con un ojo abierto en el pecho, llegó al exterior de las ruinas de la muralla del castillo y se detuvo.
    __ El Inquisidor ha llegado.__ anunció Galeno.
    __ Me pregunto cómo será.__ dijo Sara, que prácticamente se mordía las uñas de los nervios.
    Había escuchado que los Inquisidores, ejecutores de Gaia, Sumo Sacerdote de Suxen, eran especialmente duros a la hora de luchar contra los que empleaban la magia para hacer el mal; todos hablaban de ellos con respeto y temor.
    __ Ahora lo veremos.__ dijo Alexis al ver que la puerta del carruaje se había abierto.
    Para sorpresa de los presentes, una chica, que debía de tener por lo menos dos años menos que Alexis y Sara, de pelo negro recogido en una coleta y con delgados anteojos salió del carruaje. Vestía una túnica blanca y de su cuello colgaba un amuleto con el mismo símbolo que tenía el carruaje.
    __ ¿Quién es ella?__ le preguntó Rayth a Galeno.__ ¿Una acompañante del Inquisidor?
    De pronto, la chica tropezó con su túnica y cayó al suelo gritando.
    __ ¡Inquisidora, ¿se encuentra bien?!__ le preguntó el cochero mientras la ayudaba a levantarse y a sacudirse el polvo de la ropa.
    __ ¡¿Inquisidora?!__ gritaron todos con incredulidad.
    La chica les miró y sonrió amablemente mientras se presentaba:
    __ Así es; yo soy la Inquisidora Lyra. ¡Encantada de conoceros!
    __No sabía que hubiese mujeres entre los Inquisidores.__dijo Rayth, todavía sorprendido por la revelación.
    __ Porque tengo el honor de ser la primera Inquisidora de la historia.__ le explicó Lyra con orgullo.__ Fui la que sacó la mejor nota en los exámenes de ingreso de todos los candidatos; y todos eran hombres, algunos mucho mayores que yo.
    Lyra avanzó con la cabeza bien alta pero se tropezó otra vez con su ropa y cayó de nuevo al suelo.
    “Pues no resulta tan aterradora.” pensó Sara, perpleja por la torpeza de la Inquisidora.
    Lyra se levantó y se frotó el arañazo que se había abierto en la mano, visiblemente avergonzada por haber hecho el ridículo.
    __ Esto no es nada.__ dijo mientras se examinaba la herida.__ He sufrido heridas peores.
    Acercó su medallón a la herida y murmuró algo que parecía ser un cántico; el amuleto brilló y la herida sanó al instante.
    “Realmente tiene los poderes de un Inquisidor.” observó Galeno.__ Rayth, lleva su equipaje a la habitación que hemos preparado para ella.
    El jefe de la guardia asintió y se dirigió hacia el carruaje pero Lyra le detuvo.
    __ Puedo hacerlo yo misma.__ le explicó al tiempo que trataba de sacar su baúl del carruaje.__ Llevo mucho tiempo peleando para lograr ocupar un puesto que hasta ahora sólo los hombres podían ejercer.
    Forcejeó con su baúl, que se había quedado atascado en la puerta del transporte. Tras dar un fuerte tirón, su equipaje salió disparado y le golpeó en la nariz.
    __ ¡Inquisidora!__ exclamó Galeno acercándose para examinarla.__ ¿Se encuentra bien?
    Todos se sobresaltaron al ver que Lyra tenía la nariz torcida, sangrando abundantemente.
    “¿Cómo ha llegado a ser Inquisidora?” pensó Alexis sin podérselo creer todavía.
    __ Estoy bien.__ les calmó la chica mientras usaba su poder para arreglarse la nariz.__ ¿Dónde voy a dormir?
    Rayth se ofreció a guiarla a sus aposentos y Lyra le siguió agradecida al interior del castillo. Al cabo de unos minutos, se escuchó un gran estruendo y el grito de dolor de la chica.
    __ ¡Rayth, ¿qué le ha pasado?!__ le gritó Alexis.
    El soldado asomó la cabeza por la puerta y respondió como si nada:
    __ Nada, que al subir las escaleras, ha vuelto a pisar su túnica y las ha bajado rodando.

    Lyra cenó con todos en la habitación de Alexis; comía con voracidad mientras los demás, Sara especialmente, le preguntaban sobre la razón por la que se había convertido en Inquisidora.
    __ La única razón es que deseo proteger y ayudar a cualquier persona que lo necesite.__ respondió Lyra.__ Muchos ven a los Inquisidores como armas del Sumo Sacerdote debido a la poca piedad que muestran con sus enemigos. Sin embargo, uno de ellos salvó a mi hermano pequeño cuando éste estaba al borde de la muerte por una enfermedad mortal. ¡Que rico!
    __ Ya veo.__ dijo Sara con admiración.__ Y decidiste que querías hacer lo mismo que ese Inquisidor.
    Lyra asintió.
    __ No tengo el poder destructivo que tienen los demás pero mis poderes sanadores son superiores incluso a los de los Inquisidores más poderosos. Por esa razón, Gaia decidió darme la oportunidad de presentarme a los exámenes a pesar de ser tan joven, además de ser chica y no ser de la alta sociedad.
    __ Tuvo que ser duro.__ dijo Hilda, que no había oído una historia semejante.
    __ Lo fue.__ corroboró la Inquisidora.__ Todos trataban de que renunciara porque no aceptaban que una pueblerina se atreviera a compararse con ellos. No obstante, superé todas las pruebas que los ancianos me pusieron y conseguí convertirme en Inquisidora.
    __ Entonces eres una recién licenciada.__ comentó Alexis.
    __ Así es.__ afirmó Lyra.__ Y esta es la primera misión que me encomiendan así que debo ayudar en todo lo posible para demostrarles que lo puedo hacer tan bien como cualquier Inquisidor. Si me disculpáis, iré a descansar.
    Lyra se levantó de la mesa y se dirigió a la puerta, golpeándose la espinilla con el baúl de Alexis.
    __ ¿Te encuentras bien?__ le preguntó Sara.
    __ Sí, estoy bien.__ respondió la chica tratando de aguantar las lágrimas.__ Buenas noches.
    Cuando Lyra hubo salido de la habitación, la oyeron gritar y maldecir por el dolor de su pierna.
    __ Esa chica no llega a vieja.__ bromeó Rayth.

    Tal y como había dicho, Lyra se puso manos a la obra al día siguiente. Se acercó a los pacientes, que no se tragaron que ella fuese una Inquisidora y se burlaron.; sin embargo, la exhibición de su gran poder curativo les hizo cambiar de opinión y pronto rodearon a la chica, suplicándole que aliviara sus males.
    __ ¿Los Inquisidores saben acerca de tu maldición?__ le preguntó Sara a Alexis mientras observaban a Lyra curando la pierna rota de un niño.
    __ No; si lo supieran, nos atacarían acusándonos de hacer magia negra. La única razón por la que no lo saben es porque mi padre tiene muchos amigos entre los demás lores y podría acabar declarando una guerra si trataran de hacerme algo.
    __ Debe de ser bonito que te protejan hasta ese extremo.
    __ Supongo.
    De pronto, Alexis se llevó la mano al pecho, donde su cicatriz ardía don gran violencia.
    __ Casi…lo olvidaba.__ dijo tratando de parecer normal delante de la Inquisidora.__ Esta noche hay luna llena.
    Sara también lo había olvidado; hacía un mes que había descubierto que Alexis era un licántropo pero para ella parecía que hubiesen pasado años.
    __ ¿Le ocurre algo?__ le preguntó Lyra a la chica señalando a Alexis.
    __ ¡No, que va!__ exclamaron los dos.
    Lyra se encogió de hombros y continuó trabajando.

    Aquella noche, cuando la Inquisidora ya estaba dormida, Sara pudo ver a Rayth y Galeno llevando a Alexis a las prisiones para su transformación.
    “Me pregunto cómo se sentirá encerrado en esa jaula.” pensó la joven mientras se acostaba y se dormía.

    Lejos de allí, una figura encapuchada unía mediante un alambre dos pequeñas figuras de paja al tiempo que recitaba un hechizo que lo estrechaba. Después arrojó las figuras al fuego.
    __ Dejad que la pasión os llene.__ susurró el extraño personaje.__ Dejad que vuestros más bajos deseos controlen vuestras mentes y vuestros cuerpos; yaced juntos bajo la luz de la luna hasta que uno de los dos muera.
    Una ráfaga de viento le quitó la capucha, mostrando un rostro hermoso pero dañado por graves quemaduras; su pelo plateado estaba parcialmente quemado y uno de sus ojos azules estaba cegado.
    __ ¡He vuelto para convertir tu vida en un infierno, Alexis!__ gritó Karen, consumida por el odio.__ ¡Caerás en la desesperación cuando yazcas junto a Sara y la encuentres asesinada por tus propias garras mañana!

    Sara se despertó cuando un extraño escalofrío recorrió su cuerpo; sentía, deseaba estar todo lo cerca que pudiera de Alexis. A pesar de saber que era peligroso, Sara se levantó de la cama y comenzó a caminar.
    Todo su cuerpo le pedía yacer con Alexis y su mente se dejó llevar sin poder hacer nada por detenerlo.
     
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    surisesshy

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    XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD, menuda tipa, no he visto a nadie mas torpe, XD, me he reido de lo lindo con esa "inquisitora" pero igual le admiro, devio de ser muy duro llegar a donde llegó, lo digo porque he pasado por algo igual, a si que me identifico un poco con ella, pero..... XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD, no me lo puedo creer y Rayt diciendo "de seguro y no llega a vieja" XDDDDDDD, me he reido como pocas veces, creo que leere este capi otra vez XD.

    Conque karen no ha muerto aún, menuda vieja mas terca, pero era de esperarse, no creo que a la venganza se le venza tan fácil, menudo líos en los que mete a Sara, espero y esa Inquisitora pueda ayudarla, o alguien más, galeno, Rayt, detenganla, dense cuenta, por favor (lagrimas en los ojos), otra vez mi Sara esta en grave peligro, no espero el siguiente capitulo, ya sabes como me tienes, comiendome las uñas por la desesperación y la curiosidad (lo sé, eso será mi gran perdición) continuala pronto, beys.
     
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    lupus

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    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    2255
    XXIII​

    Transformado ya por la luz de la luna, el lobo gruñía y forcejeaba por romper las cadenas sin lograrlo. Frustrado, se dejó caer al suelo, gruñendo mientras se imaginaba corriendo libre y cazando; odiaba permanecer enjaulado.
    De pronto, un intenso ardor recorrió todo su cuerpo y todos sus pensamientos empezaron a girar en torno a Sara mientras el deseo de estar a su lado se apoderaba de él; rugió ferozmente tratando una vez de romper las cadenas para llegar hasta la joven aunque no logró liberarse.
    Entonces escuchó abrirse la puerta y se mantuvo expectante al percibir aquel aroma que tanto le encantaba. Vio a Sara caminar hacia su jaula y aulló de desesperación al no poder alcanzarla; cada centímetro que les separaba resultaba una agonía para el lobo.
    Sin embargo, por alguna extraña razón, las cadenas le soltaron y cayeron al suelo, permitiéndole moverse con libertad y alzarse sobre las patas traseras. Al mismo tiempo, la puerta de la celda se había abierto y había vuelto a cerrarse cuando Sara hubo entrado en la celda.

    Dejándose llevar por aquel mágico ardor, Sara se acercó al licántropo con timidez pues la bestia era más alta que ella y los desarrollados músculos le daban un aspecto más aterrador. Clavando sus ojos en los dorados ojos del lobo, la joven, temblorosa, levantó una mano y le acarició la quijada; el licántropo cerró los ojos y gruñó entre dientes para dar a entender que le gustaba.
    Aliviada, Sara se acercó más a Alexis y deslizó su otra mano sobre el pelaje del pecho y el abdomen, de un color grisáceo que resaltaba del pelaje negro que cubría el resto de su cuerpo; incluso apretó su rostro contra el pelaje del lobo, disfrutando del salvaje olor animal que desprendía, de su calor y de su suavidad.
    El lobo también disfrutaba de las caricias de la joven, que parecían incendiar su piel al contacto con la suya; lanzaba suaves aullidos y agitaba la cola sin cesar mientras también deslizaba sus garras sobre la piel de Sara con una delicadeza impropia de él.
    La joven se desnudó lentamente mientras el licántropo la tumbaba con cuidado y se colocaba sobre ella; todo bajo la mirada de Karen, que sonreía en espera del momento en que Alexis devorase a Sara.

    Mientras tanto, en Kita, un poblado dentro del territorio que Lord Asriel gobernaba y que había sido levantado a las orillas de un inmenso lago, un grupo de niños jugaban arrojando piedras al agua.
    __ No deberíais hacer eso.__ les dijo una de las chicas que les estaban observando.__ Nuestros padres dicen que el lago es sagrado y que podéis molestarlo.
    __ Eso son tonterías.__ replicó el cabecilla mientras arrojaba otra piedra, que se hundió en el centro del lago.
    De pronto, toda la masa de agua empezó a brillar de un intenso azul eléctrico, provocando una exclamación asombrada de todos los niños y niñas que allí se encontraban.
    El agua estalló y se elevó en una inmensa columna de luz y agua hacia el cielo nocturno; en el interior de la corriente ascendente un punto de luz fue arrastrada junto a una figura oscura.
    __ ¿Qué es eso?__ preguntó uno de los chicos.
    En ese momento, dos alas de plumas negras surgieron de la columna de agua y la hicieron desaparecer, revelando a un joven de pelo castaño crecido hasta su cintura y ojos verdes, de complexión atlética.
    El hechicero descendió y se posó en la superficie del lago, cristalizándolo en décimas de segundo mientras los niños salían corriendo llamando a sus padres. Con una mirada pesarosa, el hechicero elevó las manos y formó un gran grupo de agujas de cristal que arrojó sobre los pequeños, que cayeron chillando de dolor.
    __ Lo siento, chicos, pero los Señores del Caos no tienen otra opción que combatir al mundo.__ susurró el joven.__ Y yo, Laurent, soy un Señor del Caos; perdonadme cuando lleguéis al más allá y descansad en paz.

    Lyra se despertó al oír el aullido de un lobo. Trató de dormirse otra vez pero no tenía sueño, por lo que decidió dar un paseo por los bosques que rodeaban el castillo.
    Tras caminar durante un rato sin rumbo, la Inquisidora escuchó de nuevo los aullidos, que estaban entremezclados con los gritos de una chica, reconociendo la voz de Sara en ellos. Alarmada, Lyra corrió hacia el lugar del que provenían los gritos y llegó a la entrada de la mazmorra, cuya puerta estaba abierta, y entró. Cuando recorrió el pasillo, se ocultó al ver la escena más que extraña que hubiera presenciado en su corta vida.
    Sara era efectivamente la que gritaba pero sus gritos no eran de dolor, o al menos no todos. Tendida en el suelo, sudorosa y con el pelo revuelto, la joven suspiraba y gemía bajo el peso de lo que parecía un lobo antropomórfico, que aullaba ferozmente mientras sus garras abrían pequeños arañazos en el cuerpo de Sara.
    “Esa ropa es la de Alexis.” pensó Lyra al ver la destrozada ropa en el suelo. “Eso significa que ese ser es él.”
    Retrocedió en silencio y echó a correr al salir de la mazmorra. Por una vez no sufrió ninguno de sus tontos tropiezos y llegó al castillo para dirigirse rápidamente a su dormitorio.
    __ ¿Y ahora qué hago?__ se preguntó nerviosa por lo que había visto.
    Su rostro estaba completamente rojo por la ardiente escena que había presenciado; al fin y al cabo, sólo tenía 16 años y no estaba preparada para algo así. Pero tenía otros asuntos de los que preocuparse.
    __ Alexis es un licántropo.__ murmuró la Inquisidora mientras se paseaba nerviosa.__ Es una criatura oscura y es mi misión destruirle y juzgar a su familia por ampararle; Sara también tendrá que pagar un castigo por mantener relaciones con un ser semejante.
    Sabía que ese era el protocolo que, como Inquisidora, debía seguir tras el descubrimiento de la verdadera naturaleza de Alexis. Sin embargo, se veía incapaz de hacerles algo así; ellos le habían caído bien e incluso un ciego se daría cuenta de que eran muy buenas personas. Además, ella no contaba con el poder para asesinar que tenían los demás Inquisidores y no podría manejar la situación en caso de que hubiese resistencia. Por lo tanto, la única alternativa que le quedaba era pedir refuerzos al Sumo Sacerdote.
    __ ¿Qué hago?__ se preguntó de nuevo observando el pergamino en blanco que había sobre la mesa.__ ¿Pido refuerzos o ignoro lo que he visto y hago como si no hubiese pasado nada?
    Al no verse capaz de tomar una decisión, Lyra optó por hablar con Sara y Alexis al día siguiente para barajar mejor sus opciones.

    Laurent examinó el gran cráter que había dejado el castillo de Araxiel al elevarse hacia el cielo.
    __ Parece que Araxiel también ha despertado.__ susurró el Señor del Caos.
    __ Lo hizo pero el muy idiota se precipitó y acabó muriendo definitivamente.__ dijo una voz tras él.
    Laurent se volvió y vio a un anciano de larga barba blanca y prácticamente calvo que vestía una raída y vieja túnica roja; se apoyaba sobre un cayado de madera y poseía dos alas negras al igual que Laurent.
    __ Tú también has despertado, Yami.__ observó el joven.
    __ Por supuesto.__ replicó el anciano Señor del Caos mientras se acercaba a él.
    __ ¿Lo que has dicho sobre Araxiel es verdad?
    __ Sí, lo es.__ respondió Yami.__ Araxiel ha muerto para siempre; su zafiro fue destruido irremediablemente. No es algo sorprendente; él siempre ha sido muy lanzado y despreocupado de sus enemigos y no tenía el cuidado necesario en proteger su joya. Además, Araxiel era el más débil de todos nosotros.
    Laurent cerró los ojos en señal de respeto al difunto y le prometió en silencio a su espíritu que se esforzarían por llevar el caos al mundo en su lugar.

    Sara se despertó al día siguiente sintiendo su cuerpo un poco dolorido pero con una extraña sensación de satisfacción; se desperezó y fue entonces cuando sintió que alguien estaba abrazado a ella. Al incorporarse y girarse un poco, descubrió con sorpresa que se encontraba en las mazmorras; sus ropas estaban tiradas por el suelo y los dos jóvenes estaban acurrucados bajo una manta.
    “¿Qué ha pasado?”
    Levantó un poco la manta y vio horrorizada que estaba completamente desnuda. Frenética, sacudió a Alexis para despertarle, pues el joven lord seguía durmiendo abrazado a ella.
    __ ¿Qué…qué pasa?__ preguntó Alexis frotándose los ojos e incorporándose.__ Sara, ¿qué haces aquí?
    Entonces miró a su alrededor y exclamó:
    __ ¡¿Qué ha pasado?!
    __ Alexis, dime que llevas algo de ropa puesta.__ le suplicó Sara, que trataba de mantener la calma.
    Alexis levantó su parte de la manta y respondió:
    __ No; estoy como el dios Suxen me trajo al mundo.
    Sara palideció y le preguntó:
    __ ¿Crees que tú y yo hemos…?
    __ ES lo más seguro. Lo que me extraña es que lo hayamos hecho cuando yo estaba transformado; es increíble que hayas sobrevivido.
    La pelirroja se echó a temblar y se llevó las manos al rostro, avergonzada; con el movimiento, la manta se deslizó y mostró las pequeñas heridas que el lobo le había hecho en la cintura.
    __ ¿Estás bien?__ le preguntó el joven, preocupado por haberle hecho algo grave.__ ¿Te duelen?
    Sara negó con la cabeza y dijo:
    __ No puedo creerme que haya hecho algo así; yo no quería que mi primera vez fuese de esta forma.
    Al ver que Alexis permanecía en silencio, Sara se volvió hacia él enfurecida y se encontró al joven tumbado, apoyando la cabeza en su codo y cubriendo su la mitad inferior de su cuerpo con la manta en una pose provocadora.
    __ Personalmente, aunque yo no recuerde mucho debido a mi transformación, no ha sido una experiencia tan mala.__ dijo el joven lord, que tomó las manos de la chica y se las besó respetuosamente.
    Sara sintió que Alexis tiraba de ella con suavidad hacia él pero no se resistió y pronto se vio acurrucada a su lado.
    __ La verdad es que resulta agradable despertar de esta forma.__ reconoció la pelirroja mientras apoyaba su cabeza contra el pecho del licántropo y escuchaba los rítmicos latidos de su corazón.
    __ Cierto.__ corroboró Alexis.__ Pero me has sorprendido, Sara; ¿quién me iba a decir que te gustaban los animales hasta este punto?
    __ Cállate.__ gruñó la joven, concentrada en los latidos del joven.
    Se sobresaltaron cuando escucharon pasos y Sara se escondió rápidamente bajo la manta.
    __ ¡Sara!__ exclamó Alexis, cohibido al sentir la respiración de la chica en una zona especialmente sensible.
    Un soldado apareció con un montón de ropa para Alexis y se detuvo al ver el sonrojo en el rostro del noble.
    __ ¿Os encontráis bien, milord?
    __ ¡Sí, claro!
    El hombre se encogió de hombros y salió de la mazmorra.
    __ Esto es muy extraño.__ comentó Alexis mientras Sara salía de debajo de la manta y se acercaba a su ropa para vestirse.
    __ ¿El qué?__ le preguntó Sara.
    __ Ese soldado no ha visto que la celda está abierta, yo no estoy esposado y que hay ropa de mujer en el suelo.__ le explicó el joven, que se incorporó y empezó a vestirse también.__ Debe de ser muy despistado. Aunque tengo la sensación de que nunca le había visto por aquí.
    __ Ahora eso no importa.__ replicó Sara, que había acabado de vestirse.__ Debemos volver para que no sospechen nada.
    __ Cierto.__ dijo Alexis.__ Ariel no se va a poder creer esto; ya no tiene ninguna posibilidad contigo ahora que eres mía.
    Sara dejó de tratar de alisarse el pelo y le miró extrañada.
    __ ¿Qué has querido decir con eso?
    __ Nada.__ respondió Alexis.__ Tan sólo que hace unos días, Ariel y yo tuvimos una discusión acerca de cuál de los dos se quedaría contigo. Él ya no tiene ninguna oportunidad.
    La chica se acercó a él por detrás y l tocó el hombro para que se volviera; cuando el joven lord lo hizo, la chica le propinó una fuerte patada en la entrepierna.
    __ ¡Yo no soy posesión de nadie!__ chilló enfadada antes de salir de la celda.
    __ Sara, espera.__ jadeó Alexis, encogiéndose por el dolor.__ Es increíble lo fuerte que pega con lo esbelta que es.
    Caminaron hacia el castillo con paso rápido; Alexis trataba de reconciliarse con Sara explicándole que todo era un malentendido pero la chica hacía caso omiso de él. Cuando llegaron al castillo, se detuvieron antes de atravesar las ruinas de las murallas al ver a Lyra de pie, esperándoles. El rostro de la joven era sombrío y no reflejaba nada bueno.
    “Ahora sí que parece una Inquisidora.” pensó Sara mientras tragaba saliva y su pulso se aceleraba.
     
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    surisesshy

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    O///////////////////O Wawwwwwwwwwwwwwwwwwww, se que era eso lo que queria pero wao, era mas de lo esperado, yo y mi bocota, diciendo quee sa inquisitora podria ayudarlos y mira lo que pasa, ahora si de verdad esta todo perdido, ho bueno, talves no.

    Jajajajajajaja y Karen esperando a que Alexis la devorara, de seguro y esta retumbando su tumba otra vez, como siempre, ay dios, que Araxiel era el señor del caos mas devil y pero aún, los otros están despertando ¿podria irle peor a ese mundo?

    Jajajajaajajajaja, como siempre, Alexis tubo que meter la pata y desir lo indevido y como ese guardia no se dio cuenta de nada, se me hase sospechoso, muy sospechoso, ¿más problemas paar nuestros dos enamorados?

