Amor bajo la luna.

Tema en 'Novelas Terminadas' iniciado por lupus, 10 Febrero 2011.

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    surisesshy

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    ¡¿Queeeeeeeeeeeeeee?! O.o yo pensé que era Alexis el pervetido de la casa, pero noooooo, era Sara, esa si no me la esperaba, que mala.

    No, pero el que no cae a tierra es Alexis, ve que ella nole tiene miedo y que no le odia y lo que hase es pelearle, mas zopenco de ahy no se quiere, ay que crio, por lo que veo, lo unico romantico de sta historia va a ser el titulo, con lo inocente e idiota que es el, prota no lo dudo.

    Jajajajaajajaja, de que Sara se pasa y no de la raya, pero por fin alguien le está dando una prueba de humildad al tarado licantropo ese, no pero donde me bote d ela risa fue cuando dijo que no tenía pulgas desde los ochos, jajajajaja, cuando vengan a ver ahy que ponerle un collar antipulgas, jajajajaajaja, espera, no, creo quee so todavia no esiste, a ver como avanza esta parejita, me gustó mucho la conti, siguela pronto, bye.
     
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    lupus

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    Amor bajo la luna.
    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    1612
    X​

    Aquella noche tormentosa, una figura encapuchada caminaba hacia el castillo bajo la lluvia; sin embargo, las gotas de agua no la alcanzaban y resbalaban como si un muro invisible rodeara al desconocido.
    __ ¡¿Quién va?!__ le preguntó uno de los guardias cuando llegó a la puerta.
    En lugar de responder, la figura elevó las manos y susurró:
    __ Dimrod.
    Un extraño sopor inundó las mentes de los dos guardias, que cayeron al suelo sin importarles la humedad y el barro.
    El hechicero pasó por encima de sus cuerpos y murmuró:
    __ Eterba.
    La puerta se abrió con suavidad y el hechicero se deslizó al interior del castillo, sigiloso como una sombra.

    Mientras tanto, los agudos sentidos de Alexis le advirtieron de la presencia de un intruso y el licántropo se despertó completamente en estado de alerta; se vistió rápidamente y cogió su espada para atrapar al intruso.
    Caminó rápidamente a través de los pasillos guiándose por su olfato, que captaba un extraño olor a cadáver y a tierra de cementerio.
    No encontró al intruso hasta que llegó a la parte baja del castillo, donde vio a un encapuchado deslizándose con total naturalidad; no lo sabía con exactitud pero estaba seguro de que se dirigía a la habitación de Sara y Hilda. Permaneció oculto mientras seguía al desconocido y comprobó que sus sospechas eran ciertas cuando éste se detuvo ante la puerta de la habitación de Sara y su tía.

    __ Eterba.__ susurró el encapuchado cuando llegó al lugar al que le estaba guiando su magia.
    La puerta se abrió lentamente y el hechicero entró para ver su objetivo: una chica pelirroja que se revolvía en su cama debido a una terrible pesadilla.
    __ Alexis…no…por favor.__ sollozaba la joven.
    El hechicero se acercó a ella mientras extraía un extraño colgante; se trataba de un aro hecho de madera de sauce en cuyo interior había una red de delgados y resistentes hilos; de la zona inferior del aro colgaban varias plumas.
    __ Egetorp sol soñeus ed al acihc.__ susurró el hechicero mientras deslizaba su mano sobre el atrapasueños.
    El objeto se iluminó momentáneamente con una luz plateada para después ser colocado en la cabecera de la cama de Sara.
    __ Que tengas dulces sueños.__ le susurró el hechicero a la joven.
    Los efectos de su sortilegio no tardaron en manifestarse, pues el miedo y el horror abandonaron el rostro de la joven para ser sustituidos por una sonrisa de satisfacción. Las pesadillas que habían estado atormentado a Sara las últimas noches se transformaron en hermosos sueños en los que volvía a encontrarse con su padre.
    El hechicero empezó a retroceder pero el contacto de la hoja de un arma en su espalda le detuvo.
    __ ¿Quién eres tú?__ le preguntó Alexis.__ ¿Y qué haces aquí?
    El encapuchado se dio la vuelta, cubriendo su rostro en todo momento con su capucha.
    __ Alexis.__ susurró al ver quién empuñaba la espada.__ Aquel que fue maldecido a caminar toda su vida en los límites de la humanidad y el salvajismo.
    Alexis apretó con fuerza la empuñadura de su espada.
    __ No sé cómo conoces mi nombre ni porqué sabes acerca de mi maldición pero eso no me importa. Lo que quiero saber es quién eres tú.
    __ ¿Yo? Soy un ser demasiado complejo para que puedas comprender mi naturaleza, joven.__ replicó el desconocido.__ Muchos sabios trataron de conocerme pero sólo lograron volverse locos o resultados decepcionantes.
    __ Ahórrate tus complejos de superioridad. Te he preguntado quién eres.
    __ Yo lo soy todo y al mismo tiempo no soy nada; yo soy la vida y al mismo tiempo soy la muerte; soy el fuego y el agua; el cielo y la tierra; soy el día y la noche;…
    Harto de la propaganda que aquel desconocido hacía de sí mismo, Alexis le atravesó con la espada. Sin embargo, no tuvo la sensación de haberle herido, sino que más bien sintió que su arma simplemente pasaba a través de él.
    __ ¿Cómo?__ se preguntó asombrado.
    __ No tienes ni idea del ente al que te estás enfrentando, muchacho.__ dijo el hechicero.__ Mi existencia no está limitada ni restringida por las mismas leyes que los demás seres; yo soy infinito.
    El hechicero se dirigió hacia Sara y colocó sus manos sobre la cicatriz de su brazo.
    __ Etaruc.__ susurró.
    __ Como te atrevas a hacerle algo malo…__ gruñó Alexis.
    __ ¿Más daño del que tú le has hecho?__ le interrumpió el desconocido.__ Tranquilo, sé que no lo hiciste a propósito. No obstante, deberías hacer algo para compensarla por todos los problemas que ha tenido desde que te conoció.
    Apartó las manos del brazo de Sara, donde ya no había ni rastro de la herida y desapareció como si de un espejismo se tratase.
    Extrañado e irritado por lo que acababa de pasar, Alexis salió de la habitación y cerró la puerta con cuidado para no despertar a sus ocupantes.

    Karen no entendía nada. Por mucho que intentaba mostrarle a Sara los actos terribles que Alexis había cometido bajo los efectos de la maldición pero algo bloqueaba su hechizo. De lo único que estaba segura era que se trataba de una defensa mágica.
    “¿Habrá sido esa mocosa? No, no es posible; tiene un gran poder pero es un poder en bruto, sin desarrollar. No puede haber creado una defensa mágica a voluntad.
    Aquello sólo podía significar una cosa: había alguien más capaz de emplear la magia.

    __ ¿De verdad te encuentras bien?__ le preguntó Galeno a Sara al día siguiente.
    __ Sí.__ respondió la joven por décima vez.__ He descansado más de lo que he dormido estos días y no hay ni rastro de la herida. Me pregunto cómo es posible.
    __ Tal vez, inconscientemente, usaste tus poderes mientras dormías.__ dijo el médico.__ La verdad es que me fascinas, muchacha.
    Sara se encogió de hombros y se fue con el anciano para ayudarle a clasificar las plantas que había recogido, ignorando el atrapasueños que estaba colgado en la cabecera de su cama.

    Hilda se acercó a la habitación de Alexis y llamó a la puerta.
    __ Adelante.
    __ ¿Me ha mandado llamar, señor?__ le preguntó la sirvienta mientras entraba en la estancia.
    Alexis, que había estado practicando sus ejercicios de meditación, se desperezó y respondió:
    __ Sí. Verás, necesito tu ayuda.
    __ ¡¿La mía?!__ exclamó la mujer debido a la sorpresa, pues Galeno era generalmente a quién el joven lord acudía cuando necesitaba consejo.__ ¿No podéis recurrir al médico?
    __ Es que se trata de pedirle a Sara que…bueno…que cene conmigo.__ le explicó Alexis con incomodidad.
    __ ¡Ohhhhh!__ exclamó Hilda al oír aquello.__ ¿Y puedo preguntaros la razón por la que deseáis que cene con vos?
    __ Creo que es lo mínimo que puedo hacer después de haber intentado…devorarla.
    Aquella situación era estresante para Alexis. Su padre le había contado muchas veces que lo pasó muy mal a la hora de pedirle al padre de Giselle la mano de su hija. No es que el joven lord quisiera casarse con Sara pero decirle a un familiar de la chica a la que había herido y casi devorado que quería cenar con ella no iba a contar dentro de sus vivencias favoritas.
    __ ¿Y por qué no le pedís ayuda a Galeno?__ insistió Hilda.
    __ ¿A ese viejo?__ le preguntó Alexis.__ Dudo que el anciano haya cortejado a una mujer en su vida.
    Se acobardó ante la fiera mirada de Hilda.
    __ ¡No…no quiero decir…que yo quiera…que yo quiera cortejar a tu sobrina!__ trató de explicarse.__ ¡Lo que intento decir es que…!
    __ Sé lo que quiere decir, milord.__ le interrumpió Hilda, que debía admitir que ver al joven noble en tales apuros le resultaba muy divertido.__ Pero le puedo asegurar que Galeno no siempre ha sido un anciano amante de la química; hubo un tiempo en el que fue un apuesto joven que tenía el corazón de las doncellas en la palma de su mano.
    Hilda suspiró, recordando momentos románticos del pasado mientras Alexis luchaba por formar en su mente la imagen de un Galeno joven, conquistador de las damas. No es necesario decir que no lo consiguió y que lo único que obtuvo fue una imagen horripilante que deseaba borrar de su cabeza mediante martillazos.
    __ Esto… ¿me ayudarás?__ le preguntó el lord a la mujer, que salió de su ensoñación.
    __ Por supuesto que le ayudaré, milord.__ respondió Hilda.__ Pero nada de comportarse como un animal; tendrá que ser más encantador de lo que haya sido jamás. ¿Lo ha entendido?
    Alexis asintió, aliviado por la respuesta afirmativa de la criada.
    __ Pero como intente algo raro con mi sobrina, me aseguraré de alimentar a los perros con su virilidad.__ añadió Hilda con una sonrisa sombría.
    El lord tragó saliva mientras la mujer salía de su habitación carcajeándose; se sentó en la cama y cruzó las piernas como si quisiera proteger su hombría.
    “¿En qué me estoy metiendo?”
    El lobo que habitaba en él ya había experimentado el acercamiento a las mujeres de una forma cruel y retorcida pero para el humano, las mujeres eran una tierra inexplorada.
     
  3.  
    surisesshy

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    Jajajaajajajaja, ahora síiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, por fin me daras el gusto de una cena romantica (babeando mientars se la imagina) ¡que bien!

    Ejem, ya en la tierra, me ha encantado mucho el capi, como siempre, que bueno que ese echicero terminó con el sufrimiento de Sara, la pobre no se lo merece, ha sido muy "buena" con Alexis. Me bote de la risa cuando este le pidio ayuda a Hilda, jajajajajaja, de veras que se metió en un lío, si da un paso en falso, tendra que haserse a la idea de que no podrá tener hijos.

    Jajajajajaaja, muy bueno, siguelo, espero la conti, y te invito a mi propia historia, Noemí en el mundo de los Youkais, byes.
     
