Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

Tema en 'Fanfics Abandonados de Temática Libre de Anime' iniciado por Viuh Aran, 1 Abril 2008.

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  1.  
    Renn

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    bueno al fin me lei el capi*-*
    casi me da un infarto cuando daniel murio O.O
    de suerte "volvio a nacer" como ¿vampiro? u.u
    bueno espero conti
    no tardes

    -------------------

    yo no tengo problemas con tu forma de narrar viuh

    kiss
     
  2.  
    Bellamy

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    quise decir que: Cuando Camila dice que odia a Dios y todo eso. Me referia a que en el momento que sientes eso es realmente tristen (bueno, aveces el enojo cubre eso un poco), pero de todas maneras duele. Y con lo de "la costumbre es mas fuerte" queria decir que luego ya te acostumbras a la falta de Dios, llega un momento en el que ya no te hace falta... hasta que te caes xD

    espero que sea esa la duda x) lol
    Pues... no me leí todo el capítulo... no me da el tiempo, solo me leí mas o menos la mitad, pero mañana si lo termino (adorado vierneeees) y ahí te daré mi opinión mas o menos decente jaja
    bye ^^
     
  3.  
    Viuh Aran

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    El concepto de dios, es algo para discutir por horas. Desde pequeños nos condicionan tanto sobre una sola visión de ese concepto, que salirnos de el, y verlo de una forma distinta o dejarlo definitivamente se vuelve una lucha contra nuestro propio instinto y subconciente.

    Acá va la conti, apliqué las correciones a redacción que me propusieron. Espero les agrade ;)
    Falta poco para terminar el primer libro de esta historia.

    ---------------------------------------------------------------------------------

    Capítulo 5: puño.

    Una a una, las gotas del llanto del cielo caen sobre el rostro de la pequeña Camila. Las cenizas yacen en el suelo de la hoguera. Ya nada queda del pobre y sufrido viejo Dusirn, ni de su esposa. Ella, aun después de varios minutos, aun sigue postrada en aquel lugar, maldiciendo a aquel dios al cual primero veneró. Su hermano estaba lejos, y se había llevado la sanidad de sus sentimientos; su fe ya no existía, y las personas que la habían apoyado se habían ido, producto de la injusticia de las mismas leyes las cuales hasta hace poco regían su vida. ¿Qué le quedaba ahora?, ¿Había algo que aun valiera la pena?, ¿Algo que esperar?, ¿Algún lugar hacia donde ir?
    Mirando las cenizas, se encontró con sus manos, manchadas de aquella suciedad y negrura.

    -Aun tengo…mis manos…mis propias manos.

    A la distancia, aun se veía la fila de inquisidores retirándose del poblado. Ella miró a su alrededor, y encontró, descuidado en la esquina de una herrería, un martillo, lo suficientemente pequeño para sus manos, y los suficientemente grande, para destrozar a alguien. Se dirigió sigilosamente hasta el, y logró tomarlo y llevárselo sin que nadie la viera, para luego emprender su persecución sobre aquellos asesinos.
    Caminó un par de kilómetros, sin importarle la lluvia, la caída del sol, ni el peligro que corría, hasta un lugar donde Cernes solo era un manchón negro en el horizonte. Por unos minutos le pareció perder la caravana. Y decidió adentrarse un poco en el bosque para no ser vista tan fácilmente. Poco después logró oír los pasos de los caballos y los caballeros, a los cuales siguió solo con su oído, y dando pasos tan suaves que ni siquiera quebraban las ramas del suelo, hasta que, de pronto, algo los silenció.
    Se acercó hacia el borde el bosque, lenta y silenciosamente, incluso conteniendo la respiración, y se asomó, esperando ver la causa. Cual sería su sorpresa, al notar que en el lugar de la tropa inquisidora, solo había oscuridad, tal oscuridad, que difícilmente se podía ver el camino, aun con el reflejo de la lluvia y la luna en la lejanía. Se acercó al lugar, eliminando el sonido de sus pies con el lodo del suelo, y calculando los movimientos de cada hueso de su cuerpo para no ser detectada. Estiró una mano para guiarse, sin embargo, esta chocó con la mancha negra.
    Apenas pudo controlarse para no exclamar una palabra o sonido. Esa negrura, no era de la noche misma, sino que era un cubo, hecho con alguna sustancia pastosa como la brea, y el cual de alguna forma se sostenía en el centro del camino, camuflándose con la noche. Comenzó a retroceder, sin quitar la vista de aquel extraño fenómeno. Sin embargo ya era demasiado tarde. Una mano agarró violentamente su hombro. Ella, asustada, volteó la mirada,… era Elías.

    -Usted…-dijo ella en un suspiro.

    Elías abrió la palma de su otra mano, y la oscuridad comenzó a concentrarse dentro de esta hasta desaparecer, descubriendo así lo que antes ocultaba: toda la tropa de la inquisición, yacía en el suelo, muerta, con expresiones de desesperación, como la que tiene alguien cuando se ahoga bajo el agua.

    -No pude ayudar al anciano. El señor me ha negado ver la luz del sol.
    -Usted es…
    -Un siervo de Dios, nada más.
    -¿Por qué los mato?-preguntó ella fríamente.
    -¿Recuerdas la historia de Lilith y Dios?...si la lees directamente, puede ser decepcionante, pero si la ves con otros ojos, podrás distinguir su verdadero mensaje.
    -¿Cuál es?
    -Qué no importa lo perfecta que parezca ser una ley, o una moral, los hombres siempre podrán doblarla, corromperla, y usarla para su beneficio.

    En eso, de entre los árboles salió un tentáculo hecho de tinieblas, el cual traía consigo nada menos que al sacerdote líder de aquella tropa, retorciéndose y forcejeando horrorizado.

    -Seres como el, son los que yo cazo-continuó-son los responsables de corromper la palabra del señor, la han prostituido, interpretado para su propia conveniencia, y utilizado, en contra de seres inocentes, e incluso, como arma contra seres superiores a su propia raza.

    Ella se acercó al tipo, aun con su martillo en mano. La mirada de el clamaba piedad desesperadamente, consumido por el miedo, había reemplazado toda la arrogancia y poderío mostrado mientras acusaba al anciano, por cobardía e impotencia. Era simplemente patético. Elías tenía razón. Ese hombre, representaba toda la inmundicia, corrupción, y cinismo de la raza humana, sus crímenes eran imperdonables.
    La lluvia comenzó a hacerse más fuerte, y a sonar mientras golpeaba las hojas de los árboles. La luna, envolvió en su brillo a aquella arma mientras era suavemente levantada, hasta que, poco a poco, comenzó a ser escondida por una nube.

    -Por quitarle la vida a un inocente-balbuceó ella-sin darle derecho a un juicio justo-apretó sus puños-sin apiadarse de su dolor-frunció el seño-y sin siquiera tener verdadera convicción de tus actos…yo, Camila Aran de Bizancio te declaro, ¡culpable!

    A cada golpe de aquella arma metálica, un relámpago tronó en el cielo; a cada estallido de sangre, mil lágrimas del firmamento impactaron la tierra; a cada grito de furia, un latido de aquel corazón, se congeló para siempre.
    Cuando aquel cuerpo calló inerte, solo quedó el sonido de la tormenta, mientras ambos seres, observaban decididos los ojos del otro, en silencio.

    -¿Aun deseas someterte a la ley humana, y venerar la moral que te han enseñado?
    -Mis manos son lo único que tengo, y lo único en lo que puedo creer. Desde hoy…YO…SOY...<st1>la ley.</st1>
    -Bien…-recoge un martillo de guerra de un soldado, y lo arroja a sus pies-cuando seas capas de dar un golpe con el, búscame.

    El camina hacia el bosque, y desaparece en las tinieblas. Ella se quedó unos segundos mirando aquel martillo. Trató de tomarlo, siendo apenas capas de levantarlo con ambas manos. Luego miró a aquellos soldados, apretó sus puños, y sin poder contenerse más, tomó el arma con la que había venido, y con ella machacó los cuerpos sin vida de aquellos hombres, una y otra vez, hasta quedar completamente cansada, y derramar las pocas lágrimas que le quedaban a sus ojos…jamás volvería a llorar otra ves, jamás volvería a ser débil, sus manos, eran lo único que ella respetaría de ahora en adelante.

    Cuando salió el sol y sus músculos terminaron de reponerse, ella decidió enterrar el gran martillo para poder volver por el después, y volver a casa. Sus pasos lentos se coordinaban con el andar del alba, y su mirada iba directo al suelo, ignorando las flores, y las mariposas que habían venido siguiéndola desde que salió de la aldea. Caminó distraída, pensando una y otra vez en los mismos recuerdos, hasta que de pronto una voz la interrumpió.

    -¡Es ella!, ¡allí está!-gritó un aldeano.
    -¡Si!, ¡Yo la vi!, ¡asesinó a los inquisidores, destrozó sus cuerpos!-dijo otro.
    -¡Está maldita, poseída!
    -¡No!, ¡Es un demonio!, ¡Mátenla!

    De todas las casas y calles comenzaron a llegar personas armadas con palos, piedras, cuchillos, azadones, y cualquier cosa mínimamente ofensiva que hubiera cerca. Pero, lo que más le llamó la atención, fue la figura de sus padres, quienes desde lejos la miraban en silencio, con una expresión de miedo, impotencia, y decepción.
    Sin pensarlo más, ella corrió, fuera de la aldea, fuera de los campos, fuera de todo aquello que antes había sido su hogar. Palos y piedras golpeaban su cuerpo, e incluso algunas flechas cayeron a decímetros de su carne. La gente la persiguió sin piedad, hasta entrar al bosque, en donde las ramas y las espinas paso a paso arañaron su ropa y su piel. Corrió y corrió sin descanso, tomando el martillo de su nuevo maestro en sus brazos y llevándoselo, hasta que su única esperanza apareció al frente. Un acantilado de algunos metros, el cual llevaba hacia el río, donde ella y su hermano tantas veces habían jugado, y donde casi instintivamente había aprendido a nadar. Por última vez sintió los pasos de su propia gente persiguiéndola. Por última vez miró atrás, y finalmente, se arrojó a las aguas. El vital líquido le sirvió de transporte rápido, y de protección deteniendo algunas flechas que intentaron atravesarla. Aguantó la respiración por más de un minuto, y nadó desesperadamente golpeándose contra las rocas del fondo. Un eterno instante después, salió a una playa en otro bosque, y se desplomó exhausta.

    Cuando sus ojos volvieron a abrirse, el amanecer se denotaba en el horizonte, y el rugir del océano se escuchaba en la lejanía. Pesadamente se puso en pié, y caminó hasta un muelle de pescadores, en el cual ya se veía a muchos saliendo en sus botes a recoger los frutos del mar. Allí buceó para conseguir algunos mejillones, y luego de comer se dirigió a la ciudad, sin notar al par de pequeñas mariposas que la seguían.
    Por primera vez puso sus pies en la gloriosa capital del imperio: Constantinopla. Paseó todo el día por las calles, los suburbios, mercados, caballerizas, casas lujosas, e incluso pudo ver desde fuera el palacio imperial y la maravillosa catedral de Santa Sofía, sede del patriarca, cuya importancia era igual a la del papa en las naciones del oeste. Todo aquello le pareció hermoso, todo estaba diseñado según la antigua sabiduría griega y romana, que los de occidente habían perdido hace tanto tiempo. Las calles tenían acueductos, los edificios eran de varios pisos, y por todas partes se veían hermosos frisos, estatuas, y sobre todo mosaicos que alababan a personajes de <st1>la biblia.</st1>
    Sin embargo, esta moneda de oro también tenía su otra cara: prostitución, vagancia, estafa, robo y otros crímenes peores se hacían visibles en cada calle con algo de oscuridad para ocultarlas. Tal como le había dicho Elías, todo aquello diseñado para ser perfecto, podía ser corrompido por los hombres, y lo peor, muchas de aquellas cosas ocurrían a la vista de la gente, y nadie hacía nada.
    Una vez más la furia se apoderó de sus puños. Tomó el objeto contundente más cercano: una piedra, y se adentró en aquellas calles. Lo primero que vio, fue a una familia completa suplicando a un usurero que le diera más tiempo para pagar, ya que los intereses eran demasiado altos. Con asco notó como el prestamista simplemente los echaba con insultos y amenazas, y luego, desde una ventana, observó como el volvía a contar sus monedas compulsivamente. Aprovechando su distracción, se metió lentamente por aquella ventana, se escabulló por la habitación hasta llegar justo detrás de el, y le reventó aquella piedra en la nuca. El tipo calló al suelo, semi inconciente.

    -Por los pecados de avaricia y egoísmo, y por aprovecharte de inocentes, te declaro culpable.

    El hombre alcanzó a hacer sonar una campanilla, justo antes que un segundo golpe lo dejara inmóvil para siempre. Acto seguido varios pares de pasos se oyeron venir directamente al lugar. Camila no había tomado en cuenta un punto: el usurero tenía matones. Ella trató de salir por la misma ventana, siendo descubierta por los tipos. Corrió hasta el otro lado de la casa, saliendo por la puerta trasera, y luego huyó varias calles siendo perseguida por los hampones, hasta que llegó a un callejón sin salida.

    -Oye, oye, por aquí-le dijo una voz

    Ella siguió aquel sonido, metiéndose a un acueducto. Los matones pasaron de largo, sin siquiera detenerse a echar un vistazo.

    -¿Estás bien?-preguntó la voz de extraño acento.
    -Si, uffff, gracias… ¿Quién eres?
    -Me llamo Cristine, ¿y tú?
    -Camila, Camila Aran.
    -¿Por qué te perseguían?
    -Eh…yo…maté al usurero, ahora me buscarán ¿cierto?
    -Esa gente es muy influyente en la ciudad, muchos te buscarán. ¿Dónde vives?
    -…en ninguna parte, no tengo familia.
    -Oh, ehm, si quieres puedes venir conmigo, sígueme.

    En la oscuridad del acueducto la figura de aquella personita era apenas perceptible, sin embargo, por su voz, y su altura de no más de un metro, parecía ser una niñita.
    La pequeña tomó su mano, esta estaba vendada y era muy delgada. Camila enseguida comprendió, que Cristine era leprosa, y por eso andaba encapuchada, sin embargo no la soltó, dejó que ella la guiara hasta el lugar donde vivía. Luego de caminar un rato por
    Lúgubres alcantarillas llenas de moho y ratas. Ambas llegaron a uno de los varios teatros de la ciudad. Este era al estilo griego, o sea, al aire libre, con una cúpula de piedra y madera como escenario, y con varias hileras circulares en forma de escalera labradas en la piedra del monte, a manera de graderías. Cuando llegaron, las antorchas ya se estaban encendiendo, y el público ya comenzaba a llegar.

    -¡Oh!, ¡ya es la hora!-exclamó la encapuchada-¿me esperas?

    Ella dejó a su nueva amiga en un puesto de las graderías, y entró corriendo a los vestidores del teatro. Luego de unos diez minutos, un hombre muy alto, de largos dedos y enmascarado apareció en el escenario.

    -Para ustedeeeeees, ¡El baile de los monstruoooooos!
    Luego de los aplausos de inicio, comenzaron a aparecer los actores, todos enmascarados, y con vestimentas y poses grotescas. Realmente, era muy difícil adivinar si aquellas jorobas, narices enormes, manos monstruosas, e incluso colas, eran reales, o el producto de muy buenos disfraces. Luego de algunos diálogos que hacían burla de muchos aspectos de la sociedad de esa época, y los cuales hacían reír a los asistentes sin que estos notaran que muchas de esas burlas iban directamente a ellos, una nueva actriz apareció en el escenario. Su disfraz era quizá el más elaborado de todos, pues en lugar de máscara y ropas, portaba todo un traje hecho con partes de madera y uniones de género, adornado con un ridículo delantal y un vestidito de niña. Si no fuera por los agujeros para los ojos y la ranura que dejaba salir su voz, cualquiera abría dicho que se trataba de una muñeca caminante, pues incluso su pelo estaba cubierto por una imitación de madera pintada de negro. Su ínfimo tamaño, y el sonido de sus palabras, la hicieron reconocible de inmediato: era Cristine.

    -Soy una teteeeeera, pequeeeeña y fuerte, esta es mi aaasa, y este es mi booooca, y si me calientan sillllllvaré, vieeeeeerteme y vaciiiiiaaaaameeeee.

    El público rió ante aquella representación mezcla de ridiculez y ternura, sin embargo, para la joven de Cernes, aquello resultaba patético, e incluso triste.
    Cuando la obra terminó, y el emocionado público luego de arrojarles una lluvia de monedas y aplaudirles, comenzó a marcharse, ella bajó al escenario a encontrarla.

    -¿Realmente disfrutas hacer esto?
    -Hacía actos como este en el circo en Francia, pero cuando me enfermé, mis padres me dejaron aquí, y ellos me aceptaron.
    -¿Ellos?

    Lentamente, los actores rodearon a ambas, y comenzaron a quitarse sus disfraces. Irónicamente, esas máscaras y vestimentas eran más agradables a la vista, que sus verdaderos rostros y cuerpos. Ojos dislocados, jorobas dobles, dientes largos como nudillos y verrugas sanguinolentas eran las cosas menos impresionantes de sus figuras.
    Camila apenas fue capas de contener su impresión, e incluso su miedo al ver tales monstruosidades, sin embargo, una idea mayor llegó a su mente en ese instante.