    Espero la conti con ansias y por cierto, no se si sere yo o ya estas haciendo las contis mas cortas, bey.
     
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    lupus

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    Amor bajo la luna.
    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    2578
    XXIV​

    __ ¿Podemos hablar en privado?__ les preguntó Lyra, todavía con aquella seria expresión.
    Sara miró a Alexis, que asintió con gravedad, e hizo lo mismo. La Inquisidora se levantó de la roca en la que estaba sentada y caminó por delante de ellos hasta la habitación en la que dormía.
    __ ¿Sucede algo?__ le preguntó Alexis cuando llegaron y Lyra se sentó en su silla cruzándose de brazos.
    __ Eso es lo que yo me he estado preguntando desde ayer por la noche, cuando descubrí que tú, Alexis, eres un licántropo y que tú, Sara, debes de ser su hembra.__ replicó la Inquisidora, que dejó a los dos jóvenes sorprendidos.__ Sí, os pillé en las mazmorras dándoos la razón el uno al otro; Alexis con aullidos y Sara con gemidos.
    Sara y Alexis enrojecieron al descubrir que la adolescente les había visto.
    __ ¿Y qué piensas hacer?__ le preguntó Alexis con calma.
    Lyra suspiró y se asomó a la ventana.
    __ Los licántropos son considerados seres procedentes de la magia negra.__ les explicó con pesar.__ Por lo tanto, es mi deber destruirte, Alexis, y aplicar un castigo ejemplar a tu familia por haberte amparado en secreto; del mismo modo, también debo castigar a Sara por haber mantenido relaciones contigo.
    Alexis gruñó y se interpuso entre la Inquisidora y Sara.
    __ Sin embargo, una de las razones por las que me uní a los Inquisidores fue para intentar cambiar su mentalidad de castigar sin piedad a aquellos a los que consideran sus enemigos.__ continuó Lyra ignorando la reacción del licántropo.__ Me parece que haré como si no hubiese visto nada.
    Sara y Alexis se miraron extrañados y sonrieron.
    __ Muchas gracias, Lyra.__ dijo la primera mientras se acercaba a la Inquisidora con la intención de abrazarla.
    Lyra levantó los brazos y le indicó que se detuviera.
    __ No me toques.__ le dijo con algo de asco.__ A saber lo que has tocado mientras estabas en plena acción con Alexis.
    La pelirroja se sonrojó y se detuvo.
    __ Pero hay algo que despierta mi curiosidad.__ añadió la Inquisidora.
    __ ¿El qué?
    __ ¿Tanto te gustan los animales que intimas con ellos?__ le preguntó Lyra, que trataba de contener la risa.
    Alexis estalló en carcajadas mientras Sara ponía los ojos en blanco y se marchaba de la habitación irritada.

    Karen estaba furiosa al ver que había vuelto a fallar en su objetivo de vengarse de Alexis. Se suponía que Alexis tendría que haber matado a Sara en un arrebato de pasión pero la chica había salido ilesa.
    Sin embargo, la hechicera se había alegrado al saber que la Inquisidora, una ejecutora de las sentencias del Sumo Sacerdote Gaia, les había descubierto; Alexis y Sara sufrirían bajo sus manos.
    Pero la rabia había vuelto a dominarla cuando resultó que esa Inquisidora, de entre los muchos ejecutores que Gaia podía haber mandado, era una chica blanda y sentimental.
    __ Bueno, Alexis, Sara.__ susurró Karen.__ Parece que tenéis un ángel guardián que se empeña en protegeros de mí. Pero algún día lograré cumplir mi objetivo y acabaré con vosotros; disfrutad el uno del otro hasta que llegue ese momento.

    El soldado que le había entregado la ropa a Lord Alexis no dejó de caminar hasta que el castillo estuvo fuera de su vista. Sólo entonces su cuerpo se rodeó de llamas, convirtiendo sus brazos en alas y sus piernas en patas al mismo tiempo que su ropa y su piel se convertían en brillantes plumas doradas.
    __ ¿Qué ha ocurrido, fénix?__ le preguntó Ithuriel, que apareció surgiendo de la tierra.
    __ Es tal y como dijiste, Ithuriel; alguien les lanzó un hechizo de pasión desatada a esos dos.__ le explicó el animal.
    __ Pude sentir la energía de Karen.__ susurró el hechicero.__ Parece que ha vuelto a las andadas.
    __ ¿Karen?__ le preguntó el fénix con sorpresa.__ Realmente tu aprendiz ha mejorado mucho si es capaz de sobrevivir a mis llamas.
    Ithuriel cerró los ojos, dejando que el recuerdo de una dulce niña a la que le había enseñado a controlar los dones con los que había nacido; una niña que se reía mientras los animales del bosque, con los que había hecho amistad, le hacían cosquillas.
    __ ¿Le ha pasado algo malo a Sara?__ le preguntó Ithuriel al fénix, sacudiendo la cabeza para espantar aquel entrañable recuerdo.
    __ Define malo.__ bromeó el ave.__ Sara se ocultó al oírme pero está claro que estaba acurrucada junto a Alexis; esos dos estaban muy acaramelados.
    El hechicero suspiró y replicó:
    __ Seguro que lo estaban; al fin y al cabo, el hechizo de Karen no crea pasión, sólo la libera de los corazones de las personas.
    Los dos compañeros siguieron alejándose del castillo.
    __ ¿No te molesta que esos dos hayan…hayan…? Bueno, ya me entiendes.__ le preguntó el fénix al hechicero.
    __ ¿Por qué iba a estar molesto por eso?__ le preguntó Ithuriel sin mirar al ave.
    __ Por favor, Ithuriel, has estado protegiendo y velando por la chica y su madre mucho antes incluso de que Sara llegara a este mundo. Realmente, tendrías que estar algo enfadado por lo que ha hecho; al fin y al cabo, tú eres su…
    Una mirada furiosa por parte del hechicero hizo enmudecer al fénix.
    __ No digas una palabra más.__ gruñó Ithuriel, cuya furia hizo estremecer la tierra.
    El fénix tragó saliva y asintió; los dos compañeros siguieron caminando en completo silencio.

    __ Entonces, ¿usted ya ha descubierto el secreto de Lord Alexis?__ le preguntó Galeno a la Inquisidora, temiéndose lo peor.
    Lyra asintió y dijo:
    __ Tranquilo, Galeno; no pienso informar al Sumo Sacerdote; será nuestro secreto. Tampoco diré nada acerca de que Sara y Alexis hicieron el amor ayer por la noche mientras él estaba convertido en lobo.
    Galeno y Rayth dejaron caer sus cubiertos mientras Hilda dejaba de trocear la carne; los tres adultos centraron sus miradas en los dos jóvenes, que miraban horrorizados a la Inquisidora.
    __ ¡Lord Alexis, ¿es eso cierto?!__ exclamó el médico.
    Sonriendo, Rayth les silbó y se burló de ellos:
    __ Buen trabajo, milord. Por primera vez yace con una chica y ésta vive para contarlo. Y Sara, ¿quién iba a imaginarse que te fuesen esas desenfrenos? Mira que hacerlo con un lobo.
    Hilda agarró con fuerza el cuchillo de carnicero que había estado utilizando y gritó:
    __ ¡¿Qué es lo que le ha hecho a mi inocente sobrina, milord?!
    __ No…no es lo que parece…Hilda.__ trató de calmarla Alexis, que observaba con temor a la mujer blandiendo el cuchillo.
    __ ¡Yo se la corto y se la sirvo a los perros!__ gritó la criada corriendo tras el lord, que había echado a correr al presentir la amenaza.
    __ ¡Tía, no exageres!__ exclamó Sara mientras corría tras ellos para evitar que Hilda hiciese una locura.
    “Tal vez no debí decir lo de Sara y Alexis.” pensó Lyra, perpleja ante la situación que había provocado.__ ¿Ha dicho que Sara es inocente? No diría lo mismo si hubiese visto lo que le hizo a Alexis en la celda.
    __ ¿Qué le hizo?__ le preguntó Rayth, curioso.__ Dame detalles morbosos.
    Lyra se puso de puntillas, pues Rayth era más alto que ella, y le susurró algo al oído, haciendo que el soldado estallase en carcajadas.
    __ ¡Que suerte que tiene Lord Alexis!__ exclamó divertido.__ ¡Ya me gustaría a mí que una mujer me hiciese eso!
    Galeno le lanzó una mirada de reproche y dijo:
    __ Rayth, no deberías hablar de esos temas con la Inquisidora; no es sólo por su rango, sino porque sólo tiene 16 años.
    Lyra le miró molesta y replicó:
    __ Es verdad que tengo 16 años y por eso siento una curiosidad saludable y natural.
    El anciano médico suspiró y continuó comiendo mientras Rayth y la Inquisidora se partían de risa.

    Sara logró calmar lo suficiente a Hilda como para evitar que su tía destazase a Alexis, que suspiró aliviado al verla bajar el cuchillo. Sin embargo, estaba claro que Hilda no pensaba perdonarle por haber desflorado a su sobrina. Además, parecía que temía dejarles solos ya que Hilda le insistió a la Inquisidora y a Rayth que cenaran con ellos; seguramente temía que Alexis volviese a abalanzarse sobre Sara si se le volvía a presentar la ocasión.
    La cena resultó de lo más tensa para los dos jóvenes debido a la presencia de rayth, que no cesaba de reírse y de preguntarles cómo había sido la experiencia. Por el contrario, Lyra comía en silencio, visiblemente culpable por lo que había ocurrido.
    “¡Que esto se acabe pronto! pensó Alexis mientras el jefe de la guardia seguía haciéndole preguntas incómodas.
    Echó un vistazo a Sara, que permanecía cabizbaja y sonrojada, retorciendo su servilleta por debajo del mantel para tener algo en lo que concentrarse. ¡Que hermosa estaba con ese rubor en sus mejillas!
    Alexis extendió su mano y, tras un momento de vacilación, le cogió la suya, sintiendo cómo la joven se la apretaba. Tal vez aquella cena no fuese tan mala como habían pensado en un principio.
    Movieron sus sillas con cuidado de no alertar a sus dos acompañantes, que estaban hablando acerca de las pruebas que Lyra había tenido que superar para convertirse en Inquisidora, y empezaron a acariciarse por debajo de la mesa, deslizando las manos sobre los muslos y dándose suaves toquecitos con los pies.
    __ ¿Qué ocurre?__ le preguntó Lyra a Sara cuando la pelirroja, al sentir el cosquilleo que las caricias de Alexis le propinaron, se rió.
    __ Nada.__ mintió Sara, que respondió a las caricias del lord deslizando su mano bajo su camisa y acariciando su abdomen.__ Es sólo que me estaba acordando de cómo Alexis ha huido de mi tía está mañana; un digno espectáculo.
    __ Tienes que reconocer que Hilda da miedo.__ replicó Alexis para seguirle la corriente, pues el licántropo prácticamente temblaba el contacto de la mano de Sara con su cuerpo.__ Sobre todo cuando tiene un cuchillo en la mano.
    Los dos jóvenes se rieron mientras Rayth y Lyra se miraban y se encogían de hombros.

