Absurdo

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por BitchyWitch, 20 Marzo 2008.

  1.  
    BitchyWitch

    BitchyWitch Guest

    Título:
    Absurdo
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    2343
    Absurdo

    Absurdo
    by BitchyWitch

    Summary: Porque la situación era absurda, porque era absurdo pensar que acabaríamos juntos, porque absurdo fue lo que nos ocurrió... brindo por lo absurdo.

    Nota de la autora: Hola^^. Hoy estoy yo con ganas de subir fics. De este en particular me dijeron en la página habitual en que los subo que creen que es el primero de esta pareja que se publica. Me alegra pero tampoco es para tanto, simplemente me gustaron estos dos por separado, decidí ponerlos juntos y también me gustó. Todos sabemos que en realidad jamás acabarían juntos (más que nada porque él ya está muerto y bien muerto) pero ¿qué más da?, ¿acaso no se trata de un fic Absurdo? Disfrutad...

    -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
    Absurdo. Sí, esa era la palabra adecuada en aquel momento: aquello resultaba absurdo. Absurdo encontrarse en un pub, absurdo estar sentado en un taburete junto a la barra, absurdo agitar el vaso de escocés puro en mi mano, absurdo observar a la que sería mi nueva marioneta de deseo, absurdo deleitarme con sus gestos, absurdo sentir como la temperatura de mi cuerpo pálido aumentaba vertiginosamente con un solo movimiento suyo, absurdo… deliciosamente absurdo.

    Yo, Sakon, antiguo guardián de Seimon, la puerta Oeste de Otogakure, me llevaba el vaso a la boca por enésima vez aquella noche, el líquido ambarino se introducía, furtivo, en mi boca y lentamente recorría mi garganta. Afortunadamente había bebido lo suficiente como para olvidarme de unas cuantas preocupaciones que me mantenían constantemente alerta pero no lo bastante como para que el alcohol hiciese putadas en mi organismo, aunque ya estaba acostumbrado. Pensé que no me importaría morir en aquel momento… después de “probarla”, por supuesto. Me gustaba aquel local. The Frozen Hell, que así se llamaba, era lo suficientemente oscuro como para pasar un rato más que agradable con alguien sin ser molestado; allí no se hacían preguntas de ningún tipo, cuestiones comprometedoras, y nadie ponía en peligro mi inexistente sociabilidad. Acudía allí todas las noches, no sabía la razón, tampoco me interesaba demasiado, tan sólo sentía que tenía que ir, acomodarme y beber wishkey hasta perder el sentido. Siempre llevaba a cabo el mismo ritual, el mismo y jodido ritual en solitario.

    Pero aquella noche... aquella noche sería distinto, aquella noche obtendría mi premio, una recompensa más que proporcional por los años pasados en agónica y cruel soledad. Aunque no todo era malo cuando estaba solo. Desde la muerte de Ukon aquellas voces ya no resonaban en mi cabeza, ya no oía gritos desgarradores pidiéndome sangre, rogándome que asesinase, no, todo había acabado. Pero había tenido su precio, un precio muy alto.

    Y ahora ella me dirigía miradas que en su momento califiqué de hambrientas desde el otro extremo de la barra, donde se encontraba sentada sorbiendo tranquilamente con una pajita el líquido escarlata que rellenaba su copa. Había dos personas más de pie junto a ella, una chica de aspecto cohibido y un hombre rígido de facciones endurecidas, aunque no parecía prestarles demasiada atención. Ellos le hablaban y trataban de convencerla de algo que yo no alcanzaba a entender del todo y ella dirigía su mirada plateada hacia mí y esbozaba una pequeña sonrisa ladeada, como si en silencio tratase de decirme "¿Te puedes creer que tenga que aguantar esto?". Yo tan sólo respondía con una sonrisa similar y de nuevo me llevaba el vaso a los labios, la comprendía bien. Existía una verdadera comunicación entre nosotros, extraña pero real, algo que nunca he sabido describir con facilidad. Realmente estaba resultando entretenido y muy sugerente observarla del modo en que lo hacía, me gustaba el tenue brillo perlado de sus ojos grandes, su cabello largo y oscuro, despeinado, que ocultaba parcialmente su rostro, se diría que a propósito, su piel clara reflejando las débiles luces azuladas del local... atrayente, fría, temperamental, jodidamente perfecta...

    -Hermana, por favor... -rogaba la chica de apariencia tímida. Conque era su hermana... no lo parecía, claramente, apocada, tímida, insegura, un tranquilo lago frente a un océano furioso.

    -No voy a repetírtelo más veces -advirtió el hombre comenzando a enfadarse. Ella tan sólo bebió de nuevo permitiéndome, no intencionadamente creo, contemplar cómo la punta de su lengua paseaba suavemente sobre sus labios saboreando el gusto amargo de su Bloody Mary... oh, por Kami-sama... cómo me hubiese gustado estar a centímetros de aquella boca para unir mi lengua con la suya en la caricia sabrosamente dulce que tanto anhelaba...

    -Ni yo a vosotros -al fin ella habló y pude perderme en su voz grave sin pasar por alto el hecho de que su volumen era muy bajo, la voz propia de una seductora inconsciente, peligrosa, una rebelde con una pizca de irresistible inocencia, en parte verdadera, en parte fingida, altiva y orgullosa, atormentada... quizás el alma gemela de un tipo igual de cansado y harto de la vida que ella, quizás la mujer de cuya compañía tendría el gusto infinito de gozar, quizás la ninja que besaría mi cuerpo desnudo por las noches... suena estúpido pero quizás, y sólo quizás, la mujer con la que pasaría los días largos de una vida vacía sin ningún objetivo- Estoy bien aquí, me encuentro a gusto en este lugar, rodeada de esta oscuridad, con esta gente... -o mi wishkey estaba empezando a hacerme efecto o habría jurado que aquella mujer me había dirigido una rápida mirada entornando sus hipnotizantes ojillos nacarados, aquellos de los que me habría gustado ver desprenderse una mirada inteligente mientras el cuerpo al que pertenecían se acurrucaba contra el mío en un tierno abrazo...

