ABRIR LAS PUERTAS DEL MAÑANA

Faltan cinco para las doce, estoy varada en la esquina de aquel edificio del colegio, mi respiración se vuelve lenta, en cambio mis latidos cada vez mas aumentan.
Una lágrima triste se escapa. Fue aquel día, el que te vi Pasar, no fue la primera vez, quizás en ese entonces aun no me daba cuenta, solo sé que desde ese día mis ojos no apartaban la vista de ti. Cada gesto, cada sonrisa, hacia que mi corazón se sintiera en armonía, desde ese entonces, te convertiste en una necesidad para mí. Aunque en ese tiempo siempre pensé que aunque tú no supieras nada de mí, incluso que no notaras mi propia existencia, con solo verte llegar a la escuela, era lo que me daba ánimos para todo el día. Y si te preguntas, ¿Dónde quedan los fines de semanas? Aunque no tenía el honor de estar en tus sueños, siempre rezaba para que tú estuvieras en los míos.
El tiempo siguió su curso y pronto te irás a un nuevo nivel de estudio, ya que nuestras edades no nos las mismas, tú te marcharas y yo me quedare.
-¿Y qué pasa conmigo?-¿Qué sucederán con estos sentimientos ocultos?- Me decepcioné de mi misma por no tener el valor de decírtelo, me odie por no poder rendirme y cansarme de ti.
-¡Quema!-Mi pecho se quema cada vez que te veo con alguien más,- ¿Cómo es posible que llegue a ser alguien tan egoísta?-
Suena el timbre, tu grupo empieza a salir del salón para retirarse a sus hogares y disfrutar de unas largas vacaciones de invierno.
Los observo fijamente para poder encontrarte, fuiste el último en salir, yo solo te miraba, llegando un momento en el cual, me regresaste a ver, no me sorprendí, pues solo me mirabas como alguien mas y rápidamente te girabas y marchabas.
Te vi partir, era momento de hablar:
-Tal vez ya no pueda volverte a ver, quizás nunca más te escuchare hablar, pero sólo quiero culparte por ser aquel individuo que se había robado mis profundos sentimientos, se que estas palabras se las llevara el viento, me hubiese llenado de alegría si tan solo las alcanzaras a oír, pero después de todo, yo solo quiero apagar la luz que prendiste en mi corazón-
-Acepto esa responsabilidad, aunque ese individuo no fuese yo, con gusto tomaría su lugar-
Apareciste detrás de mí, habías escuchado todas esas palabras sinceras que salieron de mis labios; por primera vez, estábamos frente a frente como si el destino estuviera jugando.
-¿Me darás una respuesta?-
Me mirabas fijamente, me encontraba más que nerviosa, como si mi mundo se fuese a quebrar. Tomando valor para hablar dije lo único que tenía que responder:
-Por favor solo dime que no sientes nada por mí y así podre rendirme de una vez, eso es lo único que te pediré-
No sabias como reaccionar, fue un momento tan complicado para ambos, pero yo solo... necesitaba que tu y solo tu rompieras todas esas ilusiones, para poder así dejar de amarte y empezar nuevamente a caminar sin cadenas que me impidieran continuar.
-Pero si ni siquiera no nos conocemos aun, ¿Por qué quieres olvidarte de mí?- Una respuesta de alguien tan insensible, pero a la vez, que enciende una ilusión.
Algo entre nosotros jamás funcionaria, solo tu puede lograr que esto que siento por ti termine, aun si tengo que sacrificar mis principios... suena ilógico decir que todavía no nos conocemos y yo ya quiero terminar esto, pero yo he sonreído, disfrutado verte y también he sufrido más de lo que debería ser solo por ti.
Antes que ocurriera algo ya he tenido suficiente, no puedo decir que te olvidare porque sería mentirnos a ambos, tan solo quiero que estos sentimientos, renazcan en alguien más que en verdad merezca tenerlos, en alguien que pueda estar a mi lado, esa persona que se ría conmigo..Que logre comprenderme...esa solo esa.
-¿La vida es muy difícil verdad?, te lastime sin darme cuenta, tienes razón al decir que no merezco ser esa persona-
Eso es lo que anhelaba escuchar, pero una gran tristeza me invadió por su forma de decirlo.
-No puedo decirte que no siento absolutamente nada por ti, pues mi corazón no es de roca-
-Solo te diré que hoy no merezco tus sentimientos, quizás en algún mañana logre convertirme en aquella persona digna de serlo.
Experimente un extraño sentimiento de libertad, mi sufrimiento había cesado.
-Espero que también desees ver ese mañana algún día, ahora disfruta al máximo los momentos felices y prepárate para los nuevos problemas que surgirán- Fueron las palabras más sinceras que haya escuchado de alguien.
Tenía esas fuerzas para levantarme y empezar nuevamente mi camino, aunque tú me ayudaste a lograrlo, también fuiste quien me hizo caer, así que no existía nada más y nada menos que pagar.
El mañana siempre llega con misterios ocultos, pero eso no significa que solo los esperes, solo tu marcaras que destino deseas tener, y yo quiero un mañana donde cree innumerables recuerdos preciados de todos excepto de ti... pues tu ya te convertiste en uno. Sin más, termino aquí este día, para abrir mis puertas del mañana y volver a empezar.