    De pronto, la ventana de los aposentos de Alexis estallaron y una gran corriente de aire derribó al grupo junto con la mesa.
    __ ¡¿Qué ha ocurrido?!__ exclamó Rayth.
    Un joven de largo cabello castaño y ojos verdes apareció volando gracias a dos grandes alas de plumas negras.
    __ ¡Oh, lo siento!__ exclamó al ver el estropicio que había causado con su poder.__ Si llego a saber que estabais en medio de una grata velada, no habría hecho una entrada tan llamativa.
    “Tiene las mismas alas que tenía Araxiel.” pensó Sara. “No es posible que él sea…”
    __ ¿Quién eres tú?__ le preguntó un enfadado Alexis al recién llegado.
    __ ¡Que maleducado por mi parte!__ exclamó el joven con exagerados movimientos.__ ¡Permitid que me presente; mi nombre es Laurent y soy uno de los antiguos Señores del Caos! Estoy seguro de que ya conocisteis a uno de mis compañeros, Araxiel.
    __ Por desgracia, sí.__ replicó Araxiel con un gruñido.__ ¿Has venido a vengar su muerte?
    __ Ni mucho menos; no éramos tan cercanos como para hacer algo así el uno por el otro. Tan sólo he venido para ver a las dos personas que acabaron con él.
    Sara se incorporó y se colocó al lado de Alexis.
    __ Pues aquí nos tienes.
    __ Ya veo.__ dijo Laurent con una sonrisa.__ Debéis de ser muy poderosos para lograr algo así; matar a Araxiel no era moco de pavo.
    Lyra se acercó a él y le preguntó:
    __ ¿Tú eres un Señor del Caos?
    __ ¡Así es!__ exclamó el joven con orgullo, que examinó el aspecto de la chica.__ ¡No me lo puedo creer! ¡¿Tú eres una Inquisidora?! ¡Pues te doy la enhorabuena por ocupar un cargo que en mis tiempos sólo ocupaban los hombres!
    Lyra se sonrojó pero se restableció enseguida.
    __ Si eres un Señor del Caos, no tengo más remedio que detenerte y ejecutarte por los crímenes que tú y tus compañeros cometisteis en el pasado. ¡Juicio divino!
    La Inquisidora alzó una mano, donde una gran cantidad de energía blanca se acumuló en forma de esfera.
    __ ¡Espera, no he vendido aquí a luchar!__ exclamó Laurent agitando la cabeza con miedo.__ ¡No tenemos porqué hacer esto!
    Pero no hizo falta decirlo pues la esfera estalló en la cara de Lyra antes de que pudiera lanzarla contra el hechicero, dejándola inconsciente.
    “No mentía cuando dijo que no se le daba bien atacar.” pensó Sara.
    Alexis se arrojó sobre Laurent, que desapareció de su vista y apareció a su lado en una décima de segundo.
    __ Eres rápido.__ comentó el Señor del Caos.__ Pero no lo bastante para alcanzarme.
    El joven lord le atacó varias veces pero Laurent esquivaba sus ataques como si esquivara a un niño y no a un licántropo. Tras esquivar el sexto ataque, el hechicero envió a Alexis contra la pared con una ráfaga de aire.
    __ ¡Milord, tomadla!__ gritó Rayth, que había desenvainado la espada y se la había lanzado a Alexis.
    El licántropo cogió la espada al vuelo y volvió a atacar a Laurent, que bloqueó el ataque con su mano desnuda y atrapó a su rival entre la pared y su cuerpo.
    __ Eres muy fiero en batalla.__ comentó el Señor del Caos al ver que Alexis aún forcejeaba por librarse de él.__ Eso es algo que me parece muy atractivo.
    Todos los presentes, incluyendo Lyra, que había recuperado el conocimiento, se quedaron helados ante ese comentario.
    __ ¿Qué quieres decir?__ le preguntó Alexis a Laurent, sintiendo que no le iba a gustar lo que pasara a continuación.
    Laurent sonrió pícaramente y en un instante unió sus labios con los del licántropo.
    “¡No me fastidies!” pensaron todos al mismo tiempo, boquiabiertos por la escena.
    El Señor del Caos besaba a Alexis con la misma pasión con la que besaría a una mujer mientras el joven lord se agitaba intentando liberarse.
    __ ¡¿Pero se puede saber qué haces?!__ le gritó Alexis cuando logró rechazarle de una patada.
    __ ¿No te ha gustado?__ le preguntó Laurent con voz juguetona.
    Alexis agarró la espada con fuerza y se la arrojó al hechicero. Sin embargo, la espada se convirtió en cristal y estalló en pedazos antes de alcanzar a Laurent, que desapareció y apareció detrás del licántropo.
    __ Pues a mí sí me ha gustado.__ susurró antes de darle a Alexis un delicado mordisco en el lóbulo de la oreja derecha.
    Alexis se estremeció del repelús que le causaba que un hombre le hiciese eso y trató de darle un codazo; pero el hechicero había desaparecido sin dejar rastro.
    Terriblemente humillado, el licántropo se dejó caer al suelo mientras los demás permanecían de pie, inmóviles por la sorpresa de lo que habían presenciado.
     
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    surisesshy

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    ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¿ISTURIEL ES EL PADRE DE SARA?!!!!!!!!!!!!!! DIMELO, nesecito saberlo (lo jalonea del cuello de la camisa o t-shert) dimelo, dimelo, dimeloooooooo (lo suelta ya mareado) uf, muy pronto me lo diras, jump.
    Conque era el ave, valla sorpresa me has dado, que bueno que fue en su rescate, pero no llegó atiempo para impedir que Lyra los descubriera ¿por que isturiel no los protegio de eso? bueno, ya sabras tus razones, que pena pasaron esos dos y yo loca por que sepan que fueron victimas de un echizo y que no fue su culpa.

    Haaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Un señor del caos yaoi, no me lo puedo creer, BESO A ALEXIS, pobre, deve de estar en chock, de seguro y no sale de su habitacion en todo lo que le queda de vida, me da pena ajena y esa Inquisitora, que habladora es, no devio de desir eso delante de hilda, casi castra al pobre lobo XDDDDDDDDD.

    Aaaayyyyyy, ya quiero saber que pasa, no me dejes esperando mucho tiempo, aunqeu se ve que pones las contis todas las noches, aun así, me desespera, bey y sigue así.
     
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    lupus

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    Palabras:
    1548
    XXV​

    __ ¡Laurent, ¿se puede saber dónde has estado?!__ le gritó Yami al joven cuando éste apareció a su lado.
    __ Calma, anciano, calma; a tu edad, los nervios son muy peligrosos para la salud.__ bromeó Laurent.__ Tenía curiosidad por los que derrotaron a Araxiel y fui a verles.
    __ Uno de ellos era un chico atractivo, ¿verdad?__ le preguntó el anciano al ver su sonrisa.__ Está claro que tus hormonas han conquistado tu cerebro.
    El joven Señor del Caos se encogió de hombros y el anciano suspiró de irritación.
    __ Si no te hubieses ido, sabrías que Cynthia también ha logrado despertar, al igual que Tifón y Medsa. Cuando todos los Señores del Caos hayamos despertado, Death nos convocará y entonces asestaremos un golpe mortal a Suxen y al mundo.

    Lyra estaba asomada a la ventana mientras los demás arreglaban el desastre que Laurent había causado con su aparición.
    __ Ese Laurent no parecía ser igual que el Señor del Caos del que me hablasteis.__ comentó la Inquisidora.__ No ha demostrado tener la crueldad de Araxiel.
    __ Pero sí ha demostrado tener más poder.__ replicó Alexis.__ Tendremos que estar alerta de sus acciones; podría provocar mucha más destrucción de la que provocó Araxiel.
    Cuando terminaron de arreglar la habitación, Lyra y Rayth se marcharon mientras Sara se quedaba, preocupada por Alexis, que parecía agotado.
    __ ¿Te encuentras bien?__ le preguntó acercándose al joven lord, que se había sentado en la cama y se frotaba el cuello.__ Es sólo que estoy un poco tenso.
    __ En eso puedo ayudarte; se me dan bien los masajes. Quítate la camisa.
    Alexis se desnudó de cintura para arriba mientras Sara se acuclillaba en la cama tras él para comenzar a frotar sus hombros.
    __ ¡Pues sí que tienes nudos musculares!__ exclamó la chica.__ Lo de ser licántropo y haber luchado contra esa hechicera para después enfrentar a dos Señores del Caos debe de ser estresante. ¿O acaso tiene algo que ver que estés molesto por el beso que te ha dado Laurent?
    __ En realidad, tú eres la que más tenso me pone.__ replicó Alexis, que se volvió hacia ella.
    Sara apartó las manos de su cuerpo y le miró molesta. ¿Acaso la estaba culpando de su estrés?
    __ No me refiero a eso.__ refutó el licántropo mientras cogía las manos de la chica y las colocaba sobre su pecho, en cuyo interior su corazón latía con violencia.__ ¿Sabes por qué late así? Late así por ti, por lo que me haces sentir. Cuando te vi llegar al castillo desde mi habitación, sentí algo que nunca había sentido pero lo ignoré; sin embargo, tú te acercaste a mí sin saber lo peligrosos que era estar a mi lado y yo intenté alejarte sin lograrlo.
    __ Bueno, soy muy peleona.__ dijo Sara con el rostro completamente rojo, escuchando a Alexis con expectación.
    __ Y a medida que pasaba el tiempo, ese sentimiento creció; creció hasta el punto de poder evitar que el lobo te hiciese pedazos al instante.__ continuó explicando el lord.__ Pero no fue hasta la noche pasada, como si una fuerza extraña me lo revelase, cuando me di cuenta de que…estoy enamorado de ti.
    La cara de Sara no podía estar más roja; no podía creerse lo que estaba ocurriendo: ¡Alexis se le había declarado!
    __ ¿Significa…eso que…somos pareja?__ le preguntó al lord.
    Con la simple mención de esa posibilidad, la imaginación de Sara se exaltó al mismo tiempo que su corazón.
    Sonriendo, Alexis se acercó a ella hasta tumbarla en la cama y colocarse sobre ella, sosteniéndose con los brazos.
    __ A menos que tengas algún problema con ser la pareja de un lobo cascarrabias.__ susurró, estando su rostro a tan sólo unos centímetros del de la chica.
    __ Cascarrabias, grosero, inmaduro…en definitiva, una bestia que, además, huele a lobo.__ añadió Sara, riéndose.
    __ Te estás cargando la magia.__ le reprochó el joven lord.
    __ Sin embargo, me gusta todo eso de ti.__ terminó de decir la pelirroja, que atrajo a Alexis hacia sí y le besó.
    Se besaron con pasión hasta que se quedaron sin aire y se separaron para recuperar el aliento.
    __ ¿Qué pasa con Hilda?__ le preguntó Sara a Alexis cuando pudo hablar.__ A saber lo que te hará cuando se entere de esto.
    __ No me importa.__ replicó el joven.__ Correré el riesgo sólo por estar contigo.
    Y volvieron a fundirse en un apasionado beso.

    Mientras tanto, en las afueras de Hender, una mujer visitó la tumba de su esposo y dejó un ramo de flores ante la lápida.
    __ Espero que Sara se encuentre bien.__ susurró Isabel.__ Hace tiempo que no tengo noticias de ella.
    __ Tranquila, Isabel.__ dijo una voz a su espalda.__ Tu hija se encuentra bien; por ahora.
    Al volverse, la mujer vio a Ithuriel y corrió hacia él para abrazarle.
    __ ¿Traes noticias de mi hija?__ le preguntó alterada.__ ¿Cómo le va?
    El hechicero se pasó la mano por el pelo y respondió:
    __ Supongo que podría decirse que le ha ido bien pero lo cierto es que ha pasado por muchas cosas en poco tiempo.
    Ithuriel se acercó a la tumba de Sebastián e hizo aparecer de la nada un ramo de flores y las dejó junto al de Isabel mientras oraba en silencio.
    __ Ithuriel, por favor, cuéntame todo lo que sepas de mi hija.__ le suplicó Isabel.
    Suspirando, el hechicero le contó todo por lo que Sara había pasado desde que llegó al castillo de lord Emil.
    __ ¿Seguro que Sara estará bien con ese licántropo en el castillo?__ le preguntó Isabel.__ Tal vez debería convencerla para que vuelva.
    __ No es buena idea.__ replicó Ithuriel.__ Esos dos están enamorados; Sara no te perdonará que la separes de Alexis.
    __ ¡Pero ese chico es peligroso!__ chilló la mujer.__ ¡Los licántropos son seres oscuros!
    __ Alexis no es ni la centésima parte de lo oscuro que era yo hace cientos de años.
    Isabel se calló al oír a Ithuriel mencionar su pasado y trató de animarle.
    __ Tú no tienes la culpa de lo que ocurrió en aquella época.__ le dijo mientras le obligaba a mirarla a los ojos.
    __ ¿Cómo puedes decir eso, Isabel? Yo fui el que creó a los Señores del Caos, que acabarían trayendo dolor y destrucción al mundo entero.
    __ Tú los creaste para intentar hacer del mundo un lugar mejor.__ insistió la mujer.__ Tú no podías saber que iban a corromperse; incluso les abandonaste y les detuviste.
    Ithuriel la miró con seriedad y replicó:
    __ Pero no sirvió de nada; los Señores del Caos están despertando y se están preparando para volver a intentar doblegar al mundo a su voluntad; pronto sacudirán los cimientos de Indron con todo su poder como ya hicieron en el pasado.
    Isabel le abrazó para consolarle y le susurró:
    __ Y tú les detendrás como ya hiciste en el pasado.

