"Alba De La Victoria"

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Animosa, 3 Enero 2008.

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    Animosa

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    "Alba De La Victoria"

    Hola a todos, tengan un cordial saludo.

    Les presento este fic que he realizado con el paso del tiempo. En realidad aun lo estoy haciendo.

    Debo comentarles que este fic fue inspirado por un fic-colectivo en el que alguna vez participé; también en canciones que de alguna manera me "conectaron" para animarme a realizarlo.

    Por último, he pensado seriamente en poder publicarlo en este foro, y pues el día de hoy me animé a comenzar a postearlo.

    Las continuaciones y los capítulos solo los podré publicar cada ocho o diez días debido a que suelo "filtrarlos" y espero un poco de tiempo para ver si se me ocurre algo mejor.

    Una última aclaración, el manejo que tengo con los nombres y cargos, podría decirse que es mas como un crossover de nombres, sin embargo los significados reales no tienen nada que ver con la historia, algunos pueden que coincidan pero otros no, por lo tanto no tomen los nombres de manera directa, solo los empleo porque me agradaron mucho.

    Aclarando esto último comenzare a explicarles como tengo organizada mi historia...

    A grandes rasgos esta historia la dividí en tres grandes partes o temporadas, cada una con sus respectivos capítulos, la primera llamada Ancestral (en donde se introducen los personajes principales); seguida por Cielos vírgenes (esta parte da razones de acción a los protagonistas); y por ultimo Ángeles de la oscuridad (En donde se describe la guerra en contra del Rey Negro).

    Genero: Tragedia-Epico-Fantastico

    “ALBA DE LA VICTORIA”
    ANCESTRAL​

    INTRODUCCIÓN

    Daichisan un mundo de maravillas, donde los colores del arco iris se extienden en el horizonte sin fronteras; unicornios, espíritus del viento, hadas, duendes, elfos, pixies, árboles mágicos, y toda criatura fantástica convivían pacíficamente con los aldeanos. Este indescriptible mundo lleno de bondades naturales se encontraba dividido en tres grandes continentes. Uno de ellos llamado Sla-Mori; es en este continente en donde se desarrolla nuestra historia.

    Sla-Mori, el continente místico, llamado así por la gran cantidad de energía que corre entre sus tierras. La magia y la espada son el latir de quienes habitan dicho continente, la segunda pangea de Daichisan.

    Por desgracia, el caos, los gritos de guerra y la sangre derramada, son tan habituales en tan inusitadas tierras, que no parecieran distinguir la ola de maldad que se ha aproximado a sus costas. Durante la Guerra de Liberis, en donde dos de las naciones mas fuertes del continente se disputaron un pequeño territorio de no mas de unas cuarenta hectáreas y que sus secuelas dejaron la maldición en las tierras; debido a que ninguna de las dos naciones en disputa; Lou y Silvara; abandonó el territorio, se volvió en una sangrienta guerra que cobro cientos de miles de vidas. Fue en este baño de sangre, en donde el llamado Rey Negro, mandó a sus lacayos para poder infiltrarse dentro de la soberanía del continente y poder comenzar a tejer la telaraña maligna que con el pasar de los años prepararía el terreno para poder conquistar Sla-Mori.

    Después de la Guerra de Liberis, fueron cuatro las naciones que terminaron gobernando el continente, lideradas por Silvara, la nación más brutal, seguida por el reino de Lou, y después la pequeña nación de Big Blue, esta última siendo la más conservadora, esta en la vanguardia tecnológica del continente. El ultimo país es una nación llamada Mainz, también conocida como el “País de la Miseria”, después de la Guerra, Mainz fue fundada por todos aquellos que no podían pertenecer en ninguna de las otras tres naciones como lo eran ladrones, renegados, traidores y personas desafortunadas son ahora sus habitantes, su gran impacto cultural causado por los diversos grupos es la causa del desorden, muerte y pobreza que la invaden. Sin embargo el país de Mainz posee una posición geográfica estratégica dentro del continente, cosa que el Rey Negro aprovechó de inmediato.

