(``♥ El Destino del Angel ♥ ´ ´)

Re: (``♥ El Destino del Angel ♥ ´ ´)

No me inspiré en una peli de terror y sangre...
Me inspiré en una serie de Trauma y sangre xD

Y también con mis canciones EMOtivas
xD

Y see, soy la 3era con mejor promedio de la clase (Era la 2da ¬¬)


Buee, la conti esta noche o mañana xD
Bye~Neee!

 

Re: (``♥ El Destino del Angel ♥ ´ ´)

Noticia:
Nayury es la nueva integrante
Hanabi!

Ahora... Hoy subi capi
Digan algo pa no hacer doble Post

Bye~Nee!

 

Re: (``♥ El Destino del Angel ♥ ´ ´)

No es por nada Baldur pero... ¿Desde cuando hay que hacer eso para ser del grupo? ¬¬ No impongas leyes, que yo soy la que manda aqui ¬¬

Ok, en fin, les traigo la conti... A mi no me gustó MUCHO, y no me pueden reclamar nada, porque este capítulo fue el doble de largo, para compensar el no haber subido en 1 mes completo.


Espero les guste, y perdónenme por todo lo que escribí esta vez ¿Ok?
Espero les guste...

++++++++++++


~~ Chapter 17 ~~


No entiendo… Simplemente no puedo comprender por qué todo lo que sucede… Todo lo cruel, triste o malvado, me tiene que suceder a mi… ¿Es el destino? …No… No lo creo. Desde pequeña me han enseñado a no confiar siempre en el destino, ya que puedo cambiarlo en cualquier momento de mi vida… Pero entonces ¿Por qué? ¿Por qué he sufrido tanto? ¿Por qué he visto a tanta gente llorar por ella? Sabiendo que yo fui quien la mató…

Mamá… Realmente, desearía… Por una vez en mi vida… Estar en tu lugar, y ser yo, quien esté muerta. Tal vez, la gente sería más feliz así…
O tal vez me equivoque… Y Dios me hizo esto por alguna razón, alguna razón la cual entenderé en el futuro… Pero mamá, ahora no puedo… En estos momentos soy una flor sin madurar, una semilla sin cosechar… Soy la luna escondida tras el sol… Sólo soy una niña.

Y aunque papá siempre me decía cosas como “Eres lo más importante para mí” “Te quiero más que a mi vida” “Daría todo por ti”, en el fondo sé, que realmente te necesita más que a mí… Contigo puede formar una familia, en mi caso, soy su familia… Y no lo parezco realmente.

No quiero pensar que soy una asesina, pero realmente es lo que siento mamá… De pequeña, no recibí mucho amor de parte de mis conocidos, me miraban de una forma difícil de explicar, tal vez, me miraban cariñosamente, ya que era la hija de una amiga… Sin embargo, sé que nunca quisieron mirarme de forma cariñosa, mas bien, en su corazón, siempre me miraron de manera melancólica… Y cuando caminaba por las calles, algo que jamás olvidaré, eran los murmullos de la gente, aquellos que siempre decían “Es esa niña” “Si, es ella… Pobrecilla” “No puedo creer que le haya hecho eso a su madre” “¿Cómo pasó todo?”

Detesto que sientan lástima por mí, detesto a la gente que siente lástima, detesto sentir lástima… ¡Si no existiera ese sentimiento todo sería más fácil para mí! Si no existiera… Yo no habría llorado tanto hasta los 8 años, si no existiera, nunca me hubiese sentido rechazada por nadie, si no existiera… Yo no sería lo que soy ahora.


Ahora quiero pedirte perdón mamá, discúlpame por siempre maldecir mi vida, por siempre quejarme de lo que soy, y de lo que tengo… A sabiendas de que gracias a ti, poseo todo eso, e incluso más.
No quiero que pienses que has desperdiciado tu vida en algo como yo… No, más bien en alguien como tu hija.
Ya que, a pesar de mi sufrimiento, el de mi padre, el de todos… Yo soy feliz.


Un sonido provocó que la chica despertara poco a poco de su extraño sueño… Abrió lentamente los ojos, sin entender muy bien, dónde estaba realmente.

-¿Estoy…? – Miró alrededor suyo. - ¿En el refugio?

Se encontraba sobre una camilla, tapada hasta el cuello con unas sábanas blancas, casi no podía respirar, pero eso no le importaba.

-¿Qué fue ese ruido? – Se preguntó, pero luego se puso alerta, pues volvió a escuchar el mismo sonido. - ¿Quién anda ahí? – Preguntó con voz desafiante casi sin poder moverse del dolor.


Entonces observó su cuerpo… Estaba cubierta de vendas, parecía una verdadera momia, además así de dolorida… No podía moverse para nada, fuese lo que fuese que estuviera afuera… No debía entrar.

-¿Megu? – Se escuchó decir a una voz, la cual Megu conocía perfectamente.
-¿Eres tú papá? – Preguntó la niña. - ¿Eres… Tú?
-¿Cómo estás, princesa?
-No puedo creerlo… ¡De verdad eres tú!
-¡Claro que soy yo!
-¡Papi! – Gritó la chica intentando moverse, sin lograrlo.
-No te muevas, sé que estás malherida… - El hombre se acercó lentamente hacia donde estaba su hija. -¿Cómo has estado?
-Papá, no seas tan orgulloso…
-¿Eh? ¿Por qué dices eso?
-Sé que quieres abrazarme, pero no quieres demostrarlo…
-¡Eso no es cierto!
-¿Ah si? ¡Pues abrázame!


El hombre no pudo soportarlo más, y abrazó fuertemente a su hija… Tan fuerte, que incluso casi llega a lastimarla, pero la chica no sintió el dolor, no pensó en el sufrimiento, ya nada le dolía, ya nada la hacía llorar… Sólo quería sentirse protegida, con la persona que más la amaba, y que se encontraba allí, con ella…


-“Porque estás aquí… ¿Cierto? Esto no es un sueño… ¿Verdad papá?”