    Karen estaba realizando un extenso, poderoso y oscuro ritual ante la gran cantidad de pequeños cuerpos desangrados de los niños que la hechicera había raptado de las tierras de Lord Asriel.
    Cuando las últimas palabras del hechizo salieron de su boca, la sangre de los inocentes hirvió y desprendió una gran humareda mientras Karen sentía algo siendo arrancado de su interior.
    La hechicera pudo ver su alma surgiendo de su cuerpo y condensándose en el aire hasta formal un zafiro de un intenso color azul. Cuando la gema se posó en su mano, un dolor horrible atravesó su espalda cuando en ella aparecieron dos grandes heridas sangrantes, de la que surgieron dos grandes alas de plumas negras, entre las que se deslizaba la sangre.
    __ Ahora soy una Señora del Caos.__ susurró jadeando la mujer.__ Con este poder cumpliré mi venganza.
    Chasqueó los dedos e hizo estallar un ciervo que pastaba cerca para probar sus nuevos poderes, estallando en crueles carcajadas al comprobar su eficacia.

    Al mismo tiempo, Laurent y Yami se reunieron con Cynthia, una mujer de largo cabello rojo y que vestía ajustadas ropas de cuero que no dejaba lugar a la imaginación, Medsa, una joven que llevaba un parche sobre su ojo derecho, y Tifón, un anciano de cabello blanco y de aspecto esquelético cuyos ojos estaban ciegos.
    __ Siempre vas vestida de una forma muy provocadora, ¿verdad?__ le preguntó Laurent a Cynthia, que hizo una mueca.
    __ Y seguro que tú ya te has lanzado sobre algún joven que haya atraído tu atención.__ replicó la mujer.
    __ Ahí me has pillado.__ rió el joven con vergüenza.
    Yami y Tifón, competidores a pesar de ser del mismo equipo, sólo se miraban fijamente sin decir ni una palabra mientras Medsa permanecía inmóvil, perdida en sus pensamientos.
    __ ¿Y ahora qué?__ preguntó Laurent.
    __ Esperaremos a los demás.__ respondió Cynthia haciendo chasquear su látigo.__ Cuando todos estemos reunidos, nos uniremos a Death para lograr completar lo que no pudimos hacer hace siglos.
     
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    surisesshy

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    KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! simplemete me gustó la confeción de Alexis, fue romantico (por fin, mis ensoñaciones de amor se estan cumpliendo) haaaaaaaaaaaaaaa, asi que Isturiel, no es el padre de Sara, falle en eso, pero no falle en desir que era el que derroto a los señores del caos (BINGO).

    Ho no, Karen una señora del caos, ese si es un completo caos, es la peor de todos, aunque algo me dise que ella sera la próxima en morir, eso espero, ella es la única interesada en nuestros dos protagonistas. Huuuuu, un chistoso gay, dos viejos cascarrabias, una chica seria y una mujer sexi ¿que mas se puede pedir en un grupo de villanos? XD ademas de una vieja bruja llena de odio, fiuuuuu, es grande el repertorio, ya quiero ver que hase Isturiel para ayudar a nuestros amigos y detener a los señores del caos.

    No me espero por ver la conti y ver que hara hilda al saber de la relación de sara y Alexis, esta vez, de que lo castra, lo castra, bey.
     
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    lupus

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    Amor bajo la luna.
    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    1954
    XXVI​

    __ ¿De qué son estas cicatrices que tienes en las muñecas?__ le preguntó Sara a Alexis cuando descubrió las finas líneas tras recorrer el cuerpo del lord con los dedos.__ Nunca las había visto.
    Alexis, que había estado disfrutando de las caricias de la joven, levantó las manos para observar las cicatrices, que brillaron bajo la luz de las velas.
    __ Son de la vez que me intente suicidar.__ respondió.
    Sara se incorporó de golpe, impresionada por la respuesta.
    __ ¿De verdad intentaste quitarte la vida?
    Alexis la miró y la atrajo de nuevo hacia él mientras explicaba:
    __ Fue tras matar a mis primeras víctimas, una pareja de jóvenes enamorados. Maté al novio y después violé y maté a la chica; cuando volví en mí, regresé al castillo y lo primero que hice, preso de la culpa, fue coger un cuchillo y cortarme las venas.
    Su compañera se llevó las manos a la boca, horrorizada.
    __ Pero mis heridas cicatrizaron al instante.__ continuó Alexis, que apretaba los puños con fuerza.__ Un inconveniente de ser un licántropo.
    Sara le abrazó y le susurró:
    __ No permitiré que vuelvas a sentirte de ese modo.
    Al ver el rostro deprimido del joven, a Sara se le ocurrió una idea para animarle y empezó a besarle el cuello para descender despacio hasta el pecho y trazar un camino de besos sobre el abdomen.
    __ Sara, no es necesario que lo hagas.__ le dijo Alexis, que salió de su solemnidad al comprender las intenciones de la joven.
    __ Quiero hacerlo.__ replicó la chica con una sonrisa traviesa antes de desaparecer al deslizarse bajo la manta.
    “Si la chica quiere darnos placer de este modo, ¿quién somos nosotros para impedírselo?” dijo el lobo, que se lo estaba pasando en grande.
    “Siempre pidiéndome que siga mis instintos.” pensó el joven lord, que se sentía al rojo vivo.

    Aproximadamente media hora después, ambos jóvenes se habían vestido y se habían preparado para notificarles a los demás acerca de su relación.
    __ Tengo el presentimiento de que tu tía intentará hacer un kebab de lobo conmigo.__ dijo Alexis mientras caminaban cogidos de la mano.
    __ ¿Es que el lobo feroz le tiene miedo a una mujer?__ le preguntó Sara a modo de broma.
    __ ¡Claro que no!__ replicó Alexis con orgullo.__ A lo que el lobo feroz le tiene miedo es al cuchillo que esa mujer tendrá en la mano.
    Rayth y Galeno fueron los primeros en enterarse; Rayth estalló en carcajadas y se retorció sin cesar en el suelo mientras Galeno les felicitaba.
    __ Ignoradle, por favor.__ les dijo el anciano médico mientras señalaba al jefe de la guardia.__ No estoy seguro de que su cerebro se haya desarrollado por completo.
    __ ¡Oye!__ exclamó indignado Rayth desde el suelo.
    Hilda no se lo tomó tan bien como los dos hombres pero tampoco reaccionó tan violentamente como lo había hecho el día anterior al enterarse de que habían mantenido relaciones.
    __ Si le hace usted algo malo, recuerde lo que le haré.__ le dijo la mujer a Alexis agitando el cuchillo amenazadoramente.
    __ Lo recuerdo.__ respondió Alexis mientras abrazaba a Sara por detrás.__ Y yo dejaré que lo hagas.
    La mujer suspiró irritada y volvió al trabajo.
    __ Por cierto, Sara, ¿de verdad no quieres un regalo de cumpleaños?__ le preguntó a su hija mientras troceaba la carne.
    __ Ya me hiciste demasiados regalos para la cena con Alexis.__ replicó Sara.__ No quiero que gastes más dinero en mí.
    __ ¿Cuándo es tu cumpleaños?__ le preguntó Alexis, todavía abrazado a ella.__ Tendré que organizar algo especial para ti.
    __ En una semana; y no quiero que te molestes en prepararme nada.
    __ Quiero hacerlo.__ replicó el noble tal y como la chica había dicho en sus aposentos mientras empezaba a besarla.
    Hilda les miró enfadada y les echó de la cocina exclamando:
    __ ¡La cocina no es lugar para hacer esas cosas así que iros a otra parte!
    __ Me parece que le va a costar aceptarme como tu novio.__ le susurró Alexis a Sara mientras caminaban por los pasillos.
    __ Ten paciencia.__ le pidió la pelirroja con expresión divertida.__ Como no tengo a ninguno de mis padres aquí, ella tiene que tomar el papel de madre. ¿Y qué me piensas preparar para mi cumpleaños?
    Alexis sonrió y le dio un toquecito juguetón en la nariz.
    __ Eso lo descubrirás en una semana.

    A pesar de todos los intentos de Sara por convencer a Alexis de que le contara lo que tenía pensado por su cumpleaños, el licántropo no reveló ninguna de sus intenciones.
    __ No puedes seducirme más de lo que ya has hecho.__ dijo Alexis cuando Sara trató de que le confesase su plan mediante carantoñas y mimos.
    Incluso amenazó al licántropo con no intimar con él si no le decía lo que se proponía; pero Alexis se mantuvo firme y no cedió, alegando que podría aguantar unos días sin acostarse con ella. Finalmente, Sara se rindió y esperó a que llegase el día de su cumpleaños.
    Aunque los días pasaron insufriblemente despacio para la chica, por fin llegó su decimonoveno cumpleaños. Cuando la noche empezaba a caer, Alexis le colocó una venda alrededor de los ojos para que no viera la sorpresa; cargó a la chica sobre su espalda y echó a correr.
    Tras lo que parecieron ser horas corriendo, Alexis se detuvo y le susurró a Sara que se agarrara a él con todas sus fuerzas. La chica así lo hizo y pronto sintió la gravedad tirando de ella hacia mientras su cuerpo se balanceaba con el movimiento del licántropo.
    __ Ya hemos llegado.__ le dijo Alexis, que le quitó la venda de los ojos.__ ¡Feliz cumpleaños!
    Sara se quedó asombrada al encontrarse en una pequeña llanura situada en lo alto de una montaña, cubierta de una gran cantidad de Lunitaris abiertas bajo la luz de la luna que rodeaban un pequeño lago de agua cristalina.
    __ Es hermoso.__ dijo mientras Alexis la guiaba hasta un mantel sobre el que había un pequeño picnic preparado.__ ¿Qué es este lugar?
    __ Mi rincón secreto; hasta ahora nunca había traído a nadie más aquí.__ respondió el noble, que se agachó para coger un paquete y se lo entregó.__ Creo que esto te será más útil a ti que a mí.
    Cuando Sara hubo quitado la envoltura del regalo, vio que se trataba de un gran libro lleno de hojas dedicadas a hechizos, a plantas y objetos empleados en ellos y a diferentes criaturas mágicas.
    __ Muchas gracias.__ dijo mientras pasaba las hojas con curiosidad.__ ¿De dónde lo has sacado?
    __ Perteneció a Araxiel; yo lo cogí de las ruinas de su castillo.__ le explicó Alexis.__ Pensaba que podría hallar una solución contra mi maldición. Pero ahora quiero que te lo quedes tú; tal vez aprendas cosas de él.
    Sara cerró el libro y se concentró en disfrutar de la velada.
    Tras cenar, la joven contempló la luna, que iba alejándose del plenilunio, mientras Alexis lanzaba piedras al lago. En un arrebato bromista, la chica se acercó a él por detrás y le dio un ligero empujón, haciendo que el licántropo cayese al agua.
    __ ¡¿Qué haces?!__ exclamó el joven, que observó a la chica reírse sin cesar.
    __ Lo siento, no pude resistirme.__ dijo Sara cuando por fin se hubo calmado.__ Deja que te ayude.
    Extendió una mano y agarró a Alexis de las suyas. Sin embargo, el licántropo, con una sonrisa traviesa, tiró de ella hasta que acabó tirándola al agua, donde empezaron a arrojarse agua sin parar de reír hasta que se abrazaron y se besaron.