    Siendo Silvara la nación más grande, sus ideales y el estilo de resolver los problemas está más extendido. Silvara es una nación orgullosa, y el honor es lo mas importante dentro de si, mientras que en Big Blue el saber es el oro de la nación, el reino de Lou pose influencias de los dos; su rey también conocido como el “Rey Sabio” fue un oficial de nivel muy alto dentro de la nación de Silvara, pero al no estar de acuerdo con la llegada al trono del actual Lord Emperador* Gaydel, decidió formar una nueva nación en donde habría cambios que favorecieran a las mayorías. El Rey Negro, sabiendo de este mundo de ideas y protocolos existentes en el continente, aprovechó la ignorancia de sus habitantes para envolverlos en un velo que les causaría su destrucción.

    No obstante el Rey Negro nunca imagino que tan lejos podían llegar los habitantes de Sla-Mori para defender su trono. Fue con aquella furia que los distinguía, con la cual se levantaron en la última guerra por su libertad; “Alba de la Victoria” fue el nombre de la última batalla que se libró en contra de las tropas demoníacas del Rey Negro. Liderados por los jóvenes que se levantan en armas clamando por la cabeza del Rey Negro quien les había arrebatado aquello a lo que más amaban.

    *****
    Lord Emperador. Es un titulo que emplea la nacion de Silvara para nombrar a su a rey.

    *****
    Bien esa es la introduccion espero que les haya gustado pronto pondre el primer capitulo.
     
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    Re: "Alba De La Victoria"

    I. AMO DEL DESEO

    Hace un par de horas que ha caído la noche cuando Astherios, un elfo, considerado como el más anciano de estas tierras, ha cruzado los puentes de la salida de la ciudad élfica de Noria, una cuidad en la nación de Silvara. Tal vez él fue honrado por su gran apoyo para la consumación de la Guerra de Liberis favoreciendo a las fuerzas de Silvara y estableciendo a la nación en gran parte del territorio del continente, pero para el gran maestro que es Astherios, no existe mayor hazaña y deleite más dulce que el formar a las nuevas generaciones.

    Astherios se dirigía hacia la torre del reloj que se encontraba en las afueras de la cuidad, cerca de unas ruinas, con un paso tranquilo, muy característico de él, camina sin que pareciera sentir temor alguno de las pocas bestias que estaban cerca del lugar. El reloj de la torre se había detenido desde hace años, justo cuando la Guerra de Liberis comenzó. Dentro de la torre, el bien llamado Maestro, sube hasta la ultima habitación. Con cuidado abre la trampilla de madera, única puerta que conectaba a una aparente abandonada habitación. Al llegar hecha un vistazo a través de la pequeña rendijilla que abrió, logra ver que su “niño” estaba hincado justo debajo de una pequeña ventanilla redonda a lado de una vieja cama, la visión de aquella ventana era tan pobre por el polvo y telarañas que se habían acumulado por el tiempo, aun así ese niño parecía poder ver lo que nadie mas creería.

    Su “niño”, una criatura de tan solo cinco años de edad, delgado y vistiendo harapos, que pareciera no molestarle absolutamente nada. ¿Cuál era la razón por la cual estos dos años se los haya pasado en tal confinamiento?” se preguntaba el elfo mientras veía al niño que no dejaba de contemplar el cielo nocturno, con aquella mirada soñadora perdida en un viaje con las palabras que Astherios le ha enseñado “esperanza, amor, libertad”… Aun cuando las palabras son silenciosas en él, reflejan un distante suspiro de un corazón solitario.

    - “Si he de decir la verdad, la noche es más benévola que el día, que muy a menudo destruye sin compasión las mas gratas ilusiones” –Piensa Astherios en voz alta.

    Aquel niño voltea rápidamente hacia donde provenía la voz con una ligera expresión de temor, pero se calma al ver el cálido semblante de Astherios, menea discretamente su cabecita vigilando que nadie más haya entrado. Astherios baja cuidadosamente la trapilla, mientras el niño se acomodaba en la cama.

    Acercándose a la cama con un tono algo inquieto Astherios le habla:
    -¿Cómo te has sentido el día de hoy? He estado preocupado por ti, no has dicho nada en varios días. Ellioth no queda bien de ti hacer eso-

    Ellioth solo ve al suelo pero no contesta.

    -Mira lo que te traje –Saca un libro delgado y se lo da. A lo que el niño lo recibe con gran agrado.

    -¿Prefieres darme un libro, en lugar de comida? ¿Qué clase de padre eres?- Le refuta el niño.

