Long-fic de Inuyasha - ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

Tema en 'Inuyasha, Ranma y Rinne' iniciado por Marginot, 2 Julio 2007.

  1.  
    Marginot

    Marginot Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2004
    Mensajes:
    487
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥
    Total de capítulos:
    29
     
    Palabras:
    2514
    ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    Éste FanFic no me pertenece... Ya hablé con su autora Mariangel_Luna y me dió la autorización de publicarlo. Acá les dejo el primer capitulo... Se los aseguro, no se arrepentirán. Por favor, si alguno de ustedes han leido la historia, les imploro que no la cuenten, por eso se publicará un episodio diariamente.

    ♥♥ "Cambio en Un Mes"♥♥

    CAPITULO #1: El Bar "La Perla"

    Se encontraba lloviendo… ¿Cómo se le había ocurrido salir en esos momentos A dar una vuelta…? ¿Qué acaso estaba loca?, el tiempo no estaba a su favor. Había tenido dolor de cabeza a causa de su trabajo… o mejor dicho de la falta de este… si no hacía algo rápido pronto tendría que dejar a disposición su departamento.

    Cruzó rápidamente la esquina, no podía seguir mojándose, debía encontrar un local que estuviera abierto pero… ¿Qué local lo estaría a las diez de la noche?, y no conocía ningún restaurante cerca… y aún faltaban dos cuadras para llegar a su apartamento… “pasear a esas horas”… aún le dolía su pensamiento tan estúpido si no le hubiera hecho caso, en esos momentos estaría calientita en su cama… observó un local abierto… o no… un bar, No le gustaban esos lugares… demonios, era eso o seguirse mojando… necesitaba un lugar caliente para esperar que cesara un poco la lluvia, se decidió a entrar.

    Entró al local estaba completamente mojada, sintió alivio por unos momentos pensó que se encontraría con un montón de borrachos, al contrario de lo que había pensado, parecía que había algunas personas que al igual que ella buscaban refugiarse de la lluvia.

    Se sentó en la barra, había muy pocas personas en este… miró un momento a su alrededor para ver más detalladamente el lugar… estaba muy bien decorado para tratarse de un bar… había mesas como en un restaurante, y de las paredes pegaban recomendaciones como… “Fumar es malo para la salud” “Una persona sobria es más segura al conducir que alguien borracho” le pareció muy extraño esos carteles en un bar.

    Un anciano apareció tras la barra.

    -¿Se te ofrece algo jovencita? – preguntó el señor muy amablemente.

    -¿A mi? – se sonrojó un poco – pues… no… gracias – no podía darse el lujo de gastar el poco dinero que tenía en ese lugar.

    -Se ve que tienes algo de frío – dijo el viejo observándole. La chica se sonrojó aún más - ¿te gustaría una taza de café?

    La muchacha le miró algo apenada.

    -Lo siento pero no tengo dinero – susurró.
    -No importa esta va por la casa – y diciendo esto se retiró… a los tres minutos volvió con una taza de café caliente – tómalo te calentará el cuerpo… - dijo colocando la taza frente a ella… - toma… - insistió cariñosamente. La chica le miró agradecida y tomó un gran sorbo de café… estaba delicioso… y bien le calentó el cuerpo.

    -Gracias – dijo con una sonrisa bajando la taza de sus labios – Este lugar, pensé que era un bar.

    -es un bar. – respondió el anciano – lo que pasa es que nosotros nunca damos más licor que lo común, por eso es que solo vienen las personas de buen porte que solo quieren pasar un buen rato.

    La chica se sonrojó ante este comentario, ella estaba con una camisa y unos jeans con zapatos tenis muy sencillo además estaba empapada eso no era un buen porte.

    -O mejor dicho… las personas de buenos pensamientos – se corrigió.

    -Mesero – llamó un señor del otro lado de la barra y el hombre se apresuró a atenderle.

    La chica comenzó a ver más detalladamente el lugar… había un aire de tranquilidad.

    -¡Mihoga! – se escuchó la voz de un hombre en el fondo. La chica no pudo encontrar el lugar de procedencia de la voz… - ¡Mihoga! – volvió a llamar. Sin duda era la voz de alguien que estaba pasado de licores.

    -Ya voy amo Inuyasha – dijo el anciano que se apresuraba a servir las bebidas al señor – Kaede por favor ven… - una anciana salió.

    La muchacha Se dio cuenta que provenía de una habitación que estaba en el fondo, cubierta con una cortina blanca. En ese momento alguien hizo a un lado la cortina y apareció un joven que se trataba de sostener de la pared… Kagome se quedó sorprendida. El chico tendría un poco más de su edad, vestía elegante, aunque su corbata estaba un poco ida, su cabello corto tenía unos mechones que caían elegantemente sobre su frente, era muy atractivo.

    -atiende los clientes mientras yo me encargo del amo… - pidió a la anciana.

    -¡Miho…ga! – volvió a repetir el sujeto.

    El anciano se apresuró a donde estaba él. Y le sostuvo… perecía que el joven iba a caerse encima del pobre señor.

    La muchacha se levantó rápidamente de su asiento. Y corrió a ayudar al anciano a sostenerle, era realmente pesado.

    -Ayúdame a meterle en el salón – pidió Mihoga. Ambos agarraban al chico de un lado y del otro y le metieron con dificultad en el lugar. Este era una habitación algo pequeña. Aunque era muy cómoda, contaba con una pequeña librería, una cama pequeña, un armario y una mesa circular, en donde ya hacían vacías tres botellas de licor, la decoración era muy intelectual pensó la muchacha – En la cama… - indicó él.

    Lo llevaron a la cama y lo sentaron en él… el chico no parecía querer acostarse.

    -Vamos amo Inuyasha… - dijo el anciano – debe dormir.

    -No, yo no quiero dormir yo quiero seguir tomando… - dijo el joven negando con su cabeza y quitándose las manos del anciano de encima – ¡tráeme más aguardiente! – dijo a modo de orden.

    -Por favor señor… hágale caso al señor Mihoga – comenzó a decir la chica para ayudar al anciano que ya estaba nervioso – le hará bien dormir… - el joven se fijó en la chica como si fuera la primera vez que le veía y adoptó una expresión más seria abriendo sus ojos sorprendido.

    Se levantó con rapidez de la cama… la chica se sobresaltó por este comportamiento tan repentino el joven le miraba fijamente. Ella observó unos ojos amarillos brillantes.

    -Tú… tu eres… - tartamudeó – tu eres Kikio… - habló con una sonrisa.

    La chica abrió los ojos sorprendida… ¿Qué decía? ¿Quién era esa Kikio? Miró con rapidez al anciano que miraba con compasión al joven.

    -Amo Inuyasha ella no es… - habló suavemente.

    -Mihoga… Mira… ¡Kikio volvió! – dijo Inuyasha con alegría y tomó a la chica por los hombros – Yo sabía que no estabas muerta Kikio… yo sabía…

    La chica comenzaba a asustarse, ese chico estaba convencido de que era esa tal Kikio. Intentó hablar pero el anciano le interrumpió:

    -Señor… ella no es la señorita Kikio – trató de insistir.

    -¿Qué acaso estás ciego Mihoga? – preguntó este como si más claro no pudiera ser – ¡es Kikio! – acto seguido le abrazó.

    -Yo no…- comenzó a decir la chica pero… el chico volvió a verle directamente y esta vez con una mezcla de cariño y ternura, era un rostro realmente diferente irradiaba una felicidad parecía que estuviera sobrio.

    -Kikio… - susurró el sujeto mientras se acercaba y le daba un suave beso que la chica no pudo evitar.

    La muchacha se quedó con los ojos bien abiertos… mientras el chico solo se quedaba paralizado, sintió como su cara ardía, no le extrañaría si le dijeran que de su ropa húmeda saliera humo, ya no sentía frío, se separó un poco del joven, este continuaba con los ojos cerrados. La chica le empujó lentamente con un dedo e Inuyasha calló de espalda sobre la cama completamente rendido por el sueño.

    Se quedó sorprendida observando como el chico dormía plácidamente.

    -Discúlpelo por favor… - pidió el anciano Mihoga muy apenado mientras se inclinaba sobre el chico y lo acomodaba en la cama - ¿Podrías desabrocharle la camisa?

    Pidió mientras se dirigía al armario.

    -¿Desabrocharle la camisa? – repitió la chica muy roja.

    -Si, le será muy incómodo dormir con esa corbata – explicó, la chica dudó por un momento y se inclinó sobre él comenzando a desabotonarle la camisa y dejando al descubierto su pecho bastante bien formado, sentía su cara ardiendo, se veía tan tierno durmiendo… parecía un angelito… de pronto se acordó de que apenas un minuto antes ese chico le había besado.

    El anciano Mihoga volvió con una cobija y con esta tapó al hombre.

    -En verdad discúlpelo – volvió a repetir el anciano – y gracias por ayudarme…

    -No hay problema, comprendo que el señor está borracho y no es conciente de sus actos – respondió la mujer.

    -créeme un hombre que esté algo tomado si es conciente de sus actos – respondió – solo que no los puede evitar… - la chica se quedó sin comprender esas palabras - Podemos salir…

    Esta miró por última vez al muchacho y siguió al anciano afuera. Sintiendo compasión por él… ¿Cómo es posible que un hombre tan joven y guapo cayera a borracho?

    -El amo Inuyasha es un joven muy importante – comentó el anciano mientras salían de la habitación, hizo a un lado la cortina y cerró la puerta tras de sí – últimamente a estado viniendo muy a menudo… - continuó, la chica se fijó en él parecía muy triste por aquel hombre – ha sufrido mucho el pobre… primero su madre, después su padre y ahora su novia – negó suavemente con la cabeza. La chica solo escuchaba.

    -Fuiste muy amable en ayudarme – dijo después con una sonrisa.

    -No fue nada – respondió la chica.

    El anciano se quedó mirándole por unos minutos sin hablar, como si pensara en algo.

    -Oye… - dijo después de un momento en los que ella se sentó en su antiguo puesto y el anciano llegó tras la barra – Necesitamos personas jóvenes que trabajen aquí… ¿no te gustaría trabajar con nosotros? Aunque es un poco ataviado te aseguro que la paga es muy buena.

    No sabía que responder, el cielo estaba escuchando su petición de conseguir trabajo… y ahora esa era su oportunidad.

    -Me encantaría trabajar aquí – respondió la chica sin pensarlo mucho.

    -Perfecto jovencita ¿Me podrías decir tu nombre?

    Se avergonzó, no se había presentado en ningún momento.

    -Eh… si… mi nombre es Kagome higurashi – respondió la chica con una sonrisa en los labios.

    -Bueno Kagome, empezarás mañana mismo a las seis y media debes estar aquí ya que el bar abre a las siete; entonces Kagome higurashi bienvenida al bar “La perla”

    Esa noche durmió excelente, al fin había encontrado trabajo y justo a tiempo… y en un lugar que le agradaba… nunca pensó que trabajaría en un bar, pero ese no era un bar cualquiera, se quedó toda la noche pensando cual sería su nueva aventura, y en el chico que le había besado esa noche… Inuyasha…
     
  2.  
    aNgelux

    aNgelux Usuario popular

    Aries
    Miembro desde:
    28 Enero 2007
    Mensajes:
    751
    Pluma de
    Escritora
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    olaaa
    me encanto el ff, nunca lo habia leido pero bueno espero que sigan posteando para que puedas seguir con el ff, me encanto bye!!
     
  3.  
    AnIkA_ChAn

    AnIkA_ChAn Guest

    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    hola acabo de leer el fic, esta muy bien escrito y un gran inicio me dejo picada, por favor felicita ala autora de mi parte jeje
     
  4.  
    Marginot

    Marginot Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2004
    Mensajes:
    487
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥
    Total de capítulos:
    29
     
    Palabras:
    17
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    No se preocupen, la autora recibirá
    sus felicitaciones... :D

    SALUDOS... ^w^
     
  5.  
    Marginot

    Marginot Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2004
    Mensajes:
    487
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥
    Total de capítulos:
    29
     
    Palabras:
    3113
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    Como regalo por ser el primer día para el fan fic, les dejaré el proximo capitulo...

    CAPITULO #2: Mi Primer Día de Trabajo
    Sentía el ya conocido dolor de cabeza, esa noche se había excedido más de lo normal… aunque soñó algo agradable… soñó que abrazaba y besaba a Kikio, había sido tan real… había tomado una decisión, el sueño de esa noche le había hecho salir del trance en el que vivía, la imagen de aquella chica le había vuelto a traer felicidad.

    Llegó frente a una empresa bastante grande, con el logotipo de “steel eyetooth” encima de la puerta de entrada. A fuera estaba un vigilante.

