Actividad: Emocionate escribiendo Emoción: Desamor Las lágrimas resbalaron por sus mejillas. Cerró los ojos con fuerza y trato de contener los sollozos. Todo fue inútil. El dolor la sobrepaso e inevitablemente se fragmentó. Quiso mantener unidos los pedazos partidos y se abrazo a si misma pero eso no impidió que todo cayera. Los recuerdos la golpearon con la fuerza de una tormenta. Gritó en un intento desesperado de encontrar un poco de consuelo. No funcionó. El dolor se intensificó. Golpeó la cama. Mordió la almohada. Gimió y cada sonido producido era como el lamento de un animal herido de muerte. Se suponía que aquel debía ser el mejor día de su vida y, contrariamente, se convirtió en su final. Irónicamente, horas antes había estado feliz en el altar. Había ido con una deslumbrante sonrisa en el rostro. Su padre la llevaba del brazo. Recorrió un pequeño pasillo hasta él y se enamoro por millonésima vez de esa sonrisa que él le dedicó cuando la vio. Cuando él la tomó de la mano su corazón corrió desbocado y una inmensa felicidad la llenó. La ceremonia fue perfecta y el momento cumbre de su dicha fue ese instante en el que él pronunció un determinante y seguro sí. Se lanzó a sus brazos y lo beso tratando de transmitirle todo lo que sentía. Salieron del sagrado recinto. Llovieron pétalos blancos y un coro de felicitaciones. Alguien grito. El terror la invadió. Se abrazo a él en busca de protección y en ese insignificante lapso de tiempo, toda la felicidad se convirtió en dolor. Llovieron pétalos rojos. El abrazo murió. Miró por última vez esos ojos chocolate, antes de que quedaran si vida. Después de eso todo fue un caos. Hubo chillidos que llegaban al alma y la hacían estremecer. Y lo peor fueron los empujones que la alejaban del cuerpo sin vida de su amado. Pero todo fue opacado por ese terrible dolor que la laceraba y la apuñalaba al mostrarle ante el cuerpo inerte, todo lo que perdió. Y ahí estaba, después de las múltiples declaraciones, sobre la cama. El vestido antes impoluto ahora se encontraba manchado. El color bermejo lo tintaba de dolor. La lluvia se mezclaba con sus lágrimas pues aunque había un techo sobre su cabeza, los recuerdos goteaban sobre ella; la empapaban y la destrozaban. Juntos para siempre. Todo fue mentira. Estaba sola. Las promesas no valían. Los abrazos, no importaba la fuerza con la que se dieran y las ilusiones que les imprimiera, tarde o temprano se rompían.
Oh, pero qué impacto. Tantas emociones transmitidas. Sentí el dolor de la viuda, porque sí, su matrimonio duró un efímero momento. Qué dolor perder de esa manera al amor de su vida y peor todavía que fue momentos después de jurarse ante el altar amor eterno. Su tragedia por demás dolorosa me causó una sentida empatía. Qué mal que le sucediera eso y ahora, su amor se ha convertido en desamor. Por un instante pensé que él diría que no y que el rechazo delante del altar sería el desamor, pero fue más triste aun. Un amor roto por la muerte. Me encantó como lo expresaste. Muchas gracias por entregar este triste, pero bello microrrelato para la actividad. Saludos.
Dios mío, este relato me ha dejado sin palabras, si te digo la verdad. He empezado con una sonrisa y he terminado con ganas de arrancarme el corazón de los sentimientos tan dolorosos que me ha hecho sentir. La verdad es que tal y como lo has representado, el cambio de antes del disparo, hasta después, tal y como lo has descrito, se ve muy bello. Lo de los pétalos es un recurso muy bueno que has sabido utilizar a la perfección. Me ha encantado. No sé si es porque yo me pongo muy en la piel de la protagonista y se me parte el corazón solo de imaginarme en esta situación, pero creo que has hecho un precioso trabajo y has llegado a transmitir algo muy fuerte, te felicito por ello, es algo muy bueno en un escritor. No puedo ni imaginarme el dolor que debe sentir la protagonista, es algo, que seguramente sobrepase los límites de mi entendimiento y aún así, el mero hecho de imaginármelo, me produce un dolor terrible. He visto algunos fallitos, que quisiera señalarte: "Abrazó", con tilde. "Besó", con tilde. "Gritó", con tilde. Y nada más que decir. Un buen trabajo y no me queda más que animarte a que sigas escribiendo. Haces cosas maravillosas. ¡Un saludo! :)