    -Padre ninguno ¡Cultivador de almas, eso soy! –Con tono un poco molesto sigue hablando, sabiendo que de comida, el niño solo aceptaría los dulces -Tú sobrevivirás más tiempo alimentando el alma que con simple “comida”-

    El niño hace una mueca de disgusto, pues prefería los dulces a los libros. Después de unos segundos de silencio el pequeño algo tímido se dirige a su maestro.

    -Astherios…-
    -Dime-
    -Es normal ¿Que me sienta así? Desde hace unos días, cada vez que despierto o veo al cielo tengo un sentimiento extraño… -Pone su mano en su pecho.

    Ellioth no podía describirle aquello que sentía, pues en su latir algo le dice claramente “Hay algo más, hay algo más” su corazón palpitaba con tanta fuerza que pareciera salir de un solo golpe; un llamado, un instinto que le hace desesperar en cada aliento. “Conoce… conoce” llama algo como si se tratase de un secreto en su interior.

    Astherios no dice nada, solo acaricia suavemente la cabeza del niño. Aquel niño de ojos peculiares, un ojo de color violeta mismo que tuvo al nacer y el otro de color azul intenso que brillaba constantemente, escondido entre los mechones de cabello que caían desde su frente, un ojo de dudoso origen. Astherios sabía que ese chico tenía un destino incierto desde que su padre le dio semejante maldición. Heredarle el “Ojo de Predicción” era más una muestra de odio. Sin embargo, estar a lado del niño era lo menos que Astherios podía hacer ya que fue él mismo, fueron sus manos las que le pusieron ese ojo azul, y le quitaron el original. No pasaba noche en que el Maestro Elfo se preguntara la manera de pagar semejante pecado.

    -Astherios... ¿Qué fue lo que intentaste decir cuando entraste?-

    La voz infantil rompe con los pensamientos de remordimiento de Astherios, girando para verle a la cara su maestro no dejaba de pesar que a pesar de tener tan poca edad, de estar en un constante encierro y no tener a ningún otro niño con quien jugar y desatar su mundo infantil, los libros y las largas charlas que solía tener con él rebelaban una perspicacia asombrosamente cautivadora.

    -Pues… -Piensa el elfo la manera de explicarle algo que evidentemente era más para si mismo que para un niño –Pues… digamos… que en el día… y la noche… bueno, la brillantez y las ocupaciones de un día claro no permiten ver la verdad en las personas... Pero en la oscuridad… bueno tampoco… pero se ve mejor… es que…

    Astherios le dirige una sonrisa, con una expresión en sus ojos de estar totalmente confundido y con su ceja derecha temblando ligeramente por la tontería que acababa de decir, después de todo, se le complicaba bastante adecuar sus pensamientos para que un niño los entendiera. Así que se respalda tras una excusa muy usada por él.

    -Cuando crezcas lo entenderás, sabrás que las personas no son como…-
    -…Si crecer es hablar incongruencias como tú ¡Prefiero no hacerlo! –Remata el niño.

    Astherios le mira con molestia debido a que ocasionalmente, por no decir que siempre, solían terminar sus conversaciones con discusiones acerca de la filosofía que tenia Astherios, Ellioth pareciera saber el momento y la manera de cómo hacer que el tranquilo y paciente carácter del Elfo Maestro se viniera abajo.

    -¡Bah! ¡Bah! ¿Qué sabes tú? ¡Llegara el día en que crezcas, de eso estoy seguro!… -murmurando entre dientes- ¡Ese día tiene que llegar, tal vez, es mejor que tarde!-

    Lo toma como muy rara vez lo suele hacer, lo abraza por un largo rato, era evidente que algo estaba a punto de pasar. Ellioth no dice absolutamente nada, más bien se deja acurrucar en la calidez del Elfo, hasta el momento en que el niño se ha quedado profundamente dormido, Astherios se sienta a lado de su cama y lo contempla. Sabe que esa será la última vez que se verían en un largo tiempo, pues su padre el Rey del Norte Gaydel. Lo ha pedido en su presencia, pero Astherios no tuvo el valor de decirle que a la mañana Ellioth saldría para cumplir aquella aberrante y loca fantasía de su padre de crear a un ser aun mas malvado que si mismo.

