Long-fic de Pokémon - "Accidentalmente una historia de amor"

Re: "Accidentalmente una historia de amor"

Bueno... hola... no he podido hacer la continuación, estos problemas no me dejan, ¬¬. Así que... bueno, quien sabe si pueda continuar este fic... también me meterán a clases de piano, inglés y natación y apenas tendré tiempo para mí, así que... lo siento, quizá este fic no continúe...

 

Re: "Accidentalmente una historia de amor"

Pues, pude continuar mi fic :P

“Una pequeña ayuda”​

Los tres chicos caminaron durante un largo tiempo, hasta que, todos ya agotados, decidieron dormir un rato, bajo un árbol bastante alto y lo suficientemente ancho.
Cuando se iluminó un poco el ambiente, Julie despertó. Volteó a sus costados y vio a Dean y a Roberts durmiendo tranquilamente, así que la chica se levantó y se estiró. Parecía aún de noche, ojalá estuvieran en Town World, podrían dormir un largo rato más. La joven castaña escuchó varios ruidos detrás de ella y sus compañeros. Como lo miedosa que era, rápidamente empezó a temblar. Se acercó lentamente al lugar del sonido y se asomó, cuando algo le asustó por detrás.

Julie: ¡AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!
¿?: Oye, tranquila (Dijo moviendo las manos agitadamente)
Julie: ¡OTRA VEZ TÚ! ¿¡CUÁNTAS VECES TE HE DICHO QUE NO ME ASUSTES!?
¿?: Mmm… como… unas… quince mil veces
Julie: ¿Y lo sigues haciendo? (Dijo tranquilizándose)
¿?: Me gusta asustarte. Es divertido
Julie: Nunca voy a hacer que cambies de opinión, ¿Verdad? …y hablando de otra cosa… ¿Por qué siempre me dejas sola?
¿?: ¿De qué hablas?
Julie: Cuando llegan Dean y Roberts, siempre me dejas como tonta hablando sola, Dean y Roberts se burlan de mí o se enojan
¿?: Te dejo sola, por que ya estás acompañada…
Julie: ¿Y qué me dices de ahora? Allí están ellos, y estás también tú
¿?: Lo que pasa es que escuché ruidos y decidí venir. Quizás eran bandidos o algo así…
Julie: Si claro, ¡Tú eras el que hacía los ruidos!
¿?: Ehm… Julie… te digo que yo acabo de llegar…
Julie: ¿Qué?

Justo después de esa pregunta, un ruido proveniente de unos arbustos cercanos se hizo penetrante en el ambiente. Julie, asustada, despertó a su Dean y a Roberts. El ruido se hizo cada vez más fuerte y cercano que la castaña olvidó por completo la presencia de su amigo. Los chicos se fueron alejando poco a poco, hasta que el sonido cambió de dirección y se aproximó donde ellos estaban.

Julie: (En voz baja) ¿Vamos a morir aquí, no?
Dean/Roberts: (En el mismo tono de voz) No
Julie: ¿Entonces qué es lo que nos va a atacar?
Dean: Nada, si podemos ver de dónde viene el sonido
Julie: Pueden ser bandidos…
Roberts: Julie, aquí no creo que haya bandidos
Julie: Si los hay
Dean: Está bien, pero no discutan por eso y preocúpense por intentar salir de aquí sin ser lastimados
Julie: ¿P… por qué saldríamos lastimados?
Dean: Ven

El chico jaló a la castaña y la puso en su lugar para después señalar algo detrás de los arbustos. Después de unos segundos, Julie encontró la forma. Era un Sevyper, y detrás de ese, había algunos más. Roberts también los había visto.

Julie: ¿Ahora qué haremos?
Dean: Lo mejor que se me ocurre es subir al árbol…
Roberts: Julie, sube tú primero
Julie: ¡Ni loca! Quién sabe cuáles pokémones estén viviendo arriba
Dean: ¿Roberts?
Roberts: Mejor sube tú primero y yo cuido a Julie
Julie: No soy bebé
Dean: ¡Ya pues! (Dijo exaltándose lo menos posible) Yo subo

No fue muy difícil subir por aquel árbol para el chico, de pequeño había hecho muchas travesuras junto con sus amigos. Al llegar lo más alto posible, revisó que no hubieran criaturas, y al asegurarse que no había nada, llamó a sus amigos para que subieran. Roberts subió con un poco más de trabajo y al final Julie, que era bastante torpe escalando. Varias veces había estado a punto de caer, hasta que, finalmente, tiró una rama y los Sevyper salieron de su escondite. Los más altos intentaban alcanzar a Julie, que era la que estaba más bajo, y algunos pequeños trataban de subir por la madera resbalosa.

Julie: ¡AHHH! (Gritó cuando una de las serpientes casi le mordía el pie)
Dean: ¡Julie, sigue subiendo!
Julie: No, ¿Y si me resbalo?
Roberts: No va a subir…
Dean: Entonces hay que ayudarla, vamos

Los dos chicos bajaron con cuidado hasta la altura de la castaña y le ayudaron a subir, aunque realmente era torpe. Los Seyper más pequeños habían conseguido subir un poco, en unas cuantas horas estarían arriba. Julie, Dean y Roberts habían logrado llegar alto, donde no los pudieran alcanzar fácilmente, pero aún así, no estaban seguros.