    -¿Puedo ver tu rostro?

    Dudosamente, la pequeña se quitó el disfraz, y luego, se sacó su capucha descubriendo su rostro y sus brazos. La impresión era terrible. Su frente dejaba ver parte de su cráneo. Sus ojos habían perdido sus párpados, y sangraban permanentemente, como si estuvieran llorando. No tenía labios, lo cual dejaba ver parte de sus dientes directamente. Estos estaban deformes, convertidos en unas cosas casi sin orden ni forma. Su carne parecía caerse a pedazos, y su piel era tan blanca, que se notaban casi todas las venas y arterias de su rostro. Sus brazos, ahora sin vendas, casi no tenían músculos, al contrario, se notaba fácilmente la forma de sus huesos, e incluso estos estaban descubiertos en la punta de sus dedos y en sus codos.

    -Ehm…esta soy yo-dijo con una nerviosa sonrisa.

    La niña se le quedó viendo atónita, no por como era sino por la realidad en la cual vivía. No tenía padres ni familia; nunca había conocido un hogar; las leyes la excluían por su enfermedad; hacía su vida alimentándose de las risas y humillación diaria de la gente, y por si fuera poco…hasta sus manos y su cuerpo estaban destruidos, sin embargo, aun así…era capas de sonreír.

    -Eres linda…más linda que yo-expresó.
    -¡No es cierto!, ¡mírame!, ¡me estoy cayendo a pedazos!
    -Pues yo creo que si. Oye, ¿en serio puedo quedarme aquí?
    -Yo creo que si, si aprendes a ser útil para el teatro si.
    -Espero serlo, deseo ser útil, para esta ciudad, y para este mundo-expresó cabizbaja.
    -Jaja, oye, ¿quieres ir a un lugar genial?

    Antes que ella pudiera decidirse, la niñita la tomó de la mano, y la llevó a una habitación relativamente grande. En esta, se encontraban todos los trajes y disfraces del teatro. Ambas se pasearon observando la hermosura de toda aquella ropa, aun que su calidad ni soñaba ser la de un noble, su colorido y formas eran maravillosas a sus ojos.

    -Oye, este vestido te podría quedar, ¿te lo pruebas?
    -Eh, pero, no es mío.
    -¡No le harás daño a nadie!, y será solo un ratito, anda pruébatelo.

    Ella fue a un rincón a cambiarse su harapiento y semi destruido vestido hecho con sacos de trigo, por aquel traje tan brillante y suave. Se sintió realmente como una princesa cuando comenzó a caminar con el, impresionando a su pequeña amiga, por lo linda que se veía. Durante el resto de esa noche, pasaron probándose todas las prendas del lugar, desde los tétricos disfraces de monstruos, hasta los chistosos disfraces de los payasos, y hasta los glamorosos vestidos que alguna ves fueron de bailarinas. Por primera vez en mucho tiempo, pudo jugar, como la niña que en el fondo de su ser aun era. Sin embargo, ella sabía, que esa sería su última vez, y que su destino era abandonar todas aquellas emociones.

    -Me sorprende que no nos repudiara, o nos tratara como monstruos-comentó uno de los actores aquella vez.
    -Parece que ha sufrido tanto como nosotros-opinó otra.
    -Hay tantas formas de miseria en este mundo…
    -Qué importa, para eso estamos nosotros, para hacer sonreir a los miserables.

    Durante un par de meses vivió en el teatro. A cambio de techo y comida, hacía las labores de aseo y reparación, pegaba afiches de nuevas obras en la ciudad y les ayudaba a los actores en todo lo que podía, desde ayudándoles aponerse sus trajes en sus complicados cuerpos, hasta escuchándolos cuando tenían algo triste que contar.
    Cada vez que podía, Cristine se acercaba a ella, y poco a poco ambas fueron contándose sus historias, y soltando la mayoría de sus secretos. La pequeña siempre insistía para jugar con ella, y ella, aunque le hacía caso, y la ayudaba en sus juegos y travesuras, ya no era capaz de disfrutarlo totalmente o de quitar de su mente su furia hacia las personas y el mundo. A veces se sentía triste, y añoraba volver a ser la niña de antes, pero luego se convencía a si misma que eso era solo debilidad, y su frialdad regresaba.
    La vida en ese lugar era muy curiosa, pues a los actores les encantaban los rumores, y siempre se la pasaban cuchicheando sobre las cosas del vecindario. De alguna forma se conseguían información de todas partes, desde intrigas y pugnas por poder dentro del palacio, hasta incluso cosas que ocurrían fuera de la ciudad.

    -Oye, supe que el heredero del anterior emperador ahora está en occidente-oyó una vez.
    -¿En serio?, ¿qué intentará hacer allá?, ¿aliarse con algún extranjero?
    -No me sorprendería que intentara sacar a su padre de la cárcel.
    -¿Y quién apoyaría su causa?
    -Bueno, cualquiera que tuviera un motivo para atacar Bizancio.

    Muchos secretos circulaban por aquellas habitaciones, sin embargo, ella también tenía el suyo, pues todos los días, cuando tenía algo de tiempo, volvía a la playa donde había escondido aquel martillo, y practicaba con el y otras cosas pesadas, hasta que por fin, llegó el día en que pudo dominarlo.
    Esa misma noche, salió a las calles a imponer su justicia. Lo primero que vio fue a un par de ladrones tratando de entrar a una tienda. Se acercó sigilosamente, sin siquiera respirar, y de un solo golpe le rompió el cráneo a uno. El otro, simplemente salió corriendo.
    Unas calles después, encontró a un par de vagos ebrios golpeando a una prostituta. Mató a los dos, aprovechando que el alcohol los había vuelto torpes, y cuando la mujer se arrodilló para agradecerle, terminó con ella también.
    Poco después vio a un grupito de tres niños, que acababan de robarse unos pedazos de carne, y ahora se escondían para comerla. Se acercó silenciosamente, por detrás de ellos, y derramó la sangre del primero por todo el piso. Los otros dos trataron de huir, mas ella arrojó su martillo el cual voló directo al cuello de la segunda. Solo el tercero logró huir. Por un momento se sintió mal por aquello que acababa de hacer, sin embargo luchó contra ese sentimiento, y lo encarceló en su interior.

    Una vez ese desafío hacia si misma concluido, decidió dar el siguiente paso. Caminó de vuelta a Cernes, pasando el lugar donde hace un mes habían muerto los inquisidores. Ya no le temía a la oscuridad, al contrario, esta se había vuelto su aliada. Caminó sin descanso, ignorando los aullidos de los lobos, y el par de aleteos que parecían seguirle, hasta que llegó una vez más a la parroquia donde había conocido a Elías. Se infiltró por una ventana, cuyo seguro abrió de un certero golpe, y entró a buscarlo.

    -He completado su desafío-murmuró-estoy lista, dígame el siguiente paso.

    Una mano apareció de la oscuridad y se posó en su hombro.

    -Has hecho incluso más, de lo que te pedí-respondió el vampiro.
    -…Soy su alumna ahora-expresó evitando temblar por la impresión de oírlo-¿Cuál es la siguiente prueba?
    -Se encontró esto en la casa de tus padres.

    El mostró una baraja de cartas del tarot, y un gato y un gallo negros con símbolos pintados con tiza, claros signos de adivinación y satanismo. Ella enseguida reconoció esos animales, efectivamente eran de su casa. En un principio se mordió la lengua, para evitar expresar su impresión, sin embargo, ella comprendía que la justicia debía ser imparcial, y debía desligarse de todo lo terrenal, si quería devolver la pureza a este corrupto mundo. Se movió sigilosamente por el pueblo, martillo en mano, hasta que logró llegar a su antigua casa. Por un instante observó sus terrenos de trigo, el pequeño granero, y el árbol donde tanto había jugado con su hermano…su hermano…el había corrompido sus sentimientos, ya no podía confiar en ellos…su religión había sido corrompida por los hombres…ya no podía confiar en ella…sus propios padres eran herejes, y no movieron ni un dedo cuando ella los necesitó…ya no podía sentir nada por ellos. Todo lo que le quedaba eran sus manos, sus propias manos para hacer justicia.
    Sin hacer un solo ruido entró a aquella casa, la cual ya se esforzaba por dejar de sentir como propia, y caminó hasta donde yacían sus padres dormidos. Lentamente elevó su arma, luchando por borrar todos y cada uno de los recuerdos de ellos, cada uno de esos consejos, cada una de esas enseñanzas, cada uno de esos besos y abrazos, cada una de esas esperanzas…su martillo llegó hasta la cima, esperando la última orden para quebrarlo todo, cuando de pronto, llegó a su mente aquel recuerdo: la imagen del viejo Dusirn pintándola a ella y a su hermano en aquellos hermosos relicarios. Miró su cuello, y notó que por algún motivo, aun no se lo había quitado, aun con todo el deseo que tenía de olvidar. Recordó la sonrisa de Daniel aquel último día, y el último abrazo que se habían dado antes de que el partiera. Entonces, el arma del metal calló al suelo estrepitosamente, y ella calló de rodillas junto a esta.

    -No puedo…no puedo… ¡no puedo!-gritó arrebatada en llanto.

    Sus padres despertaron de pronto, quedando pasmados ante aquella escena.

    -¡Hija! ¡Estás viva! ¿Qué haces aquí? ¿Qué ocurre?-preguntó su madre.
    -¡Váyanse!... ¡Váyanse rápido, antes que sea tarde!

    Sin embargo, ya era tarde. Un tentáculo negro apareció de entre las sombras, la sujetó de la cintura, tapó su boca y la elevó del suelo.

    -Has fallado-declaró la álgida voz de su maestro-no mereces ser parte del todopoderoso clan LaSombra, no mereces ser una jueza, ni menos una representante del señor en este mundo, solo mereces, sufrimiento, miseria, y olvido.

    El tentáculo comenzó a apretarla. Sus padres intentaron ayudarla, más otros dos miembros hechos de oscuridad, los sujetaron y elevaron. La niña comenzó a sentir cómo sus huesos tronaban, cómo sus músculos eran lentamente molidos, y como su respiración desaparecía. Y junto a ella, sus padres sufrían el mismo tormento, sus miradas entonces le recordaron a la del inquisidor que había matado hace ya tiempo, sin embargo, aunque tenían la misma desesperación de el, había algo distinto. Ellos no solo sufrían por su propia vida, sino también, por la de su amada hija. Después de todo, ella si era importante para ellos, ellos si la querían.

    -No-pensó…esto es mi culpa…no puedo fallar otra vez, ¡no puedo ser débil!, ¡no ahora!

    Invocó todas las fuerzas de su flaqueza, milímetro a milímetro, centímetro a centímetro, fue abriendo sus brazos, y aun cuando no tenía aire en su pecho, se esforzó por volver a inflarlo, hasta que, casi sin ella misma poder creerlo, ¡paf!, se había liberado.

    -¿Por qué tiene tanta fuerza?-pensó Elías casi impresionándose lo suficiente para mover una ceja.

    Acto seguido, la chica tomó su martillo, y de dos certeros golpes, liberó a sus padres y les gritó que se marcharan. El vampiro, en un abrir y cerrar de ojos, encerró la casa completa en un cubo de negrura, y sacó su espada con motivos de fuego. Para un humano cualquiera, estar allí adentro era literalmente como nadar en petróleo, sin ver, oír, moverse, ni respirar. Sin embargo, al ser el dueño de aquellas tinieblas, podía ver y moverse libremente en su interior. Caminó por la habitación, hallando a los padres de la niña forcejeando desesperados por salir de allí, sin embargo, ella no estaba.

    -¡¿Qué…imposible?!-reflexionó el.

    Con su espada destrozó varias paredes y muebles del lugar, esperando hallarla a ella detrás de algún escondite. Cuando notó que realmente no estaba, quitó la oscuridad guardándola en su mano. Cual sería su sorpresa, cuando de la nada la niña apareció en frente de el, y de un solo martillazo en su estómago lo arrojó contra la pared.

    -¿Por qué tienes ese poder?-interrogó el.
    -¡No tocarás a mi familia!
    -Tonta…

    Se levantó, como si ese golpe no le hubiera hecho más que cosquillas, y a velocidad sobre humana se arrojó contra ella, quitó el martillo del camino con un golpe de espada, y de un solo puñetazo la hizo volar por la ventana hacia afuera.
    Pesadamente se golpeó contra el suelo de tierra dura de la entrada, ese golpe le había roto las costillas que los tentáculos de sombra no habían logrado quebrar. Adolorida, y con la vista nublada trató de levantarse, mas antes de poder hacer nada sintió la bota metálica de su adversario aplastando su pecho.

    -Sabes demasiado para vivir-argumentó el.

    Levantó su espada para terminarlo todo, pero en ese preciso y justo instante un puño de madera hizo volar su arma lejos, y un puño deforme lo hizo retroceder varios pasos de un solo golpe. Cuando levantó la vista, estaba rodeado por 10 personas enmascaradas, eran los actores del teatro. Ante tal situación, simplemente dirigió una mirada de frío odio hacia los presentes, y desapareció entre las sombras.
    La joven levantó su mirada, notando como dos mariposas se posaban sobre el hombro de la niña de madera.

    -Perdóname por no llegar antes-expresó la pequeña con preocupación.
    -No…perdóname tú-declaró la joven, para desmayarse justo después.

    Fue en ese momento cuando los padres de ella salieron de aquella casa. Dos de los enmascarados más viejos se acercaron a ellos, los vieron a los ojos, y en sus palabras les dijeron una simple instrucción:

    -Nada fuera de lo normal ocurrió esta noche. Su hija sigue prófuga, pero no es culpable. Solo deben esperar, pues ella volverá.

    Ambos regresaron a su hogar, hipnotizados.

    -¿Y qué haremos con ella ahora Cristine?-preguntó uno de los hipnotistas.
    -La he estado vigilando desde que su hermano fue elegido por ese demonio, ahora, su vida me pertenece.
     
  4.  
    ~Gris Ootori Fuji~

    ~Gris Ootori Fuji~ Usuario popular

    Acuario
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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Ya me leí el capítulo y lo
    dejaste interesante jeje
    sí Camila se convirtió en
    asesina jaja que buena
    y yo quería saber que pasó con
    Daniel, pero bueno
    sigue escribiendo y por
    cierto que así me gustó la
    descripción está genial
    y ya me gustaria saber que
    onda con los chicos
    del teatro
    Bueno Nos vemos!!!!!
    Gambatte ne!!!
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  5.  
    Khei

    Khei Entusiasta

    Cáncer
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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Hombre, que bien escribes :*=*: !!
    Por fin termine de leer todo, es largazo ._. los cinco capítulos de corrido. Pero valió la pena, me has dejado hecha una idota con lo que escribes y no es broma. Todo ha dado un giro inesperado. Tienes que poner conti :*=*:, la necesito !!!

    :muere:

    Besos!
    khei*
     
  6.  
    Onibaku

    Onibaku Guest

    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Joer, quede viciado con este fic ... (el mejor que me eh leido hasta ahora ...)

    Quero leer!!!!

    *perverso*
     
  7.  
    Viuh Aran

    Viuh Aran Entusiasta

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    Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura
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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Capítulo 6: Tierra


    Se oyeron varios goteos desde un techo cercano, y muchos pares de pasos chapoteando en posas y moho a medida que avanzaban. Los ojos de Camila se abrieron, sin embargo, la única luz que les llegó fue la de algunas antorchas desde su espalda. Miró y escuchó a su alrededor, y se encontró a si misma apoyada boca abajo, en el hombro de uno de los actores, quién la transportaba por una serie de túneles oscuros y húmedos.

    -¡Por fin despertó!-anunció quién la llevaba.
    -¿Dónde estoy?-preguntó ella.
    -En el camino hacia nuestro VERDADERO HOGAR, ¿puedes caminar?

    El tipo era muy alto y delgado, de nariz parecida a un garfio y sus orejas eran largas y puntiagudas. Tenía una gran joroba en la espalda, grandes y filosos dientes, y unos dedos muuuuuuy largos terminados en garras, con los cuales le encantaba hacer gestos extraños e imponentes. Ella lo conocía muy bien, pues el era el que siempre presentaba la obra al público, y el encargado de hacer los afiches y la publicidad, su nombre era Lucio.

    -Creo que si-respondió bajándose.
    -Después de discutirlo mucho, decidimos traerte aquí, afuera ya no es seguuuro, ese LaSommmmmmmmbra y sus seguidores te buscarán, sabes demasiaaaaaaado.
    -¿Y mis padres?
    -Los vigilaremos, aunque quizá sea necesario que salgan de estas tierras, claro, si los quieres vivos… ¡oh, mira quién vino a recibirnos!

    En frente de ellos se escucharon unos guturales rugidos, y de entre la oscuridad, se vio aparecer paso a paso a un cocodrilo gigantesco, de unos <st1:metricconverter productid="8 metros" w:st="on">8 metros</st1:metricconverter> de largo, capas de tragarse la mitad de un hombre de un solo mordisco. Por si fuera poco, sus ojos brillaban en la oscuridad y sus dientes ya traían la sangre de una víctima recién devorada. Ella jamás había visto una criatura de esas menos aun tan grande, sin embargo, en ese instante Cristine se volteó a verla, y la llamó con un gesto.

