Long-fic de Naruto - 10 Errores.

Error #9

"En la memoria sana, la representación de uno mismo cuenta la manera de vivir que nos permite ser felices. En la memoria traumática, un desgarro increíble fija la imagen pasada y enturbia el pensamiento"

Contenido oculto

Los orbes azules se fijaron en el timbre, sonó tan decidido anteriormente que olvidó la sensación del temblar de sus manos cada que pensaba en verla a ella, aún tenía vivo el revoltijo de insectos en su estómago. Ansiedad, le llamaban. Inhaló y exhaló un par de veces para obligarse a hundir el botón del timbre, retumbando en sus oídos el sonido de éste.

Nadie abrió, volvió a timbrar y escuchó el sonar de pies descalzos bajar por las escaleras de madera, abriendo la puerta. Su corazón pareció detenerse al verla, y ella no reaccionó diferente a él. Sus orbes se encontraron y no se evitaron por bastante tiempo. El verde sobre el azul, el azul sobre el verde. Sakura fue la primera en emitir acción, retrocediendo un poco al no creer que él estaba ahí, frente a ella.

—¿Puedo pasar?

Naruto notó la dicotomía en su rostro, sintiendo un peso sobre sus hombros al recordar la cantidad de veces que ella continuó buscándolo y él huyendo de ella, y sabía por qué... aún seguían sintiendo una dependencia con el otro, algo tóxico pero enfermizamente delicioso.

—Sí.

Ella se hizo a un lado y él entró, recordando la cantidad de veces que cenaron, desayunaron y almorzaron con la madre de Sakura. La vez que le ayudó a pintar el cuarto y a decorar la sala. Cuando la acompañó a cambiar el televisor de su madre que tenía fallas de fábrica. Sakura caminó delante de él y subió las escaleras, él las subió tras ella. Cuando ingresó a su alcoba los recuerdos lo golpearon con fuerza, el olor dulce tan característico de ella y el orden tan pulcro que mantenía.

—¿Quieres tomar algo, Naruto?

—No —susurró y tragó pesado—. ¿Podemos hablar de lo que sucedió?

Sakura se sentó en el suelo y Naruto la siguió en ello. La alfombra afelpada siempre fue el lugar favorito de ambos para hablar de tonterías, provenientes de Naruto, o de datos científicos, provenientes de Sakura.

—¿Quieres saberlo todo? —él asintió y ella soltó una sonrisa irónica—. Tantas veces que traté de decírtelo, pero fui tan cobarde que solo te daba pistas y tú tan estúpido que no cogiste ni una de ellas.

—Sakura...

—No, está bien Naruto.

Él permaneció en silencio detallándola. En estas vacaciones se había recortado el cabello, estabas más delgada y pálida, pero seguía siendo hermosa, para él.

—Todo empezó luego de la vez que te vi en la discoteca con Karin e Ino —inevitablemente lo escudriñó con la mirada y él agachó la cabeza, avergonzado—. Sasuke no sé de qué manera consiguió mi número, pero desde esa noche comenzamos a hablar... seguido.

♥


<<Gracias... por avisarme>>

Los orbes oscuros observaron el mensaje en su móvil. Acababa de darse una ducha, su cabello estaba húmedo y su temperatura fría. Sonrió y tecleó.

<<Hmp>>

<<¿No sabes decir algo más que eso?>>

Uchiha se colocó una sudadera y se lanzó a la cama, viendo la hora. 8:00 pm. Devolvió el mirar al celular y respondió apagando la luz para encender el televisor.

<<¿Quieres que te diga algo más que eso?>>

♥

—¿Qué quieres decir con eso?

Sakura desvió la mirada y tragó pesado. Si iba a contarlo todo lo haría desde el inicio y así lo hizo, sin mentir en ningún momento.

—Coqueteamos por un mes aproximadamente, nunca pasó a más que eso —suspiró y retomó—. Sasuke me decía que fuera a su casa, pero nunca lo hice, aun así seguíamos hablando como amigos, pero con tonterías de por medio. Coqueteo en realidad —sentenció de nueva cuenta.

Naruto no pudo evitar fruncir el ceño. Coquetearon a sus espaldas por un mes o más que eso y nunca se dio cuenta, al final fue tan imbécil y como se lo dijo Suigetsu cada vez que buscaba provocarlo.

—¿Se llegaron a besar Sakura?

♥

—Sakura.

Sasuke la jaló entre los árboles del instituto y robó un corto beso de sus labios, a lo cual ella retrocedió acariciándose los labios con un gesto de incredulidad.