Julie: ¿Por qué nos atacan? En Town World no hubiera pasado esto
Roberts: ¿Crees que estaríamos arriba de un árbol al saber por qué nos atacan?
Julie: Si…
Dean: Bueno, no vamos a bajar a preguntarles, así que mejor hay que ver cómo escapar
Julie: Veamos, están subiendo algunos, otros están abajo… Esto no podría empeorar

Al terminar de decir eso, los chicos sintieron como si el árbol se moviera violentamente. Se asomaron con cuidado y vieron a varios pokémones enroscados en el tronco, haciendo que se moviera.

Julie: Retiro lo dicho, esto si que puede empeorar
Roberts: ¿Pero qué quieren?
Julie: ¿Comernos?
Dean: Comida… ¡Ya se!
Julie: ¿Ya sabes qué?
Dean: (Saca algunos dulces de la bolsa de su pantalón) Esto. Hay que darles comida, a ver si se van
Julie: Si, y si no, ¿Morimos aquí?
Dean: Si, vamos, ayúdenme a quitarles la envoltura a los dulces

Los tres chicos ayudaron con los dulces, para después dejarlos caer. Todos los Sevyper se reunieron donde había caído la comida y la comieron rápidamente. Pero volvieron a su posición de antes e intentaron subir, nuevamente.

Julie: No funcionó…
Roberts: No, si no nos dices, no nos damos cuenta
Julie: ¡Cállate!
Dean: ¡Cállense los dos! ¿Creen que es buen momento para pelear?
Julie/Roberts: ¡Si!
Dean: ¡Pues no lo es!
Julie: ¿Y tú cómo sabes?
Dean: ¡Por que nos tratan de comer unas serpientes!
Roberts: ¡No nos grites!
Julie: ¡Inclúyete a ti solamente cuando hables!
Roberts: ¡Te estoy tratando de defender!
Julie: ¡Yo me puedo defender sola!
Roberts: ¡Perdóname por tratar de hacer una buena acción!
Dean: A ver ya… ya hay que calmarnos, que pelear no es lo mejor en este momento
Julie: ¿Y qué es lo mejor en este momento?
Roberts: Al menos, no pelear


Gracias a la discusión, los chicos no escucharon que los Sevyper habían alcanzado un nivel más alto, hasta que uno de ellos alcanzó el nivel donde estaba Julie (Ella estaba un poco más abajo que sus amigos) y le mordió el pie, haciendo que la castaña perdiera el equilibrio y cayera. Los otros dos chicos intentaron detenerla, pero no pudieron. La joven azotó en el suelo, para después no recordar que a su alrededor estaban varios Sevyper.

Julie: ¡AUUU! ¡Mi cabeza! ¡Y mi pie!
Dean: ¿Estás bien? ¡No te muevas!
Julie: Si, solamente me pegué en la cabeza y no me puedo mover
Roberts: ¿Bajamos, o qué?
Dean: Pues si Julie se mueve terminará siendo atacada por los pokémones, y si nosotros bajamos, también
Roberts: ¿Entonces?
Dean: Entonces empieza a preocuparte por tirar a ese Sevyper que está atrás de ti

El chico se giró y aventó a la víbora, que cayó encima de Julie. La pequeña serpiente identificó a la joven, y se preparó para morderla. Justo cuando estaba por morderle, algo se interpuso entre ella y el Sevyper, haciendo que todos los pokémones se fueran rápidamente. Al notar que todos se iban, Roberts y Dean bajaron rápidamente con su amiga. Julie, simplemente, no abría los ojos, hasta que aquel monstruo buscó la mirada de la chica. Ella sólo dio una pequeña sonrisa al pokémon. Era un Muk.

Continuará…

 

Re: "Accidentalmente una historia de amor"

​

Bueno, Hola!!!! Me alegra mucho que se pasaran por este fic ^^ Y bueno, este es el penúltimo capítulo, en el que sigue se van a resolver sus dudas, sólo que no se cuándo esté listo. Les dejo con este capítulo para ver qué les parece.

“La última aventura” ​

Dean y Roberts se acercaron lentamente a Julie, hasta que estuvieron a su alcance. El Muk los veía tímidamente, vigilando que no le hicieran nada a la chica.

Julie: ¿Dónde están todos los Sevyper?
Roberts: El Muk los asustó
Julie: Vaya, gracias (Miró al Muk y le sonrió)
Dean: Bien, no se ustedes, pero yo no quisiera que esas cosas regresaran. Hay que irnos
Julie: Bueno, pero una cosa más…
Roberts: ¿Qué cosa?
Julie: No puedo caminar (Dijo señalando su pie)
Dean: Quizá deberíamos regresar, no te ves muy bien
Julie: No estoy muy bien que digamos, pero también necesito encontrar a alguien para algo
Roberts: ¿A quién?
Julie: No estoy muy segura ahora
Dean: Como quieras. Te ayudo a pararte

Dean tomó los brazos de Julie y le ayudó a incorporarse, mientras que Roberts la cargó al ver que realmente estaba batallando para caminar. Cuando los chicos agradecieron al Muk y se encaminaron a su siguiente destino, el pokémon les empezó a seguir.

Julie: Ehm… ¿Por qué el pokémon nos está siguiendo?
Dean: No somos adivinos
Roberts: Quizá quiere algo

Cuando Roberts terminó esa frase, el noble Muk se adelantó a los chicos y empezó a “caminar” hacia un pantano. Julie, Dean y Roberts pensaron que ya se iba, así que siguieron caminando. Va siendo una gran sorpresa cuando se dieron cuenta que el pokémon dejó su destino y los empezó a seguir, de nuevo.

