Long-fic de Inuyasha - ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

CAPITULO #22: LA ERA SENGOKU

Kagome vestía el ya conocido traje de falda verde con la camisa blanca. Se encontraban en un día algo nublado… sintió una brisa rozarle fuerte… “Kagome” escuchó que decía una voz a sus espaldas volteó encontrándose de frente con el chico de cabello plateado…

-Inuyasha – dijo en un susurro. Se encontraba algo triste.

-Kagome vine a decirte que ya tomé una decisión – dijo con voz seria el hombre… la mujer bajó su mirada.

-Lo se… ya regresaba a mi época… escogiste a Kikyo ¿no?

-Kagome… - Inuyasha se acercó más a ella y le abrazó, Kagome abrió sus ojos atónita escuchando como este comenzaba a susurrar en su oído - ¿Qué no te has dado cuenta que te amo a ti? Quiero que estés a mi lado por siempre…

Abrió sus ojos. y como lo sospechaba era solo un sueño… sentía su cuerpo desnudo bajo las mantas… y un brazo rodeándole por la cintura… esto le dio un brinco corazón y se sonrojó… había pasado… Inuyasha y ella… se volteó con lentitud tratando de no despertarle podía escuchar su suave respiración monótona. Y sí, ahí estaba él durmiendo plácidamente. Sonrió recordando lo que pasó la noche anterior… había sido lo más maravilloso para ella… esperaba que él hubiera entendido todo el amor que sentía por él. Ojala el sueño que había tenido se convirtiera en realidad… pensó viendo al hombre dormir… deseó estar así por siempre. Lo observó en silencio por varios minutos, disfrutando ese momento. Luego con lentitud y suavidad quitó la mano de él para levantarse y colocó en su lugar una almohada. Se ruborizó un poco al darse cuenta de que estaba desnuda. Comenzó a vestirse en silencio, después de estar lista se arrodilló frente a él para observarle dormir…

-Te amo – susurró mientras sonreía plácidamente y acercaba su mano para quitarle del rostro unos cuantos mechones que caían en su frente comenzó a acariciar su cabello casi sin tocarle… - ¿Quién iba a pensar que entrar a ese bar iba a cambiar tanto mi vida? – Suspiró, mientras recostaba su quijada en sus manos y continuaba hablando en un murmullo, sonrojada – no me arrepiento haberme entregado a ti… todo lo que pasa sucede por algo… nuestro destino fue conocernos y ya estaba escrito que yo me enamoraría de ti y que te escogería como el hombre de mi vida, como mi alma gemela… Te amo Inuyasha Tamazaki – observó como los labios del muchacho de curvaban en una sonrisa casi visible.

-Ka…go…me – susurraba entre sueños Inuyasha moviéndose un poco. Kagome sonrió más abiertamente.

-Espero que estés soñando algo agradable – se paró, y se dirigió a el teléfono del chico que estaba al otro lado de la habitación, marcó el número y observó seriamente a Inuyasha dormir mientras esperaba que contestaran…

¿?: ¿alo? – preguntó una voz algo cansada del otro lado del teléfono.

Kagome: Madre, iré hoy a casa…
…………
Se encontraba ya en el metro. Observó con cariño una pareja que estaba a dos asientos más allá. La muchacha estaba recostada del hombro del chico con los ojos semiabiertos mientras que este se encontraba algo sonrojado. Sonrió ante la escena tan familiar. Así de seguro ella se veía con Inuyasha. Pensó para sí. Luego observó por la ventana como pasaban los edificios frente a sus ojos… “¿Qué pensará Inuyasha cuando no me encuentre en el apartamento?” se preguntó sonriendo divertida imaginando su cara.

……

Abrazaba algo… se movió un poco apretando ese objeto más para sí.

-Kagome – susurró pensando que se trataba de la mujer a quién abrazaba. Pero eso era algo extraño ¿Desde cuando Kagome era tan suavecita? Abrió sus ojos lentamente extrañándose un poco al darse cuenta de que se trataba de una almohada – ¿Uh? ¿Kagome? – repitió cerrando sus ojos y volviéndolos a abrir mientras comenzaba a tantear a su otro lado de la cama. Pero estaba vacía. La mujer no estaba. Se paró con algo de dificultad mientras ahogaba un bostezo con su mano. Agarró su ropa interior que se encontraba a un lado del piso y salió de la habitación - ¡Kagome! – comenzó a llamar por todo el departamento sin tener rastros de la mujer… luego se dirigió de nuevo a su habitación y se fijó en la mesita de noche, en donde se encontraba una pequeña nota… la leyó decía:

“Esta noche ha sido la más maravillosa de toda mi vida. La he disfrutado mucho. No te preocupes por mí. Regresaré

Te ama Kagome”

Inuyasha volvió a tener ese mal presentimiento. Demonios. ¿Por qué siempre tenía la mala maña de dejarle? Se dirigió con rapidez al teléfono y marcó el número de sango.

Sango: ¿Si? ¿Diga? – dijo con una voz algo cansada.

Inuyasha: ¡Sango! ¿Sabes a donde fue Kagome? – preguntó.

Sango: ¿Kagome? Mmm… pues… me llamó hace como unas tres horas diciéndome que se iría a Kyoto…

Inuyasha (Que lucía sorprendido): ¡¿Qué? ¿Regresó a Kyoto?! ¿Sabes cual es su dirección en Kyoto?

Sango: Si… es avenida este 8, templo Higurashi… pero Inuyasha no es necesario que te preocupes.

Inuyasha: ¿Cómo que no debo preocuparme? ¡Sango. Si ella se fue!

Sango: pues… no exactam… ¿Inuyasha?

(Colgó)

-Ese chico nunca termina de escuchar – suspiró Sango volviendo a taparse con sus cobijas.

………

Inuyasha se arregló rápidamente. Tomó todas sus cosas… y se dirigió al metro… “Llegaré más rápido por aquí que si conduzco” pensó subiéndose rápidamente a este y sentándose. Observó por la ventana mientras sentía que el metro comenzaba a moverse. “Kagome… ¿Por qué te fuiste sin siquiera llamarme?”

………

Kagome estaba al frente de las escaleras que iban al templo, comenzó a subir mientras pensaba que solo habían sido dos horas de viaje. El cielo aún continuaba nublado… la brisa soplaba fuerte. ¿Qué hora serían ya? ¿Las diez? Llegó al final de la escalinata y subió su mirada… admiró la casa que no había visto desde hace ya un año… y se sorprendió al notar que, en la puerta habían personas que le miraban con una gran sonrisa… se quedó paralizada por la sorpresa pero al momento se repuso soltando algunas lágrimas de alegría mientras corría a abrazarles.

-¡MAMA! ¡ABUELA! ¡ABUELO! ¡SOTA! – gritó mientras corría hasta ellos y les daba un fuerte abrazo a cada uno…

Entraron a la casa en donde su madre ya tenía preparado un desayuno para ella se sentó a la mesa junto con su familia y comenzó a relatar su estadía en Tokio por petición de su hermano menor pero claro omitiendo algunas partes.

-¿Y el chico? – preguntó la más anciana de la casa en una forma pícara.

Kagome se sonrojó. “¿Chico?” sonrió nerviosa “Mi abuela si que va directo al punto” optó a cambiar de tema diciendo que la comida estaba deliciosa y luego agregó que iría a su habitación a descansar un poco. No sería bueno hablar sobre algo que ni ella sabía la respuesta: “¿después de lo de anoche? Seguirá habiendo un chico?” subió las escaleras pero no sin antes escuchar unas palabras que le hicieron poner más roja por parte de su abuelo.

-¿Ves lo que hiciste Sonami? Ella nos tenía que hablar del chico por iniciativa propia…

Kagome cerró su puerta con la cara aún sonrojada… lo primero que hizo fue agacharse y ver bajo su cama… una pequeña caja, parecida a una de zapato estaba bajo esta… la sacó y se sentó en la cama colocando el objeto en sus piernas… aguantó la respiración, hace mucho tiempo que no habría esa caja… antes había tomado la costumbre de verla todas las noches pero desde que se había ido a estudiar a la universidad… lo abrió lentamente… y observó lo que había dentro: Una foto: en donde se mostraba un hombre de cabello oscuro y ojos verdes (los mismos de ella) que estaba agachado en el suelo sonriendo dulcemente y abrazando a una pequeña niña atrás de este abrazándole por el cuello se encontraba una sonriente Sahori (su madre)… observó el otro objeto un yoyo… y por último estaba una caja alargada. Dejó todas las cosas a un lado excepto por esa caja que la sacó. la abrió con manos temblorosas, dentro se encontraba una perla muy hermosa que despedía un color rosa… esta perla estaba unida a un collar algo extraño hecho por lo que parecían colmillos, que le daban un toque antiguo… “Perfecto” pensó mientras sonreía satisfecha.

………

Se bajó del metro y comenzó a ver un mapa del lugar…

-a ver… calle este… - señalaba un lugar… - este es el este ¿no? Pero si lo pongo así es el norte… - decía dando vueltas a la hoja – demonios ¿Cómo se usa esta cosa? – decía desesperado hasta que una anciana sintió compasión por él y se acercó para ayudarle – No, tranquila señora no necesito que me ayude… - dijo sin apartar su mirada del mapa – ya casi lo tengo… seis, siete, ocho… debe ser aquí… avenida este calle ocho – dijo triunfante.

-Eh… disculpa jovencito… - dijo la señora sonriendo amablemente – el mapa se pone es así… ¿lo ves? La avenida “este” es por aquí, te aconsejo que mejor tomes un taxi… - le volteó el mapa y luego le señaló un lugar… Inuyasha enrojeció un poco…

-Gra-gracias… - dijo comenzando a caminar.

(La autora: Típico de hombres no pedir direcciones… jejeje)

……….

Después de descansar y tener una leve charla con su madre en donde le hacía algunas preguntas sobre la familia de su padre… Kagome salió de la casa diciendo que quería ir al templo… “me gustaría pedir algún deseo” caminó por el suelo asfaltado, llegando al lugar deseado observó el templo, lanzó algunas monedas y luego de sonar la campanita, la escuchó tintinear por unos momentos en los que el sonido se perdían como eco… tenía muchas cosas en su cabeza, Kikyo… frunció el entrecejo… lo que más deseaba era que esa mujer desapareciera… se sorprendió por unos momentos… mientras se llevaba lentamente una de sus manos a su mejilla… “no sabía lo celosa que puedo llegar a ser…”

………

Inuyasha al fin llegó al lugar, subió con rapidez las escaleras y al llegar a la cima ya estaba lo bastante cansado y se detuvo a respirar… escuchó a los lejos el tintinear de unas campanitas… pero no supo de donde provenía ese sonido… levantó su mirada y observó a una anciana que estaba barriendo unas hojas de árboles marchitas en el suelo…

-Disculpe señora… - se acercó a esta que le miró algo sorprendida - ¿por casualidad aquí vive Kagome higurashi?

La anciana sonrió abiertamente.

-Por supuesto… ella debe estar en el templo… queda por allá… sigue derecho y lo encontrarás – señaló el camino…

-Gracias. – respondió haciendo una ligera inclinación y dirigiéndose por donde había indicado la anciana que le miró con una sonrisa bastante amplia.

-es más atractivo de lo que pensé… - sonrió pícaramente mientras volvía a su trabajo.

………

Kagome comenzó a caminar con lentitud, mientras observaba la joya que ya hacía en su mano… “La perla de Shikon”… la conversación que había tenido con su madre le había hecho entender que en verdad había tenido una tía que vivía en Tokio que llamaba de vez en cuando a su padre pero que en realidad no le habían visto desde hace años ya que murió en un accidente. ¿Quién habría pensado que eso que ella había poseído desde hace tantos años era la otra perla?
………

Inuyasha seguía caminando jadeaba un poco “Maldición mujer ¿en donde estás?” se detuvo frente a un árbol que le hizo subir la mirada… “este árbol se parece tanto al que hay en aquel parque…” se quedó observando lo extraño del árbol que le llamaba la atención y le daba una tranquilidad increíble era como si le dijera que se tranquilizara que la chica aparecería, que tuviera paciencia, observó las ramas vacías sin hoja alguna, “Kagome”…

……….

Ella continuaba caminando sin muchas ganas con lentitud arrastrando algo sus pies y llevándose las hojas marchitas enredadas en estos. Subió la mirada justo para ver que alguien se encontraba parado frente al gran árbol… su perfil le parecía tan familiar… se detuvo atónita abriendo más sus ojos, y su corazón dio un brinco de felicidad.

-Inuyasha – dijo en voz baja… aunque esta pareció ser llevada por el viento hasta aquel muchacho ya que al momento este volvió su mirada a ella… tenía los ojos bien abiertos sorprendido… “La había encontrado”

-Ka- Kagome… - susurró, haciendo que la mujer entrecerrara algo sus ojos. “Será que… ¿Había llegado el momento de escucharle decir lo que más temía?”

