Aidda the magic of the love

Re: Aidda the magic of the love

Wo Wo Wo...
Calma muchacha ya viene la conti ya viene es mas a petición tuya la voy a subir hoy...
Pero asta dentro de unas horas jajaja XD
Pero mira para que veas que no soy mala les daré algo en que pensar asta la noche...

La reseña del siguiente cap...

Una luz parece averse apagado. La oscuridad parece comenzar a reinar.
El accidente de Angiil es solo el primer indicio de que la guerra esta por comenzar, y que esto no a sido lo peor. Nadie parece estar a salvo, la pedida que sufrió Angiil será un gran golpe para algunos, mientras que para otros es un pequeño símbolo de victoria. Una horrible sorpresa espera paciente por Aidda y por su siguiente víctima, sin que nadie pueda predecir lo que vendrá. Será esta la señal que esperaban todos?? Cuál es ese secreto que parecen encerrar tan aparentemente inofensivas señales??? Y lo mas importante...quien será el siguiente??

Jejeje...Los vere esta noche...

 

Re: Aidda the magic of the love

Hola, este aquí yo de nuevo. Como lo prometido es deuda y ya me están llamando chantajista (Angiil ) aquí les traigo la conti. Solo los fastidiare unos segundos antes de que empiecen a leer par recordarles ciertos datos importantes para mi...
Es probable que se pregunte por que en un determinado punto Tea llama a Aidda enana pelirroja muy bien me explico...
Aidda es bajita para su edad, de echo aparenta tener 16 años y mide 1.62.
A Tea pues ya la conocen ella mide como 1.70 así como el resto exceptuado a Anelys y Tamara que miden 1.60 respectivamente (recuerden que ellas tiene 16 y 17 respectivamente). Aquí los mas altos vendrían siendo Atem Zack y Rayan con 1.73 (si chicas Atem se dio su estiradita) y Seto que como bien sabemos siempre será el mas alto de todos. XD
Bueno ya sin mas preámbulos las dejo con la conti


Capitulo 22
Black Roses (primera parte)

"Nadie esta a salvo"



Breep....


Breep...


Breep...


Click!!

- Si, bueno??
- Tamara, soy Aidda. Tienes que venir pronto al hospital...
- Que, pero....!!!!
- No, no puedo explicártelo por teléfono...tienes que venir...
- Pero que ocurrió??!!!
- Es Angiil...hubo,...un accidente....


Gruesas lagrimas resbalaban silenciosas por la cara de la joven pelirroja que caminaba como dormida por los pasillos del hospital, apenas consiente de adonde iba, apenas consiente del sufrimiento del resto de la gente que se cruzaba con ella...
Ellos también sufrían...
Ellos, al igual que ella, tenia a alguien que amaban luchando por su vida.
Solo esperando...
Solo escuchando...

Sus pasos se detuvieron cuando llego al pasillo donde estaba la sala de emergencias. Sus ojos de posaron en aquellas puertas blancas y relucientes. Sin apenas parpadear.

Una hora.
Una hora desde que había visto llegar una ambulancia transportando a su amiga.
Una hora desde que la había visto entrar por aquellas puertas.
Una hora sin saber de su estado.
Una hora desde que había estado luchando frenéticamente por localizar a Tamara; aun a costa de la batería y el saldo de su celular, o de las monedas gastadas en aquel teléfono publico.

Una hora luchando.
Una hora, solo esperando.

Una hora sin sentir aquella mano fuerte pero suave posada en su hombro, transmitiéndole la seguridad y la fuerza que necesitaba para soportar aquello.
Para soportarlo todo.

- La encontraste???
- Si, - contestó ella sin apartar la vista de la puerta - ya viene para acá. Tu as sabido algo???
- Nada.- negó el.

Silencio

- Y kaiba??
- Lo van a dar de alta. – respondió él – No es nada grave.
- Hablaste con él??
- Si, - contesto con un suspiro. – el muy desgraciado solo me ve entrar y me dice: “Ya tienes toda mi atención, quiero una explicación clara y concisa”...Imbécil, de a vernos escuchado antes, nada de esto estaría pasando!!! – estallo furioso.
- Ahora no es momento de buscar culpables. – contestó ella con tono cansado. – Solo Dios sabe como estará Angiil. Eso es lo que importa ahora. – Añadió con tristeza. Un leve mareo la invadió, y Atem la sostuvo dulcemente en sus brazos.
- Te ves cansada...te sientes bien???
- Solo algo cansada, no pasa nada. – contestó ella tratando de fingir en vano lo mal que se sentía. Todo el trabajo de la mañana, la carrera que se aventó hacia solo unas horas y la presión que la embargaba en esos momentos, estaba obrando en ella un estado de cansancio con el que apenas ya podía.
- Tal vez debas descansar una rato, ven, vamos a sentarnos. – Condujo a Aidda asta las sillas que había en ese mismo pasillo, mas si embargo en vez de acomodarla en una de las sillas (como ella esperaba que hiciera), se sentó él y la sentó a ella en sus piernas, ocultándola dentro de su chaqueta en un tierno abrazo de comprensión y fortaleza. La muchacha se acurruco contra él, encontrando así un refugio para su dolor. Se quedó dormida, y Atem la mantuvo así, abrazada a él, devolviéndole el aliento y la fuerza, que a ambos les hacia falta en aquellos momentos.

Aidda no supo por cuanto tiempo durmió.
Pero comenzó a escuchar voces...voces lejanas...que se hacían cada vez mas fuertes...

- Pero dime, que paso????
- Es que aun no sabemos nada...pero cálmate y baja la voz...
- Es que no puedo calmarme!!!

Aidda despertó de golpe.
Ella seguía acunada en los brazos de Atem, frente a ellos estaba Anelys, completa y totalmente alterada; a juzgar por su aspecto despeinado y de mejillas enrojecidas había corrido por todo el hospital buscándolos. En aquellos momentos, Atem luchaba por calmarla sin éxito alguno y en consecuencia llamaba la atención de todos los que pasaban por el lugar.

Por fortuna Zack y Tamara llegaron enseguida y ayudaron a sujetar a la muchacha que ya parecía estar dispuesta a lanzarse contra la puerta y derribarla de un golpe.
En ese momento fue muy evidente para todos que, por mucho que Anelys hiciera renegar a Angiil, era obvio que la quería mucho, y estaba preocupada por ella. A decir verdad Tamara estaba casi igual de desesperada que Anelys, pero por el bien de su amiga mantuvo la calma que la otra simplemente era incapaz de tener.
En realidad el único de ese trío que parecía estar mas calmado era Zack, pero claro era porque estaba muy ocupado en ver como Atem abrazaba a Aidda.
Y esa fue la principal razón por la que la chica se separo suavemente de Atem y se puso de pie junto con el. Aunque eso no hizo que la mirada asesina desapareciera del todo.

- Tamara yo...
- Aidda, por favor, dime que paso???
- No estamos seguros, - contesto ella después de un breve silencio – Aparentemente la camioneta choco o algo así...
- Y ella, - intervino Anelys – a ella que le paso???
- Es que aun no lo sabemos Anelys – dijo Atem tomándola por los hombros –Nosotros ya estabamos aquí cuando llegaron con ella, y los médicos no nos pudieron decir gran cosa.
- Pero ustedes como la vieron???

Aidda y Atem se quedaron callados. Ciertamente era duro recordar la imagen de Angiil, inconsciente, llevada en una camilla asta la sala de emergencias, y con aquel horrible golpe que se le vía en la cabeza.

- No te sabría decir. –


Se quedaron en silencio.
Uno minutos mas tarde comenzaron a llegar el resto de los muchachos, traídos por Yugi: Joey, Tristán y Tea.
Joey y Tristán no tardaron en sumarse al dolor de sus amigos mientras eran presentados.

- Angiil me cayo muy bien cuando la conocí. – comento seriamente Joey, recordando el día en que conoció a Angiil durante la fiesta del orfanato. Tristán se sumo a ese comentario – Ya saben algo de ella???
- Nada. – contesto Atem, quien tenia un brazo al rededor de Aidda, cosa que ni Tea ni Zack miraban con buenos ojos. – Ya llevan casi una hora ahí dentro y, aun no dicen nada.

Todos volvieron a quedarse en silencio. Los minutos pasaban como horas, sin que nadie dijera nada. Aidda volvió a quedarse dormida recargada en Atem. Anelys derramaba lagrimas silenciosas con la cabeza apoyada en las rodillas de Tamara, que no paraba de lanzar miradas ansiosas al reloj de pared que había frente a ella, para luego consultar el suyo de muñeca. Joey y Tristan estaban sentados mirando la vacío, Yugi fue y vino dos veces de la cafetería cargado con café y té para todos. Zack se le quedaba viendo a Aidda furtivamente, pero de vez en cuando lanzaba miradas a la puerta que tenia enfrente.
Sin embargo Tea solo tenia la vista clavada en Aidda y la forma en la que era abrazada por Atem. Como le hubiera gustado ir y arrancar de ahí a la “enana pelirroja” (como ella la llamaba), y mandarla lejos. Lejos donde no pudiera meterse con Atem. Pero tal parecía que la pelirroja se le hubiera metido por los ojos.
Siguió lanzándole miradas hoscas sin que el resto se diera cuenta, pues estaban muy ocupados mirando a las puertas de la sala de emergencias, asta que finalmente ya no pudo mas y salió a los jardines del hospital alegando que necesitaba aire.

Camino furiosa deslizándose por le jardín y pateando cuanta planta se encontraba en el camino. Y es que sentía una rabia!!!
Se dejo caer ya sin mas en un banco, respirando entrecortadamente, y dejando finalmente salir unas cuantas lágrimas que ya tenia almacenadas.

- No seas estúpida!!! – se dijo a si misma mientras se enjugaba la cara – Por que lloras?, es tan tonto de tu parte!!!.
- Pero, apuesto a que, si ella no estuviera, el seria todo tuyo, o no???
- Y tu que sabes!!! – grito Tea volviéndose enfadada a la figura que se había sentado a su lado – Déjame darte un consejo: no te metas en lo que no te importa!!!!
- Y quien dice que no me importa, Tea???

Tea se volvió asombrada.

- Tu como sabes mi nombre???
- Dime, no es cierto que lo darías todo por desacerté de ella...por sacarla de tu vida...no lo darías todo; lo que sea??? – prosiguió la desconocida como si no la hubiera escuchado – Piénsalo, si ella no estuviera, el seria tuyo...Es lo que quieres, o no? – Aquellas ultimas palabras ya se las dijo prácticamente al oído, la desconocida se le había acercado tanto a Tea, que prácticamente podía sentir su respiración en su nuca, así como su perfume en su nariz. Probablemente en otras circunstancias Tea ya se habría levantado y huido de ahí, pero aquellas palabras había producido un efecto inexplicable en ella. Eran como veneno deslizándose por su cabeza...

Unos fríos ojos amarillos se clavaron en los suyos.
Una voz seductora tomo sus oídos por completo.
Haciéndola perderse, olvidar todo...y a todos...

- No darías...lo que fuera...

*******

- Disculpen, son familiares de la señorita Angiil Maxwell??

Una hora.
Una hora de no saber nada.
Y de repente ahí estaba.

La primera señal había sido el momento en que Zack palideció de golpe cuando miraba la puerta, y la segunda fue cuando un hombre, ya de edad, ataviado con una bata blanca y otro algo mas joven con bata azul (de las que se usan en cirugía), se plantaron delante de ellos.
Aidda, que acababa de despertarse, se atraganto con el té que se estaba tomando, Anelys se incorporo de golpe golpeando accidentalmente a Tamara, y el resto se puso de pie como su hubieran tenido un erizo en el asiento.

- Somos nosotros – contesto Tamara, que fue la primera en reponerse a pesar del golpe que le había dado Anelys. – Como esta mi amiga??
- Pues, la señorita esta fuera de peligro, en lo que cabe, - contesto el hombre mayor después de dar un largo suspiro, que no auguraba una buena señal – pero fue una caída muy fuerte...Asombrosamente no se rompió nada, es algo que no podemos explicar...es un milagro. – reconoció el hombre con asombro – pero...
- Pero.... – insistió Tamara. Como el tipo volvió a suspirar la puso aun mas nerviosa ya que parecía que el doctor no hallaba las palabras para decirlo – Por favor doctor díganos!!!
- La señorita Maxwell sufrió un golpe severo en la cabeza – contesto el doctor rápidamente – temo que el golpe fue mas severo de lo pensado...hicimos todo lo que pudimos...

En este punto, el doctor se interrumpió. Todos se quedaron callados, ya intuyendo algo malo. Anelys callo de rodillas, pues las piernas no la sostenían, teniendo Yugi que asistirla, Aidda apretó la mano de Atem y Tamara se aferro con fuerza al brazo de su hermano.

- Doctor???
- El golpe daño una parte del sistema óptico...- Contesto al fin - Temo que la señorita Maxwell, a quedado ciega.

********

- Ciega???

Angiil estaba en un cuarto del hospital, apoyada en una montaña de cojines.
Tamara y Aidda estaban con ella, pues el doctor no había querido que toda la bola entrara
a verla de golpe. Además, todos juzgaron que ellas eran las mejores capacitadas para darle la noticia, tomando en cuenta que nadie del resto la conocía tanto como ellas y que Anelys se hallaba al borde de la histeria.

La muchacha tenia los ojos abiertos, pero su mirada estaba perdida, fija y sin enfocar nada, solo veía al frente sin mas, con aquellos ojos que unas horas antes estuvieron rebosando de brillo; pero ahora estaban opacos y sin vida.

- Angiil tranquila, - dijo Aidda en voz baja viendo correr las lagrimas por el rostro de su amiga – el doctor dice puedes recuperar la vista...Incluso dice que, como afortunadamente lograron tratar el golpe a tiempo, asta podrías comenzar a recuperarte tu sola, nos dieron muchas esperanzas Angiil.
- Amiga no te dejaremos sola, aquí nos tienes.