Julie: ¿Y si quiere que lo sigamos? (Sin saber, Julie había dado con la conclusión)
Roberts: ¿Y si nos quiere llevar para comernos?
Dean: Cállate Roberts. No creo que haya salvado a Julie interfiriendo con su vida sólo para después comerla o comernos
Julie: Dean tiene razón. Vamos, hay que seguirle
Roberts: Está bien, pero si se equivocan ustedes, a ustedes les comerá

El Muk, al escuchar la plática de los jóvenes, se dirigió nuevamente al pantano, pero ahora era seguido por el trío. El lodo era espeso y los árboles cada vez eran más secos y con las raíces más grandes, esto dificultó el paso de los chicos, pero en menos de dos horas vieron a lo lejos un pueblo. Era extraño. Allí, las personas sonreían, había niños y niñas, adolescentes, pequeños pokémones… el Muk se dirigió al pueblo, seguido por los chicos. Un poco más adelante, una joven un poco mayor que Julie y Dean parecía que esperaba a su noble pokémon.

Chica: ¡Muk! ¡Al fin llegas! ¡Me tenías preocupada! (Viendo a los jóvenes) Y veo que has traído a algunos amigos…
Roberts: ¡Ah! Soy Roberts, ella Julie (Señalando a la chica que cargaba) y él Dean
Chica: ¡Me da gusto conocerlos! Yo soy Marian
Dean: Hola Marian. Estábamos siguiendo a tu pokémon, y nos trajo hasta aquí
Marian: Si, yo le pedí que los trajera. Mi padre quiere hablar con ustedes
Julie: ¿Tu padre? ¿Y cómo nos conocen ustedes?
Marian: (Riendo) ¿Bromean? ¡Si todos aquí hablan de ustedes!
Roberts: ¿De nosotros? ¿Y eso por qué?
Marian: Cuando fueron a aquel pueblo y salieron vivos ustedes dos (Refiriéndose a los chicos) Y tú, cuando saliste viva del campamento de los bandidos
Julie: ¿Ven que no era mi imaginación?
Roberts/Dean: Cierra la boca
Marian: Y también de esa chica, que desapareció… ¿Cómo se llamaba?
Dean: Danielle
Marian: Si, ella. Vamos, síganme, antes de perder más tiempo. Vaya… veo que algo te mordió, ¿Eh? (Refiriéndose a Julie)
Julie: Si, un Sevyper
Marian: Otro en esta semana. No se qué les está pasando. Antes eran muy tranquilos… vamos, que les llevo con mi padre, y también traeré algo para ayudar con tu herida
Julie: Bien…

La joven, de piel apiñonada, cabello muy lacio y muy negro y los ojos verde oliva encaminó a los chicos a una determinada casa del pueblo. Toda la gente, antes alegre, ahora los veía con sorpresa. Esto hizo que Dean, Roberts y Julie se asustaran un poco.
Marian se paró enfrente de una puerta bastante grande, a su lado estaba el fiel Muk. El trío se quedó atrás de ellos. La chica jaló una pequeña cuerda que caía cerca de ella.
No pasó mucho tiempo antes que un Mr. Mime abriera aquella puerta, y se pudiera ver lo agradable que era la casa por dentro.
Una mesita pequeña, con un florero rojo y flores blancas, un sillón bastante acolchado color blanco, un tapete rojo, casi del mismo carmín que el florero, las cortinas blancas… todo combinaba a la perfección.
Marian ofreció asiento a sus visitas, para después alejarse un poco, mientras que el Mr. Mime ofrecía algunas golosinas y agua a las mismas.
Pasaron unos minutos antes que, al lado de Marian, llegara un señor con el mismo tono de piel que la chica, los ojos cafés y el cabello tan lacio y negro como su hija.
El adulto caminó silenciosamente y se sentó en el sillón contrario a donde estaba el trío, Marian permaneció de pie, hasta que una pequeña niña de no más de cinco años de edad llegó a su lado. La chica la cargó y fue a sentarse con su padre.
Al ver que el silencio era más fuerte que cualquier sonido, decidió ayudar a que se relacionaran.

Marian: Él es mi papá, Mark, y ella mi hermana, Amy
Julie: Me da gusto conocerlos
Roberts: A mí igual, pensamos que en todos los pueblos la gente no era muy sociable…
Mark: Casi todos los habitantes de este lugar se han opacado. Ya no pueden ver a los elementales que nos brindó el destino para que convivieran con nosotros, o siquiera ver el milagro que es poder tener descendientes, o los sentimientos, ya ni siquiera unos pueden ser amigos de otros. Pero, afortunadamente, en su mundo, Town World, aún hay personas que saben entender todos estos misterios, tal como su amiga, Danielle
Dean: ¿Así que por eso se la llevaron? (Dijo el chico, ya no temeroso)
Mark: Así es. Los elementales quieren crear un mundo perfecto, con personas casi perfectas. Tal como su amiga
Julie: Pero, no se puede quedar aquí, ¡No se la pueden llevar!
Marian: Creo que ya lo hicieron
Roberts: Pero, aún podemos traerla a casa, ¿Cierto?
Mark: Necesitarán mucha ayuda y suerte
Julie: Eso lo sabemos bien
Mark: También, podrían terminar siendo ustedes los que se queden aquí
Dean: Nos tenemos que arriesgar. No podemos volver a casa sin Danielle
Marian: Si es ese caso, mi padre les ayudará. Julie, ven, el Mr. Mime preparó algo que te ayudará con tu herida
Julie: Bien

Marian se acercó dulcemente a la castaña y la ayudó a levantarse, después, la llevó por un pasillo hasta un salón por vendas. Cuando estuvieron alejadas, el señor volvió a tomar la palabra.

Mark: El lugar de los elementales no está muy lejos de aquí, pero no podrán verlos, esa es una desventaja. No sabrán dónde están ni qué están preparando, también, deben tratar de estar tranquilos o los elementales sabrán que quieren traer de regreso a su amiga
Roberts: ¿Algún lugar donde cree que pueda estar Danielle?
Mark: Hay espíritus de tierra, agua, aire y fuego. Puede estar en cualquier lugar donde hay alguno de esos elementos
Dean: ¿Otra cosa? (Dijo pensando el trabajo que tendrán para encontrar a su amiga)
Mark: Que, si los descubren, o cuando traigan a su amiga de regreso, los elementales no les dejen ir. Deben hacer un trato en este caso. Dejan a alguien con espíritu puro y traen a Danielle
Roberts: ¿Alguien con espíritu puro? ¡Creo que no hay nadie así!
Dean: Yo creo que si. Piensa bien. ¿Quiénes siempre nos ayudan, defienden, y no piden nada a cambio? ¿Quiénes saben hacer amigos y no saben qué es mentir?
Roberts: Los pokémones…
Mark: Muy inteligentes. Exactamente. Los pokémones
Roberts: Pero…
Dean: También es duro separarse de uno
Mark: Lo se, y los entiendo. Hace tiempo, los elementales se llevaron a mi pequeña Amy. Mi esposa tuvo que hacer un sacrificio: la vida de ella o la de Amy. Ahora tengo solamente a Amy, y a Marian
Roberts: ¡Pero pudieron haber entregado un pokémon a cambio!

En ese momento, los chicos entendieron. Era tan difícil separarse de un pokémon que es más difícil separarse de una persona tan especial y mucho más difícil olvidarla.

Roberts: Creo que… mi Cindaquil puede ayudarnos…
Dean: Pero...
Roberts: Está bien, creo que le gusta ayudar
Marian: Pero… no deben engañar así a una criatura especial que siempre te ayudaría… (Dijo la chica saliendo del pasillo)
Mark: Marian, no te metas, vete


Después que el padre fulminó con la mirada a su hija, la pequeña salió de la habitación.
El ambiente era tenso y silencioso, se escuchaban los murmullos de las personas de afuera. Después de unos minutos así, llegó Julie.
Una venda estaba atada a su pie, y su zapato estaba colgando de su mano. Siguiendo el silencio, la joven se sentó al lado de Roberts.
El padre de Marian no hacía más que observarlos, hasta que la pequeña Amy decidió hablar.

Amy: Papá, no trates a Marian así. Ella sólo quería ayudar
Mark: Tiene que aprender, es una chica muy necia
Julie: Creo que nos tendremos que ir ahora
Dean: Si, se nos hará más tarde aún
Roberts: Y no queremos molestar más
Mark: Bien. Tengan cuidado
Amy: Y suerte

Dean, Roberts y Julie salieron de aquella casa… sabiendo que las relaciones no eran tan lindas después de todo.
Los tres se quedaron reflexionando, y siguieron el camino recto para salir de ese pueblo. La gente había vuelto a sus actividades normales, así que no había nada que los distrajera.
Cuando llegaron al final del pueblo, en menos de una hora, Julie empezó a hablar.

Julie: Esa familia es algo triste
Roberts: ¿Algo?
Julie: Bueno, bastante
Dean: Noté al padre algo… duro con sus hijas
Roberts: Si, las está dañando muy feo, en especial a esa chica, Marian
Dean: Creo que ya forma parte de las personas del pueblo donde casi nos querían matar a Roberts y a mí
Julie: ¿Por qué la gente se habrá opacado así?
Roberts: No lo se. Debe haber pasado algo a todos ellos relacionado con… no se
Julie: ¿Creen que tenga que ver con los elementales?
Roberts: No lo sabemos
Julie: Pero, ¿Si es algo por ese estilo?
Roberts: Yo creo que… les quitaron a alguien, quizá
Dean: Yo prefiero no pensar nada. Ellos tendrán sus razones de ser tan amargados, quizá se refiera a… no se, ¿Una mala infancia?
Roberts: Lo de la mala infancia no es mala idea
Julie: No, pero se puede referir a muchas cosas
Dean: ¡Me refería a que ya dejen de sacar conclusiones!
Julie: Bueno, ya, tranquilo
Roberts: Simplemente es divertido intentar descubrir la verdad
Dean: Si, pero te puedes equivocar y siempre creer esa mentira
Roberts: ¿Y por qué tan experto, eh?
Julie: Cállate Roberts

Los jóvenes siguieron caminando sin sentido alguno, hasta que el camino se dividió en dos caminos diferentes. El trío se miró, tratando de hallar una respuesta con la mirada, pero no se pusieron de acuerdo.

Julie: ¿Y… ahora?
Dean: Si. No se
Roberts: ¿Tomamos el derecho?
Dean: Quizá sea mejor el izquierdo
Julie: Bueno, tengo una idea, uno toma un camino y dos otro
Roberts: Si, y tú lo tomas sola, el derecho
Julie: B… bueno…

Roberts y Dean se internaron en el camino correspondiente, dejando a Julie sola y asustada.
La pequeña decidió tomar el camino derecho rápidamente, antes que un Sevyper la atacara nuevamente.
El camino no era muy agradable, tenía muchas piedras y agua turbia. También había árboles secos y otros muy jóvenes que estorbaban. No se escuchaba ningún sonido.

Julie: Pensé que esto me daría menos miedo (Dijo tragando saliva)

No pasó nada. El eco le devolvió su voz con una pequeña ráfaga de viento bastante helada, que provocó un escalofrío en el cuerpo de la joven.
No le dio importancia, y siguió caminando. Cada vez, el camino se hacía más oscuro y más peligroso, ya que los árboles tenían afuera sus raíces o las piedras se sumían.
Pasaron lo que fueron para la castaña más de dos horas, hasta que, rendida, buscó un lugar seguro y se sentó.
Abrazó sus piernas por el frío y apoyó su cabeza en las mismas. Pasó bastante tiempo así, pero la respiración cada vez se volvía más lenta.
Julie sintió esto y se levantó, pero se encontró con que ya no estaba en el mismo lugar.
Confundida se frotó sus ojos con sus manos heladas, pero no pasó nada. Pensando que tan sólo se había confundido (de nuevo) siguió caminando, pero parecía que cada que se adentraba más, todo se hacía más largo.

Julie: Tontos elementales. Ellos han de estar haciendo esto
¿?: De hecho, no (Dijo alguien tocándole el hombre)
Julie: ¡Ahhh! (Gritó y se alejó muy rápido)
¿?: Ya, gritona, soy yo
Julie: Pues, me asustas en el peor momento
¿?: Tú eres la que te asustas. Si te quisiera asustar yo, ya lo habría hecho
Julie: Eso si (Empezó a caminar)
¿?: Y, ¿Ahora qué están buscando tus amigos y tú?
Julie: Donde viven los elementales. Ellos tienen a una chica que venía con nosotros
¿?: ¿Y por qué tienes vendado el pie?
Julie: Cuando te fuiste la otra vez, un Sevyper logró morderme
¿?: ¿Y por qué estás tan fría?
Julie: Por que hace mucho frío. ¿Es que no sientes?
¿?: Si, pero yo no tengo frío
Julie: Ya, basta
¿?: ¿Ahora por qué estás así?
Julie: ¿¡Así cómo!?
¿?: Así gritándome
Julie: No… yo… lo siento
¿?: Está bien, pero, ¿Qué tienes?
Julie: Simplemente, quiero volver a casa. Extraño a mi familia, a mis amigas, mis actividades… ya estoy harta de este mundo
¿?: Te entiendo. Así estaba yo. Me acostumbré
Julie: Yo… lo siento. No pensé en eso
¿?: Sigue estando bien. Sabes que a ti te paso todo
Julie: Si, pero yo no, ¿Verdad? Así que aún te tengo que dar tu merecido por asustarme dos veces y todas las demás
¿?: ¿Me va a doler? Para correr
Julie: Mmm… no lo se. ¿Te duelen los abrazos?
¿?: ¡Oye! (Dijo cubriéndose para recibir lo que creía él un golpe)

La chica se había adelantado y abrazado a su amigo. Ya hacía mucho que ni siquiera interactuaba con él.
El joven castaño también abrazó a su amiga, para después acariciarle el cabello.

¿?: (Riendo) Veo que me extrañabas
Julie: De hecho (Dijo mientras lentamente se separaba del chico) Bueno, ahora, ¿Me ayudas a encontrar la salida a esto? Se supone que tengo que llegar a donde viven los elementales
¿?: Pues… bienvenida… (Dijo su amigo confundido)

 

Re: "Accidentalmente una historia de amor"

Hola!!! Bueno, al parecer, mi tonto cerebrito se puso a trabajar estos días y les traigo el final. Espero realmente que les guste y muchísimas gracias por todos sus comentarios que siempre me apoyaron ^^

“Accidentalmente una historia de amor”​

Julie se quedó perpleja a aquella respuesta de su amigo, tan sólo se limitó a voltear y ver sorprendida la razón por la que no podía salir de lo que ella creyó un camino.


¿?: ¿Qué pasa?
Julie: ¿A dónde llega el otro camino? ¿El de la izquierda?
¿?: Mmm… no tengo idea. Dicen que no se debe de tomar, no se por qué
Julie: Uuups…
¿?: ¿Eh?

Un ligero eco llegó a los oídos de aquellos chicos, Julie reconoció la voz al momento de escucharla.

Julie: Si no estuviera tan lejos, juraría que ese es Roberts…
¿?: ¿Roberts?
Julie: Un amigo (Dijo Julie sin quitar la vista del lugar proveniente del sonido)
¿?: Bien…
Julie: Estoy preocupada, quizá algo les haya lastimado
¿?: ¿A quiénes?
Julie: A Roberts y a Dean
¿?: Eso no lo sabrás a menos que vayamos
Julie: Pero también tenemos que buscar a Danielle
¿?: ¿Danielle?
Julie: Si, verás que los elementales se la llevaron
¿?: (Riendo) ¿Y cómo piensas que hicieron eso?
Julie: Yo… no lo se…
¿?: Escucha Julie, en este mundo hay elementales, claro que si, y quieren crear un mundo perfecto, ¿De acuerdo?
Julie: Ajá…
¿?: Bueno, pues las personas de aquí son las que llevan personas o pokémones con los elementales. La gente de aquí decide quién se va y quién se queda
Julie: ¿O sea que…?
¿?: Lo de Danielle no fue una coincidencia. Alguien la trajo, y es posible que no esté aquí
Julie: Stacie
¿?: ¿Quién?
Julie: Es ella, ¿Cierto? Ella ha estado vigilándonos todo este tiempo. Ella nos hizo creer la historia de los elementales para que nosotros viniéramos aquí y no pudiéramos salir
¿?: Pues… todo tiene sentido… ¿Pero por qué no los dejaría irse?
Julie: Por que no nos iríamos sin Danielle
¿?: Entonces hay que encontrar a tus amigos
Julie: ¡Y hay que encontrar a Danielle! Y a… Irwin
¿?: ¿Él también vino?
Julie: Él se quedó con Stacie
¿?: ¿Quién rayos es Stacie?
Julie: ¿A ti te dijo? A mí igual. Hay que encontrar a los chicos y regresar por mi hermano, creo saber dónde está la chica (Dijo corriendo de regreso)
¿?: Nunca te voy a entender… (Susurró el chico mientras corría detrás de Julie) ¡Pero ahora que recuerdo, Julie, esto sólo es una ilusión!

En otro lugar no muy lejano…

Roberts: ¡Te dije que era por el otro camino!
Dean: Ya, pues, tranquilo
Roberts: ¿Tranquilo?
Dean: Mira, si no te callas no vamos a llegar a ningún lado
Roberts: ¿Quieres llegar a un lado o quieres regresar, eh?
Dean: ¡No se! ¿Te puedes callar para poder pensar?
Roberts: Lo siento, me altero
Dean: No, ¿A poco?
Roberts: ¡Ya cierra la boca!
Dean: ¡También habla por ti!
Roberts: ¡Me callaría, pero un tonto está hablando!
Dean: ¡Ya Roberts! ¡Peleando no vamos a solucionar nada!
Roberts: Bueno, ya, me tranquilizo y hay que dejar de gritar
Dean: Buena solución (Dijo el chico sacando el mapa y ojeándolo)
Roberts: ¡Ya deja ese mapa! ¡Esa cosa nos trajo aquí! ¡Y ahora queremos regresar!
Dean: ¡Ya deja de gritar!
¿?: ¡Vaya que ustedes siempre pelean si no estoy yo para calmarlos! (Dijo una joven castaña mientras recobraba el aliento)
Roberts: Julie, ¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en el otro camino?
Julie: Si, pero no hay tiempo para eso. Tenemos que regresar con la anciana, en el camino les explicaré

Unas horas después, los chicos estaban a punto de llegar a donde Stacie, los tres se sentían incómodos ya que una anciana los había engañado.

Dean: ¿Y cómo haremos para que no nos vea?
Julie: Irnos escondiendo, ir por mi hermano, por Danielle y ver cómo regresar
Roberts: Yo creo que tendremos que estar en la cabaña. Creo que si pasar la noche en la choza nos trajo aquí, pasará lo mismo y podremos regresar
Julie: ¿Y cómo planeas hacer eso? ¿Atando a Stacie y metiéndola a un armario?

Roberts y Dean se miraron sonriendo y luego, al mismo tiempo, dieron su concepto de aquella idea que había dado Julie.

Dean/Roberts: ¡Julie eres un genio!
Julie: ¡Oh, no, no pensarás atarla! ¡A la pobre le puede dar un infarto! (Dijo Julie imaginando las consecuencias)

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Julie: ¡Les dije que no la ataran bola de inútiles! (Gritó Julie mientras colocaba un paño mojado en la frente de la anciana)
Roberts: Pensamos que no tenía ninguna enfermedad (Dijo Roberts tapando a Stacie con una gruesa manta)
Julie: ¡Pues… piensen antes de actuar!
Dean: Ya, ya, la anciana estará bien. Ahora, ¿Dónde está Irwin?
Stacie: Él está dando de comer a los Ponyta (Dijo lentamente la anciana)
Roberts: Julie, vamos a buscarlo
Julie: ¡Oh no! ¡Vayan a buscarlo ustedes! ¡No vaya a ser que ahora se les ocurra… hacer otra atrocidad!
Dean: Julie, yo la cuidaré, tú ve tranquila
Julie: Si llego y hay alguna cosa en desorden, estarás muerto, ¿Entendido?

La castaña salió de la choza con Roberts al lado, mientras Dean tomaba asiento en un lado de la cama, vigilando la respiración lenta y calmada de la anciana, no sabía por qué, pero no presentía lo mejor de aquella situación.
Stacie abrió sus ojos y miró al chico fríamente, un escalofrío recorrió el cuerpo de aquel joven al sentirse mirado por la anciana.

Stacie: Al ver, menosprecié a aquella chica castaña, Julie, ¿Eh?
Dean: ¿De qué habla? (Dijo Dean intentando no parecer asustado)
Stacie: Si. Esperé que tú o Roberts descubrieran el plan, pero veo que una niña lo hizo
Dean: ¿Eh?
Stacie: Ella recibió ayuda de este mundo, ¿Verdad? Se que si. Pero lo que no se es quién me traicionó
Dean: ¿Qué? (Dijo alejándose rápidamente de la mujer)
Stacie: ¿Es que aún no lo entiendes?

En ese momento, Julie, Roberts e Irwin llegan corriendo a donde Dean estaba, recobrando apenas el aliento e intentándole decir algo, pero por razones obvias, el chico no entendió nada, hasta que Julie se repuso, pudo entender, pero fue demasiado tarde.

Julie: ¡Aléjate de allí!

La puerta se cerró de repente, impidiendo el paso al chico. Detrás de él, la anciana se paró y aquella mirada fría se volvió penetrante.
Cuando Dean se volvió a Stacie, se llevó una sorpresa.

¿?: Y lamentablemente ahora sabes la verdad por lo que ni tú ni tus amigos podrán irse

Una joven con el cabello negro estaba parada al lado de la anciana, aunque su mirada era bastante diferente. El color añil de sus ojos eran penetrantes y en si, se podía ver algo de tristeza en ellos.

Stacie: ¿Sorprendido de que Danielle se pusiera en tu contra?
Dean: ¿Q… qué?
Stacie: Vamos, chica, termina con él ahora
Danielle: Como digas (Dijo fríamente, mientras se llevaba la mano a la cintura y sacaba una pokébola) Adelante, Bulbasaur
Dean: ¿D… Danielle qué haces?
Danielle: Bulbasaur, usa Látigo Cepa
Dean: ¡¿Danielle?!

El pokémon miraba a su dueña, nervioso, esperando una orden. Danielle también estaba nerviosa y no paraba de mirar a Stacie, como si esperara hacer algo.

Danielle: Ahora Bulbasaur (Dijo la joven confiada)

El pokémon lanzó su ataque, pero para sorpresa de dos personas que estaban en esa habitación, no fue a Dean a quien ató.

Stacie: ¿Qué rayos haces, niña? (Le gritó enfadada la anciana)
Danielle: (Sin hacer caso a la mujer y riendo) ¿A poco creías que te haría daño, eh Dean?
Dean: ¬¬ Pues me asustaste bastante
Danielle: (Riendo) Lo siento

Después de la disculpa de Danielle, la joven se acercó al chico y lo abrazó, Dean reaccionó y también la abrazó.
Pero unos golpes en la puerta los distrajeron, al parecer tres chicos no podían abrirla.
Danielle se soltó de Dean y se acercó a la puerta, quitando un pequeño seguro.
Seguido, abrió la puerta. Julie, Roberts e Irwin corrieron al interior, al ver al Bulbasaur atando a la anciana, los tres se miraron y sonrieron.



Julie: ¡No sabes la suerte que tienes! (Exclamó) Esa anciana es la que causa todas las confusiones y malas leyendas de los elementales, y al parecer no nos quería aquí, por lo que pensaba desaparecernos misteriosamente, ¿No?
Stacie: Si, pero ya suéltenme (Dijo lloriqueando y estornudando) ¡Soy alérgica a los pokémon que no sean felinos!
Roberts: Y ahora nosotros a ti
Dean: Oigan, creo que... (Se queda callado)
Irwin: ¿Qué pasa?
Dean: No… nada…
Stacie: ¡QUE YA ME SUELTEN! ¿ESTÁN SORDOS O QUÉ?
Julie/Dean/Irwin/Roberts: ._. Ya vamos

Horas más tarde, la noche cayó de golpe. Julie, Irwin y Roberts estaban confundidos, ya que horas atrás, cuando se disponían a buscar a Danielle, Dean se rehusó.
Algo raro estaba pasando y al parecer nadie más que Dean sabía.
La anciana les había invitado una taza de té mientras les contaba historias, al parecer ninguno de los chicos le guardaba rencor.
Julie fue la primera en notar que Dean estaba muy distraído, a la vez estaba como… nervioso y triste.
Un golpe del libro que leía la anciana hizo despertar a la castaña de sus pensamientos, dirigiendo rápidamente la mirada hacia su taza.

Stacie: Y ahora, a dormir. Desde las doce de la media noche ya no estarán en este mundo, y no falta mucho. Deben dejar espacio a su imaginación para poder regresar.
Julie: Pero… ¿Y Danielle?
Dean: No la menciones (Dijo fríamente)
Stacie: Creo que… (Interrumpió para evitar una pelea) ella estará bien. No te preocupes, linda
Julie: B… bueno…

Stacie se despidió rápidamente de los chicos y apagó las luces, faltaba una hora aproximadamente para que diera la media noche.
Todos estaban emocionados por llegar a sus hogares, pero Irwin, Julie y Roberts también estaban desconcertados por el comportamiento de Dean.
No pasó mucho tiempo antes que Irwin y Roberts cayeran rendidos, pero Julie aún seguía despierta, y al parecer Dean también.

Julie: Dean (Dijo con cautela de no despertar a los demás)
Dean: ¿Qué pasa Julie? (Respondió en el mismo tono)
Julie: ¿Por qué hace rato dijiste que no mencionara a Danielle? ¿Qué pasó?
Dean: Aún no lo se. Pero lo que si se es que a ti te pasa igual con alguien, ¿Verdad?
Julie: ¿Cómo? (Dijo levantándose de la cama donde estaba y acercándose a Dean)
Dean: Si. Cuando fuimos a buscar a Danielle y tú te perdías, cuando te encontrábamos, estabas muy rara, como que nos querías presentar a alguien y ese alguien ya no estaba, ¿cierto?
Julie: Si…
Dean: Eso pasó hoy
Julie: Yo tampoco entiendo por qué pasa eso. Pero ahora que me lo recuerdas… (Dijo sacando la carta de su bolsillo) Tengo que ir con alguien a darle gracias por esto
Dean: Entonces no tardes tanto
Julie: Está bien… y tú… tú deberías buscar a Danielle

Esa fue la última frase de la castaña que Dean escuchó antes que la joven hubiera salido por aquella puerta y corrido en busca de su amigo.
Después de unos minutos de pensarlo, Dean se levantó y siguió el camino de Julie, salió por la puerta y miró a su alrededor.

