Long-fic ABC [Pokémon Rol]

Debo acabar esto en algún momento (?

Prometo actualizar más a menudo, a ver si lo termino, en serio~

Y bueno, he hecho este pequeño escrito "especial" para continuar con el fic. @Bruno EVF, usé tus pokés y no quise poner mucho diálogo ni nada porque no seguí mucho tus post de las grutas (aún), pero al ver el nombre de Ralts y que me tocaba la R tuve que hacer esto. A lo que iba es que siendo si hay OoC, que lo habrá ><

Ralts​

[Grutas]

La hadita soñadora se encontraba descansando en la base, sentada en el suelo mientras miraba a sus dos compañeros de aventura.

Ralts era muy feliz de haber empezado esa aventura y le agradecía enormemente a su entrenador Hubert que le hubiese binado la oportunidad.

Lo que nunca se había podido haber imaginado era que… Se sonrojó solo con el pensamiento.

—¡Hadita Soñadorita! —La voz de Maractus la sacó de su ensimismamiento—. ¡Volvemos a la aventura! —El nopal cogió a su compañera de la mano sin percatarse que tal vez la pincharía t haría daño e hizo que entrara junto a él en la gruta, siguiendo a Shinx.

Ralts, sonrojada una vez más, seguía agradeciendo haber empezado esa aventura.

 

Me ha dado por ti, Brunildo, lo siento (?

Serperior
​

Emily siempre había pensado que Serperior era la evolución final de los tres iniciales más elegantes. Emboar y Samurott le parecían pokémon más, quizás, brutos y sobre todo pesados. Pero Serperior sin duda era un caso diferente. Todo en aquel pokémon expresaba serenidad, elegancia y delicadeza.

Había tenido la oportunidad de conocer a dos tipo planta en su vida y se sentía muy feliz por ello. El Serperior de Ethan y su Emboar se consideraban “rivales”, tal y como lo hacían sus dueños, a pesar de su relación de buena amistad.

Sin embargo, el Serperior de Hubert a Emily le resultaba fascinante. Y el pokémon debió notarlo en las miradas que la chica le dedicaba, porque parecía orgulloso de despertar tal sentimiento en una entrenadora como ella.

—¡Hubert! ¡Cottonee quería verte! —dijo ella un día que visitó al holder. La pokémon nombrada revoloteó alrededor de su cabeza, confusa.

—¿Seguro que no vienes para ver a Serperior? —cuestionó el chico, sonriendo con calma pero conocedor de la verdad.

—No… —La joven negó en voz baja.

Pero la verdad era que sí.

 

Tepig​

Un pequeño Tepig rondaba por la habitación de su entrenadora, curioso por todo lo que le rodeaba.

Vio la habitación de la chica.

¡Oh! ¡Aquello era una alfombra!

Sin dudarlo, se acercó y empezó a expulsar fuego a través de su hocico.

¡Qué divertido!

 

Unfezant
​

—Bien, Tranquill… ¡al fin ha llegado el momento!

Tras varios combates y actividades, finalmente Emily conseguiría hacer aquello.

Efectivamente, el cuerpo de Tranquill se transformó hasta dejar ver la forma de un elegante Unfezant.

La entrenadora sonrió. ¡Al fin!

 

Vulpix​

—¿Sabes, Dante? —la chica de cabello negro empezó a hablar, queriendo contarle al castaño lo que había descubierto desde la última vez que lo vio.

—Dime, pequeña.

—Ethan me ha dicho que existen unos Vulpix que son blancos, ¿a qué es genial? ¡Me encantaría poder verlos! ¡Imagina! ¡Si los Vulpix son preciosos, en blanco deben ser espectaculares! ¡Y Ninetales! ¿Cómo será Ninetales?

Dante sonrió enternecido al ver la emoción con la que hablaba Emily. Quizás… él podría hacer algo para hacerla un poco más feliz.

 

Weavile​

Había algo que Emily nunca había hecho y que hubiera querido no hacer nunca: sacar a Weavile en un combate contra Effy.

Al fin y al cabo, el pokémon había sido un regalo de la rubia y ella pensaba que no sería nada cómodo o que no le obedecería.

Pero en aquella ocasión, no le quedaban más opciones. Si quería tener una mínima posibilidad de acercarse a la victoria, debía luchar con el tipo hielo.

Con pesar, lo dejó mostrar.

Gran fue su alegría y sorpresa al comprobar como el pokémon obedecía sin dudar sus órdenes. Se sintió orgullosa pues había conseguido su cariño a pesar de haber pertenecido anteriormente a una entrenadora tan fuerte como lo era Effy.

 

Xerneas + Yveltal
​

—La vida y la muerte… Xerneas e Yveltal…

Emily miró los cuadernos que se esparcían por su escritorio, suspirando levemente. Se sentía afortunada por haber podido recopilar toda esa información gracias a sus amigos, pero aun así, quería más. Sabía que había más y necesitaba más.

Más información, más leyendas, más fotos… lo que fuese, pero algo más.

Habían pasado ya unos cuantos años desde que su aventura como Holder había acabado y, tal y cómo había querido, desde entonces había seguido con los estudios que su padre estaba haciendo sobre pokémon legendarios.

Recopiló mucha información sí, pero nunca era suficiente.

>>Espeon… Nos vamos a Kalos —sentenció poniéndose en pie, mirando al tipo psíquico que descansaba a su lado. Siempre estaba a su lado.

Al fin y al cabo, no había mejor lugar para aprender sobre un pokémon que su hogar.

 

Zygarde​

Su viaje a Kalos, sin embargo, le trajo una nueva y agradable sorpresa.

Emily descubrió la existencia de un desconocido y misterioso pokémon legendario, uno que se formaba a partir de numerosas células y núcleos esparcidos por una región.

Aquel descubrimiento era, desde luego, impresionante.

La existencia de tal pokémon hizo que las investigaciones sobre Xerneas e Yveltal sufriesen una pausa.

—Zygarde…

La joven no dudó, al día siguiente compró un billete para Alola. Ella necesitaba desvelar el secreto de tal pokémon. Además, su anterior viaje a la región isleña le había servido para descubrir sobre la existencia de los pokémon legendarios de la región: Solgaelo y Lunala.

Era momento de preparar ropa veraniega.