    -Ven Camila, no temas. Ella es Susanita, nuestra guardiana, ¿porqué no la saludas?

    La joven se acercó a aquel monstruo, mirando una y otra vez a sus amigos en busca de algo de seguridad. El aliento de aquel ser en su rostro le recordó a cuentos de monstruos y dragones, sin embargo, tal como hizo con Elías hace tiempo, sacó valor de su interior para mirarlo a los ojos. En ese instante, ninguna palabra fue necesaria, los sentimientos y emociones de ambos seres simplemente se traspasaron de una a otra. En pocos segundos, la desconfianza de ambas se convirtió en amistad, y aquel ser aparentemente terrible, terminó dando la pasada a la joven amablemente.

    -No sabía que hubieran criaturas así-expresó ella.
    -Antes no era tan grande, creció gracias a la sangre que le dimos durante años.
    -¿Yo también bebí esa sangre verdad?, por eso pude hablar con ella, además de desaparecer, y levantar este martillo cuando estuve luchando, ¿no?...díganme la verdad.

    Todos los allí presentes esperaron impacientes la respuesta de la niña de madera.
    -Somos vampiros, igual que Lord Kefka, o que tu ex maestro Elías. Cuando tu hermano entró a la corte de aquel hombre, nosotros enseguida lo empezamos a vigilar a el y a su familia, incluyéndote.
    -¿Por qué?
    -Por nuestra simple necesidad de saberlo y entenderlo todo, necesitamos saber lo que pasa a nuestro alrededor, es la única forma de estar seguros, y proteger nuestros tesoros.
    -¿…tesoros?
    -¡¿Quieres ver nuestro tesoro, dulce damisela?!-adelantó Lucio, está tras ESA pueeerta.

    Frente a ellos se erguía una titánica puerta de cobre y madera, de unos <st1:metricconverter productid="10 metros" w:st="on">10 metros</st1:metricconverter> de alto, con un exuberante escudo de armas pintado y tallado, mostrando unas banderas y unas máscaras las cuales parecían llorar en pena. Los diez vampiros se pusieron de a <st1:metricconverter productid="5 a" w:st="on">5 a</st1:metricconverter> cada lado de la gran puerta, y luego de balbucear un código que ella no pudo oír, se oyó como varios seguros y pesos eran quitados. Los 10 empujaron con todas sus fuerzas, y lentamente, centímetro a centímetro, y metro a metro, descubrieron ante los ojos de la joven la cosa más maravillosa que en su vida podría recordar.
    Frente a ella, se encontraba nada más y nada menos que una gigantesca ciudad, quizá del tamaño de la misma Constantinopla, pero incomparablemente hermosa. Su suelo de entrada estaba adornado con campos enteros de hongos de distintas formas y colores, helechos que arrojaban sus esporas al aire, y plantas de formas y colores que ella jamás había imaginado. Todo esto era bañado por una red de canales de agua, los cuales formaban cascadas, lagunas y fuentes, medida que bajaban una extraño sistema de terrazas y escaleras los cuales se combinaban en un aparente caos, lleno d eun verdadero orden. Más allá se encontraba la plaza y los edificios. Todos era una inmensa gruta, sujeta por descomunales columnas, labradas en piedra, hueso, e incluso mármol. Con esculturas que a medida que las escalaban, narraban la historia de vidas, batallas, construcciones, esperanzas y triztesas. Pero lo más increíble, eran las casas y edificios. Ninguno de estos tocaba el suelo más que por una simple escalera de mano, pues todos estaban labrados en las paredes de la ciudad, o sujetos a las mismas columnas y unidos por puentes colgantes a manera de calles. Iluminados con antorchas y luciérnagas, y adornados con helechos y musgos colgantes, y el canto de cigarras y grillos.
    Por la ciudad, se veía circular a sus cientos de habitantes, la gran mayoría eran animales gigantes de distintas clases, o humanos que trabajaban para los vampiros que los albergaban. Aun así, debía haber al menos unos treinta seres de la noche viviendo aquí, contando a su conocido grupo de actores.

    -¡Bienvenidaaaaa, a Phobooos!, la ciudad oculllta del clan Nosferatuuuu-anunció Lucio.
    -¿Realmente se pueden construir cosas así?-cuestionó la joven mientras miraba atónita.
    -¡Ja!, ¡vamos!, estamos en el siglo doce, ¡SOMOS MODERNOS!
    -Y ese mosaico tan grande…¿qué cuenta?
    -Es la historia de todos los vampiros-respondió Cristine-…hace milenios, Caín y Abel presentaron sus regalos a Dios para complacerlo, sin embargo, el ser de las alturas apreció más la carne animal ofrecida por Abel, ya que el había matado a sus corderos más queridos, y le dijo a Caín que si realmente quería darle un obsequio de verdad, debía sacrificar lo que más quería.
    -Lo que más quería…
    -Exacto, fue por eso, que el, para honrar a su señor, decidió sacrificar aquello que más amaba…su propio hermano. Mató a Abel, y lo presentó como ofrenda a su señor.
    -Pero la biblia lo muestra como un villano…al menos la parte que la gente conoce.
    -Dios lo vio como un criminal. Le exigió que se arrodillara y clamara perdón, pero el no lo hizo, pues veía su acto como algo digno y puro. Así que fue castigado, a jamás volver a ver la luz del sol, a temerle al fuego, y a beber sangre y comer ceniza, por el resto de la eternidad.
    -El creyó en una verdad, y la defendió, incluso contra un ser todopoderoso.
    -Así es-sonrió-el cargó su propio destino sin arrepentirse jamás, salió de las tierras donde vivía y vagó, hasta que se encontró con Lilith, la primera mujer.
    -Lilith…
    -Ella le enseñó a romper la realidad usando su sangre y a dar ese poder a otros a través de ella. Así el creó a tres vástagos de su sangre, quienes crearon a trece más, y de esos hijos, nacieron los trece clanes de vampiros.
    -¿Y cual de ellos trece es su padre?
    -El, Nosferatu le decimos, aunque su nombre ya se ha perdido junto con el. Era el más hermoso de los trece hijos de Caín, sin embargo, por su arrogancia, Caín mismo lo condenó a el y a todo su clan, a convertirse en los monstruos desfigurados…que somos nosotros.
    -Nadie capaz de construir esto…puede llamarse monstruo.
    -¡Por eso te escogimos!-declaró Lucio, por tu mente abierta, y tus sentimientos puros.
    -Podrás vivir con nosotros-siguió la niña de madera-pero no te daremos la inmortalidad-no mereces el castigo que nosotros llevamos viviendo tanto tiempo.
    -No deseo nada de ustedes, lo único que quiero, es recuperar a mi familia, y limpiar a este mundo de su corrupción.
    -Sobre eso…

    Cristine tomó a la pequeña del brazo, y la llevó a dar un paseo por los jardines de la ciudad, donde pudieran hablar con más tranquilidad.

    -Es posible-siguió-que cuando veas a tu hermano el ya no sea el mismo de antes.
    -¿Lo transformarán?
    -No solo eso…un vástago tiende a perder sus sentimientos con el tiempo, es lógico, después de ver sufrimiento y desesperanza por centurias, pero…el clan de Kefka, el Tzimitse, es distinto. Hay…algo…que hace que todos sin excepción, tarde o temprano se vuelvan monstruos, pero no del cuerpo como nosotros, si no del corazón. Lo he visto, como poco a poco comienzan a torturar, destruir y asesinar, pero no por un deber como el que tu te impusiste, sino por placer.
    -¿Y eso puede curarse?-preguntó la niña asustada.
    -No lo sé…pero si el ya fue transformado, ese proceso ya debe estar dándose.
    -¡No me importa lo que me pase!, ¡hallaré la cura para eso!, ¡por favor, prométeme que me ayudarás!
    -…yo…-la mira a los ojos-…está bien, lo prometo-sonríe, conmovida, y a la vez triste.

    Ante esa promesa, Camila simplemente se arrojó a abrazarla, agradecida. Cristine dudaba mucho poder cumplir una promesa como aquella, pero, la niña en frente suyo, era su primera amiga de verdad, en décadas.
    Durante 3 meses, la niña de Cernes vivió en la ciudad oculta, volviéndose más fuerte y diestra, aprendiendo a moverse sin ser vista, a manejar las armas de guerra, a conectar sus emociones con las de los seres vivos, a reconocer el verdadero valor de la información, pues los Nosferatu tenían la biblioteca de registros y noticias más grande de todo oriente, y muchos ghouls y vampiros del clan llegaban a Probos solo a consultarla. Y lo más importante, aprendió la verdadera senda del juicio, no matando a cualquiera que cometiera un error, sino discerniendo la delgada línea del bien y el mal, y comprendiendo, que en un mundo con tantas verdades como seres pisando la tierra, la única forma de juzgar verdaderamente, era comprendiendo al que estaba en frente suyo.
    Había pasado días y días registrando textos tratando de hallar alguna cura para esa supuesta enfermedad, sin embargo, ninguno de aquellos escritos era lo suficientemente detallado para ofrecer una solución concreta. Todo parecía seguir su continuo y progresivo camino, hasta que una noche, un vástago llegó a la ciudad corriendo desesperado, con una terrible noticia:

    -¡Los cruzados has desembarcado al oeste!, ¡atacaron Crisópolis!


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    Al sur de ese gran continente, la tropa sobreviviente de la batalla entre cruzados, ahora intentaba recuperarse de la terrible afrenta. Del inicial ejército de 10000 hombres que había partidos de Constantinopla, ahora solo quedaban 2000 leales a su patria, sin caballos, sin gran parte de su equipo de campamento, con pocas provisiones, y casi sin moral. Los 4000 traidores sobrevivientes, ahora se dirigían a toda marcha hacia la debilitada Bizancio, con intenciones de unirse a la cruzada venida de occidente. Incluyendo a Daniel, ahora llamado por sus maestros Destello, había solo 6 cainitas en la hueste. Lamentablemente, la necesidad de buscar agua y comida, más el hecho de que los vástagos no podían moverse de día, harían la travesía aun más lenta y desesperada, con grandes probabilidades de llegar tarde a defender su ciudad.
    El ejército se hallaba desmoronado, incluso muchos pensaban en rendirse, y salir de allí a intentar una nueva vida, fuera de sus tierras. Murmullos y quejas se oían por todas partes aquella noche, hasta que, luego de discutir brevemente, los líderes llamaron a asamblea. Igor intentó calmarlos con sus palabras, sin embargo el ejército no deseaba oír, hasta que, de la nada, Kefka salió al frente.

    -¡Hermanos!-inició el-¿piensan que todo está perdido?, ¿piensan que Dios los ha traicionado?, sé preguntan acaso, ¿qué sentido tiene haber salido a luchar en nombre de Dios, si ni siquiera hemos vislumbrado tierra santa, y ahora un enemigo formidable ataca nuestro hogar?, ¿quieren saber porqué realmente han venido a este viaje?, ¡busquen en sus corazones, en sus sentimientos, en sus recuerdos!, vinimos aquí, ¡para abrir los ojos!, para comprender, que tierra santa no está en esa ciudad relatada a nuestra imaginación, nuestra tierra santa, ¡es el lugar donde nuestras almas están!, ¡donde nosotros nacimos!, ¡crecimos!, ¡soñamos!, ¡amamos y sufrimos! Díganme, después de su familia, y de su dios, ¿qué puede ser más valioso para un hombre que su propia tierra?, ¿qué puede ser más hermoso, que aquel lugar donde el mundo los recibió?, ¿qué puede ser más hermoso, que aquello que les fue regalado desde el primer día en que nacieron?, hermanos míos, ¡quizá mañana caiga nuestro rey, quizá mañana caigan todos los estados, naciones y reinos, quizá mañana no seamos capaces de ver ni siquiera a nuestro dios!...pero…la tierra…¡siempre será tierra!, ¡nuestro hogar siempre será nuestro hogar!, nuestro hogar es…nuestra tierra…nuestra…¡Tierra Santa!




    -……EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!!!!!

    Y así las armas se levantaron en ovación, y sin perder ni un segundo más, el ejército cruzado emprendió su camino hacia el lugar que debían defender. Durante días, semanas, incluso meses, caminaron y caminaron solo parando a cazar y comer. Cada día se oían rezos y súplicas de los soldados, pidiendo por la seguridad de sus familias y seres queridos, y cada noche, los vástagos intentaban hallar una forma de llegar de vuelta más rápido y ser de ayuda a la ciudad que los necesitaba.

    -Los cruzados llegarán por la costa oeste, los traidores deberían unirse a ellos en ese momento, eso nos dará algunos días-comentó uno de los líderes.
    -Pero si llegamos a la ciudad por el frente, podrían confundirnos con ellos, debemos diseñar un modo de hacernos reconocer desde muy lejos-opinó otro.

    En medio de la discusión, Kefka llamó a Igor, para hablarle en privado.

    -Sé lo que se estará preguntando-declaró enseguida el LaSombra- porqué estoy con ustedes si Bizancio no es mi tierra.
    -Os escucho.
    -Mi guerra no es contra los invasores, sino contra los antiguos. Habemos algunos de mi clan, que poco a poco nos hemos cansado de ser sus peones en sus intrigas y guerras personales. Algunos ya están incluso dispuestos, a luchar contra ellos por su libertad.
    -Una rebelión, ¡qué estupidez!
    -Lo dice porque es el dueño de un castillo, ¿pero no fue lo mismo con usted cuando fue recién abrazado?, no todos los chiquillos ven a sus Sires como a un segundo padre, como lo hace Destello con usted. Le aseguro, que su propio clan, algún día pensará igual que los jóvenes del mío.
    -Parece que usted realmente no ha visto como son los antiguos. Yo he visto en persona al padre de mi clan y a su chiquillo directo, de cuarta generación. Su poder es tan devastador, que este ejército sería aniquilado solo por una mirada de ellos…de mis cuatro elegidos, una huyó cobardemente, y el otro desapareció. Dardo y Destello son los únicos que han demostrado que realmente puedo confiar en ellos.
    -Es más difícil una amistad verdadera entre dos vástagos, que hallar una mina de oro puro. Quizá algún día las cosas cambien, y podamos formar una sociedad donde todos los cainitas sean los hermanos que siempre debieron ser.
    -Déjeme solo por favor…tengo mucho que pensar.

    Mientras el ejército luchaba contra el sueño en su avance nocturno. El lord observaba a sus vasallos. Todos parecían niños en comparación con sus cientos de años de vida. ¿Valdría la pena la inmortalidad en un mundo tan lleno de sufrimiento?, ¿podrían jóvenes como esos dos vasallos, hacer un real cambio algún día?

    .o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.

    Durante el primer mes luego de anunciada la llegada de los cruzados a tierras bizantinas, solo hubo noticias de ataques a otras ciudades, aparentemente sin éxito. Ese tiempo fue el que aprovechó gente de pueblos pequeños y campestres, como Cernes, para llegar a refugiarse a Constantinopla. Poco después se vio la tropa venir desde el horizonte. Eran tantos como arena hay en la playa, y se veían tan decididos, como la ola que desea romper ante la costa.
    Ante tal noticia, los Nosferatu rápidamente llamaron a los ghouls humanos que tenían esparcidos por la ciudad a refugiarse, dejando solo a algunos espías. Las puertas de la ciudad subterránea fueron cerradas y todos sus túneles inundados.
    Entonces, el primer ataque ocurrió. Camila observaba como sus compañeros se refugiaban asustados, con su martillo en mano y una pizca de furia en sus puños. Lamentablemente era de día, y todos los vástagos estaban durmiendo.

    -¿No vamos a hacer nada?, somos muchos, ¡y fuertes!, ¡podemos ayudar!
    -Nuestros amos nos ordenaron quedarnos aquí, y defender Phobos-respondió un ghoul.

    Por suerte, el primer ataque fue rechazado. Dos semanas después los cruzados volvieron a atacar, esta vez con ganchos y escaleras. Una vez más fue de día, y los habitantes de Probos mostraron la misma actitud. Por suerte, también fueron rechazados.

    Dos semanas después, volvieron a arremeter, esta vez con torres de batalla del mismo alto que las murallas de la ciudad. Esta vez fue de noche. Camila estaba emocionada, y deseaba defender la ciudad con la esperanza de que su hermano y los cruzados de Bizancio volvieran. Sin embargo, ni los mismos Nosferatu deseaban salir a luchar.

    -¿Qué sucede?-preguntó ella-no se rendirán hasta conquistarnos, ¡debemos hacer algo!
    -Niña niña niñaaaa-respondió Lucio-hemos visto muchas muchas veces como ciudades y pueblos caen, si nos metemos en asuntos de humanos saldremos mal también, tenemos nuestra ciudad, y nuestra unión, es todo lo que necesitamos.
    -¡Es que no lo entienden!, si ellos toman la superficie, ¡también tarde o temprano vendrán aquí!, quizá los humanos no sepan de esta ciudad, ¿pero y qué de los vampiros que los controlan?, o me van a decir que este ejército no es la marioneta de algún vástago.
    -Si toman la ciudad, podemos huir niña, podemos construiiiiir nuestro mundo en otra paaaarte, nuestro tesoro está en nuestras MENTES y CORAZONES, allí nadie puede quitárnoslo.