    Así permanece toda la noche, sentado a su lado, lo único que puede hacer Astherios es orar para que el corazón de tan inocente criatura sufra lo menos posible.
     
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    Re: "Alba De La Victoria"

    II. POR ENCIMA DE LA ESPERANZA
    (Primera parte)

    “Tragedia, dolor, luto, es la única manera de describir lo que alguien puede sentir cuando pierde a un ser querido.”

    Han pasado ocho años, desde que Ellioth fue enviado con su padre Gaydel; en la cuidad de Aden, ahí recibió el entrenamiento y educación mas completos que la nación de Silvara le pudiera brindar. Siendo el hijo del actual Rey era para muchos necesario y para otro tanto una obligación, que el heredero supere el poder de su padre. Con esta presión él refina sus habilidades convirtiéndose en un buen espadachín y un mago poderoso, obteniendo el titulo de Lord*.

    “Un orgullo para sus padres el poder lograr tanto a tan corta edad” eso decían las lenguas; mas sin embargo para su progenitor que el chico supiese eso era solo el comienzo, en los ocho años que estuvo a su lado su padre nunca lo bajo del calificativo de “inútil” o “vergüenza familiar”.

    Al medio día Gaydel manda llamar a su hijo quien acude de inmediato hasta llegar a una estancia de descanso decorada con hermosas y delicadas cenefas en dorado que recorrían todo el perímetro de la habitación en el centro un diván con bordes de madera rojiza y una mesita a lado haciendo juego con el mismo. Estando solos se acerca al chico, a no estar a más de un metro de distancia comienza a hablarle con un tono de indignación.

    -Has visto la muerte desde que tienes memoria y nunca te has afligido por ello ¿Sabes por qué razón es que no muestras ningún sentimiento de culpa? ¿Tienes si quiera una diminuta idea de ello?...

    Un silencio sepulcral invade la habitación Ellioth solo mantenía a mirada baja mientras era notable que su mano izquierda temblaba debido al gran temor que le tenía; después de todo era al Rey junto con aquella sonrisa maléfica lo único que veía a través de los barrotes de los calabozos, cuando era enviado por haber cometido cual insignificante error. Gaydel se acerca hasta poder colocar su mano en el hombro del niño y con serenidad comienza a explicarle mientras él permanece enmudecido parecía no desear subir la mirada y verle al rostro.

    -Eso se debe a que esas personas nunca significaron nada para ti, no las conocías, por ello no te importaron en lo mas mínimo. Fue algo tan natural como arrancar el pasto verde. Creo que es hora de que veas el otro lado…-Con su mano derecha levanta el rostro del chico obligándolo a verle a los ojos-. ¡No me sirves si solo matas lo que desconoces!

    Con esas últimas palabras Gaydel le da un pergamino, se trataba de una carta por parte de Astherios; pidiéndole que permitiera a Ellioth ver a su madre por un tiempo. Petición a la que Gaydel acepto sin vacilar un instante. A la mañana siguiente salió de Aden, su padre estaba ansioso por que él se marchara, no podía evitarse sentirse extrañado, desconocía lo que el Rey tenia planeado lo único que sabia era que la nación tenia problemas con levantamientos rebeldes que habían estado atacando a los poblados y aldeas.

    Pasaron dos días enteros de viaje hasta poder llegar a la cuidad de Giran…

    Una vez dentro de la ciudad se detienen en una de las calles principales, pronto baja un hombre de corta estatura y regordete, con un traje azul que le quedaba algo ajustado, abre con temor la puerta del carruaje y se dirige a su pasajero:

    -Es un viaje muy largo amo Ellioth ¿Por qué no baja unos minutos en lo que cambian los caballos y van por provisiones?-

    Su joven pasaje estaba sentado tranquilo leyendo un libro en verdad viejo ya que parecía deshojarse pues el chico lo sostenía con mucho cuidado; y ante el comentario que el chofer hizo Ellioth se niega sin despegar sus ojos del texto. Pero un escándalo se escucha pronto se ve una especie de mono blanco ir a toda velocidad escapando de la multitud que venia detrás de él a pesar de ello lo que hace es aprovechar el que estaba abierta la puerta del carruaje y entra causando semejante caos dentro.

