Long-fic A fin de cuentas, nunca pertenecí. sesshXkagXinu

hola chicas!!
ps les aviso que me tardare un poco con la continuacion
pues me toca viajar y no me dejaran llevarme el compu ¬¬
me esforzare para traerles la continuacion!!
hasta pronto
bye bye!!

 

hola chicas!!!
disculpen la demora
a todas muchas gracias.
y bienvenidas a mi fic!!
disculpen si no les avise, es que no e tenido nada de tiempo con el computador, en fin espero les guste en cap! y es probale que me demore un poco mas con la conti.
Capitulo 7
Por Inuyasha



Ya estaba en la puerta de la casa, puse una mano sobre ella y entre.

En el instante en el que puse un pie en esa casa Shippo salto sobre mi, sango se puso en pie, Miroku revisaba mi rostro y kikyo se asomaba a mis espaldas.

— ¿No fuiste a buscar a kagome inuyasha? — Pregunto Shippo con su mirada llena de inocencia de infante.

Yo solo pude mirar hacia abajo, y empuñar las manos tan fuerte que me saque sangre, todos lo notaron.

— ¿Que le ocurrió a la señorita Kagome inuyasha? —Maldición por que Miroku siempre debía tener la razón.

Yo mantenía la cabeza gacha y las manos echas puños.

— Digamos que ella jamás volverá. —Conteste en lo que una lágrima rodaba por mi mejilla.

Todos abrieron los ojos como platos, en lo que divise como el rostro de Sango cambiaba y expresaba un dolor impresionante, como el que se siente cuando se pierde a un hermano, Shippo dio dos pasos atrás y corrió hacia Sango a abrazarla vi como Kohaku se limpiaba una lagrima, se dieron cuenta, Miroku y Kikyo solo me observaban.

— Ella esta…—Vi como Miroku se estremecía ante la siguiente palabra.
— Muerta. —Concluyo Kikyo inexpresiva.

Yo solo me di vuelta y sali de la casa, llegue a un lugar que siempre me recordaba a kagome, tan delicada y a la vez tan fuerte, tan tonta y tan lista.
Aquel era nuestro sitio, el lugar que irónicamente yo más odiaba a que ella fuera, el pozo sagrado.

Hacia varios días que ella y yo no veníamos a este lugar, mas bien desde que llego Kikyo, el pozo tenia unas verdes enredaderas a su alrededor, la madera del pozo seguía de un marrón chocolate, como los bellos ojos de kagome, en el campo a su alrededor donde antes solo hubo pasto, me sorprendió ver una flor blanca y roja plantada en el lugar donde siempre nos sentábamos, me acerque a verla de cerca y note que tenia la esencia de kagome. Ella la planto.

Me senté frente a la flor y llore desconsoladamente, yo tenia la culpa de que ya nadie mas se pudiese deleitar con su deslumbrante sonrisa. Estaba sumido en mis pensamientos cuando unos pasos me alertaron.

— De nada sirve llorar Inuyasha. —Dijo Miroku mirando al suelo.
— Que quieres Miroku. —Conteste muy enojado.
—Simplemente te vine a proponer algo. —Dijo con una sonrisa en el rostro.

Que demonios le ocurría, acaso no escucho que Kagome había muerto como diablos podía sonreír de esa manera.

— No pienses mal y escúchame primero Inuyasha. —Contesto al ver mi enojo y frustración.
— ¿Que quieres Miroku? — Ya estaba perdiendo la paciencia.
— Es posible que esto no te importe tanto y que incluso la abandonaste en lugar de traer sus restos para enterrarla como es debido. —Miroku otra vez miraba al suelo, ya había captado toda mi atención. —Supongo que tampoco recuerdas que hay una forma de traer de nuevo a la vida a la señorita kagome.

Con eso basto me sentí más fuerte, y una sonrisa me cruzo el rostro.

