One-shot de Pokémon - Amanecer One-Shot

Este es mi pequeño homenaje a mi coordinadora favorita... A leer!!

Amanecer​

En Algún lugar de Sinnoh:


Era una mañana como tantas, el sol estaba bien alto y pegaba bastante fuerte, en el medio del bosque una veintena de hombres descansaba sobre el húmedo pasto, algunos apenas comenzaban a despertar, y alrededor de la muchachada, botellas de cerveza, cientos de ellas desparramadas por todo el lugar y apoyadas contra los árboles, una veintena de motocicletas, todo aquello perteneciente a Los Murkrows, la mas violenta y corrupta banda de motoristas de toda la región, o al menos eso creía yo, que por aquel entonces tenía unos 17 años y estaba iniciándome en eso de la delincuencia.
Que tiempos aquellos, dormíamos de día y vivíamos de noche, comíamos y bebíamos hasta mas no poder y siempre por invitaciones de los bares y restaurantes, digamos, nadie se atrevía a hacernos frente, incluso la policía pokemon nos temía, mas de una vez terminé acompañado por alguna oficial Jenny, y a veces, hasta las enfermeras Joy se unían a nuestras juergas… pero fue en aquella mañana de verano, que mi vida comenzó a cambiar.


Apenas estaba despertando, el dolor de cabeza era intenso, mi boca sabía a cobre y me dolía todo el cuerpo, pero las marcas de mi resaca quedaron a un lado cuando la vi pasar, era hermosa, tenia unos quince años, era alta, delgada, su cuerpo era escultural, su cabello, largo y azul, bailaba al ritmo de sus caderas, pero mi vista quedó clavada en sus ojos, dos enormes orbes de color azul que reflejaban algo que yo desconocía, pureza.
“¿Me estaba enamorando?” pensé
Pero la chica habló
—Mira Piplup, cuantas motocicletas, esto es súper mega cool.
Su pokemon la observó extrañado, yo no pude evitar partirme de risa, hasta que su mirada se cruzó con la mía y quedé embobado
—Holis— dijo, y así como apareció se fue.


Quería seguir mirándola, no podía evitarlo, deseaba conocerla mas, no sé porqué, y mi animo fue mas fuerte que mi temor, así que fui en su búsqueda, pero a la par mía, otros cinco motoristas se pusieron de pie, también la querían cerca, y eso no era bueno, al menos no para ella, como pude, logré frenar a mis colegas y comencé a seguirla.


Me reía de mi mismo, parecía un Growlite de la policía, busqué por un largo rato a aquel ángel de cabello azul, hasta que la encontré en un claro del bosque, intentando preparar un sándwich,, se preocupó bastante al verme llegar y como pudo, se preparó para un combate pokemon
—Espera, yo no quiero hacerte daño— exclamé, lo mas dulcemente que pude
—Ahhh, seguro que quieres un autógrafo, me pasa todo el tiempo.
“La fama se le subió a la cabeza” pensé
— ¿O quieres una batalla?— inquirió.


El rugir de su estomago fue la excusa perfecta para invitarla a comer. No fue una buena idea reunir a una coordinadora dulce e inocente con una banda de bárbaros, al menos eso creía yo, pues ella se llevaba bastante bien con aquellos sujetos
— ¿Y como te llamas tu? ¿Y tú? ¿Y tú? ¿Y tu?— preguntó a cada uno de nosotros.
Y todos respondimos
—Yo me llamo Dawn, que significa amanecer… ¿no es bonito?
Ahora nos doblábamos de risa, lo estábamos pasando de maravillas con esa chica tan tonta, después de varios meses, por fin sonreía estando sobrio, definitivamente, me había enamorado de ella.


El sol comenzaba a ocultarse, era la hora de la despedida, Dawn regresaría a la glamorosa vida de una coordinadora, y yo, quien sabe, nadie más que yo podía decidirlo
—Adiós Steve, nunca voy a olvidarte— confesó ella, antes de tropezar con la raíz de un árbol
—Yo tampoco Dawn, yo tampoco.