Las lagrimas silenciosas no cesaron, pero una mano tanteo en la oscuridad, encontrando la mano de Aidda, muy cerca de la suya, pues la chica estaba sentada en la cama aun lado de ella. Del otro lado encontró la de Tamara. A pesar de que la intención había sido mantenerse fuertes, antes de darse cuenta las tres estaban abrazadas llorando.


- Anelys, tranquila.
- Es que no me puedo calmar!!!
- Pero te ara daño que te pongas así.
- Y como rayos quieres que este!!!

Zack y Yugi optaron por callarse. Simplemente Anelys estaba intratable en esos momentos. Zack estaba conmocionado, nunca la había visto así, tan vez por que estaba acostumbrado a verla siempre sonriendo o haciendo travesura y media. Pero no, definitivamente nuca la había visto llorando de aquella forma.

- Oigan no han visto a Tea?? – Zack y Yugi ladearon la cabeza.
- No Joey, por que???
- No sé – contesto el muchacho – se fue hace un buen rato y no a regresado.
- Dijo que iba al jardín.
- Pues no esta ahí – sentencio el rubio. – Y Atem???

A toda respuesta Yugi señalo al pasillo de enfrente donde unos metros mas alla Atem estaba enfrascado en una conversación con el medico que había atendido a Angiil. Para sorpresa de todos Atem traía una expresión muy extraña en la cara y miraba atentamente un papel que el doctor traía en la mano.

- Atem que sucede?? – pregunto Yugi una vez que el muchacho fue a reunirse con ellos.
- Vean esto – respondió el tendiéndoles el papel que el doctor tenia en la mano, y que resulto ser una fotografía. Pero la imagen solo mostraba lo que parecía ser trozos de un pedazo de cacharro triturado. La cosa, fuera lo que fuera, no tenía forma, por lo que los chicos la miraron largo rato sin comprender.
- Que es?? – preguntaron finalmente.
- Esto, – señalo Atem mirando la fotografía – es lo que quedo de la camioneta de Angiil, un pedazo de metal oxidado.

Todos miraron la foto asombrados y Anelys estuvo a punto de desmayarse.

- Pero...pero si esto...pero si esto es...
- Un pedazo de nada, lo se – sentencio Atem – un trozo de nada, la camioneta quedo destrozada.
- Y ella sigue viva – exclamo Joey asombrado
- Lo se, es un milagro. Pero algo no anda bien aquí.
- Que quieres decir?? – dijo Yugi.
- No se Yugi, traigo un mal presentimiento de todo esto...
- Tu cuando no tienes malos presentimientos?? – dijo una voz sarcástica a sus espaldas. Todos ahí palidecieron de golpe, pero no tanto por la persona que estaba detrás de Atem, sino por la inminente perspectiva de un asesinato.

- Tenias que ser tu, no Kaiba – contesto el aludido apretando los puños.
- y quien mas si no tu se la pasa viendo peligros en todas partes. – dijo Kaiba – nunca estas satisfecho asta que no le ayas una explicación paranormal a todo.
- En serio, - repuso Atem viendo de frente a Kaiba ahora que era casi tan alto como el. A sus espaldas Tristán se preparaba para saltarle encima en caso de ser necesario. – Aver entonces quiero que me expliques que fue paso que paso hoy en tu empresa, o acaso los vidrios estallaron por que quisieron??
- Estallaron debido a un sobre calentamiento del equipo de la empresa – contesto el ojiazul hábilmente y luciendo aquella arrogancia que lo caracterizaba y que lograba prender a Atem de coraje. – O al menos esa es la versión que saldrá en los diarios
- A claro, - comenzó a decir Atem elevando el tono de su voz – para ti es mas sencillo dar la espalda a la realidad que enfrentar las cosas de frente.
- No hay nada que enfrentar de frente!!! – contesto Kaiba también elevando la voz.
- Ya te había explicado lo que pudo pasar, y aun si te empeñas en acerté el desentendido!!

La discusión comenzaba a subir de tono, tanto que la gente ya comenzaba a dirigirles extrañas y nerviosas miradas, al tiempo que algunos preferían escabullirse para ponerse a cubierto, por lo que pudiera suceder.

- Por que no puedes comprender que entre todo lo que esta pasando hay una misteriosa relación!!!!
- Y por que tu no sabes hacer otra cosa que ver extrañas relaciones por todas partes!!!
- Tu no puedes ni ver mas allá del borde de tu tintero!!! – grito Atem furioso
- Y tu no puedes ver mas allá de tu cara por que te la tapa ese dichoso fleco tuyo!!!

Ups, golpe bajo

- Con mi pelo no te metes me escuchaste!!!
- Entonces tu deja de meterte con mi empresa y sus tinteros!!!
- Escuchen ya ustedes dos, - intervino Tristan colándose en medio de ellos para evitar que se agarraran a golpes y además por que ya no aguantaba sus gritos . – Este comportamiento lo esperaba de Joey, pero de ustedes...Creo que aquí ya estamos todos lo suficientemente nerviosos como para que en cima vengan ustedes para acabar con los pocos nervios que nos quedan. A si que hagámonos un favor, o se van a discutir a la calle, o se callan y se guardan eso grito para después. Pero sobre todo, recordemos que esto es un hospital, así que...BAJEN LA VOZ!!!!!
- Oigan, que significan todos estos gritos – Había llegado Aidda acompañada de Mokuba, y con ellos la interrupción de la discusión que se libraba en frente – Por Dios si se escuchan asta el otro pasillo.
- Dime hermano, que acaso no puedo ir a pagar una cuenta sin que libren una batalla campal?...y en cima en un hospital –agrego el chico – no querrás que “ella” se entere de esto o si...
- Mokuba, juro que si la vuelves a involucrar para algo como esto te lavo la boca con jabón – intervino su hermano antes de que el chico terminara la frase.
- Oigan como esta Angiil?? – pregunto Yugi, una vez que estuvo seguro de que Atem no se le iba a lanzar encima a Kaiba.
- Tranquila en lo que cabe, - contesto Aidda – pero la veo algo angustiada.
- Y quien no lo estaría después de esto – dijo Anelys
- Crees que pueda hablar con ella?? – le pregunto Atem.




El cuarto tenia una buena iluminación, había un bonito cuadro colgado en la pared, incluso el color azul celeste que inundaba las paredes era bonito.
“Pero de que sirve tener todo eso rodeándote...cuando no puedes verlo.”

O al menos ese era el pensamiento que tenia Angiil en aquellos momentos, cuando solo sentía el silencio a su alrededor.

El silencio fue roto por el ruido de una puerta al abrirse y las pisadas de alguien que entraba en la habitación.

- Quien es?? - pregunto.
- Angiil, soy yo Atem.
- A, hola Atem, me asustaste. – contesto la muchacha con una sonrisa.
- Lo siento – dijo él mientras se acercaba una silla – Como te sientes???
- Supongo que bien...- Contesto ella – Claro apartando el echo de que estoy ciega.
- No te preocupes, ya veras que volverás a ver muy pronto.
- Gracias Atem, ojalá Dios te oiga.
- Oye, perdona que te diga esto pero, necesito preguntarte algo.
- Que cosa??
- Angiil – dijo el delicadamente – exactamente que sucedió, como fue el accidente??

La expresión en el rostro de Angiil cambio súbitamente. Mas su mente comenzó a trabajar en algo en lo que no se había detenido a pensar. Tal vez fue por la inminente noticia de su ceguera, pero...
Como rayos había acabado en el fondo de un barranco??

Y de repente las imágenes volvieron a ella como un torrente de malos recuerdos...
El volante....los autos...el trailer...

El volante!!!!

- El volante!!! – dijo al fin – Atem ahora lo recuerdo...el volante perdió el control solo, y me mando al barranco...use mi magia en el ultimo momento para frenar el golpe pero...
- Demonios, lo sabia!!! – exclamo Atem furioso dando un golpe en la mesa que tenia al lado y asustando de paso a la pobre Angiil.
- Atem, pasa algo??
- Es que paso la mismo Angiil, - contesto Atem – fue exactamente lo mismo.
- De que hablas??

De aver visto lo mas probable es que Angiil se hubiera asustado. El rostro de Atem estaba pálido y sus ojos reflejaban la furia y el dolor de su alma juntos.
Nunca hubiera pensado que...

- Atem, que sucede?? – insistió ella, pues si bien no podía ver, si podía escuchar la respiración agitada de Atem a su lado.
- Angiil, esto fue lo mismo que paso ase 17 años, los padres de Aidda murieron en un accidente igual al que tu sufriste.
- Que!!! – dijo ella incrédula.
- Sí, Sherán me contó que el volante también perdió el control solo y los mando a un barranco. Y no solo eso, dijo que Aidda aseguro ver una sombra a mitad de la carretera antes de que el carro chocara. Una sombra de ojos amarillos Angiil...

Angiil se puso pálida de golpe. Una mano se cerro en torno a la cobija sin poder ocultar su temblor. Un temblor de furia, la misma furia que la sacudía por dentro...
Esa maldita.

- Angiil, sabes lo que esto significa??? – pregunto cautelosamente la voz de Atem.
- Maldita... - balbuceo Angiil – Mil veces maldita bruja!!!

************

- Que dices???
- Fue Ninetis Aidda, no hay otra explicación.

Atem había salido del cuarto de Angiil.
El pasillo se encontraba casi desierto, pues pasaba de la media noche. Pero par el grupo de jóvenes que hablaba en voz baja fuera de la habitación, el tiempo no parecía sentirse.
Y por la expresión que traían todos, cualquiera hubiera asegurado que alguien acababa de morir.

- Pero están seguros?? – pregunto Yugi.
- Y dime Yugi, quien mas podría provocar un accidente así?? – contesto Atem – No hay otra explicación, ya se los dije revisaron la camioneta y aseguraron que no tenia ninguna falla automotriz. No había razón para que la camioneta se precipitara a un barranco como lo hizo.
- A menos que Angiil estuviera tomada o algo – dijo Zack
- Cosa que sabemos no estaba – respondió Tamara con enojo.
- Si quieren mi opinión – intervino Joey – Si la mando a un barranco lo mas probable es que en realidad quisiera matarla.

A estas palabras le siguieron un incomodo silencio. Ciertamente esa idea ya había pasado por la mente de todos, pero nadie se había atrevido a compartirla.

- Yo también ya había pensado en esa posibilidad – dijo Atem al fin.
- Pues si fue así, - contesto Zack – es obvio que algo le salió mal.
- Probablemente no contó con que Angiil usaría sus poderes para frenar el accidente. – observo Atem – Al menos me confeso que hizo eso.
- Solo imaginen que hubiera pasado de no averlo hecho.
- Hay ni digas Zack. – contesto Aidda – Ya bastante tenemos con lo que paso. Que bueno que a Ninetis le fallo el plan.
- Pues se podría decir a las dos les fallo algo. – intervino Tristan – Ninetis no logro matarla, pero Angiil no pudo frenar el golpe a tiempo.
- Pero que pretendía esa mujer atacando a Angiil, creía que su objetivo eran Atem y Aidda – dijo Joey.

Todos callaron.

- La verdad es que, - dijo Aidda pasados unos segundos - Angiil ya habia mencionado que, era probable que Ninetis la agarrara parejo contra todos. – Contesto con gravedad. – Lo que significa....
- Que nadie esta a salvo – dijo Atem terminando la frase.

A esta le siguió el tercer incomodo silencio de la noche. Interrumpido por la salida del doctor del cuarto de Angiil.

- Creo que ya es todo lo que podemos hacer por la señorita Maxwell – sentencio el medico cuando se percato de la mirada ansiosa que le lanzaron todos. – Lo mas probable es que se recupere mejor y mas rápido estando en un ambienta familiar, mañana será dada de alta.
- Aidda ya avisaste al orfanato?? – pregunto Atem
- Si ya, mi hermana no hizo muchas preguntas.
- Y tu tía??
- No se, siento algo extraño sabes...
- Hay algo que aun no entiendo, - Dijo Zack interrumpiendo a Aidda - por que Angiil va a quedarse en ese orfanato y no en nuestra casa??
- Fue idea de la propia Angiil – contesto Tamara, - dijo que quería estar cerca para cuidar de Aidda.
- Oye, perdona que lo diga pero, como piensa cuidarla si no puede ver??
- Hablas como si no conocieras a Angiil, Zack. – contesto su hermana con un dejo de amargura en la voz – Créeme no va a dejar que esto la detenga, ahora las dos estamos mas decididas que nunca a acabar con Ninetis.
- Tan seguras están de que fue Ninetis?? – contesto el tipo de malas pulgas.
- Claro que lo estamos, nadie mas pudo aver hecho esto!!!! – contesto su hermana irritada. Era increíble como su hermano era capaz de sacarla de sus casillas.
- Yo no estaría tan seguro.
- De que hablas??

- Oigan alguien a visto a Tea??

La súbita discusión fraternal se vio interrumpida por Tristan quien miraba a todos lados; buscando sin resultado.
Oigan era cierto, donde se había metido Tea??

- No se - contesto Yugi al fin.
- Tal vez se fue a casa. – contesto Atem
- Tal vez...
- Bueno que tu te vienes con nosotros o te quedas?? – le pregunto Joey a Atem, puesto que ellos ya se disponían a irse. Atem miro a sus amigos, y luego volteo a ver a Aidda, quien le sonrío de lejos.
- Me quedo. Yo debo llevarlas a casa.

( Si claro, seguro que solo es eso???)

Hacia las 6 de la madrugada, el auto plateado arribaba a las puertas del orfanato. Marion y Sherán ya estaba esperándolos en la puerta. Ambas mujeres se abalanzaron sobre Angiil dedicándole toda clase de comentarios positivos, mientras (ayudadas por Atem y Aidda) la conducían a su habitación.
Curiosamente para sorpresa de Aidda, Marion no hizo muchas preguntas; se limito a instalar a Angiil tan cómoda como le fue posible en su habitación para luego retirarse a su habitación.