La chica se recostó suavemente en las piernas de su padre, éste acariciaba la cabeza de su hija con ternura, mientras la miraba, la apreciaba, observaba cuidadosamente cada uno de sus movimientos, escuchaba su respiración, sentía su palpitar… ¿Por cuánto tiempo más podría estar con ella?
Megumi estaba tan cómoda, por fin se sentía protegida, hace mucho tiempo que deseaba ver a su padre para sentirse libre, para sentir esa comodidad que sólo puede brindarle su propia familia… Aún así, había algo que le incomodaba, algo en lo cual había estado pensando antes.


-Oye papá…
-Dime, Megu…
-Yo… ¿Soy una asesina?
- …



Los rayos del sol comenzaron a asomarse por la puerta del campamento, Sai estaba muy despierto, sentado sobre las grandes puertas que protegían el lugar, mientras que Kakashi dormitaba en su puesto, al parecer un poco cansado…


-Kakashi-San…


Al Jounnin le explotó en la cara la burbuja que salía de su nariz, despertándolo completamente.


-¿Eh? ¿Qué sucede Sai?
-Anoche… ¿No pasó nada extraño?
-No, nada.
-Porque supongo que estuviste vigilando toda la noche ¿Verdad?
-¡Claro que si!
-Ajá… -Suspiró. – Bien…



Los rayos del sol comenzaron a aparecer lentamente a través de la ventana de la joven, que descansaba recostada en la camilla de aquella carpa, su rostro angelical no demostraba emoción alguna, más que el brillo en sus mejillas, señales de que por ahí, alguna vez rodaron unas amargas lágrimas… Recuerdos de un triste ¿Sueño?

Lentamente comenzó a abrir sus bellos ojos blancos, su mente, lentamente fue recordando lo que había sucedido, pero no movió ni un solo músculo, no sabía cómo sentirse.
¿Acaso había sido todo un sueño? No recordaba muy bien todo lo sucedido, mas bien era un sentimiento vago, que le dejaba la constancia de que algo había sucedido, pero no estaba segura.


-Papá… - Fueron las únicas palabras que logró articular en ese momento.


Sintió como nuevamente una lágrima amenazaba por salir, pero logró impedir su paso, pues ya no quería volver a llorar, llorar era para débiles… Pero también para personas.


-¿Megumi-San? – Le interrumpió una voz que acababa de entrar a la tienda. - ¿Está despierta?

Megu no respondió, no tenía ganas de ver a nadie, ni de responder nada.


-Veo que si… - Continuó la mujer cuando ya se había sentado junto a la camilla de la joven. - ¿Cómo se siente?. – Al parecer estaba obligada a contestar.
-Bien. – Mintió. – Bastante bien.
-Me alegra… Ahora revisaré cómo están sus fracturas, desvístase, por favor, pero no se saque las vendas.
-Hai…



++++++++

-¿Cómo está ella?
-No muy bien, Shikamaru-San.
-Entiendo… ¿Sigue igual?
-Completamente igual, no hay alteración positiva ni negativa.
-Comprendo. – Suspiró. – Por favor, déjennos a solas.
-Hai, con su permiso.

-Vaya problema… - Decía entre dientes Shikamaru.
-¡No digas esas cosas papá! ¿Cómo puedes decir eso de mamá? ¡Está enferma!
-No grites, estás en un lugar donde no se debe gritar Hisui.
-Lo siento…
-Hija… ¿Podrías dejarme solo con ella por un momento?
-Claro, papá… - Respondió saliendo de la tienda. – Iré a ver si Megu ya despertó.
-De acuerdo…


Cuando la chica hubo desaparecido por el umbral de la entrada, el hombre lentamente se acercó a aquella mujer que dormía recostada sobre la camilla, se veía tan relajada… Hace mucho tiempo que no la veía así.

-Hola mujer… - Le habló suavemente cuando se sentó junto a ella, sabiendo que Temari odiaba cuando le decía mujer. – Tiempo sin hablar… - Apretó suavemente su mano.


Como era evidente, su esposa no le respondió, y el hombre sólo se quedó observando sus facciones, una por una, detenidamente, dejándose guiar por cada parte de su rostro, como hacia años no hacía.


-Eres hermosa… ¿Lo sabías, demonio? – Demonio… Tampoco le gustaba que le dijera así siempre que estaba molesta. - ¿Sabes? No puedes dejarme solo… Siempre me dijiste que yo era un inmaduro, y que, por dentro, continuaba siendo un niño perezoso que necesitaba que alguien le cuidara… Y ¿Sabes qué? Tenías razón, aunque yo siempre te lo negué y dije que eso era muy problemático… Es verdad que yo soy el verdadero problemático, aunque siempre te lo he dicho a ti, también es verdad que necesito de alguien que me cuide, pero Temari… - Su voz comenzó a quebrar, y lloró, lloró como nunca antes lo había hecho, sentía como gotas rodaban por sus mejillas, apenas podía hablar, temblaba desesperadamente… La última vez que había llorado tanto, también había estad con ella, el día en que había fallado en su primera misión como Chuunin, ella estuvo con él, en el hospital, esperando a sus amigos. Y ahora, era ella quien estaba en peligro, y él no dejaba de llorar. – Pero Temari… Quiero que esa persona, seas tú…


El cuerpo estaba frío, y si no fuese por la maquinita que sonaba con cada latido del corazón de la mujer, hubiese jurado que estaba muerta…


-Es verdad, realmente eres problemática, pero ¿Sabes qué sería peor? No tenerte a mi lado, cuando realmente tenga un problema… - Se secó las lágrimas. – Mírame, estoy llorando como nunca nadie antes me habían hecho llorar. Ahora que lo pienso, hay algo que no te he dicho desde el día en que nació nuestra hija… Temari, te amo.

Su hija… La hija de ambos, el fruto que nació de la semilla plantada por uno, en el campo del otro… La mariposa que nació del capullo tejido por ambos, su pequeño logro…


-No puedes dejarla así Temari, sería un verdadero problema que dejaras a un hombre como yo, junto a una chica que se parece mucho a ti. Necesita de ti, necesita de alguien que la comprenda realmente, una madre… No, una amiga, con la que pueda hablar de sus problemas, sus sentimientos, sus penas… Una mujer en la que pueda apoyarse en el momento de llorar… Ella aún es inmadura, y tú lo sabes ¿Entonces qué estás haciendo ahí recostada? ¡Levántate tonta! Levántate, y reconstruyamos juntos nuestro hogar… Volvamos a ser una familia, y te juro que ya no volveré a viajar de Konoha a Suna, y me quedaré contigo por siempre. – Recostó la cabeza junto al cuerpo de su esposa, y continuó llorando, sin avergonzarse de que quizás ella le pudiese sentir. – Perdóname Temari, de verdad lo siento…


++++++++


-¿Segura que se siente bien, Megumi-San? – Preguntaba la enfermera, después de haberle revisado, y haber confirmado que aún tenía huesos fracturados. – Según las radiografías, no está bien…
-Tranquila, estoy bien. – Respondía poniéndose la polera. - ¿Puedo irme ahora?
-¿Irse? ¿A dónde?
-Hay unas personas… Que necesito ver.


-¡Megu! – Gritaba la joven morena corriendo en dirección a su mejor amiga. - ¡Megu!
-¡Hisui! – Respondió ésta intentando correr, pero al más mínimo movimiento brusco, sus huesos “ardían”. – Maldición… -Pensaba.
-¡Amiga! – La chica se lanzó a abrazar a su amiga en el momento en que llegó junto a ella.
-¡Hisui! ¡AAH! ¡No me abraces tan fuerte! Tengo huesos rotos… - Se quejaba.
-Perdón, pero… ¡¿Por qué desapareciste?! ¡Ni siquiera me dejaste que te…! ¡Que me…!
-¿Qué te que?
-Megu yo… - La chica suspiró resignada a su orgullo. – Quiero disculparme.
-¿Disculparte? ¿De qué?
-De todo lo que te dije… Te grité cosas sin pensar…


Entonces Megu lo recordó, fue antes de ir a buscar a Ryu y a Gaara, cuando Hisui lloraba por su madre…

[Recuerdos]

-¡Tu has sido huérfana desde siempre! ¡No entiendes lo que es perder a una madre!
-Eres una mentirosa Megu… Una mentirosa ¡Me mentiste! Me dijiste que todo estaría bien… Que mi mamá estaría bien… Que nada malo iba a pasar. ¡Me mentiste! ¿Escuchaste? No quiero oír tu vos de nuevo… Todo lo que dices es mentira… ¡Todo! ¡Te odio! ¡Mentirosa!

[Fin recuerdos]


-Hisui…
-Perdóname, de verdad lo siento… Cuando desapareciste, pensé que todo había sido por mi culpa, Megu.
-Tranquila. – Respondió su amiga sonriendo. – No estoy enojada, para nada…
-Pero me siento pésimo, dije cosas que nunca debí decir… Te dije huérfana, aunque no lo eres, te dije mentirosa, a pesar de que jamás me has mentido, te dije que te odiaba, a pesar de que eres mi mejor amiga y te quiero, Megu…
-Yo también, y las amigas siempre se perdonan ¿Cierto? – Sonrió.
-Gracias…
-Oye, cambiando de tema… ¿Cómo está…?
-¿Ryu? – Le interrumpió. - ¿Quieres verlo? – Mirada picarona (¬¬)
-Casi pierdo mi vida por intentar salvarle, tengo derecho a saber cómo está, no me mires así… - Le reclamaba.
-De acuerdo, de acuerdo… - Suspiró. – Aunque estoy segura de que hay algo más.
-¡Que no!
-Sígueme…


+++++


-Buenos días Neji. – Saludaba felizmente el hombre de verde entrando a la cabaña que les tenían asignada.
-Buenos días Lee. – Bostezó.
-¿Estás cansado? ¿Por qué?
-Por nada especial… ¿Tienes alguna noticia?
-Pues si…
-¿Cuál?
-Atraparon al culpable.
-¡¿Qué?!

+++++


-¿Cómo está mi padre?
-No muy bien…
-¿Mejor que yo? – Preguntó el joven pelirrojo, recostado en una camilla con vendas en la cabeza, un parche en la mejilla y un trozo de tela sujetando su brazo.
-No, Ryu-Sama, lamentablemente no. – Respondía el asistente de enfermería.
-Papá… - Susurró entre dientes el chico.

-¡Con permiso! – Gritó la chica de cabello negro entrando de improviso a la tienda. - ¿Cómo estás primo?
-Te he dicho que no me llames así…
-Lo siento, Ryu. – Sonrió.
-¿Qué es lo que quieres? – Preguntó bastante serio.
-Bueno, hay alguien que quiere verte…
-¿Alguien que quiere verme? ¿Y quién es?

-Hola, Ryu. – Saludó la castaña de ojos blancos ingresando también a la tienda.
-¿Megu?… ¡Megu! ¡¿Cómo…?!
-Si me vas a preguntar cómo estoy, ahórrate el tiempo ¿No ves que estoy de pie?
-Hn…
-Lo que importa ahora es el cómo estás tú…
-¿Cómo crees?
-Te ves mejor de lo que me veía yo esta mañana por lo menos… - Sonrió. – “Claro, porque yo recibí con mi cuerpo todos los escombros, y cubrí el tuyo”. – Pensaba. - ¿Te duele mucho? – Preguntó tomando el brazo del joven.
-¡Estoy bien! – Gritó éste algo molesto retirando su brazo bruscamente. - ¡Ah!
-¡No hagas movimientos bruscos! Tonto…
-Hmf…
-Yo me voy de aquí. – Dijo la joven morena saliendo de la tienda, mirando caprichosamente a su amiga. – Te veo luego, Megu.
-Si.


-Ryu-Sama, es hora de su cambio de venda. – Interrumpió el mismo hombre de antes, tirando un paquete de vendas sobre la cama. – Volveré a ver cómo está en una hora.
-Si, gracias.

-¿Tienes que ponerte la venda tú solo?
-Si.
-¿Y por qué?
-Porque… ¡¿Por qué me preguntas?! No es de tu incumbencia.
-Vale, lo siento, señor enojón.


El pelirrojo comenzó a sacarse las vendas de su brazo lentamente, con cada rose, hacía gestos de dolor. La chica sólo observaba atentamente, estaba preocupada, pero lograba ocultarlo.

-¿Quieres que te ayude?
-No te necesit…

No pudo continuar hablando, la chica había tomado las vendas que tenía en su mano, y comenzó a rodear lentamente su brazo con las nuevas… El joven no puedo evitar sonrojarse un poco por la proximidad de Megu, al mismo tiempo que sentía el rose de sus suaves manos sobre su brazo.


-Megu…
-Dime…
-Gracias…
-¿Por qué?
-Por… Salvarme.
-¿Te lo contaron?
-Si.
-No fue por nada…
-Pero ¿Por qué arriesgaste tu vida por mí?
-Porque… - Terminó de enrollar la venda, la aseguró, y miró a Ryu a los ojos. – Porque somos amigos. – Respondió sonriendo.
-Megu… ¿Podrías salir por un momento?
-¿Eh?


-¿Estás seguro de que podías salir de la tienda? – Preguntaba la castaña unos minutos después, mientras caminaba con Ryu por el campus.
-¿Y tú? – Preguntaba ese contraatacando. – No creas que no me he dado cuenta de cuando haces un gesto de dolor.
-Estamos en las mismas condiciones…
-Si…


Se detuvieron un momento en una alta colina, sentándose en el pasto, uno junto al otro, para sentir por un momento la brisa del aire, y poder observar la belleza del desierto… El silencio los invadió.


-Oye Ryu…
-Dime.
-Ya no estás molesto… ¿Cierto?
-Nunca lo estuve…
-Entonces… ¿Por qué no me hablabas?
-Ya te lo dije… Creí que sufrías por mi culpa, y que yo te hacía mal… Asi que pensé que lo mejor era alejarme de ti… O que tú te alejaras de mí…
-Ryu… ¿Aun piensas eso?
-No estoy seguro…
-Te diré una cosa… Mírame. – La chica le tomó suavemente la mano al muchacho, dándole indicios de que debía girarse.


El chico obedeció, y se giró a ver a su compañera, la cual le estaba observando fijamente, sonriendo… La luz del sol se reflejaba en sus bellos ojos blancos, y el brillo de su rostro la hacía ver…


-Mírame, Ryu… ¿Crees que estoy triste? – Preguntó. – Ahora estamos solos, no hay nadie más con nosotros… Sólo te tengo a ti a mi lado y ¿Me veo triste? Ryu… Me siento bien.
-Megu… - Bajó la mirada, evitando sonrojarse.
-¿Tú te sientes mal?
-No… - Sonrió mirando el cielo. – Contigo… Puedo hablar abiertamente, nunca he estado… Feliz con alguien, mas que contigo.
-Ryu… - La chica recostó su cabeza en el hombro del chico, y éste no se sonrojó, y sólo cerró los ojos.


Estuvieron así por un largo tiempo, sin hablarse, sin mirarse… Sólo sintiendo la presencia del otro, y el suave roce del viento en sus rostros… Había algo que hacía falta en ese momento, algo que decir, por parte de ambos… ¿Qué era ese algo? ¿Por qué…?


-Ryu, yo…


-¡Megu!- Gritó una voz haciendo a la chica sobresaltarse. - ¡Ryu!
-¿Hisui? – Preguntó Megu poniéndose de pie, observando a su amiga, que estaba bastante agitada. -¿Qué te pasó?
-Encontraron… Al… Culpable… - Dijo finalmente entre respiros.
-¡¿Qué ellos qué?! – Gritó Ryu.
-Ryu, tú tienes que ir, en nombre de tu padre…
-Maldición… - Reclamó el muchacho entre dientes. – Ya voy… - Dirigió la vista hacia Megu. - ¿Vamos?
-No Ryu. – Interrumpió Hisui.- Megu no puede ir…
-¡¿Por qué?! – Preguntaron ambos al unísono.
-Porque seguramente, tu padre estará ahí, Megu, y tú tienes una orden de alejamiento.


La chica no pudo evitar poner un semblante triste, su acompañante la miró sintiéndose algo culpable… ¿No había nada que el hijo del Kazekage pudiese hacer… Para que se encontrara con su padre? Su maldito orgullo no le permitió responderse.


-Está bien, iré… - Se puso de pie. – Pero… Hisui, tú…
-Tranquilo primo, yo me quedaré con Megu, no estará sola… - Dirigió la vista a su mejor amiga, la cual le observaba. – Ya nunca más estará sola… - Megu sólo sonrió.
-Gracias… -Asintió Ryu. – Megu, nos vemos luego.
-Ten cuidado, Ryu, recuerda que no te has recuperado.
-Lo sé, también tú. – Se despidió con la mano, sonrió, y desapareció envuelto en una nube de humo.

-Eeh… Disculpa que te lo pregunte Megu, pero… ¿Qué hacían tú y mi primo, juntos, solos, sentados en lo alto de una colina, mirando el paisaje?
-Si estás pensando en algo malo, te equivocas Hisui. – Respondió la castaña mirándola de reojo.
-Si, está bien…


No se sentía muy cómoda, en esos momentos no tenía ganas de estar con su amiga, y aunque no quería ser egoísta, debía admitirlo… Tampoco quería ver a su padre.

-Oye, Hisui…
-Dime.
-No quise preguntárselo a Ryu, pero… ¿Cómo está su padre?
-¿Mi tío Gaara? Mmm… Tengo entendido que no muy bien. – Megu no supo qué decir, y Hisui se percató de ello. - ¡Pero no te preocupes! Él ha salido de situaciones mucho peores, seguro que se recupera… ¿Vamos a verlo?
-Claro. – Asintió un poco triste.


++++

-¡Naruto-Sama! – Gritó Neji con algo de dificultad luego de recorrer casi toda la aldea de la Arena buscando al Hokage.
-Ah, Neji. – Saludó Naruto. – Ya me preguntaba el por qué no llegabas.
-¡¿Cómo se te ocurre preguntar eso si fuiste tú quien me mandó a investigar a la parte más lejana de Suna, y luego me mandas a llamar para que llegue lo más rápido posible?! – Se quejaba el Jounnin que ya estaba acostumbrado a gritarle a su amigo.
-Si, lo siento Neji… - Respondió el rubio con una gran gota en la cabeza. – Pero es que te necesitábamos. Continuó, esta vez poniéndose serio. – A ti y a tu Byakugan.
-Comprendo, no hay problema. – Se resignó, suspirando.
-¡Neji! ¡¿Por qué me dejaste abandonado en el campamento?! – Gritaba la bestia verde de Konoha, que al parecer había perseguido a su amigo tan rápido como pudo, que realmente debía ser MUY rápido.
-Lo siento, Lee. – Se disculpó Neji. – Pero fue culpa de Naruto que me mandó a llamar de urgencia. Naruto ¿Es verdad que tienen al culpable?
-Así es, Neji… Bueno, en realidad sólo es un sospechoso, aunque admitió su crimen, pero hay algo que no encaja bien en su declaración.
-¿Algo que no encaja?


-¡Jajajaja! ¡Los matarán! ¡Todos ustedes van a morir, no quedará nadie de esta jodida aldea! ¡Nadie va a sobrevivir ¿Me escucharon?! ¡NADIE! ¡Ellos van a matarles uno por uno! – La voz era de un hombre mayor, gritaba como si el demonio le hubiese poseído, al parecer no tenía fuerza propia para pensar por sí mismo.
-¿No hay forma de callarlo? – Preguntaba Kakashi rascándose la cabeza perezosamente.
-No lo creo, Kakashi-San. – Contestó Sai con su típica sonrisa.
-¡Es desesperante! – Continuó Sakura con una vena en el frente, listo para golpearlo y callarlo de una vez.
-No lo hagas, Sakura… - La detuvo Sasuke. – No empeores las cosas.
-Creo que de todas formas lo golpeará… Siempre empeora todo. - Opinó Ino con una mirada maliciosa.
-¡¿Qué dijiste Ino?! – Gritó Sakura.
-¡Lo que oíste Sakura! – Contestó la rubia.
-¡Ya verás! – La pelirosa se lanzó sobre su amiga.
-¡¿Cómo dices?! – Contraatacó su contrincante.
-Ya empezaron… ¡Cálmense! – Gritaba Sasuke sujetando a su esposa por la espalda.
-¡Ino, ya basta! – Le apoyaba Kiba sujetando a Ino. – “Gracias a Dios nuestro hijo no tiene su carácter…” – Pensó el castaño.
-“Si mi hijo llegara a tener su carácter…” – Pensaba también Sasuke.

-¿Qué sucede aquí?- Una voz interrumpió el momento, todos se quedaron en silencio, y parados de forma ordenada y respetuosa en el momento en que el Hokage entró a la carpa. -¿Sasuke?
-Lo lamento, Naruto-Sama… Es que… - Suspiró. – Ya sabe, lo de siempre.
-Si… - Dijeron todos los presentes, excepto Sakura e Ino que se miraban de reojo con fuego en los ojos.
-Muy bien… ¿Cómo está?
-Sigue haciendo y diciendo lo mismo, señor. – Respondió un guardia de la Aldea de la Arena.
-¿Están seguros de que él es el hombre que… Le hizo esto a mi aldea? – Preguntó el joven pelirrojo que se encontraba reemplazando a su padre.
-Lo declaró, dijo que fue él quien hizo todo, puso bombas, produjo incendios, y asesinó a los testigos… - Respondió Sakura.
-¿Nada nuevo? – Preguntó Naruto.
-Negativo, continúa hablando de que “ellos” van a matarnos, no va a cooperar. – Continuó Sasuke-


El rubio se arrodilló junto al hombre atrapado en la habitación, sentado en una silla con ataduras de chakra en las muñecas, y espuma saliendo por su boca.


-Dime… ¿Quiénes son “ellos” de quienes hablas?
-¡Los matarán a todos! ¡Morirán!
-¿Quiénes van a matarnos?
-¡Ninguno quedará vivo…!! ¡Uno por uno caerán a sus pies!
-¿A los pies de quién?
-¡Jajajaja! ¡Cómo deseo verlos morir ya!
-No hay caso… - Se resignó el Hokage. – Simplemente no va a cooperar con nosotros.
-Eso dije, Naruto. – Reclamaba Sasuke.
-¿Serán nuestros nuevos enemigos? – Preguntaba una joven de cabellos largos, parada en una esquina.
-No lo sé, Hanabi… - Respondió su primo. – No podemos confiarnos.
-Propongo que hay que sacarle la información a la fuerza. – Opinó un hombre con una zanahoria en la mano.
-Choji, no podemos hacer eso… ¿Qué comes?
-Zanahoria… ¿Por qué Ino?
-No, por… nada…
-En fin… Creo que…
-¡MUERAN AHORA!
-¿Qué? … -En ese momento, Ryu se dio cuenta de algo horrendo. - ¡Corran! ¡Aléjense de él! ¡AHORA!
-¿Qué pasa Ryu? – Preguntó Naruto sorprendido.
-¡Luego les explico! ¡CORRAN!


Todos obedecieron, y corrieron hasta lo alto de la colina tras la carpa, lo más alejados posibles del hombre, cuando se escondieron tras un escudo de arena creado por Ryu… El sonido de una enorme explosión invadió los oídos de todos los presentes. En ese momento, estaban agradecidos de que Naruto tuviese la idea de mantener al culpable lo más alejado posible del refugio de heridos.


