Alberca

Al parecer todos de pronto comenzaron a hablar en voz alta para no tener que acercarce a nadie demasiado pronto así que lo haré yo también.

-Sí, es extraño pero estamos en una academia con personas de extraños talentos, yo no me esperaba algo muy normal- me puse de pie avanzando hacia alguno de la sala -solo es un exótico que le gusta el drama, aunque eso no expliqué la mala espina que me da- murmuré la última parte.

pasé por la espalda del cuervo y dije sólo para que el escuchace -No soy la única que observa a los demás cómo sí fuesen presas-.

 

--¿No te parece tan raro? ¿Cuántos directores de academia dejan notas diciendo que lo vamos a odiar y escriben en ella "hue hue" --dije, señalando la misteriosa carta

 

Llevé mi lápiz a mi oreja y solté un bostezo. Desde donde me encontraba no veía bien todo el lugar, además de que ya no sabía que dibujar, por lo que me levanté estirándome un poco y me fui a la zona verde para sentarme y admirar las cosas desde aquel punto de vista. Mucho mejor.

 

La chica que dibujaba se había decidido a salir de donde estaba y caminar hacia el área verde donde me encontraba y para sorpresa mía se había sentado a mi lado, tal vez para poder ver todo la zona un poco mejor.

-- Dibujas muy bien... -- dije a la chica al mirar de reojo el cuaderno donde estaba dibujando

 

Me giré un segundo al notar que me hablaban, era la chica con la que estuvo hablando antes el tipo de los bongós.

--Gracias. --le sonreí. --Pero aún tengo que mejorar bastante.

 

No recibí ninguna respuesta así que voy a sentarme con las demás chicas pero realmente no es lo que deseo pues todavía no se sí hay idiotas mimadas y no creo controlarme, la última vez no pude.

Al sentarme poco antes de la zona verde pude escuchar su conversación y sí ellas me invitaban no tendría que moverme mucho.

-Es extraño igual que nosotros ¿quién me quiere a mí en un internado? Eso no es buena idea- dije a media voz. -Normalmente los directores me odian a mi.

 

-- Pues a mi me parece que dibujas muy bien -- dije sonriendo, viendo su dibujo detenidamente pensando vagamente que yo en mi vida podré dibujar de esa forma, pero bueno.. cada quien con sus talentos

-- ¿Los directores te odian a ti? -- pregunté algo confusa ante el comentario de la otra chica que había decidido acercarse

 

-Sí, peleas.Al parecer no soy buena influencia para hombres ni mujeres- respondi con simplicidad sin darle importancia, nadie me a reconocido de la liga todavía veamos cuanto dura.

Estos no son seguidores de las peleas, eso me dará ventaja y algo de libertad. Es extraño pues el tatuaje en mi ojo normalmente me delata.

 

Escuchaba la conversación de la chica que acababa de acercarse mientras estaba con lo mío. Cada uno con sus talentos, era divertido ponerse a mirarlos a todo y empezar a pensar cual puede ser el de cada uno aunque estaba bien claro que el del chico de los bongó era el de la música, y sospechaba que el del chico de corbata que se puso a pasear y nos miraba detalladamente a todos podría estar relacionado con el robo. Debería de cuidar bien mis cosas.

 

-- Todos en algún punto de nuestra vida no somos una buena influencia para hombres y mujeres, en mi opinión.-- Y bueno... eso era algo cierto, siempre llegamos a una parte de nuestras vidas no somos buenas influencias por "X" razón.

-- Pero.. ¿no crees que sería aburrido ser una buena influencia todo el tiempo?, siempre tendrías que ser perfecto..

 

Volví a apoyarme en la pared, contemplando el panorama. Parecía que ya se había formado un grupito, o al menos estaba en proceso.
Mientras yo seguía preguntándome quién sería ese Monokuma. Era un nombre extraño... y de hecho me sonaba de algo, ¿"kuma" no significa "oso" en japonés?

 

La otra chica tenía sus ojos en el dibujo y sus oídos en lo que decía con una sonrisa en su rostro, las mire a ambas detenidamente por primera vez de tan cerca, nada me llamó particularmente la atención y no quise preguntar por el talento de la de sudadera gris para evitar preguntas sobre el mío.

-Cierto pero los adultos se emocionan con lo que ven en TV pero cuando encuentra a alguien en la vida real así se asustan-

Vi al chico de mirada pérdida acostarse en la pared, pensando todavía en el director supongo.

-Hey cuervo, relajate, pronto lo conocemos no te tortures desde ahora. Lo odiaremos en cuanto llegué no antes- Grite hasta el otro lado de la estancia para que me escuchara.

 

Reí alzando la parte derecha de mi boca.

--"Crow" --corregí, al mismo volumen de voz que habló ella--. Es Crow.

 

-- Tal vez sea cierto lo que dices.. -- murmuré pensando en lo que dijo -- Pero creo yo que sería mas sorpresa que susto -- me explique mirandola con una sonrisa

-- Oh..por cierto, me llamo Brooke Black, un placer

 

--Listo. --murmuré guardando el lápiz y mirando el blog. Había acabado de dibujar la alberca con todas las personas que había en ella.

Cerré el cuaderno y me presenté.

--Yo soy Evangelin Jones, encantada. --sonreí.

 

Le saque una sonrisa eso es algo bueno

—Soy Nix, Cuervo— dije en el mismo tono de voz que antes —me recordaras cuando te llame.

Respondiéndole a la chica —Ya creo que escuchaste Brooke, soy Nix igualmente un placer. Lo he experimentado es miedo, puro e irracional.

-Hola, Eve- dije al finalizar como si gritar atravez de la sala y hablar de como me juzgaban fuese lo más normal del mundo.

Siempre me presento sin mi apellido y con mi segundo nombre, así que espero que no me pregunten nada, el otro chico tambien se habia presentado con un sobrenombre y no le dijeron nada o ¿Habrá sido por su encuentro con el de los tamborcitos?

 

De nuevo repite mi nombre erróneamente. Una chica irritante, esa Nix. Me agrada.

 

El chico conservaba esa sonrisa ladina, sencillamente no había dicho más nada pero me seguía mirando así que quizás si me acerco no me rechazaría.

Camino con desgana y soltura a la vez, con ese tumba ‘o que me dejaron las clases de danza aunque he intentado deshacerme de él no lo he logrado, cuando ya estoy como a diez pasos de él hago una pregunta tanto en broma como para medir su reacción ante mí, tal cual lo hacían los domesticadores con animales salvajes pero el no es salvaje es alguien cuidadoso quizás no del todo fiar.

—¿Me puedo acercar o me mandaras también al diablo?— le dije haciendo referencia al arrebato con el músico.

 

Miré a aquella chica, la pregunta me hizo gracia en cierta manera, pereo era sin duda muy acertada.

--Por ahora, toleraré tu compañía --dije, clavando mi mirada en el techo.

 

Miré como se iba la tal Nix y me quedé con una cosa: ¿dijo eve? En mi vida me pusieron muchos motes pero nunca ese, aún así no me molestaba. Era original. Dirigí mi mirada a Brooke la cual parecía ser una buena persona y sonreí.

--Y bueno, parece que nos dejaron solas. --reí levememente.