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    lupus

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    Amor bajo la luna.
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    41
     
    Palabras:
    1425
    XI​

    __ ¿Me está diciendo que atravesaste a ese hechicero con su espada y no le hizo nada?__ le preguntó Galeno al día siguiente cuando el lord le contó lo ocurrido en la habitación de Sara.
    __ ¡Como me lo vuelvas a preguntar, te meto esto por el…!
    Alexis no terminó la frase pero agitó la navaja amenazadoramente.
    __ De acuerdo, milord, no lo preguntaré más.__ le tranquilizó el anciano.__ ¿Qué es lo quería hacer con la muchacha.
    __ Eso es lo raro.__ le explicó el noble mientras pasaba la navaja por su barbilla.__ Sacó un atrapasueños de su capa, realizó un hechizo sobre él y lo colgó en la cabecera de la cama de Sara. Después le deseó dulces sueños. ¿Qué pretendería hacer?
    Galeno decidió contarle lo que Hilda le había dicho hacía unos días.
    __ No sé porqué pero me parece que ese hechicero pretendía ayudar a Sara.
    __ ¿Ayudarla?__ le preguntó Alexis sin comprender.
    __ Con sus pesadillas.
    El joven lord cesó de afeitarse y miró fijamente al anciano.
    __ ¿A qué te refieres?
    __ Hilda me contó que Sara había tenido recurrentes pesadillas desde la noche que usted la mordió. En todas ellas aparecía…usted transformado.
    Alexis suspiró y siguió afeitándose mientras declaraba:
    __ Le hice algo horrible, Galeno; sería raro que no le dejase secuelas.
    __ Sí, pero sus pesadillas no trataban de su ataque a Sara.__ replicó el anciano.__ Hilda me dijo que Sara decía su nombre y el de otras chicas. Chicas a las que usted mató; Elisabeth por ejemplo.
    La navaja resbaló de los dedos del noble, abriendo una profunda herida en su mejilla izquierda.
    __ No te preocupes, no es nada.__ dijo al ver que el médico se acercaba a él preocupado.__ Se curará en unos minutos.
    Cerró los ojos y visualizó el rostro de Elisabeth, la chica a la que había violado y devorado cuando se encontraba en medio de una cita romántica. El joven se había despertado en el bosque con la sensación de haber pasado la noche más placentera de su vida y se había encontrado completamente desnudo y cubierto por la sangre de la chica, cuyo cadáver estaba a su lado; recordaba el horror que había sentido y la mirada acusadora de aquellos ojos sin vida.
    __ Sara ha visto todos mis crímenes en sus sueños. ¿Cómo es posible?__ le preguntó al médico mientras se acariciaba la mejilla, cuya herida había desaparecido.
    __ Lo único que puede explicar algo así es la magia, lo que nos lleva de nuevo al hechicero que se infiltró en el castillo.__ dijo Galeno.__ Tengo la impresión de que hizo aquel hechizo para evitar que Sara tuviera más visiones de tu pasado.
    __ Ahora que sé esto, creo que ya no es muy buena idea que la invite a cenar conmigo.__ susurró Alexis con pesar.
    __ No diga eso.__ le reprochó el médico.
    __ ¡Está claro que va a decir que no! ¿Quién iba a querer cenar conmigo sabiendo que soy un asesino y habiendo visto cómo mataba y violaba a mis víctimas en primera fila? Sara rechazará la idea en el mismo momento en que se la proponga.
    Galeno se acercó al lord y apoyó las manos sobre sus hombros mientras mostraba una alentadora sonrisa.
    __ Usted propóngasela y deje que Sara decida si quiere cenar con el lobo feroz.
    Alexis sonrió al oír el cariñoso apelativo que el anciano le había puesto tras su primera transformación.
    Galeno olfateó cerca de él y sentenció:
    __ Debería ducharse más a menudo.
    El médico se alejó del lord mientras éste levantaba los brazos y olfateaba sus axilas, detectando el intenso y salvaje olor que le acompañaba desde que la maldición cayera sobre él.
    __ Tampoco huelo tan mal.__ le dijo al anciano.
    __ Oléis como un animal.__ replicó Galeno, que le entregó un frasco de cristal con un extraño líquido en su interior.
    __ ¿Qué ese eso?__ le preguntó Alexis con desconfianza mientras se desvestía.
    __ Para vuestro aliento.__ respondió el anciano.__ Por lo que parece, no os percatáis de que os huele a sangre; no creo que Sara quiera besaros con ese aliento.
    __ Ah, si es para eso.__ dijo Alexis, agradecido. Entonces se dio cuenta de lo que el médico había dicho.__ ¡Yo no voy a besarla!
    __ ¿Vais a pasar a la acción directamente?__ se burló Galeno.__ No sois muy romántico, milord.
    Alexis agarró un jarrón de su mesilla para lanzárselo pero el médico, riéndose a carcajadas, ya había abandonado sus aposentos.
    “¿Besar a una chica tan poco atractiva?” pensó con sorna. “Eso no pasará ni en un millón de años.”
    Dejó el frasco en su mesa y se metió en la bañera. Trató de relajarse pero no dejaba de imaginarse a sí mismo besando a Sara; casi pudo sentir al lobo que habitaba en él gruñendo de excitación.
    “Ni siquiera lo pienses.” se reprochó al tiempo que sacudía la cabeza para desechar aquella idea de su mente.
    “No seas así.” replicó una voz dentro de su cabeza; se trataba de una voz salvaje y poderosa. “Tú también estás deseando sentirla bajo tu cuerpo. ¿Por qué sino decidimos tomarnos nuestro tiempo para matarla aquella noche?”
    “Eso lo decidiste tú. Yo no quería atacarla a ella ni a nadie. Además, si deseas a Sara, es que tienes muy mal gusto para las chicas.”
    “No te engañes, chico; tú la encuentras tan atractiva como yo. ¿Por qué no le mostramos lo que el lobo feroz puede hacer con una dulce e inocente niña?
    Alexis se mordió la mano con fuerza para calmarse; detestaba esas conversaciones que mantenía con la bestia que habitaba en su interior.

    __ Esta clase de vestidos no es para mí, tía Hilda.__ dijo Sara mientras observaba su reflejo en el espejo de la tienda y levantaba la falda del hermoso y elegante vestido negro que su tía le había obligado a probarse.
    __ ¡Bobadas!__ replicó la mujer.__ Te sienta de maravilla.
    De modo que Hilda le compró el vestido a su sobrina, que no entendía el porqué de que le estuviese comprando tantos regalos; ya le había comprado unos pendientes, un collar, un anillo, el vestido y unos zapatos a juego.
    __ ¿Puedo preguntarte algo?__ le preguntó a Hilda mientras se detenían en una tienda de perfumes.
    __ Claro.__ respondió la mujer mientras se echaba un poco de colonia en la muñeca y la olía.__ No, no va contigo.
    __ ¿Por qué me has sacado prácticamente a rastras del castillo?
    __ Pensé que te haría bien. Además, así hemos podido hacer una salida de mujeres.
    __ En la que sólo compramos cosas para mí.__ replicó Sara.__ Tú me estás ocultando algo.
    __ ¡Chiquilla, que cosas tienes! ¿Qué te parece este perfume?
    Hilda echó unas gotas de un perfume en la muñeca de Sara, que lo olió de mala gana. Sin embargo, el olor de esa esencia le resultó cautivador y le preguntó al dueño:
    __ ¿De qué es este olor?
    __ Este perfume es fabricado a partir de una flor denominada Lunitari; es una flor especial porque se alimenta de la luz lunar en vez de la luz solar. Es muy difícil de conseguir.
    __ ¡Decidido!__ exclamó Hilda.__ ¡Nos lo llevamos!

    Volvieron al castillo pero Hilda se separó de su sobrina con la excusa de enseñar a sus compañeras las compras que habían hecho.
    __ Yo no entiendo nada.__ se dijo Sara mientras se dirigía a su habitación, agotada por la caminata que se había pegado.
    Sin embargo, se llevó una sorpresa al ver a Alexis en su habitación; parecía estar nervioso y no dejaba de caminar y de murmurar mientras escondía algo tras él.
    __ ¿Qué haces aquí?
    __ Oh, bueno…yo…es que…te estaba esperando.__ respondió el lord, visiblemente alarmado por la aparición de la joven.__ Quería preguntarte una cosa.
    __ ¿Qué es?
    __ Yo…esto…bueno…me preguntaba…si te…
    __ ¡¿Qué?!__ le instó Sara, harta de tanto tartamudeo.
    __ En fin…lo diré sin tapujos. ¿Te gustaría cenar conmigo esta noche?__ le preguntó el lord mientras sacaba un ramo de flores blancas y se las entregaba a la joven.
     
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    surisesshy

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    KYAAAAAAAAAAAAAAAAAA (muerte momentanea por un infarto).......... Ok, ya reviví, siiiiiiiiiiiiiiii, se lo dijo, tenía mis dudas al rerspecto y mas con todos los peros que puso en en este capitulo, pero se lo pidio!!!!!!!!!!!!!!!!!! me tienes O.O, no espero por la conti y saber que le dirá Sara, si no lo acepta se podria desir que es mas zopenca que él, no me lo puedo creer, en serio leí esa parte como mil veces.

    Jajajaajajajaja, espero y Alexis se haya bañado antes de pedirselo, porque si no el olor hará que ella le diga que no, jajajaajajaja, y Hilda comprando cosas, es verdad que hasta las tías se comportan como madres con sus sobrinas (ojala yo con mis tías y Sara se queja ¬¬) estubo buenísimo, por fin me medio complaciste, siiii, al igual que Galeno yo quiero besos y lemon, claro, lo último a su tiempo, pero ¡beso beso beso! jejeeje, dudo que ocurra, con la personalidad de los dos, seguro y terminan cayendose a golpes al final de la velada XD.

    ¡AY! No me tortures mucho, continuala pronto, bey.
     
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    lupus

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    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    1421
    XII​

    Tras haberse bañado e intentado eliminar sin éxito el fuerte olor que desprendía, Alexis se asomó a la ventana para ver a Hilda llevándose a Sara del castillo. La mujer levantó la mirada y le hizo un gesto con el brazo al verle, indicándole que podía salir.
    El joven lord saltó de la ventana y se posó en el suelo para salir corriendo hacia su escondite secreto, una montaña que se encontraba a varias horas de viaje del castillo y que resultaba inaccesible para cualquiera; para cualquiera que no tuviese las habilidades de Alexis.
    Teniendo las capacidades físicas de un licántropo, al joven no le costó nada escalar la escarpada pared de la montaña y llegar a la cima, un terreno lo bastante llano y grande como para permitir la existencia de un bosque y de un pequeño lago cristalino.
    Al acercarse al lago, las flores que rodeaban al lago se abrieron para mostrar sus blancos pétalos y llenar el aire con su fragancia. Sin perder un momento, cortó varias flores y las reunió en un ramo sobre el que vertió unas gotas de su sangre, obligando a las flores a mantenerse activas incluso sin la luz lunar.
    “Ya tengo un obsequio para Sara.” pensó el lord.

    Cuando regresó al castillo varias horas después, se dirigió a la habitación de Sara y suspiró aliviado mientras se sentaba en la cama para esperarla.
    Le costó bastante pedírselo cuando la joven llegó a la habitación aunque al final logró hacerlo por la presión a la que le sometió.
    __ ¿A qué se debe esto?__ le preguntó Sara mientras cogía el ramo que Alexis le tendía.
    __ No me he comportado muy bien contigo y quería arreglarlo. Además, también tengo que hacer algo para compensarte por lo del mordisco que te di.__ le explicó el lord, que se pasaba las manos por el pelo con nerviosismo.__ Bueno, ¿qué me dices?
    __ ¿Cenar tú y yo a solas?__ le preguntó Sara, perpleja.
    __ A menos que la idea te resulte desagradable.
    __ ¡No, no es eso!__ negó Sara al ver la mirada ofendida de Alexis.__ Es tan sólo que no me esperaba una petición así de tu parte. Claro que acepto.
    El joven suspiró aliviado y pasó al lado de la chica para salir de la habitación.
    __ Ven esta noche a mis aposentos.__ le dijo antes de marcharse.__ Cuando se ponga el sol.
    “Ahora lo entiendo todo.” pensó Sara. “Tía Hilda, eres una alcahueta.”
    Aspiró el aroma de las flores que Alexis le había regalado y se sorprendió al comprobar que era el mismo que el del perfume que se había comprado.

    Aquella noche, habiéndose encargado de la cena y de que todo estuviese listo, Alexis se paseaba nervioso por su habitación; hacía ya rato que el sol se había puesto y Sara seguía sin aparecer.
    “¿Qué estará haciendo esa chica?” pensó enfadado. “No me gusta que me hagan esperar.”
    __ ¡Ya era hora!__ exclamó cuando escuchó abrirse la puerta.__ ¡¿Se puede saber por qué llegas tard...?!
    Lo que vio entrar a su habitación cuando se dio la vuelta le dejó con la boca abierta y le hizo olvidar su enfado.

    __ Sacor, darboc davi y emdecedebo.__ recitó Karen mientras un grupo de rayos caía del cielo sobre las rocas del paisaje donde se encontraba el escondite de la hechicera.
    Grandes fragmentos de roca cargadas de energía y de magia se alzaron con un gran estruendo del suelo y se empezaron a articular entre ellas para formar una inmensa criatura de roca.
    __ ¡Destruye a la chica que acompaña al licántropo!__ le ordenó Karen.__ ¡Y asegúrate de que el lobo vea cómo la aplastas!
    El león de roca rugió mientras agitaba su melena de polvo y arena y empezó a caminar hacia el castillo al tiempo que la hechicera estallaba en crueles carcajadas.

    __ Lamento haberte hecho esperar.__ se disculpó Sara.__ ¿Estás molesto?
    En lugar de responder, Alexis se quitó el sombrero de plumas y la observó fijamente mientras le suplicaba ayuda al cielo.
    ¡En verdad Sara estaba hermosa! Su esbelta figura estaba realzada por un precioso vestido negro que parecía brillar a la luz de las velas, al igual que el collar y los pendientes de plata que llevaba; su cabello, del color del fuego y normalmente enmarañado, estaba recogido en una larga trenza que la chica había dejado caer por encima de su hombro derecho.
    “Mírala, mírala.” le dijo su lobo interior. “Si es que nos está pidiendo a gritos que nos abalancemos sobre ella. Es como si se hubiese servido en bandeja.”
    “Cállate.” pensó Alexis, que tenía que emplear toda su fuerza de voluntad para no dedicarle a Sara un aullido.
    __ ¿Tan mal estoy?__ le preguntó Sara al ver que Alexis la observaba fijamente y permanecía en silencio.
    __ No…no es eso.__ respondió el joven, que intentaba ignorar los tirones de sus cuerdas vocales, que se tensaban en un intento de aullido.__ En realidad, estás muy…hermosa.
    Se acercó a la joven, que se había sonrojado, y apartó una silla de la mesa para indicarle que se sentara.
    __ Gracias.__ dijo Sara mientras se sentaba.
    “Dios santo.” pensó Alexis al tiempo que la ayudaba a acercar la silla a la mesa; el olor natural de la joven estaba mezclado con el olor de la Lunitari y le resultaba difícil mantener el autocontrol con ese aroma atacando su sensible olfato. “¿Esta chica está intentando tentarme o qué?
    __ ¿Te ocurre algo, Alexis?__ le preguntó Sara con preocupación.
    __ Eh…no, no me ocurre nada.__ mintió el lord.__ Tengo que ausentarme un momento; espérame un poco.
    __ Claro.
    Alexis salió corriendo mientras la joven se encogía de hombros.