Tal vez hubiera hecho mas preguntas de no estar tan cansada.
Una noche en vela llena de preocupaciones, era mas de lo que podía soportar.

- Crees que estará bien?? – le pregunto a Atem reprimiendo un bostezo. Ambos estaban fuera de la habitación, contemplando desde lejos a Sherán ayudando a Angiil.
- Lo estará, - contestó él – es fuerte. No dejara que esto la detenga.
- Supongo que no. – contestó ella, y eta vez no pudo reprimir el bostezo.
- Cansada?? – dijo el.
- Algo, no vas a decirme que tu no lo estas.
- N...no...no tanto. – dijo el bostezando, con lo que hizo reír a Aidda. Atem la miro algo abochornado – Mejor ven, vamos, me aseguraré que te duermas.
- Tu vas a asegurarte?? – le dijo ella riendo.
- Si, por que si no capaz que te quedas trabajando sin descansar. – Contesto el, de modo que la tomo suavemente en brazos y la condujo a su habitación. Una vez ahí, la recostó en su cama y la cubrió con las sabanas, mas cuando ya se iba una mano se aferro a su chaqueta haciendo que se detuviera en seco y regresara la mirada a la joven de ojos azules que lo miraba desde la cama.

- Y mi beso de buenas noches?? – dijo ella sonriendo.

Atem también sonrío y a toda respuesta si inclino sobre ella y deposito n beso en su frente.

- Vendré a verlas mas tarde, si pequeña. Descansa.
- Tu igual – contesto ella acomodándose mejor en las almohadas, mientras se dejaba sumir en un profundo sueño reparador.


Con una ultima mirada hacia ella, Atem salió sigilosamente de la casa.
Mientras en el horizonte el sol comenzaba a dar la bienvenida a un nuevo día ; era curioso, aun no amanecía y ya tenían un problema a su cuenta.
Cuanto faltaría, para que llegara el otro??

Continuara....


Se acepta de todo...insultos, golpes, amenazas de muerte...

 

Re: Aidda the magic of the love

hola amiren jeje sorry me tuve que cambiar de msn ahora es paty_yugioh@hotmail.com ToT bueno y volviendo a la conti me gusto pero casi lloro :llorar2: como es eso espero que angill no quede ciega pobrecita ToT me tienes que dejar apalear a ninetis ¬¬ que no se acerque a aidda que yo ayudo a las demas a apalearla :D que yo nunca me canso de apalear a los que me caen mal bueno me despido ya tomate tu tiempo en la conti espero que sigas haciendolo asi de requetebien o mejor xD bye

 

Re: Aidda the magic of the love

Hello hello all mi friends jeje
Ok ok dejo el bilingue XD
Huy niñas ahora si me impactaron con sus comentarios...de verdad estuve tan cruel??? ToT
De una vez les pido una disculpa...esta novela es asi, ninguna novela es novela si no hay tragedia....Bueno ya nos les espoleo mas...XD
A petición de angiil y de muchos aquí ya tiene la conti, se supone que tenia que esperar al domingo...Pero aparentemente es hoy o la muerte
Bueno ya sin mas que decir les dejo la segunda parte de este cap que biene acompañado de su portada...con cariño para ustedes....


Capitulo 22
Black Roses (parte dos)

“Todo por una rosa maldita”


(Dios mío, así o mas masoquismo de mi parte?? XD)

Unas horas mas tarde ese mismo día...

La madrugadora casa Kaiba se encontraba en un ambiente mas tenso que de costumbre.
Si bien el día había empezado bien cuando el menor de los Kaiba se levanto aquella mañana por el periódico tan de buen humor como de costumbre, (a pesar de tener al hermano mayor y usual capitán en jefe confinado en la cama), las cosas cambiarían en cuanto el susodicho pedazo de papel, denominado como medio de comunicación, llegara a sus manos. Pues un simple vistazo a la primera plana vasto para que se atragantara con el vaso de leche y escupiera la misma en una maceta, que en suerte le toco tener al lado, antes de salir disparado para la recamara de su hermano con en el manojo de hojas en una mano y sujetándolo como si este fuera una bomba.
El resultado fue que al final toda la casa termino tapizada con las hojas blancas y negras que el chico fue dejando regadas por ahí por donde paso mientras estaba en la búsqueda de su hermano mayor, quien aparentemente había desobedecido las ordenes dadas por el medico y andaba deambulando por ahí e lugar de guardar cama.

La puerta del estudio se abrió de golpe dando paso a un sofocado Mokuba, cuya cara roja y respiración agitada comprobaron una vez mas que tantos vídeo juegos son malos para la condición física.

- Her...mano – logro decir.
- Mokuba, y ese milagro que te levantaste haciendo ejercicio – comento el mayor de los Kaiba sin apenas despegar la vista de su trabajo.
- Ja...ja...y ja – respondió Mokuba, aunque tuvo que reconocer para su adentros que casi no podía respirar. – Se puede saber que haces levantado, el doctor dijo que debías descansar.
- Y lo haré Mokuba, hoy no iré a la oficina. – contesto el aludido nuevamente sin levantar la cabeza, sin embargo la montaña de papeles sugirió claramente que pensaba trabajar a pesar del brazo vendado y el cabestrillo. Lo cual irrito un tanto a Mokuba.
- Descansar no significa solo no ir a la oficina, te tienes que olvidar de esos papeles por unos días.
- Solo en un rasguño. – alego el otro.
- Una rasguño que te pudo costar un bazo!!! – grito Mokuba. – Así que ahora mismo dejas eso ahí y te regresas a la cama en este instante!!!
- Valla de modo que ahora son los patos lo que tiran de las escopetas. – inquirió el otro con ironía viendo la reacción de su hermano, que se había puesto rojo. - Viniste a decirme algo importante o solo me querías intentar regañarme.

Mokuba respiro hondo varias veces antes de mirar el periódico estrujado que traía en la mano. En la primera plana resaltaba a todo lo que les pudo dar la tinta negra en la editorial el presunto accidente en la Kaiba Corp, que les había costado varios heridos y una urgente remodelación. Mokuba tenia pensado mostrárselo a su hermano, pero viendo que el condenado no se disponía a descansar como era debido, lo mas probable era que, si le enseñaba el periódico, el tipo en cuestión se lanzaría contra los de la imprenta ( en bata si era necesario), y contra el mundo para demostrar que nada anormal pasaba en la Kaiba Corp.
No definitivamente no era buena idea.
Y daba inicio la operación, alejen a Kaiba de periódicos y noticieros.

- Nada hermano, no pasa nada. – contesto el chico ya sin mas remedio que el de esconder el periódico ( o lo que quedaba de el), morderse la lengua y tragarse su súbito orgullo

Lamentablemente que le puedas esconder un periódico a una persona no significa que puedas hacer lo mismo con el resto del mundo.

Y de este modo nos remotamos a un bonito departamento ubicado en una tranquila zona de Londres.
Era un apartamento sencillo pero hermosamente arreglado.
Sobre la cama se veían un juego de jumper y blusa dispuestos para la persona que vivía ahí, que a juzgar por el ruido del agua cayendo en ese momento tomaba un baño.
Se escucho el ruido de una llave al serrarse, y poco después la puerta del baño se habría para dar paso a una delgada y menuda figurita envuelta en una bata de baño blanca.
La jovencita que llenaba la estancia, no aparentaba tener mas de 10 años debido a su estatura y a su delgadita figura, pero todo aquel que la conocía sabia que la chica en cuestión contaba ya con 19 años exactos.
Unos ojos celestes miraban su reflejo en un pequeño espejo en la pared, al quitarse la toalla que traía amarrada en la cabeza esta revelo una larga y estilizada mata de cabello azul claro, casi tirando a blanco dependiendo de la luz.

Sus ojos azules se posaron en una nota que estaba en cima del tocador, la tomo y leyó la carta escrita con aparentemente gran prisa:

Te deje tu ropa en la cama y ahí papas fritas en la cocina por si tienes hambre. Fui a revisar un contrato con la disquera, no tardo en volver y NO SALGAS DE LA CASA.
Atte: Umei.
Pd: No, no encontré hamburguesas

La chica sonrío antes de dejar la nota nuevamente en el tocador.
Aun así, hizo lo que esta decía, aunque de buena gana se hubiera salido a escondidas de la casa, de no aver querido provocar un escándalo universal por parte de su representante.
Así que, decidió distraerse con el televisor, tal vez no debió hacerlo...
Pues de estar cómodamente en el sillón comiendo papas, (aunque ella hubiese preferido una hamburguesa) paso a un estado de alteración total después de encender el televisor, que para desfortunio suyo estaba en el canal de noticias, y ver esto...

- El incidente ocurrido en Kaiba Corp. No tiene una explicación clara, la mayoría de las suposiciones indican que ha sido un atentado en contra de la famosa compañía por parte de alguno los muchos enemigos que esta se gasta..."

La muchacha que en ese momento estaba comiéndose una papa, se atraganto con la misma cayéndose del sillón en consecuencia. Se acerco gateando al televisor buscando el control para subir el volumen, empalideciendo mas con cada nueva imagen que sacaban de la por ahora destrozada compañía.
La cosa no contribuyo a mejorar después de oír esto:

"...incluso el gran empresario ha sufrido heridas y no sabemos sobre su estado de salud, y se ha informado que el hermano menor de Seto Kaiba también se encontraba en el momento de la explosión..."

Ahora si fue para desmayarse.
La muchacha se puso de pie de golpe y destrozo mas de la mitad del departamento en busca de su celular, antes de percatarse que este estaba en su bolso, y ya una vez localizado tuvo que marcar el numero cerca de tres veces, pues la misma alteración la hacia marcar mal.
Desgraciadamente, o se debía a la distancia, o incluso que el celular ya no traía saldo
( o asta pudo aver sido un capricho del propio destino), la llamada de todos modos no entro.

Desesperada echo una mirada a su alrededor.
Lo viera por donde lo viera, solo tenia una opción; e ignorando por completo el desastre fue al armario, saco una maleta negra, y comenzó a meter ropa en ella de cualquier forma.
Acto seguido tomo el teléfono y el directorio telefónico.

- Oficinas del Aeropuerto nacional de Londres, en que puedo servirle – dijo una voz.
- Me podría informar del próximo vuelo a Japón...




8:30 de la mañana. Orfanato Sant Lorens

Dicen que cuando una vive con niños, es inevitable levantarse temprano aun cuando solo llevas dos horas en la cama, (y otras dos en brazos de la persona a quien amas).
Sinceramente no se quien pudo averlo dicho pero...Que razón tenia al decirlo.
Pues con solo dos horas de sueño, cierta pelirroja ya estaba levantada y ya estaba ocupada en sus tareas diarias, a un a costa del cansancio que tenía.
También suele ser inevitable que en un sitio abarrotado de niños las noticias no se sepan rápido, así que, para los que a estaban levantados, la noticia de que su amiga Angiil estaba “enferma de sus ojos” ya se había corrido.
Aidda ya temía los interminables “por ques” que recibiría para ese día; para fortuna suya le habían tocado a Sherán y no a ella.
Exceptuando, claro esta, a sus dos pequeños consentidos que en esos momentos se encontraba en la cocina con ella, mientras luchaba por tener listo el desayuno antes de las 9.

- Pero por que Angiil se enfermo?? – decía inocentemente Any sentada sobre la mesa, mientras Johny estaba a su lado hincado en la silla.
- Pues porque...porque...porque el destino probablemente le tiene preparado una misión que deberá cumplir usando sus demás sentidos – contesto Aidda con la mente trabajando a mil por hora – Y tal vez cuando cumpla esa misión...ella volverá a ver.
- Entonces...Angiil tiene que hacer algo importante?? – contesto la niña con los ojos brillantes, - quien la escogió???
- A...u...un hada.
- Y no necesitara que la ayuden? Johny y yo podríamos ayudarla. Verdad Johny??
- Después del piquete que me dio... – murmuro el niño. Lo que le valió un golpe en la cabeza por parte de Any. – Era broma...creo que podremos ayudarla.
- Si!!!, - grito la niña de felicidad – Como crees que la podríamos ayudar Aidda??
- Pues...podrían cuidarla. Que tal si hace algo bonito para ella??
- Y si le llevamos unas flores?? – sugirió Jonhy.
- Oye si, Aidda podríamos cortar unas flores de tu rosal?? – Pregunto la pequeña mientras se baja de un brinco de la mesa y se asomaba por la ventana, desde la cual se podía vislumbrar el antedicho rosal a la distancia .

Ese rosal Aidda lo había plantado cuando era niña al lado del gran árbol ubicado a una esquina del patio. Cada que alguien en el orfanato veía ese rosal en seguida pensaba en ella y personas como Marion, Sherán, e incluso Rayan, podían recordar a la pequeña Aidda cuidando con gran esmero su rosal.
Tenia predilección por muchas flores, pero ese rosal en concreto era su orgullo. Lo mas curioso del asunto es que ciertas flores solían darse periódicamente; algunas de las casas de los alrededores cambiaban de flores con forme pasaba el año. Aquel rosal en concreto siempre estaba florido; y nadie se explicaba como, pero siempre tenia al menos una rosa roja adornando sus ramas.

- Claro Any, puedes cortar algunas rosas... – contesto ella con una sonrisa.
- A...Aidda?? – balbuceo la pequeña. Johny volteo a verla, llevándose una sorpresa al ver la expresión que traía en la cara.
- Solo recuerda tener cuidado con las espinas...
- Aidda? – murmuro Johny que también ya se había acercado a la ventana y miraba hacia afuera con la misma expresión de Any en el rostro.
- Si?