    La niña, resignada, siguió escuchando a través de los conductos de aire las marchas, gritos e impactos de los soldados. La ciudad estaba a <st1:metricconverter productid="5 kil￳metros" w:st="on">5 kilómetros</st1:metricconverter> bajo tierra, pero por esos conductos, todo podía oírse. Apretó los puños sobre su martillo, pensando en cuanto debía sufrir aquella gente, en sus padres, y en su hermano, si es que estaba vivo, y si ahora venía o no en camino, antes habría tenido fe, pero ahora…
    En eso, de a poco los ruidos se calmaron, y minutos después, un espía tocó la puerta principal y dijo la contraseña.

    -¡Señores!-comunicó el-¡la batalla se ha detenido!, ¡el emperador huyó!, ¡la ciudad se rindió, y han aceptado hacer negociaciones!

    Los vástagos se reunieron, y rápidamente hicieron un plan para obtener información del exterior repartiéndose por la ciudad. Lo que luego se supo, fue que los cruzados habían aceptado parar el ataque a la ciudad, a cambio de que sacaran al emperador antes depuesto de la cárcel, y pusieran en el trono al hijo de este, quién les había pedido ayuda justamente para lograr estos objetivos. A cambio, este tipo les había prometido pagar su deuda con Venecia, y darles soldados y transporte para ir a Jerusalén.
    Parecía que podía haber alguna esperanza, sin embargo, un rato después volvió el cainita más antiguo de todos los de allí, con las peores noticias de todas.

    -He logrado infiltrarme en sus campamentos-dijo el-ellos se han dado cuenta que no tienen la potencia suficiente para tomar la ciudad, sin embargo, esperan refuerzos del sur, cruzados traidores de los que nosotros mismos mandamos hace ya 8 meses, y además, dicen que viene otro ejército desde el norte, conformado únicamente por vampiros y sus bestias de guerra.
    -Oseaaaaaa, que la negociación es soooooolo para ganar tiemmmpo-gritó Lucio.
    -Así es…dentro de un tiempo más, serán invencibles. Lo único que podemos hacer, es irnos de Phobos, llevarnos todo lo de valor y todo el conocimiento que podamos cargar, e iniciar otra ciudad, en otras tierras.

    Desde una esquina, la joven Camila solo observaba. Al clan Nosferatu se les llamaba las “Ratas de cloaca”. Para ella, ese apodo realmente comenzaba a tener sentido con la actitud que estaban demostrando. Decidió simplemente irse a su habitación, decepcionada.

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    Mientras, el ejército de Bizancio seguía avanzando sin descanso. Ya llevaban dos meses de correr y correr, solo pensando en sus hogares, y avivando como podían las esperanzas de que sus seres queridos aun siguieran con vida.
    Una noche, mientras todos se aprestaban para dormir, Destello caminaba por los pastizales, observando el cielo con los ojos tristes.
    Al ver eso, Dardo se le acercó.

    -¿Qué pasa amigo?, ¿crees que no llegaremos a tiempo?
    -No soporto ver que ellos se vallan a dormir, con nuestra ciudad probablemente sitiada, sé que tienen que descansar, pero…
    -¡Anda!, no te desanimes-bromeó Dardo-ya verás que llegamos antes de lo que tu mismo lo piensas, ¡y ya verás como junto al ejercito imperial les pateamos el culo!
    -¿Cómo puedes hablar así en estos momentos?-respondió Destello-¿acaso no te da miedo lo que pase?
    -No tengo familia en Constantinopla, todos están muy lejos de aquí.
    -¿Ah?
    -Hace tiempo, me confiaste tu mayor secreto, lo hiciste borracho, pero, aun así confiaste en mí.
    -¿¡O sea tu sabes qué…!?
    -Si…lo sé, pero no se lo he contado a nadie, porque también tengo un secreto.
    -¿Igual de terrible?
    -Podría decirse que si. La verdad…es que soy moro, y creo en Allah, igual que aquellos que ustedes pensaban derrotar. Vine a Bizancio simplemente a buscar fortuna, y pensaba traer a mi familia cuando todo fuera más estable.
    -Pero…yo pensaba que…
    -¿Qué los moros eran demonios asesinos y despiadados?

    En ese momento el recordó las palabras del viejo Dusirn, y por fin pudo comenzar a comprenderlas.

    -He estado en Jerusalem-siguió el-y al contrario de lo que puedas creer, allí viven moros, judíos, y también cristianos. El Corán nos enseña a aceptar a aquellos que piensan distinto, y a verlos como hermanos.
    -Creí que solo Jesús enseñaba cosas como esas.
    -¿Jesús?, he oído mucho de el. Es extraño, en <st1>la Biblia </st1>lo tratan como a un hijo directo de Allah, pero, en el Corán, es simplemente un profeta, con los oídos abiertos a su palabra. Incluso, según el Corán, Jesús no murió en la cruz, sino que cambió su rostro con el de Judas, y se escabulló mientras él era crucificado.
    -Pero… ¿entonces cual es la verdad?
    -La que tu corazón te dicte. Según el Corán, Allah, o Dios, tiene 99 nombres, más que suficientes para que toda la tierra pueda llamarlo de un modo distinto.
    -Entonces, algún día quizá pueda descubrir la forma en que yo debo llamarlo.
    -¿Guardarás mi secreto?
    -Si, igual que tu el mío… ¿pero, no te parece algo horrible?
    -Las cosas pasan por algo, si tu y tu hermana tienen esos sentimientos en sus corazones, no es por un simple capricho, algo…va a suceder.

    .o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.

    Y así, los cainitas del subsuelo, dedicaron las siguientes semanas a ordenar, seleccionar y empacar sus textos más valiosos, a reunir a sus ghouls tanto humanos como animales, y a escoger su ruta de escape y su nuevo destino. Durante ese tiempo se había vuelto común oír las protestas, conflictos y peleas, tanto de parte de mismo pueblo del nuevo emperador, como de los invasores, amenazando a los habitantes de la ciudad.
    Camila se hallaba desconsolada, encerrada en esa gruta, sin poder salir a ver que ocurría con sus padres ni a buscar noticias de su hermano, cada día que pasaba, se preocupaba más y más por el, y el hecho de antes haber querido olvidarlo, de alguna forma avivaba aun más esos recuerdos.
    Durante un rato, ella observó su rostro en el agua de una fuente. Se veía difuso, pálido por tantos meses viviendo en oscuridad. Se sentía tan inútil. Ninguna de las personas que conocía deseaba ayudarla o se encontraba cerca para ello, ya no había fuerzas superiores en las cuales creer. Se había dicho a sí misma que sus manos serían lo único en lo cual creería, pero ahora, ni eso le dejaban usar… ¿Había en alguna parte…algún poder que lograra sacarla de esta situación?

    -¿Qué pasa?-le preguntó su amiga de madera, quién venía llegando detrás suyo.
    -Son…mis sentimientos, aun no aprendo a controlarlos.
    -¿Piensas en tu familia verdad?, eras muy apegada a ellos, sobre todo a tu hermano.
    -…
    -Sabes, yo también tuve a alguien a quién quería más que a nadie.
    -¿En serio?
    -Si, pero lo perdí, antes de darme cuenta de lo mucho que me hacía falta.
    -Yo…se supone que debo ser fuerte, no debo depender de nadie, además, mis sentimientos hace tiempo que me traicionaron…
    -Niña, si hay algo que me ha enseñado vivir tanto tiempo, es que el corazón es más verdadero y fuerte que cualquier pensamiento que nos impongan, mírate a ti misma, y date cuenta de lo que en realidad sientes, sino lo haces ahora, después podría ser demasiado tarde.

    La niña miró a su amiga impresionada, volvió a mirarse a si misma en aquella fuente, y pensó en una respuesta, sin embargo, cuando estaba a punto de contestar. Un estruendo sonó en el exterior, e hizo temblar todo a su alrededor.

    -¡Nos atacan!-Gritó un Ghoul
    -Llegaron antes de lo que creímos…murmuró Cristine, ¡señor!, ¡¿qué hacemos?!

    El Nosferatu más anciano bajó la cabeza, meditando las miles de posibilidades en un instante, y declaró decidido.

    -Quemen todos los libros, nos iremos de aquí sin nada.

    Una cuadrilla de ghouls llegó al patio central cargando gran parte de los grandes libros, pergaminos, y rollos que antes habían sido llamados “tesoros” por los mismos dueños de aquella ciudad. Comenzaron a apilarlos en el lugar, hasta formar una gran montaña, de cientos y cientos de escrituras, y poco después, comenzaron a poner paja a su alrededor y entre sus recovecos. Ella vio un poco más allá, y divisó nada menos que a Lucio encendiendo una antorcha. Al parecer el era el único que estaba dispuesto a encender aquella hoguera. Todos los habitantes de la ciudad se reunieron en torno a aquella montaña, con sus ojos o llenos de forzada frialdad, o llenos de tristeza. La bufón, antes feliz y cómico en su actuar, ahora caminaba hacia los libros con la antorcha encendida, y su rostro incólume.
    En ese momento, Camila recordó cuando la azotaron hace ya tanto tiempo, y su hermano salió en su defensa, arriesgando su propia vida, fue en ese momento, cuando comprendió que si existían poderes mucho más fuertes que las manos de una persona, y sin dudarlo más, se subió a una columna rota a la mitad, y gritó a la multitud.

    -¡Esperen!, ¡ellos no son invencibles!, ¡aun podemos proteger nuestra ciudad!
    -Niña-dijo su amiga sujetando aquel fuego-no somos un clan guerrero, nosotros…
    -¿Qué?, ¿qué vas a decir?, ¿que somos alimañas, escoria, monstruos?, ¡Miren esta ciudad!, ¡miren lo que están apunto de destruir!, ¡mírense a si mismos! ¡¿Es que acaso no se han dado cuenta?!, ¡han gastado tanto tiempo diciéndose a si mismos que no valen nada, que no han siquiera notado que poseen maravillas mil veces más hermosas que las de allá afuera!, ¡poseen su unión!, ¡poseen la claridad de ver la belleza de aquello que los otros odian!, ¡poseen su amor de los unos por los otros!, ¡tienen…el PODER, de hacer cosas hermosas, con SU esfuerzo! ¡Y Aquí!, ¡en esta ciudad!, y en eso que están apunto de quemar, ¡está el fruto de esa unión!, ¡esa claridad!, ¡ese amor!, ¡está el fruto y el sudor de SUS manos! ¿Acaso no nos convertiremos justamente en esa escoria que detestamos si dejamos caer esa antorcha encima de aquello que nos ha costado tanto trabajo, sudor, sacrificio y sufrimiento? Quizá hallemos la muerte peleando por esto, quizá vivamos si huimos ahora…pero… ¿valdrá la pena vivir la eternidad sabiendo que pudimos defender aquello que amábamos y en vez de eso huimos cobardemente?, ¿podremos decirle a nuestros hijos, que dejamos que alguien más nos quitara todo lo que habíamos construido con NUESTRAS MANOS, y que JAMÁS PODREMOS RECUPERAR, sin siquiera defenderlo?...dejen caer esa antorcha, y seremos miserables por siempre, tomen sus armas y LUCHEN, y por una vez, ¡podremos decirle al mundo!...¡QUÉ JAMÁS PODRÁN QUITARNOS NUESTRA TIERRA!

    La antorcha cayó al suelo, junto con las mochilas y las lágrimas de todos los allí presentes. De un instante al otro, todo el miedo, la desesperanza y la confusión se transformaron en rabia, emoción y fuerza, una descomunal y explosiva fuerza, que hizo que todos, sin excepción, tomaran sus armas, llamaran a sus animales de guerra, desbloquearan los túneles, abrieran las puertas, y salieran en un solo gran grito inundando todos los túneles subterráneos con su furia, destrozaran de un solo gran golpe el pavimento que los separaba de la superficie, y arremetieran contra el enemigo que acababa de derrumbar las puertas de la ciudad.

    .o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.o0o.

    El ejército cruzado se encontraba a solo unas pocas horas de la ciudad, habían logrado mantenerse a solo un día de los traidores. Ahora por fin divisaban las murallas de su querida Constantinopla. Y a la distancia, ya eran capaces de ver las bolas de fuego arrojadas por las catapultas.

    -Por fín-suspiró Dardo-Destello, ya es hora.
    -Si-dijo el sacando su espada.
    -¡Caballeros!, ¡tienen treinta segundos para hacerle su última petición a Dios!

    Todos los hospitalarios y templarios se arrodillaron frente a los teutónicos pidiéndoles una bendición, ya habían a prendido a respetarlos, como mensajeros de la palabra. Incluso el mismo Dardo hizo en secreto una oración a Allah, sin embargo, Destello se encontraba dudoso, y no halló nada mejor que acercarse a su sire, en busca de consejo.

    -Señor-murmuró el-todos tienen un Dios al cual rezarle, pero yo, he visto más de un dios, más de una forma de ver la vida, y ninguna parece ser mejor que la otra. ¿En qué puedo creer.

    Kefka tomó dos puñados de tierra del suelo, y se los mostró, dejándolos desarmarse en sus manos.

    -Recuerda esto hijo mío, podrán caer los reyes, podrán caer las naciones, podrán caer los ideales, e incluso los dioses, pero <st1>la tierra</st1> siempre será TIERRA.

    El niño tomó aquellos puñados en sus manos y los guardó en sus bolsillos. Miró nuevamente a la ciudad que debía defender, mientras todos los caballeros se ponían de pié, sin embargo, repentinamente un temblor los sacó de su meditación, seguido de otro, y otro…y otro. Todos miraron hacia el norte, divisando la figura de dos monstruosas bestias de batalla, las cuales caminaban pesadamente hacia la ciudad, rodeadas de un extraño ejército.

    -Vozhd y Slatzchas de guerra-intuyó sorprendido el Tzimitse.
    -Son las bestias de carne que hace vuestro clan ¿cierto?-preguntó irónicamente Igor-lo ve…le dije que tarde o temprano debería luchar contra su propia estirpe.

    Kefka apretó las manos furioso.

    -No me importa quién sea, Bizancio es mi tierra-miró a sus hombres-¡Caballeros, no hay que dejar que lleguen a las murallas!

    Todos los cruzados levantaron sus espadas, ahora, viendo a los demonios que se dirigían a su hogar, estaban más seguros que nunca que su batalla era en nombre de Dios.
    Destello, con su tierra guardada y el viento rozando su rostro, levantó su espada enfrente de la cuadrilla que le habían asignado comandar y apuntó a su ciudad.

    -¡TIERRA SANTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

    -EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!!!!!!!!!

    Y así, el ejército cruzado se lanzó a la batalla.
     
  8.  
    Khei

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Me has dejado igual que Oni, viciada ._. !!

    Me dejaste helada con lo de Cristine, pense que era cualuier cosa menos lo que en realida es :eek: !!

    Y Susanita ¬¬!!
     
  9.  
    Viuh Aran

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Capítulo 7: Amor

    El ataque cruzado había llegado casi por sorpresa. Estratégicamente, habían cargado 5 de sus recién construidas catapultas y las habían disparado al mismo tiempo contra la puerta principal de la ciudad. En solo unos minutos un centenar de caballeros ya estaban corriendo para atravesar aquella frontera, esperando una victoria casi segura, sin embargo, no llevaban ni dos minutos peleado por su posición adentro, cuando de la nada el suelo se rompió. Y cuando vieron salir a ESE montón de ratas y arañas gigantes, junto con ESE centenar de monstruos desfigurados armados con armas que ningún humano podría levantar y trayendo a ESE reptil de <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-com:office:smarttags" /><st1:metricconverter w:st="on" ProductID="8 metros">8 metros</st1:metricconverter> de largo, todos enseguida dudaron de seguir adelante.
    La sorpresa y el desconcierto de la llegada de aquellos engendros, junto con la reacción de los bizantinos cuando vieron que luchaban de su lado, hizo paulatinamente retroceder a los invasores.

    -¡Hay que bloquear la puerta!-Gritó Lucio

    En ese preciso instante, un Nosferatu que hasta el momento solo había permanecido callado, sin participar de las decisiones, se apresuró a correr devuelta a las alcantarillas, y en pocos segundos volvió trayendo en sus brazos nada menos que una columna arrancada del subterráneo. Anunció que lo cubrieran, y mientras así lo hacía el resto, puso la columna en medio de la brecha. Notando la idea de este perspicaz vástago, el resto de los seres nocturnos comenzaron a traer (o fabricar) escombros de roca, los cuales arrojaron y pusieron taponando la puerta, hasta que ya era para los invasores prácticamente imposible entrar sin escalar la montaña de piedras y exponerse a sus enemigos.

    -¡Fuego enemigo!-se oyó gritar desde lo alto de las murallas.

    Era la segunda ola de piedras, las cuales sobrepasaron el muro y fueron a dar directamente sobre las casas.

    -¡Hay que refugiar a la gente!-anunció Camila pensando en sus padres.
    -¡Todos los soldados están peleando!-respondió Cristine.
    -¡Entonces lo haré yo misma!

    La niña corrió observando qué lugar de la ciudad serviría para refugiar a la gente. Notando fácilmente el lugar más obvio, la catedral de santa Sofía. Llegó al lugar decidida a pedirle ayuda al Patriarca, sin embargo, lo que vio no era precisamente lo que esperaba: el Patriarca mismo, escoltado por su guardia personal, salían del lugar en una carroza.

