♥

Cathy deshizo su mueca con cada uno de esos besos hasta que solo quedó una sonrisa de oreja a oreja y un montón de sensaciones se anudaron en su pecho: la calidez que Cathy le transmitía; la paz en la que se encontraba; lo feliz que Cathy podía ponerlo aunque estuviera en una situación de mierda; la culpa por ser tan feliz estando en una situación de mierda.

Rodeó su cintura con uno de sus brazos, aprisionándola contra su cuerpo, caprichoso, rehacio a la idea de tenerla más lejos de lo necesario. Llevó su otra mano hasta su rostro, poniendo un mechón de su fleco detrás de su oreja, pues el pelo de Cathy le encantaba en ella pero no cuando le cubría su precioso rostro.

Así, buscando hacerse su camino por su cuello hasta su nuca y subir hasta su cuero cabelludo para masajearlo como sabía que a ella le encantaba, pasó por más de una cicatriz, por esos cortes que le habían quedado de la pelea. Se mordió el labio inferior mientras hizo su mano hacia atrás, acomodando un poco la almohada para quedar semi sentado en aquella cama, mirándola desde abajo.

—Cathy —le llamó, volviendo a llevar la mano hasta su rostro, acunando su mejilla y mandíbula dentro de la palma de su mano, acariciando su rostro con el pulgar—. No has tocado el tema y odio tener que hacerlo yo, así que lo preguntaré una sola vez: ¿quieres hablar de lo que pasó?

Odiaba tener que interrumpir el momento, tener que interrumpirlos a ambos siendo ellos mismos, pero sabía que haber golpeado a otra chica hasta que perdiera el conocimiento la despertaran para quitarle el ojo no era algo que se pudiera llevar como carga ligera.

Especialmente Cathy, que nunca le había hecho daño ni a una mísera mosca.

 

Catherine Whitman

Su cuerpo reaccionó rápidamente cuando sintió la mano de Noah sobre su cintura, casi queriendo hacer más sencilla su tarea de mantenerla pegada a su cuerpo, no era algo nada ajeno a ella y para ese punto en su relación sabía que incluso había veces donde ni siquiera necestiaba pegarla más a su cuerpo, luego, cuando sus manos comenzaron a recorrerla cerró sus ojos disgrutando de las caricias, haciendo su mayor esfuerzo para que el recuerdo de Agnes acariciando desapareciera de su cabeza para que solo reinara Noah en esta.

Tampoco le importó que recorriera algunas de sus cicatrices, puesto que en algun punto tendría que aceptarlas.

Mas, cuando le preguntó aquello se quedó en total silencio, su rostro se había vuelto serio casi triste, la realidad en la que se había decidido concenrar ahora ya no existía por una simple pregunta. —Hablaré si tu...decides hablar de lo que pudo pasar con Agnes... actuaste raro cuando pudiste estar cerca para tener mi olor y...tu cabello tambien esta mojado...

No había planeado decirle aquellas actitudes que había notado o esos pequeños detalles, pero si él ya habia mencionado uno, no perdia nada.

 

Noah Briggs ~

Alzó una ceja y apretó los labios en una sonrisa casi forzada, estática. Tener que pensar en aquella mujer ya de por sí era un martirio, pero escuchar su nombre desde los labios de Cathy tuvo la necesidad de lavarle la boca con jabón, como si hubiera dicho una mala palabra. Inspiró nuevamente, porque aunque esa actitud de intercambiar cosas no era algo que Cathy no hubiera hecho antes, no se había imaginado que la pregunta fuera a venir tan rápido.

Sabía que ella no era tonta, pero contaba con que el estrés del día hubiera atontado a Cathy lo suficiente como para no notar el estado en el que él había entrado a la habitación.

—Un baño y un cambio de ropa, Cathy.

Le contestó. Esa era la versión resumida del resumen del índice del asunto, pero al menos podía mirarla a los ojos con toda la confianza del mundo mientras le decía aquello, porque ocultar información no era lo mismo que mentir, al menos en su libro.

 

Catherine Whitman

Ver aquella expresión tampoco la consoló mucho, algo había pasado como se temía y, junto con ese mayor temor, venía el hecho de que una parte de ella sabía que Noah tampoco diría nada de nada. Ahora solo le quedaba saber que había logrado ponerlo en alguna rama de la incomodidad haciendo que toda la normalidad simplemente se volviera un recuerdo lejano.

—...Bien —murmuró dejando caer su frente sobre su hombro —, ¿y te sientes bien? —Era una pregunta tonta sabiendo con toda seguridad que Noah probablemente no quisiera preocuparla, pero era una pregunta que solo le nacía hacer.

—Yo... tan solo me alegro que este viva...

Sin un ojo lamentablemente, pero todo era mejor que la muerte.

 

Noah Briggs ~

La rodeó con sus brazos a nueva cuenta, agradeciendo que no lo estuviera viendo a los ojos, dispuesto a ser su refugio si eso era lo que ella necesitaba, dispuesto a estar más que bien si eso era lo que ella necesitaba para irse tranquila a dormir esa noche. Volvió a retomar sus intenciones de hacía un rato, subiendo la mano por su nuca, perdiendo sus dedos entre sus suaves cabellos, moviéndolos al compás de la respiración de Cathy.

—¿Ahora? —le preguntó en voz baja, ladeando su rostro para dejar un suave beso en su sien—. Por supuesto. Estoy contigo, Cathy, y contigo siempre estoy bien.

Quizás eso sí era una mentira a medias, pero escuchar la respiración de Cathy contra su piel se llevaba lentamente los recuerdos de Agnes, como palabras que se llevaba el viento. Entonces pensó en que podría sobrevivir todo aquello, en que podía ser fuerte y podía aguantar en silencio todo lo que pudiera pasar dentro de aquella oficina y venir y dejar morir una parte de él junto con los secretos de él y Agnes en los brazos de Cathy.

—Casi te toca a a ti, Cathy —dijo bajito, soltando su abrazo solo para estirarse y alcanzar una manta que puso torpemente sobre la espalda de Cathy, hablando más para sí mismo que para ella—. No es como si te hubieras pasado. Te defendiste tal y como ella lo hizo, pero tú pudiste aguantar más —buscó consolarla con palabras, apenas en un susurro—. Y lamento haber sido un desastre allá temprano, Cathy. Seré más fuerte, seré el Batman que mi Robin se merece.

 

Catherine Whitman

Cuando la abrazó acomodó mejor su cuerpo, terminando escondiendo por completo su rostro entre el hueco de su hombro y cuello y así sus manos tambien lo abrazaron, trazando distintas figuras en su espalda para distraerse de lo que estaba pasando, sabía que esa era la respuesta que le daría Noah, no le iba a decir si realmente se sentía de alguna manera mal por lo que pudo haber pasado o verse expuesto ante Agnes de la misma forma que había estado ella.

Terminó asintiendo y dio diversos besos en esa área para que supiera que lo había escuchado y se lo tomaba en buena forma. Tan siquiera en ese preciso instante su Noah estaba bien.

—Noah... no fuiste un desastre, actuaste como yo hubiera actuado si hubieran dicho tu apodo...—suspiró, ni siquiera quería imaginarlo. En cuanto a la chica, no quería decirle las veces que la vio reirse o parecer disfrutar todo aquello, pero si tenía razón en que ella solo se estaba defendiendo —, tu ya eres fuerte...ya eres mi Batman, no necesitas ocultar lo que te puede causar miedo, porque se note o no, yo se que estarás preocupado por mi...

Dejó su pequeño escondite para mirarlo —No hablemos de eso...yo...quería que esta noche te sintieras bien, disfrutaras que tan siquiera aquí solo somos nosotros...