—Sesshomaru. —Dijimos al mismo tiempo.
—Antes que nada Inuyasha, hay algo que debo saber. —Dijo en tono serio. — ¿Hace cuanto murió la señorita Kagome?
—Hoy mismo. —Conteste recordando la detestable imagen de mi hermano.
— Tenemos 3 días exactamente para encontrar a tu hermano y convencerlo para revivir a la señorita Kagome.
—Podemos lograrlo. —Dije lleno de energía.
—Vamos entonces. —Ordeno Miroku.

Por Kagome

Tuve el mismo sueño de antes, tan agradable y colorido como antes, me fascino. Sesshomaru era un sueño echo realidad, pero no sabia por que pensaba en el de esa manera, es siempre había sido un perfecto odioso tanto conmigo como con los demás. ¿Qué ocurre?

Cuando pude abrir los ojos, no podía creer lo que veía, me encontraba en una habitación enorme las paredes estaban pintadas de un hermoso azul obscuro con flores de cerezo que crecían por una rama y se esparcían por cara rincón de la pintura, también había una enorme puerta por la que entraba levemente la luz, en una esquina había un enorme jarrón lleno de flores que jamás había visto, pero eran bellísimas.

Recordé mi cuerpo lleno de sangre, y me estire a ver si algo me dolía, al parecer no y también note que estaba en una mullida cama de plumas.

Me senté en el borde de la cama, aun tenia mis ropas rasgadas y manchadas con sangre, entonces entro Jaken.

—Aquí le manda el amo Sesshomaru. — Dijo un poco apenado. Pero ¿Por qué?

Vi mis ropas mejor y me di cuenta que ya no quedaba casi nada de ellas. Apenada le agradecí a Jaken por la ropa y la tome rápidamente. Antes de salir me dijo que si me quería dar un baño afuera había un lago.

Asentí y me dirigí a la puerta, no tenia grandes expectativas con el dichoso lago, seguro y era una fosa de alquitrán con huesos alrededor.

Me retracte en el mismo instante en el que abrí la puerta y el aire puro acaricio mi rostro, todo parecía un sueño, había un hermoso campo de flores rodeado por árboles de cerezo por lo cual nadie fuera de la mansión podría entrar a fisgonear, también había unos caminos de piedra que se dirigían a un pequeño y acogedor kiosco y rodeaban un hermoso lago de aguas termales.

Corrí como pony encantado hacia el lago, me quite lo que me quedaba de ropa y me lance, el agua estaba perfecta, me recosté contra una piedra y cerré los ojos para relajarme y analizar todo lo que me estaba ocurriendo.

En primer lugar, Inuyasha según parece no me abandono solo en vida sino que también dejo mi cuerpo sin vida en el suelo y no le importo en absoluto.

En segundo lugar, Sesshomaru me revivió y creo que el conoce la razón por la que lo hizo tanto como yo, ambos no tenemos ni idea.

Y en tercer lugar, cuando pensaba en Sesshomaru, olvidaba el dolor que me causa recordar a Inuyasha.

Después de un buen rato salí del agua ya con los dedos arrugados, y me dirigí a mi habitación, me di de que al patio avían tres accesos de tres habitaciones las puertas eran diferentes pero no desarmonizaban con el paisaje, mi puerta era de un marrón claro con flores de cerezo pintadas en la puerta, la siguiente era de un color azul cielo con unas marcas talladas y pintadas en un azul mas obscuro que se asemejan a las olas y a las nubes, la siguiente me llamo mucho la atención, la puerta era bellísima era toda de cristal, ni siquiera sabia que en esta época existía el vidrio y menos que lo podían manipular de esta manera, ese era el vitral mas hermoso que alguna vez avía visto, en el centro avía una mujer tomada de la mano con un hombre de cabello blanco y largo y se miraban los rostros enamorados, alrededor de ellos avían flores azules que se esparcían por toda la puerta.