-¡¿Qué fue eso?! – Gritó Ino, que por la fuerza de la explosión, había salido volando, cayendo sobre su esposo.
-Ino… Me ahogas. – Reclamaba Kiba.
-Lo siento…
-Sakura… También me ahogas… - Se quejaba el peliazul.
-Y a mi… - Continuó el rubio.
-Lo siento, quedé un poco incómoda. – Se disculpa la chica, que había quedado atravesada sobre sus dos compañeros.
-Mas bien yo creo que estás gorda… - Opinó Ino sin poder aguantar las ganas de decir algo contra su amiga.
-Ino, ya basta… ¿Quieres?
-Lo siento, Kiba.
-Ryu… ¿Tú lo sabías?
-No, me di cuenta cuando gritó… De que había activado una trampa con 3 tags explosivas clavadas en el techo, además de que activó una técnica de suicidio…
-¿Cómo?
-Lo estudié de pequeño, pero no sé muy bien cómo funciona, sólo que el chakra acumulado produce una explosión de su cuerpo.
-Gracias, Ryu… Nos salvaste. – Jadeaba Neji.
-No es nada… - Al ver aquellos ojos blancos que le observaban, pudo reconocer en el interior al chico al cual había visto en esa visión del pasado con Megu. – Usted es… ¿Hyuuga-San?
-Así es…
-Ya habrá tiempo para presentaciones luego… - Interrumpió Naruto. – Ahora, veamos… Sasuke, Chouji, Neji, Lee y Kiba, quédense aquí conmigo a investigar el sector… Sakura, Ino, Hanabi y Ryu, ustedes regresen al campamento de primeros auxilios, Sakura, tú debes permanecer allá, y seguramente la gente está preocupada, informen todo… - Dirigió la vista a Ryu. – También al Kazekage.
-¡Si! – Dijeron todos a coro.


Todos los nombrados obedecieron las órdenes, los que debían quedarse, se dirigieron a los restos de la carpa, para comenzar a indagar en los escombros, y los que debían irse, prepararon las cosas para partir. Antes de que se fuera, Neji agarró la muñeca de Ryu, y le susurró.


-Conoces a mi hija… ¿Cierto?
-Asi, es… Neji-San.
-¿Podrías… Mandarle saludos?
-Por supuesto…
-Y abrázala de mi parte… Eres un gran chico, llévale esto. – Depositó en sus manos un trozo de venda blanca con una pequeña mancha de sangre. – Ella sabrá lo que es.
-Como diga, nos vemos…
-Nos vemos… Ryu.


+++++


-Disculpe… ¿Cómo está mi tío Gaara?
-Hisui-San… Gaara-Sama recuperó la consciencia.
-¡Que alivio! ¡Vamos Megu!
-Si, yo te sigo…

-¿Hisui?
-Hola, tio Gaara…
-Gaara-Sama ¿Cómo se encuentra?
-Yo…


Un silencio lúgubre invadió la habitación, Gaara cerró los ojos, pensativo, dejando a ambas chicas bastante preocupadas. Se veía bien, sólo algo pálido… Pero daba la impresión de que pronto se recuperaría ¿Acaso no era así?


-Hisui, Megu… Necesito decirles algo…
-¿Qué cosa tío?
-Escuchen, los médicos estuvieron haciéndome unos exámenes, y… Y me dijeron que…
-¿Qué pasa, Gaara-Sama?
-Me dijeron que ya no podré volver a caminar.



Hasta hace poco un incómodo silencio había desaparecido, y ahora, nuevamente se veían envueltas en uno, aun peor. No podía ser cierto… No podía estar pasando eso ¿Acaso todo continuaría empeorando?



-No puede…
-Ser…
-Gaara-Sama, yo…
-Tío, yo…
-No se preocupen, no me siento mal, para nada… - Suspiró. – Megu ¿Cómo está Ryu?
-Lo está reemplazando, dijeron haber encontrado al culpable.
-¿Cómo?
-Si, tio… Naruto-Sama me dijo que Ryu debía ir en su reemplazo.
-Si realmente lo encontraron, soy yo quien debería estar ahí…
-Pero señor…


-Gaara-Sama… ¿Cómo se encuentra? – Preguntó una mujer pelirosa que acababa de entrar a la carpa.
-¡Sakura-San! – Se sorprendió Megu.
-¡Megu! ¡Que sorpresa! – Abrazó a la hija de su mejor miga. - ¿Cómo has estado?
-Pues… No muy bien. – Sonrió sacando la lengua.
-Si, lo sé, me lo contaron… - Respondió Sakura, igualmente sonriendo. – Por cierto, Ryu estaba buscándote.
-Ryu… - Megu se giró a ver a Gaara, el cual le sonrió.
-Hisui, Megu, encárguense ustedes de contarle a Ryu… Por favor.
-No sé si pueda… - Comentó Hisui.
-Vamos… Hisui, yo me encargo.
-Por favor…


Salieron las dos de la carpa, ambas bastante cabizbajas. ¿Cómo que ya no volvería a caminar? ¿Nunca más? Ninguna sabía qué decir, además Hisui no tenía la fuerza para contarle a su primo sobre el incidente, y Megu tendría que hacerlo… ¿Pero cómo decirle a una persona… Que su padre ya no volverá a caminar?


-Creo que lo mejor será decirlo directamente. – Dijo Megu al rato.
-Si tú lo dices… - Hisui estaba llorando, al parecer la presión era demasiado fuerte, Megu no quería que continuara llorando…
-Hisui, si prefieres… Puedo hablar yo sola con él, no sé si estés en condiciones de enfrentarlo.
-Gracias, Megu… - Sollozaba. – Creo que te esperaré en otra parte.
-Si, yo… Iré luego.


++++


-Muy bien, Ryu ¿Tú tienes que ir a ver a la hija del Hyuuga? – Dijo Ino con una voz un poco burlona.
-¿Eh? ¿Cómo lo sabe… Ino-San?
-Pues, te escuché hablando con Neji antes, creo que lo mejor será que nos dejes aquí, Hanabi y yo podemos encontrar a Hinata, no hay problema.
-De acuerdo, entonces nos veremos luego, Ino-San, Hanabi-San.
-Adiós Ryu.
-Nos vemos! – Concluyó el tema la rubia.