 

Noah Briggs ~

Acarició sus brazos y espalda mientras la escuchaba hablar, incapaz de mirarla a los ojos. Sabía que había cosas que Cathy estaba dejando fuera de la conversación, pero no tenía el estómago para preguntarle al respecto. Apoyó la cabeza en el respaldo de la cama, con la mirada perdida en la ventana.

—¿Disfrutar entre nosotros solos? —le preguntó, tomando una de sus manos entre la suya, poniéndola sobre su pecho, acariciándola también. No quería que se durmiera con las manos bajo su espalda con aquellos cortes y se despertara acalambrada en medio de la noche—. ¿Me estás haciendo una propuesta indecente, Catherine Whitman? ¿Acaso Agnes también te premió con alguna clase de anticonceptivos?

Y la miró por el rabillo del ojo por unos instantes, sonriente, tranquilo, mientras le guiñaba un ojo. Si Cathy no quería hablar del tema entonces iba a sacar cualquier otro tema absurdo de abajo de las piedras para alejar la nube gris de sobre su cabeza.

 

Catherine Whitman

—Sí... no quería que te centraras en cosas más negativas o algo así...—murmuró haciendo una leve mueca, ya de nada le servía ocultar su intención, no creía que pudieran tomar aquella normalidad ajena que habían adquirido recordando cosas antiguas y bromeando como si no estuvieran encerrados en un lugar donde la habían obligado a casi matar a una chica que ahora ya no tenía un ojo.

Lo siguiente, bueno, había esperado que lo mencionara pero el tono le dio algo de color a sus mejillas —Será indecente si lo decides tomar así, quiero que seas tu quien decida que quiere hacer pero no, no brindó ese detalle.

Pero así terminó rodando para terminar al lado suya, mostrandole la lengua en el proceso.

 

Noah Briggs ~

Pegó los labios a la frente de Cathy, manteniéndolos allí después de haberle dado un suave beso. Se la estaba pasando buscando posiciones en donde el contacto visual fuera mínimo porque en aquel momento tenía demasiadas cosas que esconderle a ella.

—Esa Agnes aguafiestas —murmuró contra su fleco, fingiendo una sonrisa.

En cualquier otro momento poco le habría importado cualquier cosa con tal de sentir la piel desnuda de Cathy contra la suya propia, pero en ese momento agradecía haber podido salirse de esa broma que no había terminado de calcular para cuando las palabras habían salido de sus labios. Y menos mal, porque como estaban las cosas, sentía que no se le iban a parar ni los pelos de la nuca.

Había demasiadas cosas en ese cuarto que le recordaban a lo que había pasado en la oficina de Agnes como para siquiera concentrarse en lo que estaba diciendo, y Cathy no se merecía eso. Parpadeó un par de veces, despegando sus labios de su frente, quitando la manta de la espalda de Cathy.

—Pero ya sé exactamente qué puedo hacer para hacerte sentir muy, muy bien, Cathy...

 

Catherine Whitman

Se mantuvo mirando el techo en busca de distraerse de todo aquello, si Noah había parecido interesarte por las vistas en la ventana ella trataría de interesarse por el propio cielo estrellado que le habían colocado a la habitación, aunque tampoco e había molestado sentir sus labios sobre su frente aunque fueran por leves segundos, le gustaban aquellos gestos de su parte.

Giró su rostro hacia él un tanto confundida, ¿seguían hablando de lo mismo? —Mientras a ti te guste también... porque si no, podemos...solamente estar aquí lado a lado.

 

Noah Briggs ~

Sonrió apenas antes de dejarle otro beso sobre la frente, alzando una ceja al ver la expresión de su rostro. Tomó la manta con ambas manos y la sacudió un poco en el aire, estirándola por completo, llegando hasta tapar los pies de Cathy. Luego la rodeó con sus brazos tan fuerte como pudo, teniendo en mente no apretarla de la forma en la que le hubiera gustado, temiendo a maltratar su cuerpo lastimado.