Una brisa fuerte sopló como incitándole a acercarse a ella… sin vacilar por un segundo más… este le hizo caso a la brisa y se dirigió a donde estaba la mujer…ambos se observaron fijamente, no sabía que decir… hasta después de unos segundos en silencio en donde escuchaban las hojas agitarse un poco en el suelo…

-¿Por qué te fuiste sin siquiera avisarme? – preguntó por fin Inuyasha en un susurro – pensé que habías dicho que no regresarías hasta al menos haber terminado la presentación…

Kagome se puso triste, bajó su mirada haciendo que su flequillo ocultara algo sus ojos que ya se comenzaban a tornar vidriosos…

-¿Solo… venías… para asegurarte… que estuviera… en la presentación? – preguntó con una voz apagada. “Claro, él solo le quería era para que modelara, que tonta había sido por pensar que había ido a buscarle”

-Kagome yo no…

-Entiendo, ¿Por qué vendrías tú a buscarme si no es por que soy tu modelo? – hizo ademán de irse pero el hombre le detuvo.

-Escúchame Kagome yo… yo no vine a buscarte por eso… yo vine a buscarte por que he tomado una decisión…

No necesitaba oír más. Le diría que escogió a Kikyo… eso era algo que ella ya sabía No necesitaba que se lo dijeran…

-¿Qué no comprendes Kagome Higurashi… - le tomó por la barbilla para subirle lentamente la cara para que le mirara… se encontró con esos ojos amarillos brillantes, que le desconcertaron… - Que te he escogido a ti…

Kagome le miró sorprendida sin cambiar su expresión de desconcierto.

-¿Por qué tú me escogerías a mi, si tienes a alguien como Kikyo? – preguntó suavemente. No quería aceptarlo pero Kikyo era una persona, famosa, rica, hermosa… y además y lo más importante de todo la prometida de Inuyasha.

-Por que tú eres mi alma gemela… - respondió suavemente. Haciendo que la muchacha abriera sus ojos sorprendida… el chico le pasó una de sus manos por su cintura para atraerle más a su cuerpo… - Desde que te conocí… tú has cambiado mi vida por completo… ¿Qué más señales necesito a que tu aparecieras en mi vida un día cuando pensaba que el mundo no valía la pena? Esa noche cuando te vi y estaba borracho, recuerdo a la perfección que había abrazado y besado a una mujer… pensando que era Kikyo… al siguiente día solo esa imagen me había dado fuerzas y había decidido volver a levantar la empresa… luego cuando tú me dijiste que esa chica había sido tú… lo comprendí, comprendí que en verdad tú habías llegado a mi vida no por accidente si no para salvarme del foso donde estaba hundido…
>> Cuando te observé más detenidamente el día que habías ido con tus diseños para la empresa, no pude dejar de notar lo parecida que eras a Kikyo… admito que eso al principio me molestó y me desconcertó, por esa razón que cada vez que estaba contigo me comportaba como un completo imbécil, y no era solo por que te parecieras a Kikyo que me molestaba si no por que muy en el fondo me sentía culpable por que sabía que me estaba fijando en ti… y más culpable me sentía cuando pensaba en algo más serio contigo… traté de ignorarte, olvidarte, no prestar atención a lo que hacías… pero hubo momentos hasta en los que me ponía celoso, (dígame cuando Kouga se te acercaba en esos momentos quería matarlo), pero igualmente trataba de ignorar mis sentimientos…
>>Fue el día cuando te atacaron esos sujetos en la calle… sentí un miedo terrible… y comprendí lo importante que eras para mí… quería protegerte, tenerte cerca…

Kagome sintió como las manos del muchacho temblaban un poco, de sus ojos brotaron lágrimas al escuchar la explicación de Inuyasha… “Inuyasha”

-Lo siguiente que ocurrió, fue el deseo inmenso que sentía por ti… no quería dejarte Kagome… sabía que quería tenerte cerca de mi… pero apareció Kikyo, entendí que ya no sentía lo mismo por ella… tú sanaste mis heridas. Has sido muy importante en mi vida, incluso más importante que Kikyo. Me brindaste tu cariño y apoyo incondicional… no dudaste un minuto en permanecer a mi lado… incluso cuando te secuestraron, aún así estuviste dispuesta a ayudarme en lo de la presentación… te entregaste en cuerpo y alma a mí… diciéndome que solo querías permanecer a mi lado una noche… y mi felicidad… sin saber que yo deseaba estar a tu lado por todas las noches posibles…

-Inu… yasha – jadeó con la voz entrecortada…

-Por favor Kagome… - Inuyasha la acercó más a su cuerpo haciendo que ella quedara recostada en su pecho… - te lo pido como te lo pedí ese tarde cuando te fuiste a la casa de Sango… por favor… no me dejes… - dijo casi sin aliento apretándole contra su pecho… la muchacha correspondió al abrazo, aferrándose a la espalda de él… sintiendo el calor de él junto al acelerado palpitar de su corazón. Inuyasha sentía miedo… sentía miedo de que ella le abandonara – Quédate a mi lado… te amo.

Kagome sonrió un poco y subió su mirada para que ambos se vieran fijamente.

-no me alejaré… - respondió suavemente – Lo que más deseo es estar a tu lado… Te amo…

Inuyasha sonrió feliz, por la palabras tan sinceras de la mujer… observó como una pequeña bolita de nieve se posaba lentamente en la mejilla de Kagome… y esta se estremecía en sus brazos…

-Frío – dijo en un susurro la chica.

Inuyasha observó como rápidamente la nieve se derretía y se volvía agua recorriendo un camino desde la mejilla hasta los labios de ella… el chico le secó suavemente con uno de sus dedos rozando sus labios… luego se acercó y le dio un tierno beso…

-¿Por qué me ibas a dejar? – preguntó Inuyasha después de unos segundos en silencio.

-Dime algo… - habló Kagome… se separó un poco para verlo fijamente curiosa - ¿sango te dijo que había regresado?

-Si… - respondió Inuyasha aturdido – Me dijo algo así como que tu regresarías a Kyoto… y me dio la dirección.

-Y ¿te dijo algo más?

-Me dijo que no me preocupara…

-¿Y por que no le prestaste atención? – preguntó con cara de curiosidad.

-Te habías regresado Kagome… ¿querías que me quedara de brazos cruzados acaso? – preguntó Inuyasha atónito.