    -Oh, por favor -suplicaba su hermana- este sitio es horrible, hay personas muy raras, no sé cómo puede gustarte esto, yo me moriría aquí...

    -Yo no soy tú -respondía ella secamente bebiendo otro sorbo de su copa- Y no tengo ganas de aguantaros a ninguno de los dos, podéis volveros a vuestro mundo idílico, yo me quedo, nunca me ha agradado la perfección...

    -¡Se acabó! -exclamó su padre agarrándola por un brazo y tirando de ella- No te consiento más tonterías, eres tan sólo una niña y mira como te comportas...

    -No me llames niña -una mirada colérica atravesó a su captor mientras se desprendía sin demasiado esfuerzo de su agarre- Ni se te ocurra volver a decirme eso -estaba enfadada, muy enfadada, y regresó a su asiento furiosa. Un brillo amenazador recorría lentamente sus ojos, se giraba, observaba con regodeo a su familia- Tengo diecinueve años y legalmente puedo hacer lo que me plazca... no tengo nada más que decir -terminó triunfante dándoles la espalda de nuevo.

    -Vámonos Hinata -dijo el hombre a su otra hija rodeándola con los brazos- Cuando tu hermana comprenda su error volverá arrastrándose y suplicando... -murmuró- y entonces veremos qué pasa -y salió de la estancia con la mujer.

    Yo observé a mi musa atentamente, estaba cabizbaja, parecía concentrada en el contenido de su copa, pero pronto atisbé una lágrima furtiva que caía contra el mármol negruzco de la barra. Y sentí cómo la ira me invadía, oleadas de furia contenida que me corroían, rabia reprimida, y deseé correr junto a ella y abrazarla como nunca he abrazado a nadie. Sin embargo permanecí en el sitio, inmóvil, centrado en ella y sus reacciones. Tan sólo levantó un poco la cabeza y me miró suplicante. No pude resistir más el impulso. Con mi wishkey en una mano me levanté del taburete y caminé parsimonioso hasta ella. Dejé el vaso sobre la barra, próximo al suyo, y la contemplé admirado. Con toda la suavidad de la que era capaz la tomé del mentón he hice que me mirase de nuevo. Ni siquiera le di tiempo para parpadear. Simplemente tracé tiernamente con la punta de mi lengua húmeda el camino que su lágrima desolada había recorrido unos instantes antes para acabar depositando un casto beso sobre el párpado. Se quedó estática, no dijo nada, dudo que pudiese. Sus preciosos ojillos tristes reflejaban angustia y confusión, y un profundo agradecimiento, sospecho que dirigido a mí. En ese momento no pensó, sólo actuó. Nuestros rostros todavía permanecían cercanos, hecho que ella aprovechó para devolverme el favor, y he de decir en su defensa que fue de lo mejor que he experimentado en toda mi vida. Posó sus manos pequeñas sobre mis mejillas, aproximó su boca roja a la mía y rozó sus labios contra los míos con una lentitud exasperante. Yo respondí de inmediato comenzando a moverlos, embriagado por las sensaciones que su caricia me provocaba, pero no cerré los ojos en ningún momento: quería ver su expresión y retenerla por siempre en mi memoria.

    No fui consciente del tiempo que pasó, sólo sé que cuando nos separamos nos observamos el uno al otro con devoción.

    -Me llamo Hanabi... -dijo al borde del llanto con aquella voz profunda- y no estoy segura de querer volver al lugar de donde he venido...

    No me soltó en ningún momento, yo tampoco a ella, mi cuerpo no respondía, se negaba a perder su contacto tibio.

    -Soy Sakon de Seimon -susurré rozando de nuevo su boca- y he matado a tanta gente que ya no llevo la cuenta...

    No importaba, nada importaba. Ella era una rebelde pero no importaba, yo era un asesino a sangre fría pero tampoco importaba. De nuevo me regaló una caricia con sus labios de seda. Salimos de allí sin muchos miramientos, corrimos como alma que lleva el Diablo sobre los tejados de Konoha y nos detuvimos frente a una puerta oscura una tanto destartalada...

    Ahora está conmigo, en mi casa, si se le puede llamar así, sobre mi cama, entrelazada con mi cuerpo, abrazándome como si le fuera la vida en ello tras las dos horas más intensas y eróticas de nuestras vidas. Un escalofrío recorre su piel, yo nos cubro a ambos con más mantas y la rodeo con los brazos lo más fuertemente que puedo. ¿Cómo hemos pasado de ser dos completos desconocidos a encontrarnos en esta situación, por otra parte, nada desagradable?.

    Ni lo sé ni me preocupa. Sólo hay algo que tengo claro: cuando mañana despierte ella seguirá ahí y jamás se irá, me ha demostrado lo que estoy diciendo. Mi dulce y fuerte Hanabi. Todo esto es absurdo sí, pero al menos es.
    -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

    Nota de la autora: Gracias de antemano por molestaros en leer mis paranoias y espero qe os haya gustado. Hasta otra ^^

    BitchyWitch
     
  2.  
    BitchyWitch

    BitchyWitch Guest

    Título:
    Absurdo
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    42
    Bueno, parece que mucho éxito no tuvo, pero a mí me ha encantado idearlo y escribirlo, así que supongo que algo es algo ^^.

    BitchyWitch
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso