Long-fic Aún recuerdo [Kimura Kobayashi|Amnesia]

Gigavehl Bueno, te etiqueto por los head-canon jsjsjs. Hay un par de cosas que aún no sé, como en qué año exacto se desarrollan los acontecimientos de amnesia y tal XD
Así que nada, mínimo supongo que ocurren en este último siglo, así que más o menos lo imaginaré así.

Todo lo de acá es canon, a menos que se contradiga con algo in-rol, ahí pasaría a no serlo y siempre será más canon lo que se mencione y haga in-rol uwu <3

Aquella canción en la tarde.

Contenido oculto: Stunnin'

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Llegué a casa soltando un suspiro pesado, tras dejar sonar la puerta tras mi espalda, un sonido leve que me aseguraba que quedó bien cerrada. Estaba acalorado, pero por dentro de la morada el frío pronto ser haría de notar...

Caminé y algo llamó mi atención desde la sala de estar. Me acerqué con calma, con esos pasos apenas sonoros, y en un pestañeo o tres ya me ubicaba tras el causante.
—¡Aich! —se quejó él, volteando a verme con claro mal humor, sobándose la parte posterior de su cabeza. Yo solo afiancé mi mirada sobre él, serio e inamovible— ¿Qué diablos te pasa? —soltó como si nada, mientras yo opté por bajar la mano con la que le había golpeado, posándola sobre mi cadera.

—¿Sabes lo que dice aquella canción, Hiro-kun? —pregunté sin quitarle la mirada de encima, a pesar de que él volvió a dirigir la vista a la pantalla que tenía al frente, mientras jugaba sin volumen un videojuego de disparos... zombies, en esta ocasión.

—Ni idea —soltó tras un silencio, después de ese primer gruñido molesto y grave por el golpe. Yo di un suspiro pesado, cerrando los ojos.

—Solo no la cantes delante de mamá...— Y lo miré otra vez, él por su parte solo me observó un breve momento de reojo, centrándose de inmediato en su nivel tras eso; observar, apuntar, disparar... últimamente le iba mejor, pero supongo que de momento estaba lejos de igualarme.

A menos que siguiera viciándose así... yo sería el que perdiera la costumbre.
—¿Por qué? —fue lo siguiente en decir, a lo que yo desvié mi atención al pasillo... La casa estaba bastante silenciosa, ¿estarían todos dentro, o estarían todos fuera?

—Atiende a tus clases de inglés y lo sabrás, baka —solté con tono monocorde, como venía haciéndolo desde el inicio, pero había un ligero cambio en mi voz que delataba que ya no estaba enfadado. La leve curvatura en mis labios, que él no veía, también era otro indicio.

Hiro soltó otro quejido en respuesta, sin despegar la vista de su partida de videojuego. Después chaqueó la lengua, supongo que frustrado, pero a saber por qué en realidad.
—Eres injusto —comentó.
—Sí tú lo dices —respondí a su acusación encogiéndome de hombros, con bastante desinterés en realidad—. ¿Ya merendaste? —pregunté luego, encaminándome a la cocina.

—No, ¿y tú?
—Tampoco... ¿Me vas a ayudar, o como yo solo?

Soltó otro gruñido, aún jugando.
—Lavo los platos...
—¿Los del desayuno de mañana también? —agregué con una sonrisa ladina, observando su nuca desde la cocina. Soltó un leve quejido, seguido de una exhalación por la nariz...

¿Iba ganando...? Él volvió a chasquear la lengua, pausó su juego y manos en los bolsillos, postura vaga, se adentró en la cocina. No se veía muy feliz que digamos.
—De acuerdo, te ayudo.
—Ese es mi favorito —respondí brindándole una sonrisa cordial a ojos cerrados.

Él solo soltó una mezcla de suspiro y chasquido en respuesta, sutil, con una sonrisa torcida por la mezcla de gracia y desconcierto.
—Sí, sí, lo que tu digas —comentó en respuesta, y ambos procedimos en centrarnos en la merienda.

A ver sí Masuyo-onee-chan estaría durmiendo en su pieza, de ser el caso supongo que al menos un té no le vendría mal... supongo.