Alberca

--Bueno, es divertido pero hasta que te quedas sin insporación. --bostecé tapándome la boca por educación y miré como la cosa se ponía mas tensa en la sala.

 

La cosa se ponía más tensa de lo que ya estaba y los comentarios de Graham a Crow y viceversa tampoco ayudaban mucho al ambiente. Como cada quien era un mundo completamente distinto en mi cabeza solo podía imaginar que todo saldría mal si no bajaba esa tensión.

-- No creo que ese sea tu caso ¿o si? -- pregunté intentando olvidar toda la tensión que había

 

—¿Cuántas veces has tratado con personas que harían cualquier cosa por obtener lo que desean? ¿Qué su único impulso es “alimentar el drama” ? Todos estamos igual de curiosos pero pensando en cómo será, cada vez menos deseo conocerlo— Hice una pausa mirando al piso para recordar mis mala experiencias con personas así.

—Ja… Buena esa— me rei de su frase sarcástica.

—Buena onda los testículos que no tengo aunque lo imaginare, veamos quien tiene la razón finalmente— se lo dije al músico primero como broma y luego de forma de reto. Sentia la adrenalina de una buena pelea ya en mi sangre, eso causa una sonrisa en mi rostro, ya empezaba mi faceta de idiota con boca de camionero.

 

--Bob Marley, uhg.--Sin duda me había fastidiado su mención, no era uno de mis músicos favoritos. Pero que más da, estos tipos daban más ambiente que Brian Eno en sus últimas publicaciones. Les sonreí, y seguí tocando los bongós alegremente.

 

Estaba empezando a detestar la actitud despreocupada del músico, ignorarme de forma tan monumental es pecado, algún día se lo voy a devolver. Para calmarme me siento esta vez sobre mi trasero para no tener la tentación de pegar un salto y soltar un golpe hacia su rostro.

Intento que mi respiración se calme para bajar la adrenalina en mi sangre, si empiezo a ver todo rojo no habrá nadie que me detenga.

 

--Si, a veces. --le respondí mirando al chico tocar alegremente los bongós. He de decir que cuando apareció aquí antes me dio un susto, parece que es capaz de aparecer inesperadamente en los sitios.

 

El de los bongos estaba pidiendo a gritos una buena bofetada. Pero debía contenerme, aún no era momento de ganarse enemigos.
Me pregunto cuántos faltarían por llegar, y cómo de raros serían.

 

-- Evangelin... ¿cómo crees que sea monokuma basándote en su nombre? -- le pregunté jugando con uno de los mechones de mi cabello para pasar el rato esperando que no iniciaran conflictos entre los presentes

 

Ahora tenía un Ukelele, ¿De dónde lo había sacado? Nadie lo sabe.
--If I was young id flee this town id bury my dreams underground...--Ahora cantaba al ritmo de las agudas y tiernas cuerdas de instrumento. Parecía un pequeño duende de algún cuento mitológico, pero en eventualmente me aburría, y la cosa seria muy muy distinta.

 

llegue después de caerme un par de veces en el pasillo, ¿Porque no me seque el cabello?, no traía puesto mi sombrero, lo cual me incomodaba un poco. Vi la alberca y a todas las persona allí, entre sin hacer ruido como los ninjas de los libros que suelo leer, llegue a un lugar apartado, me deje caer al suelo, me alegre la chaqueta negra y estruje mi cabello para al fin colocarme el sombrero.

 

--Mira, al menos el ukelele es más sencillo rompérselo en la cabeza --dije sin darme cuenta en voz lo suficientemente alta como para que solo Nix pudiese oírme.

 

En serio que no ayudaba en nada tener a ese tipo ahora con un ukelele así que dije al cuervo.

—Te dije que tenía otro instrumento.

Empezaba a querer golpear algo, así que decidí hacer lo más sensato y hacer algo para desahogarme.

—¿Alguien se ofrece para jugar un rato a lazar algunos golpes?

 

Miré con una gota de sudor al chaval, que ahora había sacado mágicamente un ukelele, y me volteé a mirar a Brooke.

--Pues...monokuma, es bastante extraño el nombre. Kuma significa oso...pero no creo que un director sea un odo parlante.--le respondí a sabiendas de tal tonteria. ¿Un oso un director?

 

Debía tener los oídos más que agudizados para haber podido oír eso.

--Otra más...--dije para mis interiores al ver a la chica, quien apresuradamente había entrado sin que casi nadie la vea, como un ninja.
Nada más fue lo que dije; me limité a pasear y tocar, pasear y tocar, pasear y tocar.

 

—Creo que nuestro músico quería jugar a las peleas, Nix. Dice que él hará de saco de boxeo —dije descaradamente.

Mientras decía eso, mi mirada se dirigió a la chica que acababa de entrar en la sala, poniéndose un extraño sombrero. Una más, espero que pronto estemos todos.

 

Me levante de mi asiento y me acerque a un grupo, una tenia una croquera y se veía buena gente a si que me acerque a platicar.

—Hola, vi tu croquera y no pude evitar pensar que tu talento es el arte, ¿Verdad?

 

—No me molestaría para nada, el debería arreglar lo que provoco ¿O no Cuervo?-- dije siguiendo el no tan juego.

También vi a la chica pero mi atención estaba en mi corazón latiendo y en controlar mis impulsos. Vi que se acerco a Eve y pregunto por su talento.

 

-- En efecto..es un nombre muy raro, además ¿por qué el director permite que las ventanas estén tapadas de esa forma? -- le pregunte a Evangelin sin dejar de observar el ambiente, mucho más tenso que antes...eso no podría ser buena señal

Lo bueno de todo esto fue que llego otra chica que se acerco a nosotras, ella también parecía ser una persona tranquila

 

—Exacto —esa frase, solo esa frase, le había dado muchos puntos a Nix. Ahora me agradaba un poco más.

 

vi a la otra chica y le dedique una sonrisa.

—Me llamo Daniela. Antes de que preguntes mi talento es sobre la litaratura especializada en el drama