    __ ¿Y Hilda le dijo a Sara que llegara tarde a propósito?__ le preguntó un perplejo Galeno a Rayth mientras jugaban al ajedrez en su laboratorio.
    __ Así es.__ respondió el jefe de la guardia con una sonrisa.__ Le dijo que una mujer nunca llega tarde; es el hombre el que llega pronto.
    Los dos hombres empezaban a reírse cuando Alexis entró en la estancia con el rostro crispado y se metió en el almacén en el que Galeno guardaba sus creaciones sin saludarles.
    __ ¿Qué le pasará?__ le preguntó Rayth a Galeno.
    __ Me atrevería a decir que él ha hecho o dicho algo fuera de lugar y se han peleado.
    En ese momento, un gran aullido atravesó la puerta de acero del almacén e hizo estallar los recipientes de cristal del laboratorio.
    __ Milord, ¿habéis hecho indecente ahí dentro pensando en una chica pelirroja a la que todos conocemos?__ bromeó Rayth cuando el joven salió del almacén jadeando.
    __ Muy gracioso, bufón.__ replicó Alexis.__ ¿No tienes alguna mujer a la que pagar por sus favores en la cama?
    __ No, hoy no.
    __ ¿Por qué estáis tan alterado?__ le preguntó el médico.__ ¿Es por qué Sara ha llegado tarde?
    __ No, no es eso.__ respondió el joven lord.__ Es que cuando ha llegado y la he visto tan arreglada, yo…me he alterado al verla.
    __ ¿No os ha gustado nada?__ le preguntó Rayth.__ ¿Tan fea os ha parecido?
    __ Todo lo contrario.__ dijo Alexis mientras se apoyaba en la mesa y resoplaba.__ Era como un ángel caído del cielo. Por un momento, he temido perder el autocontrol; casi no me he atrevido a hablar para evitar aullarle en la cara como un animal. ¡No sé si podré aguantar estar con ella en la misma habitación sin lanzarme sobre ella!
    __ Tranquilo, milord.__ dijo Galeno, que le pasó una taza llena de un humeante líquido.__ Una tila para los nervios. Cuidado, que quem…a.
    Alexis le ignoró y se tomó la tila de un trago.
    __ ¿Qué decías?
    __ Nada, chico dragón.__ dijo el anciano.__ Mira, sólo tenéis que intentar mantener esos pensamientos alejados; mantened una conversación normal y corriente y veréis como todo va bien.
    El joven asintió y se marchó para volver a su habitación.
    __ ¿Un ángel caído del cielo?__ preguntó Rayth después de que el lord se hubiese marchado.__ ¡Eso era un piropo!
    __ Sorprendente, ¿verdad?__ comentó Galeno mientras movía una ficha con aire aburrido.__ Jaque mate.
     
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    surisesshy

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    KYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, ME HAS MATADO, uf, tranquila suri, tranquila...... ESTO NO PUEDE SEEEEEEER!!!!!! Un piropo, le tiró un piropo, amor, amor, (por si no te ahs dado cuenta, estoy un poco loca) ¿y que pasará despúes? ¿Se besarán, se pelearán, harán cuchi cuchi o ese león de piedra me arruinará la velada? (ni que fueras tú quien estubieras ahi ¬¬) Maravilloso, las velas, Sara, el muchacho, jajajajaajaja, me hubiera gsutado saber que pasaríua si Sara supiera lo que Alexis sintió en el momento de verla, de seguro y lo molestaria por toda la eternidad, por fin, el muchacho coge cabeza y para mi deleite (cara de eprvertida) jejejeejejeje, no espero por la conti y ver que pasa, no me tortures mucho.

    Huyyyy!!!! esa locabruja lo va a arruinar todo, eso lo sé, ya ella sabe que Sara es la única q
     
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    lupus

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    Amor bajo la luna.
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    XIII​

    Alexis llegó a su habitación, respiró hondo para tratar de relajarse y entró.
    __ ¿Por qué has salido corriendo de ese modo?__ le preguntó Sara cuando el joven se sentó frente a ella.
    __ Porque…eh…mi cicatriz estaba dando guerra.__ mintió Alexis.__ Fui a pedirle a Galeno que me diese algo de tónico.
    Sara, que había percibido la vacilación en la voz del lord, le miró con suspicacia.
    __ ¿Vino?__ le ofreció Alexis para desviar su atención.
    El lord sirvió la bebida en dos copas y, tras brindar, vació la suya de un trago y la rellenó rápidamente ante la mirada asombrada de Sara, que sólo había tomado un sorbo de su copa.
    __ ¿Te encuentras bien, Alexis?__ le preguntó al ver que el joven iba a servirse por tercera vez.__ No parece que te sientas cómodo a mi lado.
    __ ¡Bobadas!__ replicó el lord antes de beber su tercera copa de vino.__ Bueno, Sara, ¿por qué no me cuentas cosas sobre ti mientras cenamos?
    De modo que Sara le habló sobre su pueblo natal, Hender, mientras los dos jóvenes cenaban. Lo cierto es que Alexis sólo la escuchaba a medias a pesar de que lo intentaba de verdad; sin embargo, a su cabeza no cesaban de llegar imágenes en las que “jugaba” con la joven.
    “No pienses esas cosas.” se reprochó. “Sara no es un pedazo de carne.”
    “Ese es un pensamiento típicamente humano.” replicó su lobo interior con desprecio. “Deja de comportarte del modo que todos consideran correcto y compórtate como el depredador que eres.”
    “No puedo hacerle eso.”
    “¡¿Por qué no?! Le darás una muerte placentera; la llevarás literalmente al cielo. Si lo que te preocupa es lo que te harán los demás cuando lo descubran, te propongo que nos llevemos a la chica lejos de aquí La tendremos a nuestra disposición siempre que queramos; será algo así como nuestra esclava sexual.
    __ ¡He dicho que te calles!__ exclamó Alex sin darse cuenta de que había gritado en voz alta.
    Sara le miró aterrada al verle levantado y con aquella mirada asesina.
    __ Creo que lo mejor será que me vaya.__ susurró con toda la tranquilidad que pudo mientras se levantaba de la silla.
    __ ¿Qué? ¿Por qué?__ le preguntó Alexis, algo decepcionado.
    __ No está siendo una velada agradable.__ dijo Sara caminando hacia la puerta.__ Ni para mi ni para ti.
    Estaba abriendo la puerta cuando el joven lord apareció a su lado y la cerró con fuerza para evitar que la chica se fuese.
    __ Eso no es así.__ replicó.
    __ ¿No?__ le preguntó Sara con ironía.__ ¿Por qué no dejas de beber? ¿Por qué parece que estás tan inquieto como si deseases salir corriendo? ¿Has escuchado algo de lo que te he contado acerca de mi hogar? A ver, dime quién es Brian.
    Al ver que Alexis no contestaba, Sara dijo con tristeza:
    __ Lo suponía.
    Intentó marcharse pero se vio sorprendida por el lord, que se arrodilló ante ella y la abrazó por la cintura, quedando su rostro pegado al vientre de la chica.
    __ Reconozco que no he sido una compañía agradable.__ susurró Alexis.__ Si no paro de beber y doy la impresión de que quiero salir corriendo es por ti.
    __ ¿Qué quieres decir?__ le preguntó Sara sin comprender mientras pasaba sus manos por los desordenados cabellos del joven.
    Alexis la miró a los ojos y la chica se sorprendió al ver las lágrimas recorriendo su rostro.
    __ Tú me viste, ¿verdad? Viste lo que les hice a esas jóvenes, lo que les hice a esas personas. Galeno me contó que lo viste en tu sueño.
    Sara no supo que contestar de modo que permaneció en silencio mientras Alexis se explicaba.
    __ Desde que la maldición cayó sobre mí, tengo lo que podría denominarse una doble personalidad cruel e instintiva que intenta obligarme a hacer cosas horribles; me susurra y me dice que desate mis instintos aunque eso signifique dañar a los demás. Está noche no ha dejado de susurrarme que te llevara lejos para hacerte mía.
    Entonces Sara comprendió la reacción que había tenido Alexis cuando gritó; no se lo estaba diciendo a ella, sino a esa doble personalidad.
    __ Incluso ahora me está diciendo que te arroje sobre esa cama para…para…tú ya me entiendes.__ continuó explicando Alexis.__ Pero yo te he llegado a considerar una amiga, mi única amiga, y no quiero hacerte algo semejante. Lamento que la velada no haya sido como esperabas.
    __ No pasa nada.__ dijo Sara para calmarle mientras le acariciaba el pelo.
    __ Sí que pasa.__ replicó Alexis.__ No entiendo porqué aceptaste cenar conmigo sabiendo el monstruo asesino que soy; realmente no lo entiendo.
    __ Tú no eres un monstruo asesino.__ le dijo Sara.__ No tienes la culpa de de que tengas esa maldición sobre ti para obligarte a hacer esas crueldades.
    __ ¿Y si así fuera?
    __ ¡No lo es!
    El joven sonrió al oír la vehemencia con la que la pelirroja le defendía y permaneció abrazado a ella, disfrutando del olor del perfume que llevaba mezclado con su olor natural.
    En ese momento, un gran temblor sacudió la estancia.
    __ ¡¿Qué ha sido eso?!__ exclamó Sara asustada.
    Alexis se separó de ella y se incorporó mientras se concentraba en sus oídos, que captaron los gritos de los soldados.
    __ Parece que están atacando el castillo.
    El joven noble se asomó por la ventana seguido por su acompañante y quedó asombrado al ver la inmensa criatura que se acercaba al castillo a través del bosque.
    __ ¿Qué es esa cosa?__ preguntó Sara con los ojos como platos.
    __ No tengo ni idea.__ respondió Alexis.__ Sara, ¿pensarías que soy muy atrevido si te cargara en brazos?
    La chica le miró sin comprender.
    __ ¿De qué estás…? ¡Eh, para!
    Alexis había cargado a Sara en brazos y había saltado a la repisa de la ventana.
    __ ¡Alexis, ¿estás loco?!__ gritó Sara mientras pataleaba.__ ¡¿Quieres que nos matemos?!
    __ Confía en mí.__ le pidió Alexis.__ No permitiré que te pase nada.
    Y saltó a pesar de los gritos de Sara.