Algo capto mi atención, el cabello de la mujer estaba sin pintar. ¿Que significaba eso? Através del cabello sin pintar se dejaba ver el interior de la habitación, pero preferí seguir de largo a mi cuarto, no quería pasarme de curiosa, luego intentaría descubrir el porque del cabello transparente de la mujer.

Entre y tome el kimono azul obscuro con pétalos de cerezo, al parecer Sesshomaru tenia un pequeño trauma con las flores de cerezo, aun así no me molestaba, de hecho era mi flor favorita después de las flores azules que vi en aquella puerta, parecían rosas aunque jamás las avía visto azules.

Deslice el kimono encima mío y lo acomode bien, era muy hermoso Sesshomaru si que tenia buen gusto.

Es sonido de la puerta abriéndose me alerto, por suerte ya me avía vestido o sino le abría lanzado lo primero que se me hubiese atravesado por el camino.

Tras la puerta vi aparecer a Sesshomaru.

 

hola hola!!
disculpen la demora! y la extremadamente corto :C
prometo que el proximo sera mucho mejor!
gracias por sus comentarios!! XD
y por seguir leyendo!
las aprecio muchisimo!!


Capitulo 8

Sesshomaru no estaba vestido como de costumbre, llevaba un ropaje inmaculadamente blanco que resaltaba con su cabellera plateada, sus ojos dorados relumbraban a la tenue luz que entraba en la habitación, kagome estaba de pie junto a la cama hipnotizada con la belleza de Sesshomaru.

Sesshomaru se aclaro la garganta para captar la atención de kagome.

Por Sesshomaru

Que tonta era aquella chica, se me queda mirando como si tuviese un bicho en medio de la cara. Pero vi mi rostro reflejado en sus ojos chocolate, yo tenía la misma expresión de imbecil.

Sacudí la cabeza como si de verdad tuviese un bicho en el rostro y me aclare la garganta. La chica dio un respingo como si la acabara de despertar.

— ¿Se te ofrece algo Sesshomaru? —Dijo como si estuviese hablando con un hermano o un amigo, pero no me molesto. Extraño.

—Camina, vamos a cenar. — Dije dandole la espalda.
—¿Disculpa? —Contesto ella en tono molesto.
—Que vamos a cenar. ¿No me oiste?
—Que demonios pasa contigo, por que me tratas como si fuera una de tus sirvientes, deberias tratarme con mas respeto. —Dijo casi gritando y con el rostro rojo, se veia adorable.
—Hpm, ven a cenar si es que no quieres morir de hambre.— Dije en lo que su estomago daba un fuerte gruñido en respuesta.
—Solo voy por que tengo hambre. —Pero que chica mas obstinada y orgullosa, aun asi su enfado se me antojaba gracioso y adorable.

Caminamos por los amplios pasillos de la casa hasta detenernos en la desembocadura principal del castillo, el comedor.

Por Kagome

Que grande era todo este lugar, era el doble, no el triple de mi antigua casa con, bien esa persona.

 

hola hola chicaaas
jeje hoy estoy inspiradaa
y es mi cumpleaños!!
asi que queria darles un regalo de mi cumpleaños y ustedes me alegren mas el dia con sus comentarios!
las quiero!!
es cap esta medio corto pero creo que esta lindo! ojala les guste =D


Capitulo 9

Por kagome
El medio de la gran habitación estaba una mesa de patas cortas y unos cojines para sentarse, adornando la mesa estaba un jarrón azul obscuro con flores de cerezo.
Pero eso no fue lo que mas llamo mi atención, ¡por primera vez había visto tanta comida junta! Además de que me moría de hambre y deseaba sentarme y devorar todo.

Me di cuenta de que Sesshomaru me miraba como si fuera su canal de televisión favorito, aunque aquí no existía. Se aclaro la garganta y me invito a sentarme con un gesto con la mano.

Cuando comenzamos a comer trate de ser lo mas civilizada posible y trate de que mi apetito no lo dejara a el sin comida después. Después de cinco segundos pensé “¡al diablo con Sesshomaru tengo hambre!”

Después de un rato de atragantarme con la comida más gloriosa que alguna vez había probado y de haber dejado la mesa casi limpia, descubrí a Sesshomaru mirándome divertido.

—Hmp, me da la ligera impresión de que tenias algo de hambre. — Dijo en lo que en su rostro se formaba una sonrisa de medio lado.

Me quede mirando su rostro, esa sonrisa me recordaba a la media luna, mi estación favorita de la luna, por que así era la marca que tenia en su frente, pero que demonios me pasaba como podía pensar en el como algo hermoso, Sesshomaru era la persona mas detestable y odiosa del mundo.

Por Sesshomaru

Jamás me había divertido tanto en mi vida, la chica comía como si hubiesen pasado años desde su ultimo alimento, creo que a cualquiera le hubiese molestado pero a mi me divertía lo atolondrada, terca y testaruda que era.

Normalmente eso me irritaría pero, ella era la excepción a todas mis reglas, rompía todos los estereotipos que les había impuesto a los humanos.

Cuando la descubrí mirando mi cara le devolví la mirada y le sonreí, una acción que al parecer cerca de ella era más espontánea y honesta.

Me levante al ver que ya había saciado su voraz apetito y ya estaba seguro que ya no me cortaría y me serviría en sopa, tenia curiosidad de saber por que demonios estaba sola y desprotegida, no quise admitirlo pero no pude resistir la tentación de saber.

—Oye. —Dije tartamudeando ligeramente, creo que solo yo lo note, que demonios por que temía a su reacción. — ¿Que fue lo que paso entre el imbecil de inuyasha y tu? —No debi haber dicho eso.

Su reacción me asusto.

— Pues digamos que el prefiere a Kikyo antes que a mi. —Dijo con una sonrisa encantadora, jamás había visto algo así.

— ¿Y por eso te suicidaste? — No debí decir eso.

—No me suicide, solo quería alejarme de el y comenzar de nuevo. —Dijo con la mirada baja, y vi como una lágrima se deslizaba por su mejilla.

Me sentí como un Patan. Corrí y me arrodille frente a ella, le seque la lágrima y la abrace. Fue demasiado rápido ni siquiera pensé lo que hacia solo pensé que jamás me perdonaría si la hacia llorar una vez mas, después de todo ya la había dejado entrar en mi vida era inútil ocultarme a mi mismo este sentimiento, esa mujer cautivo mi corazón, en un día y medio empecé a amarla, y jamás dejare que nadie la aparte de mi lado, yo la are feliz, lo juro.

 

Hola hola!!!
gracias por comentar!
este esta un poquito mas largo y ps me temo que me tardare con la conti ps ya entrare a la univercidad =D
pero me esforzare por traerles los capitulos lo mas rapido posible =D
espero les guste el capitulo!
hasta pronto!!


Capitulo 10

Estuvimos abrazados por unos minutos hasta que sentí que el rostro de la chica se comenzaba a poner caliente, alarmado la solté un poco y le revise el rostro.

Lo que vi después fue encantador, ella estaba tan roja como la más bella de las rosas y con una sonrisa sincera y hermosa. No pude evitar sonreír también.

El sonido de pasos me alerto, así que me puse de pie y le extendí mi mano para ayudarla a levantarse, esta chica era una cajita de sorpresas.

Ignoro por completo mi mano y se levanto por si misma y dándome la espalda dijo “gracias por la comida” y se fue. Yo solo la observaba.

— ¡Amo bonito! ¡Amito Sesshomaru! —Y ahora que quería Jaken.
— ¿Que? —Pregunte molesto.
— Amito su hermano y el monje están en la entrada del castillo, preguntan por la chiquilla y por usted. —Dijo angustiado.
— Maldicion. — Conteste en lo que desaparecía tras el.