La muchacha se paralizo al volverse y ver a ambos niños mirándola fijamente con las manos apoyadas en el alféizar de la ventana, y la misma expresión de desconcierto en el rostro.

- Aidda...- comenzó a decir Johny mirando nuevamente por la ventana.
- Desde cuando tu rosal es negro?? – concluyo Any.

Por alguna razón, Aidda casi se desmayo al oír eso. Olvidándose por completo del hecho de que tenia que hacer el desayuno, Aidda dejo todo como estaba para dirigirse a la ventana. Se hizo espacio entre los dos niños y localizo su rosal a unos metros de distancia.
No se puede describir la sensación que la invadió al comprobar que las palabras de Any eran ciertas. Las rosas, que la noche anterior lucían el tono rojo llameante del fuego, estaban negras como la noche.

El aspecto inocentemente falso que estas ofrecían cautivo profundamente a Aidda, asta el punto de despertar algo en su subconsciente.
Un recuerdo dormido para ser mas exactas...

“Siempre es lo mismo con ella...no tenia ningún derecho!!”
“Descuida, le pediremos al faraón que hable con ella”
“Aun así Angiru, por que se tiene que meter con mis flores? Con lo difícil que es que aquí nazca una rosa!!”
“Hay Amirem...”
“Por que Angiru?...Por que siempre tiene que volver....”

- Mis rosas negras...

Lo ultimo que vieron los niños al voltear, fue a una desesperada Aidda que desaparecía por la puerta.

Diez minutos después, la muchacha estaba en el jardín, armada con unas tijeras de podar, y cortando rosas a diestra y siniestra, con una furia tal que impacto a todo al que la vio, no solo por la forma en que trituraba las rosas, sino por que se trataban de sus rosas.
Algunas las arrancaba incluso de raíz, pero cuando fue a cortar la que parecía las mas grande y florida de todas, ahogo un grito y la dejo caer a sus pies.
La muchacha cayo de rodillas, sujetándose la mano izquierda.
Al examinársela descubrió un largo y profundo corte que atravesaba la palma de su mano; al voltear a ver la rosa se percato de que esta lucia unas espinas espectacular- mente grandes y afiladas; en algunas de ellas incluso se veían relucientes gotas rojas.

Sin pensar en lo que hacia, automáticamente alargo la mano y tomo cuidadosamente esa rosa, la envolvió en su pañuelo, y la examino...
Podría aver parecido una flor magnifica y exquisita, de no aver sido por aquel color negro brillante que la envolvía. La rosa relucía con las gotas del rocío, dándole un aspecto aun mas cautivador y atrayente, incluso inocente...
Pero ciertamente, de inocente no tenia nada.

- ANGIIL!!!!! – grito antes de salir corriendo nuevemente al orfanato.



Un cuarto oscuro. Iluminado apenas por las primeras luces de la mañana.
Una sombra que se deslizaba lentamente por el. Guiándose por el tacto de los objetos que la rodeaban.
Finalmente logro llegar a su tocador. Se sentó el pequeño taburete que había delante del espejo, con una mano tanteo buscando, asta dar con un cajón.
Lo revolvió lentamente asta dar con lo que buscaba: una fina cadena de plata de la que pendía aquel extraño y bello escarabelo azul.

Como le hubiera gustado poder apreciar nuevamente el grabado de aquel collar, su forma que imitaba la de un pequeño escarabajo, el curioso grabado que tenia, la flor de tras fondo que lo adornaba.
Parecía que fue ayer la ultima vez que lo vio adornando el cuello de la joven que se convertiría en la futura reina de Egipto.
Y penar que ahora ni siquiera podía verlo brillar en su mano.
Aquel pensamiento la hizo apretarlo furiosa en su mano.

- Algún día maldita...Algún día me vengare de lo que me hiciste.

- ANGIIL!!!!!

El grito proveniente del pasillo casi la hace saltar del taburete, pero reacciono tan rápido que incluso logro a guardar nuevamente el collar en el cajón antes de que la puerta de su cuarto se abriera de golpe y diera paso a una despeinada y desespera que temblaba de pies a cabeza.

- A...Angiil
- Aidda que tienes, que paso?? – pregunto Angiil, quien a pesar de no poder verla, por el tono se percato de que había pasado algo malo.
- Es que yo...es que hay...- balbuceo la chica – Hay toma!!! – dijo y termino por ponerle la rosa en una mano.

Angiil sintió aquel liviano objeto posarse en su mano.
Cuidadosamente comenzó a explorarlo sirviéndose, de sus manos, escuchando la respiración agitada de Aidda a su lado.
Por un momento pareció vacilar en decir lo que era, pero el tacto de una espina seguida por los pétalos de la flor, la hizo ponerse pálida de golpe.
Y como su hubiera estado esperando todo aquel rato para hacerlo, se llevo la flor a la nariz....
Su perfume....
“Ese perfume!!!! No era posible. No era cierto!!!”

Y una única lagrima resbalo por su rostro.

- Es una rosa negra verdad...




Casa Mecinyer.
9:00 Am.

Que acaso aquí nadie entendía el significado de la palabra orden!!

- Tamara por todos lo cielos, no hemos dormido en toda la noche!! – gritaba Zack – Deja de andar dando vueltas por toda la casa y duérmete un rato!!!
- Es que no puedo Zack. – era siempre la eterna respuesta de la muchacha que estaba a punto de crear una zanja en el piso – No puedo, no después de lo que paso a noche. Angiil tenia razón, Ninetis nos esta rondando y nos casara uno por uno.
- Señor, por favooorrr, deja la paranoia por un rato. – exclamo el otro con hastío.
- Como me puedes decir eso!!! – estallo Tamara – Que acaso no estas viendo lo que paso!!...O me vas a decir ahora que Angiil se quedo ciega nada mas por que si. Entiende que si Ninetis fue capaz esto, es capaz de todo.
- Mmm, la misma Ninetis que no saben si de verdad provoco todo esto.
- Y quien mas pudo averlo hecho!!
- Y no se an puesto a pensar que a lo mejor eso no fue, un simple accidente?? – regateo Zack, a lo cual su hermana lo miro con furia contenida.
- Ya escuchaste a Atem y a Angiil. – contesto seriamente – Eso no pudo ser un accidente.

Un silencio sobrevino a aquello. Tamara estaba mas que enfurecida con su hermano, ¡como se ponía a decir que aquello fue solo un accidente! Ninetis estaba detrás de todo aquella, ella lo sabia. Y tenia que evitar que algo así volviera a ocurrir.
Zack por su parte estaba enfurruñado consigo mismo y con el mundo. Solo a el se le ocurría meterse en semejante situación teniendo algo mas importante que hacer. Como ponerse a buscar al “bendito pájaro” como el lo llamaba para sus adentros. Y en cima a dos mujeres, una a la que no había visto en años y otra de la que no sabia nada.
En donde había venido a caer. Y para colmo ahora tenia que ponerse a aguantar los pleitos de su actual hermana con su ex-her...

- Tamara!!

La voz de Anelys, proveniente de la entrada los saco a ambos de sus pensamientos.

- Tamara, llego un paquete para ti. En donde estas??
- En la sala Anie

No tardo en aparecer en el umbral de la sala, la figurita de Anelys cuya cara estaba siendo tapada por el enorme paquete que traía en brazos.

- Alguien quiere ayudare?? – pregunto desde atrás de la caja – Esta cosa no me deja ver por donde voy, luego no me culpen si me tropiezo y rompo algo.

Zack se levanto del sillón y tomo la caja de manos de Anelys. El paquete no era muy pasado, pero si tenia un tamaño considerable. Y cuando lo deposito sobre la mesilla de la sala comprobó atraves de la estampilla impresa que, efectivamente, esta dirigido a Tamara.

- Quien lo envía Anelys??
- No se, no traía remitente. – contesto la chica – Que tal si es un admirador secreto – añadió con picardía.
- Dudo mucho que mi hermana tenga admiradores secretos.
- Supongo que n lo sabremos asta que la abramos – opino Tamara lanzándole una mirada de odio a su hermano. Aun así fue a la cocina por unas tijeras y corto cuidadosamente el cordón que envolvía la caja, con el par encaramado detrás de ella.

Finalmente el papel cedió y Tamara abrió la caja, ni ella misma sabia lo que se esperaba encontrar dentro da la misma...Desde luego todo hubiera sido mejor que lo que se encontró.

Un enorme y bonito florero de cristal, adornado con una ramo de rosas.
Una ramo de rosas negras.

A Tamara se le helo completamente la expresión en cuanto lo vio, pero no tanto como cuando vio la única tarjeta blanca que sobresalía entre la negrura de las rosas.
Automáticamente alargo la mano y la tomo. Fue increíble comprobar como cinco simples palabras, dichas con el mas sarcástico y venenoso sentido, pudieron amargar por completo un día:

“Ojalá tu amiga siga viva”

Zack y Anelys se apartaron con temor de Tamara en cuanto esta arrugó la carta en su mano temblando de furia.

- Maldita...- murmuro. Y sin previo aviso, y con gran temor de Anelys y Zack, Tamara tomo el florero con todo y rosas y lo estrello contra la pared haciéndolo añicos. – Mil veces maldita!!!!!

Tan ensimismado estaba Zack contemplando la reacción de su hermana, que tardo un rato en darse cuenta de que el teléfono ya llevaba un buen rato sonando, y en vista de que nadie mas parecía averse percatado fue el quien contesto.

- Bueno??
- Dime esto fue suficiente prueba para ti, o necesitas esperar a que empiecen a llover serpientes del cielo. – contesto una voz
- Hola Angiil, estoy muy bien gracias, me alegra verte.
- Ojalá pudiera decir lo mismo. – contesto la muchacha – En donde esta Tamara??
- Insisto, de donde yo vengo, por lo general, primero se saluda a la persona antes ponerse a exigirle algo – contesto el otro.
- Zack, ya basta dime donde esta Tamara!!
- Haciendo un desastre en la sala, que por cierto yo no pienso recoger. Explícame por que tanto escándalo por unas rosas.
- Entonces no me equivoque, a ella también le llegaron unas rosas negras. – Contesto Angiil dirigiéndole una mirada preocupada a Aidda que estaba de pie a su lado y aun con la rosa en su mano. – Pásamela, necesito hablar con ella.
- Pero las rosas...
- Zack, una rosa negra es el símbolo de Ninetis – contesto Angiil alterada. – En el palacio ella siempre solía volver negras todas las flores de Amirem solo para molestarla. Y normalmente cuando hacia una maldad especialmente grave dejaba una rosa negra escondida en la escena del crimen.
- Bien, bien, ya, te la paso pero deja de gritarme en el oid...

Lamentablemente no pudo terminar esa frase pues justo en ese momento llego Tamara y le arrebato en teléfono de la mano.

- Angiil, - contesto – Atem tenia razón. Ya no hay duda, si fue ella...
- Lo se, lo se. – contesto Angiil – Tenemos que hacer algo, si ya fue capaz de esto no quiero imaginarme que mas ara...

Angiil y Tamara parecían realmente preocupadas. Probablemente por que, asta el momento, eran ellas las que mejor podían recordar a Ninetis en sus días.
Aidda apenas comenzaba a recordarla, por ello solo atinaba a escuchar a Angiil y a Tamara en silencio. Dirigió la mirada hacia la ventana, desde donde logro alcanzar a ver su mutilado rosal. Miro la flor que tenia en la mano. El día anterior, había sido para ella un símbolo de belleza y esperanza; ahora solo era un mensaje de tragedia y mala suerte.
Algo le llamo la tensión, el pañuelo donde tenia envuelta la rosa tenia una extraña mancha roja que ella no recordaba que estuviera ahí...

Sangre.

Aparto la rosa debajo de la cual había quedado el corte que se había echo tan solo unos minutos antes. Era extraño, no recordaba que le herida sangrara tanto en el momento en que se la hizo...Es mas, ni siquiera recordaba que le doliera tanto...
Por alguna razón, la visión de su propia sangre comenzó a marearla. Algo que nuca le había pasado antes. La vista comenzó a nublársele, la voz de Angiil, que continuaba hablando con Tamara, comenzó a sonarle extrañamente lejana...

Un golpe seco provoco que Angiil se volviera...

- Aidda??...Aidda estas bien??...Que sucede, AIDDA!!

No uvo respuesta. No podía a verla.
Continuo llamando a gritos...Mientras a su lado, una joven pelirroja yacía tendida, inconsciente, en el suelo.
Una mancha roja se extendía lentamente en su mano. A su lado, manchada por la misma sustancia que corría perezosa, ofreciendo aquel falso e hipócrita aspecto de inocencia maldita, marcando la señal de una tragedia venidera, un futuro incierto, una traición en espera.

Solo una rosa.

Solo una flor...Solo una espina...

Solo estaba, una rosa maldita


Continuara......

 

Re: Aidda the magic of the love

Reseña el capitulo 23

Un sueño, puede volverse una pesadilla...una pesadilla puede volverse una realidad.
Sumida en su sopor, Aidda vivirá la experiencia que le hará cambiar su forma de ver esta situación. Razones ocultas y misterios revelados...el inicio y el final trágico de un amor...el inicio de una nueva batalla y la lucha por reconquistar lo perdido.
Nadie parece estar a salvo de la amenaza. Será esta una nueva señal??
Aquella hermana que parece aver quedado en el olvido...en donde estará??
Que significa la presencia de aquella sombra en la vida de Aidda.
Y sobre todo...quien es la que la asecha??


Por que nada es lo que parece...Y todo puede pasar.

Aidda// Magic of Love.


Para que tengan algo en que pensar XD

 

Re: Aidda the magic of the love

Hola hermana! voy a matarla! te juro! no sabes la bronca ke tengo! ke koraje x parte de la inmunda y sucia de Ni,, hay! no kiero decir su nombre! solo hace ke la lluvia ke me acompaña se sienta maldita! hay!! la odio! te juro!

