Tengo que dejar ir, eso que ya en mis manos no cabe. Debo dejar que se marche, aunque toda mi vida me tarde. Quiero dejar que las lágrimas caigan una tras otras en libertad. Quiero expiar mis penas en llantos, quiero simplemente olvidar. Tal vez no todo fue malo, pero, mi corazón no quiere escuchar; he tratado de explicarle con calma, pero se niega, no quiere soltar. Se aferra con fuerza a un pasado, que tristemente no está. ¡Deja los muertos tranquilos! ¡Han muerto y no volverán!
Bueno, es bastante triste y mucho más difícil poder olvidarnos de un amor al que nos aferramos con tanta fuerza. Sea para bien o no la separación. Yo llegué a sentirme de esa misma forma; aferrándome a un pasado que fue. Por eso me sentí identificada con estas palabras: "Tal vez no todo fue malo, pero, mi corazón no quiere escuchar..." "Se aferra con fuerza a un pasado, que tristemente no está."