    Regresaron al castillo horas después, encontrándose con que los padres de Alexis habían regresado.
    __ ¿Qué os ha pasado?__ les preguntó Lord Emil al verles aparecer completamente empapados.
    __ Hemos celebrado su cumpleaños.__ respondió Alexis como si nada.
    Los dos jóvenes se rieron ante el ceño fruncido del señor del castillo.
    Lady Giselle les miró sin comprender pero no le importó; su hijo se veía más feliz de lo que nunca había estado. La mujer reparó en la dulce mirada que el joven dedicaba a Sara, correspondida por los brillantes ojos castaños de la chica.
    “¿Quién lo iba a decir?” pensó la madre de Alexis, complacida.
    De pronto, una llamarada azul apareció en el centro del vestíbulo, sobresaltando a los presentes.
    __ ¡Que bonita reunión!__ exclamó Karen con una falsa sonrisa.__ Espero que no os importe si vomito.
    __ Karen.__ susurró Lord Emil mientras se preparaba para desenvainar su espada.
    La hechicera se paseó, sacudiendo las alas negras que surgían de su espalda; su rostro, antiguamente perfecto, mostraba una sonrisa que no auguraba nada bueno.
    __ Ha pasado mucho tiempo, Lord Emil, Lady Giselle.__ les saludó a pesar de que se notaba que su presencia la irritaba. Sus ojos se posaron en Alexis y Sara y brillaron con un intenso y ancestral odio.__ Vosotros dos habéis tenido mucha suerte hasta ahora; no me esperaba que la chica sobreviviese yaciendo a tu lado en luna llena. Mi hechizo no tuvo el resultado que esperaba.
    Lady Giselle y su esposo miraron asombrados a su hijo, que gruñía enfadado.
    __ ¿Fuiste tú la que nos hechizó aquella noche? ¿Por qué lo hiciste?
    __ Para convertir tu vida en un infierno, muchacho.__ replicó la hechicera como si fuese algo obvio.__ Sólo vivo para hacer pedazos cada porción de tu vida.
    Lord Emil desenvainó su espada y enfrentó a Karen.
    __ ¿Qué es lo que quieres?__ le preguntó con rabia.
    __ Proponerle un combate final a tu hijo y a su compañera en el acantilado donde Alexis me derrotó la vez anterior; allí libraremos la batalla definitiva.
    Con el rostro lleno de pesar, Lady Giselle se adelantó y le preguntó a Karen:
    __ ¿No puedes olvidar el pasado? ¿No puedes deshacerte de todo ese odio que sientes?
    Una energía venenosa e increíblemente intensa emanó del cuerpo de la mujer de cabello plateado, cuya presencia parecía hacer temblar todo lo que la rodeaba.
    __ ¡Mi odio es mi realidad; es el motor que impulsa lo que queda de mi antigua vida! ¡Sólo cuando la causa de mi odio desaparezca, podré descansar en paz!
    Alexis se adelantó y le preguntó:
    __ ¿Y si decidimos no aceptar tu propuesta? ¿Qué harás entonces?
    La sonrisa de Karen se volvió más pronunciada al tiempo que su crueldad aumentaba.
    __ Yo sé que Sara aceptará; si no lo hace, me temo que su amigo sufrirá la peor de las muertes.
    La hechicera proyectó una imagen de un joven alto y musculoso de cabello corto; permanecía inconsciente y su cuerpo presentaba heridas superficiales y magulladuras.
    Alexis tuvo que abrazar con fuerza a Sara para evitar que se abalanzase sobre la hechicera al ver lo que le había hecho a Brian, su mejor amigo.
    __ Tranquila, muchacha.__ dijo Karen en tono de mofa ante su reacción.__ Tu amigo se encuentra bien, magullado pero bien. Sin embargo, le ocurrirá algo peor si no respondes a mi desafío afirmativamente. Y si tú estás enamorado de ella, Alexis, harás lo que sea por hacerla feliz y eso incluye enfrentarte a mí para salvar a su amigo. Espero veros dentro de tres días.
    Y con una última y cruel carcajada, la hechicera desapareció mientras Alexis abrazaba a la sollozante Sara.
     
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    surisesshy

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    XDDDDDDDDD verdaderamente yo pienso igual, a Rayt no se le desarrollo bien el cerebro, solo los musculos.... na, es mentira, por algo es el jefe de la guardia. Kyaaaaaaaaaaaaaa, que bonito, eso del jardín fue algo ROMANTICO, me tienes fangirleando como nadie en esta vida, fue tan kawaiiiii, yo quiero un hombre así (en mis sueños).

    Hash, pero tuvo que venir esa bruja de karen a arruinarlo todo, por lo que veo no el basto al paliza que le dieron y ahora le romperán su rubí y bey bey a karen, veo que tambien atinare en eso de que ella morira primero (BINGO), solo espero que no haga una tonteria con el amigo de Sara, me pregunto si sera una ilución o es de verdad que lo tiene secuestrado, solo espero que esta vez Alexis la detenga definitivamente.

    Me gsuto mucho el capitulo y me reí bastante, sigue así, bey.
     
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    lupus

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    41
     
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    XXVII​

    __ Sara, cámbiate de ropa.__ le dijo Alexis a la chica.__ Iremos enseguida a rescatar a tu amigo.
    __ ¿De…verdad?__ le preguntó Sara, cuyos ojos se habían vuelto rojos a causa de las lágrimas.
    Alexis asintió y la joven le besó agradecida antes de marcharse corriendo a su habitación.
    __ Alexis, no puedes hablar en serio cuando dices que irás a enfrentarte a Karen. ¡Te lo prohíbo terminantemente!__ le ordenó Lord Emil cuando llegaron a la habitación de su hijo.
    __ Aunque me lo prohíbas, pienso ir de todas formas.__ replicó Alexis mientras se cambiaba y se preparaba para partir.
    __ Karen es muy peligrosa, hijo mío; hará cualquier cosa por destruirte.
    Alexis se enfrentó a su padre y le preguntó:
    __ Parece que la conoces bastante bien, padre, a pesar de que no me contasteis nada cuando te lo pregunté. ¿Quién es ella?
    Al ver a su padre en silencio y desviando la mirada, el joven descubrió la verdad.
    __ Ella fue la que me maldijo, ¿me equivoco?
    Su padre se mantuvo rígido sin cambiar su expresión seria, por lo que Alexis miró a su madre, que asintió con la tristeza reflejada en sus ojos.
    __ ¿Por qué lo hizo?__ le preguntó Alexis.__ ¿A qué viene todo ese odio que siente hacia mí?
    __ Es por algo de lo que Karen nos culpa.__ respondió su madre.__ Algo que ocurrió antes de que tú nacieras.
    Su esposo la silenció con una furiosa mirada y exclamó:
    __ ¡Eso ahora no importa! ¡No permitiré que arriesgues tu vida sólo por salvar al muchacho que Karen ha capturado!
    __ ¡Ese muchacho es amigo de Sara y haré lo que sea para que ella sea feliz!__ gritó Alexis.__ ¡Y si tengo que arriesgar mi vida para lograrlo, así lo haré!
    Lord Emil le miró furioso.
    __ ¡¿Por qué arriesgar tu vida por esa chica?!
    __ ¡Porque estoy enamorado de ella!__ respondió Alexis con un fuerte grito.
    La respuesta asombró tanto a su padre que le dejó helado, incapaz de replicar.
    Alexis terminó de prepararse y salió de la habitación para encontrarse con Galeno bloqueándole el paso.
    __ ¿Tú también quieres intentar detenerme, anciano?
    Sin decir ni una palabra, el médico le entregó una daga que Alexis reconoció: era la daga con la que destruyó la fuente de poder de Araxiel.
    Cogió el arma y la guardó en su cinturón junto con su espada, despidiéndose del anciano con una inclinación de cabeza y descendiendo al vestíbulo, donde Sara le esperaba con impaciencia.

    Alexis corrió durante dos días cargando a Sara sobre su espalda hasta llegar al acantilado donde se encontraba la cueva en la que había luchado contra el basilisco de Karen. Pero no eran los únicos que allí se encontraban.
    __ ¡Ariel, ¿qué haces aquí?!__ exclamó Alexis al ver al hijo de Lord Asriel en el acantilado.
    Ariel se volvió y se sorprendió al ver a sus dos amigos.
    __ Alexis,…Sara…yo no sé porqué estoy aquí.__ dijo sin comprender.__ Estaba dando un paseo cuando una mujer con alas se apareció ante mí y me trajo a este lugar, donde me he encontrado con este chico.
    Señaló una figura inconsciente en el suelo, a sus pies. Sara reconoció a su amigo Brian y corrió hacia él para comprobar cómo se encontraba, suspirando aliviada al ver que no le pasaba nada grave.
    __ Ahora que todos los invitados están aquí, es hora de empezar la fiesta.__ dijo Karen, que había aparecido en el aire, volando sobre las aguas que se estrellaban contra las rocas con violencia.
    Alexis y Ariel desenvainaron sus armas.
    __ ¡Tienes mucho por lo que pagar, Karen!__ le gritó el primero.
    La hechicera bufó y le miró con desprecio.
    __ Es tu familia la que tiene que pagar por lo que le hizo a la mía, joven lobo.__ replicó fríamente.
    __ ¿Qué quieres decir? __ le preguntó Alexis.
    __ Antes de que tú nacieras, tu abuelo, que por aquel entonces era aún el señor del castillo, asesinó al mío porque temía los poderes mágicos que poseía.__ le reveló Karen, que volvió a mostrar aquella energía negativa que había mostrado en el castillo.__ Esa acción provocó que mi familia, que había sido amiga de tu familia durante años, intentase vengar su muerte atacando a la tuya; sin embargo, todos fueron asesinados. Mi madre escapó conmigo y me dejó al cuidado de un hechicero para morir justo después.
    Mientras escuchaba la historia, Alexis miró al suelo con pena. ¿De verdad que su familia le había hecho eso a Karen?
    __ Por esa razón decidí vengarme convirtiendo la vida del descendiente del hombre que causó la destrucción de mi familia, tu vida.__ continuó explicando Karen mientras las aguas se agitaban cada vez con más violencia bajo ella.__ Te arrojé esa maldición para condenarte a la soledad a la que yo me he visto condenada a vivir desde que era una cría de pecho.
    __ ¡¿Aunque provocases la muerte de personas que no tenían nada que ver?!__ gritó Alexis.__ ¡¿Acaso no te importa haber hecho daño a gente inocente?!
    Karen apretó los puños con tanta fuerza que sus manos sangraron.
    __ ¡Desde luego que no importa!__ replicó con la voz llena de veneno.__ ¡¿Por qué iba a importarme lo que sufriesen las patéticas gentes de Istar?! ¡Sólo me importa lograr completar mi venganza y eso ocurrirá hoy!
    En ese momento, una gran bestia de dos cabezas surgió del mar y se alzó amenazante ante los compañeros.
    __ ¡Devóralos!__ gritó Karen, completamente fuera de sí.
    Las dos cabezas se abalanzaron sobre el grupo. Alexis tomó a Sara y Brian y les apartó de la trayectoria del ataque de una de las cabezas del monstruo mientras Ariel esquivaba a la otra y se la cortaba con un rápido movimiento de su espada.
    __ No es tan duro como parece.__ se burló el joven lord.
    Sin embargo, se llevó una horrible sorpresa al ver que dos cabezas más surgían de la herida. Las esquivó y cortó una vez más, haciendo que dos cabezas más surgiesen de cada uno de los cuellos cercenados.
    __ Tú quédate aquí.__ le ordenó Alexis a Sara mientras cercenaba la cabeza que se había abalanzado sobre ellos, logrando el mismo resultado que Ariel.
    La hidra pronto tuvo docenas de cabezas rugientes.
    __ ¡Cuando haya acabado con vosotros, destruiré a todos los habitantes de Istar!__ gritó Karen.__ ¡Nadie sobrevivirá; mi odio lo barrerá todo!
    Alexis gruñó y entonces sintió vibrar la daga que llevaba en el cinturón; la hoja brillaba, rodeaba de una intensa llama azul.
    __ ¡Ariel, quédate junto a Sara!__ gritó tras tomar una decisión mientras se lanzaba contra la hidra con la daga preparada.
    Dio un gran salto al mismo tiempo que el monstruo le atacaba con una de sus cabezas y se lo tragaba sin masticar.
    __ ¡Alexis!__ gritó Sara, a quien Ariel tuvo que sujetar para que no se acercase al monstruo.
    “Lástima, habría preferido que él muriera el último.” pensó Karen. “Pero ya no hay marcha atrás.”
    La hidra empezó a acercarse a los tres humanos para devorarles pero se detuvo repentinamente al sentir un gran ardor en el estómago.
    Ante la mirada asombrada de todos, incluida la hechicera, un gran haz de luz azulada atravesó la carne del monstruo y comenzó a calcinarla desde dentro. Finalmente, el cuerpo de la criatura se partió en dos y Alexis, cubierto por la sangre de la hidra, salió de su interior de un saltó para posarse en el terreno del acantilado mientras la bestia moría desangrada y caía al agua enrojeciéndola.
    Presa de la ira, Karen creó una lanza de energía roja y se la arrojó al licántropo, que gritó de dolor cuando la ardiente energía negativa de la hechicera atravesó la carne y los huesos de su brazo izquierdo.
    Sin piedad, la mujer materializó un látigo con su energía y empezó a flagelar a Alexis, abriendo dolorosos cortes en al piel del joven.
    __ Etalugaoc.__ susurró la hechicera tras darle veinte latigazos.
    La sangre de la hidra y del propio Alexis se elevó en el aire y se coaguló en cientos de afiladas agujas que se clavaron profundamente en el cuerpo del noble.
    __ Ya es hora de que el lobo muera.__ dijo Karen mientras la sangre se coagulaba formando una espada carmesí, que apuntó al corazón de Alexis.__ Saluda a tu abuelo en el infierno.
    Pero antes de que pudiera matar a Alexis, Ariel se lanzó contra ella y clavó su espada en el pecho de la hechicera.
    __ ¿Por qué te interpones?__ gruñó la mujer mientras tocaba la hoja de la espada con sus manos.
    __ Porque Alexis es un compañero.__ replicó con furia Ariel.__ No puedo permitir que le hagas daño.
    __ ¿Compañero? No me hagas reír.
    Una descarga eléctrica recorrió la espada y derribó al lord.
    __ ¡Si lucháis como compañeros, moriréis como compañeros!__ gritó la hechicera.
    La energía de Karen se concentró en una inmensa esfera de fuego, que arrojó sin vacilar sobre los dos jóvenes. Sin embargo, la esfera comenzó a desaparecer antes de alcanzar su objetivo.
    __ ¡Muchacha, ¿qué has hecho?!__ gritó al ver a la jadeante Sara, cuyo cuerpo emitía energía mágica de forma muy intensa.__ ¡Ya estoy harta de todos vosotros! ¡Morid en la oscuridad!
    Una ola de oscuridad surgió del cuerpo de la hechicera y cubrió todo el lugar.