++++


-¿Encontraron algo?
-Negativo, Naruto-San
-Creo que lo mejor será regresar a Suna, el Kazekage es quien debe dar las órdenes.
-Naruto-Sama.
-¿Si, Neji?
-¿Puedo…?
-No, lo siento…
-Entiendo…

-¡Chicos! ¡¿Qué pasó?!
-¡Lee!
-Lamento no haber venido, es que estuve con Hinata ayudándole en algunas cosas. – Tomó aire. – Escuché el sonido de una explosión y vine en cuanto pude ¡¿Qué pasó?!
-Se suicidó… - Respondió Neji casi en un susurro.
-¡¿Quién?!
-El culpable, hizo una técnica de suicidio. – Respondió esta vez Naruto.
-Comprendo… ¿Algún herido?
-Naaah, nada en particular. – Bostezó Kiba.
-Como decía antes… - Interrumpió el rubio.- Regresemos al campamento.
-De acuerdo. – Dijeron todos menos Neji, Naruto se dio cuenta de eso.
-Lee… Acompaña a Neji a su campamento. – Ordenó el Hokage.
-Si, claro… - Respondió el joven de verde, con una mirada melancólica. – Vamos, Neji…
-Si, Lee… - Miró a Naruto, e increíblemente sonrió. – Vamos.



++++



Megumi no se concentraba en lo que hacía, caminaba sin rumbo, mirando la arena a sus pies, su mente en blanco, sus ojos contraídos… Su garganta seca. Necesitaba ver a Ryu, pero no quería decirle la verdad, No podía.

-¡Megu! – Para su suerte, el joven apareció corriendo justo unos metros más allá. - ¡Te he estado buscando!
-Ryu… - La castaña se vio obligada a forjar una sonrisa. - ¡Por fin! ¿Cómo estás?
-Ya no me duele tanto, peor no debí correr mientras regresaba… - De un momento a otro, su mirada se puso seria, cosa que extrañó a Megu.
-¿Eh? ¿Qué te pasó, Ryu…? – No pudo continuar hablando, se sorprendió al ver cómo su acompañante se acercaba hacia ella muy lentamente, y la rodeaba con sus brazos…
-Megu… - Susurró en su oído, haciendo a la chica sonrojar levemente por su contacto.


El abrazo fue suave, pero firme a la vez, seguramente era para no lastimarla… La chica recostó su cabeza en el hombro de su amigo, y cerró los ojos sintiendo los brazos del chico alrededor de su cuerpo.


-Megu, tu padre me pidió que te abrazara de su parte… - Susurró en su oído. Megu no supo muy bien cómo sentirse en ese momento, pero ya no importaba…
-¿Lo viste? Gracias, Ryu…


Se separaron lentamente, Megu trató de esconder su sonrojo, el pelirrojo estaba en una situación no muy diferente, se quedaron en silencio por un rato, y cuando Megu se disponía a hablar, nuevamente fue interrumpida.


-Me pidió que te entregara esto… No sé lo que es, peor me dijo que tú entenderías. – Le dijo extendiéndole ese trozo de venda con manchas de sangre.
-¿Qué yo entendería lo que era? – Se extraño. Puso sus manos sobre las de Ryu, retirando la venda, y observándola cuidadosamente… Entonces lo comprendió. – Estas vendas son… Las que tenía puestas anoche…
-¿Qué quieres decir con eso? – Preguntó extrañado.
-Ryu… - Cerró los ojos. - ¿Puedo confiar en ti?
-Claro que puedes.
-Es que… - Se dirigió a una roca cercana, en la cual se sentó. Ryu la imitó. – No se lo digas a tu padre ¿De acuerdo? Prométemelo…
-Lo prometo…
-Verás, anoche… Mientras descansaba en la carpa, algo me despertó… Al abrir los ojos, creí que sólo había sido un sonido proveniente de afuera, pero entonces sentí que una vos me llamaba… Entonces entró él.
-¿Tu padre? ¿No tenía orden de alejamiento?
-Si, por eso te digo que por favor no le digas a nadie.
-Si, entiendo… ¿Qué pasó?
-Yo creía que era un sueño… Pero ya veo que no.
-Hn…
-De cierta forma me alivia…


-Megu… ¿Fuiste a ver a mi padre? – Y tenía que tocar justamente ese tema… Tenía que ser directa, suave, pero directa.
-Si Ryu…
-¿Cómo está? ¿Despertó?
-Así es…
-¿Le hablaste?
-Si, Ryu…
-¿Te pasa algo?
-Tengo que decirte algo, que me pidió que te dijera.
-¿Qué cosa?
-Ryu, tu padre no está muy bien…
-¿Qué quieres decir con eso? Ya sé que no debería estar bien si se le cayó el techo encima, pero… ¿Tan mal está?
-Los médicos… - Respiró profundamente. – Le dijeron que ya no podrá volver a caminar.
-…


Poco a poco los segundos pasaban, sin recibir respuesta de su acompañante. La chica se sentía pésimo, podía comprenderlo… Primero Hisui, con su madre en estado vegetal, ahora Ryu… Con su padre sin poder caminar, y ella misma… Con su madre muerta, y su padre con orden de alejamiento.

-Oye… ¿Estás bien? – Le preguntó suavemente al rato, dirigió la vista hacia él, y se sorprendió mucho al verlo sonreír.
-¿Sabes? Tenía el presentimiento de que algo así pasaría… -Suspiró. – Sé que mi padre no le tomará mucha importancia, y si está bien para él… Bien para mí.
-Pero Ryu…
-No importa Megu. – Le sonrió. – Ya he aprendido a vivir mucho entre el dolor desde que mamá murió…
-Tu madre…
-Si… Murió cuando yo tenía un año, en una misión la asesinaron, no recuerdo cómo era.
-Lo siento…
-No te preocupes, sé que entiendes cómo me siento…
-…



El sonido de una trompeta interrumpió su conversación, ya se estaba haciendo tarde, y al parecer se llamaba a todos a reunirse con el Kazekage. Ryu miró el cielo.