    Para sorpresa de Sara, llegaron a suelo sin sufrir ni un solo rasguño.
    __ ¿Cómo lo has hecho?__ le preguntó al licántropo mientras éste la dejaba en el suelo con suavidad.
    __ Alguna ventaja tenía que tener ser un hombre lobo.
    Escucharon una explosión y vieron como aquel ser, un león por lo que parecía, rugía furioso cuando las rocas prendidas en llamas lanzadas por las catapultas del castillo chocaron contra su rostro.
    Los dos jóvenes se acercaron a la plaza donde Lord Emil y Rayth dirigían a los soldados, que cargaban más rocas en las catapultas y les prendían fuego.
    __ ¿Cómo es posible que haya un león tan enorme?__ gruñó el señor del castillo.
    __ Padre, a mí no me inquieta tanto su gran tamaño como el hecho de que su cuerpo está hecho de piedra.__ le dijo Alexis cuando llegaron a su lado.
    __ ¡¿Qué?!__ exclamó su padre.__ ¡¿Qué has dicho?!
    __ Vi como caían fragmentos de roca de su rostro cuando nuestra munición le golpeó.__ explicó Alexis.
    __ Esto sólo lo puede haber hecho la magia.__ comentó Rayth antes de dar la señal para que disparasen los proyectiles.
    Las rocas volvieron a chocar contra el rostro de la bestia, que se arrojó con furia contra la muralla, abriendo una gran brecha y derribando a los soldados que allí se encontraban junto a las catapultas.
    __ La madre que…__ susurró Rayth perplejo.
    El león de roca rugió, derribando a varios soldados con el vendaval que generó, y examinó con sus ojos rojos a los presentes.
    “Está buscando algo.” comprendió Alexis. “O a alguien.”
    Entonces vio cómo los ojos de la bestia se posaban en Sara y brillaban mientras el león rugía y adelantaba su pata delantera hacia ellos.
    __ ¡Sara, tú y yo nos fugamos!__ bromeó mientras volvía a cargar a la chica y daba una patada a su padre y a Rayth para apartarlos de la trayectoria del ataque.
    El licántropo y Sara escaparon a tiempo de evitar el golpe que el león dio en el suelo de la plaza, abriendo un gran cráter. Tomando un gran impulso con las piernas, Alexis saltó y alcanzó una altura de varios metros por encima de la muralla.
    __ ¡Alexis, detrás de nosotros!__ exclamó Sara con horror.
    El joven lord miró a su espalda y vio al león abalanzarse sobre ellos; sus ojos rojos mostraban el deseo de eliminar a Sara.
    __ ¡Como si te lo fuese a permitir!__ gritó Alexis mientras se arrojaba contra el rostro del león y le daba una patada entre los ojos.
    __ ¡Estás como una regadera!__ gritó Sara.__ ¡Sólo vas a conseguir romperte la pierna!
    Sin embargo, tuvo que tragarse esas palabras al ver que las grandes grietas que cruzaron el rostro de piedra de la bestia, cuya cabeza se hizo pedazos.
    __ ¿Decías algo?__ le preguntó Alexis a la chica cuando aterrizaron en medio del bosque.
    __ Sorprendente…__ dijo Sara mientras observaba los humeantes escombros del monstruo.__ Eres fortísimo pero tú no tienes tanto músculo como otros hombres a los que he conocido.
    Alexis la miró con mala cara y le explicó:
    __ Vale, no tengo los músculos de un toro pero gracias a eso concentro más fuerza en un único punto y puedo sacarle más partido. Y eso de que no tengo tanto músculo como otros hombres que has conocido lo sabes porque te dedicas a espiarles como hiciste conmigo, ¿verdad?
    __ ¡Te equivocas!__ le gritó Sara.__ ¡Yo no quería verte desnudo; y dudo que ninguna chica quiera, sobre todo después de ver tu forma de chucho peludo!
    __ ¡Mi forma de lobo es tan atractiva como mi forma humana!
    __ Lamento discrepar.__ replicó Sara cruzándose de brazos.__ Tu forma de lobo es mucho más atractiva que tu forma humana.
    Alexis iba a responderle cuando un gran estruendo sacudió el bosque y los fragmentos de roca se volvieron a unir para formar a la criatura.
    __ Regeneración, ¿eh?__ comentó el licántropo.__ Interesante.
    El león alzó una pata para aplastar a Sara pero Alexis apartó a la chica y detuvo la caída de la pesada extremidad con sus manos.
    __ No te pienso permitir que le hagas daño.__ gruñó el joven con una sonrisa que recordaba a la de una fiera.
    El gigante de roca aumentó la presión que ejercía sobre Alexis, cuyas ropas empezaron a desgarrarse por la tensión que cuerpo ejercía para contrarrestar la fuerza de su enemigo.
    __ ¡Ya me has cabreado!__ gritó el noble.__ ¡¿Sabes lo que cuesta conseguir una tela de tan buena calidad como ésta!
    Y con un sonido similar a un rugido, agarró con fuerza la pata del león y se la arrancó de cuajo.
    __ ¿Qué te ha parecido eso, gatito?__ se mofó el licántropo.
    Pero la pata del monstruo se recompuso y se unió de nuevo al cuerpo.
    __ ¿Cómo?__ se preguntó Alexis, perplejo ante la capacidad regenerativa de aquel ser.
    El león rugió mientras golpeaba al joven con su pata y le hacía atravesar varios árboles por la fuerza del impacto.
    __ ¡Alexis!__ exclamó Sara mientras empezaba a correr a ayudarle.
    __ ¡No te acerques!__ le gritó el noble con tanta furia que la joven se detuvo al instante.
    Con las ropas casi totalmente destrozadas, Alexis se incorporó e hizo crujir sus huesos para asegurarse de que estaban en su sitio. Acto seguido se lanzó contra el león, que extendió sus patas para intentar matarle pero el licántropo las esquivó y logró situarse debajo del gigantesco cuerpo para dar un gran salto y darle un fuerte puñetazo que le elevó varios metros del suelo.
    Sin embargo, el león se restableció al instante y le hizo estrellar contra el suelo.

    Sara observaba con horror la batalla; por mucho que Alexis se esforzaba en destruir al león de roca, éste siempre se recomponía; el licántropo estaba llegando al límite mientras que el gigantesco animal parecía tener energía ilimitada.
    “Tengo que ayudar a Alexis de alguna forma. Seguro que ese ser tiene un punto débil por alguna parte.”
    Examinó el cuerpo del león, que abrió la boca para rugir mientras se acercaba a Alexis, arrodillado en el suelo. Fue entonces cuando la chica vio algo de un color azul eléctrico brillando en el interior de la cavidad bucal del monstruo.
    __ ¡Alexis, dentro de su boca hay una roca que brilla a diferencia de las demás!__ le gritó.__ ¡Puede que sea su punto débil!
    El joven echó un vistazo a la boca del animal y vio aquel brillo azulado en la oscuridad. Reuniendo las fuerzas que le quedaban, dio un gran salto y se lanzó directo al interior de la boca del león, que cerró las fauces para atrapar al licántropo en su interior.
    __ Que es lo que he hecho.__ susurró una horrorizada Sara.__ ¡Alexis!
    Estaba convencida de que había mandado al joven noble a una muerte segura; y todo por algo que ella había pensado que era un punto débil sin estar segura de ello.
    El león se dirigía hacia ella cuando unas grandes grietas atravesaron su cuerpo, filtrando una luz azulada que salió en grandes rayos. El animal lanzó un último rugido y estalló en pedazos definitivamente.
    En medio de la luz, Sara pudo ver a Alexis caer al suelo con los fragmentos de una destrozada roca de color azul eléctrico.

    En su escondite, Karen gritó de rabia e hizo, una vez más, estremecer la cueva con su poder.
    __ Esto no ha acabado aquí.__ susurró después de tranquilizarse.__ No importa lo que me cueste, acabaré con vosotros.

    __ ¡Alexis, ¿estás bien?!__ le preguntó Sara al joven mientras le ayudaba a recostarse contra un árbol.
    __ Estoy como una rosa.__ respondió Alexis.
    __ Pues a mí me parece que estás peor que un perro apaleado.__ replicó Sara.
    Alexis sonrió débilmente, llevándose una mano al costado derecho; seguramente tenía las costillas molidas.
    __ ¿Y qué, Sara?
    La pelirroja le miró sin comprender.
    __ ¿Qué?
    __ Que hay de mi premio, señorita.__ respondió el joven lord con una sonrisa que podría ser el indicio de una travesura.
    __ ¿Tu premio?
    __ Te he protegido de un felino de roca gigante.__ le explicó Alexis.__ Estarás de acuerdo conmigo en que merezco un premio de tu parte.
    Sara se cruzó de brazos y trató de mantener el rostro adusto pero fue incapaz. Al fin y al cabo, Alexis estaba en ese estado tal lamentable por haberse lanzado a protegerla; y lo había hecho sin dudar y sin que nadie se lo pidiera; realmente merecía una recompensa.
    __ Pues tendrás un premio.__le dijo con determinación.
    La chica se acercó más al joven lord y se puso a horcajadas sobre sus piernas para pegar su cuerpo más al suyo, haciendo caso omiso a la casi total desnudez del lord y a las sangrantes heridas que cubrían su torso.
    __ Sara, no tienes que…
    La joven silenció a Alexis poniendo un dedo sobre sus labios y acercó más su rostro al suyo.
    __ Aquí tienes tu premio, mi valiente guerrero.
    Finalmente, sus labios se encontraron.
     
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    surisesshy

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    O.O................................................................ (cinco paros cardiacos en menos de 15 minutos, lo que me costo leer toda la historia) me dejaste plasmada, en serio, SE BESARON, (salta de alegria, hase fiesta, se lo cuenta su mamá quien la da por loca y un monton de cosas más) en serio, yo creia que primero tendría que unirse el cielo con el mar para que esos dos se llevaran "tan bien", pero estoy happy, siiiiiii, al fin, este es el inicio de un gran amorrrrr, muerete de rabia y celos bruja vieja y descrepita, jajajaajajajja.

    Que tierno, la forma en que Alexis le esplico a Sara su condición, como la detubo y como se arrodillo frente a ella, eso si no me lo esperaba. "lamento discrepar contigo, tu forma de lobo es mucho mas atractiva que tu forma humana" JAJAJAAJAJA en serio que me bote de la risa con eso, me gusta tu humor, jajajajajaja.

    Lindo, simplemente hermoso, ya casi oigo campanas de boda (soñando), siguela pronto, ya quiero ver como avanza este amor y como se acaba la maldición de alexis, bey ami y sabes que te apoyo n.n.
     
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    lupus

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    Amor bajo la luna.
    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    1372
    XIV​

    En cuanto los labios de la chica se posaron sobre los de Alexis, el lobo interior del joven aulló en señal de victoria. Olvidándose de su autocontrol, el joven lord besó a Sara con tanta pasión que parecía querer devorarla mientras deslizaba sus manos por la cintura de la pelirroja, llevándose una gran sorpresa al ver que su beso era correspondido.
    Sara besó a Alexis mientras recorría su cuerpo con las manos, siguiendo con la punta de los dedos los límites de los músculos; el contacto físico con el licántropo le provocaba la sensación de que su cuerpo era recorrido por pequeñas y placenteras descargas eléctricas; una sensación que le resultaba adictiva.
    Mientras seguía besando al lord, la joven trataba de respirar todo lo que podía aquel intenso olor que emanaba de cada poro de su piel; aunque sentía vergüenza por aquello y jamás se lo confesara a Alexis, le encantaba el fuerte y duro olor que le acompañaba; era un olor salvaje y animal que la hacía sentirse extasiada.
    Poseída por el frenesí del momento, Sara deslizó las manos sobre el abdomen del joven hacia lo que quedaba de sus pantalones y empezó a desabrocharlos.
    __ ¡Sara! ¡Lord Alexis! ¡Si podéis oírme, contestad!
    Era la voz de Galeno, que se acercaba al lugar donde se encontraban; y a juzgar por el número de pasos que se escuchaban, no estaba.
    Sara se apartó de Alexis, que soltó un gruñido de frustración, impulsado por su lobo interior, al no ver cumplido su deseo de poseer a la pelirroja.
    __ Que oportunos.__ se quejó enfadado mientras se abrochaba los pantalones.__ ¡Estamos aquí!
    Sara se llevó las manos al pecho, del que su corazón parecía tratar de escapar.
    “¿Qué he hecho?” pensó mientras sentía su rostro enrojecer intensamente. “He besado a Alexis y he estado a punto de…”
    __ Hijo, tienes un aspecto horrible.__ dijo Lord Emil cuando les encontró junto a un grupo de soldados.
    __ Tú también lo estarías si hubiese peleado contra un gato gigante hecho enteramente de roca.__ replicó Alexis.
    __ Sara, ¿por qué estás tan roja?__ le preguntó Galeno a la joven, que parecía estar en estado catatónico.
    __ Seguro que es por lo preocupada que estaba por mí y no quiere reconocerlo.__ dijo Alexis con una sonrisa burlona.__ Estoy seguro de que pude oírla gritar mi nombre angustiada mientras yo luchaba en el estómago del monstruo y ella permanecía escondida entre los árboles, lloriqueando.
    Al oír aquellas palabras, Sara reaccionó y le lanzó una mirada asesinaba mientras se acercaba a él. Ante la mirada perpleja de todos, la joven alzó una mano y abofeteó a Alexis con tanta fuerza que le dejó una marca roja en la mejilla.
    __ ¡¿Por qué iba a preocuparme por un idiota como tú?!__ le gritó antes de marcharse con la cabeza bien alta.
    __ Vaya con la muchacha.__ silbó Lord Emil.__ Menudos agradecimientos da.
    __ Si no hubieseis venido, me lo habría agradecido de una forma más agradable.__ replicó su hijo mientras se frotaba la mejilla enrojecida.
    __ ¿Qué quiere decir, milord?__ le preguntó el médico sin comprender.
    __ Nada, nada. Cosas mías.

    Los días siguientes, Sara hizo todo lo posible por evitar encontrarse con Alexis, cosa que no le resultó tan difícil como había pensado en un principio debido a la recomendación del médico de que el joven permaneciera reposando en su cama hasta recuperarse por completo; algo que ponía en apuros al anciano cuando iba a inspeccionar al joven lord.
    __ ¡Sara!__ exclamó Alexis al ver abrirse la puerta de sus aposentos. La decepción apagó el brillo de sus ojos cuando vio que se trataba de Galeno.__ Eres tú, anciano.
    __ Gracias por ese recibimiento tan alegre, milord.__ bromeó el médico mientras se acercaba a la cama para entregarle el tónico.__ No sé porqué pero me da la impresión de que no soy la persona que usted esperaba.
    Alexis se tomó el tónico rápidamente y gruñó:
    __ Estoy aquí desde hace cinco días y Sara no ha venido a visitarme.
    __ Lo que dijisteis debió de molestarla bastante. ¿Qué ocurrió realmente cuando el león os siguió al bosque?
    El joven lord le contó lo del punto débil del león que Sara había descubierto y el médico le miró severamente.
    __ Ahora lo entiendo todo. ¡No es ella la que tiene que venir a hablar con usted, sino que es usted el que debe ir a pedirle perdón a ella!
    __ ¡¿Qué?!__ exclamó Alexis.__ ¡Ni loco! ¡¿No viste cómo me humilló con esa bofetada?!
    __ ¡Porque usted la humilló a ella al no contarnos que le ayudó!__ replicó Galeno.__ Lo de la bofetada es normal; cualquiera se la habría dado.
    Alexis resopló y desvió la mirada.
    __ Vamos, milord. Está claro que vos deseáis hacer las paces con ella y estoy convencido de que Sara también lo desea; no deberíais pelearos por cada tontería que usted cometa.__ intentó convencerle el anciano.__ Pedir perdón no es humillante ni un símbolo de debilidad; es un gesto de humildad.
    __ ¡Vale, vale!__ exclamó Alexis, harto del discurso sensiblero del médico.__ ¡Le pediré disculpas! ¡Eres más molesto que las pulgas, viejo!
    Galeno sonrió al ver al lord arreglarse para buscar a la chica; que fácil era lograr que ese joven hiciera lo que los demás quisieran.