    -¡Señor!-Gritó ella-¡la gente necesita refugio!
    -¡El Patriaca es prioridad!-refutó uno de los guardias mientras cerraba el último de varios candados que sostenían la puerta.
    -¡Entonces llévatelo!-tronó ella mientras de un solo martillazo destrozaba las cadenas.

    Ella abrió las puertas de par en par. Adentro, se hallaban algunos sacerdotes y varias monjas refugiadas. Era realmente decepcionante pensar que el Patriarca los dejaba allí a su suerte mientras huía de forma cobarde. Ignorando a la gente de adentro, corrió hacia lo más alto de la catedral, rompiendo las puertas a su paso, llegó hasta la campana principal, y la hizo sonar tan fuerte como lo habrían hecho tres hombres, derramando su tañido por toda la ciudad.

    Mientras el ejército cruzado corría hacia la horda de monstruos que se dirigía hacia el flanco desprotegido de las murallas. Las criaturas, eran nada menos que seres humanos, los cuales habían sido modificados mediante el arte de moldear la carne. Algunos eran Ghouls. Aun tenían semblante de hombres, adornados solo con grandes colmillos, cuernos, y armaduras más pesadas de lo que una persona normal habría podido llevar. Otros, habían sido convertidos en bestias de batalla, andando en 4, 6, u 8 patas, esgrimiendo filosas colas, corazas de hueso, varias cabezas y una conducta absolutamente animalesca, esos eran los Slatzchas. Y por último, los 2 Vozhd. Colosales bestias de no menos de treinta metros de alto, hechas con la carne de decenas o cientos de personas y animales. El primero parecía un inmenso dragón, de tres ojos, el cual caminaba en dos patas y arrojada espinas desde su abultado estómago lleno de rostros en pena, el segundo, parecía un demonio bestial, con un cuerpo esquelético el cual dejaba ver muchos de sus músculos y tendones, con una enorme y sinuosa cola con una afilada guadaña en su extremo, una cabeza que recordaba levemente a un pájaro reptilesco, e imponentes alas membranosas que le ayudaban a planear.

    -Si fueran solo los pequeños, podríamos, pero los grandes…-balbuceó Dardo.
    -Lord Kefka-preguntó Igor-todas esas cosas son Ghouls ¿cierto?
    -Si.
    -Bien…¡Cúbranme, yo me encargo de los grandes!

    Los cruzados superaban levemente en número a los monstruos, así que decidieron atacar de dos flancos a la vez. Primero partieron arrojando flechas a los enemigos pequeños, y cuando los grandes desviaron su vista hacia ellos, Igor salió al frente, acumuló toda su sombra en una de sus manos, y formó un cubo de oscuridad de proporciones titánicas, el cual envolvió a los dos Vozhd y a los enemigos cercanos. Estos, tomados por sorpresa, forcejearon desesperados mientras la sustancia los ahogaba. Ante tal situación, todos los enemigos pequeños se arrojaron contra los defensores.

    -¡Protejan a Lord Igor!-ordenó Dardo.

    Las guardias del Águila y <st1:PersonName w:st="on" ProductID="la Mariposa">la Mariposa</st1:PersonName> nocturna se desplegaron mientras los arqueros re replegaban. Un slatzcha con forma de escorpión llegó frente a Destello e intentó ensartarlo en un aguijón. El logró protegerse con su escudo y cortó un nervio evidentemente vulnerable que daba vueltas a su cuello, la cabeza del animal dejó de moverse, sin embargo, la bestia seguía dando zarpasos. Ante lo cual tuvo que retroceder.

    -No pienses con esa lógica-le advirtió Kefka desde lejos.
    -Si al menos tuviera el don de ver más allá de los ojos-pensó-notaría su punto débil.

    Siguió dando pasos hacia atrás mientras esquivaba los azarosos golpes de su enemigo. Se fijó en la dirección de sus terminales nerviosas, hasta que notó que todas confluían en el centro de su cuerpo. Notando eso, hizo un arriesgado movimiento: se arrastró lo más rápido que pudo hasta debajo de la criatura, y clavó su espada justo en ese punto, segundos después, el slatzcha dejó de moverse.
    Cuando salió de debajo de este, la tropa de monstruos, mucho más rápida que los cruzados con sus pesadas armaduras, había rodeado a sus enemigos.

    -¡Arqueros al centro!-ordenó el.

    Flechas y espinas volaron en ambos sentidos. Y la sangre y el sudor caían mientras los arqueros trataban afanosamente de obedecer mientras los otros guerreros los cubrían. Por todos lados de oían gritos de valor y de dolor, crujidos de huesos siendo destrozados y espadas quebradas, y el rugido de los monstruos dando su último aliento.
    Cuando los guerreros se vieron mortalmente apretados unos contra otros. El mismo Kefka salió al frente, sacó su espada especial, hecha con las vértebras de algún enemigo del pasado, y la agitó contra una bestia, la espada de movió como si fuera un látigo afilado, y de un solo golpe envolvió el cuello del animal y lo arrancó de cuajo.

    -¡No se rindaaaaaaaaaaan!-exclamó el.
    -¡Son demaciado fuertes!-declaró Igor-¡No podré con los dos!
    -¡Logralo o te mataré yo mismo!
    -¡No puedes!, ¡estamos vinculados por sangre!
    -¡Guajajaajjajajajaja!-rieron los dos

    Sin embargo, Igor tenía razón, el cubo de sombra era golpeado más y más fuerte por los titanes en su interior, y parecía que pronto fuera a deformarse. De pronto, un Slatzcha del porte de un elefante embistió y arrojó lejos a un par de caballeros con sus terribles mandíbulas dirigiéndose hacia el LaSombra.

    -¡Ni lo sueñes!-gritó Dardo

    Dardo corrió hacia la criatura, y usando su súper fuerza, dio un salto lo suficientemente grande para clavar su espada en el lomo de la bestia y quedar colgando de esta. Dando un grito de batalla hizo fuerza con sus brazos hasta poder montarse en la bestia, usando su moldeo de carne desarmó su coraza de hueso y clavó su arma en medio de sus nervios. El enemigo se desplomó poco después. Sin embargo, eso era solo una distracción, pues de un lugar que nadie divisó volaron una docena de grandes espinas directo a Igor.

    -¡Mierda!-exclamó Dardo sabiendo que no estaba cerca para bloquearlo.
    -AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!!!-se escuchó venir.

    Era destello, quién usando su gran velocidad de arrojó y bloqueó la mayoría de las espinas, con su escudo, su armadura, y su propio cuerpo.
    Solo dos espinas impactaron al dueño del cubo de sombra, pero, eso fue lo suficiente para desconcentrarlo un instante y hacerlo soltar a una de sus presas, de trataba de demonio volador. El gigante rápidamente comenzó a moverse hacia las murallas de la ciudad. Kefka, destrozó a otro enemigo y corrió hacia la criatura para detenerla, sin embargo, más espinas cayeron a centímetros de sus pies. Poco después una silueta encapuchada cayó en frente del Lord.

    -¡Quién demonios eres!-dijo el.
    -¿No me reconoce?
    -…tu…

    La figura se quitó su máscara, se trataba de Ciro, el mago sirviente de Kefka.

    -Traidor-expresó el señor-¡Apártate!

    El lord lo golpeó con su espada, sin embargo esta no le hizo casi ningún daño.

    -¡Qué!-pensó el asombrándose de que de pronto se hubiera hecho tan fuerte.
    -Usted no pasará de aquí…señor.

    Ambos comenzaron a luchar de forma pareja, no era posible para Kefka detener a la bestia gigante ahora. La situación parecía perdida, sin embargo.

    -¡No tocarás mi tierra!-esgrimió Destello mientras corría a toda velocidad contra el gigante.

    El Vozdh simplemente avanzó sin hacer caso a las decenas de flechas que le llegaban encima y apartando a los pocos caballeros que lo encararon como si fueran insectos. Fue en ese momento, justo cuando se disponía a despegar, que el pequeño cruzado se colgó de su cola, y salió volando junto a este.

    Mientras tanto los cruzados invasores ya habían alcanzado las murallas de la ciudad con sus torres y escaleras. La campana de santa Sofía recién había parado de soñar, cuando los últimos refugiados entraron a resguardarse.

    -Lo logré-pensó Camila sonriendo para si misma

    Cual sería su sorpresa, cuando un manto de tinieblas envolvió todo el edificio, dejándola a ella en total oscuridad. Ella conocía esa técnica, era el Sudario de Elías, solo con suerte había escapado una vez de el, pero ahora, también envolvía a los refugiados.

    -¡Oh no!-pensó desesperada-¡los he traído a la muerte!

    Sin embargo, en un instante el Sudario de desvaneció, Camila cayó de rodillas al suelo, y justo entonces pudo ver lo ocurrido: el LaSombra, parado en el techo del edificio del frente, estaba siendo atacado por una bandada de pájaros.

    -¡Camila!-Gritó Cristine-¡Defiende las murallas, yo me encargo de el!
    -¡Pero!
    -¡Olvídate de mi!, ¡Ve ya!

    La niña corrió todo el camino de vuelta, cada vez más cansada, pero, teniendo confianza en su maestra.

    -Por fin podremos terminar esta pelea-balbuceó ella apretando sus puños de madera.

    El Inquisidor simplemente guardó silencio, su imagen era terriblemente imponente, sus vestiduras, su armadura plateada, su espada con llamas talladas, y la gran belleza de su rostro, lo hacían ver verdaderamente como una ángel.

    -Está escrito, que todos los infieles han de caer, la iglesia de Bizancio no es más que una burla y una blasfemia a las leyes de Dios.
    -Dios solo está en un lugar, y es, ¡en las mentes y corazones de aquellos que creen!

    El Inquisidor invocó media docena de sus terribles tentáculos de sombra, mientras la niña de madera, simplemente disipaba a los animales que había invocado.
    Uno a uno los brazos del abismo embistieron contra ella, destrozando las débiles casas de paja que estorbaban a su paso. La niña, cuando no pudo seguir evitándolos, desapareció. Poco después apareció en frente de su enemigo lista para golpearlo, pero este ya esperaba ese movimiento y lo bloqueó con otro tentáculo, para luego envolverla.
    El sacó su espada dispuesto a pronunciar su juicio sin embargo ella lanzó un grito de batalla, y solo con su fuerza física, destrozó el brazo de oscuridad.

    -¡¡¡Toma!!!-gritó ella lanzando un golpe.

    El, repentinamente desapareció, metiéndose dentro de una sombra. Ella notando la situación, volvió a hacerse invisible. Ambos esperaron ocultos, al primer movimiento en falso para atacar.

    Mientras, Camila subía a las murallas de la ciudad. Las torres, cubiertas por los tiros de catapulta, ya habían abierto sus puertas en la cima de estas dejando salir soldados, y algunas escaleras ya comenzaban a subir. La situación se volvía insostenible.

    -¡Repliéguense!-ordenó Lucio.

    Los caballeros y animales de los Nosferatu empezaron a replegarse ala parte sur de la muralla. Por desgracia, la niña había subido por la parte norte. Ahora los invasores estaban justo entre ella y sus aliados. Y por si fuera poco, un rostro conocido subía por las escaleras, se trataba de Wilhem. Ambos se miraron por un instante, sin poder evitar la impresión.

    -Querida, ¿no deberías estar en el refugio?, ¡ve ya!
    -No soy la misma de antes, voy a defender a mi familia y a mi ciudad.
    -¿Ah si?, ¿y a cuantos cruzados vas a matar con tu martillito?

    Ella cortó la gruesa cuerda que sostenía a una escalera de un solo golpe, la escalera cayó los treinta metros de la gran muralla…8 cruzados menos.

    -¡Como te atreves!, ¡el destino de esta ciudad es caer!, ¡y el tuyo!, ¡es someterte a mi!, ¡porque tu me amas!
    -……….NO.
    -Caballeros, apártense, esta desgraciada es MIA.

    Los cruzados invasores hicieron un círculo alrededor de ambos. Wilhem sacó su espada, y se aprestó a escarmentar a la niña., ella, simplemente se puso en guardia con su martillo.

    -Tu hermano no vendrá a salvarte esta vez.
    -No…esta vez…los dos lucharemos juntos.
    -¡Insolente!

    Los metales chocaron, comenzando una nueva pelea.

    Mientras, Igor ya sentía como la bestia atrapada en su cubo de oscuridad ya comenzaba a desfallecer por ahogamiento.

    -¡Dardo!-gritó el-¡ayúdame a botarlo de espalda!

    Dardo vio la posición de sus enemigos, y enseguida comprendió el plan. Igor desarmó el cubo descubriendo al monstruo ya muerto. Enseguida todos los soldados a la orden de dardo embistieron el cuerpo con toda su fuerza. El mismo vampiro invocó sus propios tentáculos de sombra y ayudó a empujar, así, el cuerpo sin vida terminó cayendo de espalda, y aplastando a una treintena de slatzchas que se encontraban tras el.

    -EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!-exclamaron los soldados.

    Fue en ese instante cuando Kefka llegó de un salto hasta ellos, con su espada rota.

    -No lo entiendo-declaró el-¡¿por qué es tan fuerte?!

    Frente a los dos Lord se encontraba Ciro, con su cuerpo ya desangrado por la batalla, sin embargo, su sonrisa seguía siendo la misma, como si el dolor ni siquiera le estorbara.

    -Jmjmjmjm, ¿acaso dos vástagos antiguos de octava y novena generación no pueden contra un simple aprendiz?
    -¿Qué?-se sorprendió Kefka-…Ciro no tenía como saber eso, ni mucho menos esas habilidades…¡¿Quién eres?!
    -De traidores como Igor de Munhen entiendo una tontería como defender esta ciudad, pero usted gran Kefka, aun puede pasarse al bando ganador, los antiguos de los altos clanes han decidido ya el destino de este imperio, si no cae ahora, lo hará después.
    -Esta…es…¡Mi tierra!, no me importa a quién sirvas, ¡defenderé este lugar!

    De la nada, la boca de Ciro se abrió 7 u 8 veces más de lo normal, dislocando su mandíbula y destrozando su piel. De adentro comenzó a surgir una masa de carne venosa y latente, la cual botó a aquel cuerpo tal cual una serpiente muda su piel, y luego se moldeó a si misma, hasta tomar la forma de una mujer de cabellos largos, lisos y oscuros como el abismo, y de una mirada sádica y llena de maldad.
    -Usó el cuerpo de Ciro para ocultarse todo este tiempo-declaró Igor impresionado-…¡Tu fuiste la que hizo a la cruzada traicionarse a si misma!
    -Mi nombre es Sándalo, y sirvo al omnipotente sacerdote de la carne, Yorac.

    Ante el solo pronunciar de ese nombre, el cuerpo de Kefka tembló.

    -Yorac…-Tenía razón señor Igor, esta lucha es, contra nuestros propios antiguos, si esta mujer dice la verdad, debe ser por lo menos de sexta generación.
    -¿Podremos con alguien así?
    -Solo si trabajamos juntos, y usamos nuestra artillería pesada.

    El señor de Cernes se concentró, enfocando todo el poder de su sangre en su propia carne. Su cuerpo entonces comenzó a bullir, todas sus venas y arterias se hincharon, sus músculos se inflaron y sus huesos tronaron mientras su cuerpo crecía a proporciones inhumanas. Impresionantes garras crecieron en sus manos y pies; púas surgieron de varias partes de su ser; tres pares de mandíbulas insectoides surgieron de su boca, sus ojos se multiplicaron, y dos majestuosas antenas parecidas a las de una mariposa nocturna aparecieron en su frente, lo único que le faltaba, eran las alas.
    Viendo eso, Igor hizo un gesto con sus manos, y toda la oscuridad circundante lo envolvió, haciéndolo crecer en fuerza e imponencia y dotándolo de varios pares de tentáculos oscuros que nacían de su espalda.

    -Interesante-expresó la mujer-un Zulu con forma de insecto, y una forma tenebrosa con muchos tentáculos…TIEMBLEN.

    Esta vez el cuerpo de ella se convulsionó, toda su carne emergió en una serie de explosiones internas, que fue generando músculos sobre músculos, espinas sobre espinas y dientes sobre dientes, en el tiempo de un solo rugido, ella pasó a ser un monstruo de tres metros, con una boca capaz de engullir dos cabezas humanas de un bocado, con dos hileras de filosos dientes, y una lengua capaz de ahorcar a una persona, seis ojos llenos de sadismo, un cuerpo formado por decenas de bultos musculosos latentes, y espinas apuntando en todas direcciones. Sus dedos se habían alargado y creado garras del porte de dagas, y por si fuera poco sus brazos y dedos formaban una tela membranosa. Este engendro quiróptero si era capaz de volar.
    Las tres criaturas de miraron fijamente solo un instante, y acto seguido, se arrojaron a la batalla.

    Ya varias casas habían caído arrasadas por los tentáculos del inquisidor, el tenía todos sus flancos cubiertos, la única esperanza de Cristine era escabullirse con su invisibilidad y golpearlo cuando bajara la guardia. Elías, notando que ella no se descubriría así como así, liberó de su mano el cubo de sombra que aun tenía guardado, y envolvió a la catedral. La niña de madera, indispuesta a caer en esa trampa, invocó una bandada de pájaros, los cuales empezaron a dar vueltas alrededor de el distrayendo su vista. Fue entonces cuando se arrojó corriendo, esquivó fácilmente dos brazos del abismo, saltó hacia el, quitando su capa de ofuscación en el ultimo segundo antes de golpearlo…

    -Te tengo-pensó al LaSombra.