Dean: Tan sólo espero, Julie, que no te equivoques… (Dijo antes de empezar a caminar)

No tan lejos de allí, una chica castaña se hallaba llamando a un joven, su voz ligera producía un eco que pronto, el eco se llevaba.
Rendida ante la idea de encontrar a su amigo, Julie guardó la carta nuevamente y, cabizbaja, caminó en silencio a la choza, ya faltaba poco tiempo para la medianoche.
Pero metros antes de llegar, alguien la paró.

¿?: ¿Me estabas buscando, eh?
Julie: ¿Eh? (Dijo sorprendida) ¡Me alegra mucho haberte encontrado!
¿?: También a mí (La abrazó con cariño)
Julie: Por cierto, leí la carta… gracias de verdad
¿?: (Se soltó de ella) Ehm… de nada… creo…
Julie: Faltan trece minutos para la medianoche. Creo que es hora de despedirnos, de nuevo, ¿No?
¿?: Eso me parece
Julie: ¡Te voy a extrañar mucho!
¿? Yo también Julie
Julie: Ojalá algún día nos podamos volver a ver, por que realmente me ha agradado estar contigo y… (Es interrumpida)
¿?: Julie, dudo que nos volvamos a ver. Pero aún así… me alegra que me hayas hecho caso y leyeras la carta hasta hoy, por que realmente era importante
Julie: Si, lo veo… oye, por cierto…
¿?: ¿Qué pasa?
Julie: Yo… no se cómo decirte…
¿?: ¿Decirme qué?
Julie: Esto

Julie, algo nerviosa, abrazó con sus brazos el cuello del chico, para después acercar lentamente sus labios a los del chico y darle un tierno y cálido beso.
En otro lugar, no muy lejano de donde estaban la castaña y su amigo, una pareja reía alegremente mientras caminaban a donde la choza.
La joven se paró un momento, contemplando la casa, para después dirigir su mirada hacia Dean.

Danielle: Creo que ya es hora de despedirse
Dean: Si…
Danielle: Dean, vaya que te voy a extrañar
Dean: Pues… yo también… aún no entiendo cómo llegamos a este mundo
Danielle: Ni yo, pero se que fue el destino el que nos trajo aquí
Dean: Y… también, ¿Por qué dejaste que la anciana te… escondiera? De otra manera aún serías…
Danielle: ¿Humana, no? Pues… Dean, estaba asustada. No me quedó más por hacer…
Dean: Entiendo, creo…
Danielle: Lo siento (Dijo mirando al suelo)
Dean: No, yo lo siento. A veces soy algo…

Antes que el chico terminara la frase, Danielle se acercó y lo abrazó con cariño, Dean hizo lo mismo cuando reaccionó.

Danielle: Dean, una cosa
Dean: ¿Qué pasa?
Danielle: Te quiero
Dean: (Sonrojado) Yo… yo también…
Danielle: (Soltándose del chico) Ya será la media noche en poco tiempo, anda, ve a tu hogar. Nadie se acordará que yo existí, así que no hay problema
Dean: ¿Cómo está eso?
Danielle: Si, cuando ustedes salgan de este mundo ningún recuerdo de mí será presente, así que nadie me recordará. De ese modo, no habrá problema
Dean: No, si lo hay. Yo no me voy de aquí
Danielle: ¿Eh? (Dijo sorprendida)
Dean: Ya oíste, yo me quedo aquí. No me voy
Danielle: No seas necio (Se ríe) Ya, ve a casa
Dean: Esta es mi casa ahora. Mira, me pueden quitar a mis padres, me pueden quitar a mi Mightyena, pero lo que no me van a quitar es a mi mejor amiga. Yo no me voy de aquí

Danielle, al no tener nada que decir, se limitó a mirar al chico. Después, una tierna sonrisa le dedicó, seguido le abrazó.

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Cuando Julie entró a la choza, vio que estaba su hermano y Roberts, pero no había señales de Dean. Se acercó a la cama donde el chico dormía hacía unos cuarenta y cinco minutos, encontrando una nota.
Al leerla, sonrió y rió para sus adentros.

Julie: Vaya que te clavaste con esa chica (Pensó mientras se recostaba en la cama vecina)

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Varios rayos de luz hicieron que Julie se despertara. Se levantó bostezando y miró el lugar donde estaban. Roberts e Irwin aún dormían.
Con un poco de trabajo, la castaña se levantó y abrió la puerta, viendo aquel camino por donde habían peleado… pero… no, debía estar soñando. ¿Con quiénes pelearían?

Julie: Seguramente, se nos hizo noche y tuvimos que dormir aquí

La castaña volvió a entrar a la habitación. La misma le traía recuerdos, parecían tan cercanos… y no podía verificarlos.
Julie, rendida al no recordar, se acercó a Irwin para despertarlo, pero un sobre blanco, ya abierto, cayó sobre el suelo.
Confundida, lo levantó y lo vio. Si, de nuevo esos recuerdos...
Había una carta adentro, ¿De quién sería? Al ver el destinatario, supo que era ella quien debía leerla, pero… no había remitente.

Julie: Qué raro (Pensó mientras, cuidadosa, sacaba la nota)

Al leerla una y otra vez, sus ojos se iluminaron un poco. Por fin entendía… pero un párrafo le llamó más la atención que todos.

“A veces hay amores que están ya destinados a ser, como tu amigo Dean y esa chica, Danielle. A veces, también, hay amores no correspondidos, tú ya has de saber por quiénes. Pero sólo, sólo por coincidencia, se forma accidentalmente una historia de amor…

Gary Oak”

Fin


Cosa rara