    -¡Que rayos…! –La entrada imprevista del visitante peludo hace que el libro se le resbale de las manos y se deshoje en el acto -. Oye espera, ¡DETENTE! –Le ordena al mono pero este le ve con malicia y se abalanza sobre él, del cuello del niño sale una pequeña cadenita que atrapa la atención del animal arrancándosela en el momento y llevándosela junto con una parte de las hojas que yacían en el suelo.

    -¡¡¡Amo NO!!! -Grita el chofer al verlos salir y alejarse, intenta seguirlos pero sus piernas eran demasiado cortas como para poder alcanzarlos.

    -¡Condenado mono! Cuando te atrape ¡ME LAS VAS A PAGAR! –Ellioth corre persiguiendo al mono que escalaba los puestos y los faroles, brincaba tratando de esconderse entre la multitud, pero el chico no le quita los ojos de encima, logra verlo dirigirse a un callejón en donde se escurre a través de un agujero en la pared de lo que parecía ser una bodega-. ¡No creas que te escaparas! -Había una puerta a lado de agujero y con una fuerte patada la abre dentro ve al mono correr hacia donde se encontraba una persona en las sombras, sube hasta su cuello y le da lo que había robado. Era una niña de casi diez años, de cabello azul con el rostro un poco lleno de polvo.

    -¡Devuélveme la cadena! –Reclama el chico.

    -¿Devolver? Yo no he tomado nada- Dijo la niña.

    -Pero “esa cosa” sí. Me ha robado…

    -¡El no robo nada! Solo lo tomo porque estaba abandonado- Intenta explicar.

    -¡Esa cosa me lo arrebato!- Replica frunciendo ligeramente el ceño.

    -¿Acaso crees que te lo devolveré?, de ninguna manera, ahora es mío y si no me dejas en paz, ¡¡¡TE MALDECIRÉ!!! Muajajajajaja- Lo reta esperando que el chico salga huyendo de la misma manera en que lo hacían las demás personas de la cuidad, pero la reacción de él la sorprende pues solo se le queda viendo incrédulo, así que vuelve a intentar hacerlo caer en su acto de intimidación -. Mira y aprende ¡¡¡Nunca subestimes a una gran bruja como yo!!! Muajajajajajaja- Sigue mirándola incrédulo, cuando entonces le sonríe ligeramente -. ¿Por que me ves así?- Pregunta extrañada.

    -Bueno… es que… no te creo- Al decirlo este comentario hace que la niña se enfade bastante.

    -... Pues entonces ¡¡¡TE CASTIGARÉ!!! ¡Conoce a un verdadero demonio! Muajajajajaja –Estira su mano al cielo y una luz cegadora invade el lugar por un instante convirtiendo al mono en un demonio; enfrente de él aparece un monstruo o mas bien una cara azul con grandes y redondos rojos ojos; y un par de cuernitos, cuando el chico lo ve se sobresalta al tenerlo tan cerca empero cuando se aleja ve mejor al supuesto demonio, que no era mas que una especie de bola azul flotante, con una cola como la de un gusarapo.

    -¿Que ocurre? ¿Por que no sales corriendo? –Lo enfrenta, toma al adorable monstruo y lo acerca al chico-. Vamos que esperas asústate ¡ASUSTATE! –Comienza a estirar la cara del monstruito como si fuera una liga.

    -¿A eso le llamas demonio? ¿No esperas que me asuste por eso?-Dice mientras señala a la bola azul.

    -Claro que si ¿No ves? es un demonio ¡Tiene cuernos! Míralo bien- Responde confundida por la reacción de su interlocutor.

    -Esa cosa no asustaría a nadie con esa apariencia- Dijo mientras se acercaba a ella.

    -Aph… Eres raro –Levanta la ceja y suelta al monstruo.

    -¿Que?- Le dice algo desubicado, no esperaba que le respondiera así.

    -Ya me voy, chao – Se despide mientras camina rápidamente alejándose.

    -Es… espera un momento, devuelve lo que esa cosa me quito- La llamaba mientras la seguía.