Estuvo muy buena la conti y lo ke mas me gusto fue el dibujo, ke estuvo lindo pero su representacion trajo mucho ke decir en mi cabecita loka..

Me gusto mucho la parte en la ke Mokuba tuvo ke esconderles los diarios a Kaiba y la parte del hospital trae muchas sensaciones juntas, aparte de la amargura de los chikos. Pobre Angill, kedo ciega y ahora Aidda, con su jardin de rosas negras, ke feo la actitud de la perra esa ( x no decirle otra cosa)...

Aparte, pobre de Aidda, cortarse la mano, con una de esas rosas malditas, y en el final desmayarse,, en pocas palabras.. .estuvo espectacular, siguelo hermanita!

Te kiero mas ke demaciado!

Iop.. Mai

 

Re: Aidda the magic of the love

hola amiga haze tiempo que no hablamos te extrañi mi estupido msn me dio la lata ToT otra vez ahora tengo una nueva version asi que no se me caera mas mi nuevo msn es patri_yugioh_@hotmail.com :saltarin: y ahora mi opinion sobre tu conti esta muy bien espero que la continues :cool: pobre aidda se corto la mano casi me da un ataque cuando lei eso :( y a angill pobrecita que no se quede ciega :llorar: bueno amigilla mia me despido ya no tengo mucho tiempo :chipote: bueno espero que continues tu conti asi de bien tomate tu tiempo en escribir :D bye amiga :besito: :rosa:

 

Re: Aidda the magic of the love

Hola mis niñas yo de vuelta aqui con la conti
Fíjense que este cap a lo mejor les resulta un tanto confuso o incluso monótono por eso me comprometo a traerles pronto la segunda parte del mismo, que creo esta mas aceptable...si no pregúntenle a angiil XD
Bueno a conti y su portada q...también me comprometo a traérselas mas decente la próxima vez XD...es q su desesperación no me deja arreglarla como se debe


Capitulo 23
Memorias de una reina.


Se dice que un sueño puede convertirse en una ventana al subconsciente.

Que puede ser la manifestación del mas ferviente deseo de nuestro corazón.

Que puedes ser una forma de vivir una fantasía.

Que se puede convertir en la mas maravillosa visión.

O en la mas aterradora pesadilla.

Que pasa cuando se convierte en ambas cosas...
O incluso...en algo mas...

Una sombra se deslizaba tranquila y silenciosa por lo desiertos corredores de un orfanato; oculta de las miradas, deslizándose por entre los ases de luz que proyectaba el reciente sol de la mañana.
Su objetivo, estaba claro. Avanzo por un largo corredor, en cuyo fondo se veía un puerta cerrada, nadie la detuvo, el resto de la casa se encontraba abajo. Las almas inocentes desayunando, las almas guardianas alertas y vigilantes, inquietas por el reciente acontecimiento que la inclinaba a hacer aquello, que ella hubiera preferido evitar...
Pero la roa era una señal...si no quería que todo empeorara, debía de actuar.
Una puerta se abrió lentamente, dando paso a una habitación, oscura en aquel momento a causa de las cortinas corridas.
Su mirada clara se poso en la joven pelirroja que dormía en la cama que estaba pegada a la ventana. A simple vista se podía comprobar lo pálida que estaba, el ambiente en penumbra de la habitación no ayudaba mucho a mejorar su aspecto y su respiración agitada, a causa de la fiebre, volvia todo aun mas tétrico para ella.

Se sentó a su lado, tomando su mano izquierda entre las suyas, precisamente la mano que estaba envuelta en una venda. La mirada clara contemplo con ternura aquel rostro tan querido para ella, su mano acaricio la cabeza pelirroja, aprovechando para apartar el flequillo mismo que parecía tener como única misión en la vida tratar de cubrirle el ojo derecho.
A si mismo la alzo nuevamente, para apartarse ella misma el largo mechón de cabello que se le había venido a la cara para colocárselo detrás de la oreja, sin dejar de mirarla.

- Lamento mucho que las cosas llegaran a este punto...me hubiera gustado poder evitarte mas sufrimiento del que te espera...pero no podemos esperar...necesitas recordar...por bien tuyo...y nuestro.

Una mano posada en la frente, otra tomando la que estaba vendada.
Un haz de luz que surgía, una nueva esperanza que renacía...
Un nuevo recuerdo que renacía...
Una vida, que revivía...

- Debes recordar quien eres...Amirem Fairel...


“El sol que abrazaba el enorme imperio de Egipto brillaba en lo alto transmitiendo la luz de Ra. Que siempre brillaba para todos por igual, ofreciendo sus rayos, y la propia señal de la mas ferviente esperanza del mañana.

A los ojos de una niña de 8 años, brillaba como la estrella que sacaba aquellos espectaculares reflejos en el mismo estanque donde contemplaba su imagen.

Una largo cabello rojo oscuro, aquella piel nada bronceada, como se supone que debería estarlo considerando el sol, y aquellos extraños ojos traslúcidos, azules mezclados con una tono violeta.
Su pequeña y delgada figurita, envuelta en una túnica blanca, estaba situada a una orilla del estanque jugueteando con el agua, bastante divertida para tratarse de algo tan simple, sin embargo a esa edad cualquier cosa es hermosa a los ojos de un niña.

Y hablando de ojos...

Una sombra se deslizo silenciosa por el patio, sin dejar de visualizar a su presa en el estanque, se acerco muy lentamente a ella, tan sigiloso como podía. Ella, entretenida como estaba, no se dio cuenta, asta que alguien le tapo los ojos por detrás.

La niña grito de susto llevándose las manos a la cara, y tocando las mismas que la estaban cubriendo. El sonido de una risa familiar en su oído la hizo calmarse, pues reconoció claramente quien era esa persona.

- Príncipe!! – exclamo.

La persona que estaba detrás de ella la soltó, permitiendo que ella se diera la vuelta para mirarlo. Un niño de 10 años, cuyo cabello alborotado parecía querer crecer en todas las direcciones le devolvió una mirada llena de alegría y resignación.

- Hay, Amirem – exclamo – cuantas veces tengo que repetirte que no me llames “príncipe” – alego con tono cansino.
- No las suficientes, - respondió la niña divertida ante la mirada que le dirigía el chico – Para que te quería el maestro Aknadin??

Atem no pudo evitar reírse ante lo ilógico de la situación. La niña continuamente le alegaba que no podía llamarlo por su nombre, pero a la hora de hablar con el, jamas mostraba ninguna incomodidad al hablarle de “tu” o de preguntarle cosas que, en boca de cualquier otra persona, habrían sonado como una señal de impertinencia.

“No tiene remedio” Penso para si.

- Para recordarme por enésima vez las responsabilidades que tengo como futuro faraón, la verdad es que ya me esta hartando. – agrego con fastidio – Siempre con sus discursos de “Debes sacrificarte por el bien de Egipto y hacer lo que mejor le convenga a el”...Odio que me lo diga. – Comento imitando los gestos del maestro con una voz un tanto aguda que hizo reírse a la niña. Atem la miro y no pudo evitar reírse el también.

El niño dirigió su mirada color granate hacia el atardecer que tenia enfrente, aquella mezcla de colores logro hechizarlo asta el punto de la relajación, pero no lo suficiente para hacerle olvidar el pasado desazón que sentía en el alma.

- Siempre que me lo repite, - comento después de un rato de silencio – hace que sienta como si...como si...como si tuviera planeado algo para mi que no me agradara.

Se quedaron el silencio viendo el atardecer. En niño sintió como algo suave le rozaba el brazo, al mirar hacia abajo descubrió que se trataban de Amirem, quien le estaba pasando una mano por su brazo izquierdo aferrándose a el.

- No te preocupes, - le dijo – no importa lo que venga en el futuro, nosotros estaremos aquí contigo. Siempre te estaremos apoyando, y siempre me tendrás a tu lado...Atem

Si algo podía reconfortar a Atem ante la mañana tan pesada que había tenido, en la que vino incluida aquel fastidioso y deprimente discursito, fue precisamente aquella mirada llena de sinceridad e inocencia clavada en la suya, junto con la tan anhelada mención de su nombre dicho por aquella vocecita dulce y llena de ternura. Transmitiéndole la confianza y el apoyo que necesitaba. Y que esperaba de ella.

- Siempre nos tendrás a nosotros, Mahad, a Mana y a mi. Nunca te dejaremos solo.

Atem le agradeció esas palabras regalándole un beso que deposito cariñosamente en su frente. La niña se ruborizo y Atem no pudo menos que echarse a reír.

- A propósito en donde esta Mana??
- Supongo que haciéndole maldades a Mahad – contesto ella con una sonrisa, tras la cual intercambiaron una mirada cómplice.
- Que te parece si le ayudamos. – propuso el.
- A que llego primero que tu!!! – le contesto ella echándose a correr con el siguiendola entre risas por todo el trayecto.

- No se vale tramposa!!!


Las risas que llenaron aquel jardín, siempre se quedaron gravadas en su memoria, junto con aquella jugarreta que vino después...
Cerro los ojos reteniendo para siempre aquel sonido melodioso, de su infancia, de su memoria...

La escena cambio...

Mantenía los ojos cerrados, concentrada en seguir luchando por aguantar la respiración un poco mas, quería disfrutar del ambiente acuoso que la envolvía.
El estar sumergida bajo en agua era su mejor forma de relajarse, moviéndose con lentitud bajo el ritmo de las aguas, dejando que estas la arrastraran a su mundo haciendo que se olvidara de todo y de todos.
Abrió los ojos, y logro entre ver las formas de las plantas que la rodeaban en la superficie, comenzó a sentir un ligero zumbido en la cabeza, producto de la falta de aire, aceptando que ya no podría aguantar mas, dejo salir un largo rosario de burbujas y tomando impulso con los brazos emergió a la superficie.
La pequeña pero esbelta figura de una jovencita de 13 años surgió del agua salpicando a su alrededor.
Dejo que el aire llenara sus pulmones con lentitud antes de nadar a la orilla del estanque donde se encontraba, una vez ahí se sentó en el borde del mismo pero dejando las piernas sumergidas dentro del agua.
Miro a su alrededor. Aquel el enorme y bellísimo jardín en el que estaba era su lugar preferido en todo aquel enorme palacio, daba gusto estar ahí, respirando el aroma de las plantas a su alrededor, era el lugar perfecto para reflexionar tranquila sin las presiones del entrenamiento de hechicería diario, y el lugar donde se podía sentir libre de la presencia de “esa bruja”...
Eran tan desesperante tenerla cerca, con aquella actitud arrogante, coqueta, presumida y presuntuosa tan propias de ella que aveces lograban sacar a la pelirroja de sus casillas, por mas paciente que fuera, y por mas veces que Atem le colocara la mano sobre el hombro dirigiéndole una mirada de apoyo y disculpa a la vez.
La verdad era que si por ella fuera ya se le habría lanzado encima a Ninetis mas de una vez, por muy princesa que esta fuera; sobre todo porque, después de todo, la otra nunca desperdiciaba la oportunidad de lanzarle insultos o degradarla siempre que podía. Y si todavía no había ido y le había plantado una bofetada en aquella cara de muñeca que tenia era por el respeto y la amistad que tenia para con Atem. Solo por el se tragaba su orgullo, por eso y porque sabia que el otro “disfrutaba” de la situación tanto como ella. Y además, a fin de cuentas, el pobre que culpa tenia de tener por prometida a la bruja que le había tocado en suerte...

- Amirem, que haces aquí tan sola??

La chica alzo la cabeza para mirar a la persona que le estaba hablando. Sonrío al encontrarse con el rostro alegre de una chica de su misma edad, sus ojos verdes la miraban de forma curiosa y la larga cortina de pelo castaño claro le caía graciosamente sobre la cara, pues la chica en cuestión estaba inclinada sobre la cara de Amirem.

- Angiiru, nada solo estaba descansando. – Contesto ella sonriendo – Estaba agotada del entrenamiento de esta mañana, Mahad me hizo acomodar todos los papiros del archivero con telequinesis...Sabes cuantos papeles hay en ese dichoso armario??
- Jajaja...Parece que Mahad es muy estricto con Mana y contigo.

Amirem suspiro

- Desde que la sacerdotisa Neret se retiro y le encomendó a Mahad mi aprendizaje se la a estado tomado muy enserio conmigo.
- Si pero al menos es mas flexible contigo que conmigo. – dijo una voz a sus espaldas.

Ambas chicas voltearon para encontrarse con la imagen de una malhumorada Mana que se dirigía a reunirse con ellas en el estanque.

- Por que lo dices Mana?? – pregunto Amirem solidaria – Que te hizo hacer esta vez??
- Simplemente me llevo al Nilo y me pidió que sacara cuantos peces pudiera usando magia. – Contesto la chica de mal humor – Pero solo conseguí que los infelices animales me escupieran agua en la cara. Que acaso no ven como traigo la ropa??

Fue entonces cuando se percataron de que la pobre niña, de por entonces 10 años, traía en pelo y el vestido empapados. Ahora entendían el porque de mal humor, evidentemente no solo era la humillación de que unos peces te hubieran enseñado lecciones de riego, si no que además la chica había tenido que regresar a casa toda empapada y con el vestido chorreando.
Curiosamente este pensamiento provoco una divertida visión en la mente de las tres chicas, y antes de darse cuenta las tres estaban riendo alegremente.
Asta que Amirem volvió por pura casualidad la mirada hacia las flores que había en frente de ellas. Y lo que vio hizo que la expresión de su cara cambiara tan bruscamente que Angiiru y Mana no pudieron dejar de notarlo.