    __ ¡Sara, para!__ gritó Hilda.__ ¡Si sigues amasando de esa forma, acabarás atravesando la mesa!
    Su sobrina dejó de darle puñetazos a la masa del pan y se disculpó ante las demás criadas, que la observaban con cierto miedo.
    __ ¿Por qué estás tan enfadada?__ le preguntó Hilda.__ ¿Te ha hecho algo Lord Alexis?
    __ No es que me haya hecho nada.__ replicó Sara con furia.__ Es sólo que es un imbécil, presuntuoso, maleducado, embustero y un…
    __ ¿Un qué?__ le preguntó Alexis, que se había acercado sigilosamente por detrás.
    Hilda y las demás criadas se apartaron con el temor grabado en el rostro. Sin embargo, Sara sólo se dio la vuelta y miró al licántropo fijamente a los ojos.
    __ Un impresentable.
    __ Sara, lamento haber dicho lo que dije.__ se disculpó Alexis con un suspiro irritado.__ ¿Estás contenta?
    __ No.__ replicó Sara con dureza mientras se ponía a trabajar.
    Alexis se sentó frente a ella para mirarla cara a cara.
    __ No pensaba que te lo tomarías tan mal. ¡Estás haciendo una montaña de un grano de arena!
    __ ¡Pues lo siento por ser tan exagerada pero así soy yo!
    Sara le dio la espalda y se dirigió a la despensa pero Alexis ya se encontraba cortándole el paso.
    __ ¿Qué es lo que tengo que hacer para que me perdones?__ le preguntó el lord.__ ¿Humillarme como lo haría un perro? ¡Porque si quieres que lo haga, lo haré sin problemas!
    Y, para sorpresa de todas las presentes, se arrojó al suelo gimiendo y sacudiéndose como un perro malherido.
    __ Alexis,…__ intentó pararle Sara, que empezaba a sentir vergüenza ajena.
    __ ¿Quieres que aúlle en tu honor hora tras hora?__ le preguntó el joven incorporándose.__ ¡Porque lo haré si es tu deseo!
    Y empezó a aullar como un descosido, armando un gran jaleo que atrajo la atención de los habitantes del castillo.
    __ ¿Quieres que sea tu perrito faldero y que obedezca tus órdenes?__ le preguntó a Sara cuando sintió su garganta adolorida.__ ¡Haré cualquier cosa con tal de que me perdones!
    Sara le miró asombrada por la actitud del licántropo y le preguntó:
    __ ¿De verdad lo harías?
    __ Si sirve para que me perdones, lo haré.
    La pelirroja lo meditó un instante y respondió:
    __ Tendrás que obedecer cualquier orden que te dé.
    __Ya te he dicho que lo haré.
    Una sonrisa malévola atravesó el rostro de la joven; se lo iba a pasar en grande.

    __ No me puedo creer que esté haciendo esto.__ murmuró un furioso Alexis mientras le daba un masaje en los pies a Sara en el patio para que todos le vieran.
    __ Baja un poco más, Alexis.__ le pidió la joven mientras pasaba las páginas del libro que estaba leyendo.
    __ Sí, ama.__ respondió el lord con un gruñido.
    __ Sí, ama ¿qué?
    __ Sí, ama. Guau, guau.
    __ Buen chico.__ dijo la pelirroja con satisfacción.
    Alexis le lanzó una mirada asesina a Galeno, que se escabulló entre la multitud silbando.
    “Lo que hay que hacer para contentar a una mujer.” pensó el hombre lobo mientras suspiraba y continuaba cumpliendo su promesa de obedecer a Sara.
     
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    surisesshy

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    XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD, me la he pasado en grande, que risa, hasta mi ma me preguntó que me pasaba, jajajajaajajja, eso le pasa por desir cosas sin pensarlo, devio d equedarse en lo del aullido, jajajaajajaja, eso si es humilante.

    Yo se que dije que el nesesitaba una leccion de humildad, pero no una de humillación, Sara, te pasaste, espero y eso no dañe su "relacion", pero aun así me he divertido de lo lindo, jajajajaajaja, que lindo perrito, jajajaajaja...... (ok, Alexis, ya dejo de reirme, no me gruñas).

    Uy! Galeno no baka, siempre rompen la magia, por poco y hubo lemón pero noooooo, tenían que interrumpir, uf, y Alexis tambien lo tubo que dañar, pero me ha gustado su "disculpas". Espero el próximo capi con ansias, beys.
     
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    Sayuri UF

    Sayuri UF Entusiasta

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    Dios, no sabes cuánto he amado tu escrito *-* de hecho, es el primero que comento después de mucho tiempo de estar medio inactiva por aaquí xP
    Me fascino la forma en que narras, teniendo un estilo fluído entre éste y los diálogos :L
    La historia... simplemente wow, me dejó embobada ayer -.-
    Me fangirlee con Sarah y Alex :L Tan lindos y peleándose siempre xD Casi muero de risa (? cuando él se convierte en el exclavo de ella xD
    Espero que continues pronto :3
    Bye
     
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  13.  
    lupus

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    Palabras:
    1516
    XV​

    Al ver que Alexis realmente deseaba hacer las paces con ella, Sara decidió perdonarle aquel mismo día. El joven lord dejó de abanicar a la chica y se lanzó corriendo mientras gritaba algo de matar a Galeno.
    Asustado por lo furioso que Alexis estaba, el anciano médico se ocultó en los aposentos de sus padres.
    __ Vamos, Galeno, sabes que él no te va a hacer ninguna de las mutilaciones que anda gritando por ahí.__ le tranquilizó Lady Giselle con indiferencia.__ Alexis siempre ha sido un poco abusón.
    __ ¡Que conste que yo le dije que se disculpara!__ exclamó el médico.__ ¡No le dije nada de que se humillara!
    Lady Giselle suspiró con resignación y continuó leyendo su libro.
    De pronto, un halcón se coló por la ventana y sobrevoló la habitación hasta posarse en el brazo extendido de la mujer.
    __ ¿Un mensaje?__ se preguntó Galeno al ver el pergamino que el ave llevaba atado a la pata.__ ¿De quién es?
    Lady Giselle soltó el pergamino de la pata del halcón y examinó el sello que lo mantenía cerrado; se trataba de un círculo de cera roja en cuyo centro se encontraba la imagen de un león rugiendo.
    __ El sello de Lord Asriel.__ dijo al reconocer el emblema.__ ¿Sabes dónde está mi marido, Galeno?
    __ La última vez que le vi se encontraba en la biblioteca.
    La mujer se levantó y abandonó la habitación con paso firme mientras el médico permanecía escondido.

    Tal y como el médico había dicho, Lady Giselle encontró a su esposo leyendo en la biblioteca.
    __ Cariño, ¿qué ocurre?__ le preguntó Lord Emil al ver la seriedad del rostro de Lady Giselle.
    Su mujer le entregó el pergamino asegurándose de que viera el sello.
    Comprendiendo el porqué de que su mujer estuviera tan tensa, Emil cogió el pergamino y rompió el sello con rostro sombrío. Sin embargo, a medida que leía la carta de Lord Asriel, su expresión se relajó.
    __ Lord Asriel ha recibido noticias acerca del ataque que sufrimos hace cinco días.__ le explicó a su mujer.__ Parece que desea hacernos una visita de cortesía para ayudarnos en todo lo que pueda.
    Lady Giselle suspiró aliviada de que no se tratase de nada serio. Su esposo y Lord Asriel eran dos de los trece lores que servían al rey Alastor, los cuales no solían mezclarse en los asuntos de sus compañeros salvo en caso de extrema necesidad; la última vez que los trece se habían reunido fue para movilizar a todo el ejército del rey contra los emperadores de las heladas tierras del norte, que habían tratado de conquistar el mundo.
    Esa era la razón por la que la lady se había puesto tan nerviosa al ver que Lord Asriel le había enviado un mensaje a su esposo.

    Durante los días siguientes, el castillo se vio desbordado de actividad debido a que sus habitantes se preparaban para recibir a Lord Asriel y su séquito.
    __ Tengo entendido que Lady Helena y Lord Ariel también vienen.__ le contó Galeno a Alexis mientras éste y Sara observaban al anciano machacar con el mortero las hierbas que habían recogido.__ ¿Se acuerda de ellos, milord?
    __ Apenas.__ respondió el joven con un bostezo.
    Pero Sara sentía curiosidad y le preguntó al médico:
    __ ¿Quiénes son?
    __ Los hijos de Lord Asriel.__ le explicó Galeno con una sonrisa divertida.__ Recuerdo que, cuando era más pequeña y venía de visita al castillo con su padre, Lady Helena no se despegaba ni un instante de Lord Alexis; le seguía por todas partes y le pedía que jugase con ella a los príncipes y las princesas. Creo que estaba encaprichada de usted, milord.
    __ Cállate.__ gruñó Alexis, que se sentía violento por aquellos recuerdos.
    __ Está claro que sobre gustos no hay nada escrito.__ se burló Sara, ganándose una mirada furiosa del licántropo. Le ignoró y le preguntó al anciano: __ ¿Y qué me dices de Lord Ariel?
    __ ¡Menudo elemento era ese chico!__ exclamó el médico carcajeándose.__ Por aquel entonces sólo tenía 14 años pero ya era un experto en acercarse y seducir a las chicas guapas y tengo entendido que no ha cambiado nada. Yo en tu lugar tendría cuidado, Sara; estoy seguro de que te fijará como objetivo nada más verte.
    __ Lo dudo mucho.__ se rió Alexis.__ Eso sería insinuar que Sara es guapa, lo cual no es cierto. Si Lord Ariel intenta seducirla, o no tiene buen gusto para las chicas o está desesperado por yacer junto a una.
    Sara le lanzó una mirada asesina a la que el joven lord respondió sacándole la lengua.
    “Se llevan como el perro y el gato.” pensó Galeno. “Aunque sería mejor decir que se llevan como el lobo y la oveja.”

    Aproximadamente una semana después, la comitiva de Lord Ariel llegó al castillo cabalgando bajo el emblema del león rugiente.
    Lord Emil, su esposa y su hijo, junto a un gran grupo de guardias situados en perfecta formación, permanecían de pie en la plaza para recibirles.
    Cuando el carruaje se detuvo ante ellos, el cochero descendió y abrió la puerta para permitir que un hombre entrado en años pero con aspecto vigoroso. Sara observó asombrada el largo y desordenado cabello dorado, que se agitaba con cada movimiento que el noble hacía; entre la larga melena dorada, los penetrantes ojos marrones y la fuerte presencia que parecía imponer a su alrededor, realmente se asemejaba al animal que le representaba.
    __ Viejo amigo.__ le saludó Lord Emil con una leve inclinación de cabeza.
    Lord Asriel saludó al padre y al hijo con el mismo gesto y se inclinó para besar en la mano a Lady Giselle.
    __ ¡Menudo boquete te han hecho, Emil!__ exclamó mientras dirigía la mirada hacia la gran grieta que atravesaba la muralla del castillo.__ ¿Es cierto que fue un león el que lo hizo?
    __ Así es.
    Lord Asriel estalló en carcajadas y dijo:
    __ Así es el león: puede contra cualquier cosa. Pero debo reconocer que ser un animal gigante y tener el cuerpo hecho de roca también es una gran ayuda.
    __ Desde luego.__ replicó su amigo.__ Si no hubiese sido por mi hijo, nos habría aplastado a todos.
    Los ojos de Asriel se posaron en Alexis, que sostuvo su mirada en actitud desafiante.
    __ Ya lo veo. Tu hijo ha crecido mucho, lo que me recuerda…
    Lanzó un silbido y desvió la mirada hacia el carruaje.
    Una pálida mano se agarró a la del cochero, que ayudó a la mujer a descender del transporte. Se trataba de una hermosa joven de piel blanquecina que hacía resaltar aún más el intenso rubio de su cabello, ordenado al contrario que el de su padre; se movía con elegancia pero también desprendía aquella aura de agresividad que desprendía su padre.
    Tras Helena, salió Ariel, que era en verdad una versión más joven de Lord Asriel. Sin embargo, presentaba una jovial sonrisa y no le rodeaba la atmósfera de agresividad que rodeaba a su hermana y a su padre.
    “Los dos son muy atractivos.” pensó Sara mientras observaba a los dos hermanos caminar.
    __ ¡Increíble!__ exclamó Lord Ariel al ver a Alexis.__ ¡¿De verdad eres ese renacuajo al que mi hermana perseguía?! ¡Menudo estirón has pegado!
    Alexis sonrió forzosamente; estaba claro que no se sentía a gusto junto a Ariel.
    __ No seas así, hermano.__ le reprochó Helena, que se acercó a Alexis con una sonrisa perturbadora.
    El joven se agachó para besar su mano, algo que molestó bastante a Sara. Podía ver perfectamente que Lady Helena era de las que perseguían su objetivo sin detenerse; y Alexis era ese objetivo.
    Irritada, desvió la mirada, que se encontró con la de Lord Ariel. Para su sorpresa, el joven rubio le sonrió y le guiñó un ojo. Avergonzada, la chica miró al suelo mientras se sentía enrojecer.
    Mientras besaba la mano de Helena, Alexis vio el modo en que Lord Ariel miraba a Sara y sintió algo revolviéndose en su interior.
    ¿Cómo se atrevía a desear a la chica? Ella era sólo suya.

