Zero no Tsukaima Academia de magia de Tristan

Airin Yumei.

Rei un poco para despues escuchar su nombre por lo que le estreche mi mano

—Encantada Eli—Le dije sonriendo—Yo soy Airin—Le respondi sonriendo levemente

 

Atemis

—Y Yo soy Atemis—dije sonriendo—Un placer Eli.

 

Permanecí allí sin llamar la.atención y con mi mirada o la ausencia de capa.

 

Elizabeth Zabat.

—Bien, un placer a ambas —crucé el brazo isquierdo sobre el derecho y así tambien estrechar a ambas chicas —. Ya se dos nosbres, solo me falta el resto de la clase.

 

Matthew Connor

¿Llegaba tarde?, tal vez solo un poco, pero tampoco es como si me preocupara mucho el llegar tarde, ¿cuántos alumnos podría haber ya: cinco, seis?, mientras que no la mitad de la escuela no estuviera presente no era tan malo presentarme mas tarde, mientras menos alumnos menos hubiera, menos probabilidad había de que te preguntaran el porque llegaste tarde había.

Mejor para mi.

Acomodé un poco mi uniforme antes de terminar de andar por los pasillos, si iba a llegar tarde, me tomaría la molestia de llegar presentable. Una vez que llegué al patio, solo pude visualizar a un chico y una cara conocida, suspiré y por fin me adentré al patio trasero, si tenía suerte el director no habría dicho nada importante

 

Airin Yumei.

Sonrei un poco para despues mirar a mi alrededor, tras haces esto mire de nuevo a Eli

—Uhm...Pues supongo que los demas tambien estaran aqui—Le dije a Eli sonriendo levemente

 

Atemis

—Mejor volvamos a donde estabamos, estan asignando las habitaciones..—dije, caminando donde antes, cuando noté entrar a un rubio, que me sonaba conocido.

 

Airin Yumei

Mire a Atemis, por lo que asenti, estaba algo curiosa, ya que muy pocas veces habia compartido alguna habitacion, y tampoco es que conociera a muchas personas por lo que no sabia como seria mi compañero, mientras pensaba en esto yo seguia a Atemis, hasta que note a un chico rubio, mire a Atemis algo confusa

—¿Lo conoces?—Le susurre algo curiosa a Atemis

 

Atemis

—Me suena conocido de...pequeña...Pero no se me ocurre quien...—dije.

 

Airin Yumei.

Mire de nuevo al chico rubio para despues cruzarme de brazos, para estar más cómoda y mire a Atemis y asentí

—Ya veo....quizas erais amigos hace tiempo—Le dije sonriendo levemente

 

Atemis

—Eso estaba pensando, creo que es...—dije, tratando de recordar, pensativa—¡Matthew!—murmuré.

 

Yuniko Koizumi

—¿Un día estupendo para comenzar un nuevo año de curso, ¿no crees, Yuniko?

Un gran bostezo de mi parte fue lo único que hubo como respuesta, instantes después, el interior de aquel vehículo quedó en completo silencio, tan solo se notaba el sonido de las ruedas cruzando la carretera llena de piedras que obstaculizaban el camino. Abrí la ventanilla y apoyé mi cabeza en ésta, sintiendo el viento hondear mis cabellos rojizos y suavizar un poco la temperatura que se había establecido allí dentro. Un nuevo curso se avecinaba y por ende, el tener que madrugar para preparar todas tus cosas. Sinceramente, eso era lo peor para mí y lo que más me costaba en realidad.

Abrí un ojo levemente, tratando de acostumbrarme a la potente luz del día que comenzaba a chocar contra mi rostro en aquellos instantes, y observe el entorno en el que me encontraba; una gran pradera entre montañas en la que se extendía una bonita área verde hasta donde alcanzaba la vista. Bueno, podía acostumbrarme a éste lugar, quizás ésto de que te cambiaran de escuela no iba a ser tan malo. Me resfregué los ojos para espabilarme una vez vislumbré la escuela a lo lejos y estiré mis piernas en los dos asientos restantes; cinco horas de viaje lograban que se te entumeciera todo el cuerpo.

—Vete colocando la capa y coge tu varita, ya estamos a punto de llegar a las puertas del castillo. —volvió a hablar el conductor de aquel coche que no era otro que mi padre, y asentí con pereza mientras comenzaba a abrocharme la capa.

***

Finalmente había llegado a la tan nombrada Academia de Magia de Tristain, y debía de admitir que muy en el fondo sentía curiosidad por ella, aunque por fuera no lo demostrara. Abrí la puerta del coche y salté de inmediato para estirar los brazos y piernas al fin.

—¡Yawwww! Si que ha sido un viaje pesado. —exclamé bostezando de nuevo, y me giré de nuevo para ver a mi progenitor, quien me miraba con una sonrisa algo nerviosa a decir verdad. —¿Pasa algo, papi? —pregunté infantil.

—N-no, nada hija. Pásatelo muy bien, estudia mucho y recuerda no hacer ninguna travesura, ¿vale? —respondió con rapidez y tras darme un beso en la frente arrancó rápidamente hasta perderse en el horizonte. Fruncí el ceño ante aquella acción y gruñí mientras lo perdía de vista.

—Siempre pasa igual, ni que me tuviera miedo. Baka...—bufé de brazos cruzados, hasta que oí desde fuera una voz por unos altavoces y me supuse que era el director, quien comenzaba a dar la charla. —Bueno, pues que comience la diversión. —sonreí divertida cambiando mi expresión totalmente y caminé hacia el interior dando saltitos animadamente.

 

Elizabeth Zabat.

—No se qui en es él, pero debo admitir que es muy apuesto —solte al aire jugueteando con un mechon de cabello.

 

Atemis

—Nos conocimos con nuestros padres, lo recuerdo..

 

Matthew

Mientras mas me acercaba al patio podía notar unas cuantas miradas sobre mi, de la chica familiar y sus amigas, y lo mas probable es que estuviesen hablando de mi. No me molestaba en lo absoluto que hablasen de mi, solo que, era algo extraño, ya que al parecer no les inmutaba que les estuviese viendo desde mi lugar, ese pequeño detalle lo convertía en algo ligeramente extraño.

Suspiré levemente y les sonreí un poco antes de saludarles sin moverme de mi lugar, ¿cuándo diría el director las cosas que vinimos a escuchar?

 

Atemis

—No creo que tengas mucha oportunidad Eli, es un chico frio...—dije, ignorando levemente y acercarme donde estaria el.

@Nekita

 

Maldije en voz baja, quería descansar de un viaje eterno para mí. Gruñi en dirección a la tarima.

-¿Cuánto tiempo esperemos por usted, señor?- le grite al director de forma hastiada.

 

Elizabeth Zabat.

Me encogí de hombros ante su cometario.
—Yo nunca busque algo con él, solo daba una opinión —solte una pequwña risa y le devolví el gesto de saludo, solo que con mucha energía.

 

Matthew

Llevé una mano a mi nuca y me ahorré el hecho de soltar un suspiro ante los comentarios que ahora (gracias a al cercanía) había escuchado — Saben que... puedo oírlas perfectamente ¿verdad?

 

Atemis

—Siempre tienes esa actitud Matthew, trata de mejorarla..—