14 de Marzo [Gruvia]

Konbanwa!!!
Juli-chan aquí, subiendo algo que había tenido en mi mente hace mucho tiempo.

14 de Marzo​

Bostezó, metió uno de sus dedos a su oreja e internamente se preguntó qué había sucedido con su camisa.

Después de ganar el Daimatou Enbu el maestro se había encargado de devolverle al gremio su antigua gloria y con ello el gremio volvió a ser el que habían conocido. Si, ese despampanante lugar corto de reservas y lleno de gente tan diferente que nunca habría monotonía en su vida.
Cuando entro en el bar, donde la mayoría de sus colegas estaban sintió que frío que recorrió a lo largo de su espalda y luego volvió en sí. Algo estaba pasando fuera de lo normal.

Entonces lo vió, allí estaba Gajeel en toda su gran estatura y ropas color negro dándole a su Juvia un enorme buque de flores hechas de hierro. Sin entender que pasaba miró hacia todos lados y entonces diviso a Levy, haciendo un fuerte puchero y a Lucy diciendo algo sobre valor y que estaba siendo injusta.

Luego vió entonces el rostro de Juvia, primero sonrojada y luego sonriendo como si recibir un regalo del enorme dragón de hierro la hiciese la mujer más feliz del mundo. Entonces el entrego el gran ramo de rosas y luego frunció el ceño mirando con enojo a la mujer detrás de la barra. La hermosa mujer de cabello blanco que limpiaba un mug de cerveza mientras sonreía con inocencia.

Todavía sin entender se quedó viendo todos los eventos que tenían lugar en el gremio. Sorpresivamente Gajeel no recibió ninguna reprimenda de Levy o Lucy, ni siquiera Cana molestó al Dragon Slayer que ahora volvía a su lugar usual en el gremio. Tiempo después vio como Levy se acercaba a él, como era usual desde que volvieron de la isla Tenrou.

Entonces avanzo y se sentó en la mesa donde estaba lluvia, sin encontrarse con Natsu y empezar alguna pelea. Luego vio entonces a Happy poniendo en Lucy una venda para ocultar su visión, la guio hacia la salida donde vio que Natsu esperaba a la chica con una sonrisa idiota. Esa son risa que decía que estaba convencido de que había tenido la mejor idea que a ningún otro mortal se le había ocurrido.

—Te lo dio Gajeel ¿No?— no pudo evitar sonar un poco celoso y se pateó a si mismo por siquiera sentirse celoso. Es decir ellos no estaban saliendo oficialmente pero estaban en algún tipo de relación en el que ambos tenían sentimientos hacia el otro. Además si se trataban de sentimientos él sabía con claridad los de Juvia hacia él entonces no tenía la necesidad de sentirse celoso de Gajeel; pero si tenía que ser sincero no le gustaba para nada la idea de que su Juvia recibiera regalos de otros hombres que no fueran él, en especial un regalo tan bonito.

—Gajeel-kun es un artista— dijo sonriendo.

Gray frunció el ceño y miró hacia otro lado, entonces se encontró con Elfman regalándole a la mujer de largos cabellos castaños encendidos y lentes una enorme caja de bombones de color blanco. La mujer primero se sonrojo y comenzó a gritarle de como se atrevía a ofrecerle algo que arruinara tanto su figura. El enorme hombre solo se entristeció pero entonces ella extendió su mano con un sonrojo en sus mejillas y en un ligero murmullo dijo gracias, que gray solo pudo percibir al leer su labios.

—Es un muy buen regalo, ¿No Gray-sama? Quién sabe que más podré recibir el día de hoy—dijo mientras llevaba su mano a una de sus mejillas sonrojadas y miraba a Gray esperando algo.

El no entendió que quiso decir y solo asintió levemente. Definitivamente algo raro estaba pasando en el gremio el día de hoy.




Después de volver de un pequeño trabajo por la ciudad de Magnolia vio a Juvia en la puerta del gremio con Lyon, él le entregaba una caja en forma de corazón cuyo contenido el desconocía. Pero de nuevo ella recibió con una sonrisa y un ligero sonrojo que molestó bastante al azabache. Maldito Lyon, ya le había dicho que se alejara de lo que era suyo.
Luego Juvia vio al azabache y sonrió con alegría, como siempre lo hacía al verlo. El no entendía, simplemente no entendía lo que estaba sucediendo hoy. Entonces Juvia se acercó sin tratar de ocultar su regalo.

—Gray-sama, Lyon-sama me dio este regalo ¿No es muy dulce? Pero seguro no es nada comparado con el regalo que Gray-sama le dara a Juvia— dijo sonriente.

—¿Qué preparó para Juvia, Gray-sama?— preguntó cargando el regalo Lyon en uno de sus brazos y el de Gajeel en el otro.

—¿Regalo? ¿Por qué debería tenerlo?— pensó en voz alta haciendo que el cielo comenzara a volverse nublado y a lo lejos se escucharan fuertes truenos.

Juvia bajo su mirada con tristeza pero luego volvió a verlo con una sonrisa.

—Por nada Gray-sama, nos vemos mañana— respondió a la pregunta que evidentemente no quiso hacer.




El problema de estar en una relación con Juvia, el único que encontraba si se ponía a pensarlo era que sus peleas nunca pasaban desapercibidas. O incluso cuando ni siquiera había peleado con Juvia recibía regaños de muchos de los personas del gremio e incluso miradas amenazantes de Gajeel. Es que cuando sales con una chica cuyo estado sentimental modifica el clima no habrá manera en que puedas evitar que el mundo, o en especial la ciudad de Magnolia, no se enteren de que hiciste algo para molestarla.

—Dejame adivinar,— se acercó Cana frunciendo el ceño.

—Definitivamente no le regalaste nada— terminó la frase Lucy.

—Eres lo peor, incluso Gajeel le dio algo— dijo Levy.

—¿Por qué tengo que darle algo?—

—¡El WHITE DAY!— exclamarón las tres al tiempo.

—¡Incluso Natsu hizo algo para mí!— gritó Lucy.

—¿Qu-qué le doy?

Las tres mujeres se miraron maliciosas frente a la pregunta y eso no le gustó mucho a Gray.




Ya tenía un mejor genio, nada le alteraba más a Juvia que ver como su ánimo afectaba el clima y las vidas de los aldeanos de Magnolia. Entonces cuando ya había logrado dejar de pensar lo desconsiderado que era Gray-sama alguien toco su puerta. La de su habitación en Fairy Hills en donde había una enorme caja que decía ‘Abreme dentro de tu habitación, Feliz White Day! Att: Gray’

Haciendo lo que la enorme caja indicaba Juvia abrió la enorme caja de regalo y vio allí al azabache en su traje de nacimiento atado de pies y manos. Una mueca de molestia adornando su rostro a lo que Juvia sonrió.

—Gray-sama…—

—Nunca, jamás, en mi vida les pediré ayuda a esas lunáticas que llamas amigas. Si tengo que mover el planeta para que dejes de estar enojada conmigo lo hare pero a MI manera— dijo finalmente el azabache. Se había puesto en pie y el pedazo de papel que había sobre su abdomen paso a cubrir su lugar más secreto.

‘Tu regalo soy yo, soy tuyo’

Juvia sonrió al leer el mensaje y luego se sonrojo al notar que lugar del cuerpo de Gray miraba. Él alzo su barbilla con sus manos atadas y besó a Juvia suavemente en los labios.
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Ne, ne ¿Qué tal?
Siempre he querido hacer un fic sobre el White Day :)
Si el día en que los chicos le devuelven el regalo a las chicas :3