    -Buenos días señor Inuyasha – saludó el joven.

    -Buenos días Cojaku – saludó al muchacho. Y entró a la empresa.

    -Buenos días señor – saludó una joven de cabello claro en la recepción.

    -Buenos días Kanna.

    Entró en el ascensor, subió al último piso 4, se encontró con algunas personas que caminaban en todas direcciones.

    -Señor… buenos días – se acercó a él una muchacha de cabello largo marrón y ojos color miel – el señor Sesshomaru llegó hace una hora; está muy enojado, y espera en su oficina. – caminaba al lado de él mientras consultaba sus apuntes - El señor Kouga llamó diciendo que su vuelo se retrasó y llegará en la tarde y la señorita Sango pide que por favor le avise cuando llegue que necesita hablar urgente con usted… ¿Le digo que suba?

    -Si, deja que me desasga de mi hermano y luego la llamas…

    Llegó a su oficina y antes de abrir se dirigió a ella.

    -Por favor Ayame me traes una taza con café.

    Entró a su oficina su hermano ya estaba adentro sentado en el lugar donde ocupa el puesto el presidente de la empresa.

    -Muy buenos días hermanito, al fin te dignas a aparecer en la empresa. – dijo con voz fría, sus piernas estaban cruzadas y sus manos reposaban en su estómago.

    -Quítate de ahí Sesshomaru – ordenó el muchacho. El hombre sonrió y se levantó.

    -Como van las cosas muy pronto me ocuparé de este puesto – dijo suavemente. Inuyasha tomó el lugar donde había estado sentado su hermano – Por lo que veo, volviste a tomar anoche… - negó suavemente con su cabeza – Pobre de mi padre si viera tan solo en manos de quien dejó su empresa…

    -¡¿Podrías callarte ya e ir directo al punto?! – habló Inuyasha ya arto – no estoy de humor para tus bromas de mal gusto.

    -Vengo para decirte lo de siempre Inuyasha… veo como mi dinero se está yendo por el caño… soy inversionista de esta empresa, y no veo como está progresando…

    -Nos estamos encargando de eso.

    -Pues no pareciera, si su jefe gasta las noches en emborracharse… - respondió el hombre dando un golpe a la mesa – Lo único que ganas con eso es enriquecerme más a mi, querido hermano – concluyó con una sonrisa burlona.

    -La empresa ya ha pasado muchas veces por momentos de crisis, y siempre ha salido inerte – se inclinó un poco hacia delante mientras lo miraba con odio.

    -Eso es por que los dueños nunca han pagado sus sufrimientos con la empresa… - respondió – aún sigues pensando en ese accidente Inuyasha. Si continúas así, nos enviarás a todos a la quiebra…

    -Eso no pasará Sesshomaru; en un mes subiré esta empresa la pondré igual o mejor que antes… - se levantó de su asiento y se afincó en su escritorio para quedar más cerca de su hermano – así que te pido que en vez de estar aquí perdiendo el tiempo ve a ocuparte de tu empresa “sacred eyetooth”

    -¿Y si no logras levantar esta empresa en un mes? – preguntó el hombre retándole.

    -Te la dejaré – respondió después de pensarlo – pero si la levantó, me darás algo tuyo…

    -¿Qué?

    -Después te digo… - Inuyasha le miró seriamente. Y Sesshomaru lo observó dudando pero después de un rato asintió.

    -Un mes Inuyasha – dijo al salir con una sonrisa en sus labios; Sesshomaru sabía que no perdería, Su contador Yaken le había informado de las estadísticas que tenía la empresa en salir adelante y al menos que se tratase de un milagro la empresa quebraría. Sonrió satisfecho había logrado lo que quería.

    -Ese idiota de Sesshomaru – refunfuñó Inuyasha para sí mismo mientras se acomodaba en su puesto y estiraba su mano al teléfono y pulsaba un botón – Ayame… puedes llamar a Sango.

    -En seguida señor – dijo la chica a través del comunicador – ya le llevo su café.

    Volvió a sus antiguos pensamientos Sesshomaru creía que fracasaría e Inuyasha no estaba seguro si en verdad podría sacar su empresa adelante… observó la foto que se encontraba en el escritorio y la cual mostraban a él, abrazado con una chica muy hermosa de cabello largo liso y ojos negros… aunque no quería admitirlo su hermano y la anciana Kaede tenían algo de razón, estaba perdiendo la empresa por el despecho que le daba perder a lo más preciado en su vida. Y estaba pagando su dolor con la empresa si no hacía algo, pronto tendría que entregarla… Kikio, había sido la imagen de aquella empresa, tenía porte y era hermosa, podría hacer que cualquier persona comprase una joya solo por que ella lo utilizaba. Pero después de ese accidente en el que murió, Inuyasha cometía un error tras otro y no conseguía encontrar a la modelo perfecta… no había nadie más perfecta que Kikio y ahora ella no estaba.

    -¡Hola! – un hombre apareció en la puerta con un gran escándalo – pensé que no llegarías compañero – dijo el chico, tenía el cabello algo largo agarrado en una pequeña cola y los ojos marrones - ¿Y como fue el encuentro con tu adorable hermano?

    Preguntó sentándose en el puesto al frente del escritorio de Inuyasha.

    -¿Cómo crees Miroku? – preguntó sarcástico llevándose sus manos a la frente – y este maldito dolor de cabeza… necesito ese café…

    En eso se abrió la puerta y entró Ayame.

    -Aquí tiene señor… - dijo colocando la taza de café frente a él.

    -Gracias Ayame…

    -Ayame… - dijo Miroku mirando a la chica detalladamente – no te había dicho que hoy estás más hermosa que nunca…

    La chica le miró – Gracias señor Miroku.

    -Ayame ¿te gustaría tener un hijo conm… - comenzó a decir. Inuyasha volteó los ojos como pensando “Otra vez la burra al trigo”

    En eso se volvió a abrir la puerta y una mujer de cabello largo negro apareció en este, tenía los ojos claros y sombra color rojo en los ojos, miraba con seriedad recorrió la mesa y observó a Inuyasha.
    Miroku al momento entró en acción.

    -¡Sango! – saltó de su asiento y se dirigió a donde estaba la chica haciendo una leve inclinación – Que dicha siento al ver tan celestial presencia que entra por la puerta de este sencillo lugar y permites a estos ojos pecadores que vean la belleza de una diosa en… - recitaba pero la mujer no le prestó atención y pasó delante de él sin siquiera mirarlo.

    Ayame lo miró con odio y se retiró humillada.

    -Inuyasha… - dijo Sango caminando hasta su jefe. A Miroku le resbaló una gota por su cien – te he estado buscando… - dijo la mujer posándose frente a su escritorio – Tenemos un problema.

    -¿Qué pasa?

    -La calidad de nuestros productos está rebajando Inuyasha, perdemos clientes importantes… No se que es lo que pasa… Mira esto - puso en el escritorio un objeto alargado, Inuyasha lo tomó en sus manos y comenzó a detallarlo. Miroku también se acercó a él y miró también el objeto.

    -Es bronce – dijo Inuyasha pensativo mientras fruncía el ceño.

    -Nos enviaron una cantidad de estos… - habló la chica como humillada – yo pedí plata… el bronce ya no se está utilizando… no puedo hacer joyas con eso…

    -Sango tiene razón Inuyasha… Debemos hacer algo… - habló Miroku que ahora lucía algo preocupado.

    -Tenemos la presentación en una semana – explicó la mujer interrumpiendo a Miroku – tengo que terminar los diseños, pero debo saber con que material es el que cuento. La revista “Brillantes” tiene que diseñarse para la presentación… debemos buscar a la modelo, tenemos a Kaede pero es solo para las niñas, aún necesitamos nuestra Imagen adolescente, sin ofender pero Kagura no agrada mucho.

    -Entiendo… - respondió el chico llevándose una mano a su quijada en una forma pensativa.

    -Y ¿Por qué no hacen algo? – preguntó Miroku, todos se fijaron en él - ¿Por qué Sango no es la imagen de la empresa? Sango eres hermosa…

    -Yo soy diseñadora no modelo – respondió Sango algo sonrojada, luego se dirigió a su jefe – Desde lo de Kikio no has contratado a nadie que ocupe su lugar Inuyasha… si no contratas a alguien esto se acabará, no podremos con tanta presión.

    -haremos audiciones para la nueva imagen – contestó el muchacho después de pensarlo mucho – hablaré con el control de calidad, Kouga era el que tenía que asegurarse que las piezas fueran las indicadas. Lo enviaré a hablar con los otros lobos, te conseguiré la plata y las perlas, para que saques los modelos, Miroku… te encargarás de la publicidad y avisarle a las modelos más prestigiosas… - los muchachos le miraron sorprendidos era la primera vez en mucho tiempo que lo veían tomar decisiones tan apresuradas y acertadas – mientras, Sango por favor dile a Kienta que vaya preparando el escenario para mañana ya que mañana mismo buscaremos a nuestra modelo.

    Todos salieron con rapidez Inuyasha suspiró y se llevó la taza a los labios, demonios ya estaba frío…

    Sango cerró la puerta tras de si y se encontró de frente con Miroku que le miraba seductoramente…

    -Sango… ¿Te había dicho ya que eras la mujer más sexy que he visto en mi vida?

    -Cállate Miroku – se dio la vuelta procurando pecarle con su cabello y se dirigió rápidamente al salón de diseño.


    Kagome llegó al bar justo a la hora indicada las seis y media, entró y se encontró con la anciana Kaede que acomodaba las mesas.

    -Buenas noches – dijo la chica acercándose a la anciana que le miró sorprendida – yo soy Kagome Gigurashi el anciano Mihoga me contrató para que le ayudara…

    -Ah si… - asintió la anciana mirándole – en verdad eres hermosa y te pareces ¡tanto a mi sobrina! Ya entiendo por que Inuyasha te confundió con Kikio…

    Otra vez volvía a escuchar ese nombre… ¿en donde le había escuchado antes de la noche anterior?

    -Ven sígueme voy a mostrarte el lugar… - indicó la chica obedeció – tu trabajo en realidad va a ser atender a los clientes, llevarle las bebidas, y eso… con tu belleza seguro que atraerás muchos jóvenes… - Kagome se sonrojó – tomarás sus órdenes desde aquí atrás de la barra. Colocarás el dinero en la caja registradora y luego le pedirás que espere sentado en la mesa que desee – le explicó de todo en media hora, cuando ya era momento de abrir.

    Parecía que estuvieran esperando el momento en que el local abriera, ya que una gran cantidad de personas entraron apresuradas.

    -Son nuestros clientes de siempre… - explicó la anciana – es mejor que estés preparada, Mihoga me ayudará a preparar las bebidas mientras tú vas tomando las órdenes.

    La noche pasó sumamente ataviada, Kagome no hacía más de ir de mesa en mesa, tomando las órdenes. Uno que otros chicos trataron de coquetear con ella pero esta que ya estaba familiarizada con esa clase de chicos les dijo que ya tenía novio. Los sujetos parecían muy decepcionados.

    A diez para las once cuando ya estaban bajando un poco los humos… llegó un joven al cual Kagome ya había visto la noche anterior. La chica se pegó la bandeja, con la cual repartía las bebidas al pecho apretándosela fuertemente sintiendo que el corazón se le iba a salir… ¿Qué le pasaba?... se dio media vuelta apenada y se alejó a la barra sintiendo su cara enrojecer. Escuchó como el anciano Mihoga le hablaba al chico.

    -Amo Inuyasha. Muy buenas noches ¿Se quedará de nuevo aquí?

    -Si Mihoga – habló el chico lanzando un suspiro – hoy no voy a beber mucho, solo llévame una copa con vino tinto a la habitación por favor.

    -Oh claro señor… - el viejo se inclinó y luego dijo algo que hizo helarle la sangre a Kagome que aún escuchaba la conversación – Señor ahora que me acuerdo hemos contratado a una jovencita para que nos ayude aquí…

    -Ah… ya era hora… - habló el joven.

    -Si quiere venga y se la presento… su nombre es Kagome Gigurashi… Kagome niña…

    Kagome se paralizó no quería ser presentada, sentía mucha vergüenza.

    -Hey mesera – llamó un hombre del otro lado del lugar y Kagome vio su oportunidad.

    -Lo siento señor Mihoga tengo que atender al cliente – dijo sin siquiera mirarle y se dirigió a la mesa del cliente agradeciendo el tener una excusa para retirarse.

    -Pero… - comenzó a decir Mihoga.

    -No te preocupes Mihoga hace su trabajo, por favor lleva la bebida a mi habitación ¿bueno?