    -Solo con una condición… -Sale corriendo –. Atrápame primero –. Rápidamente se dirige hacia una ventana - Vamos Slimp, sirve de algo una vez en tu vida- Toma al demonio azulado y lo arroja hacia la ventana rompiendo el cristal. Y con una hábil maroma ella sale, Ellioth la sigue de cerca y brinca hacia fuera, pero ya estando en el aire es cuando ve que estaba demasiado alto su caída la amortigua una gran cantidad de basura y desperdicios de comida. Una vez en el suelo Ellioth escucha la risa de la chiquilla…

    -Ajajajajaja, eso estuvo muy divertido ¡Hazlo otra vez!- Le saca la lengua.

    -Miserable –Dice el chico entre dientes.

    La niña baja con cuidado hasta donde se encontraba él.

    -Mira –Le dice la niña mientras saca el collar.

    -Dámelo –Intenta arrebatárselo, pero la niña no se lo permite.

    -Dime ¿qué es? Nunca había visto algo así –Ve con curiosidad la piedra multicolor que tenia de dije.

    -Eso no te importa. –Intenta nuevamente quitárselo.

    -Si no me dices no te lo daré nunca. Vamos, vamos, ¿Qué te cuesta? Solo tienes que decirme y te la daré- Intenta convencerlo.

    –Es un hal- Responde con un tono de rendición.

    -¿Un hal? No los conozco ¿Es valioso?- Pregunta interesada.

    -Ya no, esta gravado para mi, así que no vale nada- Explica sin verle al rostro.

    -¿Gravar? ¿Que es eso?- Insiste en saber más acerca de ello.

    -No es nada, ya dámelo- Reclama con la paciencia ya colmada.

    -No, no, no primero me lo explicas –Dice la niña.

    -Déjate de tonterías, ya dámelo, o de lo contrario yo…

    -Espera –Salta hacia atrás y toma Slimp –. Viste lo que esta cosa le hizo a la ventana, imagínate lo que hará en tu cara. No seas necio, solo explícame y te lo daré- Intenta tranquilizarlo.

    -Esta bien, pero promete que me lo darás- Dice Ellioth.

    -¡Trato hecho!- Respondió mientras estiraba su mano para cerrar su promesa con un apretón de manos.

    -Un hal es una piedra de búsqueda mientras mayor sea su nivel mas cosas encontrará, pero solo funciona cuando esta gravada, es decir que solo obedece a un único dueño, es una joya muy valiosa pero sólo si no esta gravada, ¿entiendes?- Explica a la niña.

    -Oh, ya veo. ¿De donde eres?-Pregunto mientras le veía fijamente.

    -Dámelo, solo era explicarte eso- Exigió Ellioth.

    -Esta bien, para que no digas que no cumplo mis promesas toma –Le da el hal –. Pero mira que más tengo –Saca las hojas del libro que Ellioth estaba leyendo–. Esto si es interesante, es parte de un libro de encantamientos… creo que me lo quedare- Dice con tono juguetón.

    -Dame eso también es mío- Dice desairado, no podía creer que pasaría la misma pena de nuevo con esa chica.

    -Te lo daré pero solo si contestas a mis preguntas- Manifiesta sabiendo que ella era quien ponía las reglas.

    -Vamos se razonable no tengo tanto tiempo…

    -No, no, no, si las quieres tendrás que seguir mis reglas- Dice de modo inflexible.
    -Esta bien, contestare a tus preguntas, pero solo puedes hacer tres, entendido- Le condiciona.

    -Si, con esas basta, pero prométeme que me dirás la verdad- Dice la azulada.

    -Está bien- Contesta rendido.

    -Pero antes que nada, vamos a un lugar que no huela tan mal- Dice mientras se tapaba la nariz y se alejaba.

    Ellioth asiente. Caminan los dos juntos, Ellioth no le quita la vista a la niña, y llegan a una fuente solitaria.

    -Aquí esta mejor. Bien a lo que estamos. Dime ¿Cómo te llamas?- Dice la chica.

    -Mi nombre es Ellioth, la segunda pregunta- Responde con tono seco.

    -No, no, no, cuando uno se presenta dice su rango y apellidos. Vamos no rompas tu promesa-

    -… Lord Ellioth Yelgi ¿Contenta? –Se sonroja y aleja la mirada.

    -¡Un Lord! Increíble por fin conozco a un Lord pero… yo me imaginaba a los Lord como hombres grandes y fuertes y no un niño débil como tú…

    -¿Débil?- Murmura.

    -Vamos, vamos aun no terminamos, dime… -Señala el ojo izquierdo del chico-. Explícame por que ese ojo no es del mismo color que el otro –Inquirió la pequeña.

