Miradas dubitativas, respiraciones entrecortadas y alientos cargados de deseo. Manos inseguras que se entrecruzan, ojos que se cierran para ver más allá. Silencio. Vacío. Un abismo que dura nada. Labios que se rozan, se tocan: se besan. Se buscan y se encuentran. Los labios se alejan, los ojos se abren. Se miran y sonríen apenados. El tiempo se va, llevándose todo. Tras una vida, y en un momento de melancolía, se tocan los labios y recuerdan esos besos a los que eran adictos.
Tengo que admitir que al ver el título esperaba algo muy diferente, dirigido realmente al abuso de sustancias (porque nunca leo la cosa esa del género). En realidad mis expectativas eran demasiado literales. Por demás, aunque peca un poco de cliché, es agradable a la lectura y transmite una sensación de atontamiento propia de esta situación; así que tiene su encanto :) Creo que no tengo más que decir. Saludos~