    Alexis se vio de pronto rodeado por todas las víctimas a las que había matado, violado y mutilado. Cadáveres de mujeres, hombres, niños y ancianos le señalaban con dedos esqueléticos y le lanzaban miradas acusadoras.
    __ Yo…no…quería…por favor…__ sollozó el lord.
    __ Tú nos arrebataste nuestro futuro.__ le culpó Elizabeth, desnuda y empapada al haber muerto en un lago.
    __ Por lo tanto no te mereces tener futuro.__ añadió una mujer que sostenía en sus brazos el cadáver de su hijo recién nacido, al que Alexis había matado junto con la madre mientras ésta estaba de parto.
    __ ¡Yo no quería!__ repitió Alexis.
    Los cadáveres desaparecieron y una gran bestia de ojos dorados se acercó al joven, que se reconoció a sí mismo transformado.
    __ Estoy harto de que te engañes siempre de esa forma.__ gruñó el lobo.__ Esta es tu verdadera naturaleza; sabes que disfrutas saciando tu cuerpo y tus instintos.
    Alexis negó mientras retrocedía y vio una figura encogida de miedo; pronto se dio cuenta de que era Sara y vio al lobo acercarse a ella.
    __ Lo que voy a hacer es el reflejo de lo que tú deseas hacer.__ le dijo la bestia.
    Agarró a Sara y la desnudó con violencia.
    __ ¡Déjala!__ le gritó Alexis, que intentó rescatar a la chica pero su cuerpo estaba paralizado.
    El lobo se pegó a la espalda de Sara, cuyo rostro estaba surcado de lágrimas, y deslizó su larga lengua por el hombre de la chica.
    __ No quiero. O mejor dicho, no quieres.
    Alexis cerró los ojos pero los gritos de dolor de Sara y los aullidos de placer del lobo no hacían más que recrear la escena en su cabeza.

    Ariel observaba horrorizado una y otra vez a los soldados del ejército invasor matando a su madre mientras su hermana y él, con 11 y 14 años respectivamente, permanecían ocultos, observando la sangrienta escena.
    __ ¡No, madre!__ gritaba el Ariel presente, que lloraba como el día en que ocurrió aquella desgracia.__ ¡No me abandones!
    Y se derrumbó, sintiéndose débil e impotente por no haber podido proteger a su madre de aquellos soldados.

    Llorando sin control tras sentir todo el dolor que el lobo interior de Alexis le había estado causando, la escena que Sara presenciaba cambió, encontrándose a sí misma con 8 años, arrodillada ante el cuerpo ensangrentado de su padre y rodeada por múltiples bandidos que la miraban con lujuria y se empezaban a quitar la ropa con malas intenciones…para acabar muriendo a manos de la que iba a ser su juguete.
    Horrorizada, la chica se echó a llorar de desesperación.
    __ ¡Karen, basta!

    La oscuridad se rompió y liberó a los tres compañeros de las horribles pesadillas.
    __ Galeno.__ susurró Karen al ver quién había roto su concentración.__ Tú eres al que menos esperaba que viniese a detenerme.
    Levantándose pesadamente, los tres jóvenes vieron al anciano caminar hacia la hechicera.
    __ Karen, yo no puedo luchar ni quiero hacerlo.__ le dijo con calma.__ Lo que quiero es que sepas la verdad de lo que ocurrió con tu familia.
    __ ¡Sé muy bien lo que ocurrió!__ gritó Karen con furia.__ ¡El abuelo de Alexis era un buen amigo de mi abuelo y le asesinó a sangre fría!
    Galeno negó con la cabeza y replicó:
    __ Es cierto lo que dices acerca de su gran amistad pero el antiguo lord no asesinó a sangre fría a tu abuelo; lo hizo porque no le quedó más remedio. Del mismo modo que se vio obligado a derrotar a tu familia.
    La energía que Karen desprendía se calmó debido a la sorpresa de la mujer.
    __ ¿Qué quieres decir?
    __ Vuestras familias eran amigas y durante años se ayudaron mutuamente en las guerras, aunando la fuerza de las armas con la de la magia.__ le explicó el médico.__ Sin embargo, tu familia empezó a experimentar con la magia negra y provocaron grandes daños a las gentes de estas tierras. El abuelo de Lord Alexis recibió la orden del rey de detener a tu familia y él no tuvo otra opción que obedecer. Sin embargo, puedo asegurarte que se arrepintió de lo que hizo hasta el día de su muerte a pesar de que su amigo, con su último aliento, le dijo que había hecho lo correcto.
    __ Mientes.__ susurró Karen, perpleja.__ Estás mintiendo.
    __ No, Karen. Yo asistí a tu madre, que había visto como tu padre y los demás se corrompían por la magia negra y le había abandonado. Moribunda, me pidió que te dejase a cargo de un hechicero llamado Ithuriel para que te enseñase a controlar tus poderes; sin embargo, no quería que supieras en lo que tu familia se había convertido.
    La dura expresión que Karen siempre mostraba se rompió y las lágrimas se deslizaron por su rostro. Toda su vida la había dedicado a la venganza, que se había convertido en su única realidad; pero todo había resultado ser una mentira.
    La hechicera observó a Sara y Ariel, que estaban ayudando a Alexis a incorporarse, y pensó en todo lo que le había hecho al joven. El odio le había arrebatado cualquier posibilidad de razonar y la había consumido hasta volverla despiadada hasta el punto de dañar a gente inocente.
    Hizo un gesto con su mano y la daga de Alexis voló hasta ella. Karen se acercó a Alexis y le tendió la daga mientras extraía el zafiro de su túnica.
    __ ¿Qué…qué es esto?__ le preguntó el licántropo, confuso.
    __ No hay forma de compensar todo el mal que he causado.__ dijo la hechicera.__ Al menos te daré el placer de dejar que me mates.
    Alexis cogió la daga y miró sorprendido a la mujer, que dejó expuesto el zafiro. Apuntó a la gema con la hoja pero antes de que pudiera atravesarlo, su determinación flaqueó; no era capaz de matarla.
    __ Alexis…__ susurró Sara con tristeza al ver que las manos del joven temblaban.
    Al ver que el joven no se decidía a destruir la gema, Karen, ante la sorpresa de los presentes, le cogió de las manos y tiró de modo que la hoja de la daga se clavó profundamente en el cristal.
    Un chillido agudo surgió del zafiro, que empezó a arder al mismo tiempo que el cuerpo de Karen se agrietaba y se convertía en ceniza.
    __ Yo no tengo forma de romper tu maldición.__ dijo mientras su cuerpo se desvanecía, consumido por el fuego azul.__ Sin embargo, sé que hay un ser con tanto poder como para romperla; el problema es que es imposible llegar a él.
    __ ¿Quién es?__ le preguntó Sara.__ ¿Quién puede romperla?
    Karen sonrió y dijo:
    __ Eso es algo que tendréis que descubrir por vosotros mismos. Al menos eso es lo que “él” me está diciendo.
    Finalmente, la hechicera desapareció cuando el zafiro estalló en pedazos.
     
  19.  
    surisesshy

    surisesshy Usuario popular

    Escorpión
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    ¿Estoy llorando? Sí, estoy llorando, fue muy conmovedor ese final, por fin sé el pasado de Karen (como que todo el odio que sentía hacia ella desapareció) me dio pena su fin, pero creo que hubiera sido cruel dejarla vivir con esa culpa, asi que ahora espero que descanse en paz despues de haberse arrepentido, creo que lo logará, por un momento pensé que ella iva a destruir la maldición, pero veo que no tiene poder para eso, me alegro, porque para lo que viene con los señores del caos, creo que Alexis necesitara ahora más que nunca al lobo, por más que lo odie.

    Pero fue kawaiii, todavia estoy llorando, en serio, me llegó hasta el alma, que bueno que Karen murió sabiendo la verdad (un minuto de silencio en su honor), y todo gracias a Galeno, ahora solo falta saber quien es el único que puede romper la maldición de Alexis, ¿será Isturiel? Nooo, no creo ¿o sí?.

    Me gustó mucho la conti, siguela pronto, bey amigo.
     
  20.  
    lupus

    lupus Usuario común

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    Título:
    Amor bajo la luna.
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    41
     
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    2155
    XXVIII​

    Una oscura figura de ojos rojos se mantenía oculta en las sombras mientras todos los Señores del Caos se reunían y tomaban asiento.
    __ Parece que estamos todos.__ dijo Laurent mirando a su alrededor para ver los rostros de sus antiguos compañeros.__ A que esto te hace sentir añoranza, Yami.
    __ Ni mucho menos.__ gruñó el anciano, que estaba sentado al lado del joven e irritado como siempre por sus comentarios estúpidos.
    Las conversaciones finalizaron cuando Death, líder de los Señores del Caos, se levantó para hablar.
    __ Hermanos míos, me alegro de volver a veros.__ comenzó a hablar con una voz extremadamente dulce, algo distorsionada tras la máscara con forma de dragón que cubría su rostro.__ Han pasado cientos de años desde la ultima vez que nos reunimos antes de que el traidor de Ithuriel nos traicionase y nos derrotase. Sin embargo, aquí estamos una vez más para continuar lo que empezamos: cambiar este putrefacto mundo y convertirlo en un lugar mejor.
    >> La gente nos rechazó porque pensaban que éramos malvados pero eso se debe a que su corrupción les cegaba y les sigue cegando; nosotros utilizamos la fuerza para eliminar las malas hierbas de la sociedad y nos convertimos en unos incomprendidos. Por desgracia, fracasamos y quedamos encarcelados en esa prisión que los humanos llaman paz, en la que esos seres estúpidos se han atiborrado y se han corrompido<<
    >> Pero esta vez alcanzaremos nuestro objetivo; eliminaremos la corrupción de este mundo. Debemos hacernos con el control de cada rincón de Indron para purificarlo y llevarlo a la salvación. ¡¿No pensáis lo mismo?!<<
    La estancia se llenó de las aclamaciones de la mayor parte de los Señores del Caos.
    “Ha llegado el momento de la Segunda Era del Poder.” pensó Medsa, una de los pocos Señores del Caos que se mantuvieron serenos tras el discurso de Death.