-Jajaja – rió la chica divertida por la expresión del muchacho – yo estaba apunto de regresar a Tokio solo había venido por que estaba buscando algo… ciertamente no escuchas lo que dicen los demás…

A Inuyasha le resbaló una gota por la frente y se puso algo rojo.

-Lo- Lo siento… no sabía – respondió apenado. Pero Kagome le tomó por una mejilla y le acarició… - No te preocupes Inuyasha. Me encantó que vinieras a buscarme… - terminó diciendo seductoramente mientras rozaba un poco sus labios…

Hubo un leve carraspeo que hizo que los muchachos se sobresaltaran y voltearan a mirar a quién había hecho ese sonido… ahí estaban toda la familia de Kagome…

-Kagome… cielo… ¿no vas a presentarnos a tu “amigo”? – preguntó la mamá con una sonrisa mientras que la pareja se sonrojaba y de un salto se alejaba uno del otro…

-Pues… yo… - comenzó a tartamudear Kagome bajando su mirada no sabía que contestar ¿eran novios acaso? – pues… él es… él es…

-Soy el novio de Kagome – terminó de completar Inuyasha bastante rojo. Pero luego tomó de la mano a la muchacha que le miró sorprendida…

-Si… es mi novio… - aceptó la muchacha con el corazón latiéndole a mil por hora…

Todos comenzaron a aplaudir emocionados y el abuelo y la abuelo casi llorando… e hicieron una fiesta… o es decir el abuelo de Kagome hizo una fiesta y comenzó a repartirle vino a los novios… no dejaba de felicitarlos estaba repleto de felicidad… y la mamá comenzó a hablar de lo bien que se veían juntos, haciendo que lo sonrojaran además que la abuela no dejaba de hablar de que el destino de ambos sería estar juntos… bla bla bla. Ya era medio día cuando decidieron irse…

Se encontraban una vez más en el metro pero esta vez para Tokio… ambos se sentaron juntos y Kagome le compartió la razón por la que había ido a su casa.

-¿Sabes? El día que me dijiste que Midoriko había creado dos perlas inmediatamente pensé en que yo tenía una perla exactamente igual a la Shikon no tama… - explicó sacando la joya y colocándole en manos de Inuyasha – luego leí el artículo en donde Kikyo hablaba sobre que habías perdido la perla y pensé que te traería problemas, fue por eso que cuando me enteré que Midoriko le había entregado la perla a un hermano pensé inmediatamente en mi padre… no conocíamos mucho sobre la familia de él… y sabíamos que había tenido familiares en Tokio por que una hermana de vez en cuando le llamaba y le había enviado esa joya…

-Eso quiere decir que… - Inuyasha abrió sus ojos con admiración apreciando la perla en sus manos y luego observando a Kagome – tu eres sobrina de Midoriko… - Kagome asintió…

-Todo da entender que sí… - aceptó la mujer sonriendo – Utiliza esta joya por favor… he pensado que podemos exhibirla hoy…

Inuyasha sonrió feliz pasando un brazo sobre los hombros de la mujer que se recostó en su pecho...

-Gracias… en verdad eres increíble no dejas de sorprenderme… - susurró aspirando el suave aroma del cabello de su novia mientras cerraba sus ojos…

Continuaron hablando tranquilamente… hasta que Kagome preguntó con respecto al día anterior lo que había pasado…

Inuyasha le explicó que cuando fueron los policías a aquella fábrica, le habían disparado a Yaromaru haciendo que este muriera… Onigumo y Kaegueromaru quedaron presos… al igual que Naraku que fue acusado de secuestro, gracias a que estos dos anteriores confesaron… pero iba a ver juicio contra el hombre en donde creían que costaría meterle preso ya que no tenían pruebas claras contra él… mientras tanto habían cerrado la empresa Darkness…

-¿Y que pasó con Kikyo? – preguntó Kagome entrecerrando sus ojos.

-No se sabe que pasó con ella… - contestó en un susurró Inuyasha – cuando cerraron la empresa Darkness… los rumores dicen que se fue para otro país ya que fue contratada para modelar fuera de Japón…

-Ah… ya veo…

Llegaron a Tokio tres horas después, ya se encontraban en la empresa… Sango esperaba algo atareada a la muchacha.

-Kagome por fin llegas… no te imaginas lo atareada que estábamos en el escenario por favor dile a Momiyi ¿que va a pasar con el vestuario…? y… ah… Inuyasha puedes ir a probarte la ropa…

-¿Ropa? – repitió el muchacho a la diseñadora que le miró sin comprender luego se dirigió a Kagome.

-¿Qué no le has dicho nada? – preguntó. Kagome se sonrojó.

-Jejeje. – y arrastró al chico hasta los vestidores mientras le explicaba lo que quería que hiciera.

-¿Qué? – Exclamó atónito el muchacho sin darle crédito a sus oídos - ¿ESTAS LOCA? ¡CLARO QUE NO VOY A HACERLO!

-Por favor… por favor… - pedía Kagome en forma de ruego mostrándole el traje con ojos de gatita indefensa…

-NO… NO… Y NO, NO VOY A HACERLO… - exclamó el muchacho…

…….. (Horas más tarde: unos treinta minutos antes de la presentación)……...

-No puedo creer que lo vaya a hacer… - dijo entre dientes el muchacho una vez en el vestidor con la ropa frente a él mientras comenzaba a ponérsela – Nunca en toda mi vida me han hecho hacer este ridículo… ¡pero si soy el dueño! – exclamó haciendo que una Kagome que estaba fuera del vestidor sonriera satisfecha…

Miró a su alrededor en los otros lados del salón se encontraban los otros chicos a los cuales le habían pedido el mismo favor que a Inuyasha… y que al igual estaban con cara de pocos amigos…

-¡AHHH! – gritó el muchacho desde adentro… Kagome abrió la puerta para ver que estaba pasando y se sonrojó al ver que el muchacho se encontraba sin camisa y estaba al parecer peleando con la parte de arriba del traje de rojo - ¿Cómo demonios se pone esto? – exclamó algo malhumorado.