    Pasaron diez minutos en los que Mihoga le pidió a Kagome que por favor le llevara la bebida al amo… y que al parecer veía que ya había pocas personas y que después de eso podría retirarse.

    Kagome aceptó, tomó su gorra la cual era un pasamontañas y se lo colocó aplastándose el cabello y pasándose una bufanda por el cuello, ya se acercaban las temporadas de frío y en efecto estaría lloviznando afuera y no quería repetir lo mismo de la noche anterior; colocó una copa y una botella de vino tinto en la bandeja y fue a la puerta en el fondo con la cortina. Dudó antes de tocar pero luego golpeo suavemente.

    -Adelante… - escuchó que decía el joven adentro. La chica abrió la puerta, la habitación estaba a oscuras la única luz que iluminaba la habitación era la que entraba por la ventana, lo divisó acostado en la cama observando el techo…

    -le traigo su bebida… - dijo Kagome dudosa.

    -pasa – ordenó el joven fijándose en ella… no la podía ver muy bien, ya que había poca luz… lo que alegró a ella debido a que así no notaría su nerviosismo.

    -Con que tu eres Kagome Gigurashi – dijo después de unos momentos de observarle – me pareces familiar…

    -No lo creo… - respondió la joven – si me disculpa debo irme…

    -Espera… no te gustaría tomar un trago conmigo? – preguntó este levantándose de su asiento y yendo a la librería en donde sacó otra copa… - Quiero conversar – dijo como aclarando las cosas. La chica aceptó la invitación sin saber por que.

    Se sentó en una silla en la mesa mientras el chico le servía. Kagome agarró la copa y la llevó a sus labios tomando un sorbo.

    -Tal vez no nos conozcamos – comenzó a hablar el chico mientras se servía - pero yo soy Inuyasha Tamazaki…

    Kagome se ahogó al escuchar el apellido… y comenzó a toser…

    -¿Estás bien? – preguntó Inuyasha preocupado.

    -¿Tamazaki? – repitió atónita – ¿Eres el gran Inuyasha Tamazaki? ¿El dueño de la empresa “steel eyetooth”? ¿La famosa empresa diseñadora y creadora de las joyas más hermosas e impresionantes de Japón? ¿La gran empresa creadora de las joyas “Garras de acero” Los zarcillos? ¿la perla Shicoon?

    -Parece que si me conoces – sonrió el chico más calmado mientras tomaba un trago de su copa…

    -¿Conocerlo? He estado tratando de entrar a trabajar en su empresa desde el año pasado pero nunca tienen bacantes…

    -¿En serio? – preguntó el chico alzando las cejas.

    La chica asintió.

    -¿Y en que trabajas?

    -Me gradué el año anterior de diseñadora publicitaria, pero me ha sido muy difícil de conseguir trabajo tanto ha sido eso que no he logrado ejercer mi actividad como Dios manda…

    -Oh… entiendo – respondió el joven – verás si quieres puedes mostrarme alguno de tus trabajos… tal vez, pero no será pronto te lo aseguro, te podamos encontrar algo. Pásate en una semana. Esta semana va a ser muy agobiadora…

    -¿Habla En serio? – preguntó la chica con los ojos casi en lagrimas.

    -Por supuesto… - aseguró el joven. Bajando su copa – te hubiera podido atender antes si no fuera por todo el trabajo que tengo…

    -Gracias… - dijo la chica tomando las manos del joven. Estaba apunto que lloraba.

    Inuyasha no podía divisar muy bien el rostro de Kagome debido a la poca luz, más bien no había podido ver su rostro parte por que estaba algo cubierto por la bufanda. Pero pudo divisar unos impresionantes ojos verdes que hizo que se quedara mirándole fijamente.

    Kagome se dio cuenta de lo que acababa de hacer y soltó las manos del hombre con rapidez avergonzada.

    -Lo siento, lo siento mucho… - dijo parándose de su asiento – es que la emoción por todo esto… he estado esperando tanto tiempo por una oportunidad así… Gracias… - y diciendo esto salió con rapidez de la habitación.

    Inuyasha se quedó impresionado, era una jovencita muy extraña y agradable… se dijo mientras bebía un poco del vaso… bueno debería dormir ya que mañana sería un día agotador…

    Kagome salía muy sonriente del local… su suerte había dado un giro drástico de unos 360 grados parecía sonreírle… ¡¡todo iba saliendo a la perfección!! Y ese joven de Inuyasha… era atractivo y además muy simpático.
     
  6.  
    Lyra

    Lyra Fanático

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Enero 2007
    Mensajes:
    1,369
    Pluma de
    Escritora
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    Wenas!!!
    Akabo de encontrarme con el fic, y esta genial!!!
    Dale las felicitaciones a su autora^^
    Bueno, espero k pronto sigas colocando los capitulos, k estan geniales!!
    Y kagome, al fin encontró trabajo….pero pobre de inu, como tiene k aber sufrido u_u
    Esperare ansiosa^^

    Byebye!!!pasalo bn^-^*corazon*

    :kirara: *besos*
     
  7.  
    aNgelux

    aNgelux Usuario popular

    Aries
    Miembro desde:
    28 Enero 2007
    Mensajes:
    751
    Pluma de
    Escritora
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    que bien iso inuyasha, aunque por que en una semana ToT
    que sea mañana xD
    espero que si sigas poniendo las contys!! que estan muy buenaass
    felicitaciones a ti y a la escritora jeje bye!! ^-^
     
  8.  
    Marginot

    Marginot Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2004
    Mensajes:
    487
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥
    Total de capítulos:
    29
     
    Palabras:
    1924
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    CAPITULO #3: La Gran Estupides de InuYasha

    Ya había pasado la semana, Kagome le iba yendo excelente en su nuevo trabajo, Inuyasha no había vuelto a aparecerse en el bar, lo que hizo que la chica se sintiera un poco triste sin saber por que, pero esto no le había impedido rendir al máximo en su trabajo. Ya sabía cuales eran las bebidas más tomadas en aquel bar… se había ganado la confianza del anciano Mihoga y de Kaede, se llevaba estupendo con los clientes… y esa mañana se pasaría a hablar con Inuyasha en su oficina tal y como le había dicho el chico… tomó los diseños que había realizado en clases, y los cuales había conseguido un obra excelente y los metió todos en una carpeta.

    Se puso un vestido azul un poco más arriba de las rodillas y descubierto a los hombros el cual solo utilizaba en ocasiones especiales, bien esa era una ocasión especial ¿no? La primera impresión al querer encontrar un trabajo… se peinó se colocó algo de sombra color azul en sus ojos, y algo de polvo en sus mejillas acompañado de un brillo en sus labios… se amarró una cinta en el cabello a modo de cintillo lo cual le daba un toque más angelical. Perfecto estaba lista…

    La empresa quedaba muy cerca de su casa… solo caminaría una cuadra y allí estaba. Observó la majestuosidad del lugar… se acercó a esta y observó al guardia que le miró con ojos impresionados Kagome sonrió y le dio unos “Buenos días” el chico solo le miraba atónito…

    Entró al lugar… y se acercó a la recepción, y pidió hablar con el señor Inuyasha ya que según tenía una cita, la muchacha le miró de pie a cabeza por lo que parecía muy impresionada… tomó su teléfono e hizo una llamada, Kagome se molestó por el comentario que escuchó que la chica parecía no querer disimular…

    -Creo que una de las mujeres del amo… - dijo al auricular. Kagome se sintió ofendida ante el comentario… pero no dijo nada y tomó el ascensor al salir se encontró con que mucha de las personas se quedaban mirándole atónitas, se sintió un poco incomoda y salió dudosa del ascensor.

    Un joven al cual no conocía se acercó con rapidez a ella.

    -Buenos días Hermosa señorita… - tomó su mano - discúlpeme que le diga esto pero por desgracia llegó algo tarde, ya que las audiciones para la modelo fue hace casi una semana…

    -Yo no vengo a audicionar para modelo – dijo Kagome algo alagada por el comentario – deseo hablar con Inuyasha ya que me dijo que pasara hoy por aquí mi nombre es Kagome…

    El chico alzó una ceja impresionado.

    -Bueno señorita será un placer informarle directamente al jefe que un ángel tan hermoso ha venido a verle… por cierto, no quisieras por casualidad tener un hijo conmigo…

    -Miroku… - le interrumpió Ayame – yo soy la que atiendo a las citas del señor Inuyasha así que con permiso… espere un momento señorita… llamaré al señor…

    -No es necesario Ayame… yo mismo le informaré… sígame por favor… - pidió a Kagome… la chica le miró sorprendida y le siguió.

    Inuyasha revisaba sus papeles frente a su modelo Kagura, no había podido encontrar a alguien mejor que ella así que le tuvieron que dejar… la mujer miraba seria y con las piernas cruzadas lo que Inuyasha hacía.

    -Parece que todos tus papeles están bien Kagura – dijo después de unos momentos – puedes retirarte…

    La mujer se levantó de su asiento y salió del lugar… segundos después volvió a abrirse la puerta y entró con rapidez Miroku muy agitado.

    -Con que lo tenías así de escondido picarón… - dijo el chico cerrando la puerta tras de si.

    -¿de que hablas? – preguntó Inuyasha sin levantar los ojos de las hojas.

    -Pues… de la chica…

    -¿Qué chica?

    -La hermosa… te digo que tienes muy buenos gustos… admito que se parece bastante a Kikio pero… - ronroneó…

    -¿De que hablas Miroku? – subió la mirada.

    -De la chica que te está esperando afuera, dice que se llama Kagome y que le dijiste que viniera para una cita…

    -Kagome… - se llevó una mano a la frente y volvió a bajar su mirada a los papeles – cierto… le había dicho que viniera… dile que pase…

    Miroku salió con rapidez.

    -Dice que puedes pasar…

    Kagome esperaba sentada con las piernas cruzadas… había agarrado el tiempo para colocarse unos zarcillos largos brillantes, la cual había sido un regalo de su padre antes de morir, se levantó del asiento y entró a la oficina, vio a Inuyasha que revisaba unos papeles en el escritorio…

    -Los dejo solos… - habló Miroku saliendo y cerrando la puerta del lugar.

    Kagome vio como el chico cerraba la puerta y luego se fijó en Inuyasha que aún no había subido a verle.

    -Buenos días señor Inuyasha… - habló – se acordará que me pidió que viniera a traerle mis diseños… pues aquí se los traigo espero que sean de su agrado para… ¿Pasa algo?

    Inuyasha había subido la mirada y observó a Kagome… se quedó atónito y eso estaba empezando a asustar a la muchacha…
    En verdad… se parecía bastante… era idéntica a… parpadeó impresionado.

    -¿Le pasa algo señor? ya está comenzando a preocuparme

    -No es que… ¿Kagome? ¿Kagome Gigurashi? – se paró de su asiento para verle de frente - ¿La que atiende el bar?

    -Si soy yo… ¿Por qué?

    -No es nada – negó con la cabeza – es solo que… cielos no te había visto muy bien en el bar – se puso algo serio frunciendo el ceño.

    -Bueno señor… con respecto a lo que usted me dijo que pasara hoy… aquí le traigo unos diseños… - le acercó la carpeta.

    Era realmente hermosa… tan parecida a Kikio excepto por sus ojos… tan solo… No le agradó la idea de que hubiera alguien tan parecida a su amada Kikio… bajó la mirada y vio los diseños. Eran increíbles. Muy impresionantes.

    -¿Y entonces? ¿Qué les parece? – preguntó Kagome emocionada por conocer su opinión.

    -Pues… no están mal – contestó Inuyasha con voz seria – pero… lo siento, no tenemos bacante. Lo lamento ya tenemos a nuestra diseñadora, y nuestro presupuesto no está como para pagarle a alguien más y con menos experiencia. Creo que será una pérdida de tiempo si te contratamos lo lamento…

    Kagome sintió que su mundo se venía abajo; sus esperanzas de conseguir trabajo, pensó que con los diseños que había realizado, con eso bastaría. Se puso algo triste, sintió sus ojos humedecer un poco. Pensó que sus diseños eran buenos pero…

    -Entiendo… - susurró.

    -Además no creo que estés preparada para trabajar en una empresa como esta… - continuó hablando el hombre, Kagome se sorprendió al ver los ojos amarillos del chico, se mostraba enojado… su ceño se fruncía. Le pareció que le odiara, se sintió tan triste – No tienes experiencia y tus diseños son tan infantiles… no se le ve vida…

    -Si no le gusta, no tiene por que recalcármelo – habló Kagome ya harta por los comentarios tan egoísta de Inuyasha.