—No, Sasuke —susurró al pensar en Naruto—. Esto nunca sucedió.

♥

—Él me robó un beso... yo lo rechacé luego de eso —agachó la mirada—, nunca te lo conté porque tenía miedo.

—¿Miedo de qué? —sus palabras se arrastraron con enojo al sentirse más estúpido que nunca.

Sakura se enderezó y jaló de la cama un suéter de color menta, colocándoselo por el frío clima.

—De cómo empezó a tratarme luego de eso.

♥

Sakura estaba mirándose en el espejo de los baños para mujeres, pintándose los labios de un tono rosa suave. Había quedado de salir con Naruto luego del colegio, y quería verse mejor que lo que se organiza en clase. Cuando sujetó la mochila para salir escuchó la puerta abrirse, pasó de ello hasta que subió la vista al frente.

—¿Sasuke?

Una sonrisa ladina se dibujó en los labios varoniles al sujetarla de la muñeca con fuerza. Sakura gimió de dolor y aruñó su antebrazo tratando de soltarse del agarre.

—¿Qué demonios haces Sasuke?

—Tú me debes algo, ¿lo olvidas? —Sakura sintió su espalda chocar contra el lavamanos, sin apartarle la mirada de encima—. La información de Naruto no es gratuita Sakura.

—Déjame —susurró frunciendo el entrecejo. Sasuke tan solo la estrujó de nueva cuenta, cerrándole la boca con su mano libre para evitar que saliera el gemido de dolor y atrajera la atención de los pocos estudiantes que permanecían hasta tarde.

♥

—La primera agresión fue en el baño —murmuró—. Luego de eso todo empeoró.

Naruto no pudo evitar sentir su mano moverse unos centímetros, no por no a ver estado presente en aquel instante, porque sería irreal, sino porque deseó acercarla a él al presenciar el temblar de su cuerpo al recordar aquellas cosas. Sakura lo notó y esperó que él la jalara hacia él, pero no quedó más que un indicio de movimiento, porque no sucedió, él no la acercó. Tan solo se limitó a escuchar.

♥

—¿Y Naruto?

Lee volteó a mirarla con una sonrisa amable a lo que Sakura respondió con el mismo gesto amistoso, deslizando su iris esmeralda por Shikamaru el cual estaba con el video juego en las manos, Kiba no pudo evitar mirar a otro lado y Sasuke, recostado en la pared con el móvil en las manos.

—No lo sabemos —respondió Rock Lee y ella volvió la vista a él.

—¿Enserio?

Cuando Lee iba a asentir con la cabeza Sasuke habló.

—Con Ino.

Kiba volteó a ver al Uchiha con el ceño fruncido y Sakura sintió su corazón palpitar en desconfianza.

♥

—Esa vez estaba con Ino porque me pidió que la acompañara a entregar unos libros que le pesaban demasiado.

—¿Entonces por qué Lee no me dijo nada?

—Porque eras muy celosa... yo se lo pedí a los chicos —murmuró y Sakura no pudo evitar sentir que volvían a discutir, como si fueran aún, una pareja.

Naruto la vio darse calor con las manos en los brazos. La nieve de afuera estaba aumentando. Definitivamente no podría irse si esperaba más, pero quería quedarse, de verdad quería hacerlo.

—Porque Karin e Ino no fueron más que unas perras conmigo —murmuró—. ¿No te acostaste con una de ellas hace poco?

Naruto mostró un deje de incomodidad.

—Veo que es cierto... Ella me lo restregó en la cara varias veces, y en una de esas la halé del cabello y me llevaron a dirección. Me suspendieron Naruto, pero como tú y tu maldito complejo de víctima no te diste ni cuenta de eso.

Él frunció el ceño y habló demandante.

—No fuiste una santa Sakura. Coqueteaste con ese idiota con no sé qué mierda de propósito de por medio.

Ambos callaron al caer en cuenta de sus palabras. Tan solo se lastimaban por terceros, siempre fue así... Uzumaki se levantó del suelo y Sakura sintió su corazón frenético. Tenía miedo de que se marchara, no podía evitar la dependencia que aún salía a flote por el deseo de sentirse nuevamente suya. Naruto sintió el cómo su chaqueta de cuero fue sujetada con suavidad. Dudoso permaneció quieto, si se marchaba ahora no sabía si volverían a dirigirse palabra alguna, no sabía si se sentiría preparado para ello.

Y si se quedaba... tampoco imaginaba que pasaría luego de eso.

