A minuto por línea [Microrelatos exprés]

Maldad brotaba por sus grandes y fríos ojos mientras que en sus manos cargaba aquella arma de fuego.

 

Fuego en el cuerpo, momento perfecto.

 

Perfecto era aquel monumento que contemplaba a esas horas del mediodía con gran paciencia.

 

"Paciencia" pensaba una y otra vez, volviéndose la palabra una vorágine de letras en su pequeña cabecita, formando grititos, baldosas contadas y tics nerviosos. Después, todo se fundía una vez más para reescribir paciencia paciencia paciencia.
Sí, de paciencia ella sólo tenía la palabra dándole vueltas.

 

Paciencia la del Santo Job.

 

Job era un hombre. O tal vez no.

 

No había duda , el huevo fue primero que la gallina.

 

Job, un hombre temeroso de Dios que con todas sus dificultades y problemas venció al mal con fuerza, con el Dios todopoderoso.

 

Gallina era su apodo ya que corría cada vez que se le venían encima.

 

Encima de la cama estaba ella con una postura sexy , era su noche.

 

Noche fría sin ningún consuelo, sola en el olvido se encontraba.

 

Encontraba siempre dinero en ese bolsillo , no era normal.

 

Normal era lo menos que se podría decir de aquel personaje, que con escamas en el cuerpo atemorizaba al mundo.

 

Normal hubiese sido que, después de esa noche, nada los separara. Pero aparecí yo con las tijeras.

Edit/ odio mi vida.

Mundo, dejá de dar vueltas que me estás mareando.

 

Tijeras, tela, hilo y aguja, se necesitaban aquellos instrumento para crear un bello vestido que en sueños anhelarías.

 

-¿Anhelarías a la princesa de la torre, si te dijera que es inalcanzable?
-Sí; es más, sólo si me lo dices.

 

Dices con ternura: Te amo. Respondo con ironía: No lo creo.

 

"Creo que nos fuimos al carajo" dijo andrés, y la inglesa se preguntó cómo podía estar pensando en barcos en ese momento.

 

Creo que le tengo alergia al agua, estoy muerta.

 

Momento esperado, momento anhelado, quisiera que estuviera a mi lado corazón amado.