    Durante el banquete, la irritación de Sara aumentó al ver a Helena rondar constantemente alrededor de Alexis; no se había equivocado al juzgarla como una depredadora.
    “¡¿Cómo se puede ser tan descarada?!” exclamó en su fuero interno al verla sentada junto al licántropo.
    Lady Helena, que había estado susurrándole cosas perturbadoras a Alexis, había deslizado su mano por debajo de la mesa; y a juzgar por la rigidez que adquirió Alexis y el enrojecimiento de su rostro, estaba claro que le estaba rozando alguna materia íntima.
     
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    surisesshy

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    O.O, O.O, O.O,.................................... (por favor, interpreta mi silencio) ¡DESCARADA! Como te atreves a meterte en la relacion de mi pareja favorita, ya bastaba bastante con la actitud de Alexis y la metiche de esa bruja para que venga una guarra cualquiera, jump. Pero era de esperarse un trio en esta historia, o en este caso un cuarteto, haaaaa, ya veo una fuerte discución entre Sara y Alexis pronta a venir, esto se complicará más d ela cuenta, ya casi estaba echo el romance, deveré esperar un poco más, pero el capi ha estado genial.

    JAJAJAAJAJAJA, pobre galeno, por poco y lo destazan vivo, solo lo salva de que el es el que prepara el tónico para Alexis, que si no, ya hase rato estuviera muerto, por sus manos o por las mias (todavía no le perdono la interrupción que hizo en el capi anterior) como siempre, manejas un buen humor, espeor el próximo capi pronto, ya quiero ver como s ellevan este cuarteto, JAJAAJAJAJAJA, beys.
     
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  15.  
    lupus

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    Amor bajo la luna.
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    41
     
    Palabras:
    1421
    XVI​

    Nervioso por la proximidad de Lady Helena, Alexis trató de poner distancias entre ellos con disimulo. Sin embargo, la joven encontraba la reticencia de su antiguo conocido muy graciosa e insistía en aproximarse a él.
    __ ¿Qué ocurre, Alexis?__ le preguntó con voz seductora mientras deslizaba sus dedos sobre la ropa del licántropo.__ ¿No te resulto atractiva?
    __ No, no…no es eso.__ tartamudeó el joven.
    Helena sonrió provocadoramente y puso su mano en el muslo de Alexis.
    “¿Pero dónde pones la mano, criatura?” pensó mientras un escalofrío le recorría de arriba a abajo.
    Su turbación fue mayor cuando la mano de Helena abandonó su pierna y se situó en su entrepierna para propinarle tiernas caricias.
    “¡¿En qué está pensando?!” pensó el joven, rígido como una estatua.
    “Esto no me agrada.” dijo su lobo interior. “Preferiría que nos lo hiciese Sara, la verdad.”
    Al haber mencionado a la chica, el joven lord la buscó a través de la multitud y la encontró saliendo del salón con expresión molesta.
    “¿Qué le pasará?” se preguntó Alexis.
    En ese momento, vio a Ariel salir tras Sara y soltó un gruñido que hizo retroceder a Helena.
    “Como se atreva a insinuarle algo o a acercarse a ella, le mato.” pensaron Alexis y el lobo en perfecta sincronía.

    Sara caminaba por los pasillos, cabizbaja y con desgana. No entendía porqué le molestaba tanto ver a Helena coqueteando con Alexis; lo único que sabía es que verles tan juntos le había hecho sentir una gran desazón.
    __ ¡¿Por qué tengo que preocuparme de lo que ese tonto haga?! ¡¿Por qué tengo que sentirme así por su culpa?!__ exclamó mientras le daba una patada a una armadura que adornaba el lugar.
    Ahogó un grito de dolor y se sentó en el suelo frotándose el pie para intentar calmar el dolor.
    __ Una chica tan bella como tú no debería albergar tanta ira.__ dijo una voz calmada.
    Al levantar la mirada del suelo, Sara descubrió a Lord Ariel apoyado en la pared contraria, sonriéndole amablemente. ¿Cuándo había llegado allí? No le había oído acercarse.
    __ Eso es porque estabas muy concentrada en tu furia.__ le explicó Ariel cuando se lo comentó.__ ¿Puedo preguntar quién es el idiota que os ha puesto así?
    __ Nadie.__ mintió la pelirroja mientras seguía tratando de aliviar el dolor.
    Ariel levantó una ceja con suspicacia y se sentó a su lado.
    __ Mientras estaba en el banquete, vi que observabas fijamente a Alexis.__ le contó a la joven.__ Apretaste bastante los puños cuando viste a mi hermana tocándole de ese modo.
    __ ¿Y se puede saber por qué me estabais observando?
    El joven de cabellos de oro le dedicó una sonrisa encantadora, haciendo enrojecer a Sara.
    __ Si estás en medio de la oscuridad, lo lógico es quedarse prendido de la más pequeña luz que haya; y tú eres la luz más intensa que he visto.
    Sara resopló ante ese comentario.
    __ Realmente sabéis halagar a una chica, milord.
    Lord Ariel volvió a sonreírle y se levantó para tenderle una mano y ayudarla a caminar.
    __ Creo que has ido a fijarte en el peor hombre con el que se pueda tener una relación.
    __ Vuestra hermana no parece pensar de la misma forma, Lord Ariel.__ replicó Sara, que se apoyaba en su brazo para no aplicar demasiado peso en su pie adolorido.
    __ Llámame simplemente Ariel.__ le pidió el lord.__ El caso es que mi hermana no busca amor; sólo busca un hombre con el que divertirse, ¿me entiendes? Helena es un bloque de hielo en ese sentido.
    Sara le miró extrañada.
    __ ¿No eres tú del que dicen que eres un libertino sin remedio?
    Lord Ariel se rió por la pregunta de la joven y dijo:
    __ Eso es cierto. Pero al menos intento ser cálido con las mujeres.
    Continuaron caminando hasta llegar a la habitación de Sara. Ariel la ayudó a sentarse en la cama y le dijo:
    __ Bueno, señorita, si te mosqueada con Alexis, sabes que puedes acudir a mí. Si quieres, le retaré a un duelo en tu honor.
    Sara se rió a su pesar.
    __ Creo que no será necesario pero te lo agradezco, Ariel.
    El joven de cabellos dorados acercó una mano al pelo de la pelirroja y dijo:
    __ Aquí tienes algo muy extraño.
    __ ¿El qué?__ le preguntó la chica, que se pasó las manos por el pelo sin sentirse nada raro.
    Ariel retiró la mano, mostrándole a Sara una rosa de color blanco y entregándosela.
    __ Tiene gracia.__ comentó el noble.__ Creo que a cada mujer le corresponde una flor con la que comparte sus características; realmente a ti te pega una rosa blanca.
    __ ¿Por qué?__ le preguntó Sara con curiosidad.
    __ Porque eres inocente y delicada.__ respondió Ariel con aquella cálida sonrisa que le caracterizaba.__ Sin embargo, si no te tratan con el cuidado y el cariño que te mereces, eres capaz de herir con tus espinas. Dulces sueños.
    Besó a Sara en la mano y salió de la habitación.
    “Es tan encantador.” pensó Sara mientras olía la flor que tenía entre sus manos.
    Lord Ariel era muy diferente a Alexis, quien rara vez se mostraba tan amable. Con el león se había sentido tratada como una princesa mientras que con el lobo siempre se encontraba en pie de guerra.
    Sara observó el ramo de Lunitaris que Alexis le había regalado la noche del ataque de aquel monstruo de roca, una rara ocasión en la que el lobo se había mostrado complaciente y caballeroso con ella.
    “¿Y si no lo hizo para ser amable conmigo?” pensó de pronto. “¿Y si lo hizo sólo para no sentirse culpable por haberme mordido? ¿Y si todo lo que me contó era mentira? Seguramente también me protegió de aquel león por sentirse obligado a hacerlo.
    Volvió a visualizar a Helena coqueteando con Alexis y un odio casi asesino invadió su mente con una nube rojiza.
    Sus ojos brillaron rojos y las Lunitaris de Alexis estallaron en llamas hasta quedar reducidas a cenizas.
    Cojeando, Sara vació el jarrón del agua mezclada con cenizas, lo llenó con agua limpia y dejó la rosa que Lord Ariel le había regalado.
    Sintiéndose satisfecha consigo misma, la joven se acostó y se durmió al instante.

    No se podía decir lo mismo de Alexis, que se agitaba sin cesar en su cama en un vano intento de dormir. Sin embargo, no lograba quitarse de la cabeza la imagen de Sara caminando junto a Ariel, que le decía cosas que la hacían sonrojarse.
    “Deberíamos ir a visitarle y a dejarle las cosas claras.” gruñó su lobo interior.
    “Ni hablar.”
    “Si no hacemos algo, nos quitará a nuestra hembra.”
    “¡Que te calles!”
    Pero al final, agotado de discutir con su lobo interior, Alexis acabó cayendo rendido.

    Se despertó horas después al sentir un cuerpo femenino sobre él y se incorporó; sus ojos dorados reconocieron a la intrusa.
    __ ¡Helena, ¿qué haces aquí?!__ exclamó el licántropo.
    __ ¿Tú qué crees?__ le preguntó la joven mientras besaba su cuello.
    Alexis tragó saliva; él estaba desnudo y Helena cubría su cuerpo con un vestido de seda tan fino que prácticamente se podía decir que también iba desnuda.
    __ Helena, si te vas ahora sin armar jaleo, olvidaré todo esto.__ le dijo Alexis tratando de ignorar los besos que la joven le daba en el pecho.
    Lady Helena ignoró su petición y empujó al lord hasta que éste estuvo tumbado del todo.
    __ Nuestros…padres…se…van….a…enfadar.__ dijo Alexis entre jadeo y jadeo.
    __ No tienen porqué enterarse.
    De pronto, la puerta de la habitación se abrió y Sara entró con el frasco que contenía el tónico.
    __ Alexis, te traigo el…
    Al ver a Helena sobre Alexis, Sara se quedó paralizada y dejó caer el tónico al suelo; para la chica parecía que el tiempo se había ralentizado y vio romperse el frasco a cámara lenta.
    __ Ya sé que es una excusa muy gastada pero…esto no es lo que parece.__ le dijo Alexis, que veía el horror en los ojos de la joven.
     
  16.  
    surisesshy

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    O.O NO ME LO PUEDO CREER ¡¡¡¡¡¡COMO SE ATREVE ESA ASQUEROSA!!!!!!!!!!!! Uyyyyyy, de veras que se esta ganado mi odio y por primera ves estoy de acuerdo con el lobo interior de Alexis, devió de explicarle todo a Sara, aunque creo que despues se hubieran complicado las cosas, pero QUE CORAGE!!!!!!!!!!!!!!!! Y para el colmo solo lo hase por diversión, si esto sigue así, lord Ariel terminará por ganarse a Sara, (morciendose las uñas) no espero por la conti y a ver si sara cumple mi sueño d equemar a esa bruja (se que no lo hará, pero la esperanza muere al último).

    Haaaaaaaaaaaaa (suspiro de amor) Lord Ariel es taaaaaan caballeroso, si tan solo Alexis se mostrara como él, de ves en cuando, solo para sara, ella no dudaría de su inosencia, pero noooooo, el niño mimado tiene que ser brusco en los peores momentos y dañarlo todo en el momento menos indicado, uf, ya sabia yo que esta parejita tendría problemas, siguela porfa, no me dejes con la intriga tanto tiempo, esto esta mejor que las telenovelas (no es que yo vea).

    Me gustó cuando el lobo dijo que preferiria mil veses que sara le hisiera caricias en su entrepierna, de seguro y ahora que esa bruja daño todo entre "él" y la muchacha, se la va a querer comer (yo te apoyo XD, lobito) de seguro y Sara ahora incendia la habitación del licantropo, balla jaleo que se va a armar, jejejeejejeje, siguela pronto, bey y sabes que te apoyo ;)
     
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    lupus

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    2146
    XVII​
    __ Esto no es lo que parece.__ repitió Alexis mientras empujaba a Helena tan bruscamente que la tiró de la cama.
    Sara permaneció inmóvil y bajó la mirada hacia los fragmentos de cristal y el líquido derramado.
    __ Será mejor que vaya a pedirle a Galeno otro frasco de tónico para usted, milord.__ dijo con una voz hueca.
    Alexis se preocupó al oír la voz hueca de Sara, desprovista de la gran vitalidad que normalmente poseía.
    __ Lamento haberles interrumpido, milord.__ se disculpó Sara antes de salir de la habitación.
    Alexis se vistió rápidamente y salió corriendo tras ella mientras Helena gruñía de frustración y tamborileaba los dedos sobre las mantas de la cama.