- Amirem, todo en orden??
- No, es cierto – murmuro la chica pasmada. – No es verdad. – exclamo poniéndose de pie tan de golpe que sobresalto a Angiiru y a Mana. Ambas chicas la vieron dirigirse a uno de los arbustos que tenían delante, arrancar algo y regresar apretando ese algo en la mano.
- Amirem que...
- Miren esto!! – dijo ella furiosa tendiéndoles una rosa. Solo con verla las dos chicas entendieron el por que tan repentino cambio de humor de su amiga...La rosa estaba negra.
- No puede ser, lo hizo de nuevo!! – exclamo Mana también molesta – Dime que tiene en contra de tus flores eh?
- Para mi que nada, solo lo hace para molestarme – contesto Amirem igual de enfadada.
- Amirem lo siento – dijo Angiiru con solemnidad.
- No es culpa tuya Angiiru, es culpa de esa arpía!! – grito

- Oigan por que tanto grito, Ami todo esta en orden??

Las tres chicas se volvieron sabiendo muy bien quien les hablaba pues solo una persona en todo el mundo llamaba “Ami” a su amiga, y su llegada hizo que, por un momento, la rosa quedara olvidada. Angiiru y Mana intercambiaron una mirada picara. Amirem se dio la vuelta luciendo un ligero rubor. Pero rubor al fin y al cabo.

- Atem!! – exclamo un tanto sorprendida por la sorpresiva llegaba del chico.
- Así que al fin logre hacer que me llamaras por mi nombre – contesto, sonriendo, el joven de 15 años que la había tomado por sorpresa.
- Será por que cierta personita me obligo – contesto ella sonriendo. Parecía que había recobrado de golpe su buen humor.
- Nadando de nuevo.
- Si, tu crees?? –

Tan entrados estaban estos en la platica que apenas notaban las reacciones lejanas que tenia el otro par, pues Angiiru y Mana, (aprovechando que estos ni en cuenta) se habían puesto a dibujar con las manos corazoncitos en el aire mientras ponían caras de embelesadas enamoradas.

- Esta todo en orden? Te escuche gritar.
- No, no esta todo en orden. – contesto ella apesadumbrada.
- Cual es el problema??
- Este es e problema, - contesto ella mostrándole la rosa – Ninetis lo hizo de nuevo, volvió a poner negras mis rosas...Y con lo difícil que es que nazcan aquí. – Agrego la muchacha. Su expresión de tristeza conmovió a Atem asta el punto de pasarle dulcemente un brazo por los hombros. Como ella era un tanto mas baja que el, ( y de hecho era también mas baja que Angiiru) se recargo suavemente en el, dejándose abrazar. (Y esto provoco que los corazoncitos en el aire aumentaran mas)
- No te preocupes, yo hablare con Ninetis, no dejare que vuelva a hacer algo así. – le garantizo.
- Eso espero, - contesto ella mirando la rosa, sostenida entre su dedo índice y pulgar, con una mueca de concentración y enfado en el rostro. – O esta vez si no respondo. – Entorno su mirada que, por unos segundos, brillo luciendo mas su tono violeta nacarado que el azul, y súbitamente la rosa comenzó a arder en su mano.

Todos contemplaron consumirse la rosa, no sin asombro, entre los dedos de su amiga, sin que ella llegara a quemarse. Aunque en cierta forma a ninguno le sorprendo, bien era sabido que Amirem hacia lo mismo con cada desfachatez que le hacia Ninetis.
La verdad es que todos debían reconocer que chica tenia una paciencia y un autocontrol enorme para contenerse y no hacer estallar todo lo que tenía a 3 metros a la redonda cuando estaba enojada. Tal vez esa era la razón por la que le gustaba pasar la mayor parte del tiempo en aquel estanque o cerca de una fuente de agua, el agua la ayudaba a calmarse y calmar el fuego dentro de ella.

- Por cierto Atem, donde esta tu peor es nada...digo perdón, la “señorita” Ninetis – dijo Mana después de un momento de silencio. Se apresuro a corregir su claramente nada arrepentida referencia a la futura esposa de su amigo, y al referirse a la palabra “señorita” la hizo con un tono tan de fresa mimada que por poco no hace que Amirem pierda la concentración y enviar llamar mas lejos ante la risa que intento contener.
- No se, y la verdad es que por mi mejor. – Contesto Atem, sin molestarse siquiera en corregir a Mana y mirando hacia ambos lados como si temiera que la sola mención de su nombre pudiera invocar la presencia de su prometida.
- Se nota que te agrada tanto como a nosotras el hecho de que te casas con ella no?? – Contesto Angiiru con sarcasmo.
- Y como me va a agradar casarme con alguien que ni siquiera me gusta – contesto el con enfado.
- Mmm, seguro. – comento Mana como fingiendo no estar muy segura de lo que Atem la había dicho – Porque, por mucho que me caiga mal, no puedo negar que es muy bonita.
- Yo no me fijo en lo bonito. – Fue la respuesta. – Ella no me gusta por muy bonita que sea.
- Tal vez se deba a que te gusta alguien mas, no podría ser ese el motivo?? – Agrego Angiil quien parecía dispuesta a colaborar con Mana en el proceso de torturar a Atem. No tardaron en comprobar como su pequeña treta daba resultado, Atem volteo a ver automáticamente a Amirem, que ya llevaba un rato callada escuchando la conversación, pero que se ruborizo e cuanto se percato de la furtiva mirada que le lanzaba Atem.
- Siii – comento Mana arrastrando las palabras, como si no se percatara de lo que pasaba entre la pareja, y comenzando a dar vueltas a su alrededor. – No as pensado que esa pudiera ser la razón por la que no te gusta??
- Es cierto – contesto Angiiru siguiéndole la corriente a Mana. (¿Se dan cuenta del plan macabro?) – Quien sabe y sea por eso que no te gusta...Porque, bueno, es bonita. Nadie puede negar que muchos estarían interesados en ella...Pero sin embargo a ti no te gusta, ni un poquito...
- Quien lo diría. – Contesto Mana fingiendo sorpresa - Puede que si este enamorado su alteza, y no precisamente de la arpía...

Y hablando de la arpía.

- Atem!!!

La chillona y fingida voz de princesita mimada, hizo que el juego llegara a si fin con una mueca de amargura general, y una expresión de “oh maldita sea” en la cara de todos.

- Huy, creo que la invocamos – comento Angiiru con amargura.

- Atem, donde estas amor??

- Hay te hablan Atem, - contesto Mana – Y esa es la señal para desaparecer nosotras – dijo tomando a Angiiru y a Amirem del brazo. – Nos vemos.
- Esperen llévenme con ustedes – grito Atem a la desesperada viéndolas perderse a lo lejos.
- Suerte con tu arpía. – gritaron las chicas a toda respuesta antes de desaparecer al doblar una columna, sorpresivamente para ellas Mana las detuvo justo al doblar la columna, escondidas ya de las miradas de quienes pudieran estar en el estanque.
- Se que suena cruel de mi parte – les susurro – pero me gusta ver en aprietos a otra persona que para variar no soy yo. Además, bien podríamos salir en defensa de Atem por si esto se pone feo.

De modo que las tres chicas se apiñaron detrás de la columna justo a tiempo para ver como el inocente que dejaron en el estanque estaba en peligro de terminar asfixiado ante el abrazo le daba una niña de aproximadamente la misma edad de ellas. La chica quedaba dándoles la espalda, pero aunque no pudieron ver su cara, si visualizaron la larga y brillante mata de cabello castaño oscuro, así como una atractiva, esbelta, y bien formada figura un tanto desarrollada para tratarse de una niña de 13 años.

- Hay...Ni...netis... – escucharon decir a Atem con voz ahogada – No puedo respirar...

“Piensa en algo bonito...piensa en algo bonito...piensa en algo bonito”

- Pero Atem, - contesto la niña con una voz que sonaba como un reproche infantil – es que no vas a preguntarme como me fue??
- En que... – Contesto Atem distraído, pues en aquel momento estaba mas ocupado en tratar de regresar a la normalidad el ritmo de su respiración, ya una vez libre del abrazo de Ninetis.
- Pues en mis clases bobo, - contesto ella un tanto ofendida – estuve en mis clases de hechicería con el maestro Aknadin. Por cierto sabes lo que me contó??
- Sobre que??
- De ti amor...del regalo que me tienes - contesto ella con evidente entusiasmo aun cuando la cara de Atem rebelara solo confusión.
- Regalo, yo?? – repitió...”Y eso a que horas fue...”
- Si, tu...Mira, me dijo que hace unos años tu padre mando a hacer un escarabelo color azul y que te lo dio para que tu se lo dieras a la persona con la que te fueras a casar. Verdad que me lo vas a dar a mi?? – dijo con ojos brillantes.
- A...a...el...el escarabelo – balbuceo Atem alejándose unos pasos de Ninetis, y tratando de no verla a los ojos – La, la verdad es que me lo dio hace mucho...no se donde este.

La sonrisa hermosa de la cara de Ninetis se desvanecido un poco, pero ella no era de las que se daban por vencida tan fácilmente.

- Pero tu lo vas a buscar verdad, y cuando lo encuentres vas a dármelo verdad?? – insistió.
- Pues...
- AAAhhh, gracias Atem – grito echándole los brazos al cuello con lo que casi lo deja sin aire otra vez – debo irme, pero nos veremos esta noche. Adiós Amor.

Le aventó un beso volado y luego, para terror de Mana, Angiiru y Amirem, comenzó a correr en dirección a la columna detrás de la que estaba escondidas. Mana y Angiiru se hacharon a correr en dirección contraria. Amirem en cambio simplemente giro para quedar del otro lado de la columna en cuanto Ninetis paso, de modo que esta no logro verla. Salió de detrás de la columna en cuanto dejo de ver la larga cabellera agitándose al viento y reanudó su posición de antes...

Atem se había quedado plantado en el mismo lugar en el que Ninetis lo había dejado al despedirse de el. Por un momento tubo intención de acercársele pero vio algo que la hizo permanecer escondida en donde estaba.

Atem se había quedado contemplando el atardecer. Distraídamente metió una mano en el bolsillo de su túnica, y para sorpresa de Amirem, quien lo miraba desde lejos, saco un escarabelo azul. El mismo escarabelo del que había hablado Ninetis.

Atem se quedo contemplando aquel escarabelo, que brillaba a la luz del atardecer, por un largo rato.
Recordaba perfectamente el día en que su padre se lo había dado, y desde ese día siempre lo había tenido cerca. Así como mantenía gravabas las palabras que le había dicho...

“Hijo, te confesare este escarabelo, fue mandado a hacer especialmente parauna persona.”
“En verdad...Para quien padre?”
“No lo se, aun no la conozco, pero espero llegar a conocerla algún día... – Aquí se había inclinado para mirar directamente a su hijo – Por que deseo que llegues a experimentar la alegría del verdadero amor, y la magia que este trae consigo. Este escarabelo fue hecho pensando en la mujer que espero encuentres algún día, la mujer que te haga feliz, con la que decidas compartir el resto de tu vida...”

“Quiero que se lo entregues a ella, Atem. A esa mujer...A la mujer que realmente ames”

A la mujer que realmente ames.

Esas habían sido las palabras dichas por su padre aquel día.
Ese escarabelo ya tenia dueña, y la tenia desde hacia mucho tiempo. Su corazón lo sabia, y esperaba que el de ella también.

- Lo siento Ninetis, - murmuro – pero yo hice una promesa, y pienso cumplirla; este collar es para la mujer que yo amo, y lamentablemente, esa, no eres tu.

A lo lejos una niña dejaba que unas lagrimas resbalaran de sus ojos radiantes, mientras su larga cabellera pelirroja era agitada por el viento de la tarde...

Continuara....



Ya se ya se...estubo un tanto monotona, les traigo la siguiente parte protnto lo prometo, ya asta esta lista...solo falta q yo decida subirla XD

 

Re: Aidda the magic of the love

Hola hermana! sabes ke te kiero mucho y tu conti me encanto, sbaes ke eres una gran escritora y espero verte algun dia..
ya con mi escritura te das cueta ke realmente no soy Mai.. asi ke no es necesario decirtelo.. espero ke sigas asi, me gusto mucho la parte en la ke Angiiru y Mana le hacian la vida imposible a Atem.. pobre chico.. aoarte esa perra no tiene ningun derecho a hacer lo ke hace, siento o no la reina de Egipto o la quiaca..
Bueno hermana, me despido..

Suerte en tu vida y recuerda ke:

"detras de las nubes , el cielo es siempre azul, y el sol brilla"..

 

Re: Aidda the magic of the love

hola amiren porfin acabe de leer tu conti :D empeze a leerla ayer pero mis padres vinieron del hospital y me echaron de la compu -.- me quede a mitad pero afortunadamente no tube problema en encontrar de nuevo la frase donde me quede *verguenza* :D muy buena la conti me gusto mucho :saltarin: pobre amiren ninetis hace sus rosas negras ToT ninetis me cae mal ¬¬ tomatazo para ella :tomate: bueno amiga me despido ya :chipote: muy buena la conti :saltarin: chau amiga bye besos :besito: :rosa: :flor2:

 

Re: Aidda the magic of the love

Hola niñas mías de mi corazón... heme aqui con la conti. Espero sea de su agrado, por lo menos se que a cierta personita si le gusto XD...pero quiero ver sus opiniones.
Esat conti estara un tanro larga porque es probable que tarde en poner la q sige..en primera xq ya estoy en examenes, en segunda xq debo checar algunos detalles XD
Espero sea de su agrado.
Con el cariño de una amiga, socia, hermana y servidora....
La conti.


Memorias de una reina. (parte dos)
El silencio de una rosa

La luna aun iluminaba el claro y nítido pasaje que parecía prepararse ya para recibir la luz de un nuevo día. El gran y basto desierto de Egipto parecía realmente desierto a aquellas horas de la madrugada, solo habitado por los llamados moradores del desierto; grupos de pequeños comerciantes ambulantes que viajaban, muy continuamente, buscando nuevos sitios donde llevar sus productos y que por lo tanto alzaban su residencia ahí donde les sorprendía la noche. No parecía que nadie mas, aparte de ellos, se paseara por el lugar en aquellas horas de la madrugada fuera de un ladrón o un tunante...
Y por eso era que miraban un tanto desconcertados aquella enorme caravana que
se desplazaba lenta y silenciosa, por aquel enorme y basto desierto de arenas calientes.