Kagome se acercó a él sin dejar de notar al momento que su espalda mostraba algunos rasguños se puso roja como tomate recordando por que él tenía eso pero le ayudó a colocarse el traje…

-¿Ves? Así se pone… - aún tenía las manos en el pecho de él y le miraba lo bastante roja al momento de verle a la cara – te- te queda muy bien – susurró recordando al sujeto en sus sueños…

De ahí había surgido esa idea de la era Sengoku… de sus sueños…

Inuyasha sonrió algo sonrojado al tenerla tan cerca… le arrinconó a la pared… quedando sus cuerpos muy juntos…

-I-Inuyasha… ¿Qué- que haces? – tartamudeaba la muchacha inocente… inofensiva. Esto le excito al chico, le encantaba tenerla tan indefensa… dirigió sus manos a los pechos de la joven apretándoles suavemente… haciendo que ella se estremeciera y entrelazara sus manos en el cabello de él atrayéndole más a si misma para darle un apasionado beso… él bajó sus manos por la cintura hasta llegar a su muslo… y comenzar a meter su mano por debajo de la falda apretó una de sus nalgas… haciendo que ella se acercara más a él mientras sus sexos se rozaban… ambos se estremecieron sintiendo más deseo…

Carraspearon por segunda vez ese día interrumpiéndoles de nuevo haciendo que los chicos se sobresaltaran y se alejaran un poco… Kagome se acomodaba la falda mientras que Inuyasha tenía una de sus manos en su cabeza arreglándose el cabello mientras el otro lo tenía en uno de sus bolsillos… se dieron cuenta muy rojos de que se trataba de Miroku, “maldición de nuevo les había encontrado”… pensaron.

“Entrometido” pensó Inuyasha algo enojado.

Miroku ya estaba vestido con un traje azul marino… se veía muy chistoso ya que el traje era el de un monje un ser muy espiritual, que no le iba para nada con la personalidad de él… Kagome estaba segura que un ser con esos pensamientos tan pervertidos no pudiera ser nunca un monje... (Que equivocada estaba… jejeje)

-Discúlpenme que les interrumpa pero Kagome… Sango dice que tienes que vestirte dentro de unos veinte minutos comienza la presentación… - le miró pícaro antes de verle salir. Luego se dirigió a Inuyasha – ¿Al fin se declararon? y parece que terminaron muy bien… - junto a esto lanzó un ronroneo como refiriéndose que Kagome era una gata…

Inuyasha le miró con cara de: “No tienes remedio” antes de salir con una sonrisa que no se podía distinguir entre el enojo o simplemente el gusto… Miroku lo dedujo como “El gusto” sonrió pensando ilusionado… “Ojala pasara lo mismo con Sango”

…………(Las siete de la noche: Hora de la presentación)……..

Kagome salió del vestidor ya estaba lista para salir… sería la primera… miraba por una rendija de las cortinas para el escenario… las personas ya estaban hablando muy animadamente entre sí… observó algo que le agradó mucho. Una pareja estaba comenzando a entrar…

……..

-Vamos a sentarnos por aquí… - indicó la muchacha señalando unos puestos de lado lateral del lugar… donde ya estaban sentados dos ancianos – Hola señora Kaede, señor Mihoga… - saludó la jovencita sentándose al lado de estos… el sujeto que le acompañaba les sonrió. Los ancianos correspondieron al saludo – Que bien que no haya empezado Sessho… - sonrió a su novio.

-Si… que bien Lilian… - asintió Sesshomaru con una sonrisa que no había sido propia de él… se encontraba feliz. Luego tomó la mano a la muchacha dejando a ambos ancianos muy sorprendidos. Pero que al momento sonrieron entre sí.

……...

-Momiyi anuncia por favor… - pidió Kagome a la muchacha haciéndole señas con sus manos. Ya Que se encontraba en la tarima…

………

Llegó al lugar… recibiendo las “buenas noches” del portero… correspondió al saludo sin sonreír… se quedó cerca de la puerta entrando muy sorprendida… ¿Qué era esto? No se parecía a ninguna otra presentación en la que hubiera estado… la tarima estaba igual que antes… pero en el fondo tenía una gran inscripción diciendo “LA ERA SENGOKU” cerca de la puerta estaba un gran cartel con la misma inscripción pero que con una pintura muy extraña… había seis personas… al frente se encontraba la ya conocida Kagome vistiendo un traje verde y apuntaba a un lugar con un arco y flecha… al lado de ella… se encontraba un sujeto que parecía ser Inuyasha pero tenía el cabello plateado largo y un traje color rojo… al otro lado de Kagome se encontraba Sango. “la diseñadora” tenía un Bumeran gigante a su espalda, vestía un traje negro y en uno de sus hombros reposaba un gato… atrás de ella podía distinguirse Miroku con un traje azul… por último estaban Ayame la secretaria vistiendo un traje que parecía de piel de animal blanco… y a su lado ya hacía Kouga vestido con un traje parecido pero de color marrón… frunció el ceño… “¿Qué hiciste Inuyasha?” pensó algo aturdida… se apagaron las luces… y solo se prendió una en alumbrando a Momiyi que empezó a hablar por el micrófono:

-Buenas noches… nuestra presentación de hoy está basada como ya pudieron verlo, en la “Era Sengoku” tiempos de guerras en los que los terratenientes peleaban entre sí, para tener más poder. Pero se decía que también existían demonios… cazadores de demonios, monjes humanos y mitad demonios… nos hemos basado en estos diseños… que lo disfruten.

Comenzaron a aplaudir…

-Hola Kikyo – saludó una voz a su lado… la mujer volteó a mirar quien había llegado.

-Ah… Botan – contestó kikyo sin muchos ánimos.

-Es algo diferente ¿no? – preguntó Botan sonriendo mientras miraba la tarima – vamos a ver que tienen… - Kikyo también volvió a mirar a la tarima “vamos a ver que puedes hacer Kagome”

………

Kagome se encontraba algo nerviosa… Sango se le acercó.

-No te preocupes lo haremos bien… - dijo con una sonrisa…

Al momento una música comenzó a sonar… haciendo que a Kagome se le pusiera la piel de gallina. “Ya está comenzando” pensó mientras escuchaba la canción:

“Los fragmentos habrá que buscar unidos… tú y yo… la suerte nos juntó… se que los vamos muy pronto a encontrar”

Escuchó la música ya era el momento de salir… salió apretando con fuerza el objeto en sus manos… “Tranquilízate” pensó mientras salía de atrás del escenario, las luces seguían apagadas… pero al momento en que se detuvo en el centro se encendieron las luces… y una le dejó al descubierto… Kagome, llevaba un traje de falda verde y camisa manga larga blanca… parecido al de un estudiante en la mano llevaba un arco y flecha… y estaba exhibiendo… lo que mostró la pantalla gigante… unas pulseras… que mostraba un arco y flecha entrelazados… junto con unos zarcillos… era de plata pura con algunos brillantes…

-La línea “Darts” exhibida por Kagome Higurashi – anunciaba Momiyi.