    -No te lo estoy recalcando solo le digo la verdad, necesitas darle más vida a tus diseños y ser más realista, eso ¿Qué es…? – miró de nuevo el cuadro en sus manos, mostraban una chica la cual no tenía rostro alguno en especial pero que tenía un pergamino en sus manos, y en sus piernas se posaba un gato… al parecer se trataba de un comentario sobre el desprecio a los animales - ¿Un pergamino? Podrías haber sido más creativa…

    -¿Me podría regresar de nuevo mis diseños por favor? – pidió Kagome extendiendo una mano hacía él, todo el aprecio que había sentido por ese joven había desaparecido ahora solo lo veía como un chico egoísta. Tal vez sus diseños no eran buenos pero no era para que la humillase – A mi me gustan…

    -Por eso es que no maduras… no es que a ti te gusten es que a los demás le gusten… esos diseños han sido de los más desagradables…

    -¿Podría callarse? – preguntó Kagome dolida apretando la carpeta contra su pecho. Amaba sus diseños y no dejaría que le insultaran – Tal vez no le guste, y sea el dueño de la empresa más prestigiosa de Japón ¿Pero sabe lo que pienso de usted? – alzó más la voz – ¡Creo que es un engreído que cree que puede humillar a las personas!

    -¿A sí? – alzó también su voz – ¡Pues yo creo que usted es la persona más desagradable que he conocido!

    Kagome se sintió herida, era la primera vez que escuchaba esto de una persona. Sintió que se le escapaba una lagrima se dio media vuelta y abrió la puerta… pero antes de Salir se volteó a verle…

    -¡No quiero volver a hablarle en mi vida! – dijo con una voz alta y clara - ¡IDIOTA! – cerró la puerta con fuerza y se apresuró a Salir rápidamente con un aire indignado ante la sorpresa de todos.

    Entró al ascensor y pulsó el botón para bajar, sintió que lloraría de un momento a otro eso era tan humillante. Bajó del ascensor y se apresuró a salir con rapidez, tropezó en la puerta con alguien pero ni siquiera subió la mirada.

    El hombre observó como la chica tropezaba con él pero que no se disculpaba, se volvió a ver la calle por donde la chica se iba llorando, No podía ser… pensó el sujeto, ¿Esa era Kikio? Pero no… ella estaba muerta… si explotó el avión.

    Kagome comenzó a llorar, sabía donde debía ir, solo le faltaba cruzar a la esquina, pero otra vez chocó con otra persona sus papeles cayeron al suelo esparciéndose por el suelo de la acera, se agachó con rapidez para tomarlos.

    -¿Estás bien? – preguntó el hombre con que había tropezado que comenzó ayudarle a recoger las hojas.

    -Si, gracias – dijo metiendo las hojas que había agarrado en su carpeta.

    -Vaya… estos diseños son realmente buenos… - escuchó que decía el hombre, Kagome subió la mirada. Se trataba de un sujeto al cual no conocía.

    -Pues… parece que no todas las personas piensan igual – dijo tomándole.

    -¿Te ocurre algo? – Kagome observó sus ojos chocolate. Era muy atractivo - ¿Sabes? Una mujer no debería llorar y menos cuando es tan hermosa… de seguro eres más hermosa cuando sonríes ¿no? Dime ¿Eres modelo?

    Kagome no escuchaba aún tenía las palabras de Inuyasha latentes en su cabeza.

    -Discúlpeme por haberme tropezado con usted… ahora con su permiso… - y diciendo esto se retiró dejando al hombre muy extrañado sin saber que este ahora le miraba con una curiosidad expectante.

    ¡Ya había encontrado a la modelo perfecta para la empresa!
     
  9.  
    Amaii

    Amaii Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    26 Enero 2007
    Mensajes:
    243
    Pluma de
    Escritora
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    Olaz!! ahahah me a encantado este fiic
    grr! qe mala onda Inuyasha humillarla
    zolo porqe ze pareze a Kikyo ><
    ahaha zeriia geniial qe la contraten
    a eiia kmo la modelo jauajaua para
    moleztar a Inu o..o
    wenu ziempre ze a dicho qe del odiio
    naze el amor juajuajua. ezperare lah
    contii prontoo -ññ-

    adiioOm ii cuiidaTeh
     
  10.  
    Marginot

    Marginot Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2004
    Mensajes:
    487
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥
    Total de capítulos:
    29
     
    Palabras:
    1542
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    CAPITULO #4: La Historia de InuYasha

    Llegó al frente del apartamento y tocó el timbre, había quedado destrozada por las palabras de Inuyasha, no comprendía por que había pasado eso si se habían llevado tan bien el día en que se conocieron, Kagome le veía como un hombre respetable a pesar de que la primera vez que lo vio estaba borracho, le había tomado un cierto cariño a esa persona; pensaba que le iban a contratar amaba sus diseños; pero ¿Por qué Inuyasha había cambiado tan drásticamente de parecer? Parecía como si se hubiera transformado en otra persona totalmente diferente. La mirada fría que le había dirigido el chico en aquellos momentos la forma en que le había tratado.

    La puerta se abrió y apareció en ella la anciana Kaede, que al ver a la chica le invitó a entrar y esta se puso a llorar en su regazo mientras contaba todo lo que le había pasado, la señora le veía tiernamente como si consolara a una de sus nietas más queridas.

    Cuando Kagome terminó de contarle su encuentro con inuyasha Kaede solo se levantó de su asiento y fue a buscar algo en el librero, Kagome que se limpiaba las lágrimas con un pañuelo se tranquilizó al ver como la anciana se acercaba a ella y se volvía a sentar a su lado…

    -Quiero que veas algo… - dijo mientras abría el álbum de fotos que colocó en sus piernas, y le abrió en un lugar en especial, la primera foto que mostró era una en donde aparecía una mujer muy hermosa de cabello largo claro tomando en sus manos a un bebé – ella es la madre de Inuyasha, la señora Keiko… - explicó.

    Kagome observó como la sonrisa de aquella mujer se parecía mucho a la de Inuyasha. ¿Pero por que le estaba mostrando eso la anciana Kaede?

    -Al día siguiente que tomaron esta fotografía murió – continuaba la anciana Kaede, Kagome le miró sorprendida, la anciana miraba triste – a partir de eso yo fui quien me hice cargo de Inuyasha, yo le atendía mientras su padre trabajaba… - le dio vuelta a la página y se pudo distinguir otra fotografía en donde mostraban a un niño de ojos amarillo muy sonriente junto a otro niño un poco mayor que él pero tenía los mismos ojos y a un hombre sonriente muy parecido a los niños que los abrazaba – Ese es el medio hermano de Inuyasha hijo de otra mujer, Sesshomaru – señaló al chico grandecito – y él – señaló al hombre – es el señor Tamazaki padre de Inuyasha y del señor Sesshomaru… el murió hace apenas cinco años.

    -¿Por qué me muestra todo esto? – preguntó Kagome que comenzaba a sentir tristeza por Inuyasha sus padres habían muerto…

    -Para que entiendas por que Inuyasha es tan a la defensiva… - explicó la anciana volviendo a darle vuelta a la página, en esta se mostraba el Inuyasha que Kagome ahora conocía muy sonriente y abrazado con una mujer muy hermosa – y ella es Kikio…

    Kagome sintió un vuelco corazón, esa era Kikio… entonces le reconoció en seguida ya sabía por que se le hacía familiar…

    -Kikio Hurameyi – habló compresiva – era una de las modelos más hermosas y famosas de Japón, trabajaba en la empresa “steel eyetooth” hasta hace cinco meses que murió en un accidente de avión…

    -Era mi sobrina y la novia de Inuyasha – habló serrando el álbum y volteando a mirar a Kagome que soltó un “Ah” de comprensión – Verás Kagome… Inuyasha cuando estaba muy pequeño perdió a su madre, tan solo a unos meses de nacido, y yo lo crié todos esos años en los que se convirtió en un hombre, casi cuando iba a cumplir dieciocho años, falleció su padre, dejándole como dueño de la empresa “steel eyetooth” (colmillo de acero) la prestigiosa empresa creadora de joyas… su hermano Sesshomaru y él se llevaban muy bien y Sesshomaru se encargó de la empresa hasta que Inuyasha cumplió veinte años, a partir de ese momento comenzaron las rivalidades, Sesshomaru deseaba tener el control de la empresa de su padre a pesar de que su padre ya le había dejado otra de sus empresas: “sacred eyetooth” (Colmillo sagrado) una dispensadora de vinos y licores; desde ese momento ha existido siempre una rivalidad entre ellos dos… Inuyasha que permaneció bajo esta presión entre la empresa y su hermano, controlaba a ambas con unas decisiones que habían sido muy acertadas, pronto se había ganado el cariño y respeto de sus trabajadores ya que era una persona muy justa… pasado el tiempo conoció a una joven; mi sobrina, que quería entrar al mundo del espectáculo, le presenté a Inuyasha y este inmediatamente le contrató para ser la imagen de su empresa, Kikio pronto se convirtió en una modelo famosa, lucía todas las joyas en las exposiciones, y como era tan hermosa podía hacer que cualquier hombre y mujer se interesasen en comprar las joyas de la empresa de Inuyasha… otra vez Inuyasha había acertado y las ventas se encontraban por los cielos. A pesar de todo el trabajo entre Inuyasha y Kikio comenzó a surgir un gran afecto que se convirtió en cariño y cambió a Amor… habían decidido mantenerlo en secreto, al menos hasta que la empresa ya estuviera lo bastante rica, para que Kikio y él se pudieran retirar por un tiempo mientras se casaban… ya estaban haciendo sus preparativos cuando… Inuyasha recibió una llamada de China, anunciándoles que querían que hicieran una presentación. Aceptaron con gusto, tal vez con eso sería suficiente para casarse. Inuyasha le dijo a Kikio que se fuera en su Jet privado que él pronto se reuniría con ella. Kikio aceptó y se fue en el avión pero esa misma tarde le anunciaron a Inuyasha que el avión había explotado…

    Kagome ahogó un grito, llevándose ambas manos a la boca horrorizada.

    -Eso destrozó a Inuyasha – continuó la anciana con voz cansada - Terminaron sus ganas de vivir, y se dejó de preocupar por la empresa, muy pronto esta decayó… por la muerte de Kikio bajaron las compras… ya Inuyasha no tomaba decisiones, y se la pasaba todas las noches en el bar tomando para olvidar…

    Kagome se sentía muy triste por Inuyasha nunca supo esa historia pero luego se acordó de algo.

    -La noche que vi por primera vez a Inuyasha… el se encontraba borracho, me confundió con kikio y me abrazó – explicó Kagome.

    -Mihoga me lo explicó todo – dijo la anciana – la verdad cuando yo te vi por primera vez, pude notar el gran parecido que tienes con mi sobrina, y comprendí la razón por la que Inuyasha te abrazó y besó pensando que eras ella.

    -Pero de todas maneras, eso no explica lo egoísta que fue conmigo – habló la chica en tono de tristeza y resignación – es que no me explico, nos llevábamos tan bien, él me invitó a tomar a un trago con él… y luego hablamos me dijo que podía llevarle algunos de mis diseños y yo acepté… me caía estupendo, yo lo respetaba… pero hoy… no se que pasó con él, de un momento a otro cambió cuando vio mi rostro, y comenzó a insultar mis diseños. – miró la mesa en donde reposaba la carpeta – no se por que se comportó así…

    -Inuyasha ha sufrido mucho… - habló la mujer tomando la carpeta y dejando en la mesa el álbum. Kagome tomó este y abrió el álbum en la página en donde Inuyasha estaba abrazado con Kikio – Tenle algo de paciencia… no entiendo por que se comportó así contigo, pero al menos tengo una teoría… - Kagome levantó la mirada a ella – creo que a Inuyasha le molesta que seas tan parecida a Kikio…

    Kagome volvió a bajar la mirada pensando en las palabras de Kaede. Si era cierto que era por eso… pues sería muy injusto, ella no tenía la culpa de parecerse a esa chica… la observó a ella sonriente era tan hermosa y luego a Inuyasha se veía tan feliz tenía la misma mirada del día en que le había confundido con Kikio, en verdad le veía con ojos de enamorado. Sonrió un poco al recordar ese día… y sintió como el odio que sentía por Inuyasha hace apenas una hora, se iba aliviando y ahora cambiaban a compasión por ese chico, pensó que le daría otra oportunidad, tal vez si se conocían podrían ser buenos amigos…

    -Pero hay algo en lo que no estoy de acuerdo con Inuyasha… - escuchó que decía la mujer, Kagome se fijó en ella, esta miraba sus diseños – Estos diseños son geniales.
     