    El joven lord alcanzó a Sara, que andaba como si se tratase de un zombi, sin dificultad y la detuvo interponiéndose en su camino.
    __ Milord, no puedo pasar a través de su cuerpo.__ le dijo Sara con aquella misma voz inanimada.
    __ Escúchame, Sara.__ le pidió Alexis poniendo sus manos sobre los hombros de la chica.__ Te aseguro que no me he acostado con Helena.
    Sara se apartó de él y replicó:
    __ No tenéis que darme explicaciones, milord.
    El tono de voz indiferente de la joven y su rostro inexpresivo empezaron a poner nervioso al joven lord.
    __ ¿Ahora te vuelves a dirigir a mí de usted?
    __ En realidad, es lo más normal.__ dijo Sara, encogiéndose de hombros.
    La pelirroja pasó al lado de Alexis, que la agarró con fuerza de la mano y la obligó a mirarla a los ojos.
    __ Sólo quiero que sepas que yo no siento nada por Helena.
    __ Eso no es asunto mío.__ replicó Sara.__ De todos modos, no es necesario sentir algo por otra persona para intimar con ella. ¿No lo ha hecho usted siempre con terribles consecuencias para sus parejas?
    Alexis sintió encogerse su corazón ante la crueldad con la que Sara le había recordado sus crímenes.
    __ Yo no me he acostado con Helena, Sara; ella se abalanzó sobre mí.
    Una risa extrañamente aguda salió de los labios de Sara; se trataba de una risa cruel, impropia de una persona como la joven pelirroja.
    __ Usted es un hombre, Lord Alexis.__ replicó la muchacha.__ Es imposible que no quisiera yacer con ella; y menos cuando tiene usted a ese lobo en su interior. No me engañará con esa excusa.
    __ ¡No creo que tú seas la más indicada para juzgarme teniendo en cuenta que no te estás dando cuenta de las intenciones de Ariel!__ le gritó Alexis.
    __ ¡Lord Ariel es buena persona!__ gritó Sara.
    __ ¡No es más que un mujeriego! ¡Lo único que quiere es añadirte a su colección de mujeres que se han acostado con él! ¡¿De verdad quieres convertirte en uno de sus trofeos?!
    Al ver que Sara no tenía réplica, Alexis sonrió satisfecho. Sin embargo, su satisfacción desapareció junto con su sonrisa al ver las lágrimas deslizándose sobre el rostro de la joven.
    __ Sara, yo…lo siento…no quería decir…__ se disculpó mientras le acariciaba las mejillas.
    Pero la joven se deshizo de él y salió corriendo mientras lloraba sin consuelo.
    __ Mierda, siempre la fastidio.__ gruñó el licántropo, que golpeó con un puño en el muro y abrió una grieta por la frustración
    “Hay algo en todo esto que no me gusta.” le dijo su lobo interior.
    “¿El qué?”
    “Durante un instante, he podido ver que los ojos de la chica han cambiado de color.” le explicó el lobo. “Ha sido sólo por un instante pero estoy seguro de que se han vuelto rojos. Además,…”
    “Además,…”
    “Pude sentir una extraña y malévola energía recorriendo su cuerpo. Hay algo en esa chica que me da escalofríos.”

    __ Sara, ¿qué te ocurre?__ le preguntó Galeno cuando se encontró con ella en las escaleras.
    __ Nada.__ replicó la joven mientras trataba de dejar de llorar.
    __ ¿Ha sido Lord Alexis?__ insistió Galeno.__ ¿Qué es lo que te ha hecho? Por favor, Sara, explícame porqué estás así.
    La joven le dirigió una mirada escarlata y gritó:
    __ ¡He dicho que no me pasa nada, viejo inútil!
    Una fuerte corriente de aire recorrió el pasillo y empujó a Galeno contra una de las paredes.
    Los ojos de Sara volvieron a la normalidad y la chica siguió corriendo hacia su habitación, cruzándose con Lord Ariel pero sin devolverle el saludo.
    __ Anciano, ¿qué le pasa a Sara?__ le preguntó Ariel al médico cuando le encontró tirado en el suelo.
    __ No lo sé con seguridad.__ respondió Galeno, que se incorporó con la ayuda del lord.__ Pero tratándose de Sara, lo más probable es que sea a causa de Lord Alexis.
    El joven león gruñó y subió las escaleras murmurando:
    __ Voy a darle a ese chucho una lección de modales.
    Galeno, se encogió de hombros y siguió al noble; pronto iba a correr la sangre y se requerirían sus servicios.

    Sara entró con violencia en su habitación, cogió su baúl y empezó a recoger sus cosas. Estaba harta de sus constantes peleas con Alexis; habían sido soportables hasta aquel punto pero ya no podía más. Además, la imagen del licántropo junto a Helena en su cama seguía fresca en su mente y parecía clavarse en su corazón como una afilada cuchilla.
    __ Sara, ¿qué haces?__ le preguntó Hilda al entrar en la habitación.__ ¿Vas a alguna parte?
    __ Me vuelvo a Hender.__ respondió su sobrina mientras doblaba su ropa y la metía en el baúl.
    __ ¡¿Qué?!__ exclamó la mujer.__ ¡Pensaba que te gustaba estar conmigo!
    __ ¡Y me gusta! ¡Pero echo de menos a mamá y a mis amigos!__ mintió la joven a pesar de que el rastro de lágrimas que surcaba su rostro la delataba.__ ¡No puedo permanecer más tiempo aquí!
    Hilda la miró con tristeza y susurró:
    __ Si es lo que deseas.
    __ Lo deseo.__ afirmó su sobrina con firmeza mientras cogía su baúl y empezaba a abandonar los aposentos.
    Sin embargo, un horrible dolor repentino atravesó su pecho, obligándola a soltar el baúl.
    __ ¡Sara, ¿qué te ocurre?!__ gritó su tía, que la cogió en brazos al ver que estaba a punto de desmayarse.
    La pelirroja empezó a respirar agitadamente mientras la fiebre invadía su cuerpo, atacado por convulsiones.

    __ Onenev, atam a al acihc; anenevne us ergnas y epmorroc us opreuc edsed ortned.__ recitó Karen mientras observaba cómo el basilisco derramaba su oscuro veneno sobre el mechón de cabello rojo que la marioneta de la hechicera le había llevado.
    Al contactar con el cabello hechizado, el veneno de la serpiente gigante desaparecía del lugar.
    __ Es curioso el daño que puede hacer un mechón de pelo cuando se encuentra en manos adecuadas, Sara.__ se burló Karen con satisfacción.__ Y por desgracia para ti, te mataré usando un mechón de tu cabello; no tendrás oportunidad de sobrevivir al veneno del basilisco.

    __ Así que tú también tienes problemas en tus tierras, ¿verdad?__ le preguntó Emil a Asriel mientras tomaban una copa en la biblioteca.
    __ Por desgracia.__ respondió el lord con pesar.__ Estos últimos meses han estado desapareciendo niños por toda mi jurisdicción. He tenido a mis hombres buscando pistas de lo que haya podido ocurrirles pero no han logrado averiguar nada.
    __ Pobres familias.__ susurró Lady Giselle con horror.
    En ese momento, Rayth entró a toda prisa en la estancia e informó:
    __ Lord Asriel, Lord Emil…vuestros hijos se están peleando.
    Los dos hombres se levantaron y gritaron:
    __ ¡¿Qué están haciendo?! ¡¿Por qué?!
    __ No lo sé con exactitud pero creo que tiene algo que ver con el hecho de que Lady Helena estuviese en la habitación de Alexis prácticamente desnuda.
    Los dos lores avanzaron a pasos agigantados mientras Lady Giselle y Rayth les seguían de cerca.
    __ Como tu hijo le haya puesto una mano encima a mi hija, me aseguraré de castrarle como a un perro.__ amenazó Lord Asriel.
    __ En todo caso, seguro que la culpa es de tu hija.__ replicó Lord Emil.__ Siempre he dicho que tiene aptitudes para ser una gran fulana.
    Llegaron a la habitación de Alexis, donde el licántropo se estaba peleando con Ariel mientras Helena, horrorizada, les observaba escondida tras la cama.
    __ Ya hablaremos tú y yo.__ le gruñó su padre al entrar en la habitación y verla vestida de esa manera.
    __ ¡Alexis!__ gritó Lord Emil.__ ¡¿Qué eso de pelearte con uno de nuestros huéspedes?!
    Los dos jóvenes se apartaron; ambos estaban magullados y sangraban pero Ariel era el que peor había salido.
    __ Galeno, ocúpate de las heridas de Lord Ariel.__ le pidió Emil al anciano, que se había mantenido al margen durante la pelea.
    El médico asintió y se acercó al rubio, que le detuvo negando con la cabeza.
    __ Si él puede soportar sus heridas, yo no voy a ser menos.__ dijo señalando a Alexis.
    __ ¡¿Alguien puede decirme qué es lo que ha ocurrido?!__ exclamó Emil.__ ¡Más vale que…
    Se vio interrumpido por la entrada precipitada de Hilda.
    __ ¡Galeno, necesito tu ayuda!__ le suplicó al anciano.
    __ ¿Qué ocurre?__ le preguntó el médico.
    __ ¡Es Sara!__ le explicó la mujer sollozando.__ ¡No sé qué le pasa pero parece algo muy serio!
    Alexis reaccionó al oír el nombre de la joven y salió corriendo, seguido por sus padres, Hilda y Galeno mientras Lord Asriel discutía con sus hijos.
    Llegó antes que los demás a la habitación de Sara, que se revolvía en la cama luchando contra la fiebre y la dificultad de respirar.
    __ ¡Está ardiendo!__ exclamó cuando le puso una mano en la frente.
    Los demás llegaron y Galeno empezó a examinar a la chica; examinó sus pupilas, que no reaccionaban a los estímulos, tomó muestras de saliva y de sangre y las hizo reaccionar con extraños productos químicos.
    __ ¿Sabes lo que le pasa?__ le preguntó Hilda, que colocó un paño mojado en la frente de Sara para combatir la fiebre.
    __ Sara presenta los síntomas de un envenenamiento.__ explicó el anciano.__ Sin embargo, no logro encontrar rastros del veneno en su organismo; se ven los efectos pero no la causa.
    __ ¿No sabes qué tipo de veneno es?__ le preguntó Emil.
    __ Nunca había visto unos efectos tan rápidos. Pero lo que me preocupa es que Sara no presenta ninguna señal de que haya sido envenenada; creo que podría deberse a un maleficio.
    Aquellas palabras le recordaron algo a Alexis, que susurró:
    __ Un hechizo de transferencia de efecto.
    __ ¿Cómo?__ le preguntó Galeno sin comprender.
    __ Es un hechizo que provoca que un cuerpo sufra el efecto de una sustancia química inyectándola en una porción, como por ejemplo un mechón de cabello. Lo leí en un libro hace mucho tiempo.
    __ Vale, un misterio resuelto. Pero no podemos saber qué tipo de veneno han empleado.
    __ Sí que se puede.__ replicó el joven.__ En la piel de la víctima aparece una especie de dibujo relacionado con la sustancia empleada.
    Hilda apartó las mantas y las ropas de Sara para buscar la mencionada marca; resultó que un dibujo en forma de serpiente había aparecido en el abdomen de la joven.
    __ Eso es un basilisco.__ reconoció Galeno.__ Una criatura nacida de la magia negra, de veneno letal y cuya mirada mata al cruzarse con la de otro ser. Así que el basilisco es la fuente del veneno.
    __ Pero aún queda el misterio de cómo logró el hechicero obtener un mechón de cabello de Sara.__ dijo Lady Giselle.__ Sea quién sea, ha tenido que acercarse mucho a ella sin levantar sospechas.
    Alexis se rascó la barba mientras reflexionaba, sabiendo que su madre tenía razón. Alguien se había acercado a Sara sin que nadie sospechara que tenía malas intenciones con ella; alguien de quien no sería raro que se acercara a una chica guapa.
    De pronto, la respuesta le llegó como por arte de magia.
    __ ¡Voy a matarle!__ gritó mientras atravesaba la pared de un puñetazo.
    __ ¿Qué ocurre?__ le preguntó Galeno, sobresaltado por la repentina furia del joven.__ ¿De quién estás hablando?
    __ ¡De ese imbécil de Ariel!__ gritó el licántropo, que salió corriendo hacia su habitación.
    “Pienso destrozarle su angelical rostro.” pensó con ira homicida. “Va a pagar por lo que le ha hecho a Sara.”
    “¡Por fin una buena pelea!” corroboró el lobo, emocionado ante la perspectiva de una muerte.
     