-Sólo agradezco, que a pesar que de pequeño no crecí en un entorno de amor, aún tengo a mi padre.
-Tienes razón… - Miró las nubes teñidas de color naranja. – También yo…
-¿Vamos? – Sonrió el pelirrojo.
-Vamos. – Contestó la castaña.



++++



Caminaron lentamente, como si nada les obligara a avanzar, además, de cierta forma, no querían ir, tenían temor de que algo más hubiese pasado. Pero Ryu debía ir, como hijo del Kazekage, y Megu… Porque no quería estar sola.
Cuando llegaron, ya todos se habían reunido, aunque la chica se preguntaba si podía ella también estar allí, cuando de pronto, unas manos taparon sus ojos.


-¿Quién soy? – Preguntó una voz familiar.
-Tío Naruto ¿Cómo está?
-No se vale usar el Byakugan…
-No lo usé, era obvio que eras tú…
-En fin ¿Cómo has estado? – Dirigió la vista hacia su acompañante. – Veo que bien…
-No te confundas, tío… -Suspiró. - ¿Qué sucede?
-Nada, Megu… Sólo esperaremos las órdenes del Kazekage.


Nuevamente volvió a sonar la trompeta, y un hombre sentado en una silla de ruedas, hizo su aparición a través de las cortinas de la carpa más grande.


-Papá… - Susurró el pelirrojo.

-Supongo que todos se preguntarán por qué estoy en una silla de ruedas… Pues verán, debido al accidente que tuve recientemente, me temo que no podré volver a caminar. – Un murmullo general se escuchó por parte del público, Naruto abrió los ojos como platos, las mujeres sollozaban o simplemente se quedaron sin palabras, y los hombres, no sabían qué decir.
-Gaara-Sama… -Susurró una castaña.
-Matsuri… -Dijo en voz baja un hombre junto a ella.
-No pasa nada, Baki-San… Pero tengo el presentimiento de que esto fue por mi culpa…

-Creo que lo mejor sería ponerles al tanto de los resientes acontecimientos. – Continuó Gaara. – Me alegra ver que a pesar de que nuestra aldea fue destruida, todos los sobrevivientes continuamos unidos… - Suspiró. – Por cierto, quiero darle las gracias a dos personas en especial… Sai-Kun, y Hyuuga Megumi-San.
-¿Yo? – Susurró Megu.
-Si no fuese por Sai-Kun, yo no estaría presente, pues fue él quien me cargó hasta el campamento, muchas gracias. – Sai sólo sonrió en el público. – Y Megumi-San… Tengo entendido de que fuiste tú quien quiso ir en nuestra búsqueda, y que si no hubieses ido, Sai no te hubiese acompañado, por eso… Y por salvar a mi hijo, gracias. – Tanto Megu como Ryu se sonrojaron levemente, desviando la mirada.
-No fue por nada. – Susurró la castaña. – De verdad…
-Bueno, supongo que ya todos se habrán enterado a estas alturas de que el culpable fue encontrado… Pero no hemos podido sacarle información alguna.
-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?! – Se escuchó gritar a alguien desde el público.
-El criminal, al verse presionado por quienes le interrogaban, efectuó una técnica de suicidio…
-¿Cómo? – Preguntó Megu.
-Yo estuve ahí. – Le respondió Ryu.
-Asi es. – Continuó el rubio. – Si no fuese por Ryu, ninguno de los que estábamos presentes, estaría vivo ahora.
-¿Mi padre estaba ahí?
-Si… - Fue interrumpido por un suave abrazo de la castaña.
–Gracias.
-Sólo hice lo que debía hacer.


-Y esa es la razón por la que no podremos saber si el ataque a nuestra aldea fue planificada por alguien más… Lo lamento. – Cerró los ojos, pero luego sonrió, y habló enérgicamente. – Ahora… ¿No creen que es hora de comenzar a reconstruir nuestra aldea?


Una gran cantidad de voces se alzaron, al parecer, aunque todo eso había pasado, los sobrevivientes estaban listos, y llenos de energía para comenzar a reconstruir su aldea.


-Megumi-San… - Interrumpió Gaara. – Necesito que vengas a la carpa, ahora mismo…
-¿Eh?



Unos minutos después, Megu ya se encontraba dentro de la carpa, con Ryu y Hisui junto a ella, y en frente, Gaara, bastante serio.


-¿Qué sucede? – Preguntó la chica un tanto nerviosa.
-Megu, quería hablar contigo… Antes de hablar con tu padre.
-¿Sobre qué?
-Verás… Ya sabes todo lo que pasó, y ya que Suna está pasando por un momento de crisis, quería ofrecerte… Regresar a Konoha.


~~ Fin Chapter 17 ~~

+++

No me maten por nada ¿Ok?
Aún falta algo que no es muy bueno, y que no lo he puesto en este capítulo...
Además, creo que lo deje intrigante ¿No?
Pronto subiré el siguiente, ya que tengo en mente algunas cosas para poner...
¡Nos vemos!!

 

Re: (``♥ El Destino del Angel ♥ ´ ´)

No hay mucha diferencia xD
Ahora aki son las 2:48 *O*
Que tardessiiitoooo! xD

¿Me matarás? o.O
Que bien que te haya gustadooo!
Y que pienses que la espera valió la pena
eso me tenía preocupada. ^^U

 

Re: (``♥ El Destino del Angel ♥ ´ ´)

Pobre Cinua Ô.ó
Que bien que Ragna no me mató xD
Y ya sé lo que pasará en el próximo capi owo


Bye!

 

Re: (``♥ El Destino del Angel ♥ ´ ´)

Bueh, pero no es obligación, piensa que "POR EJEMPLO"
Si Hanabi no quiere ser amiga de Ino (DIJE QUE ERA EJEMPLO) No es obligación agragarla

¿No crees?

 

Re: (``♥ El Destino del Angel ♥ ´ ´)

xD Pobre...
Estaba loco, tenía rabia, destruyó la aldea... Pero era una vida! xD
Aunque a quien le importaba ese... ¬¬

Megu: ¿Y a mi quien me dice algo? :(