    Sara se paseaba nerviosa mientras Lyra usaba sus poderes curativos sobre Brian, que permanecía inconsciente.
    __ ¿Qué le ocurre?__ le preguntó a la Inquisidora.
    __ Nada grave.__ respondió ésta.__ Tan sólo está inconsciente por un fuerte golpe en la cabeza. A quien debería estar tratando es a Alexis.
    Miró irritada a Alexis, que estaba cruzado de brazos, recostado contra la pared de la habitación de Sara; sus heridas se cerraban lentamente mientras desprendían vapor pero todavía tenía algunas heridas muy graves.
    __ No te preocupes por mí.__ replicó el licántropo.__ Soy mucho más fuerte de lo que piensas.
    Lyra suspiró y volvió a concentrarse en curar a Brian, que comenzó a moverse y a abrir los ojos.
    __ ¡Brian!__ exclamó Sara con alegría, arrojándose sobre su amigo.
    __ Sara, ¿qué…qué ha pasado?__ le preguntó Brian mientras la abrazaba con expresión confusa.__ Estaba cazando y de pronto sentí un dolor intenso y todo se oscureció.
    __ Tranquilo.__ le dijo Sara, que lloraba de felicidad al ver que su amigo estaba bien.
    Alexis se separó de la pared y abrió la puerta de la habitación para salir pero Lyra le detuvo.
    __ ¿A dónde te crees que vas? Todavía tengo que ocuparme de tus heridas.
    __ Eso no será necesario.
    Sara se apartó un poco de Brian y le dijo a Alexis:
    __ No tienes que hacerte el machote.
    __ No lo estoy haciendo.__ replicó el licántropo.__ No necesito tu ayuda, Lyra.
    __ Pues yo digo que sí.__ dijo la Inquisidora.__ ¡Sumisión!
    Hubo un destello de luz y Alexis se vio de pronto inmovilizado contra el suelo.
    __ ¡Pensaba que se te daban mal los ataques!__ gritó el joven mientras forcejeaba contra la fuerza invisible que le paralizaba.
    Lyra se arrodilló a su lado y empezó a sanar sus heridas mientras explicaba:
    __ Los ataques se me dan mal. Pero las técnicas de inmovilización se me dan tan bien como las de curación.
    __ ¿Quiénes son?__ le preguntó Brian a Sara extrañado.
    __ Lyra es una amiga; es Inquisidora.__ respondió Sara.__ Y Alexis es…bueno…él es mi…novio.
    Su amigo se sobresaltó al oír la última palabra y su rostro se ensombreció durante un instante. Alexis, algo molesto por el hecho de que Sara hubiese vacilado a la hora de presentarle como su novio, percibió el disgusto de Brian al enterarse de que Sara y él mantenían una relación.
    “Parece que tenemos competencia.” gruñó el lobo.

    Mientras tanto, en Isen, un pueblo situado en una de las costas de las tierras de Lord Rendall, los hombres recogían alegremente la abundante pesca capturada aquel día.
    __ Últimamente la pesca está siendo muy abundante.__ comentó uno de los pescadores.__ Esta zona del mar es una mina de oro.
    __ Desde luego. Deberíamos celebrar esta abundancia con una gran fiesta.__ propuso el jefe.
    Los demás le vitoreaban, apoyando la propuesta, cuando el azul del cielo y la luz del sol se desvanecieron tras una gran masa de nubes de tormenta.
    __ Que extraño.__ susurró el jefe.__ No he visto ningún signo de que fuese a haber tormenta.
    Una oscura figura alada surgió de la oscuridad, riéndose con crueldad, y sobrevoló a los pescadores, que gritaron asustados al ver al hombre alado.
    __ ¡Morid!__ gritó el Señor del Caos, de nombre Ignis.
    Del oscuro cielo comenzaron a caer bolas de fuego que estallaban al alcanzar el suelo, destruyendo las estructuras cercanas y calcinando todo lo que encontraban.
    __ ¡Huyamos!__ gritaron los pescadores, dejando atrás todo su trabajo consumiéndose en el fuego.
    Sin embargo, pronto se vieron engullidos por las intensas llamas que el Señor del Caos, que se dirigió hacia el resto del pueblo, había liberado
    Los arqueros dispararon al ver al hechicero acercarse a ellos con varias bolas de fuego preparadas. Sin embargo, las flechas ardieron antes de alcanzar su objetivo y los soldados pronto se vieron devorados por las llamas. En cuestión de minutos, todo el pueblo se convirtió en un infierno de llamas y gritos de dolor y terror.
    __ ¡Este es el regreso de los Señores del Caos!__ gritó con fervor Ignis.__ ¡Temblad ante nuestro poder, insectos repugnantes!

    __ ¡Qué está ocurriendo?!__ gritaron los habitantes de Hadgar, un pueblo cercano a Isen, al ver que las tumbas del cementerio se abrían y los cadáveres se levantaban para atacarles.
    La gente trató de luchar contra ellos pero los cadáveres se recomponían y mataban sin piedad mientras Neta, el Señor del Caos que les estaba manipulando, lo observaba todo desde el aire.

    Un gran grupo de soldados trataba de liberarse de las fuertes raíces que Yami había hecho surgir de la tierra mientras el hechicero les observaba fríamente.
    __ Romped sus cuellos.__ susurró el anciano al tiempo que daba un chasquido.
    El sonido se repitió varias veces cuando las raíces rompieron los huesos de los soldados, que cayeron muertos una vez las raíces hubieron reducido la presión que ejercían sobre ellos.
    Yami caminó sobre los cadáveres y dio un fuerte golpe en el suelo con su bastón, provocando que el terreno se resquebrajase y se desnivelase dividiéndolo en irregulares bloques, derribando las casas cercanas y sepultando a sus habitantes.
    Medsa se quitó el parche de su ojo derecho, que brilló de un intenso color púrpura, y susurró:
    __ Devoradles.
    Un gran grupo de arañas gigantes surgió de su ojo derecho y se abalanzo sobre los habitantes del pueblo, aterrorizados por el tamaño de los monstruosos arácnidos, que la joven estaba atacando.
    __ Esto es lo que la guerra trae.__ dijo la Señora del Caos mientras observaba la sangrienta escena como si estuviera acostumbrada a ver cosas así.__ Muerte; sufrimiento; miseria. Esa es la cruda realidad de este mundo de humanos.

    Al mismo tiempo, la zona este de las tierras de Lord Rendall se veía azotada por inmensas tormentas de arena que arrasaban todo cuanto encontraban a su paso; campos, pueblos, personas, animales…todo era enterrado sin posibilidad de salvarse de la fuerza destructiva del poder del Señor del Caos Sun.

    Del mismo modo, la zona norte era arrasada por violentos tornados y ventiscas destructivas, impulsadas por el anciano Tifón.
    __ ¡Esto no puede estar pasando!__ gritaron los soldados al ver que los veloces vientos arrancaban las casas del suelo junto a sus habitantes.
    El grupo de soldados se abalanzó sobre el hechicero, que les derribó con un único soplo.
    Tras incorporarse, los soldados volvieron al ataque. Sin embargo, la temperatura descendió tanto y de un modo tan brusco que sus cuerpos se congelaron al instante, rompiéndose fácilmente por los golpes que Tifón les dio.

    Con un movimiento de su mano, Cynthia recogió su látigo de los cadáveres de los hombres que yacían ante ella. Irritada, colocó su arma en su cinturón de cuero y gruñó.
    __ Todos estos patéticos seres han muerto al instante. ¿Es que no hay un hombre de verdad que pueda aguantar un poco de intenso dolor?
    Y continuó caminando a través de las praderas para buscar a alguien que la hiciese disfrutar más tiempo con su dolor.

    Lord Rendall se paseaba nervioso por su habitación, sombrío por las noticias que provenían de sus tierras.
    __ Esto no es posible.__ murmuró enfadado.__ Los Señores del Caos fueron derrotados hace cientos de años; no pueden haber regresado.
    De pronto, se escuchó el sonido de una explosión y un grito de dolor de su hija, Catelyn.
    __ ¡Hija, ¿qué te ocurre?!__ le preguntó Lady Susan cuando el matrimonio llegó a los aposentos de su hija.
    Lord Farraway estaba ayudando a su esposa, embarazada de siete meses, a tumbarse en la cama, de la que había caído por culpa de la sacudida que el ataque del Señor del Caos, asomado al boquete, había provocado.
    __ ¡¿Qué es lo que quieres?!__ le gritó Lord Rendall mientras desenvainaba su espada.
    __ Nada realmente.__ dijo el hechicero.__ Tan sólo anunciar el comienzo de la Segunda Era del Poder.
    Y dicho aquello, se desvaneció en el aire como el humo.

    Death observaba toda la destrucción que sus hombres estaban causando con gran satisfacción.
    __ La gente nos ha olvidado.__ susurró con aquella extraña voz melodiosa.__ Y eso es algo que no podemos seguir tolerando. Ya es hora de recordarles quiénes somos y de lo que somos capaces.

    __ ¿Seguro que te encuentras bien?__ le preguntó Sara a Brian cuando su amigo decidió levantarse de la cama.
    __ Sí, esa Inquisidora es muy buena.__ respondió Brian mientras se estiraba un poco.__ Te has hecho amiga de gente muy extraña.
    __ La verdad es que han pasado muchas desde que vine aquí y he conocido a algunas personas muy peculiares.__ explicó la chica mientras empezaba a hacer la cama.
    Brian se quedó detrás de ella, cruzándose de brazos mientras decía:
    __ E incluso te has echado novio.
    Sara, percibiendo el tono molesto de su amigo, se detuvo un momento antes de responder:
    __ Sí aunque no llevamos demasiado.
    __ No me gusta.__ opinó Brian.__ Ese chico te mira como si fueses una posesión suya. No entiendo porqué te gusta; no te conviene
    __ No tiene porqué gustarte.__ replicó la chica, que ya sabía por donde iba aquella conversación.__ ¿Qué te importa a ti con quién salgo?
    __ Soy tu amigo.__ respondió Brian mientras se acercaba a ella.
    __ Aún así, no tienes derecho a decirme que me conviene o no. Sé que Alexis puede parecer muy agresivo y salvaje pero te aseguro que puede ser muy delicado cuando…cuando…nosotros dos…bueno…
    Brian abrió los ojos al comprender la razón por la que Sara se estaba avergonzando.
    __ ¿Vosotros dos…habéis…?__ trató de preguntar pero se le hizo un nudo en la garganta.
    Sara carraspeó y continuó con lo que estaba haciendo.
    Dejándose llevar por un impulso, Brian la agarró con fuerza de los brazos y la besó con tal pasión que cayeron en la cama. La chica trataba de quitarse a Brian de encima mientras el chico disfrutaba sintiendo a su amiga bajo su cuerpo.
    __ ¡¿Qué demonios está pasando?!__ gritó Alexis, que había entrado en la habitación junto a Lyra tras haber enviado un mensaje a Hender para informar a la familia de Brian de que el joven se encontraba a salvo.
    Brian se apartó de Sara, que observó horrorizada el odio que los dorados ojos de Alexis reflejaban.
    __ Alexis, yo no…
    Pero antes de que pudiera explicarse, el licántropo se dio la vuelta y se marchó enfadado. Sara trató de ir tras él pero Lyra la detuvo negando con la cabeza.
    __ Deja que se relaje un poco antes de hablar con él.__ le recomendó la Inquisidora.
     

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