  18.  
    Sayuri UF

    Sayuri UF Entusiasta

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    Chico, te amoo *-* (? (aunque no sé si sea tu sexo, lo marca en tu perfil :rolleyes: )
    Ok, no, pero me das mis dosis diarias de románticismo, ficción y asdf xD
    Esa Helene, como me cayo mal... siempre he pensado que las chicas como ella se deberían de dar a respetar, por mucho que no amen, ¿para que andar de ofrecida o rogando? u,u
    En cuanto a Ariel... no me lo creo D: Es complice de la hechicera? Dx Me dejaste con la intriga ,w,
    Qué lindo que Alex se preocupe por Sara *-* Amooo la pareja, se ven tan monos juntos :L
    Bueno, espero el proximo capitulo, sigues escribiendo igual de genial :D
    Saludos!
     
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  19.  
    surisesshy

    surisesshy Usuario popular

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    NO MI SARA!!!!!!!!!!!!!!! Como sea ese guero chucho el culpable de eso, me lo voy a comer antes que el lobo, rayoooooosss, estoy hasta llorando de la desesperación, y yo que desia que era lindo, QUE EQUIVOCADA ESTABA, ya me las pagara, DALE ALEXIS, YO TE APOYO, pobre Sara, siempre tiene que ser la que salga herida, la verdad, lo tomó todo muy maduramente, yo juraba y perjuraba que ella incendiaria la habitación, pero se fue de lo mas calmada, aunque la verdad, desahogarse con el pobre Galeno...... bueno, hasta yo lo hubiera hecho.

    Bruja del demonio, ya muerete de la soledad, deja a Sara en paz, que ninguna culpa tiene de tu desgracia, si eres fea y soltera, conformate con eso. No me dejes con la intriga mucho tiempo, mira que hasta lloro T.T, quiero saber como mi Sara saldrá de esta y como se reconciliará con Alexis, porque no dejaras que ella se marche así como así, ¿verdad? Me mata la curiosidad, muero por saber que pasará, y alexis, no pierdas tiempo en ese bueno para nada y busca un antidoto para Sara, ha no, ese es trabajo de Galeno, pero que no te importe el leoncillo de mier...... ese, preocupate más por tu amor que se te muere (lo siento, la desesperación hase que me contradiga).

    Estoy al borde de la desesperación, todo ha pasado tan rápido, que hasta estoy jadeando, imposible de creer eso de Lord ariel y tambien de que Alexis le haya dicho una cosa tan cruel a Sara, producto de su llanto hasta el lobo se sintio atemorizado, ya él sospecha sobre los poderes de Sara y una cosa, como Sara sabe el secreto de Alexis ¿no sería justo que él supiera el de ella tambien, incluyendo su triste pasado? A ver si así deja de desir tantas estupideses.

    Bueno, mejor lo dejo aquí, no valla y haga el siguiente capitulo yo XD, bey amigo y sabes que adoro tu historia.
     
  20.  
    lupus

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    Título:
    Amor bajo la luna.
    Total de capítulos:
    41
     
    Palabras:
    1587
    XVIII​

    Alexis llegó a su habitación, donde Lord Asriel seguía discutiendo con sus hijos, y desenvainó su espada.
    __ Ariel, ¿tienes algo que quieras decirnos?__ le preguntó al mayor de los hermanos apuntándole con la espada.
    __ ¿A qué viene esto?__ le preguntó Lord Asriel a Lord Emil cuando el padre de Alexis entró acompañado por un grupo de guardias.
    __ Parece que tu hijo tiene algo que ver con la maldición que han arrojado sobre la chica.__ le explicó Emil con dureza.__ No sabía que tu familia tenía tratos con hechiceros de ese tipo. ¿Qué pretendes conseguir?
    __ ¡Esto es una afrenta!__ exclamó Lord Asriel furioso.__ ¡No tenéis ninguna prueba de que…!
    __ ¡Cuidado, padre!__ le gritó Helena al ver que su hermano desenvaina su espada y se preparaba para atacarle.
    Alexis apartó rápidamente al lord y bloqueó el ataque con su espada. Fue entonces cuando vio que los ojos de Ariel habían perdido su color y se habían vuelto de un blanco nublado.
    “No es consciente de lo que hace.” comprendió el licántropo. “Eso significa que alguien le está manipulando.”
    Con un rápido movimiento, obligó al joven león a soltar la espada y le dio un fuerte puñetazo en la mandíbula mientras gritaba:
    __ ¡A ver si así vuelves a ser tú, imbécil!
    Lord Ariel cayó al suelo gritando y frotándose la mandíbula; cuando miró con rabia al licántropo, sus ojos habían vuelto a la normalidad.
    __ ¿Qué…qué ha pasado?__ preguntó mirando a su alrededor.__ No recuerdo nada.
    __ Alguien te había hechizado.__ le explicó su padre.__ Al parecer para que te acercaras a esa tal Sara y poder maldecirla.
    __ ¿Maldecirla?__ preguntó el joven sin comprender, incorporándose con dificultad.__ ¿Es que le pasa algo a Sara?
    Alexis se acercó a un baúl que había a los pies de su cama, lo abrió y empezó a buscar entre su contenido.
    __ Ahora mismo se está muriendo a causa de un potente veneno.__ le explicó cuando encontró el libro que buscaba.
    Pasó las hojas rápidamente hasta encontrar las páginas que hablaban del basilisco y dijo:
    __ Será mejor que le enseñe esto a Galeno.
    __ Voy contigo.__ dijo Lord Ariel con decisión.

    Galeno leyó atentamente el capítulo de aquel libro que trataba sobre el basilisco.
    __ ¿De dónde sacó usted esto, milord?__ le preguntó a Alexis, que observaba fijamente a Sara.
    __ Lo encontré entre las ruinas del antiguo castillo de Araxiel.
    El anciano le miró sorprendido y le reprochó:
    __ No debió ir al castillo de un antiguo Señor del Caos, Lord Alexis; ya conoce las oscuras historias de esos hechiceros.
    __ Lo sé.__ replicó el joven lord mientras acariciaba la mano de Sara.__ Pensaba que allí podría haber algo que pudiese deshacer mi maldición. Prométeme que no se lo dirás a mi padre ni a mi madre; se pondrían histéricos.
    __ Se lo prometo, milord.
    __ ¿Dice algo ahí acerca de cómo contrarrestar el veneno del basilisco?__ le preguntó Lord Ariel, que había permanecido al margen de la conversación.
    __ Sí, pero no son buenas noticias.__ respondió el médico deslizando el dedo índice sobre las palabras escritas.__ Una persona afectada por el veneno del basilisco sólo se puede curar con una poción creada a partir del mismo veneno.
    Alexis se levantó y dijo:
    __ Así que hay que buscar al basilisco y conseguir su veneno, ¿verdad? Será toda una aventura.
    __ Milord, es demasiado peligroso.__ intentó detenerle Galeno.__ El basilisco no sólo posee un veneno letal, sino causa la muerte instantánea a todo aquel que le sostenga la mirada. Además, seguramente el hechicero esté con la criatura.
    __ ¿Y qué pretendes que haga?__ le preguntó un furioso Alexis.__ ¿Qué le ocurrirá a Sara si no consigo el veneno?
    Al ver que el anciano no contestaba, el joven le agarró con fuerza del cuello y volvió a preguntar:
    __ ¿Qué le ocurrirá?
    __ El veneno…completará su recorrido en cinco días.__ le explicó el médico.__ Si no le damos el antídoto en ese tiempo, Sara morirá.
    Alexis liberó a Galeno y salió rápidamente de la habitación, seguido por Lord Ariel.

    __ ¿Qué vamos a hacer?__ le preguntó el león al lobo cuando llegaron a la plaza.
    __ Tú no sé.__ replicó Alexis.__ Yo voy a encontrar al basilisco y conseguiré el veneno para el antídoto.
    __ Yo voy contigo.
    __ De eso nada.
    __ Es culpa mía que Sara se encuentre en ese estado.__ dijo Lord Ariel.__ Es lo mínimo que puedo hacer por ella.
    __ No vas a venir conmigo, Ariel.__ dijo Alexis tajante.
    Ariel le hizo frente y replicó:
    __ Intenta detenerme.
    Los dos jóvenes se miraron fijamente a los ojos, desafiándose hasta que Alexis resopló de irritación y dijo:
    __ Está bien. Pero asegúrate de que tu caballo mantenga mi ritmo; no tenemos tiempo que perder.
    Lord Ariel silbó y un criado se acercó a ellos tirando de las riendas de un imponente caballo negro.
    __ ¿No vas a coger un caballo?__ le preguntó Ariel a Alexis al ver que el joven de ojos dorados permanecía inmóvil.
    __ ¿Por qué iba a ir montado sobre un animal tan lento si puedo ir más rápido corriendo por mi mismo?__ le preguntó Alexis con una sonrisa divertida.

    En pocos minutos se encontraban alejándose del castillo a gran velocidad. Tal y como Alexis había dicho, Ariel tuvo que forzar al semental para lograr mantener el ritmo del licántropo.
    __ ¿Sabes siquiera a dónde tenemos que ir?__ le preguntó el jinete.
    __ Sin problemas.__ respondió Alexis.__ Puedo oler la magia que esa maldición ha dejado. Si seguimos el rastro, podremos encontrar al responsable.
    El licántropo apretó el paso, haciendo que Ariel espolease a su montura para seguir su ritmo.

    Hilda hundió el paño en la cuba de agua y se la colocó a Sara en la frente mientras Galeno examinaba los sarpullidos que habían aparecido en su brazo izquierdo.
    __ ¿Qué le ocurre?__ le preguntó la mujer al médico cuando la joven se agitó jadeando.
    __ Supongo que está delirando a causa de la fiebre.

    En el interior de su mente, Sara observaba ciudades enteras arder y derrumbarse bajo el ataque de un gran ejército de diferentes criaturas mientras una oscura figura alada lo observaba todo desde el cielo.
    “Recuerda lo que eres, Aerith.” le susurró una voz en su cabeza. “Recuerda lo que eres y regresa con nosotros; debes ocupar el lugar que te corresponde. Es el momento de tomar las riendas del destino del mundo y de todos sus miserables habitantes con nuestras propias manos.”
    La joven se agitaba en la cama al observar toda la destrucción que aquellas visiones le estaban mostrando.

    __ Deberíamos detenernos a descansar.__ sugirió Ariel al ver que la noche caía sobre ellos.
    __ Descansa tú si quieres.__ replicó Alexis.__ Seguiré sólo si es necesario.
    __ Alexis, llevas corriendo sin cesar todo el día. No has comido ni bebido nada; si sigues así, incluso siendo un licántropo, acabarás desfalleciendo.
    Alexis le agarró con fuerza de la ropa y exclamó:
    __ ¡No puedo quedarme quieto mientras Sara se muere! ¡No pienso permitir que ese hechicero logre su objetivo!
    __ Lo comprendo, pero no tendrás oportunidad contra el basilisco si no estás en plenas facultades.
    Alexis le soltó maldiciendo por lo bajo y pasándose las manos por el pelo en señal de frustración.
    __ Sabes que él tiene razón, Alexis.__ dijo una voz que el licántropo reconoció.
    Los dos jóvenes desenvainaron sus espadas al ver a un enmascarado surgir de las sombras.
    __ Nos volvemos a encontrar, cachorro.__ le dijo el hechicero enmascarado a Alexis, que bajó su espada al reconocerle.
    __ ¿Le conoces?__ le preguntó Ariel al licántropo.
    __ No exactamente.__ respondió Alexis mientras envainaba su espada.__ Baja tu arma, Ariel; no tendrá ningún efecto sobre él.
    Viendo que el joven lobo hablaba con conocimiento de causa, Ariel envainó su espada aunque seguía observando al desconocido con recelo.
    __ Tengo entendido que piensas enfrentarte a un basilisco para salvar a Sara, Alexis.__ dijo el hechicero.__ Realmente eres un tipo muy temerario.
    __ Así soy yo.__ bromeó el lord.__ ¿Qué es lo que quieres?
    El hechicero no respondió, sino que rebuscó entre los pliegues de su capa y sacó una pequeña bolsita de cuero cerrada con un fino hilo.
    __ Esto es para ti.__ le dijo a Alexis lanzándoselo.__ Estoy seguro de que te será útil cuando te enfrentes a la bestia.
    __ ¿Qué es?__ le preguntó el noble comprobando el peso de lo que hubiese dentro.__ Parece que estuviese vacío.
    __ Pues te aseguro que no lo está.__ replicó el hechicero.__ Ni se te ocurra abrirlo antes de enfrentarte al basilisco, ¿lo entiendes?
    Su cuerpo empezó a evaporarse como lo había hecho la vez anterior.
    __ ¡Espera!__ le gritó Alexis.__ ¡Dime cómo te llamas y porqué nos ayudas!
    __ Mi nombre es Ithuriel, joven lobo.__ respondió el hechicero, del que sólo quedaban la boca y los ojos.__ En lo que se refiere a mis objetivos, eso lo descubrirás con el tiempo; tan sólo te diré que Sara y tú sois una parte fundamental en ellos.
    __ La verdad es que no me vendría mal comer algo.__ dijo Alexis como si nada cuando su estómago se quejó.
     

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