    -¿Qué? -Ellioth se sobresalta un poco no sabe que contestarle-. Bueno es que…

    -Recuerda que me tienes que decir la verdad…
    -Bueno este ojo no es mío en realidad, es un implante- Trata de explicarle.

    -Ya veo, entonces es de otro color por que no había uno parecido a tu ojo verdadero- Concluye la azulada.

    -Puede decirse que si- Apoya la conclusión.

    -Bien la tercer pregunta ¿Qué haces aquí?- Pregunta interesada.

    -Bueno, solo llegamos a la ciudad para comprar provisiones y poder seguir con nuestro viaje- Responde con tranquilidad.

    -¿A donde vas?- Pregunta nuevamente.

    -No, no, no -La parodia –. Se acabaron las tres preguntas, ahora cumple con tu promesa y dame las hojas- Reclama.

    La niña no tiene salida y se las da.

    -Bien, ya me voy. Cuídate- Despidiéndose se acerca a ella para poder limpiarle parte del polvo que tenia en su rostro al terminar se aleja.

    -Oye espera –le grita –Mi nombre es Ansur, un placer- Se despide de él.

    -Un placer también señorita Ansur –Le hace un ademán exagerado.

    -Pero que pesado- Murmura.

    Después de su encuentro Ellioth llega a donde estaba el carruaje listo para partir. A lado estaba el chofer tomando algo de aire pues había estado buscando a su amo todo este tiempo por la cuidad cuando ve al chico regresar y corre hacia él.

    -Amo, Amo, ¿Que le ocurrió? –Ve a Ellioth todo desaliñado – ¿Y dónde estuvo? Por que apest… tiene ese olor tan peculiar –Le dice pellizcándose la nariz.

    Ellioth ve con gracia a aquel hombre pero no dice palabra alguna, solo sube y espera la partida. Viajaron por una noche mas ya había amanecido y era medio día cuando el carruaje se desvió por un pequeño camino hasta llegar a una pequeña cabaña. Afuera estaba una hermosa mujer de mediana edad y a su lado el viejo Astherios, quien no lucia ser mayor de 30 años.

    -¿Es él?, no puedo creerlo, Astherios ¿Es esto un sueño?-Dice Seraz inquietada.

    -Creadlo mi señora Seraz, es él, no hay duda alguna- Responde Astherios.

    Astherios nota que ella templaba de la emoción, al momento en que el chico baja los ojos de Seraz parecían iluminarse acompañados con una gran sonrisa. Ellioth se acerca a ellos dos haciendo una reverencia. Astherios se adelanta y le da la bienvenida.

    -Mira nada más ya has dejado de ser un niño, ahora eres un enclenque- Con entusiasmo le dijo Astherios.

    -Y tú ahora eres más viejo- Le dice entre dientes con el ceño fruncido.

    -Ja, ja, ja, eso no te lo creo, he tenido la misma apariencia por años, siglos. Nunca me veras como un anciano- Responde orgulloso.

    -Mas sin embargo, tu cabello no puede decir lo mismo –Le comenta Seraz mientras recoge un largo cabello que estaba en la túnica del elfo.

    -¿QUÉ? ¡Mes estoy quedando calvo! ¡NO ES POSIBLE! –Replica mientras se sostiene la cabeza desesperado y los otros dos se ríen discretamente de él –Pero que crueles son… –Se dirige hacia la casa –…Madre e hijo, son iguales -Dice mientras pasaba el umbral de la casa.

    Ellioth vacila al escuchar el último comentario de Astherios y mirando perplejo a Seraz.

    -¿Ma… madre?- Dice con voz baja.
    -Si, hijo mío, esa soy yo, tu madre –Seraz no logra contener las lágrimas al escuchar por primera vez la palabra madre de la voz de su hijo.

    Ellioth no sabe como reaccionar, había visto a muchas mujeres como ella llorar, sobre todo cuando él realizaba las masacres que su padre le ordenaba, mas sin embargo dentro de su vida rutinaria nunca nadie derramó una lagrima enfrente de él.

    ****
    Lord: Es el titulo que se le da a aquellos quienes se encargan de dirigir el reino, protegerlo y/o servir como soldados. Son la elite de Silvara.
     

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