    El la miró fijamente a los ojos, y utilizó el único poder que hasta ahora no había mostrado: el control mental.

    -Detente-le ordenó.

    Ella detuvo su ataque.

    -Quieta.

    Ella se quedó inmóvil frente a el. El desenvainó su espada sin dejar de mirarla a los ojos.

    -¡Déjalaaaaaaaaa!-rugió Lucio que venía corriendo desde lejos.

    Elías, ante la llegada de un nuevo enemigo, actuó lo más rápido que pudo, moviendo el cubo de sombra desde la catedral hasta el, lo cual lo atrapó inmediatamente, y luego dirigiendo todos sus tentáculos a atravesarlo, estos entraron al la mancha oscura, y salieron cubiertos de sangre. Fue en ese instante cuando Cristine salió de su trance, quebró su espada de un golpe, y luego con ambas manos le molió la cabeza.
    El cuerpo inerte del Inquisidor cayó al suelo, en silencio. La niña de madera corrió hacia su amigo, encontrándolo totalmente destrozado. Ante tan terrible escena, no pudo hacer más que agachar su cabeza, y llorar.

    Mientras, las alas del Vozhd alado batían llegando a las murallas de la ciudad. Destello hacía uso de todas sus fuerzas para seguir colgando de la criatura, mientras esta se sacudía intentando botarlo.

    -A este paso caeré-pensó-si al menos pudiera, usar el poder de la carne…hasta ahora solo he podido manejar cosas superficiales…¡debo intentarlo!

    El enfocó la fuerza de su sangre en la palma de su mano, para tratar de fusionarla con la carne de su enemigo y así sujetarse. Primero su mano simplemente se quedó encima de aquella piel, sin embargo. Mientras más el se esforzaba por concentrarse, más calor surgía en esos tejidos, hasta que estos empezaron a bullir convertidos en una especie de pasta y se pegaron a la piel del niño.

    -¡Lo logré!

    Lentamente el fue escalando por la cola y luego el lomo del animal, hasta que por fin pudo llegar a la base de su cuello y clavar su espada allí. El ser alado se estremeció de dolor y se sacudió con aun más fuerza, mientras Destello se sujetaba lo más fuerte que podía de su espada y de su mano pegada. Pronto la muralla de Constantinopla se hizo visible, y poco después ya estaban volando sobre las casas de la ciudad, lo único que impedía que el monstruo volador atacara el lugar, era el dolor de su cuello que lo hacía retorcerse y volar sin un sentido real.
    El joven cruzado aun pensaba en como salir de esa desesperada situación, cuando divisó a lo lejos, en la cima de la muralla norte, el inconfundible brillo rojizo del cabello de su hermana. En ese instante instintivamente movió la espada tratando de dirigir a la criatura hacia aquel lugar, gran error, pues esta se estrelló pesadamente contra la pared, hiriendo a varios guerreros tanto aliados como enemigos.

    -¡Daniel!-Gritó ella asustada.

    Ese instante, fue el que aprovechó Wilhem para partir a la mitad el mango de su martillo de un espadazo, y acto seguido, atravesarle el pecho.

    -Jm, que desperdicio-murmuró el cínicamente-…¡¿venías a salvarla?!, ¡pues aquí la tienes!

    Arroja el cuerpo de ella al suelo. En ese momento, los vampiros allí restantes se arrojaron contra el monstruo estrellado con toda clase de ataques, sin embargo, sucedió algo que ninguno de ellos había calculado, en el momento, en que todos impactaron contra la criatura con su fuerza sobre humana…la pared colapsó, llevándose consigo a todos los allí presentes, y dejando una brecha de varios metros, por la cual los invasores empezaron a entrar a la ciudad.
    Wilhem se acercó al borde que aquella caída.

    -Tontos-expresó-creían que podían detener al ejército bendito por Dios…el destino de esta ciudad es caer, y junto con su caída, comienza mi gloria.

    El miró hacia abajo, y se halló nada menos que al joven cruzado colgando de una de las trisaduras de la pared.

    -¡¡¡ROOOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAARRR!!!

    Las tres bestias chocaron en un estallido sin igual de fuerza. Tanto Igor como Kefka enseguida intentaron atravesar la carne de su enemiga, siendo detenidos por la descomunal fuerza de sus brazos. Poco después los bultos espinosos se Sándalo se empezaron a inflar, mientras ella retenía a ambos de los brazos.

    -¡Va a estallar!-pensó el LaSombra.

    Y eso justamente pasó, todos los bultos explotaron lanzando incontables espinas de hueso contra ambos vampiros. Kefka fue seriamente herido por ese ataque, sin embargo Igor alcanzó a ocupar otra de sus técnicas, transformándose en oscuridad pura y evitando el daño físico.

    -Jmjmjm-murmuró ella-quizá pueda escapar así, pero, ¿dejará su vínculo de sangre que yo termine con su amigo?
    -Maldición-pensó-sabe que mientras estemos vinculados no podré dejar que lo maten.

    Miró a todos lados, buscando desesperadamente una solución, su compañero de batalla sangraba por todos lados, formando un gran charco de sangre cada segundo que pasaba. La mujer se acercó al lord herido, levantó su terrible garra lista para acabarlo, lanzó su golpe viendo como Igor pasaba nuevamente a forma humana en un intento por ayudarlo, sin embargo, en el último instante, el cuerpo de Kefka de transformó completamente en sangre, y entró en su rival por una herida que había alcanzado a hacerle en la primera embestida.
    Comprendiendo que el Tzimitse tenía un plan, el LaSombra invocó un solo tentáculo con la fuerza de muchos, y sujetó a su rival.

    -No sé lo que intentas-pensó él-¡pero por favor lógralo!
    -Si me convierto también en sangre-pensó ella-el la sombra tratará de beberme, eso es lo que este otro quiere, pero…mi carne tiene más resistencia y fortaleza de la que ellos creen.

    Poco a poco los esfuerzos hechos por Kefka desde el interior se hicieron más y más débiles.

    -¡Sal de allí!-gritó el del tentáculo- ¡si asimila tu sangre se llevará tu alma también!
    -Jmjmjmjm, en el momento que tu amigo no tenga fuerza para transformarse, será mío, y el siguiente serás tú, ese es siempre el final de los débiles.

    De pronto, un estallido de lucidez llegó a la mente del caballero de Munhen.

    -No…¡si luchan juntos!

    En un solo movimiento deshizo el tentáculo, y se transformó en oscuridad nuevamente. Su enemiga, confundida, no alcanzó a sentir cuando esta oscuridad entró a su cuerpo por su boca, y antes de que pudiera reaccionar, ambos vampiros forcejeaban en conjunto desde adentro, usando toda su fuerza, y su voluntad. En un último intento por vivir, la sirvienta del sacerdote de la carne, trató de convertirse en sangre, sin embargo, lo único que alcanzó a hacer fue esgrimir un rugido de dolor, poco antes de que su cuerpo estallara en pedazos, destrozado por dos monstruos que salían rugiendo de su interior.
    El LaSombra volvió a su forma humana y calló de rodillas exhausto, mientras cerca de ellos, sus caballeros terminaban con los últimos slatzcha.

    -Lo logramos-suspiró
    -No cante victoria aun, ¡caballeros!, ¡a la ciudad!

    Mientras, en las murallas, Destello luchaba por no caer al vacío. Wilhem ya esgrimía su espada, dispuesto a hacerlo caer de una forma u otra.

    -Todo esto es tu culpa-declaró el invasor-tu corrompiste a tu hermana, tu la hiciste revelarse contra SU deber y SU destino. Tu y tus estúpidas ideas, ¡nunca comprendiste como ser un verdadero hombre!, ¡un hombre de poder, y fuerza! Pero ya es lo de menos, espero que la muerte sea un buen escarmiento para ella.

    Ante esas últimas palabras, la fuerza en las manos de Destello desapareció, aquello por lo que había luchado desde el principio, por lo que había sufrido, e invertido todas sus esperanzas, ahora simplemente, le había sido arrebatado de un simple estoque.
    Un rayo de luz golpeó su rostro, en el horizonte, la noche se terminaba y daba comienzo al día, que irónico, que aquello que para todos significaría una luz de esperanza, para el solo era el último golpe de una terrible tragedia. Poco a poco la luz empezó a inundar el lugar, y lentamente, la piel del joven vampiro, empezó a picar, luego a arder, y luego a humear.

    -¿Esto es todo?-meditó el-¿esto es lo que pasa por seguir a los sentimientos en vez de a lo que está escrito?, ¿seguir mis sentimientos?, ¿ese es mi pecado?, ¿por eso estoy condenado a perderlo todo y a desaparecer sin ninguna esperanza?... ¿esta es la verdadera maldición de Caín?

    El humo de su carne se volvió negro.

    -Lo único que deseaba…era un abrazo…un simple abrazo de amor…

    El cerró los ojos, y una lágrima rojiza calló todo el alto del muro, hasta llegar a una pequeña flor, que crecía inocentemente en los prados de aquellas tierras, en ese instante, la flor se abrió, y un destello, tan pequeño como una polillita, subió hasta los sueños del moribundo ser.

    -Amar…jamás será un crimen-murmuró una voz.
    -¿Ah?, ¿quién eres?
    -Mírame, estoy frente a ti.

    Los ojos del joven se abrieron levemente…frente a el, se encontraba el ser más hermoso que jamás alguien vivo o muerto, hubiera imaginado.

    -…¿Dios?
    -…soy todo lo que vive y vuelve a nacer, no necesito nombres, pero si deseas darme uno, soy simplemente…Gaea.

    Un millar de recuerdos llegó de pronto a su mente…cada pequeño e insignificante insecto, cada planta que el había decidido no pisar, cada animal que el alguna vez mató para comer, cada ser vivo cuya vida el respetó de una forma u otra…en todos ellos…estaba Gaea.

    -Te agradezco todo lo que has hecho por mí, no temas más, pues todo aquello que sea realmente puro, sobre todo los sentimientos de un ser por otro, son parte de mi. Ve hijo mío, lucha por aquello que amas, yo siempre estaré contigo.

    Y así, sin siquiera entender como, el cuerpo ya envuelto en llamas del joven Destello se levantó de su letargo, saltó hasta su enemigo blandiendo su espada, y antes que su enemigo pudiera hacer nada, asestó tres golpes finales…

    -¡ESTE ES POR BIZANCIO!

    Un brazo menos.

    -¡ESTE ES POR MI HERMANA!

    Todo el pecho partido.

    -Y ESTE ES….¡¡¡¡POR GAEAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

    El último golpe terminó de destrozar para siempre a su enemigo, y este, impávido, lo único que pudo hacer, fue lanzar una inolvidable última frase.

    -Aran…te maldigo…tu familia…jamás…podrá escapar de aquello… que está maldito por la creación…

    Cayó al abismo, desapareciendo finalmente. Por fin, después de tanto sufrimiento, las miradas de los dos hermanos moribundos pudieron encontrarse. Ambos acercaron sus manos, en un intento por estar juntos en aquel último instante, sus dedos se acercaron, se acercaron, estaban a punto de rozarse…cuando la silueta de un monstruo apareció de la nada, llevándose el joven vampiro.

    -¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!

    Los ojos de ambos se cerraron.




    La siguiente noche dos siluetas encapuchadas, se encontraron en un puente, cuando por fin se vieron el uno al otro, retiraron su cobertura, descubriendo sus rostros: eran Lord Kefka, y la pequeña Cristine.

    -…Hola padre-saludó ella.
    -Nunca creí, que volviéramos a vernos…menos aun de esta forma.
    -¿El niño tenía vuestra sangre no es así?
    -Si, el ya es un vástago, un digno miembro del clan Tzimitse.
    -Entonces, está destinado a convertirse e un monstruo ¿verdad?, sus sentimientos desaparecerán sin que nada pueda evitarlo.
    -Sin embargo no es por eso que estás aquí ¿verdad?, estás aquí, por que en el fondo de tu corazón, tienes la esperanza de que esos dos puedan volver a encontrarse, y de que ninguna maldición pueda volver a separarlos.
    -Ella murió hace poco, si la convierto en vampiro, será un monstruo, igual que yo…no deseo eso para ella.
    -¿Y acaso no será mi chiquillo uno también?, ¿quién sabe, si dos monstruos pueden salvarse el uno al otro?, ¿quién sabe si sentimientos como los suyos, pueden no solo revelarse contra lo conocido como bien y mal, si no, contra el mismo destino?
    -Todos los vampiros tarde o temprano nos convertimos en Caín ¿no?
    -Esa es nuestra función en este mundo, mostrarle a los vivos, que nada puede someternos a SUS valores, y que siempre lucharemos por nuestra libertad y por aquello que nosotros creemos, aun, contra aquello que parece ser absoluto.
    -Entonces os creeré padre, la convertiré a ella en una de mi sangre…solo espero, que algún día, aun en el fin de los tiempos, ambos puedan ser felices.

    Mientras, en lo que alguna vez fueron las tierras de Cernes, Dardo terminaba de cavar una gran fosa, en la cual depositaba el cuerpo calcinado de su pequeño amigo, con su armadura de cruzado puesta, y su espada entre las manos.

    -Si nuestro señor tiene razón, algún día despertarás-murmuró el-lo único que deseo, es estar para cuando eso suceda, y así yo, o mi hijos, o los hijos de mis hijos, podamos ayudarlos a encontrarse por fin. Gracias por todo Daniel, gracias por todo Destello Aran. Solo recuerda mi nombre cuando despiertes, pues Dardo Assis, siempre estará para ser tu amigo, como tu lo estuviste para ser amigo de el…adiós.


    FIN DEL PRIMER LIBRO.
     
  10.  
    Viuh Aran

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    Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura
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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Capítulo 7: Amor
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    <FONT size=3><FONT face=El ataque cruzado había llegado casi por sorpresa. Estratégicamente, habían cargado 5 de sus recién construidas catapultas y las habían disparado al mismo tiempo contra la puerta principal de la ciudad. En solo unos minutos un centenar de caballeros ya estaban corriendo para atravesar aquella frontera, esperando una victoria casi segura, sin embargo, no llevaban ni dos minutos peleado por su posición adentro, cuando de la nada el suelo se rompió. Y cuando vieron salir a ESE montón de ratas y arañas gigantes, junto con ESE centenar de monstruos desfigurados armados con armas que ningún humano podría levantar y trayendo a ESE reptil de <?xml:namespace prefix = st1 ns = "urn:schemas-microsoft-comhttp://foro.cemzoo.com/ /><st1:metricconverter w:st=8 metros</st1:metricconverter> de largo, todos enseguida dudaron de seguir adelante.
    La sorpresa y el desconcierto de la llegada de aquellos engendros, junto con la reacción de los bizantinos cuando vieron que luchaban de su lado, hizo paulatinamente retroceder a los invasores.

    -¡Hay que bloquear la puerta!-Gritó Lucio

    En ese preciso instante, un Nosferatu que hasta el momento solo había permanecido callado, sin participar de las decisiones, se apresuró a correr devuelta a las alcantarillas, y en pocos segundos volvió trayendo en sus brazos nada menos que una columna arrancada del subterráneo. Anunció que lo cubrieran, y mientras así lo hacía el resto, puso la columna en medio de la brecha. Notando la idea de este perspicaz vástago, el resto de los seres nocturnos comenzaron a traer (o fabricar) escombros de roca, los cuales arrojaron y pusieron taponando la puerta, hasta que ya era para los invasores prácticamente imposible entrar sin escalar la montaña de piedras y exponerse a sus enemigos.

    -¡Fuego enemigo!-se oyó gritar desde lo alto de las murallas.

    Era la segunda ola de piedras, las cuales sobrepasaron el muro y fueron a dar directamente sobre las casas.

    -¡Hay que refugiar a la gente!-anunció Camila pensando en sus padres.
    -¡Todos los soldados están peleando!-respondió Cristine.
    -¡Entonces lo haré yo misma!

    La niña corrió observando qué lugar de la ciudad serviría para refugiar a la gente. Notando fácilmente el lugar más obvio, la catedral de santa Sofía. Llegó al lugar decidida a pedirle ayuda al Patriarca, sin embargo, lo que vio no era precisamente lo que esperaba: el Patriarca mismo, escoltado por su guardia personal, salían del lugar en una carroza.

    -¡Señor!-Gritó ella-¡la gente necesita refugio!
    -¡El Patriaca es prioridad!-refutó uno de los guardias mientras cerraba el último de varios candados que sostenían la puerta.
    -¡Entonces llévatelo!-tronó ella mientras de un solo martillazo destrozaba las cadenas.

    Ella abrió las puertas de par en par. Adentro, se hallaban algunos sacerdotes y varias monjas refugiadas. Era realmente decepcionante pensar que el Patriarca los dejaba allí a su suerte mientras huía de forma cobarde. Ignorando a la gente de adentro, corrió hacia lo más alto de la catedral, rompiendo las puertas a su paso, llegó hasta la campana principal, y la hizo sonar tan fuerte como lo habrían hecho tres hombres, derramando su tañido por toda la ciudad.