Normalmente podría pensarse que se trataba de otro pueblo de comerciantes especialmente madrugador, pero en este caso nada podía estar mas alejado de la realidad.
La antedicha caravana estaba compuesta por mas de media docena de soldados, todos perfectamente bien armados y a caballo, y en medio de toda aquella congregación, bien resguardada de todo aquel que se quisiera acercar demasiado, estaba un especie de litera que era tirada por 2 caballos...


Amirem abrió los ojos perezosamente; se sentía bastante cómoda como para querer despertar aun. No quería levantar la cabeza de su cojín, ni moverse del sitio en el que estaba, a pesar de la curiosa presión que sentía en su vientre.
Su cerebro sin duda tardaría todavía un rato mas en conectarse. El ligero movimiento que sentía debajo de ella la hizo recordar que estaba metida en una litera acondicionada con las mas lujosas comodidades para el transporte del hijo del faraón y, por insistencia de este y de Mahad, a la mejor aprendiza de hechicera de la corte (en su opinión Mana aun era muy chica) que acompañarían al joven príncipe en su viaje a Wasit Niut (Tebas), la capital de imperio, donde Atem tendría su primera obligación oficial como futuro faraón.

La muchacha, todavía mas dormida que despierta, se removió un poco tratando de encontrar otra posición en el cojín en el que estaba apoyada...Solo que no era cojín.
En lugar de eso se llevo un buen susto cuando descubrió que lo que ella había tomado por un cojín era en realidad el pecho de Atem, y la presión que ella había notado en un principio no era otra cosa que el brazo de Atem rodeando su cintura. Esto solo revelaba que ella se había quedado dormida en esa posición y Atem no había hecho el menor esfuerzo por tratar de re acomodarla en otra forma.
Su movimiento sin embargo despertó a Atem, que al igual que ella, tardo en hacer que sus neuronas volvieran a conectarse después de despertar.

- Ami, - dijo a medio dormir – donde estamos??
- Dame un segundo, - contesto ella también medio adormilada, pero notablemente mas despierta que el. Gateo asta la entrada de la litera donde abrió cuidadosamente una pequeña puertecita. En el exterior, el sol aun no parecía estar muy decidido a salir pero los guardias que custodiaban la litera parecían perfectamente bien despiertos.

- Ramosis, - susurro dirigiéndose a un hombre joven que era quien estaba mas cercas de la entrada a la litera. – Ramosis...

El hombre capto su llamado y sin perder la formación se acerco lo mas que pudo a ella.

- Sucede algo señorita Amirem??
- No nada, solo, donde estamos ya??
- Oh, a unos kilómetros de oasis de Bi'r Nedjem – respondió el guardia – pararemos ahí para re abastecer las provisiones y para que los caballos descansen. Llegaremos a Wasit Nuit antes del atardecer.
- Antes del atardecer?? – contesto ella asombrada – No es algo pronto? Tenia entendido que habíamos calculado que llegaríamos al anochecer.
- Asi era señorita, pero – añadió mirando al frente de la caravana. – El joven Seth insistió en acelerar el paso para evitar contratiempos de cualquier tipo.
- Ooo, entiendo – contesto ella lanzando una mirada hacia la espalda del joven vestido con tocado azul que encabezaba todo la expedición. – De acuerdo, gracias Ramosis.
- De nada señorita, - respondió el haciendo una pequeña inclinación con la cabeza antes de volver a su puesto.

La chica sonrío y regreso al interior de la litera donde Atem la esperaba como que apenas queriendo despertar.

- Y bien? – dijo
- Estamos por llegar a Bi´r Nedjem – contesto ella reprimiendo un bostezo.

Atem se incorporo sorprendido en los cojines ante lo que acababa de oír.

- Tan rápido??
- Si, aparentemente tu guardaespaldas preferido contribuyo al proceso – Contesto ella – siempre e dicho que ese tipo necesita un pasatiempo. Digo además de seguirte para todas partes.
- Si logras encontrarle uno me avisas – respondió el otro. – Me estreza tenerlo detrás todo el santo día. Con Mahad ya era suficiente.
- Mmm...Solo imagina lo que podría pasar si sigue así para tu noche de bodas. – comento de pasada, aunque con un dejo de tristeza en la voz.

Atem lanzo un profundo suspiro.

- Me lo tenias que recordar. – Amirem se sorprendo de lo hastiada y resentida que sonó su voz y al instante se arrepintió de lo dicho. Se acerco a el tímidamente, y tomando una de sus manos entre las suyas le dijo:
- Perdona...no fue mi intención...Es que yo...- suspiro – Mejor olvídalo, solo digo tonterías. – Intento retirar su mano, pero el no se lo permitió. La tomo fuertemente entre las suyas y se acerco a ella mirándola directamente a los ojos.
- No, discúlpame tu, es solo que...no me imagino el resto de mi vida junto a alguien que no amo. Te confieso que, tengo la esperanza de que alguien mas, pueda tomar su lugar...
- Como dices?? – contesto ella en un susurro casi inaudible y sorprendido – Pero, quien podría tomar su lugar??

A toda respuesta Atem paso una mano por su cintura y la atrajo hacia el. Ella, hechizada como estaba ante la visión de aquellos ojos granate, apenas si se percato del movimiento, pero igual un leve estremecimiento la sacudió al sentirse tan próxima a el.

- Atem...- susurro casi con temor. Pero no podía negar que estaba fascinada, sentir la nariz de Atem rozando la suya, así como su aliento prácticamente en su boca, la hacia olvidarse de todo y de todos. Que importaba que afuera se encontrara medio ejercito o que incluso se encontraran su maestro y el guardaespaldas don “no se acerque usted demasiado”, anti-socialista del príncipe.

- Si serás distraída Ami. Quien mas podría ocuparlo, si no es la persona que mas quiero en este mundo?? – contesto el tomándola de la barbilla y trazando con un dedo la silueta de los labios de la joven...Atrayéndola lentamente hacia si...

Toc- Toc

- Alteza??

El sonido de la voz de Mahad los hizo separarse bruscamente. Atem soltó a Amirem y se arrastro asta la entrada de la litera.
Amirem por su parte se quedo paralizada donde estaba. Apenas podía creer lo que había pasado, tan aturdida estaba que apenas si escuchaba lo que Mahad le decía al príncipe. En cierta forma, le agradecía a su maestro el aver intervenido a tiempo, de lo contrario, sabría Ra lo que hubiera sido capaz de hacer, como por ejemplo, dejar que Atem la besara.
Pero por otro...le hubiera gustado que...que Mahad...nunca hubiera llegado...

Una hora mas tarde ya habían arribado al oasis de Bi´r Nedjem. La palabra “oasis” podía dar una idea errónea para quien no conociera el lugar, pues el oasis en cuestión era en realidad una ciudad. No muy grande, pero abarcaba los suficientes servicios como para abastecer a un viajero, o a un grupo de ellos.
Además de tener erigido el templo de Hator a la orilla del verdadero oasis, y de ser el lugar perfecto para estirar las piernas después de haber pasado todo un día encerrado en una pequeña litera que, por muy cómoda y bien abastecida que estuviera, nunca dejaba de ser entumecedora después de unas horas.

Mientras el resto de la comitiva se encargaba de recoger agua, y algunos alimentos, Amirem y Atem, este ultimo bajo la acosadora mirada de Seth y Mahad decidieron visitar el templo de Hator antes de marcharse. Seth, Mahad y Atem ya habian entrado, Amirem estaba por seguirlos cuando algo la distrajo.
La extraña sensación de estar siendo observada.
Se dio la vuelta, pero por mas que busco solo veía ciudadanos, ocupados en lo suyo, pasearse por las calles. Y sin embargo la sensación seguía allí.
Bajo casi en trance las escaleras que conducían a la entrada del templo, y sin pensar en lo que hacia camino por entre la maleza que llevaba al oasis, asta meterse entre unos arbustos. Ahí se sorprendió de encontrar a una joven de su misma edad, unos 15 años escondida entre las plantas, muy ocupada en espiar atraves del seto como para darse cuenta de que la habían descubierto. Lo que mas le impresiono de la joven fue su piel, mas blanca que la de ella, y su cabello que era de un traslucido color entre azul celeste y blanco. Tenia aspecto de fellah (campesina), pero aun así le pareció muy bonita, al ponerle una mano en el hombro la muchacha se sobresalto y al volverse revelo unos ojos de un azul celeste igual de impacientes.

Probablemente aquella niña se quedo tan impactada como ella cuando la descubrió, y por un segundo pareció que se iba a hechar a correr. La muchacha, extrañamente pelirroja que tenia delante, traía una falda y una blusa de lino, iguales a los de la realeza. Intento echarse a correr pero antes de poder dar un paso ella la detuvo aferrándola de una mano.

- No, espera, no te vallas – dijo, consiguiendo que esta se detuviera. Se sorprendió de comprobar que tenían casi la misma altura. Y eso que Amirem era bajita para su edad. – Disculpa si te asuste, es solo que, sentí como si alguien me observara, y...me preguntaba si de casualidad no fuiste tu.
- S...si...Lo...lo siento mucho señorita, no era mi intención. – contesto ella tratando de inclinarse, obviamente pensando que la niña debía ser alguna princesa, per la pelirroja no se lo permitió.
- Tranquila, no pasa nada. Como te llamas??
- Ki...Kisara.
- Oye, que lindo nombre. – respondió ella, con un tono que hizo entrar en confianza a la inocente niña – Yo me llamo Amirem, Ami para los amigos.
- Es un placer.
- El mío también. Oye vives aquí??
- Si, - contesto Kisara sonriendo – ustedes están de visita cierto??
- Se podría decir que de paso, - le contesto Amirem, para este punto ambas estaba sentadas en el pasto y platicaban como si se conocieran de toda la vida – Estamos acompañando al príncipe de Egipto en una expedición a la capital.
- Eres una princesa?? – pregunto Kisara con curiosidad.
- No, soy una aprendiz, – contesto Amirem sonriendo – de hechicera – explico – me críe en el palacio del faraón; mi maestra, la sacerdotisa Neret me acogió cuando yo era muy pequeña, desde entonces vivo ahí.
- Quieres decir que conoces a ese joven?? – pregunto Kisara tomando las anos de Amirem – el de tocado y ojos azules que acaba de entrar al templo??
- Seth?, si, es sacerdote de la corte. – explico ella, - Por que, lo conoces??

“De modo que logro ser sacerdote”

- No...bueno si...bueno...hace algunos años el me salvo la vida.
- Como?? – pregunto Amirem incrédula, - Eso como fue??
- Veras, es que...yo estaba en problemas...me habían secuestrado y...

De ahí, Kisara la contó a Amirem de como unos hombres la habían raptado de su casa muy pequeña y pensaban venderla como esclava. Amirem escucho la historia realmente impresionada y se sorprendió aun mas cuando Kisara le dijo como la oportuna intervención de Seth la había salvado.

- Valla, que increíble – “De modo que Seth tiene corazón después de todo”
- Entonces viven en el palacio – comento Kisara mas para si – Gracias por hacérmelo saber.
- Por que??
- Es solo que, me gustaría poder devolverle algún día el favor. Es bueno saber donde puedo encontrarlo.

Amirem río. Estuvieron platicando todavía un rato mas asta que Amirem noto que a lo lejos se escuchaban voces que la llamaban.

- Debo irme – anuncio – si algún día vas a Egipto promete que iras a verme.
- Y si tu algún día regresas, espero volver á encontrarte.
- Yo también, nos veremos Kisara!!!
- Adiós Amirem!!!

La muchacha hecho a correr de vuelta hacia el templo, donde probablemente Mahad estaría buscándola como loco, sin embargo antes de poder acercarse mas una mano la jalo y la oculto detrás de la muralla del mismo fuera de la vista de todos. Por un momento quiso gritar asta que una voz en su oído la hizo darse cuenta de que era Atem.

- Tranquila Ami, soy yo.
- Atem, me asustaste, que sucede?? – “Y este como rayos había conseguido escapársele al guarda espaldas??”

Atem no le respondió enseguida, en lugar de eso la llevo a un lugar aun mas apartado, donde la puso de frente la muralla del templo.

- Ami, - le dijo después de un rato de estar callados - sabes a quien esta dedicado este templo??
- A Hator, la diosa del amor. – respondió ella extrañada por la pregunta.
- Exacto, la diosa del amor. – suspiro – Se supone que debí jurar ante ella que, haría feliz a Ninetis.

A Amirem se le congelo la expresión en el rostro. Bajo la mirada, y haciendo un esfuerzo sobrenatural para dominar el nudo que sentía en la garganta, volvió a levantarla para dirigirse a Atem.

- A, si..
- Si, - Atem suspiro con energía – Pero no pude hacerlo.
- Que!! – exclamo ella sorprendida – Como, pero...si tu...Pero como pudis...
- Es sencillo Amirem. –respondió el chico volteándola a ver con seriedad – No puedo, ni quiero, prometer algo que de antemano se que no voy a cumplir.

Amirem se quedo estupefacta; sintió el segundo escalofrío el día con la mirada que le clavo el chico. Antes de que pudiera darse cuenta estaban en la misma situación de hacia unas horas, antes de ser interrumpidos por Mahad.

- Atem...- empezó a decir ella cuando comenzó a sentir nuevamente el aliento de el en ella – N...no, no debemos...estas comprometido...
- Amirem, - la interrumpió Atem sin dejar de apretarla de la manera en que la apretaba contra el - sabes por que no puedo ni quiero casarme con Ninetis??