—Un Cathy burrito —le dijo con simpleza, asegurándose de que cada centímetro del cuerpo de Cathy estuviera envuelto con la manta—. ¿En qué pensaste, pervertida? —le preguntó en tono burlón.

Había quienes decían que ejercer presión sobre el cuerpo era terapéutico, incluso había quienes vendían mantas con peso extra como si fuera la última novedad de la ciencia moderna, pero él no podía dejar de reconocer que había algo de cierto en todo eso, porque el recuerdo los días de lluvia con Cathy sobre su pecho, ambos acostados en el sillón de su viejo apartamento, superaba cualquier otra memoria de día soleado.

Quizás, si la estrujaba con la suficiente fuerza, podría impedir que ese lugar la rompiera.

 

Catherine Whitman

Se mantuvo atenta a sus movimientos tratando de averiguar que estaba planeando hacer, aunque la mayoría de las veces no funcionaba con Noah, siempre terminaba sorprendiendola o yendo por un camino extremadamente opuesto al que ella estaba visualizando.

Y así pasó de nuevo, cuando sintió como la abrazaba de repente, sorprendiendola en el proceso y arrancandole una que otra risa cuando sintió que ahora estaba completamente inmovilizada por las sábanas y los brazos de Noah.

—De nuevo... No estaba pensando en nada, pervertido—recostó su rostro en su pecho —, gracias por todo, te adoro...

Estaba... Feliz y una parte de ella también estaba triste aunque buscaba no mostrarlo, porque de nuevo, no había podido hacer mucho por él como él hacía por ella todo el tiempo.

 

Noah Briggs~

Dio un último beso en la cabeza de Cathy antes de acomodarse él también, quedando en una posición un poco más horizontal, aunque aún semisentado. Entrecerró los ojos apenas, dejando que los focos de las estrellas fueran perdiendo la forma al verlos a través de sus pestañas hasta que simplemente se volvieran pequeños puntos de luz de colores.

—Gracias por volver a mí, Cathy —le contestó casi en un susurro, respondiendo a sus sentimientos con un abrazo.

Así, en ese momento, se sintió capaz de todo, de poder sostenerla y contenerla por el resto de la eternidad. Podría dejarse llevar por los pensamientos y la negatividad y el miedo y la ansiedad y reconocer que estaba muy lejos de ser capaz de algo que no fuera temblar de miedo en ese lugar.

Estás bien, Noah. Tú y Cathy, por ahora, están bien.

 

Catherine Whitman

Estuvo a punto de sumirse en un intento de sueño, como si el hecho de que pudiera lograrlo le pudiera abrir los ojos luego en el departamento que tenía cerca de su universidad, con Noah a su lado, durmiendo, pero no. Después de asentir lentamente ante sus palabras, la voz de Agnes inhundó la habitación haciendola abrir sus ojos de golpe.

Hasta allí llegó su pequeño mundo de paz construido.

Se desenvolvió con cuidado y lentitud de las sábanas, apartando las manos de Noah muy a su pesar, no le gustaba para nada la idea de un "cuarto de juegos" pero, sabía que tampoco podían ignorarla.

—Noah...tu collar esta rojo...—murmuró asumiendo también el suyo estaba de esa forma —, tenemos que comer esos dulces...—terminó levantandose de la cama y arrastrando sus pies hasta la nevera, sacando dos brochetas de frutas, una para Noah y otra para ella, no quería simplemente comieran un dulce sin nada apropiado en el estómago.

Tomó su propia bolsa y tomó un dulce luego de haber comido parte de la fruta, agradeciendo enromemente haber guardado un pedazo de esa fruta por el mal sabor que le había dejado en la boca.

—Ugh... realmente...creí que sabría dulce.

 

Noah Briggs ~

Nunca pensó que podría haber sido capaz de dormirse luego de semejante día, pero supuso que todos los sucesos que habían vivido, a cual más bizarro que el anterior, habían acabado con la poca energía que le quedaba.