Los orbes azules voltearon a mirarla. Continuaba sentada en el suelo con aquel suéter cubriéndola. Estaba con shores de pijama y los pies descalzos. Su cabello estaba suelto y desordenado y sus mejillas pálidas. Su corazón no pudo evitar latir con frenesí al sentir el sudor en sus manos. Sakura tartamudeó algo que no se entendió y Naruto la sujetó de la muñeca para levantarla. Aún la sobrepasaba en estatura, por mucho.

—Yo —Naruto negó con la cabeza y se inclinó, deslizando su dedo índice por su mejilla con cautela.

Sakura tembló y él no retrocedió. Organizó los mechones rosas tras sus orejas y la tomó del mentón. Sakura tenía sentimientos aglomerados en su estómago, y dicotomías en su cabeza, pero cuando los labios de él pidieron permiso a los suyos y ésta se lo concedió todo se suavizó. Un beso cálido, suave, dulce se formó entre ellos. Naruto la sujetó de la cintura y la condujo hasta el escritorio en donde la subió al correr la computadora y la libreta que estaba sobre la madera.

Cuando se distanciaron ella pudo notar el enrojecer de las mejillas varoniles, como tantas veces que estuvieron juntos. Sus delgadas manos le apartaron la chaqueta que cayó al suelo, seguido de esto la camiseta y su propio suéter. Cuando acarició las muñecas de ella notó algunos cortes en su piel, la miró por un instante y ella avergonzada desvió la atención al suelo.

—Sakura, ¿te cortas?

Ella no respondió y él volvió a besarla, buscando la respuesta de algo obvio que se negaba a aceptar. Todas las prendas terminaron en el suelo. Cuando Naruto la acostó en la cama ella abrió las piernas. Su mano derecha sujetó su tobillo y lo subió hasta sus labios, besando cada trozo de piel expuesta. Sakura tapó su boca y él permitió que lo hiciera.

—Ven —ella asintió a sus demandas con la respiración agitada y sus piernas terminaron sobre sus hombros.

Las penetraciones fueron gentiles, suaves pero profundas.

Sakura no lo aruñó, solo posicionó sus palmas en su rostros, pidiéndole que no dejara de verla a los ojos mientras lo hacían, porque no quería aceptar que tal vez esa fuera una despedida definitiva.

Al finalizar él extendió su brazo y ella se recostó en su pecho, sintiendo las caricias sobre su cuero cabelludo, como tanto le gustaba y tanto le pedía que hiciera aquello bastante tiempo atrás.

—Ese día... ¿qué sucedió?

Sakura lo abrazó y susurró.

—No lo sé Naruto... pero me dolió mucho —murmuró tratando de recordar a lo que se venían solo fragmentos de las acciones sucedidas—. Suigetsu no sé de dónde salió. Yo estaba peleando con Sasuke y amenazándolo con contar todo a sus padres... me sentía hostigada, vulnerada.

Naruto continuó acariciando su cabello en la oscuridad, besando su frente.

—Lo siento Sakura, yo debí hablar contigo antes.

Ella tragó pesado aguantando el llanto que deseaba salir de su cuerpo.

—No, yo fui la cobarde por no decirte todo a ti o a mi madre —murmuró escondiendo su rostro en la curva del cuello masculino, el cual sintió el líquido salino. Naruto la apartó y limpió sus lágrimas con culpabilidad.

—Sakura... te amo —habló y la respuesta nunca apareció.

El tiempo pasó y amaneció. Naruto se vistió y ella también lo hizo. Ambos guardaron silencio hasta que Sakura decidió romperlo.

—Naruto —él la escuchó atento—. Te odio.

 

Error #10

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"No confíes del todo... en nadie"​

Miró de reojo la camioneta parquearse en la entrada de aquella casa que no pisaba desde hace ya un buen tiempo. Sopló al aire y notó la neblina brotar por su aliento. Estaba haciendo frío, pero él aún no dejaba de hervir por la ira contenida en sus venas. Kiba insistió en que esperara a que su mente estuviera fría, pero bien sabía él que eso no sucedería, no hasta que saldara cuentas con aquel pedazo de mierda que había jugado con él y su ex novia de una manera tan osada. Aún no se perdonaba el daño que hizo al pensar solo en él, pero tiempo sobraba para ello, tiempo quedaría para sentirse mejor luego de llevar a cabo lo que tenía en mente.

Se levantó del columpio y caminó hasta la puerta de aquella lujosa propiedad. Por costumbre tenía conocimiento de que él solía estar solo, y si a mucho estaría Itachi ahí, pero menos podía importarle. Al palpar el timbre la puerta de madera se abrió.