Casi corría por los pasillos de la mansión no sabia que hacer, el olor de kagome estaba impregnado en mis ropas así que no podía decirle a inuyasha que no estaba conmigo, de todas formas el la había abandonado. ¿Qué demonios quería ahora?

No sabia que ocurriría, pero no me importaba, lucharía por ella a como de lugar.

—Se te ofrece algo querido hermano. —Le dije lo mas sarcástico y despreocupado posible.
—Maldito Sesshomaru ¡que le hiciste a Kagome! —Inuyasha estaba fuera de control.
—Lo que tú ni siquiera intentaste hacer tras su muerte. —Dicho esto le di la espalda y me dispuse a dejarlo solo en su desesperación, pero una mano me detuvo.
—Por favor Sesshomaru, solo queremos saber si la señorita Kagome se encuentra bien. —A pesar de ser un mugroso humano, las intenciones del monje eran buenas su rostro solo expresaba preocupación, por cinco segundos me sentí mal por el.
—Ven a verla si quieres, cada vez que quieran. —Dije finalmente después de un incomodo silencio.
—Gracias Sesshomaru. — Contesto el monje en lo que se le iluminaba el rostro de alegría.
—Aun no me lo agradezcas, tú y tus amigos podrán venir, todos excepto Inuyasha y su mujer, no permitiré que lastimen a Kagome de nuevo. — Dije mirando hacia los árboles de cerezo que se alzaban a un lado de la mansión.
— ¡Como te atreves a decir eso! —Dijo Inuyasha finalmente. — ¡Hablas de ella como si te perteneciera!
— ¡Y tu te atreves a reclamarme tras haberle salvado la vida que tu le arrebataste!

Con eso basto Inuyasha bajo la mirada y empuño las manos y nos dio la espalda.

—Le diré a sango y a los demás que vengan si gustan entonces, ya sabes como volver Miroku, nos vemos en la aldea. —Dicho esto nos dio la espalda y se fue.
— ¿Me podría mostrar donde se encuentra la señorita Kagome?
—Sígueme.

Por Miroku

Esto definitivamente se ganaba el primer lugar en mi lista de cosas que jamás pensé hacer. Quien diría que algún día yo estaría caminando con el mayor enemigo de Inuyasha, además de que perdimos de nuestro grupo a la señorita Kagome, seguimos por un amplio pasillo por unos cuantos minutos, hasta detenernos ante una puerta corrediza azul obscura, tras ella se encontraba un amplio cuarto en el que en la mitad estaba la cama mas grande que alguna vez había visto y en ella descansaba la señorita Kagome, que llevaba puesto un hermoso kimono que resaltaba el color de su piel, me dieron ganas de… mmm.... bien no importa.

— ¿Señorita Kagome? —Dije con timidez en lo que la chica se daba vuelta en la cama y con sorpresa miraba mi rostro.

— ¡Miroku! — Sus dulces ojos marrones se llenaron de lagrimas y se Lanzo hacia mi dándome un fuerte abrazo.

Tenía que resistirme pero no pude, deslice mi mano y acaricie sus encantos traseros a lo que ella respondió con una fuerte cachetada que casi me deja sin cabeza.

Por Sesshomaru

Quise destazar a ese tipo cuando se atrevió a tocarla, pero creo que ella no es tan indefensa después de todo, si esa cachetada hubiese sido un puño de seguro y lo deja inconciente o peor, la idea de que una simple humana tuviese tanta fuerza en una sola mano me helo hasta los huesos, esa chica era un peligro, mas me valía tratarla con cuidado si es que no quería buscarme una muerte estupida.

— Hmp los dejare solos para que hablen, pero si te atreves a ponerle un dedo encima te juro que desearas no haber nacido. —Le dedique mi mirada mas amenazante y me dirigí a mi habitación.