—¿Ah? —balbuceó, sentándose en la cama al sentir la ausencia del peso de Cathy sobre su cuerpo—. ¿Qué quiere Agnes ahora? —preguntó.

Tragó grueso mientras se rascaba los ojos con algo de fuerza, casi que desesperado de la picazón. Tenía que dejar de reemplazar noches de sueño con siestas de menos de cinco minutos o iba a terminar loco antes de tiempo.

—¿Caramelos? —preguntó de nuevo, tomando la brocheta de frutas, sin ubicarse del todo en el lugar.

Buscó entre su bolsillo el fulano dulce que le habían dado. Chasqueó la lengua mientras se metía un trozo de fruta en la boca, actuando más por inercia que otra cosa.

Kiwi.

Noah odiaba el kiwi.

Tragó el enorme trozo de fruta con algo de dificultad, negado a seguir masticando ese pequeño trozo de infierno verde. Entonces, en un intento por distraer a sus papilas, abrió el caramelo, el cual se había puesto algo pegajoso por el calor de su cuerpo, y se lo llevó a la boca.

—Cathy —le llamó, con su rostro retorcido en una mueca—. Esto sabe peor que la mierda.

Al parecer querían acabar con él de varias formas: a través de tortura física, psicológica, y también atacando su estómago.

Bufó a nueva cuenta y se levantó de la cama, dirigiéndose hacia la puerta; ya lo habían puesto de mal humor y ni siquiera había terminado de amancer.

 

Catherine Whitman

En ningún momento había esperado que en el instante que se detuvo para volver a pedirle a Agnes que lo considerara, que Noah se levantara así de rápido hacia ella y le hablara de esa forma que la dejó notoriamente sorprendida, ni siquiera cuando estaba enfadado por simplemente querer protegerlo le hablaba de esa forma y que lo hiciera en ese momento empeoraba todo, o tan siquiera, las sospechas que quería armar en su cabeza de algo que sabía que no tenía información.

"¿Qué te está haciendo Noah? ¿Ofreciste algo?"

Y antes de que pudiera alegar, sintió su mano sobre su nuca antes de ser empujada por él y ser obligada a terminar de avanzar hasta que los guardias la sacaron de aquella habitación sin poder mirar atrás, sin poder intentar despedirse tan siquiera con la mirada y decirle que no se preocupara, porque sabía que en el instante que se diera cuenta que no iba a regresar a la habitación junto con ella, sería un golpe para él. Sería un golpe para su cabeza por pensar si estaría sola o le asignarían a alguien más, si estaría en peligro o no.

Cuando la arrojaron dentro de su habitación de nuevo se quedó sentada frente a la cama con las manos sobre su rostro por unos segundos antes de suspirar algo frustrada —Noah...por favor mantente a salvo tu tambien...

 

Servicio a la habitación - Personas disfrazadas de estudiantes infantiles.

El sonar de la puerta se a repetido un par de veces, y cuando la abres podrás ver 2 mujeres simulando lo que Agnes imagina en el rincón de juegos actual. Las "niñas" tienen 2 bandejas en mano. 1 De ellas trae un delicioso almuerzo, y la otra trae 1 granizado de limón para pasar el sólido. Han entrado y dejado el contenido sobre la pequeña nevera de la habitación, alejándose entre cumplidos de que ha sido una buena estudiante, brillante, disciplinada, inteligente, amable, tierna.

En la bandeja en donde está la bebida hay una pequeña nota, la cual dice:

♥ Disfruta tu almuerzo Cathy.
Con amor, Agnes.

 

Catherine Whitman

Se mantuvo esperando quieta, esperando quien sería el o la que atravesara la puerta, Noah no iba a regresar con ella y lo sabía pero....teniendo en cuenta que no conocía absolutamente nadie y solo la habían visto noquear a una chica con unos látigos de sangre, dudaba que tuvieran mucha ilusión de tenerla cerca así que...quería que fuese Noah.