El azul chocó con el negro y ninguno de los dos apartó la mirada. Sasuke permaneció con una mano en el bolsillo y otra en el pomo de la puerta. Naruto traía una de sus manos en la madera y otra también en el bolsillo del pantalón.

—¿Y bien?

Sasuke sonrió de lado y le dio paso. Naruto caminó despacio hasta la sala de estar. Él seguía teniendo razón, estaba solo, de otro modo no lo hubiese dejado pasar. Sasuke caminó tras él y se apoyó en la pared sin quitarle la mirada de encima.

—Eres un tremendo hijo de puta Sasuke, ¿qué dirían tus padres?

—Suenas como ella cuando vino aquí, desafiante —ladeó la cabeza y continúo el habla—. No dirían nada porque no tiene por qué saberlo.

—Yo abriré la boca.

—No lo creo —susurró y señaló el computador que estaba en uno de los sofá individuales—. Hay un vídeo que no sería muy bien visto de Sakura drogada con dos miembros en la boca —elevó una de sus oscuras cejas con una expresión prepotente en su rostro—. Se le veía realmente feliz en aquella ocasión, a fin de cuentas lo viste, ¿no es así? Pero en vivo.

Naruto apretó su puño derecho por dentro del pantalón, respirando pausadamente sin quitarle la mirada de encima. Sasuke se mantuvo sereno y tan solo cogió una mazana de la mesa de la sala que traía frutas frescas encima, mordiendo de manera serena aquella fruta dulce.

—No me interesa el video... ella dirá que fue un abuso.

—Entonces será la palabra de ella contra la mía.

Naruto rio sin una pizca de gracia, curvando sus viriles labios mientras deslizaba el cierre de la chaqueta para dejarla sobre un mueble individual.

—Te jode, ¿no es así?

Uchiha se mostró desentendido ante sus palabras, pero atento por escuchar el resto. Naruto continúo su habla.

—Te jode que se enamorara de mí y no de ti. Te jode que yo le haya hecho el amor tantas veces y tú te hayas tenido que conformar con abusar de ella porque de otra manera no hubiese querido tu asqueroso cuerpo —el azul brilló de manera violenta sobre el deplorable ónix—. Te enerva que aún después de todo lo que hiciste ella siguiera prefiriéndome a mí.

Sasuke frunció el ceño en demasía, calmándose por medio de su respiración para terminar relamiéndose los labios.

—Cállate pedazo de imbécil —habló entre dientes y elevó su rostro con una sonrisa de falsa satisfacción—. La quebré, ¿y qué pudiste hacer ante ello? Llorar y correr como un cobarde Naruto.

Uzumaki permaneció inerte a sus palabras, porque él mismo ya se había recriminado tantas veces con lo mismo que si venía de él poco le importaba... él ya no era su amigo, ya no era nada.

—Sabes por qué vine aquí, ¿no es así?

Sasuke rodeó el granito del mesón de la cocina y se aproximó a uno de los cajones, abriéndolo a lo cual Naruto sacó la mano del bolsillo, sonriendo. Efectivamente sabía por qué había decidido ir a su casa.

—No sé qué esperas para iniciar —la pálida mano sujetó el cuchillo y lo mantuvo abajo al ver al rubio con una navaja frente a él.

Entre ellos tan solo se interponía el mesón de granito con un vaso de agua medio vacío sobre ella. La nieve continuaba cayendo a las afueras de la casa, siendo el pavimento cubierto casi en totalidad, quizá en una hora más ya no se vería absolutamente de aquel cemento en el suelo.

—Dime Sasuke, ¿esa es tu retorcida forma de amar?

—Hmp —rezongó en un leve susurro—. Yo te lo había dicho Naruto, antes de que intentaras algo con ella... yo te dije que me gustaba, ¿no lo recuerdas idiota?

Los orbes azules mostraron leve sorpresa en un brillo fugaz de sus ojos, haciéndose el desentendido... ignorándolo como en aquella ocasión lo hizo.

—Aun así... me prefirió a mí Sasuke, y no respetaste eso, ¡cabrón!

Flash back.

—No me vayas a lastimar Naruto, promételo.

La risa viril adornó el parque de diversiones mientras le pasaba un cono de helado antes de subirse a la siguiente atracción en verano.

—Lo prometo Sakura.

♥

—¿Quién mierda es esa perra?

—Una amiga Sakura, deja esos malditos celos...

♥

—¡Eres un maldito mentiroso Naruto!

Los orbes esmeraldas estaban inundados en lágrimas, con el teléfono en la mano.

