Adiós querida amiga

Adiós querida amiga [Drabble]

¡Hola!
Pues aquí yo les traigo mi primer drabble, la verdad es que si me gustaría que me critiquen y que sean muy honestos sobre mi escrito, pues sin nada más que decir aquí se los dejo.



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-No…no quiero creerlo-dije con voz entrecortada mientras mi rostro se llenaba de lágrimas.

-Por favor-suplico mi amiga- tienes que entenderlo

-No…ella no puede estar muerta-grite desconsoladamente

-tenemos que ir a su funeral-se detuvo para abrazarme- si de verdad la quieres tanto, vístete y vamonos.

-esta bien-seque mis lágrimas y me dirigí hacia mi closet.

Media hora después me encontraba ahí, frente a la caja mortuoria, todos sus amigos estaban ahí, también familiares, bueno los que aún le quedaban. Me acerqué despacio a la caja, una tristeza inmensa me invadía, aún me cuesta creerlo, no puedo pensar en que ella, mi mejor amiga, mi hermana del alma, la persona que más aprecio en el mundo este muerta.

A unos cuantos pasos de la fría caja me detuve, mi cuerpo no respondía, mis ojos estaban inundados por mis lágrimas, pude sentir una mano que tocaba levemente mi hombro, pero no quise voltear a ver quien era, con mucho esfuerzo camine hasta la caja, ahí fue donde me detuve, quede paralizada, un terrible escalofrió pasó por todo mi cuerpo.

Toqué lentamente la caja, pude ver su cara, su linda carita de muñeca, rocé mi mano con la suya, su rostro reflejaba tranquilidad, paz, pero nada de eso lo estaba sintiendo yo en este momento.

-¿Por qué?-grite desconsolada- ¿Por qué te la llevaste Dios mió? ¿Por qué?- tomé su mano- ¿Por qué me dejaste sola? ¿Por qué? ¿Por qué tú?- eso fue lo ultimo que grite antes de perder el conocimiento.

No me desperté sino hasta el día siguiente, aún no podía creerlo, no puedo creerlo, ella no puede estar muerta, no puede. Lágrimas invadieron mis ojos de nuevo, abrace el oso que ella me había regalado, después de eso, me levante de mi cama, me dirigí a cambiarme…tenía que estar lista para ir a despedir a mi mejor amiga.

Cuando nos encontrábamos ya en el cementerio, solo podía llorar y nada más, ya no pude hacer nada por ella.

-Por lo pronto…solo puedo darte un “Adiós”, mi amiga querida, mi hermana, no sabes cuanto te amo, y lamento mucho no habértelo dicho antes, perdóname por no estar contigo, por apartarme de ti cuando me necesitabas, discúlpame por haberme cegado por la avaricia y la envidia, espero algún día volver a estar contigo.