  11.  
    Lyra

    Lyra Fanático

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Enero 2007
    Mensajes:
    1,369
    Pluma de
    Escritora
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    Wenas!!!
    Ayy me perdi dos kontys!!!lo sientoToT
    Pero en la primera me dio pena kag!!!inuyasha se porto muy mal kon ella
    Vale k se pareska a kikyo, pero ella no tiene la kulpa!!
    Y en la segunda…pobre inuToT la verdad esk el pobre a sufrido muxo!!!ToT
    Bueno, espero k sigas poniendo capítulos^^ me encanta el fic!!!
    Tienes todo mi apoyo!!!!

    Byebye!!!pasadlo bn^-^*corazon*

    :kirara: *besos*
     
  12.  
    Marginot

    Marginot Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2004
    Mensajes:
    487
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥
    Total de capítulos:
    29
     
    Palabras:
    1661
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    CAPITULO #5: Naraku y Kouga

    Fue un día terrible, Inuyasha se sentí desgraciado, le había dicho todo eso a esa pobre muchacha que no tenía culpa, pero fue como si otra parte de él que no pudiera controlar le estuviera manipulando en esos momentos, antes de darse cuenta de lo que decía, la chica se fue corriendo. Y para empeorarlo todo, tan solo un minuto después de que ella se fue recibió la indeseable visita de su rival Naraku, el cual era dueño de la empresa “Darkness”, creadora de Joyas al igual que la empresa de Inuyasha a excepción de que no era tan famosa, pero el mayor sueño de Naraku era comprar la empresa… se comenzó a pavonear del evidente triunfo que había tenido “Darkness” en su última colección, acto que lo único que hizo fue enojar a Inuyasha y ordenarle que se retirara de su oficina. Naraku se retiró con una gran sonrisa en sus labios, alegando que se podía sentir el miedo en el aire.

    Luego de naraku apareció Miroku seguido por su socio Kouga… el cual llegó anunciando que había encontrado a la modelo más hermosa y perfecta para la imagen de la empresa, no como la amargada de Kagura, pero luego cuando Inuyasha le preguntó ¿quien era? Este contestó que no tenía idea alguna.

    -Muy bien Kouga – dijo Inuyasha aplaudiéndole sarcásticamente – lo único que ahora necesitamos es ir de puerta en puerta por estos lugares y decir, ¿Por casualidad usted no se ha tropezado últimamente con un chico feo y con cara de lobo?

    Miroku rió la broma de Inuyasha. Kouga le miró con ojos matadores.

    -Estás de peor humor que siempre Inuyasha, pensé que eso sería imposible pero te has superado a ti mismo – respondió de mal humor – Al menos yo doy una idea por el cual deshacernos de esa detestable de Kagura…

    -Está bien, está bien, tomaré tu palabra para deshacernos de ella – aceptó Inuyasha sin mucho ánimo - ¿Y no tienes una idea de quién es esa chica? – preguntó haciendo movimientos con sus manos.

    -Aparte de que es la mujer más hermosa que he visto en mi vida… - dijo el hombre pensativo llevándose una mano a la barbilla – Pues… llevaba un vestido azul… y tenía unos diseños que (no es para adularla) pero eran muy buenos… y aparte de todo lloraba.

    Inuyasha sintió como si una taza de agua fría recorriera su espalda… y el sentimiento de culpa cayó en su estómago como plomo, se refería a Kagome…

    -Ah… Inuyasha… ¿Esa no era la chica que vino hace poco, que salió llorando gritando que eras un Idiota? – preguntó Miroku. Inuyasha le miró con una mirada de “Gracias miroku” (Sarcástica)

    -mmm… - pensó Kouga – eso quiere decir que aparte de hermosa también es inteligente, si pudo reconocer que eras un idiota… - se encogió los hombros, pero luego miró a Inuyasha con odio – pero en verdad si serás imbécil Inuyasha ¿Qué le hiciste?

    -¿Yo? – preguntó Inuyasha como ofendido – Nada… la chica es de lo más odiosa.

    -Pues será con tigo – habló Kouga – por que a mi me pareció una chica encantadora. Ahora habla Inuyasha ¿Qué le hiciste a la pobre chica?

    Inuyasha se quedó en silencio.

    -La insultó hasta más no poder por sus diseños – habló Miroku… Inuyasha le miró con una mirada de “Te mataré”

    -Eres un idiota… La mujer más hermosa… que nos pudo sacar la pata del barro… ¿La rechazaste? Sinceramente no se como eres dueño de esta empresa.

    -Ya ya… - dijo Inuyasha alzando la voz… - trataré de hablar con ella.

    -Eso nada… yo hablaré con ella – saltó Kouga - ¿Dónde vive?

    -¿Crees que te diré? ¿Sabiendo que lo primero que piensas hacer es atacarla y convencerla que sea tu novia? – preguntó Inuyasha con una sonrisa.

    -¿Tienes algún problema con eso? – se inclinó para verle más fijamente pero luego alzó una ceja - ¿No será acaso que te gustó?

    -¿Pero que dices? ¿a mi? ¿gustarme esa tipa? Jajajajaja – comenzó a reír ante la mirada incrédula de los dos chicos. A este le resbaló una gota por la cien.

    Ya era hora de trabajar, Kagome como siempre se encontraba en el local a la hora justa… había estado limpiando las mesas y ya había llegado la hora de abrir. Kagome abrió el bar, y como siempre una gran cantidad de chicos entraron, algunos solo miraban perplejos a la chica. Últimamente habían tenido mucha más clientela que lo habitual y la anciana kaede decía que era por la presencia de la joven.

    -¿Ves? Tienes a esos chicos locos – dijo al pasar por su lado, Kagome volteó a mirar y se sonrojó un poco al ver como a los chicos que de seguro eran mucho más jóvenes que ella se les caía la baba.

    Pasó la noche normal, Kagome decidió que no permitiría que el incidente de esa mañana arruinara su optimismo en el trabajo…

    El siguiente día fue igual al anterior no ocurría nada interesante hasta que a las diez de la noche llegó un hombre al cual Kagome no conocía pero se dirigió a ella como si se conocieran de la infancia:

    -Kagome Gigurashi, residenciada en Tokio, y que vino buscando trabajo desde su pueblo de origen Kyoto, de 20 años de edad, graduada de la universidad de Tokio el año pasado. Primera en su clase, con diseños fabulosos…

    Kagome se fijó en él impresionada, nunca le había visto en su vida… era un hombre de cabello largo negro agarrado en una cola, ojos negros y tez blanca delgada. Se asustó por el hecho de que ese hombre supiera tanto sobre su vida.

    -¿Quién es usted? – preguntó tratando de que su voz no sonara intimidada.

    -Soy Naraku Quritawa y es un placer presentarme a tan hermosa criatura – dijo tomando su mano y dándole un suave beso en esta.

    -¿Quritawa? – repitió la chica sin comprender – me parece familiar…

    -Soy dueño de la empresa “Darkness” – explicó sonriendo.

    -Oh… si claro que lo conozco ha aparecido en revistas, es muy famoso – dijo comprendiendo – pero dígame… yo no le conocía ¿Cómo sabe tanto sobre mi?

    -Yo averiguo cualquier cosa – respondió misteriosamente – además que conozco algunos contactos en la universidad… en fin, vengo a proponerte algo…

    Inuyasha llegó al bar a las once de la noche, decidió quedarse ahí y aprovecharía para disculparse con Kagome, había comprado chocolates… ¿Para que? Pero… ¿Qué estaba haciendo? Se comportaba como si fuera su novia o algo así y le pedía disculpas… vio que estaba en una mesa agarrando los vasos y limpiaba con un trapo… se veía tan hermosa.

    -Hola – dijo Inuyasha al acercarse a ella, esta se dio la media vuelta algo agitada por la impresión pero luego volvió a sus deberes - ¿Estás enojada? – preguntó Inuyasha era una pregunta tonta.

    Pero la chica no respondió.

    -escucha… solo vengo a aclarar las cosas digo… no tuve por que tratarte de esa manera, y me comporté de forma muy grosera contigo y… bueno…

    -No tiene por que disculparse… - dijo la chica a la cual Inuyasha perseguía por el bar – yo no le guardo rencor… no se preocupe… solo quiero continuar mi trabajo “sola”

    Se dirigió a la cocina e Inuyasha esperó afuera… se merecía eso. Después de cómo le había tratado. Esperó a que saliera.

    -bueno solo quería aclararlo – llevaba el chocolate en sus manos pero pensó que era algo estúpido dárselo no eran parejas ni nada por estilo… así que lo colocó bajo el mostrador disimuladamente sin que la chica se diera cuenta.

    -Verás yo solo venía a decirte… a pedirte… que trabajes con migo…

    -¿No es que mis diseños son malos? – preguntó Kagome sarcástica mientras limpiaba una de las mesas.

    -bueno… no… es solo que… mira quiero que seas la modelo de nuestra empresa… si no te importaría lucir las joyas… y eso… - concluyó Inuyasha. La chica se volteó a mirarle impresionada.

    -Lo siento pero no puedo aceptarlo… - dijo algo triste ya que su mayor deseo siempre había sido trabajar para esa empresa. Inuyasha le vio con mirada interrogativa – hace tan solo una hora un hombre estuvo aquí y me propuso ser la modelo de su empresa… lo siento ya acepté.

    Inuyasha le miró atónito. Su expresión se congeló por completo.

    -Bien, ¿Y me podrías decir que empresa?

    -“Darkness”

    Inuyasha sintió que su espíritu se destrozaba. Naraku se había adelantado y le pidió el primero… demonios ese maldito.

    -Pues… tu te lo pierdes – dijo Inuyasha orgulloso – ese Naraku es una pérdida de tiempo nunca tienen éxito y si es con una mujer tan fea como tú…

    -Por si no te has dado cuenta tú me acabas de pedir que sea tu modelo… - dijo Kagome muy acalorada por el comentario del chico, ya toda su tranquilidad se desvanecía.

    -Pero no fue por que yo quisiera… yo pienso que tu eres demasiado fea como para ocupar un puesto así… mírate no tienes nada… ¡AH! – había recibido una cachetada de la chica.

    -cuando me volvías a caer bien, vienes y vuelves a meter la pata… ¡TONTO! – le lanzó el trapo con que limpiaba a su cara y se fue del lugar.

    Por el escándalo, salieron el anciano Mihoga y Kaede que se quedaron mirando a Inuyasha como… “No tiene remedio”

    -Cállense – dijo Inuyasha al ver la mirada acusadora que era lanzado por los ancianos.
     
  13.  
    Lyra

    Lyra Fanático

    Sagitario
    Miembro desde:
    14 Enero 2007
    Mensajes:
    1,369
    Pluma de
    Escritora
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    Wenas!!!
    K linda konty!!!*o*
    Aaa no me digas k kag trabaja pa naraku??no me lo puedo kreer!!
    E inuyasha…anda k las maga finas el tio¬¬
    Aber kmo lo arregla!!buen, espero ansiosa la konty!!!me encanta el fic!!!
    Tienes todo mi apoyo!!!!

    Byebye!!!pasadlo bn^-^*corazon*

    :kirara: *besos*
     
  14.  
    :Princessa:

    :Princessa: Guest

    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    Wenas!!
    acabo de leer tu ff
    y me a encantado!!
    espero k lo sigas muy pronto
    te a kedado genial
    pero k tonto es Inu , espero k se de cuenta
    de k Kagome es mejor k Kikio y k no es igual u.u
    Adios!! :sonrisa:
     
  15.  
    Marginot

    Marginot Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2004
    Mensajes:
    487
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥
    Total de capítulos:
    29
     
    Palabras:
    3429
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    CAPITULO #6: La Empresa DARKNESS

    **************

    Kagome se encontraba parada frente a Inuyasha… ¿Era Inuyasha? Por que era idéntico a él solo que… su cabello era largo y plateado y sus ojos amarillos brillantes y tenía ¿Orejas de Perro? Bueno, desde cualquier punto que lo viera eso en verdad estaba muy extraño, pero estos detalles no parecía impresionarle en lo más mínimo ni el hecho de que estuvieran en medio del bosque, al contrario parecía enojada con el muchacho y él de ella. Kagome e Inuyasha se encontraba a solo unos palmos de distancia…

    -¿Sabes que? Eras la mujer más desagradable que he conocido… - dijo Inuyasha en voz alta.

    -¿A si? – gritó Kagome – Pues si soy tan desagradable deberíamos dejar esto hasta aquí… y seguir tú solo… ¡Ya no aguanto más tu terquedad!

    -Pues... – Inuyasha parecía aturdido pero después cerró los ojos - ¡Yo tampoco te aguanto! – gritó en voz alta.

    -Pues entonces ¡Me voy! – gritó la chica muy acalorada.

