One-shot de Naruto - Alive

Actividad: Otro día, otro ninja [Día 4]
Personaje: Hinata y leve aparición de Naruto.
N/A: Universo alterno. Se recomienda leer mientras se escucha: Alive

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Sus piernas adoloridas se movían por simple inercia, la fuerza de voluntad que antes parecía inexistente se presentaba con imponencia en su débil y derrotado cuerpo. Había perdido la noción del tiempo, no recordaba hace cuanto estaba caminando bajo la lluvia que había purificado su ropa carmesí y tranquilizado sus manos temblorosas.

Su mente era un huracán indetenible, que presionaba, asfixiaba y consumía sin piedad. El nudo en su garganta en cada paso era más pesado y su estómago; había vomitado ya hasta vaciarlo y ahora se encontraba en completa paz. El estremecimiento recurrente y la pesadez se habían esfumado.

Sus orbes visualizaron la entrada de la ciudad aledaña y solo en ese momento se permitió dejar salir un suspiro acompañado de tanta frustración, haciendo eco a su corazón latiendo dolorosamente. Sus pasos fueron más seguros y precisos. Ya había terminado todo. Sin embargo el mismo miedo con el que había convivido durante toda su vida, le importaba que estuviera alerta. Tragó saliva mientras miraba a su alrededor observando la oscuridad densa, similar a su propio interior, que era iluminada por las farolas de la calle.

Se detuvo en un pequeño edificio que tenía letras con luz neón e ingresó para mantener la calma y pensar en que hacer. Trazar el plan que debió elaborar antes de hacer cualquier cosa.

Sus piernas moviéndose inquietas en la barra del lugar y pidiendo cualquier cosa para pasar desapercibida cosa que falló rotundamente al entrar completamente empapada al sitio. A lo lejos la música retumbaba con fuerza a la par de una voz insegura que era emitida por un micrófono. Observó a la chica cantando en el escenario con las mejillas sonrojadas por los nervios.

Fantaseo ligeramente con que aquello, cantar en público, fuera su única preocupación. Sonrió amargamente e ingirió su bebida de un solo trago. El alcohol entrando a sus venas le otorgó seguridad y pudo aclarar su mente un segundo.

Ella era libre, estaba viva y respirando.

Un nudo imperio su garganta por lo cual tomó otro largo y profundo trago a la segunda bebida que le habían servido sin preguntarle. La presión en su garganta se liberó ligeramente al sentir la sustancia quemarle su traquea, y se puso de pie con la seguridad que solo un buen tequila le proporciona caminando hacia el escenario para indicar la pista que quería.

En micrófono en su mano se encontraba pegajoso, quizá por su misma humedad o por los nervios exteriorizado de la chica anterior. Escuchó la melodía inicial cobrar vida en las bocinas y cerró los ojos unos segundos.

Las palabras brotaron de sus fríos labios con fuerza y resentimiento en las primeras estrofas, exteriorizado de forma tangible su miseria y dolor, adueñándose de la canción, sintió su garganta cerrarse debido al mar de sentimientos reprimidos que había guardado por tantos años.

Un ligero silencio y levantó la cabeza mirando hacia adelante, a las luces provenientes de la parte trasera y su voz potente brotó sin control en el coro sintiendo como su cuerpo estremecerse al sentir cada sensación tan real, profunda. Su cuerpo roto reviviendo nuevas heridas que atravesaban su alma.

Su voz se esparcía como las ondas de una supernova naciendo en un punto en el espacio, resplandeciendo con intensidad por todo el lugar, alcanzando de forma tangible a todos los presentes. Sus movimientos sutiles parecidos a una danza elegante por el movimiento de sus manos, aún cuando el agua escurría de su cuerpo adhiriéndose a su cuerpo, como plegamiento uniendo los pedazos.

El coro fue arrancado de sus labios con gran intensidad, su voz temblaba aunque fácilmente pudo disfrazarlo con falsetes y el nudo de su garganta, el vacío en su estómago hizo metástasis en su cuerpo.

"I'm still breathing, i'm still breathing....I'm alive"

Sus orbes picaban y los cristales brotaron perdiéndose entre las gotas de lluvia que persistían en su cuerpo.

La melodía se hizo delicada y las últimas estrofas fueron cantadas por Hinata que permaneció en su sitio. Sintiendo la energía recorriendo cada partícula, fuerza, plenitud, agotamiento similar al de los soldados regresando del campo pero con aquel sentimiento brotando desde su interior, floreciendo e iluminando.

La sala se mantuvo unos segundos en silencio procesando lo que acaba de suceder y los sentimientos a flor de piel. Y al unísono los aplausos se hicieron presente.

La fémina bajó del escenario siendo seguida por unos orbes celestes que no podían perderla de vista. Su corazón resonando en su pecho y sus manos temblorosas tan fuerte como el nudo en el estómago.

Él sintió como su alma había sido tocado por aquella mujer rota.