El sonar de la puerta la hizo reaccionar como un resorte, levantandose lo más rápido posible para atender a quien estuviera allí, con su corazón a mil, incluso con cierto temor de estarle abriendo la puerta a un nuevo peligro hasta que giró la perilla y vio a...¿pseudo estudiantes sacados del área de juegos del que acababa de salir?

Las dejó pasar con un gesto extrañado, agradeciendoles de una forma algo torpe por lo inesperado de la situación las molestias que se tomaron y de alguna forma, diciendoles algunos cumplidos también fingiendo que eran parte de su clase para seguir con el juego, porque...suponía que eso debía hacer y realmente no quería arriesgarse demasiado. Caminó primero para la charola con el almuerzo y una vez que lo acomodó en la cama quedando con la vista hacia la ventana, fue por la bebida al tiempo que leía la nota para volver a sentarse, la bebida estaba entre sus piernas y la charola frente a ella.

Si no había nadie con quien compartir... tan siquiera buscaría distraerse viendo las vistas que tenía.

—...Gracias por la comida, Agnes... —¿La estaria escuchando? No sabía con exactitud pero de nuevo, parecía adecuado decirlo antes de iniciar a comer, preguntandose si Noah también recibiría algo o si estaría bien, si Agnes le estaría haciendo daño o no mientras lo único que podía hacer ella era quedarse en aquella habitación tratando de fignir que todo estaba bien.

 

Shade Mcartty.


Los guardias lo soltaron justo al frente de la puerta. Sentía la adrenalina bombear en todo su cuerpo a medida que giraba el picaporte y entraba en la habitación. Lo primero que sintió fue el olor a chocolate embriagándolo, la boca se le hizo agua de sólo imaginar los dulces con ese olor. Observó la habitación, bastante diferente de la primera en la que estuvo y allí en la cama estaba su premio.

—Vaya, vaya. De verdad debí portarme bien —se rió, caminando con pausa hacia la cama—. ¿No eres tú la que maltrató a mi pobre hermana pequeña? ¿No eres tú por la que ahora no tiene un ojo? —Inquirió mientras su tono se iba oscureciendo. Toda la rabia que se había diluído con el baño y distracciones, comenzaba a asomar de nuevo al ver esa "dulce" y patética cara frente a él.

Pateó la cama haciendo que se moviera unos centímetros de donde estaba creando un horrible chirrido contra la madera.

—¿No quieres hacerme lo mismo a mí? —inquirió viéndola a los ojos.

 

Catherine Whitman

Después de comer había dejado todo donde aquellas chicas lo habían colocado, luego volvió a la cama, abrazando sus rodillas mientras seguía mirando por aquella ventana como si fuese la cosa más interesante del mundo en ese momento, porque en ese momento era simplemente más sencillo imaginar cuando Noah y ella iban a las ferias y pasaban un buen rato a imaginar que pasaría con los dos ese mismo día.

La puerta se abrió y supo que Agnes realmente había hecho lo que consideraba necesario. ¿Estaría él entonces en la habitación en la que Shade había estado? Esperaba que sí, y no estuviera en un lugar malo.

Mientras se acercaba ella fue retrocediendo lentamente, con su corazón acelerado por el miedo, agradeciendo internamente lo amplia que era y el espacio que podía tener para no estar tan cerca de él.

Dio un pequeño brinco cuando pateó la cama con esa fuerza, sabía que, en definitiva, no quería nada que ver con algún golpe de su parte. —Shade...yo no quiero hacer nada de eso —Quizás si sonaba calmada las cosas no irían a mal, quizás si aparentaba estar calmada no se notaría como prácticamente estaba preparada para lanzarse hacia un lado de la cama para salir de allí si era necesario —, yo no quise herir a tu hermana, yo no quise que perdiera un ojo, yo no quise que nuestros nombres salieran en esa máquina...

Tragó saliva, sus manos seguían temblando un poco —¡No te haría lo mismo! No quiero hacer lo mismo... por favor, creeme...