Al llegar al frente del escenario movió algo el arco con la intención de que pudieran ver la pulsera en su muñeca, y apartó un poco su cabello para que pudieran observar el zarcillo que era muy pequeño, pero hermoso, mostraba dos flechas entrelazadas… se dio la vuelta…

“El tiempo pasa y te conozco más, ahora se bien lo que buscando estás, y aunque no soy lo mismo cada día sigo atrayéndome”

-La línea “Hiraketsu” exhibida por Sango Jiray…

Pudo observar como Sango estaba ya en el escenario, le sonrió… le había costado mucho trabajo hacer que Sango aceptara modelar las joyas, lucía algo nerviosa vestía un traje de una falda larga verde y una camisa entre blanca y roja el cabello lo tenía agarrado con una cinta… y en la espalda llevaba el bumeran grande… junto a ella salía el pequeño gato “kirara” Sango exhibía un broche en su camisa que mostraba un bumeran, junto a una tobillera del mismo estilo… Kirara llevaba un collar atado a su cuello en donde tenía como dije un animal parecido al mismo gato…

“No se que cosas el destino traiga, ni cuando llegue a ser así”

Pasó por su lado, dirigiéndose una mirada de complicidad y apoyo… Kagome caminó de regreso al lugar, y luego se quedó en el centro del escenario donde había empezado… observó como la siguiente chica aparecía… Ayame… con el cabello atado en una cola de caballo, y con el traje de piel blanco con las botas del mismo estilo… lucía algo sonrojada al igual que Sango pero mostraba una gran sonrisa… la mayor particularidad que tenía la vestimenta era aquella cola de loba… (Cosa que se le había ocurrido a Kagome) representaba un broche en su cabello y una gargantilla…

-La línea “Wolf” presentada por Ayame Kamilla – decía la voz de Momiyi.

“Tal vez un día en tus redes caiga. Piénsalo. Pues podría ser así… pero ahora el sujeto a vencer, está esperándonos… y sigue uniéndonos… y no podemos la ilusión vencer”

-Y por último de está presentación por parte de las chicas… la pequeña Kaede Kasima…

Kagome no pudo evitar voltear su mirada cuando la pequeña Kaede salió usando un lindo Kimono de aldeana… lo que modelaba era un juego de pulseras…

“Los fragmentos habrá que buscar unidos tu y yo… la suerte nos junto…”

Todas se colocaron a ambos lados de Kagome quién puso su arco y flecha en posición de lanzamiento al techo del escenario…

“Se que los vamos muy pronto a encontrar…”

Kagome soltó la flecha que se dirigió a una pequeña cortina en el techo… de donde brotaron pequeños pétalos de cerezo dándole una bella imagen a todos… las mujeres con los pétalos cayendo suavemente sobre ellas… fue una imagen bellísima especialmente para Inuyasha que miraba embobado desde atrás del escenario, a Kagome… “Salió tal y como dijiste Kagome” pensó con la boca semi abierta…

Las luces se apagaron, luego de esto comenzaron los aplausos que resonaron en el salón… las mujeres se dirigieron rápidamente tras el escenario… observó a Inuyasha… no daba tiempo para hablar… debían salir y rápido…

-Inuyasha ya es tu turno…

-Kagome… ¿Estás segura que quieres que salga con esto? – preguntó Inuyasha algo nervioso señalando su cabello…

-Por supuesto Inuyasha se te ve adorable… - respondió Kagome… pero se escuchó unas suaves risas desde el otro lado del salón… se trataba de Kouga que se burlaba.

-¿No era que nunca te ibas a poner eso? – preguntó burlonamente.

-Mira quién habla… - contestó Inuyasha entre dientes mirándole enojado.

Comenzó a sonar la música.

“El mundo he de cambiar para ir a un futuro ideal en donde no reine el mal lo haré con decisión un mundo lleno de esplendor es mi ilusión…”

-Kagome. Nunca he sufrido una humillación como esta… - decía él mientras era empujado por Kagome…

-No digas tonterías… - respondió Kagome sonriendo y empujándole fuera del escenario… - ve. Te toca…

Inuyasha quedó muy aturdido en medio del escenario… donde de pronto se encendió la luz… y él se quedó paralizado… vestía el traje rojo, andaba descalzo y lo más particular a lo cual Kagome tubo que rogarle para que se lo colocara fue una peluca de cabello plateado largo… Kagome sonrió tras el escenario satisfecha al ver que el muchacho comenzaba a caminar. El ceño lo tenía levemente fruncido pero esto le daba un aire de Demonio… Mitad- demonio…

-Inuyasha Tamazaki nos presenta la línea “sharp wind” – se trataba de un collar que mostraba a su alrededor varios colmillos y como dije una espada… aparte de tener una atada a su cintura… “Kagome, no puedo creer que me hayas convencido” pensaba el muchacho mientras caminó hasta el final de la pasarela… “¿Cuando se ha visto que el presidente de la empresa haga estas cosas?” “Por eso es que vamos a tener éxito- le dijo la voz en la cabeza recordándole lo que había dicho Kagome” “Sinceramente eres única” pensó mientras sonreía un poco.

Kagome se dirigió rápidamente al vestidor se cambió con una rapidez increíble mientras escuchaba la voz de Sango y Miroku, se asomó un poco y los vio hablar…

-No creo que sea capas de salir de esta manera Sango… - decía Miroku con los brazos cruzados.

-No sea tonto… si Inuyasha y Kouga lo hicieron usted claro que podrá “Excelencia” – acentuó bastante la última frase haciendo que Miroku le mirara con ojos pequeños.

-Si hasta tú te burlas de mi…

-Ya tendremos tiempo para hablar después ahora ya es su turno... – contestó Sango sonriendo le dio la espalda a Miroku haciendo que este viera el cuerpo de la mujer… se había cambiado el atuendo a uno negro… Miroku que no pudo aguantar la tentación acercaba su mano lentamente a la parte trasera de ella e iba a acariciarle cuando Sango le tomó bruscamente de la mano… - usted siempre tan predecible – dijo mirándole como si no tuviera remedio y con ojos matadores… Miroku rió por lo bajo y decidió salir a la pasarela… “Mejor afuera que con Sango mirando así” pensó mientras salía…

Este que vestía su traje de monje exhibía un rosario en una de sus manos…

Kagome se acercó ya lista a Sango quién notó que se le veía una parte en el hombro, se acercó para acomodar el traje y se encontró con que esa parte de la piel estaba roja…

-Y ese moretón… - preguntó Sango pícaramente mirándole por encima del hombro de ella… Kagome se arregló rápidamente la camisa tapando lo rojo de su piel y se sonrojó al máximo.

-¿Qué… que moretón? – preguntó inocente fingiendo demencia… Sango no dejo de sonreír y se acercó a ella un poco para susurrarle al oído:

-Me alegra que Inuyasha te haya escogido…

Kagome sintió como la sangre subía a sus mejillas… Sango debía ser adivina ¿o que?

Mientras Sango simplemente sonreía ante la expresión de su amiga… “Con que fue por eso que Inuyasha tenía unos rasguños extraños…” pensó “Lo vi, cuando le estaba pasando el traje”

Se escuchaba la música, ya se acercaba el final… “El mundo he de cambiar quiero que ver que podrá llegar un nuevo amanecer pues a tu lado se que mi futuro no es oscuro…

…Junto a mi vas a estar, abre tus alas ven un mundo donde reine el bien hay que lograr”

-¿listas? – preguntó a Sango y Ayame y a Kaede al momento en que estas dos últimas se acercaron…

-Listas… - sonrieron… salieron al momento en que las luces volvieron a apagarse y a encenderse por tercera vez… ya ellas ahora estando al lado de cada uno de los muchachos… Kagome que ahora lucía un traje de rojo con blanco… (sacerdotisa) se puso al lado de Inuyasha con ambas manos juntas en forma de ruego… (La pantalla mostraban las manos de la joven en donde llevaba algo como protegiéndole) al momento abrió sus manos y en ella estaba la perla Shikon en su máximo esplendor…

Las luces volvieron a apagarse y todos reventaron en aplausos… que sonaron como eco en medio del salón… Kagome no pudo soportarlo más en medio de la oscuridad se lanzó a los brazos de Inuyasha feliz…

-Gracias… - susurró Inuyasha en su oído… se alejó un poco de ella para luego acercarse y darle un suave beso en los labios… las luces volvieron a encenderse y los dos chicos se separaron para poder agradecer al público junto con sus amigos… El ojiamarillo apretaba la mano de Kagome mientras esta saludaba con su mano libre… sin embargo se quedó atónita al momento en que sus ojos se cruzaron con los de una mujer que le observaba desde el fondo de la sala… y que estaba junto a Botan… “Kikyo”

La mujer que se parecía a ella le sostuvo la mirada por unos segundos en los que se giraba y salía por la puerta cercana que iba a los patios… Kagome le siguió con la mirada y la bajó algo triste… al momento de bajar recibieron las felicitaciones de los presentes… escuchando comentarios como: “Esto es algo único” o “Que colección más hermosa” Inuyasha se acercó de nuevo a Kagome…

-¿Vamos a cambiarnos? – preguntó sonriéndole seductoramente… Kagome lo pensó un poco… quería ir con él pero... deseaba aclarar algo…

-Espérame ¿si? –pidió sonriéndole dulcemente. Inuyasha asintió y le dejó ir…

Kagome se dirigió a la puerta por la que había salido Kikyo… salió al aire libre dejando la puerta entreabierta… pero no encontró a nadie… ¿A dónde habría ido Kikyo?

-Kagome Higurashi… - susurró una voz a sus espaldas…

-Kikyo… - Kagome se dio vuelta para encontrarse frente a Kikyo que le miraba fríamente.

-Inuyasha ¿ya tomó su decisión cierto? – preguntó Kikyo suavemente mientras aún seguía oculta en las sombras… Kagome le miró decidida.

-Kikyo… quiero que sepas que Inuyasha nunca fue culpable del accidente de avión, el culpable siempre fue Naraku… el fue quién hizo explotarlo – dijo con voz firme…

-Lo se – respondió Kikyo sin muchas ganas… - el muy idiota me lo dijo en mi cara ayer… No me respondiste… ¿Inuyasha tomó una decisión cierto?

-Eh… eh… si – respondió Kagome bajando algo su mirada… Kikyo se acercó a ella hasta quedar de frente…

-Y ya veo que no soy yo… escogió a un ser tan patético… - respondió en voz baja… - debo admitir que Inuyasha ya no me ama… encontró a alguien que le sanara sus heridas… hiciste todo lo que yo quería hacer…

Kagome se sorprendió un poco y levantó su mirada apenada.

-Lo- Lo siento – no sabía que más decir pero sin previo aviso recibió una bofetada de Kikyo. “¿Por qué hizo eso?”

-No te arrepientas por que me haces sentir como una perdedora… - dijo enojada – déjame decirte que no perdí… pude haber sido yo aquella persona que sanara las heridas de Inuyasha… más sin embargo – volvió a levantar su mano lista para darle otra bofetada a la chica – tuve que desaparecer y apareciste tú… - Kagome cerró sus ojos preparada para recibir otra de sus bofetadas pero la mujer se detuvo antes de tocarle…

Kagome le miró fijamente a los ojos… los ojos marrones y verdes se encontraron… “¿Por qué deja que le golpee?” pensó Kikyo pero Kagome respondió antes de que hiciera la pregunta.

-Por que sé como te sientes… - respondió – quieres que yo desaparezca por que no puedes soportar el hecho de que él se quede conmigo… dejo que me golpees si así puedo aliviar un poco tu rencor hacía mi…

Kikyo le miró con odio… “No podía soportar que ella fuera tan amable… ¿Qué no le odiaba por todo lo que le había dicho…? ¿Por qué se comportaba de esa manera tan amable?”

-No sabes cuanto te odio Kagome Higurashi… pero desgraciadamente ya Inuyasha tomó una decisión…- respondió Kikyo con los ojos brillosos… - Trátalo bien… espero que no le hagas muy feliz…

Se dio media vuelta y comenzó a caminar de vuelta al lugar… pero Kagome le habló haciendo que se detuviera.

-¿A dónde te irás? – preguntó.

-Me contrataron para ser modelo de una empresa en Europa… - respondió simplemente.

-¿Me dirás donde encontrarte?

-No… - respondió simplemente – pero nos volveremos a ver…

Se alejó dejando a Kagome muy aturdida en el patio… “Gracias Kikyo”

…….

Volvió a entrar al lugar en donde los muchachos estaban todos juntos reunidos… los observó con una sonrisa… estaban arriba del escenario posando mientras que Shippou el fotógrafo ajustaba la cámara…

-¡Kagome ven… te estamos esperando! – dijo Inuyasha haciéndole señas con su mano… Kagome sonrió más abiertamente… y se acercó a su novio colocándose en el medio de Sango y él… Inuyasha pasó uno de sus brazos por los hombros de ella… observó como se encontraban unidos muchos… Sango y Miroku estaban algo juntos… y Ayame agarraba de la mano a Kouga que sonreía un poco… luego se le ocurrió algo al ver a algunas personas que les miraban.

-¡Ling… Sesshomaru… anciana Kaede… Anciano Mihoga… Botan… Momiyi! – llamó Kagome… - aún queda espacio para ustedes…

Ling arrastró a Sesshomaru al escenario e hizo que se pusiera con ella junto a Inuyasha… ambos hermanos miraron sin comprender a Kagome que solo le sonrió… “Puede que a partir de ahora se lleven mejor” pensó.

-¿Están listos? – preguntó Shippou apuntándoles con la cámara…

-¡SI! – respondieron todos al unísono…

-Bien… ahora digan… ¡STELL EYETOOTH! – dijo Shippou por encima de la cámara…

-¡STELL EYETOOTH! – dijeron todos en un unísono.

********

Una hermosa mujer de cabello negro largo ondulado agarrado con una pinza, que llevaba un vestido color azul cielo… estaba sentada en el alfeizar de la ventana… la suave brisa soplaba suavemente en ese cálido ambiente de verano trayéndole el olor de las cerezos de sakura… “Sakura”… estaba sentada en su lugar favorito con vista hacia el lago mientras sus ojos verdes recorrían el álbum de fotografías… y se detuvieron en una de las fotos en particular… la foto que se habían tomado todos hace exactamente cuatro años, el día que habían tenido la presentación de la era Sengoku… sonrió recordando ese día…

“Todo había sido un éxito… Botán les anunció que sacaría la noticia en la revista del siguiente día… después de eso los encargos de joyas comenzaron a llover por montones haciendo que la empresa se volviera mejor que antes… por supuesto Inuyasha ganó la apuesta que hizo con Sesshomaru y lo que pidió Inuyasha a su hermano fue que le diera: ¡EL BAR LA PERLA! (La verdad Inuyasha siempre había querido ser dueño de ese bar, y para su sorpresa Sessho no hizo ninguna objeción por esta petición, al contrario se tratan mejor que antes) la anciana Kaede y Mihoga siguen atendiendo el bar, y vamos a visitarlos todos los fines de semana… al mes nos enteramos que Kikyo había obtenido éxito en Europa debido a revistas en donde ella modelaba ropa íntima (resulta ser una de las supermodelos internacionales más famosas del mundo… que bien por ella) Sesshomaru le había propuesto matrimonio a Ling… Ayame y Kouga comenzaron a salir juntos y tienen planes de casarse aunque aún no han acordado fecha… Miroku después de abstenerse a salir con chicas durante unos seis meses, Sango al fin le dio la oportunidad con ella… ahora tienen unos pequeños gemelos de dos años… aunque aún no se han casado piensan hacerlo dentro de una semana… Naraku, pues ahora se encuentra preso ya que Kikyo y yo levantamos cargos contra él, además que Onigumo y Kaegueromaru confesaron trabajar para él, los tres están pagando cárcel en una prisión de máxima seguridad…

En cuanto a mi y a mi querido Inuyasha… pues… (Me sonrojo un poco) me propuso matrimonio, nos casamos ya tenemos dos años y diez meses de casados y nos mudamos a la casa de campo… como dije anteriormente este lugar es tranquilo y perfecto… aún sigo siendo la modelo de vez en cuando de Inuyasha, y ayudo a Sango en algunos diseños… nuestra vida no ha cambiado mucho… solo en algunos detalles…”

Sintió un suave golpecito en su barriga que le recordaba que tenía una vida en su vientre… “Bueno está bien en muchos detalles” lo acarició suavemente mientras escuchaba que la puerta se abría… cerró el álbum y observó a quién acababa de llegar…

Un hombre buen mozo de ojos amarillos que cargaba a un pequeño en sus brazos… la mujer se paró de donde estaba sentada y se dirigió a donde estaba su marido cargando al niño, este tendría unos tres años, sus ojos eran de un color verde esmeralda y tenía ciertos rasgos parecido al hombre, después de apartarle un poco el cabello azabache de la frente al niño, le dio un beso en esta… y luego la mujer se colocó de puntillas para darle un beso en los labios al hombre…

-¿Qué hacías amor? – preguntó Inuyasha con cariño.

Kagome sonrió a su esposo…

-Recordaba… - contestó tranquilamente mientras veía como Inuyasha bajaba al niñito y lo dejaba en el piso… este se tambaleó un poco pero luego comenzó a caminar…

-¿Recordabas? – repitió sonriendo. Kagome se dio media vuelta y él le tomó por la cintura…

-Recordaba, cuando nos conocimos, cuando me secuestraron que tu me salvaste y cuando fue la presentación de la era sengoku y… nuestra primera vez… - explicó suavemente mientras acariciaba las manos de Inuyasha en su vientre…

Inuyasha sonrió pícaro… y le dio un suave beso en el cuello a su mujer…

-Amor… Ryu nos está mirando… - indicó la mujer al pequeño que estaba escondido tras la mesa como si no le vieran… sonrieron…

-Cierto – contestó Inuyasha algo desanimado… - ¿Ya sabes que nombre ponerle a nuestro otro hijo? – preguntó con cariño acariciando el vientre de la mujer… que sonrió.

-El doctor me dijo que Es una niña… - contestó.

-Que bien… - respondió Inuyasha animado… - ¿y ya pensaste en el nombre?

-Me gusta el nombre de Sakura – contestó Kagome volteando a mirar a Inuyasha y pasando sus manos por el cuello de él viéndole seductoramente…

-Sakura… mmm… me gusta… - luego se acercó más a ella y le dio un prolongado beso… se separaron un poco en donde ambos se miraban con deseo…

Kagome era tan hermosa… pensó Inuyasha mirándole embobado… y más lo era ahora que estaba embarazada esperando a su hija… la amaba tanto… y la deseaba. Los ojos de Inuyasha brillaron, Kagome sabía que significaba ese brillo rió para sus adentros.

-¿Qué tal si le decimos a Sango y a Miroku que cuiden a Ryu por un rato? – preguntó pícaramente haciendo sonreír más a Kagome demostrando que sus sospechas eran ciertas.

“Después de todo… Todo terminó bien” pensó Kagome mirando a su esposo con cariño… mientras estaba en los brazos de él y la suave brisa del verano se colaba por la ventana envolviéndolos con una suave fragancia a flores de Sakura…

FIN