—¡Escúchame, las cosas no son cómo crees!

♥

—Eres una sucia perra... ¿te lo habían dicho Sakura?

Fin del flash back.

Naruto se encontraba encima del granito, sujetando a Sasuke por la camisa con fuerza.

—¡Todo fue tu maldita culpa!

Sasuke bufó y con fuerza apartó sus manos de él, escuchándose el metal contra el suelo de madera al haber soltado aquella arma blanca.

—¡Cállate Naruto, me tienes harto! —su puño se clavó con fuerza en la mejilla del contrario.

Naruto escupió sangre y devolvió el golpe, lanzándolo al suelo para posicionarse sobre él, sin detenerse, un puño tras otro en la pálida piel. Sasuke pateó con fuerza y lo logró quitar de encima, sujetando el cuchillo que con anterioridad había estado sobre la madera, cortando parte de su camiseta y traspasando un poco de piel. Naruto no pensó en ningún instante y lo apartó por instinto, abriendo los cajones de la cocina y rodando el contenido al suelo.

Sasuke permaneció en el suelo, incrédulo de la cantidad de sangre que continuaba saliendo del abdomen de Naruto. Cuando se levantó lo único que vio fue al rubio irse nuevamente contra él, sintiendo algo caliente en lo bajo de su estómago, notando aquella arma blanca incrustada dentro del músculo.

Naruto retrocedió con la mano en su herida y se le quedó viendo. Empezaba a brotar el líquido vital por la boca del Uchiha al igual que en la de él.

—Te mereces más que eso.

Sasuke sonrió con sorna.

—Eres un cobarde, ni siquiera fuiste capaz de darme en el cuello pese a que tuviste la oportunidad —rio levemente—. Sigues siendo un blando.

Naruto inconscientemente sonrió ante aquellas palabras, deslizándose contra la pared, mientras se quitaba la camiseta para ver la profundidad del corte.

—Mierda Sasuke, no fallas ni una —susurró al ver la totalidad de la herida mientras sacaba el celular, llamando a urgencias.

.

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3 años después.

Naruto se encontraba caminando con Kiba por el campus universitario. Era de las pocas veces que se quedaba más de lo necesario, ya que solo tomaba las clases y se regresaba a casa, pero esta vez Kiba le convenció de que dieran una vuelta y se animara a postularse en el equipo de futbol representativo, a lo cual se lo pensó bastante, ya que era su tercer semestre de medicina.

—Naruto, ¿volviste a saber algo de Sasuke?

Los ojos azules se posaron en los filosos negando, volviendo luego de esto la vista al frente.

—Neji me comentó que sigue con libertad condicional, al igual que Suigetsu —habló sacando el celular para responder un mensaje de su madre—. Sakura nunca habló de lo sucedido y tan solo se marchó de la ciudad, así que no hubo suficientes cargos para encerrarlo, además de que el vídeo del que hablaba nunca existió.

—¿Por qué mentiría sobre aquello?

—No lo sé.

Kiba se detuvo en seco y Naruto lo notó, frenando también para mirarlo.

—Sakura.

—¿De qué hablas Kiba?

—Mira, ¿esa no es Sakura?

Naruto elevó su mirar al frente y la detalló. Estaba con unos short's que mostraban medio glúteo, una camiseta y una rodilleras, jugando voleibol con una pasión que lo descolocó por completo. Traía el cabello corto y una mirada más madura. Tenten estaba con ella. ¿Neji sabría que regresó al país y que estaba con Sakura en su misma universidad?

El corazón le dio un vuelco y sonrió con suavidad, continuando su caminar.

—¿No vas a hablarle viejo?

Naruto guardó el celular en su bolsillo y sonrió con sinceridad, notando que el partido se detuvo y ella se encontraba tomando agua con un chico mayor que ella. Tenía el cabello rojo y los ojos ámbar. Estaba sujetándola de la espalda baja y besando la comisura de sus labios.

—Es hermosa Kiba, pero ya es demasiado tarde..

Y aunque le siguiera queriendo no funcionaría, o quizá... sí. Eso solo lo decidiría el tiempo.

Fin

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Debo confesar que personalmente pienso que he de hacer una segunda temporada porque hay muchas cosas que no se supieron, y que yo sé que pasaron (?) jaja, de verdad mil disculpas pero me incita mucho sacar una segunda parte, aunque eso lo haría -si es que lo hago-. Luego de terminar "Odio en movimiento" Muchas gracias a las personas que se tomaron el tiempo de leer este intento de drama hasta el final, un gran abrazo.