    -Bien…

    -BIEN…

    -¡BIEN! – volvió a gritar Inuyasha más duro al ver que ella se daba la media vuelta y hacía ademán de marcharse... la chica lo miró con ojos matadores…

    -ERES UN TONTO – gritó y se alejó corriendo… Inuyasha se quedó en shock.

    Kagome abrió los ojos al escuchar su reloj…

    -Rayos… hasta en sueños peleo con ese tonto de Inuyasha – dijo apagando el despertador y levantándose de su cama – Que sueño tan extraño he tenido – se dijo mientras caminaba fuera de la habitación con todo la paciencia del mundo – aunque… - se miró en el espejo esbozando una sonrisa – debo admitir que Inuyasha se veía lindo con ese cabello plateado y esas orejas de perro…

    -¿Pero por que tiene que ser ella, Sango? – preguntó Inuyasha ya cansado de la mirada inquisidora de la mujer.

    -Yo no he dicho nada – respondió esta con una sonrisa. Inuyasha le miró aturdido - ¿Qué? ¿La culpa te está matando? – preguntó burlonamente - ¿te diste cuenta que eres muy injusto con ella solo por que se parece a Kikio?

    -¡No! – negó rápidamente y en voz alta – solo que por tu mirada se que eso es lo que querías decirme…

    -Pues te equivocas, lo que en realidad te quería decir era: que eres un completo Imbécil… - replicó Sango muy lógicamente.

    -Pero… ¿Por qué la quieren a ella? Digo ¿Por qué…? Tú puedes ser la modelo – dijo como si todo estuviera resuelto.

    -Ya te dije que no… - respondió la chica testarudamente - ¿Qué problema hay de que sea esa tal Kagome?

    -Pues… No lo se… - dijo con voz suave y con aire pensativo – tal vez será… el hecho de Que ¡ya aceptó ser la modelo de Naraku!? – respondió bruscamente.

    -No ha aceptado… - contestó de una forma como si aún hubiera una solución – por lo que a mi concierne, aún tienes una hora para convencerle – dijo consultando su reloj.

    -¿Qué? Estarás loca si piensas que iré a rogarle que sea nuestra modelo…

    -Pues casi lo hiciste con Kikio – contestó la mujer como quien no quiere la cosa…

    -eso fue… algo diferente – dijo con voz entrecortada y apartando la vista de la de ella.

    -Inuyasha… he estado pensando y la única forma que levantes esta empresa es: contratando a esa chica para que modele con la perla de Shicoon – esto hizo que Inuyasha se volteara completamente en su silla dándole la espalda - ¿Qué pasa? ¿Cuál es el problema? ¿Dónde está la perla?

    -No lo sé… - dijo en vos baja.

    -¿Cómo que no lo sabes? – preguntó Sango atónita rodeando el escritorio y colocándose frente a él – la están pidiendo, Inuyasha, desean verla… sabes que esa es la joya de la empresa, la razón por la que se hizo famosa, creada por la propia Midorico, no puedes perderla así como así… pensé que no la habías mostrado por respeto a la memoria de Kikio, ya que ella había sido la única que la había exhibido después de tu madre… y querías buscar a la modelo perfecta pero…

    -No se donde está la joya… - volvió a repetir el hombre cortándole en seco.

    Sango e Inuyasha se miraron fijamente.

    -Solo existen dos perlas Inuyasha… nadie sabe donde está la segunda perla, es grave que la perdieras.

    El chico guardó silencio, Y sango pareció comprenderlo.

    -¿La tenía Kikio?

    Inuyasha no respondió pero Sango imaginó la respuesta. Sango Se dirigió a la puerta.

    -iré a comprar un café… - y diciendo esto salió. No quería creer en eso… no, Inuyasha no cometería tal estupidez no podía mezclar negocios con amor… No lo hizo ¿cierto?

    Mientras tanto Kagome se encontraba en un restaurante desayunando, café con pastelillos. Aún tenía cuarenta minutos para llegar a la empresa en la cual había quedado ser su modelo… Que extraño hace tan solo dos semanas no tenía ninguna oferta de trabajo ahora tenía tres trabajos de donde escoger, en el bar (Que ya le había agarrado cariño, razón por la cual decidió no abandonar) la empresa de Naraku, y la de Inuyasha… ¿Quién pensaría que Kagome Gigurashi se convertiría en una modelo?

    -Disculpa… - dijo una voz sacándole de sus pensamientos, Kagome subió la mirada curiosa y se quedó con la boca abierta - ¿Puedo sentarme con tigo? – preguntó la mujer tenía el cabello muy largo agarrado en una trenza.

    Kagome se levantó de un salto.

    -¡¿Acaso tu eres Sango Jiray?! – preguntó atónita.

    La mujer sonrió asintiendo.

    -Pues claro que puedes sentarte… sería un honor. – Sango aún sonriendo tomó el asiento frente a ella – nunca imaginé que podría encontrarle aquí… me llamo… - dijo extendiéndole la mano a modo de saludo, Sango le tomó amablemente y le interrumpió.

    -He escuchado mucho sobre ti… la famosa Kagome…

    -¿Famosa? – repitió Kagome con aire gracioso.

    -Aunque no lo creas, he escuchado maravillas sobre ti… - asintió, “Y se que Inuyasha te quiere por la forma en que brillan sus ojos cuando habla de ti, aunque no lo quiera admitir” pensó mientras pensaba que Miroku y Kouga tenían razón sobre que Kagome era hermosa e idéntica a Kikio – y te reconocí en cuanto te vi – continuó - por las descripciones que me han dado me habían dicho que eras idéntica a Kikio…

    ¿Hasta cuando le seguirían diciendo eso? Pensó Kagome incómoda por el comentario, y Sango pareció notarlo.

    -Me han dicho que piensas trabajar para Naraku…

    Kagome le miró sorprendida. ¿Qué acaso todo el mundo conocía de su vida?

    -Si te digo la verdad… yo quería trabajar en “Steel Eyetooth” pero… se detuvo bajando la mirada.

    -Lo sé… el estúpido de Inuyasha a veces se pasa, pero créeme no lo hace en serio… Solo quería decirte que lo pensaras, no hagas nada prematuramente de lo que te puedas arrepentir… -Kagome la observó sin comprender – mañana tendremos exhibición en “steel eyetooth” me gustaría que asistieras…

    -Pero ¿por que…? Digo yo no soy famosa ni tengo con que comprar… – comenzó a decir Kagome mientras se ponía roja dándose cuenta de lo que acababa de decir… pero la chica le interrumpió.

    -Creo que podremos ser buenas amigas ¿No lo crees?

    -Eh… si… - asintió la chica inmediatamente – por supuesto – afirmó.

    -Genial… entonces me alegrará que asistas… - le acercó una tarjeta de invitación que iba dirigida a su nombre Kagome le miró sorprendida.

    -Pero… yo la verdad no conozco a nadie y…

    -Andarás conmigo no te preocupes… - Sonrió Sango – tengo una reunión… no vemos.

    -Eh… - a Kagome no le dio tiempo de responder ya que la chica se fue inmediatamente.

    Se dio cuenta que ya estaba retrasada… y se levantó con rapidez, tenía solo quince minutos para llegar a la empresa y debía agarrar un taxi…

    Llegó a la empresa, justo a tiempo… suspiró aliviada y se fijó en esta, era algo parecida a la empresa de Inuyasha solo que ahí se leía “Darkness”, el portero era un hombre bastante grande y mirada seria que intimidaba… entró el piso de abajo estaba vacío… subió al ascensor cercano y pulsó el botón de subir…

    Al momento cuando el ascensor se detuvo una chica estaba parada frente a este…

    -Mucho gusto… yo soy Ling, la secretaria del señor Naraku, Tu debes ser la nueva modelo ¿no?

    -si… - respondió Kagome, feliz de que la chica se viera tan amable…

    -Bueno ven te llevaré a su oficina…

    Mientras Kagome seguía a la chica, no se escuchaba ningún ruido en el pasillo, las secretarias parecían estar ocupadas en sus propios asuntos se respiraba un aire muy frío… hasta que llegaron a una puerta bastante grande, Ling le dijo que esperara un momento que Naraku estaba hablando con otra persona, Kagome aceptó parada junto a la puerta que estaba semiabierta, el pasillo se encontraba completamente vacío al momento en el que Ling se perdió cruzando la esquina… Kagome Sin querer escuchó algunas palabras de una mujer dentro de la oficina…

    -Se vería muy sospechoso que sacara el tema… eso debería hacerlo ella, simular ir a buscar una información cuando él no este y…

    - no puede, sospecharían de ella y ya ha trabajado allí por muchos años, Trata de sacarle información como quien no quiere la cosa. Necesito tener esa joya, así conseguiré destruir… - no pudo escuchar las otras palabras ya que pareció detenerse de pronto, Kagome se acercó más a la puerta quería saber de que estaban hablando algo que le caracterizaba era la “curiosidad” trató de ver por la rendija… pero… La puerta se abrió de golpe e hizo que se sobresaltara y sintió un escalofrío al darse cuenta que en ella apareció el propio Naraku mirándole con el ceño fruncido…

    -¿Por qué tardaste tanto? – preguntó Inuyasha al ver entrar a Sango por la puerta, en la oficina se encontraban, Kouga y Miroku al parecer esperando a la joven.

    -Lo siento es que me entretuve hablando con alguien en el restaurante – explicó la muchacha sonriendo y tomando el puesto al lado de Kouga – bien… ¿De que hablaban?

    -El torpe de Inuyasha nos estaba explicando por que no consiguió convencer a Kagome… - explicó Kouga – Demonios Inuyasha por tu torpeza puede que el día de mañana sea un desastre… Ya veo por que no consigues pareja…

    Inuyasha le lanzó una mirada matadora al chico que tenía los brazos cruzados y los ojos cerrados mientras negaba con su cabeza…

    -¡Hey! – saltó, Inuyasha le había lanzado una pelota que pegó en la frente del joven.

    -No será un desastre – interrumpió Miroku tratando de terminar la pelea que los dos niños estaban a punto de librar en la oficina ya que comenzaban a gruñir enseñando sus dientes como dos fieras – Las joyas de la línea “Wind” están espectaculares… si nos podrías explicar los diseños Sango…

    Kagome se puso muy recta, mirando impresionada a Naraku a los ojos, este le ofrecía unos ojos matadores, le asustó, pero al momento el hombre cambió su expresión y sonrió.

    -Kagome… te estaba esperando… pasa – dijo cediéndole el paso amablemente, este gesto la intimidó. Kagome obedeció y entró a la oficina se fijó en la mujer… esta le miraba muy seria y con unos ojos tan fríos como los de Naraku, se paró de su asiento.

    -Hablamos después Naraku – dijo y salió cerrando la puerta tras de si.

    Kagome Observó al hombre.

    -Siéntate – dijo señalando el asiento que unos segundos antes había ocupado la otra mujer. Y después de tomar su asiento en la silla grande frente a ella, le miró, Kagome sintió que le paralizaba – Bueno, ya tengo redactado el contrato lo único que falta será… - le acercó la hoja junto con una pluma – tu firma…

    La chica bajó su mirada a las hojas y leyó… había algo que no le caía bien, esa conversación que había escuchado no le agradó mucho… “Destruir”

    Trató de no levantar sospechas sobre su nerviosismo. Continuó al parecer muy interesada en leer el contrato. Todo iba bien hasta que vio cuanto le pagarían…

    -pero señor… - dijo con la boca semiabierta por la sorpresa – esto creo que es mucho dinero…

    -No, es lo justo… para una mujer tan hermosa como tú… - sonrió.

    -No, no lo creo justo… - dijo la chica dejando las hojas en el escritorio, Naraku alzó una ceja y se borró su sonrisa “Demonios creo que el dinero no le convenció” pensó.

    - ¿Por qué?

    -Verá… yo no tengo experiencia para esto del modelaje… eso le pagarían a una supermodelo… y ¿Qué tal si todo sale mal?

    -para eso, practicarás con un instructor…

    -Pero… seguro hay otras modelos mucho más hermosas que yo… - interrumpió Kagome.

    -he hecho muchas audiciones y tu eres la más bella que he visto… - “Aparte de Kikio” pensó.

    Kagome guardó silencio… Naraku se quedó pensativo…

    -No estás segura ¿cierto? – Kagome se quedó en silencio – Bien… tal vez necesitas… ¿tiempo?

    -Tiempo… eso es lo que no tenemos – Inuyasha interrumpió la petición que había hecho Sango de que necesitaban más tiempo para encontrar otra modelo… - debemos levantar la empresa antes de que se acabe el mes…

    -si se pospusiera la exhibición otros dos días más…

    -Eso será imposible Sango ya se enviaron las invitaciones – interrumpió Miroku.

