Él se acercó con su falsa sonrisa, su rostro mostraba la tranquilidad de siempre, Sansa se encuentra tirada en el suelo, Meñique abrazo a Lysa, calmo su ira, le decía que todo estaba bien, que la quería. —Siempre he amado, siempre—Ella cierra los ojos y sonríe. Escuchar esas palabras le calmaban y tranquilizaban hasta el punto de suspirar. —Siempre he amado a Catelyn—Antes de decir nada Meñique se separa y la empuja al agujero. La mujer cae al vacío mientras grita, mueve sus brazos y sus ojos desprenden lagrimas arrepintiéndose de haber amado a un hombre que no le correspondía.
Creo que escribí algo similar, no recuerdo. Una escena muy buena, Meñique demostrando como siempre, ser alguien que no se para en artículo para tener lo que quiere. Completamente manipulador.