    Mientras el ejército cruzado corría hacia la horda de monstruos que se dirigía hacia el flanco desprotegido de las murallas. Las criaturas, eran nada menos que seres humanos, los cuales habían sido modificados mediante el arte de moldear la carne. Algunos eran Ghouls. Aun tenían semblante de hombres, adornados solo con grandes colmillos, cuernos, y armaduras más pesadas de lo que una persona normal habría podido llevar. Otros, habían sido convertidos en bestias de batalla, andando en 4, 6, u 8 patas, esgrimiendo filosas colas, corazas de hueso, varias cabezas y una conducta absolutamente animalesca, esos eran los Slatzchas. Y por último, los 2 Vozhd. Colosales bestias de no menos de treinta metros de alto, hechas con la carne de decenas o cientos de personas y animales. El primero parecía un inmenso dragón, de tres ojos, el cual caminaba en dos patas y arrojada espinas desde su abultado estómago lleno de rostros en pena, el segundo, parecía un demonio bestial, con un cuerpo esquelético el cual dejaba ver muchos de sus músculos y tendones, con una enorme y sinuosa cola con una afilada guadaña en su extremo, una cabeza que recordaba levemente a un pájaro reptilesco, e imponentes alas membranosas que le ayudaban a planear.

    -Si fueran solo los pequeños, podríamos, pero los grandes…-balbuceó Dardo.
    -Lord Kefka-preguntó Igor-todas esas cosas son Ghouls ¿cierto?
    -Si.
    -Bien…¡Cúbranme, yo me encargo de los grandes!

    Los cruzados superaban levemente en número a los monstruos, así que decidieron atacar de dos flancos a la vez. Primero partieron arrojando flechas a los enemigos pequeños, y cuando los grandes desviaron su vista hacia ellos, Igor salió al frente, acumuló toda su sombra en una de sus manos, y formó un cubo de oscuridad de proporciones titánicas, el cual envolvió a los dos Vozhd y a los enemigos cercanos. Estos, tomados por sorpresa, forcejearon desesperados mientras la sustancia los ahogaba. Ante tal situación, todos los enemigos pequeños se arrojaron contra los defensores.

    -¡Protejan a Lord Igor!-ordenó Dardo.

    Las guardias del Águila y <ST1:Pla mariposa nocturna se desplegaron mientras los arqueros re replegaban. Un slatzcha con forma de escorpión llegó frente a Destello e intentó ensartarlo en un aguijón. El logró protegerse con su escudo y cortó un nervio evidentemente vulnerable que daba vueltas a su cuello, la cabeza del animal dejó de moverse, sin embargo, la bestia seguía dando zarpasos. Ante lo cual tuvo que retroceder.

    -No pienses con esa lógica-le advirtió Kefka desde lejos.
    -Si al menos tuviera el don de ver más allá de los ojos-pensó-notaría su punto débil.

    Siguió dando pasos hacia atrás mientras esquivaba los azarosos golpes de su enemigo. Se fijó en la dirección de sus terminales nerviosas, hasta que notó que todas confluían en el centro de su cuerpo. Notando eso, hizo un arriesgado movimiento: se arrastró lo más rápido que pudo hasta debajo de la criatura, y clavó su espada justo en ese punto, segundos después, el slatzcha dejó de moverse.
    Cuando salió de debajo de este, la tropa de monstruos, mucho más rápida que los cruzados con sus pesadas armaduras, había rodeado a sus enemigos.

    -¡Arqueros al centro!-ordenó el.

    Flechas y espinas volaron en ambos sentidos. Y la sangre y el sudor caían mientras los arqueros trataban afanosamente de obedecer mientras los otros guerreros los cubrían. Por todos lados de oían gritos de valor y de dolor, crujidos de huesos siendo destrozados y espadas quebradas, y el rugido de los monstruos dando su último aliento.
    Cuando los guerreros se vieron mortalmente apretados unos contra otros. El mismo Kefka salió al frente, sacó su espada especial, hecha con las vértebras de algún enemigo del pasado, y la agitó contra una bestia, la espada de movió como si fuera un látigo afilado, y de un solo golpe envolvió el cuello del animal y lo arrancó de cuajo.

    -¡No se rindaaaaaaaaaaan!-exclamó el.
    -¡Son demaciado fuertes!-declaró Igor-¡No podré con los dos!
    -¡Logralo o te mataré yo mismo!
    -¡No puedes!, ¡estamos vinculados por sangre!
    -¡Guajajaajjajajajaja!-rieron los dos

    Sin embargo, Igor tenía razón, el cubo de sombra era golpeado más y más fuerte por los titanes en su interior, y parecía que pronto fuera a deformarse. De pronto, un Slatzcha del porte de un elefante embistió y arrojó lejos a un par de caballeros con sus terribles mandíbulas dirigiéndose hacia el LaSombra.

    -¡Ni lo sueñes!-gritó Dardo

    Dardo corrió hacia la criatura, y usando su súper fuerza, dio un salto lo suficientemente grande para clavar su espada en el lomo de la bestia y quedar colgando de esta. Dando un grito de batalla hizo fuerza con sus brazos hasta poder montarse en la bestia, usando su moldeo de carne desarmó su coraza de hueso y clavó su arma en medio de sus nervios. El enemigo se desplomó poco después. Sin embargo, eso era solo una distracción, pues de un lugar que nadie divisó volaron una docena de grandes espinas directo a Igor.

    -¡Mierda!-exclamó Dardo sabiendo que no estaba cerca para bloquearlo.
    -AAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH!!!!!-se escuchó venir.

    Era destello, quién usando su gran velocidad de arrojó y bloqueó la mayoría de las espinas, con su escudo, su armadura, y su propio cuerpo.
    Solo dos espinas impactaron al dueño del cubo de sombra, pero, eso fue lo suficiente para desconcentrarlo un instante y hacerlo soltar a una de sus presas, de trataba de demonio volador. El gigante rápidamente comenzó a moverse hacia las murallas de la ciudad. Kefka, destrozó a otro enemigo y corrió hacia la criatura para detenerla, sin embargo, más espinas cayeron a centímetros de sus pies. Poco después una silueta encapuchada cayó en frente del Lord.

    -¡Quién demonios eres!-dijo el.
    -¿No me reconoce?
    -…tu…

    La figura se quitó su máscara, se trataba de Ciro, el mago sirviente de Kefka.

    -Traidor-expresó el señor-¡Apártate!

    El lord lo golpeó con su espada, sin embargo esta no le hizo casi ningún daño.

    -¡Qué!-pensó el asombrándose de que de pronto se hubiera hecho tan fuerte.
    -Usted no pasará de aquí…señor.

    Ambos comenzaron a luchar de forma pareja, no era posible para Kefka detener a la bestia gigante ahora. La situación parecía perdida, sin embargo.

    -¡No tocarás mi tierra!-esgrimió Destello mientras corría a toda velocidad contra el gigante.

    El Vozdh simplemente avanzó sin hacer caso a las decenas de flechas que le llegaban encima y apartando a los pocos caballeros que lo encararon como si fueran insectos. Fue en ese momento, justo cuando se disponía a despegar, que el pequeño cruzado se colgó de su cola, y salió volando junto a este.

    Mientras tanto los cruzados invasores ya habían alcanzado las murallas de la ciudad con sus torres y escaleras. La campana de santa Sofía recién había parado de soñar, cuando los últimos refugiados entraron a resguardarse.

    -Lo logré-pensó Camila sonriendo para si misma

    Cual sería su sorpresa, cuando un manto de tinieblas envolvió todo el edificio, dejándola a ella en total oscuridad. Ella conocía esa técnica, era el Sudario de Elías, solo con suerte había escapado una vez de el, pero ahora, también envolvía a los refugiados.

    -¡Oh no!-pensó desesperada-¡los he traído a la muerte!

    Sin embargo, en un instante el Sudario de desvaneció, Camila cayó de rodillas al suelo, y justo entonces pudo ver lo ocurrido: el LaSombra, parado en el techo del edificio del frente, estaba siendo atacado por una bandada de pájaros.

    -¡Camila!-Gritó Cristine-¡Defiende las murallas, yo me encargo de el!
    -¡Pero!
    -¡Olvídate de mi!, ¡Ve ya!

    La niña corrió todo el camino de vuelta, cada vez más cansada, pero, teniendo confianza en su maestra.

    -Por fin podremos terminar esta pelea-balbuceó ella apretando sus puños de madera.

    El Inquisidor simplemente guardó silencio, su imagen era terriblemente imponente, sus vestiduras, su armadura plateada, su espada con llamas talladas, y la gran belleza de su rostro, lo hacían ver verdaderamente como una ángel.

    -Está escrito, que todos los infieles han de caer, la iglesia de Bizancio no es más que una burla y una blasfemia a las leyes de Dios.
    -Dios solo está en un lugar, y es, ¡en las mentes y corazones de aquellos que creen!

    El Inquisidor invocó media docena de sus terribles tentáculos de sombra, mientras la niña de madera, simplemente disipaba a los animales que había invocado.
    Uno a uno los brazos del abismo embistieron contra ella, destrozando las débiles casas de paja que estorbaban a su paso. La niña, cuando no pudo seguir evitándolos, desapareció. Poco después apareció en frente de su enemigo lista para golpearlo, pero este ya esperaba ese movimiento y lo bloqueó con otro tentáculo, para luego envolverla.
    El sacó su espada dispuesto a pronunciar su juicio sin embargo ella lanzó un grito de batalla, y solo con su fuerza física, destrozó el brazo de oscuridad.

    -¡¡¡Toma!!!-gritó ella lanzando un golpe.

    El, repentinamente desapareció, metiéndose dentro de una sombra. Ella notando la situación, volvió a hacerse invisible. Ambos esperaron ocultos, al primer movimiento en falso para atacar.

    Mientras, Camila subía a las murallas de la ciudad. Las torres, cubiertas por los tiros de catapulta, ya habían abierto sus puertas en la cima de estas dejando salir soldados, y algunas escaleras ya comenzaban a subir. La situación se volvía insostenible.

    -¡Repliéguense!-ordenó Lucio.

    Los caballeros y animales de los Nosferatu empezaron a replegarse ala parte sur de la muralla. Por desgracia, la niña había subido por la parte norte. Ahora los invasores estaban justo entre ella y sus aliados. Y por si fuera poco, un rostro conocido subía por las escaleras, se trataba de Wilhem. Ambos se miraron por un instante, sin poder evitar la impresión.

    -Querida, ¿no deberías estar en el refugio?, ¡ve ya!
    -No soy la misma de antes, voy a defender a mi familia y a mi ciudad.
    -¿Ah si?, ¿y a cuantos cruzados vas a matar con tu martillito?

    Ella cortó la gruesa cuerda que sostenía a una escalera de un solo golpe, la escalera cayó los treinta metros de la gran muralla…8 cruzados menos.

    -¡Como te atreves!, ¡el destino de esta ciudad es caer!, ¡y el tuyo!, ¡es someterte a mi!, ¡porque tu me amas!
    -……….NO.
    -Caballeros, apártense, esta desgraciada es MIA.

    Los cruzados invasores hicieron un círculo alrededor de ambos. Wilhem sacó su espada, y se aprestó a escarmentar a la niña., ella, simplemente se puso en guardia con su martillo.

    -Tu hermano no vendrá a salvarte esta vez.
    -No…esta vez…los dos lucharemos juntos.
    -¡Insolente!

    Los metales chocaron, comenzando una nueva pelea.

    Mientras, Igor ya sentía como la bestia atrapada en su cubo de oscuridad ya comenzaba a desfallecer por ahogamiento.

    -¡Dardo!-gritó el-¡ayúdame a botarlo de espalda!

    Dardo vio la posición de sus enemigos, y enseguida comprendió el plan. Igor desarmó el cubo descubriendo al monstruo ya muerto. Enseguida todos los soldados a la orden de dardo embistieron el cuerpo con toda su fuerza. El mismo vampiro invocó sus propios tentáculos de sombra y ayudó a empujar, así, el cuerpo sin vida terminó cayendo de espalda, y aplastando a una treintena de slatzchas que se encontraban tras el.

    -EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE!!!!!-exclamaron los soldados.

    Fue en ese instante cuando Kefka llegó de un salto hasta ellos, con su espada rota.

    -No lo entiendo-declaró el-¡¿por qué es tan fuerte?!

    Frente a los dos Lord se encontraba Ciro, con su cuerpo ya desangrado por la batalla, sin embargo, su sonrisa seguía siendo la misma, como si el dolor ni siquiera le estorbara.

    -Jmjmjmjm, ¿acaso dos vástagos antiguos de octava y novena generación no pueden contra un simple aprendiz?
    -¿Qué?-se sorprendió Kefka-…Ciro no tenía como saber eso, ni mucho menos esas habilidades…¡¿Quién eres?!
    -De traidores como Igor de Munhen entiendo una tontería como defender esta ciudad, pero usted gran Kefka, aun puede pasarse al bando ganador, los antiguos de los altos clanes han decidido ya el destino de este imperio, si no cae ahora, lo hará después.
    -Esta…es…¡Mi tierra!, no me importa a quién sirvas, ¡defenderé este lugar!

    De la nada, la boca de Ciro se abrió 7 u 8 veces más de lo normal, dislocando su mandíbula y destrozando su piel. De adentro comenzó a surgir una masa de carne venosa y latente, la cual botó a aquel cuerpo tal cual una serpiente muda su piel, y luego se moldeó a si misma, hasta tomar la forma de una mujer de cabellos largos, lisos y oscuros como el abismo, y de una mirada sádica y llena de maldad.
    -Usó el cuerpo de Ciro para ocultarse todo este tiempo-declaró Igor impresionado-…¡Tu fuiste la que hizo a la cruzada traicionarse a si misma!
    -Mi nombre es Sándalo, y sirvo al omnipotente sacerdote de la carne, Yorac.

    Ante el solo pronunciar de ese nombre, el cuerpo de Kefka tembló.

    -Yorac…-Tenía razón señor Igor, esta lucha es, contra nuestros propios antiguos, si esta mujer dice la verdad, debe ser por lo menos de sexta generación.
    -¿Podremos con alguien así?
    -Solo si trabajamos juntos, y usamos nuestra artillería pesada.

    El señor de Cernes se concentró, enfocando todo el poder de su sangre en su propia carne. Su cuerpo entonces comenzó a bullir, todas sus venas y arterias se hincharon, sus músculos se inflaron y sus huesos tronaron mientras su cuerpo crecía a proporciones inhumanas. Impresionantes garras crecieron en sus manos y pies; púas surgieron de varias partes de su ser; tres pares de mandíbulas insectoides surgieron de su boca, sus ojos se multiplicaron, y dos majestuosas antenas parecidas a las de una mariposa nocturna aparecieron en su frente, lo único que le faltaba, eran las alas.
    Viendo eso, Igor hizo un gesto con sus manos, y toda la oscuridad circundante lo envolvió, haciéndolo crecer en fuerza e imponencia y dotándolo de varios pares de tentáculos oscuros que nacían de su espalda.

    -Interesante-expresó la mujer-un Zulu con forma de insecto, y una forma tenebrosa con muchos tentáculos…TIEMBLEN.

    Esta vez el cuerpo de ella se convulsionó, toda su carne emergió en una serie de explosiones internas, que fue generando músculos sobre músculos, espinas sobre espinas y dientes sobre dientes, en el tiempo de un solo rugido, ella pasó a ser un monstruo de tres metros, con una boca capaz de engullir dos cabezas humanas de un bocado, con dos hileras de filosos dientes, y una lengua capaz de ahorcar a una persona, seis ojos llenos de sadismo, un cuerpo formado por decenas de bultos musculosos latentes, y espinas apuntando en todas direcciones. Sus dedos se habían alargado y creado garras del porte de dagas, y por si fuera poco sus brazos y dedos formaban una tela membranosa. Este engendro quiróptero si era capaz de volar.
    Las tres criaturas de miraron fijamente solo un instante, y acto seguido, se arrojaron a la batalla.

    Ya varias casas habían caído arrasadas por los tentáculos del inquisidor, el tenía todos sus flancos cubiertos, la única esperanza de Cristine era escabullirse con su invisibilidad y golpearlo cuando bajara la guardia. Elías, notando que ella no se descubriría así como así, liberó de su mano el cubo de sombra que aun tenía guardado, y envolvió a la catedral. La niña de madera, indispuesta a caer en esa trampa, invocó una bandada de pájaros, los cuales empezaron a dar vueltas alrededor de el distrayendo su vista. Fue entonces cuando se arrojó corriendo, esquivó fácilmente dos brazos del abismo, saltó hacia el, quitando su capa de ofuscación en el ultimo segundo antes de golpearlo…

    -Te tengo-pensó al LaSombra.

    El la miró fijamente a los ojos, y utilizó el único poder que hasta ahora no había mostrado: el control mental.

    -Detente-le ordenó.

    Ella detuvo su ataque.

    -Quieta.

    Ella se quedó inmóvil frente a el. El desenvainó su espada sin dejar de mirarla a los ojos.

    -¡Déjalaaaaaaaaa!-rugió Lucio que venía corriendo desde lejos.

    Elías, ante la llegada de un nuevo enemigo, actuó lo más rápido que pudo, moviendo el cubo de sombra desde la catedral hasta el, lo cual lo atrapó inmediatamente, y luego dirigiendo todos sus tentáculos a atravesarlo, estos entraron al la mancha oscura, y salieron cubiertos de sangre. Fue en ese instante cuando Cristine salió de su trance, quebró su espada de un golpe, y luego con ambas manos le molió la cabeza.
    El cuerpo inerte del Inquisidor cayó al suelo, en silencio. La niña de madera corrió hacia su amigo, encontrándolo totalmente destrozado. Ante tan terrible escena, no pudo hacer más que agachar su cabeza, y llorar.

    Mientras, las alas del Vozhd alado batían llegando a las murallas de la ciudad. Destello hacía uso de todas sus fuerzas para seguir colgando de la criatura, mientras esta se sacudía intentando botarlo.

    -A este paso caeré-pensó-si al menos pudiera, usar el poder de la carne…hasta ahora solo he podido manejar cosas superficiales…¡debo intentarlo!

    El enfocó la fuerza de su sangre en la palma de su mano, para tratar de fusionarla con la carne de su enemigo y así sujetarse. Primero su mano simplemente se quedó encima de aquella piel, sin embargo. Mientras más el se esforzaba por concentrarse, más calor surgía en esos tejidos, hasta que estos empezaron a bullir convertidos en una especie de pasta y se pegaron a la piel del niño.

    -¡Lo logré!

    Lentamente el fue escalando por la cola y luego el lomo del animal, hasta que por fin pudo llegar a la base de su cuello y clavar su espada allí. El ser alado se estremeció de dolor y se sacudió con aun más fuerza, mientras Destello se sujetaba lo más fuerte que podía de su espada y de su mano pegada. Pronto la muralla de Constantinopla se hizo visible, y poco después ya estaban volando sobre las casas de la ciudad, lo único que impedía que el monstruo volador atacara el lugar, era el dolor de su cuello que lo hacía retorcerse y volar sin un sentido real.
    El joven cruzado aun pensaba en como salir de esa desesperada situación, cuando divisó a lo lejos, en la cima de la muralla norte, el inconfundible brillo rojizo del cabello de su hermana. En ese instante instintivamente movió la espada tratando de dirigir a la criatura hacia aquel lugar, gran error, pues esta se estrelló pesadamente contra la pared, hiriendo a varios guerreros tanto aliados como enemigos.

    -¡Daniel!-Gritó ella asustada.

    Ese instante, fue el que aprovechó Wilhem para partir a la mitad el mango de su martillo de un espadazo, y acto seguido, atravesarle el pecho.

    -Jm, que desperdicio-murmuró el cínicamente-…¡¿venías a salvarla?!, ¡pues aquí la tienes!

    Arroja el cuerpo de ella al suelo. En ese momento, los vampiros allí restantes se arrojaron contra el monstruo estrellado con toda clase de ataques, sin embargo, sucedió algo que ninguno de ellos había calculado, en el momento, en que todos impactaron contra la criatura con su fuerza sobre humana…la pared colapsó, llevándose consigo a todos los allí presentes, y dejando una brecha de varios metros, por la cual los invasores empezaron a entrar a la ciudad.
    Wilhem se acercó al borde que aquella caída.

    -Tontos-expresó-creían que podían detener al ejército bendito por Dios…el destino de esta ciudad es caer, y junto con su caída, comienza mi gloria.

    El miró hacia abajo, y se halló nada menos que al joven cruzado colgando de una de las trisaduras de la pared.

    -¡¡¡ROOOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAARRR!!!

    Las tres bestias chocaron en un estallido sin igual de fuerza. Tanto Igor como Kefka enseguida intentaron atravesar la carne de su enemiga, siendo detenidos por la descomunal fuerza de sus brazos. Poco después los bultos espinosos se Sándalo se empezaron a inflar, mientras ella retenía a ambos de los brazos.

    -¡Va a estallar!-pensó el LaSombra.

    Y eso justamente pasó, todos los bultos explotaron lanzando incontables espinas de hueso contra ambos vampiros. Kefka fue seriamente herido por ese ataque, sin embargo Igor alcanzó a ocupar otra de sus técnicas, transformándose en oscuridad pura y evitando el daño físico.

    -Jmjmjm-murmuró ella-quizá pueda escapar así, pero, ¿dejará su vínculo de sangre que yo termine con su amigo?
    -Maldición-pensó-sabe que mientras estemos vinculados no podré dejar que lo maten.

    Miró a todos lados, buscando desesperadamente una solución, su compañero de batalla sangraba por todos lados, formando un gran charco de sangre cada segundo que pasaba. La mujer se acercó al lord herido, levantó su terrible garra lista para acabarlo, lanzó su golpe viendo como Igor pasaba nuevamente a forma humana en un intento por ayudarlo, sin embargo, en el último instante, el cuerpo de Kefka de transformó completamente en sangre, y entró en su rival por una herida que había alcanzado a hacerle en la primera embestida.
    Comprendiendo que el Tzimitse tenía un plan, el LaSombra invocó un solo tentáculo con la fuerza de muchos, y sujetó a su rival.

    -No sé lo que intentas-pensó él-¡pero por favor lógralo!
    -Si me convierto también en sangre-pensó ella-el la sombra tratará de beberme, eso es lo que este otro quiere, pero…mi carne tiene más resistencia y fortaleza de la que ellos creen.

    Poco a poco los esfuerzos hechos por Kefka desde el interior se hicieron más y más débiles.

    -¡Sal de allí!-gritó el del tentáculo- ¡si asimila tu sangre se llevará tu alma también!
    -Jmjmjmjm, en el momento que tu amigo no tenga fuerza para transformarse, será mío, y el siguiente serás tú, ese es siempre el final de los débiles.

    De pronto, un estallido de lucidez llegó a la mente del caballero de Munhen.

    -No…¡si luchan juntos!

    En un solo movimiento deshizo el tentáculo, y se transformó en oscuridad nuevamente. Su enemiga, confundida, no alcanzó a sentir cuando esta oscuridad entró a su cuerpo por su boca, y antes de que pudiera reaccionar, ambos vampiros forcejeaban en conjunto desde adentro, usando toda su fuerza, y su voluntad. En un último intento por vivir, la sirvienta del sacerdote de la carne, trató de convertirse en sangre, sin embargo, lo único que alcanzó a hacer fue esgrimir un rugido de dolor, poco antes de que su cuerpo estallara en pedazos, destrozado por dos monstruos que salían rugiendo de su interior.
    El LaSombra volvió a su forma humana y calló de rodillas exhausto, mientras cerca de ellos, sus caballeros terminaban con los últimos slatzcha.

    -Lo logramos-suspiró
    -No cante victoria aun, ¡caballeros!, ¡a la ciudad!

    Mientras, en las murallas, Destello luchaba por no caer al vacío. Wilhem ya esgrimía su espada, dispuesto a hacerlo caer de una forma u otra.

    -Todo esto es tu culpa-declaró el invasor-tu corrompiste a tu hermana, tu la hiciste revelarse contra SU deber y SU destino. Tu y tus estúpidas ideas, ¡nunca comprendiste como ser un verdadero hombre!, ¡un hombre de poder, y fuerza! Pero ya es lo de menos, espero que la muerte sea un buen escarmiento para ella.

    Ante esas últimas palabras, la fuerza en las manos de Destello desapareció, aquello por lo que había luchado desde el principio, por lo que había sufrido, e invertido todas sus esperanzas, ahora simplemente, le había sido arrebatado de un simple estoque.
    Un rayo de luz golpeó su rostro, en el horizonte, la noche se terminaba y daba comienzo al día, que irónico, que aquello que para todos significaría una luz de esperanza, para el solo era el último golpe de una terrible tragedia. Poco a poco la luz empezó a inundar el lugar, y lentamente, la piel del joven vampiro, empezó a picar, luego a arder, y luego a humear.

    -¿Esto es todo?-meditó el-¿esto es lo que pasa por seguir a los sentimientos en vez de a lo que está escrito?, ¿seguir mis sentimientos?, ¿ese es mi pecado?, ¿por eso estoy condenado a perderlo todo y a desaparecer sin ninguna esperanza?... ¿esta es la verdadera maldición de Caín?

    El humo de su carne se volvió negro.

    -Lo único que deseaba…era un abrazo…un simple abrazo de amor…

    El cerró los ojos, y una lágrima rojiza calló todo el alto del muro, hasta llegar a una pequeña flor, que crecía inocentemente en los prados de aquellas tierras, en ese instante, la flor se abrió, y un destello, tan pequeño como una polillita, subió hasta los sueños del moribundo ser.

    -Amar…jamás será un crimen-murmuró una voz.
    -¿Ah?, ¿quién eres?
    -Mírame, estoy frente a ti.

    Los ojos del joven se abrieron levemente…frente a el, se encontraba el ser más hermoso que jamás alguien vivo o muerto, hubiera imaginado.

    -…¿Dios?
    -…soy todo lo que vive y vuelve a nacer, no necesito nombres, pero si deseas darme uno, soy simplemente…Gaea.

    Un millar de recuerdos llegó de pronto a su mente…cada pequeño e insignificante insecto, cada planta que el había decidido no pisar, cada animal que el alguna vez mató para comer, cada ser vivo cuya vida el respetó de una forma u otra…en todos ellos…estaba Gaea.

    -Te agradezco todo lo que has hecho por mí, no temas más, pues todo aquello que sea realmente puro, sobre todo los sentimientos de un ser por otro, son parte de mi. Ve hijo mío, lucha por aquello que amas, yo siempre estaré contigo.

    Y así, sin siquiera entender como, el cuerpo ya envuelto en llamas del joven Destello se levantó de su letargo, saltó hasta su enemigo blandiendo su espada, y antes que su enemigo pudiera hacer nada, asestó tres golpes finales…

    -¡ESTE ES POR BIZANCIO!

    Un brazo menos.

    -¡ESTE ES POR MI HERMANA!

    Todo el pecho partido.

    -Y ESTE ES….¡¡¡¡POR GAEAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

    El último golpe terminó de destrozar para siempre a su enemigo, y este, impávido, lo único que pudo hacer, fue lanzar una inolvidable última frase.

    -Aran…te maldigo…tu familia…jamás…podrá escapar de aquello… que está maldito por la creación…

    Cayó al abismo, desapareciendo finalmente. Por fin, después de tanto sufrimiento, las miradas de los dos hermanos moribundos pudieron encontrarse. Ambos acercaron sus manos, en un intento por estar juntos en aquel último instante, sus dedos se acercaron, se acercaron, estaban a punto de rozarse…cuando la silueta de un monstruo apareció de la nada, llevándose el joven vampiro.

    -¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!

    Los ojos de ambos se cerraron.




    La siguiente noche dos siluetas encapuchadas, se encontraron en un puente, cuando por fin se vieron el uno al otro, retiraron su cobertura, descubriendo sus rostros: eran Lord Kefka, y la pequeña Cristine.

    -…Hola padre-saludó ella.
    -Nunca creí, que volviéramos a vernos…menos aun de esta forma.
    -¿El niño tenía vuestra sangre no es así?
    -Si, el ya es un vástago, un digno miembro del clan Tzimitse.
    -Entonces, está destinado a convertirse e un monstruo ¿verdad?, sus sentimientos desaparecerán sin que nada pueda evitarlo.
    -Sin embargo no es por eso que estás aquí ¿verdad?, estás aquí, por que en el fondo de tu corazón, tienes la esperanza de que esos dos puedan volver a encontrarse, y de que ninguna maldición pueda volver a separarlos.
    -Ella murió hace poco, si la convierto en vampiro, será un monstruo, igual que yo…no deseo eso para ella.
    -¿Y acaso no será mi chiquillo uno también?, ¿quién sabe, si dos monstruos pueden salvarse el uno al otro?, ¿quién sabe si sentimientos como los suyos, pueden no solo revelarse contra lo conocido como bien y mal, si no, contra el mismo destino?
    -Todos los vampiros tarde o temprano nos convertimos en Caín ¿no?
    -Esa es nuestra función en este mundo, mostrarle a los vivos, que nada puede someternos a SUS valores, y que siempre lucharemos por nuestra libertad y por aquello que nosotros creemos, aun, contra aquello que parece ser absoluto.
    -Entonces os creeré padre, la convertiré a ella en una de mi sangre…solo espero, que algún día, aun en el fin de los tiempos, ambos puedan ser felices.

    Mientras, en lo que alguna vez fueron las tierras de Cernes, Dardo terminaba de cavar una gran fosa, en la cual depositaba el cuerpo calcinado de su pequeño amigo, con su armadura de cruzado puesta, y su espada entre las manos.

    -Si nuestro señor tiene razón, algún día despertarás-murmuró el-lo único que deseo, es estar para cuando eso suceda, y así yo, o mi hijos, o los hijos de mis hijos, podamos ayudarlos a encontrarse por fin. Gracias por todo Daniel, gracias por todo Destello Aran. Solo recuerda mi nombre cuando despiertes, pues Dardo Assis, siempre estará para ser tu amigo, como tu lo estuviste para ser amigo de el…adiós.


    FIN DEL PRIMER LIBRO.
     
  11.  
    Onibaku

    Onibaku Guest

    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Viuh Cabron!!!!! Como me puedes dejar asi!! Weon quero leeer!!!!!!!!!!!!!!!!!
    Esta muy arrecha la historia T.T
     
  12.  
    Viuh Aran

    Viuh Aran Entusiasta

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Gracias por el comentario ^^, bueno, por mientras dejo algunas aclaraciones sobre la historia:

    -Desde que la cruzada salió hasta que volvió a Constantinopla pasaron 8 meses.
    -Según los libros de historia, los cruzados pasaron casi un año en la ciudad antes de invadirla definitivamente, sin embargo decidí saltarme mucho de ede tiempo, para darle fluidez a la trama.
    -Esepto por el dato dicho antes, traté de ser fiel a la historia de la cuarta cruzada y la caida del imperio bizantino como en verdad ocurrió hace 500 años.
    -Destello por sangre debía heredar los poderes de la super percepción, el habla animal y el manejo de la carne, pero, por motivos desconocidos, nunca obtuvo la super percepción, y el su lugar desarrolló la super velocidad.
    -Según el libro del clan Nosferatu, si existieron sus ciudades subterráneas, sin embargo, no hay datos de que halla habido una bajo constantinopla.
    -Las aluciones a la Biblia, Lilith y el Corán, son sacadas de datos reales.

    Bueno, espero les halla gustado la historia hasta donde va, gracias por leerme, y tengan solo un poco de paciencia, pues pronto llegará el sigueinte libro ;)

    Hasta entonces
     
  13.  
    Viuh Aran

    Viuh Aran Entusiasta

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

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    Para aquellos que seguían las aventuras y desventuras de Destello, Camila, Kefka y los demás.
    Abriré un nuevo topic con el segundo libro, en este mismo sector.
    Perdón por la tardanza, pero, la función debe continuar ;)
     
  14.  
    Viuh Aran

    Viuh Aran Entusiasta

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Bueno niños, lo prometido es deuda, aquí van algunos dibujos de personages de la historia, postearé más a medida que la historia avance ;)

    Sándalo forma Zulu
    Kefka forma Zulu
     
  15.  
    Ailynne

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Buenísimo, buenísimo :*-*:
    Me enganché DEMASIADO con esta historia >w< ya te había dicho que me gusta como narras cada cosa, aunque esta parte del libro no me lo había leído entero ;3

    Acabo de terminarlo y ya voy por el segundo libro :LLL
    Pero no creo que lo pueda leer ahora ;O; igual no voy a aguantar mucho sin leer, así que cuando termine con las otras dos contis que tienes en el segundo libro, espero que la tercera parte esté rápido oOo

    Y, críticas, la verdad no tengo más que lo de las faltas ortográficas, que son mínimas o,o
    Pero la trama es TAN genial que por ahora me da igual >-<

    ¡Felicitaciones! :3
     
  16.  
    Viuh Aran

    Viuh Aran Entusiasta

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    Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura
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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Muchas gracias por tu comentario, pro supuesto que seguiré publicando :), y me esforsaré pq la historia se vuelva cada vez mejor.

    Por ahora dejo un dibujito que hice hace no mucho, son Camila (estado nosferatu), Sariah y Destello.
     
  17.  
    sirenita

    sirenita Usuario popular

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    que asquerosa se ve Camila
    tengo ua duda el segundo libro no es la continuacion de esta historia "el libro 1"
    yo pense que era tipo un libro por tomos
    por favor aclarame la mente, estoy desuvicada
     
  18.  
    Viuh Aran

    Viuh Aran Entusiasta

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Si niña :), si es la continuación directa del libro uno, solo que entre medio han pasado 60 años, y tanto el contexto histórico humano como vampírico han cambiado. En este tiempo han pasado varias generaciones para la familia Assis, Destello lleva todo este tiempo durmiendo, y Camila recién ha terminado de formarse como Nosferatu en entrenamiento y conocimientos.
    Las historias parecen un poco desconectadas al comienzo, pero ya verás como todo se irá hilando.

    Saludos :)
     
  19.  
    sirenita

    sirenita Usuario popular

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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    ahhhhhhhhhhhhhhh
    que tonta, es que todo esta tan confuso
    y camila no deja de verse asqueroza con esas cosas pegajosas que tiene en los brazos buak que asco
    y destello se metio la mano en el estomago para sacarse algo
    creo que voy a vomitar te veo en la continuacion jeje
     
  20.  
    Viuh Aran

    Viuh Aran Entusiasta

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    Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura
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    Re: Amanecer, basado en Vampiro Edad Oscura

    Creeme, meterse la mano al estómago es lo menos extraño q puede hacer un Tzimitse xD
     
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