    -Pero ¿Para que quieres posponerlo? Digo ya tienes las joyas preparadas… - dijo Kouga que miraba la revista – y la revista Brillantes está perfecta…

    -Si esperamos otros dos días de seguro tendríamos más éxito… - todos le miraron curiosos – solo no le pudo decir por que lo pienso…

    -Sea lo que sea Sango… - susurró Miroku – te tendrás que dar prisa por que ya no se puede hacer nada y la exhibición es mañana.

    Sango lanzó una maldición por lo bajo… sabía que tenían razón pero… si su intuición estaba en lo correcto, este le decía que Kagome pronto cambiaría de idea, ella bien le había dicho que su sueño era trabajar allí, estaría por regresar de un momento a otro y si se presentaba mañana en la empresa eso significaría que había rechazado a Naraku.

    Kagome le miró.

    -Si… - respondió rápidamente al comentario de Naraku.

    -Ok… - Naraku cambió su forma de mirar tal vez con malicia – bien, hoy viajaré a China, tengo algunos asuntos que arreglar y regresaré dentro de dos días… me darás tu respuesta en ese momento…

    -Si… - volvió a asentir ya algo más feliz y aliviada.

    -Por ahora, si no te importa… me gustaría tomarte algunas fotos… - en eso entró un joven con el cabello color paja y con una cámara – solo para asegurarte de que eres perfecta para ser nuestra modelo…

    Kagome dudó pero después de un rato aceptó… le tomaron al menos diez fotos.

    Kagura entró a la oficina al momento en que Sango que no se había dado cuenta de su presencia decía…

    -Es que la única forma era mostrar la perla de Shicoon… - dijo, los únicos que quedaban de la reunión habían sido Inuyasha y ella.

    Kagura se detuvo alzando las cejas en señal de sorpresa por el comentario.

    -Ya hemos hablado de eso Sango, te he dicho que eso lo tenía Kikio… - respondió Inuyasha en un susurro, luego se fijó en Kagura, no se había dado cuenta de que estaba allí – Kagura… No te esperaba hasta mañana.

    Kagome salió con rapidez de la empresa, feliz de irse, ese lugar le daba un cierto escalofrío sin saber por que…

    -¿Se te ofrece algo Kagura? – preguntó Inuyasha mirando a la mujer, que era la única que se encontraba allí (ya que Sango se fue) y le miraba con una sonrisa…

    ¿Sonrisa? Eso no le gustaba para nada… ella nunca sonreía.

    -No, solo quería anunciarte que estaba aquí… - y sin decir más salió de la oficina sacando su teléfono celular y marcando a un amigo.

    -¿Qué pasa? – dijo al otro lado del teléfono el hombre.

    -Ya se por que Inuyasha no ha mostrado la perla en público, Kikio la tenía – dijo en un susurro al auricular y con una sonrisa en sus labios.

    No sabía por que estaba frente a aquella empresa… había tomado un taxi y en vez de ir a su apartamento había decidido pasarse por aquella empresa tal vez para dar una respuesta.

    -Hola Cojaku

    -Buenos días señorita Kagome – saludó el chico sonriéndole.

    -Eh… Sango… ¿está allí? – preguntó dudosa.

    -Ah… – dijo, sonriendo – claro, pregúntele a Ayame y ella le informará donde encontrarla...

    La chica se quedó por algunos segundos observando la empresa, la verdad no había querido ir por Sango, tan solo deseaba hablar con Inuyasha pero… ¿para que? ¿Sería tal vez por que aún deseaba trabajar en la empresa de sus sueños? Tal vez por lo que le había dicho Kaede, había sentido compasión por ese chico y ¿estaba dispuesta a perdonarle?

    -Que… ¿no piensa entrar?

    Kagome lo observó por unos momentos… en los que pensaba lo que haría a continuación.

    -Mejor nos vemos mañana – dijo en un susurro bajando la cabeza y dándose media vuelta, pero Cojaku le hizo detenerse al escuchar sus palabras.

    -Hasta luego señor Inuyasha – dijo.

    -Hasta luego Cojaku – se despidió, Kagome comenzó a caminar con la esperanza de que no le viera, había decidido decírselo mañana – Ah… ¿Acaso no eres Kagome? – preguntó. Kagome se congeló mientras se daba lentamente la vuelta para observarle y quedar de frente a él, se sorprendió darse cuenta lo cerca que estaba.

    -Buenos días señor – saludó en un susurro.

    -Buenos días “fea” – hizo mucho énfasis en la última palabra, lo que hizo que a Kagome se le hiciera notorio una vena en la cien - ¿Qué haces por aquí? ¿No deberías estar con tu querido Naraku? ¿O acaso se arrepintió y ya no te quiso contratar? Y de seguro vienes arrepentida a pedir que te contratemos… jajajaja… - comenzó a reír sonoramente.

    Kagome pensó que era una idea estúpida la que había tenido mientras le escuchaba reírse a carcajadas, había estado a punto de abandonar a Naraku en esos instantes solo para trabajar para Inuyasha, ¿Por qué siempre le pasaba eso? Tenía los puños cerrados y la cara completamente roja por la furia.

    -La verdad, ¡es que había decidido ser tu modelo! había decidido no trabajar para Naraku solo por que deseaba trabajar para ti, pero eres un idiota Inuyasha – todo esto lo dijo muy rápido acompañado de furia – Y en verdad me arrepiento de haber venido hasta acá…

    Inuyasha se quedó atónito y con los ojos bien abiertos ante esta explicación…

    -Pe…perdona no… no sabía… - tartamudeó con la boca abierta…

    -¡CALLATE! – Se dio media vuelta y se alejó corriendo. Mientras pensaba que había pasado lo mismo que en su sueño esa mañana, siempre habían terminado peleando.

    -¡Kagome! – gritó al verle correr por la calle iba a seguirle. Pero una mano le detuvo.

    -Eres un imbécil Inuyasha… - dijo una voz de mujer. Inuyasha se dio media vuelta para ver a Sango mirándole con odio - ¿Cómo pudiste decirle eso? – y sin decir más se fue tras ella para alcanzarle.

    Inuyasha mientras tanto solo observaba como las chicas se alejaban por la calle… “Maldición ¿Por qué? ¿Por qué seré tan imbécil? ¿Por qué le traté así?” pensó Inuyasha mientras las veía perderse de vista.
     
  16.  
    :Princessa:

    :Princessa: Guest

    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    :rosa: wenas!! :rosa:
    te kedo genial la conti ;)
    pero k tonto k es Inu :mad:
    mira k decirle eso a Kagome ...u.u
    espero k pongas muy pronto la conti
    :fanskag: SUERTE!!! :sonrisa:
     
  17.  
    Marginot

    Marginot Usuario común

    Cáncer
    Miembro desde:
    11 Noviembre 2004
    Mensajes:
    487
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥
    Total de capítulos:
    29
     
    Palabras:
    2902
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    Si sigues posteando :Princessa: pondré todo hasta el final ^^

    CAPITULO #7: Mi Destino.

    Le había pasado lo mismo que hace dos días… maldición… ¿Por qué Inuyasha era tan injusto? ¿Por qué le odiaba? Ella no le había hecho nada malo… el fue quien empezó TODO, se encontraba en su apartamento, eran las siete y media, ya habían pasado horas, desde que ocurrió el incidente con Inuyasha en su empresa, y había decidido no ir a trabajar ese día para “la perla”.

    Se estaba bañando sintiendo el agua tibia caer por su cuerpo, eso le tranquilizaba aunque le hacían llegar varios pensamientos a la cabeza… ya era la tercera vez que Inuyasha le trataba tan mal. Y la segunda vez que le hacía llorar… “Que estupidez… era la primera vez que lloraba por un chico… ¿Qué le pasaba?... Ni siquiera había derramado una sola lágrima con su anterior novio y eso que se enteró que le engañaba con su amiga… ¿Por qué ahora lloraba por ese egoísta?...” por que Inuyasha si te gusta… dijo una voz más fuerte en su cabeza…

    -Psss… - hizo un sonido muy extraño con su boca como burlonamente - ¿A mi? Gustarme Inuyasha? ¿Por qué razón me tendría que gustar ese vanidoso?

    Por que él te necesita… habló de nuevo esa vocecita en su cabeza… Kagome salió de la ducha con este pensamiento… llegó a su cuarto, se puso su pijama y comenzó a cepillar su cabello, mientras se miraba al espejo…

    -¿Me necesita?… No me necesita… ¿Por qué necesitaría de mi? – preguntó a su reflejo y tal vez se estaba volviendo loca pero creyó ver como este le respondía…

    Por que puedes sanar sus heridas… tu siempre has tenido esa habilidad para comunicarte con las personas… ¿Qué no te acuerdas de las palabras que una vez dijo tu abuela?

    -“Tu verdadero amor aparecerá para que sanes sus heridas” – recitó como si recordara las palabras de alguien – nadie asegura que eso sea cierto… mi abuela solo era supersticiosa… y una adivina… no siempre acertaba…

    Pero te gustaba creer que esas palabras eran ciertas… continuó la vocecita suavemente.

    -Eso era cuando yo estaba pequeña que creía en príncipes azules… esos tipos de hombres no existen…- se dijo rotundamente.

    ¿Y que me dices del destino? ¿…l tampoco existe?

    -No, solo existen las casualidades…

    Ya deja de engañarte… fue el destino que decidió que ustedes se encontraran, fue el destino quién decidió que fueras tú a quien él besara… fue el destino quien te escogió para que tu sanes sus heridas…

    -Cállate. Ya estás hablando como mi abuela… - se dijo a si misma… refiriéndose a su subconsciente que era quién le hablaba…

    Esa noche Inuyasha no pudo dormir bien… eso te pasa por tratar tan mal a esa joven… se decía mientras se daba vuelta en su cama… era la primera vez que trataba tan mal a una persona y sin ninguna razón, se sentía culpable por todo lo que había hecho… Maldición… por que tenía que comportarse como un imbécil cuando estaba cerca de ella…

    Por que quieres ocultar tus sentimientos… susurró alguien en su oído… bueno era solo su conciencia.

    ¿Que sentimientos?, no podía gustarle esa chica…

    ¿Estás seguro?... Preguntó de nuevo la voz…

    Yo estoy enamorado de Kikio…

    ¿Qué no te das cuenta que ella está muerta?...

    Cállate…

    ¿Te molesta que Kagome sea tan parecida a Kikio o te gusta?..

    .me molesta…

    Te mientes…

    Demonios eso ya le estaba volviendo loco… Hablar consigo mismo… que locura…

    Te gusta la chica…

    ¿Por qué me va a gustar?... se preguntó Inuyasha mirando el techo…

    Entonces, ¿Por qué le molestas?...

    ¿Tu misión es molestarme acaso?, preguntó Inuyasha ya arto

    No me regañes solo soy tu mismo…

    Entonces Cállate…

    Es fácil decirlo pero soy tu conciencia y no me callo tan fácilmente…

    Maldición seguro era a él, el único que le ocurría esas cosas…

    Muy difícil pudo dormir esa noche… Malditos sentimientos de culpa…

    *******
    Kagome tenía a Inuyasha recostado en sus piernas, le veía dormir tan plácidamente, pero esta vez el chico no tenía el cabello plateado si no negro y largo, tampoco tenía las orejas de perro, pero por alguna razón ella sabía que se trataba de Inuyasha… comenzó a acariciar el rostro del joven… se veía tan lindo cuando dormía…

    -¿Sabes Kagome? – dijo la voz del chico en un susurro Kagome se fijó en él – Hueles bien – susurró…

    “¿Que huelo bien?” se repitió Kagome, que extraño comentario, pero si él le detestaba…

    -Pero pensé que yo te caía mal, siempre me dices que detestas mi olor…

    -Eso es mentira, la verdad es que… - susurró el muchacho…

    Pero en eso Kagome se despertó… maldición… debía verlo hasta en sueños… aunque Inuyasha estaba siendo amable con ella…

    Se había dormido en la tarde ya que no había dormido muy bien esa mañana… ya eran las cinco…

    -¿te pasa algo Inuyasha? – preguntó Miroku… a un Inuyasha que estaba bostezando sentado a su lado, observaban a Sango mientras le colocaba unos zarcillos a una pequeña niña, y le explicaba a una señora lo que haría…

    -No, es solo que… No pude dormir muy bien…

    -¿Y eso por que? – preguntó Miroku curioso.

    -Por que los sentimientos de culpa lo están matando… - habló Sango mirando al chico con una mirada matadora. A Inuyasha le resbaló una gota por la cien…

    (Al teléfono)

    Kagome: ¿Alo abuela?