Ella negó con la cabeza sin dejar de sentir escalofríos y ya temiendo que el corazón le estallara en el pecho por la forma en que latía.

- No puedo amarla, por que mi corazón ya es de alguien mas. Y lo a sido siempre – contesto el mirándola con severidad y dulzura a la vez. Era increíble que sentimientos tan contrarios pudieran asomar al mismo tiempo por aquellos ojos. O que la increíble suavidad de la mano que en ese momento acariciaba su mejilla lograra arrancar tales sentimientos en ella haciéndola estremecer.

- Atem yo...
- Te lo pido Ami, - suplico el - no permitas que me case...Sin aver podido besar, al menos una vez, a la mujer, que en verdad amo.

No fue necesario nada mas. De pronto ella se vio cediendo totalmente a sus palabras sinceras, dejo que Atem le robara un beso, su primer beso. Un beso que fue mágico, sincero y entregado, pero sobre todo correspondido.
Un beso que había esperado mucho para ser entregado a la persona que en verdad se lo merecía y a la que de verdad deseaba entregárselo.
En estos momentos que importaba el mundo. Al diablo con el maldito compromiso. Hoy mas que nunca, Atem sabia que no podría ser feliz, a menos que estuviera con la chica que en aquellos momento estrechaba dulcemente en sus brazos. Ella mientras era arrastrada por aquel dulce beso, lleno de amor, confianza e inocencia, sabia hoy como nuca antes, que ese muchacho que la estrechaba en sus brazos, le pertenecía a ella y solo a ella.

A nadie mas.

De repente pareció como si aquello hubiera provocado que todo se saliera de control. Un torrente de imagines pasaron como relámpago ante sus ojos. Las palabras llegaban confusas y sin embargo para ella tenían sentido...

“No pienso casarme con ella, por mi que me lleven arrastrando si quieren, pero ante el altar voy a decir que no!!!”
“Te causaras problemas”
“¿Y tu crees que me importa? Yo te amo solo a ti, y no pienso casarme con nadie mas”

“Lo siento pero, no fui yo quien no se quería levantar ”
“Si te regañan no será por mi culpa”
“Descuida yo me encargo. Ahora ven y dame un beso para la buena suerte”
“No lo are por irresponsable”
“Mira Ami, síguele y veremos si Angiiru no se entera de que fue lo que realmente le paso a su falda y quien fue la culpable.”
“Ah, ahora resulta que...”
“Cállate y as lo que te digo”


“No quiero volver a verte cerca de el me escuchaste!!”
“Y que te hace pensar que yo te voy a obedecer!!”
“Te advierto que tengo un limite!! Si vuelvo a verte cerca de el, te mato me oíste!!
“Claro!! Mátame...Mátame como mataste a tu padre, a tu maestra y a no se cuantos mas!!...Apenas puedo creer que fueras capaz de hacer lo que le hiciste a tu hermana!!”

“A nadie pareció sorprenderle nuestro compromiso”
“Es que todos sabíamos que había algo entre ustedes. Créeme que no era un secreto, medio palacio lo sabia y ustedes no hicieron un buen trabajo tratando de esconderlo”
“Soy tan feliz...Aunque ya me imagino como reaccionara ella”
“Descuida, yo te protegeré, no dejare que arruine su felicidad”

“Ni pienses que te dejare que te salgas con la tuya!!”
“No es mi culpa lo que paso...Deja de lastimarte tu misma y de lastimar a otros”
“No pensaras que dejare esto solo así...Te advertí que no te le acercaras...!!”

Su figura ahora estaba paralizada en medio de un balcón a media noche.
Todo sucedió en cuestión de segundos. Giró la cabeza en respuesta a un extraño presentimiento vio a la arquera, fugazmente, que bajaba ya su arco.
Había disparado.
Sus ojos se abrieron desmesuradamente y se clavaron en el resplandor amarillo de los de la arquera.
Amarillos... ojos amarillos.
Sintió algo que la golpeó con fuerza entre la base del cuello y el hombro, y un dolor sordo se expandió desde allí, descendiendo hasta su pecho y nublando su vista. Cayó de rodillas y escuchó los gritos desesperados de la persona a su lado.

Aquello era su propia muerte; no cabia duda, esa herida era mortal!!

- Amirem!!!
- Ninetis como pudiste!!
- Apréndanla!!...Amirem!!!

Sentía como alguien la tomaba y la acunaba en sus brazos, sentía que le acariciaba el cabello, que le suplicaba pidiéndole que no lo abandonara.
Trataba de hablar, pero sentía que la sangre la ahogaba, trataba de respirar, pero el dolor se lo impedía.
Comenzaba a sentir que caía; que caía en una profunda oscuridad.
Sintió a la muerte apoderándose lentamente de ella, su cuerpo cada vez mas frío, congelando sus miembros, su corazón dejando de latir mientras escuchaba unos sollozos cada vez más y más lejanos...

Algo la jalaba, le arrancaba la vida.
No podía...no respiraba

No era verdad!!...no...no...

Nooo

- NOOOO!!!!!!!

Aidda se incorporo sobresaltada en la cama, respirando con dificultad y con una mano en el pecho. Justo en el sitio donde, minutos antes en aquel aparatoso sueño, había tenido una flecha enterrada.

Tardo un rato en recobrase; su muerte, la muerte de Amirem, la había sentido tal real. El dolor de aquella flecha clavada en su cuerpo, la sensación sofocante que le produjo el no poder respirar. El sentir que la vida se le iba.

Y esos ojos. Esos malditos ojos amarillos.
Pensar que habían sido una de las ultimas cosas que vio antes de morir, los ojos de su asesina.
Y Atem, suplicándole que se quedara con el, que no lo abandonara. Ahora la conversación que una noche tuvieron bajo las escaleras, tomo todo el sentido del que había carecido en esos momentos.
Amirem había abandonado a Atem, pero no porque ella hubiera querido. Había sido asesinada, asesinada por una despechada que probablemente sufría de inestabilidad mental.
Y a juzgar por los recuerdos que acababa de presenciar, Amirem no había sido su única víctima.
Hubo una hermana, una hermana a la que probablemente hizo sufrir tanto como a la propia Amirem. ¿Estaría viva ahora?, y si era así, ¿donde se encontraba?

Tal parecía que Angiil solo había sido la primera de la larga lista de víctimas que Ninetis tenia por delante.
Ahora la verdadera pregunta era...
Quien era el siguiente??



- De modo que sobrevivió.

El cuarto iluminado a la luz suave de una lampara de mesa, daba a la estancia un ambiente casi tétrico. La llamativa, elegante y fascinante figura de una serpiente de tamaño considerable repto lentamente por entre las blancas sabanas de lino que envolvían el cuerpo de su ama, la mujer sonreía con maldad mientras jugueteaba con las cuentas de un collar negro enredado en su mano.
La serpiente siseaba, y la sonrisa de ella se ensanchaba con cada nuevo siseo que esta daba asta el punto de hacerla soltar una maquiavélica carcajada.

- Ciega!! – exclamo con deleite – la muy estúpida quedo ciega!!!

Continuo riendo estruendosamente, con unas viles, frías y malvadas carcajadas. La serpiente la miro con los ojos entornados, antes de sisear furiosa.

- Preocuparme?? – contesto la otra con indiferencia y sin dejar de reír – Por que habría de preocuparme una ciega?? Que me puede hacer ahora??

La serpiente volvió a sisear. La muchacha compuso una mueca de reconocimiento en su bello rostro. La sonrisa flaqueo unos instantes, pero su mirada adopto un aire frío y burlón.

- Ah, claro. – contesto ella levantándose de la cama – Tahoser, mi muy querida hermana. Descuida, ya tengo algo reservado especialmente para ella.

Se dirigió a la ventana, su fría mirada observo la lenta salida del sol tras las montañas lejanas. Tiñendo el cielo de un color rojo nacarado, que a sus ojos, evocaba la fría y espesa sangre que esperaba ver correr pronto por parte de aquellos que una vez la hicieron miserable. No volvería a suceder. Ya le habían arrebatado el poder al cual tenía legítimo derecho, no una sino DOS veces. Todo gracias a su “amada” hermanita y a la maldita zorra que se metió en su camino.
Tanto su hermana como la “paloma” se lo pagarían.
Había pasado mas cinco mil años odiándolas a ambas y al maldito que la había traicionado, y aún podría pasar una eternidad haciéndolo.
Pero no seria así; acabaría con Atem y con Amirem para poner fin a todo aquello de una buena vez. Pagarían caro su traición, el averle arrebatado lo que le pertenecía, ELLA era la que debía ser reina no Amirem o Tahoser.

- Acabare con todos y cada uno de ustedes...Se las cobrare por a verme quitado el derecho de gobernar que me pertenecía legítimamente...Se las cobrare por la humillación que me hicieron pasar...Y se las cobrare a verme condenado a todos esos años en prisión y por aver permitido que ocurriera!!! – grito – Mucho cuidado mi querida Tahoser...Por que tu...serás la próxima.




Como saber quien seria la próxima??
Como poder defenderse de lo que no conocían??
Como poder defender a quienes amaban??

Esas eran las preguntas que deban vueltas en la cabeza de Aidda.
Sola, en su habitación, a oscuras, y aun en la cama. Sherán no había querido dejar que se levantara, y Aidda apenas puso objeción a la orden. Quedarse en cama le permitiría reflexionar mas tranquilamente.

Aquellos habían sido recuerdos de su vida pasada, de su vida como Amirem, del romance que vivió al lado del hombre que amó, y seguía amando; pero que alguien, por despecho, por locura, por celos, o por lo que hubiera sido, simplemente no había dejado continuar.

Una mujer despechada era peligrosa. Una mujer loca lo era aun mas. Y Ninetis como combinación de estas dos ultimas lo era aun peor. Para ella, Amirem la había quitado un amor que nunca le perteneció, o tal vez simplemente la había despojado de su derecho a reina al interponerse entre ella y Atem.

Fuera como fuera, la tipa quería venganza, y no se detendría asta conseguirla.

La puerta del cuarto se abrió con un chillido sordo y pausado, una figura entro lentamente en la habitación. Serró nuevamente la puerta antes de dirigirse muy lentamente a la cama de Aidda, donde se sentó a los pies de la misma.

Aidda sonrío.

- Te mueves bastante bien por toda la casa a pesar de no poder ver. – dijo dejando escapar una ligera liguera risa - Me alegra.

La otra joven también sonrío dirigiendo a ella su mirada apagada pero llena de decisión.

- Ninetis piensa que ya me saco de la jugada solo por estar ciega. – Contesto – Pues esta muy equivocada si piensa que esto me va a detener.
- Me alegra que pienses de esa forma. – contesto Aidda – Ahora mas que nunca te necesitamos. Además, no estarás así por mucho tiempo, tu volverás a ver.
- Eso tenlo por seguro.

Se quedaron un rato en silencio. Durante ese lapso Aidda se entretuvo en quitar la venda que cubría la palma de su mano izquierda. La venda revelo una larga herida que comenzaba a serrarse a pesar de aver sido causada apenas unas horas antes.
La contemplo largo tiempo. Paso sus dedos por ella, y esta pareció cerrase mas.

- Angiil, sabes que tenia esa rosa?? – pregunto.
- Veneno – contesto Angiil tras lanzar un pequeño suspiro – La rosa tenia veneno. No uno muy fuerte, solo lo suficiente para debilitarte un poco. Quería burlarse de ti, fue su forma de darte a entender que te tiene reservado algo mejor.
- Si eso pense. Aveces es tan predecible como la lluvia.
- Y otras tan impredecible como el fuego.

Aidda dejo escapar una risa que sonó una tanto sarcástica a los oídos de Angiil.

- Pero el fuego, en ocasiones, puede ser señal de ineptitud. Aunque, puede iluminar en la oscuridad también Angiil.

Sin saber por que esas palabras tuvieron un raro efecto en Angiil. Tal vez fue por su significado, o por el tono sarcástico e irónico en el que fueron dichas, pero, por momentos, dejo de sentirse frente a Aidda Braistol, y tuvo la sensación de estar nuevamente frente a Amirem. La joven que era de armas tomar al sentir amenazada la seguridad de quienes amaba. La incontenible muchacha que solía escuchar, y luego hacer lo que se le daba en gana. La que nunca dejo de tener Fe. Y la que nunca se dejo intimidar por Ninetis.

“No se que viste cuando caíste enferma por causa de esa rosa amiga, pero sea lo que aya sido, abrió algo en ti. Algo que se, no volverá a dormirse”

Era el pensamiento de Angiil.
Ciega físicamente, pero no espiritualmente. Sus ojos pudieron averse cerrado, pero su mente y sus sentidos estaban mas despiertos que nunca.
La misma fuerza que una vez inundo la esencia de Amirem Fairel comenzaba a embriagar la de Aidda Braistol.

Una mano se deslizo asta tocar la vela apagada que siempre estaba al lado de su cama. Sus dedos rozaron la suave cera antes de recorrer lentamente en pequeño pestillo.
Su dedo índice quedo suspendido a unos centímetros de este en el aire.
Sus ojos traslúcidos, se clavaron el la mirada muerta de Angiil.
Ella había sido la primera. El plan no había resultado, y sin embargo esa mirada pago por la demencia de una mujer.
Era demasiado. El pasado fue una cosa, una cosa que no se debía de repetir en el futuro.
Ella no había sido la única víctima. Tal vez la ultima, pero no la única. Mucha gente se vio afectada por ella de una forma u otra...
No mas.

“Ya no mas”

El dedo descendió asta tocar el pestillo. Una suave llama surgió de la nada iluminando la estancia. Iluminado los corazones que se sentían apagados.

Una sonrisa cruzo el aire.

“Lo lograste amiga”

Iluminado incluso...a los que estaban en la oscuridad.



Continuara.....