    Abuela: ¿Kagome? ¿Mi pequeña Kagome? Hace meses que no nos llamabas…

    Kagome: Discúlpenme, es solo que… - no encontraba las palabras de cómo describir todo lo que había pasado – he estado tan ataviada con el trabajo…

    Abuela: ¿Cuál es tu trabajo?

    Kagome: atiendo un pequeño… negocio ayudando a unos ancianos… - explicó, creyó que no sería bueno decirles que trabajaba en un bar.

    Abuela: me alegra que te este yendo bien… aquí tu madre y tu abuelo siguen atendiendo el templo… ha habido muy buenas ventas últimamente… pero horita no se encuentra tu madre…

    Kagome: Bien me alegro… y ¿Sota?

    Abuela: le está yendo excelente en el colegio… te manda saludos… eh… Kagome…

    Kagome: ¿si?

    Abuela: He estado leyendo las cartas últimamente y me han dicho que te está yendo muy bien… tanto en el amor como en el trabajo… - A Kagome le resbaló una gota por la cien… ¿Bien?

    Kagome: pues no diría que me está yendo bien en el amor…

    Abuela: ¿estás segura? Recuerdas lo que yo te dije desde antes que te marcharas? Allá encontraras el verdadero amor…

    Kagome: que me pedirá ayuda para sanar sus heridas… - recitó la chica…

    Abuela: que bien que lo recuerdes ¿te has encontrado algún chico así?

    Kagome: (Pensando en Inuyasha) No, no lo he encontrado… - mintió…

    Abuela: (suspirando) bueno… pronto aparecerá de todos modos ese es el destino…

    Kagome: y dale con el destino…

    Abuela: ¿Dijiste algo?

    Kagome: no nada… solo pensaba en vos alta… ¿me decías?

    Abuela: ¿Sabes? el joven Joyo se ha pasado mucho preguntando por ti…

    Kagome: (frunciendo el ceño y con una voz molesta) ¿Y que hace ese idiota allí…? No le has contado donde estoy ¿cierto?

    Abuela: Pues… - pensando.

    Kagome: Abuela… no me digas que tu...

    Abuela: si no querías que le dijera me hubieras dicho antes…

    Kagome: (llevándose una mano a su frente) ¿Y ha dicho algo?

    Abuela: dice que piensa ir a buscarte…

    Kagome: ¿¡QUE?!

    Abuela: niña me vas a dejar sorda…

    Kagome: lo siento abuela… es solo que… mira no permitas que venga… dile que no se atreva, no quiero verlo… que ni se aparezca…

    Abuela: está bien… está bien… trataré de convencerle que no vaya…

    Kagome: Bueno al menos no le diste mi dirección…

    Abuela: …..

    Kagome: ¡Abuela!

    Abuela: Bueno no sabía que estabas enojada…

    Kagome: hay ¿esto podría ser peor?

    Abuela: No creo que vaya… no te preocupes…

    Kagome: eso espero… tengo que irme…

    Abuela: bueno adiós…

    Kagome: Adiós… iré para navidad ¿bueno?

    Abuela: Bueno.

    Colgaron.

    Demonios… lo que le faltaba, aparte de sus problemas con Inuyasha ahora también tendría que enfrentarse a Joyo… ojala que no venga, pensaba la chica con temor…

    … decidió salir a caminar… tal vez a dar una vuelta…

    Luego siguió pensando en su destino… su destino… su destino… eso era lo que siempre le había dicho sus abuelos… su abuela se dedicaba a leer las cartas… muy pocas veces acertaba, pero las veces que acertaba había sido con casos realmente increíbles… su madre le contó que la abuela era mejor adivina en casos referentes al amor… le había dicho a su madre cuando era muy joven, “que encontraría al verdadero amor cerca de su lugar preferido… pero que después de algunos años sufriría al perderlo”… y eso mismo era lo que había pasado… su madre conoció a su padre una vez cuando estaba tomando clases de piano, él era el instructor, se enamoraron y pronto se casaron, unos años después cuando nacieron Kagome y Sota, el hombre murió por una extraña enfermedad, y su madre sufrió mucho por su muerte, ya que le amaba.

    Entró al parque… y comenzó a dar vueltas sin ningún sentido…

    ¿Qué tal si su abuela volvía a tener razón con respecto a su verdadero amor? Se preguntó kagome mientras se arreglaba… No, eso no podía ser… como se decía una persona puede acertar una vez… pero… ¿dos veces?

    Estas preguntas rondaron su mente… Si se volvía a encontrar con Inuyasha aceptaría que él tal vez tendría algo que ver con su vida… tal vez tuviera razón y se tratara de su destino… No, pero parecía que ella no le cayera bien a él… ¿Cómo esa persona se podría enamorar de ella si le trataba tan mal?... luego pensó en algo que siempre le decía su madre… “del odio al amor hay un paso”

    Inuyasha había salido a dar un paseo… necesitaba aire fresco, se encaminó al bar… tal vez si hablaba con Mihoga… no… mejor iría al parque… si, hace meses que no iba… comenzó a caminar por este hasta que llegó a un lugar algo apartado con un gran árbol… se recostó en este sentándose en la grama… mientras recuerdos se le venía a la mente… la verdad no había ido allí desde que Kikio estaba viva, siempre iban los fines de semana…

    -Inuyasha… - decía Kikio mientras se montaba en una de las ramas… - ven sube… es muy tranquilo…

    Inuyasha le hacía caso, sonriendo divertido mientras subía a la rama junto a ella, luego ella se recostaba en su pecho y ambos se quedaban abrazados contemplando el horizonte… era un momento tan perfecto…

    Kagome había llegado a un gran árbol que estaba apartado, luego se sentó a la sombra de este… ambos chicos estaban sentados uno a cada lado sin que ninguno se diera cuenta de que el otro estaba presente…

    Inuyasha pensó en Kagome, y se imaginó como sería si ella estuviera contemplando ese atardecer con él… luego se dio un coscorrón en la cabeza…

    -No seas tonto Inuyasha… - se dijo entre dientes – tu estás enamorado de Kikio, no debes por que estar pensando en esa chica…

    Kagome se recostó tranquilamente, y pensó en Inuyasha en como le había tratado… y sintió una cólera en su interior…

    -¡Inuyasha! – dijo en voz alta… Inuyasha se sobresaltó y rodeó con lentitud el árbol para ver quien había dicho su nombre… y se sorprendió al ver a Kagome sentada abrazando sus piernas… esa chica pensaba en él… bueno eso quería decir que no estaba tan enojada… - ¡Eres un tonto! – gritó. Inuyasha casi se iba cayendo, era cierto no podía ser verdad que le hubiera perdonado - ¡Bien tonto! No se como pude pensar trabajar para ti… imbécil… prometo que la próxima vez que te vea te voy a plantar una cachetada… - dijo para si… con los ojos bien cerrados como si desahogara todo lo que sentía… luego se detuvo y respiró rápidamente – Tonto… - volvió a repetir pero esta vez en un susurro… luego guardó silencio.

    -Bueno supongo que me lo merezco… - dijo Inuyasha. Kagome se sobresaltó y se alejó de él de golpe asustada.

    -I… Inuyasha… - tartamudeó… - De… desde cuando estás ahí…? – preguntó avergonzada… se sonrojó al darse cuenta de que él había escuchado todo.

    -Lo suficiente para darme cuenta de cuanto me odias… - dijo sonriendo amargamente… “yo no te odio”… pensó Kagome – se que esto suena una estupidez pero… ¿puedo sentarme contigo?

    Kagome se sorprendió ante la petición…

    -¿para que? Para insultarme de nuevo como ya lo has hecho otras veces? – preguntó volteando su cara ofendida.

    -En realidad no, solo quiero… hablar… - Kagome le miró impresionada se había acordado del día en que los dos se conocieron en el bar… cuando él le pidió hablar… Kagome asintió. se quedaron unos minutos en silencio, Kagome le miraba de reojo…

    Que extraño… Inuyasha ya no le miraba con esos ojos de odio que había presentado antes… al contrario había tenido un brillo diferente…

    -Kagome… - habló, la chica se sobresaltó.

    -Dime…

    -Quiero pedirte un favor…

    Kagome le miró extrañada… luego le miró fijamente…

    -Cachetéame… - pidió muy serio.

    -¿ah? – preguntó Kagome aturdida por la petición.

    -Te escuché decir que querías cachetearme… pues… anda…

    Kagome parpadeó.

    -Vamos hazlo… - dijo el chico…

    -¿Por qué quieres que haga eso? – preguntó Kagome entrecerrando un poco sus ojos.

    -Por que me lo merezco… me he comportado como un completo imbécil… vamos hazlo… no te guardaré rencor te lo prometo…

    Kagome levantó su mano lentamente preparándose para darle una cachetada pero…

    -No lo haré… - dijo al fin bajando una vez más su mano…

    Inuyasha se sintió aturdido…

    -¿Por qué no?

    -Por que ya no estoy brava contigo… - explicó – solo por haber admitido que eras un tonto, ya tienes mi perdón… - sonrió. Inuyasha parpadeó…

    -Después de todo lo que te he hecho… me perdonas así como así…?

    -¿Por qué te parece raro? – preguntó Kagome muy sonriente.

    -No pensaba que tú… la mayoría de las personas con quien he tratado, la verdad son muy rencorosas…

    -Pues esas personas no son muy buenas que digamos… - susurró Kagome… - no te preocupes… no te guardo rencor… no se por que no puedo guardarte rencor ni a nadie… discúlpame por lo que dije… esa es una manera con la cual desahogarme, grito lo que pienso en ese momento… pero ¿ves? Ya estoy mejor… - sonrió.

    Inuyasha se sorprendió, en realidad tenía una chica única frente a él… que sonreía feliz… sus ojos reflejaban bondad… continuaron hablando y pronto comenzaron a tener cariño mutuamente, él le decía lo maravilloso que le había parecido sus diseños, pero que no podía contratarle ya que Sango había sido su diseñadora y la empresa estaba en un momento de crisis y no podría pagarle a las dos… esto hizo poner de muy buen humor a Kagome… ¡¡en verdad sus diseños eran buenos!!

    -Bien… ya debo irme… - habló Inuyasha al ver con horror su reloj, se había ido la hora tan rápido ya iban a ser las siete. Pronto empezaría la exhibición – ahora tendremos una presentación en la empresa, si quieres podrías ir…

    -Debo trabajar en el bar… anoche falté… - dijo la joven – no se si asista…

    -Te esperaré… - dijo el joven… mientras se perdía de vista.

    Kagome observó como se alejaba… en verdad había sido un día maravilloso… había hecho las pases con Inuyasha ¿Quién lo diría? Y parecían llevarse bien, igual que aquel día en el bar… metió una mano en su bolsillo y extrajo la tarjeta de invitación que le había regalado Sango… había decidido no asistir, pero ahora tenía un nuevo pensamiento en su cabeza… no sabía si había sido el destino quién decidió que Inuyasha y ella cruzaran sus caminos… pero había algo que si sabía, que aunque quisiera o no aceptarlo, la empresa “steel eyetooth” formaba parte ahora de su vida… y debía seguir las señales (como decía su abuela) que le daba su corazón, bien ahora lo que su corazón le decía era que asistiera a aquella presentación… y pensando en esto se fue del parque, viendo como la noche comenzaba a caer y las primeras estrellas aparecían en el cielo…
     
  18.  
    :Princessa:

    :Princessa: Guest

    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    wenas!!
    k pronto as puesto la conti ^^
    k bien!! k bueno k Kagome perdono a Inu
    ahora espero k Inu se de cuenta de lo
    k siente x Kagome y se agan novios *.*
    pon la conti pronto ^^
    ADIOS!!! :sonrisa:
     
  19.  
    aNgelux

    aNgelux Usuario popular

    Aries
    Miembro desde:
    28 Enero 2007
    Mensajes:
    751
    Pluma de
    Escritora
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    olaaa
    sorry por no ahevr pasado antes
    jeje me perdi algunos capis!!
    ya que cz pasaba cerrado ¬¬

    pero esta muy bueno!! espero que luego
    sigas poniendo las contys!!
    que esta muy lindo e interezante!
    bye!! xD angelux
     
  20.  
    Amaii

    Amaii Usuario común

    Libra
    Miembro desde:
    26 Enero 2007
    Mensajes:
    243
    Pluma de
    Escritora
    Re: ♥♥ "Cambio En Un Mes" ♥♥

    Olaz!! ahahah qe wenuh qe
    ze arreglaron -ññ-
    zperohh anziiozah lah
    contii

    adiioOm ii cuiidaTTehh !*
     

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso