Long-fic de Inuyasha - “enamorada de tu lujuria…enamorado de tu ternura” [sesshoxkago]

Re: “enamorada de tu lujuria…enamorado de tu ternura” [sesshoxkago]

¡¡¡Hola!! ^^
Aquí de nuevo subiendo la continuación ¡qué emoción un capitulo mas y se acabo!, haaa para serles sincera estoy muy impresionada por sus comentarios, me gusta mucho que les guste lo que escribo, ya que es un gusto para mi escribir, es algo que me encanta y aun mas que las gente lo aprecie, muchas gracias por sus comentarios y espérenme muy pronto con otra gran historia, jajajaj bueno me cuesta trabajo los finales así que espero que sea de su agrado, así como espero que este penúltimo capítulo también lo sea, jajaja, pues ya me voy para que puedan leer.
Antes de irme y de que lean el capitulo, eso sí es cierto pan-chan no había pensado como se llamaran los niños o niñas, bueno este capítulo sabrán que son,
Razón-chan gracias por la ayuda así que esperen verlo en el capitulo y solo falta uno y será el final así que espérenlo el fin de semana nos vemos.

“enamorada de tu lujuria…enamorado de tu ternura”
Capitulo 24: no importa cuánto quede de camino, lo que importa es que tú estás conmigo.

[Lo mejor de ser mujer es que eres tantas cosa, eres hija, hermana, amiga, esposa y madre…pero creo que más me gusta ser amada por ti y por mis hijos… ¿y a ti que te gusta de ser mujer?]
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-el invierno está por venir-dijo kikio a inuyasha.
-si-dijo este.
-tenemos que irnos ya, despierta a la niña.
-unos minutos mas inuyasha, está cansada la pobre.
-lo sé, aguanto demasiado.
-ya sabe que kagome y sesshomaru tendrán bebes.
-sí, ella lo sabía.
-es muy especial esta niña-dijo kikio acariciando sus cabellos.
-sí, mi hermano le tiene un gran aprecio al igual que kagome.

Ambos miraron a la pequeña dormida, pero inuyasha se levanto de prisa.

-¿Qué sucede?-dijo kikio.
-hay un olor muy extraño en el viento.
-¿Qué será?-dijo ella oliendo-no huelo nada.
-es porque no eres un demonio, nosotros tenemos más sensibles los sentidos.
-ha-dijo kikio.
-es sangre-dijo inuyasha.
-¿de quién?, es un ataque
-es de kagome, pero…tiene un aroma muy peculiar-dijo inuyasha olfateando.
-¿es su sangre o no?-dijo kikio.
-sí, es su sangre, pero te digo que tiene algo diferente esta sangre.
-¿Cómo que diferente?, ¿a qué te refieres con eso?
-espera-dijo oliendo.

Sesshomaru sabía que esa sangre era muy diferente a la de ella, pero sabía que era de ella, ya que olía a sesshomaru seca eso solo significaba una cosa.

-dijiste que el embaraza puede adelantarse ¿no es así?
-sí pero eso que tiene que ver-dijo kikio
-que, kagome ya está a punto de dar a luz.

Kikio se levanta corriendo, despertando a la pequeña Rin.

-¿Qué sucede?-dijo Rin aun dormida.
-tenemos que irnos pequeña-dijo kikio.
-y cuanto antes-dijo inuyasha.
-¿Por qué?
-sesshomaru está con ella, y cuando lleguemos seguramente ya dios a luz pero…
-pero… ¿Cuál es el peor?
-ella está cerca.
-ya los encontró.
-la sangre-dijo el-la sangre de los recién nacidos llama la atención de demonios y mas-dijo inuyasha-hay que llegar antes que ellos-súbanse-dijo agachándose.

Ambas se subieron sobre inuyasha y partieron rumbo a su destino.
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Sesshomaru no podía creer lo que estaba pasando, había pensado ser un buen padre y todo eso pero jamás había pensado que sería tan buen padre para ayudar a dar a luz a sus hijos como ahora estaba a punto de hacer, kagome estaba gritando y mucho, se odio por no poner atención cuando su madre le explico que los hombre también tenía que saber qué hacer en esos casos, ya que su padre lo vio nacer y hasta participo en el parto, pero él jamás hizo caso, no pensó necesitarlo pero ahora, si lo necesitaba y mucho.

-tranquila-dijo sesshomaru-voy a buscar a alguien.
-no-dijo kagome-ya están por nacer y no hay ningún pueblo cercano, estamos en medio de la nada.
-pero…
-no sabes, ¿no es así?-dijo ella en llanto-¡dios me duele mucho!

Sesshomaru no podía escapar de esto, era su familia, no podía dejar sola a kagome por no saber de eso, tomo aire.

-está bien-dijo el-no sé, pero en esta situación son mis hijos y tengo que hacerlo.

Ella sonrió.

-si-dijo ella-tenemos que dar lo mejor de nosotros.
-pero ya lo dimos-dijo apuntando a su vientre.
-no me refería a eso-dijo ella sonrojada.

El río.

-ahora que lo pienso, es la primera vez que ríes en mi presencia-dijo ella.
-creo que si-dijo el mirándola.
-¿Por qué no lo habías hecho?-dijo ella.
-por qué no te creía digna de verlo?-dijo el
-¿ya lo soy?-dijo ella.
-serás la madre de mis hijos, como no serlo-dijo él.
-¿solo por eso?-dijo ella
-no-dijo él.

Ella lo miro, ahora por raro que parezca los dolores ya no eran tan insoportables como hace unas horas, no sabía si era porque él estaba, serán que aquellos niños o niñas entendían, kagome sonrió para sí misma, su vida cambiaba mucho, pensó que el seria su perdición bueno es cierto modo lo es y lo seguirá siendo, pero ahora estaba segura que él había cambiado y cambiaria mas cuando los niños o niñas nacieran

-¿kagome?-dijo él.
-sí, que sucede-dijo ella.
-¿escuchaste lo que te dije?-dijo él.
-no-dijo ella sonriendo.
-bueno, ¿Cómo siguen tus dolores?-dijo él.
-bien-dijo ella-ya no me duele demasiado-dijo ella.
-bien-dijo el

Kagome estaba acostada y sesshomaru tomaba su mano, su kimono estaba manchado por sangre, pero no había signo alguno de que los bebes quisieran salir.
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Sango y miroku salían de la cueva.

-¿A dónde van?-dijo Susumu.
-vamos a ver a kagome.
-¿Por qué?-dijo el-su marido debe estar con ella.
-ya lo sé-dijo sango-pero…
-pero creemos que ya está por dar a luz-dijo miroku-y no es muy conveniente que estén solos ellos, dos, sabiendo que Azumi quiere a los bebes.
-los quiere, ¿para qué?-dijo el-eso no me lo dijeron, ¿para que los quiere?
-ahora no hay tiempo de explicarlo pero debes cuidar a los aldeanos.
-pero necesito saber para qué quiere a los hijos de kagome y ese demonio, no se van hasta que me lo expliquen.
-bueno-dijo miroku-Azumi los quiere porque en ellos están las llaves para liberar su poder.
-entonces yo voy, que sango se quede, yo soy más fuerte-dijo Susumu.
-no, porque eres el más fuerte debes quedarte.-dijo miroku.
-si llegaran a descubrir el escondite y atacan, no dudarían en matar a sango, en cambio di estas tu, no creo que se acerquen-dijo sango.
-pero…necesito protegerla, ella me necesita.
-Susumu, como tu dijiste, ella necesita solo de sesshomaru, pero nosotros no vamos a proteger a kagome si no a los bebes-dijo miroku.
-lo sé pero...
-Si alguna vez quisiste a kagome es mejor que cuides de su pueblo-dijo sango-si no, ella misma te matara y te odiara el reto de su vida, ¿eso quieres?.

Susumu estaba mirándola.

-no, no quiero que le pase nada ni que me odie-se voltio-está bien, vean como van.
-claro, amigo cuídalos-dijo miroku
-sí, lo hare miroku.
-no tardaremos, veras que cuando esto acabe ella te lo agradecerá.
-por desgracia sango yo no quiero su agradecimiento.
-bueno-dijo miroku-eso luego lo ven, vamos sango.

Ellos se fueron dejando a Susumu al cuidado del pueblo.

-solo espero que ella no me odie-dijo Susumu mirando el cielo.
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Inuyasha y las dos mujeres estaban corriendo.

-¿ya van a nacer los hijos de la señorita kagome?-dijo rin.
-si-dijo kikio-ya van a nacer y por eso vamos muy deprisa.
-ya los quiero conocer-dijo rin-deben de ser muy lindos.
-si-dijo kikio-deben.
-lo dudo, mi hermano es muy feo-dijo inuyasha.
-no es cierto-dijo kikio-tu hermano es muy atractivo.
-¿te gusta?-dijo inuyasha molesto.
-claro que no, solo digo lo que ceo.
-sí, señor inuyasha su hermano es muy guapo-dijo la pequeña.
-ves hasta rin cree que es lindo.
-yo no dije lindo señorita.
-lo sé pequeña, pero es más lindo que inuyasha.
-no es verdad-dijo rin-también el señor inuyasha es muy lindo… ¿no señorita kikio?

Kikio se sonrojo.

-¿Qué pasa kikio?, ¿por qué no dices nada?-dijo inuyasha.
-tu cállate y corre más rápido.
-lo haría si no pesaras tanto-dijo inuyasha.
-yo no peso tanto-dijo kikio.

La pequeña solo se río, era pequeña pero entendía muy bien que entre inuyasha y kikio algo más que una bonita amistad, eso se lo había enseñado kagome, ella era como una madre para la niña y sesshomaru aunque era frio con ella, le tenía un gran afecto.

-cállate y corre-dijo kikio.
-está bien-dijo inuyasha.
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Kagome estaba respirando con trabajo.

-¿Qué pasa?-dijo sesshomaru.
-hay-dijo ella-ya viene, ya vienen.
-bien-dijo sesshomaru.

Kagome se puso en posición de parto.

-recuerda que tienes que cortar el cordón-dijo kagome.
-lo sé-dijo sesshomaru.
-y bañarlos en el agua caliente para que no se congelen.
-lo sé-dijo sesshomaru.

Kagome estaba gritando de dolor, nunca pensó que tener hijos fuera tan doloroso pero sabía que cuando los tuviera en sus brazos ese dolor valdría la pena, tenía que hacerlo bien ya que sesshomaru también lo haría.

-respira-dijo el-respira.
-si-dijo ella.
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Con el primer copo nieve vino el llanto de un bebe, cae el segundo copo y también el llanto de otro bebe, pareciera como si aquellos llantos hubieran citado a la nieve, ahora el suelo se volvía blanco.
Kagome lloraba, sesshomaru tenía una mirada en dos pequeños envueltos en sabanas.

-kagome…

Ella no contesto, solo lo miro.

-son dos hermosas niñas-dijo sesshomaru.

Kagome lloro, el dolor paso a segundo término, aquella imagen jamás se la quietaría de la mente, sesshomaru cargando en ambos brazos a dos pequeños bebes, los cuales lloraban y movían aquellas pequeñas manitas, era sus bebes y el su esposo, ahora era una familia, una familia feliz.

-¿está bien kagome?-dijo sesshomaru.
-si-dijo ella-quiero verlas.
-claro.

Sesshomaru se levanto y le dios cuidadosamente a los dos pequeñas.

-son hermosas-dijo kagome.
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Inuyasha, kikio y Rin estaban entrando en la cueva, para ver aquella escena tan hermosa, kagome con los dos bebes en sus manos y sesshomaru abrazándolos a los tres.

-kagome-susurro kikio.

Kagome y sesshomaru miraron hacia la vos.

-kikio-dijo kagome.
-mira quien vino-dijo kikio.

Kagome vio ala pequeña caminar hacia ella.

-Rin-dijo kagome con lágrimas en los ojos-estas viva-dijo ella.

La pequeña abrazo a kagome y sesshomaru sostenía a las niñas.

-¿puedo?-dijo kikio a sesshomaru.
-si-dijo el parándose.

Kikio abrazo a uno de los bebes.

-¿Qué son?
-gemelas-dijo sesshomaru.
-son hermosas-dijo kikio mirando a una de ellas.

Eran gemelas claro era, pero, una de ellas tenía el cabello oscuro, de un negro azabache con el de su madre y la otra ere poseedora de cabellos platinados como los de su padre, ambos con piel blanca como la nieve que caía, ninguna tenía una sola marca, pero si garras, el color de sus ojos todavía no se veían ya que estaban dormidas.

-te extrañe mucho Rin-dijo kagome.
-yo también señorita kagome.
-no me digas mas, así, eres de la familia, ¿no sesshomaru?

Este la miro.

-así es-dijo sesshomaru.

La pequeña abrazó a kagome, mientras esta sonreía, sesshomaru solo miraba la escena.

-¿y cómo se llamaran?-dijo kikio.
-no lo he pensado aun-dijo kagome.
-eso será para otro día-dijo inuyasha.
-¿Por qué?-dijo kagome.

Sesshomaru abrazo a las dos bebes.

-¿Qué pasa?-dijo kagome.
-hay que irnos-dijo sesshomaru.
-nos encontraron-dijo inuyasha.
-Azumi-dijo kagome.
-así es-dijo sesshomaru.
-adelántense-dijo kikio.
-pero ¿y ustedes?-dijo kagome.
-estaremos bien-dijo inuyasha-somos fuertes, vayan.

Sesshomaru sujeto a los dos bebes y las topo bien, rin ayudo a kagome a levantarse.

-¿puede levantarse?-dijo rin.
-duele un poco-dijo.
-kagome ¿puedes caminar?
-no-dijo ella-aun me duele.
-bien, abraza a las niñas y yo te cargo.
-está bien-dijo kagome pero…
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Sango y miroku entraron a la cueva.

-pensé que eran los malos-dijo inuyasha guardando su espada.
-jejeje-dijo miroku-somos nosotros.
-¿Dónde está kagome?-dijo sango.
-¡sesshomaru, kagome, son sango y miroku!

Kagome se asomo y sonrió, sango fue corriendo y la abrazó fuertemente.

-kagome-dijo sango.
-te extrañe mucho sango.
-también nosotros-dijo sango.
-ahora tiene que irse-dijo miroku-se están acercando-le dijo a sango.
-pueden cuidar de rin-dijo kagome.
-¿Quién es Rin?-dijo sango.
-es ella, es mi hija-dijo kagome.
-está bien-dijo sango-pero vete ahora.
-si-dijo kagome.

Sesshomaru cargo a kagome y esta tenia abrazada a las pequeñas.

-nos vemos-dijo sango-porque nos volveremos a ver.
-si-dijo kagome-nos volveremos a ver-dijo kagome.

Dicho esto kagome y sesshomaru junto con los bebes se fueron rumbo a las profundidades de los bosques.
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Azumi caminaba y detrás de ella estaba sano y detrás un ejército de demonios.

-ya estamos cerca mi señora-dijo sano.
-eso espero-dijo Azumi.
-esos niños ya nacieron y necesito la llave de una vez por todas.
-pero dijo que…
-sano, hay un tiempo y si en ese tiempo no obtengo las llaves jamás podre regresar a este mundo.
-jamás lo habías mencionado.
-pues ya lo sabes.
-solo me quedan días-dijo ella.
-¿Cuántos?-dijo él.
-eso no importa lo que ahora realmente importa es que tenemos que encontrar a esos niños y a sus queridos padres-ríe.
-si-dijo este.
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-estas bien-dijo sesshomaru.
-solo con un poco de frio pero bien.
-te llevare con un doctor para que te vean y vean a las niñas.
-está bien-dijo ella-no te preocupes tanto por nosotros sesshomaru.
-¿Cómo me puedes pedir que no me preocupe por ustedes?-dijo sesshomaru.

Kagome le dio un suave beso, ambos se miraron.

-te amo mucho-dijo ella.
-yo también-dijo-y a ellas.
-nos darán muchos dolores de cabeza.
-¿nos?-dijo el-o me darán.
-no me digas que serás un padre celoso-dijo kagome-pero eso si serán muy hermosas como su madre.
-eso sí, ni lo discuto-dijo sesshomaru.
-camina más rápido y deja de hablar-dijo kagome-que me congelo.
-si-dijo él.
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-vaya así que solo son ustedes-dijo Azumi.
-nos encontramos de nuevo-dijo sano.
-lo mismo digo-dijo kikio.
-no quiero pelear con ustedes solo díganme donde están.
-no-dijo kikio.
-¿quieren morir?-dijo Azumi.
-si quieres pasar tienes que pasar sobre nuestros cadáveres.
-sí-dijo kikio.
-bien-dijo Azumi-no me manchare los dedos con ustedes.
-acaso y tienes miedo de nosotros-dijo kikio.
-miedo-dijo ella-crees que le tendría miedo a una humana corriente como tú y un semidemonio de cuarta-ríe-ni a mis talones llegan ni la misma kagome o el mismo sesshomaru lo hace.
-cállate de una vez, así que ven pelea-dijo ella.
-solo porque me lo pides y si los mato kagome sufrirá mucho.
-eres un demonio-dijo inuyasha.
-gracias-dijo Azumi.
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Kagome estaba acostada en un mullido colchón, la doctora la revisaba y sesshomaru tenía a las gemelas.

-¿Cómo se llamaran?-dijo sesshomaru.
-que te parece, Daniela y Andrea.
-¿son nombres?-dice sesshomaru.
-sí, son lindos, ¿no lo crees?
-es que jamás los había escuchado.
-yo se que esos nombres serán especiales cuando ellas estén grandes.
-y quien será quien-dijo sesshomaru.
-Daniela será la de cabellos negro y Andrea será la de cabello platinado, Andrea es más cariñosa, en cambio Daniela es más especial, ella es tranquila.
-ambos son muy diferentes-dijo sesshomaru.
-sí, Andrea saco mi carácter y Daniela el tuyo-dijo kagome.
-pero las dos son hermosas-dijo él.
-sí.
-todo en orden-dijo la doctora-lo felicito señor sesshomaru, fue muy bueno en el parto-dijo la doctora-tanto los bebes como la mama están bien.
-que bueno es oír eso-dijo kagome.

Tocaron a la puerta.

-enseguida vuelvo-dijo la doctora.

Ambos vieron como ella se iba.

-¿Qué pasa?-dijo kagome.
-creo que tienen hambre-dijo sesshomaru.
-cierto, se me olvido-dijo kagome

La brisa entro.

-el viento entro-dijo kagome.
-tal vez la doctora la dejo abierta-dijo sesshomaru.
-anda a cerrarla-dijo kagome.
-sí.
-no hay necesidad-dijo una vos.

Kagome y sesshomaru miraron.

-tu-dijo sesshomaru.
-hasta que nos encontramos-dijo Azumi-y aquí está la madre de mi llaves, ¿Dónde te habías metido?
-aléjate de ellas-dijo kagome protegiendo a sus bebe.
-no vine aquí solo para esto-dijo Azumi-por tantos años he estado atrapada en el cuerpo de naraku y sirviendo a tu padre, pero ahora que tengo la oportunidad de ser libre lo seré.
-sí, pero aléjate de mis hijas-dijo sesshomaru.
-lo lamento pero es demasiado tarde-dijo mirando a kagome.

Sesshomaru voltio a ver pero lo que esos bellos ojos dorados vieron fue horrible, de la oscuridad salían dos manos, era sano, que le tapaba la boca a kagome, las gemelas estaban en sus brazos, lo último que vio antes de desmayarse fue los ojos llenos de dolor de kagome.

Continuara…

¿Azumi ganara?, ¿Qué habrá pasado con kikio e inuyasha? Y con ¿miroku y sango?, ¿Qué será de la tierra si ella mata a las niñas? Descúbranlo en el capítulo final.
Nos vemos.
Razón-chan y Andrea_miko espero que no les moleste que ponga su nombre jajaja, gracias a la idea de razón-chan, las quiero amigas ^^

 

Re: “enamorada de tu lujuria…enamorado de tu ternura” [sesshoxkago]

hola!!!!!
Me desaparecí una semana creo o mas jajaja es que estaba presentando exámenes jajaja pero como ya paso y ya pase de curso, jajaja todo pues ya puedo subir el capítulo final. Espero que no me maten por el final claro nada alarmante jajaja pero en fin espero que andes súper todos, Será largo pero espero que les guste, amiga Andrea gracias por tus porras. ^^
Nos vemos en el próximo ff. Gracias por su apoyo a todos.

“enamorada de tu lujuria…enamorado de tu ternura”
Capítulo final: La llegada de la destrucción, pero hay lugar para la felicidad ¿no?...

[Te pregunto de nuevo… ¿conoces la historia de los enamorados?...déjame contarte el final que es lo que importa, ya que el comienzo es como todos lo conocemos…erase una vez…la nuestra es diferente, la nuestra comienza con una ves y termina…eso es lo que te contare…]
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Un par de ojos dorados se habrían, sesshomaru estaba despertando de aquella pesadilla, en donde perdía lo mas amaba hasta ahora.

-no es una pesadilla, es real.

Esa vos lo saco de sus pensamientos, miro y descubrió que no estaba solo en la habitación.

-¿Qué haces aquí?-dijo sesshomaru.
-cuidándote-dijo inuyasha.
-¿Dónde están?-dijo sesshomaru.

Inuyasha se puso de pie y salió de la habitación, sesshomaru supo enseguida que no era una pesadilla y aquel gesto fue la respuesta, luego de unos momentos se abrió la puerta.

-¿Cómo te sientes?-dijo kikio.

El no hablo, ella lo miro unos minutos y se sentó junto a él y miro los vendajes.

-vaya, tus heridas están curadas-dijo retirando los vendajes.

Ella seguía su labor.

-¿Cuánto…
-2 días-dijo kikio-poniendo los vendajes en un recipiente-no hay rastro de ellas.

Kikio se levanto.

-estarán bien-dijo kikio-ella es fuerte, no dejara que nadie le haga daño a las niñas.

Sesshomaru no hablo solo escuchaba.

-sabes-dijo ella-admiro a mi princesa-dijo kikio mirándolo.

Sesshomaru poso su mirada en los ojos negros de kikio.

-ella te saco frases, yo apenas puedo sacarte palabras-dijo kikio-ella es muy diferente y creo que eso es lo que te atrae en ella.

Sesshomaru parpadeo.

-ella es diferente-dijo el-ella es ahora y siempre será la madre de mis hijas, no puedo dejar que muera en manos de esa bruja-dijo levantándose.
-sesshomaru, no puedes ir-dijo ella.
-¿Por qué?, es mi mujer y mis hijas.
-lo sé-dijo kikio-pero no podemos hacer nada y tu no abras de tener surte, se que suena feo pero es la verdad.
-no me importa mujer, ellas son importantes para mí, así que me voy.
-siempre testarudo, no hermanito-dijo inuyasha entrando.
-si vienes a detenerme como esta mujer lárgate-dijo sesshomaru.
-no, no vengo a detenerte.
-inuyasha-dijo kikio.
-fuimos al sur y ahí encontramos una pista, te aconsejo que vayas por ahí y no te preocupes por Rin, aquí con nosotros está a salvo-dijo inuyasha-así que eres libre de irte.

Sesshomaru lo miro y se fue.

-está herido inuyasha-dijo kikio.
-creo que duele más la interna que las externas-dijo inuyasha.
-no te entiendo inuyasha, ¿no que odiabas a tu hermano?
-creo que todo se puede pasar, por esta vez, su familia está en peligro-dijo inuyasha-creo que el haría lo mismo por mi.
-eso sí, espero que ella está bien.
-lo estará, esa mujer es muy especial-dijo inuyasha abrazando a kikio.
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En aquel palacio resplandeciente, se oían llantos de bebes.

-¡que se callen!-dijo Azumi histéricamente.

Kagome tenía abrazadas a las gemelas.

-¡NO TE LO VOY A REPETIR DOS VECES, CALLALAS O LAS CALLO!
-quiero ver que lo hagas-dijo kagome-sabes que no puedes-dijo ella desafiándola-no es así naraku o mejor dicho Azumi.

Ella la miro con odio.

-maldita mujer-dijo saliendo de la habitación.

Kagome abrazo a sus hijas.

-tranquilas, su padre vendrá a rescatarnos, estoy segura que el vendrá.
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-maldita mujer-dijo Azumi.
-¿Qué hizo?-dijo sano.
-me colma la paciencia-dijo ella-es muy…
-cuando será el dio-dijo sano.
-dentro de dos semanas-dijo Azumi-dentro de dos semanas podre ser libre y conquistar lo que por derecho debió ser mío.
-bien-dijo el-me retiro.

Este se fue.

-lástima que no estarás ahí para verme gobernar sano-san-dijo riendo malvadamente.
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El invierno apenas y mostraba sus garras, la nieve caía en cada pasto, en cada casa, en cada lugar, sin piedad alguna, pero eso no importa cuando estas detrás de algo o en busca de alguien.
Sesshomaru corría, no importaba el frio o la nieve de su paso, no importaba nada, solo le importaba una cosa y eso era su mujer y sus hijas, nada más, lo días era secundario pero esto era lo primordial.
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Han pasado dos días, sango y miroku estaban sentados frente a una fogata y junto estaban inuyasha, kikio y Rin.

-¿Cuándo acabara esto?-dijo sango.
-cuando esa bruja se muera-dijo kikio.
-seamos honestos amigos esa mujer no morirá-dijo miroku.

Recibió un codazo de sango.

-¿oigan ustedes don ya se casaron?-dijo inuyasha.
-por desgracias-dijo sango.
-¿Cómo que por desgracia?-dijo miroku-para mí fue un placer.

Inuyasha y kikio rieron.

-hablando de bodas-dijo sango- ¿ustedes cuando?

Ambos se quedaron mirándose y luego miraron a lados opuestos.

-ríe-ya no es secreto-dijo miroku.
-si-dijo sango ya todos saben de la relación que hay entre ustedes.

Todos rieron.

-disculpen-dijo la vos de la pequeña Rin.
-¿Qué sucede?-dijo kikio.
-miren-dijo apuntando al cielo.

El cielo estaba negro, demasiado y podía verse un setenar de demonio saliendo del horizonte.

-esto es malo-dijo inuyasha.
-¿Qué tan malo?-pregunto el monje.
-vamos-dijo inuyasha-creo que la batalla final ya llego.

Todos se miraron y salieron rumbo al horizonte.
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-¿Qué has dicho?-dijo kagome.
-lo que escuchaste querida-dijo Azumi.
-¡jamás!-dijo kagome.
-no te lo pregunte, es algo que hare y no me importa si estás de acuerdo o no.
-¿Qué acaso no conoces la compasión?
-esos sentimientos son humanos y por si no lo sabías querida yo no soy humana.
-lo sé, se nota-dijo kagome
-cálmate mujer es mejor que me lo des por las buenas y no por las malas.
-no te las daré-dijo kagome-primero me matas.
-hay vas con eso de nuevo, kagome sabes que yo no te quiero muerta, es mas por qué no te unes a mí, después de apoderarme de la tierra necesito ayudantes.
-ya lo tienes.
-te refieres a sano-ríe-ese no creo que llegue a ver lo que hare.
-¿Qué quieres decir?-dijo kagome.
-vamos, tu sabes a que me refiero, ¿Qué dices?, velo como un pago por lo que hare.
-¡estás loca!
-me estas colmando la paciencia mujer-dijo Azumi-sabes ya me canse-dijo ella molesta-¡DAME A ESAS MOCOSAS!
-¡JAMAS TE DARE A MIS HIJAS!
-salió de la habitación-ya lo veremos.
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Sesshomaru estaba ante el palacio, tenía un campo de energía.

-por fin-dijo mirando al majestuoso palacio.

Miro el cielo, los relámpagos hicieron acto de presencia.

-¿Qué pasa?-dijo mirando el lugar.
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-¿Qué se te ofrece?-dijo sano.
-quiero que me traigas a esas niñas.
-pero mi señora…
-no es difícil, se las quitas a kagome me las das conquisto el mundo y punto.
-pero, kagome…
-kagome no es una molestia.
-pero ella…
-defenderá a sus hijas.
-¿y?-dijo Azumi-pues le das un golpe o no sé, pero quítales a esas niñas.
-está bien.

Sano se fue.

-si no muere por la ira de esa mujer yo lo matare así de fácil-dijo Azumi mirando por una ventana-ya llego el día-dijo riendo-el día que este mundo ver a mi furia y su gran error al haberme desterrado del cielo.
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Las pocas aldeas que aun quedaban en pie, eran defendidas por sus sacerdotisas o por algún buen samaritano pero las que no, eran destruidas al instante por demonio, todo lo que ocasionaba la codicia y el poder, todo esto cobraba vidas, viadas que jamás volverían, que jamás se recuperarían, por lo materia no había problemas se trabajaba duro y se reponía pero una vida no se puede comprar.
Si esto era superado, la vida cambiaria mucho, pero no hay que rendirse después de todo, esto nos ayudara a superar cosas peores, pero que hay peor, ¿Qué puede ser peor que esta destrucción?
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El grupo de inuyasha que contaba con kikio, sango, miroku, rin y claro el estaban parados a unos metros del palacio.

-llego el momento-dijo kikio.
-si-dijo sango-llego la hora.
-miren-dijo miroku.

El grupo miro hacia donde el dedo del monje apuntaba.

-sesshomaru-dijo inuyasha.
-debes ir-dijo kikio.
-pero…
-se me cuidar-dijo kikio-además debes ayudar a tu hermano a rescatar a tus sobrinas y a mi princesa.
-claro.

Inuyasha se acerco a kikio y tímidamente le dio un beso en los labios, su primer beso.

-nos vemos luego-dijo inuyasha corriendo.

Kikio solo alcanzo a sonreír.
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Sesshomaru había escalado el palacio sin problema alguno, entro por una habitación, ahí estaba sano, al parecer esperándolo.

-valla-dijo sano-miren lo que trajo el viento.
-¿Dónde están?
-¿Quiénes?-dijo sano.
-no te hagas.
-ha te refieres a tu mujercita y a las gemelas, ellas ya no te causaran molestias.
-¿Qué estás diciendo?-dijo sesshomaru.
-que mi señora ya se encargo de ellas.
-maldito bastardo-dijo sesshomaru.

Sesshomaru se abalanzó contra sano el cual lo evadió, comenzó una batalla.
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Kagome estaba en el suelo, le dolía mucho la cabeza, ahora que recordaba ese ser llamado sano la había golpeado para quitarle a sus hijas.

-maldito-murmuro.
-kagome-dijo una vos.

Kagome miro la figura que se asomaba.

-inuyasha-dijo kagome
-¿estás bien?-dijo inuyasha-¿Dónde están las niñas?

Kagome se quedo callada.

-esa mujer las tiene-dijo kagome.
-hay que buscarlas.
-si-dijo kagome.
-vamos-dijo inuyasha.

Kagome se fue con él.
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Azumi estaba en la parte más alta del palacio, había una plataforma y en una canasta tenia a las dos bebes.

-¡cállense mocosas!-dijo gritando.

Las bebes estaban llorando, como cualquier bebe le hace falta su madre.

-dios, ¿Por qué tener hijos?, odio a los niños.
-Azumi-dijo una vos.
-kana, hola no sabía que seguías viva-dijo Azumi.
-tú me reviviste-dijo kana.
-tranquila, kana, tranquila-sonrió-dime ¿Qué deseas?
-el enemigo está aquí.
-¿enemigo?, yo no veo algún enemigo.
-sesshomaru pelea contra sano, la sacerdotisa esta aquí con el medio demonio, el monje y la chiquilla.
-ellos no son mis enemigos-rio-otra cosa, ¿Por qué no los mataste?

Kana no dijo nada.

-kana has fallado demasiado y sabes que a mí no me gusta eso-dijo acercándose a ella.
-Azumi, los matare, enserio.
-demasiado tarde.

Azumi tomo el pequeño cuello de kana y lo estrangulo hasta que el último aliento de la mujer se fue, ella la dejo caer y vio el cuerpo desvanecerse.

-espero que no nos veamos-dijo Azumi.

Ella miro a las niñas que estaban dormidas.

-se durmieron, gracias al infierno-ríe-yo no tengo enemigos ellos no me llegan ni a los talones.
-pero yo si-dijo una vos.

Azumi miro hacia la vos.

-¿Qué haces aquí?
-por desgracias tu fiel sirviente solo me dio un golpe y se le olvido cerrar con candado mi habitación-dijo kagome.
-ese-dijo Azumi-lo matare.
-bueno, dejémonos de bobadas, deme a mis hijas, si no te matare.
-vaya eso quiero verlo-dijo Azumi dejando la cesta junto a ella.

Inuyasha se acerco a la canasta.

-tranquilo niñito-dijo Azumi -te daré algo para que te distraigas.

Azumi puso una burbuja que cubrió a las bebes, y un demonio en forma de dragón se puso frente a inuyasha.

-bueno kagome, sigamos.
-claro- dijo kagome-adelante.
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-ríndete demonio-dijo sesshomaru envainando su espada y apuntando en el cuello de el-dime donde están mis hijas.
-ya te dije sesshomaru, están muertas, sabes que ella tenían que morir para que Azumi tenga las llaves, tu madre murió al igual que…
-¡cállate!

Sesshomaru estaba muy molesto, no podía creer que estaban muertas no, no puede ser posible no, el estaba muy molesto, triste enojado, todos esos sentimientos que el jamás hubiera imaginado tenerlos…él no se merecía el perdón, el ha hecho mucho daño y eso no se lo perdonaría.

-muérete-dijo sesshomaru.
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Azumi se quedo parada.

-¿Qué sucede?-dijo kagome.
-sano.

Inuyasha mato sin ningún problema al demonio, en ese instante hubo una explosión en el palacio entre el polvo se vio una figura, Azumi y los presentes abrieron de par en par los ojos.

-sesshomaru-murmuro kagome.

Sesshomaru no la miro, sus ojos era de un rojo sangre, eso solo significaba…

-hermano-dijo inuyasha-tranquilízate.

Sesshomaru empujo a inuyasha, kagome fue hacia él.

-kagome, no-dijo inuyasha levantándose-no es bueno acercarse a él, en ese estado.

Kagome no se acerco a él, sesshomaru camino hacia Azumi y la tomo por el cuello, esta no lo vio venir.

-vaya sesshomaru-dijo Azumi-tranquilo, tranquilo, pude ver que ya te deshiciste de ese estorbo de sano.
-cállate-dijo sesshomaru-¿dame a mis niñas?

Azumi estaba asustada jamás lo había visto así, tenía que hacer algo, si no la mataría y no podía morir, no así, miro a kagome y a inuyasha, encontrar un buen motivo.

-suéltame o si no matare a esa mujer.

Sesshomaru no la soltó.

-solo me importa matarte y despedazarte maldita mujer, no me importa más.

Kagome estaba muy desilusionada, esa faceta de sesshomaru no lo había visto y si era ese su sesshomaru no lo quería no así.

-así que esa mujer no te importa, vaya que bueno así me desharé de ella.

Azumi manejo la parte del demonio que se encontraba cerca e hizo que fuera directo a kagome, inuyasha se puso delante de ella pero su misión no era matarla bueno de ese modo, inuyasha y kagome callaren hacia el bosque, los gritos no se tardaron en oír.
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-¿Qué fue eso?-dijo sango-se oyó como gritos.
-¡son kagome e inuyasha!-grito sango.
-están cayendo.
-vamos-dijo kikio.
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Sesshomaru escucho el grito.

-kagome-murmuro.
-ahora está muerta-dijo Azumi-tú la mataste.

Sesshomaru miro por donde cayeron, era muy alto, ella no sobreviviría, su cuerpo estaba débil.

-ahora que harás sesshomaru, ahora que ya nada te queda-sonrió-nada.

Sesshomaru miro el horizonte, eso era verdad ya nada le quedaba todo lo que alguna vez quiso se esfumaba así como se murió su madre, así como su castillo fue derrumbado así como sus hijas y su mujer murieron, ya no quedaba nada, nada por lo cual pelear, nada por lo cual luchar, nada.

-¿te rindes?-ríe-vaya que fácil fue derrotarlos pensé que me darían mas pelea, pero no, ahora todos los humanos morirán y los demonios reinaran, pero tranquilo tu también acompañaras a tu mujercita y a tus hijas al más allá, no te preocupes de eso yo me encargo.

Sesshomaru estaba arrodillado en el suelo, cuando el llanto de un bebe lleno el lugar el alzo la mirada y ahí detrás de ella vio la canasta donde estaban sus hijas.

-te mencione que no estaban muertas-dijo Azumi-ahora es muy tarde sesshomaru las matare y reinare estas tierras-rio maléficamente.
-no-dijo el-no me las quitaras.
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Kikio se acerco a lo que parecía ser el cuerpo de inuyasha.

-inuyasha-dijo kikio.

Sango y miroku vieron a kagome encima de él.

-la protegió-dijo sango.
-está muy alto de donde cayeron es imposible que…
-no lo digas miroku-dijo kikio-ellos no pueden morir, no pueden.
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Susumu se asomaban por la cueva, miraba aquella nube negra.

-solo espero que estén bien.
-Susumu-dijo la vos de una mujer.

Susumu miro hacia la vos, era una joven de cabellos negros y cortos, de piel blanca y ojos color miel.

-¿Qué sucede Ushio?
-me preguntaba si sabes algo de nuestra señora.
-no se-dijo Susumu-no sé nada de ella, peros e que están bien.

Ushio era una niña de buena familia era hija única y ayudaba a sus padre vendiendo bordados, que eran muy lindos, el tenia un par, era linda y sabia que ella estaba enamorada de él desde hace tiempo pero él no le hacía caso por estar al lado de kagome.

-dime-dijo Susumu-después de esto te gustaría me gustaría ver como bordas.
-enserio-dijo la joven-lo harás.
-claro-dijo Susumu sonriendo.
-es la primera vez que sonríes para mí.
-espero hacerlo más seguido-dijo Susumu.
-yo también.

La joven se sentó junto a él y miraron la luna que ahora podía verse.
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Sesshomaru corría por el palacio, y en sus brazos tenia a sus dos pequeñas las cuales dormían, sabía bien que Azumi lo estaba persiguiendo, ahora ya estaba por salir pero.

-no tan rápido, no creas que te llevaras a mis llaves.
-son mis hijas y antes que la toques te mato.
-quiero verlo.
-lo veras.

Sesshomaru las dejo y se enfrento contra Azumi, los demonios habían desaparecido.
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-al parecer el poder de Azumi se está debilitando-dijo inuyasha despertando.
-inuyasha-dijo kikio abrazándolo-¿estás bien?
-sí, ¿Cómo está kagome?
-ella está bien-dijo sango-aun está durmiendo pero no le pasa nada, tu cuerpo la protegió bien.
-bueno-dijo inuyasha levantándose-tengo que ayudar a mi hermano.
-pero-dijo kikio.
-déjalo-dijo miroku.

Inuyasha se fue.

-es imposible-dijo kikio.
-está preocupado-dijo sango.
-si-dijo miroku-mejor veamos cómo está la princesa.

Llegaron ahí pero les sorprendió no verla.

-¿Dónde se fue?-dijo kikio- ¡cuando la encuentre le daré unas buenas tundas!
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Sesshomaru se distrajo, y Azumi fue hacia las bebes.

-¿A dónde vas?-dijo una vos.
-¿Qué?-dijo Azumi-¡estás vivo!
-así es-dijo inuyasha-no te preocupes hermano, yo las cuidare.

Sesshomaru solo lo miro y luego miro a Azumi.

-ahora morirás-dijo sesshomaru-te llego el día.
-no lo creo.
-pues debes-dijo la vos de kagome.

Sesshomaru miro kagome y esta solo le dio una mirada y luego miro a Azumi.

-pagaras cada daño que le has hecho a mi país, a mi gente y al mundo-dijo kagome.
-eso quiero verlo, ¿Qué puedes hacer?
-mucho, sabes porque hay algo que te falta.
-¿y qué es?
-corazón.
-ríe-eso es algo que solo los humanos tiene, ¿de qué te sirve?, amar, sentir, ¿de qué?
-de mucho-dijo kagome-es algo que nos mantiene vivos y bien con nosotros mismos, eso es algo que te falto y eso es por lo que dios ya no te quiso más a su lado.
-cállate, tú no sabes nada de mí.
-si lo sé, se mas de lo que te puedes imaginar, recuerdo muy bien las charlas que tenias con mi madre, no odiabas a mi pueblo, lo amabas, ¿Por qué cambiaste?.
-cállate-dijo Azumi-tú no sabes nada.
-por que se rompió la amistad entre tú y mi madre.
-cállate.
-¿Qué pasa?, recuerdo que mi madre te estimaba a pesar de que eras un demonio maligno, ella te adoraba.
-¡que te calles!
-ella te quería como una hermana y tu como le pagaste.
-ella, ella es la que me pago mal, ella tuvo la intromisión de enamorarse, de casarse, de tener hijos, de ser madre, mujer de…
-haberse casado con mi padre-dijo kagome.

Azumi se quedo en silencio.

-todo estaba bien hasta que apareció el-dijo ella-yo la quería, pero ella quiso a su familia y a ese hombre que llamas padre, ella me dejo.
-y no soportaste la soledad, por eso mataste a mi aldea y a toda mi familia menos a mí.
-por que eres la vil imagen de tu madre-dijo Azumi mirándola.
-lo sé-dijo kagome-se que ella hubiera dicho que te detuvieras, que te fueras en paz, yo se que ella así lo quería.
-ella era tan diferente conmigo, ella no me trataba como los demás.
-lo sé, mi madre era una mujer muy bella, y podía ver la belleza en donde fuera.
-y tu tienes mucho de ella-dijo Azumi.
-ella te quiere-dijo kagome-a pesar de todo ella te ama y te estará esperando.

tal vez pensaran por qué no la mata o por qué no hacen que sufra, pero hay ocasiones en la vida que uno no hace las cosas por que las quiera si no es por lo vivido, por el pasado, Azumi no era mala del todo, ella solo se sentía sola, ella solo quería la aprobación, claro hizo mucho pero…

-dañe mucho-dijo ella.
-lo sé-dijo kagome-se que deñaste, se que destruiste, se que mataste-dijo kagome-pero, mi madre no quisiera que hubiera más muerte y menos la tuya.
-si-dijo Azumi-se que jamás me perdonaras, pero…
-ya está todo perdonado, después de todo eres amiga de mi madre y eres de la familia.

El cuerpo de Azumi fue llenándose de luz, el cuerpo fue purificado, el gran poder que poseía kagome era el de una sacerdotisa, purifico cada milímetro de maldad y de rencor, lo purifico por completo, claro jamás volverían las vidas de los inocentes que murieron pero ese era el precio, pero ahora sabia que todo volvería ha ser como antes y que poco a poco todo seria reconstruido…

-adiós kagome, y perdóname-dijo Azumi desvaneciéndose.

Kagome miro como el cielo se abrió y como la noche hacia acto de presencia, la luna era hermosa y las nubes se fueron.

-todo termino-murmuro kagome-espero que la recibas madre.
-kagome-dijo la vos de sesshomaru.
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Kikio y los chicos miraban la luna.

-¿Qué paso?-dijo miroku.
-el cielo se abrió y luego se cerró-dijo sango.
-al parecer, todo ha terminado-dijo kikio.
-¿enserio?-dijo rin-hay que ir por la señorita kagome y las niñas.
-si-dijo miroku.
-vamos-dijo kikio.
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-discúlpame-dijo sesshomaru.

Kagome lo miro y sonrió.

-no me puedo molestar contigo, después de todo eres el padre de mis hijas.
-cierto-dijo él.
-sesshomaru, kagome, ¿están bien?-dijo inuyasha llegando con las niñas en las manos.
-si-dijo kagome-hola mis amores-dijo cargando a Daniela-hola dani-chan.
-andi-chan-dijo sesshomaru-así les debo decir-dijo abrazando a la otra niña.
-sí, suena lindo.
-a mi no me gusta-dijo sesshomaru.
-ni a mi-dijo inuyasha.
-chicos-dijo kikio corriendo.
-es kikio y también están con ella, sango y miroku-dijo kagome-¡chicos aquí!

Todos estaban contentos, por fin todo se había acabado, ahora solo quedaba reconstruir y volver a comenzar, porque después de toda la vida da vueltas y no sabemos en donde nos podemos encontrar…
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5 años después….
Ya han pasado 5 años desde aquel desastre, ahora la vida era mejor, todos ayudaban aun a reconstruir aldeas, había mucho trabajo, el día era hermoso y que más se le podía pedir a la vida…se podía ver en un bello jardín a una pareja sentada tomando el té, el hombre era de gran importancia, ya que posea un porte impresionante y la mujer también lo era, bella y elegante llena de vida, ella miraba al hombre.

-ya estamos en primavera-dijo la mujer.
-si-dijo el hombre sin ningún sentimiento.
-vaya cuantas cosas pasaron.
-si-dijo el hombre.
-amor, no estés tan serio-dijo la mujer-alégrate, todos son felices.
-bueno-dijo él.
-kikio e inuyasha se casaron-sonrió la mujer-y ahora esperan su primer bebe.
-mejor dicho sextillizos-dijo el hombre.
-cierto-dijo la mujer con una risita-sango y miroku viajan por el mundo junto con su pequeño hijo llamado kinosuke, que lindo.
-¿Qué nombre es ese?-dijo el hombre.
-bueno y también Susumu ya encontró a alguien muy especial, Ushio está haciendo un gran trabajo-sonrió-espero que muy pronto se casen.
-si yo también-dijo el hombre.
-y que tengan hijos-dijo la mujer.
-sí.
-mamá-dijo una pequeña de unos 5 años, de cabello platinado y ojos azules-no sé donde se metió Daniela.
-aquí estoy boba-dijo otra pequeña de la misma edad de cabellos negros y ojos dorados-hay Andrea-dijo la niña.
-niñas, ¿tienen hambre?-dijo kagome.
Ambas-si mama.

Sesshomaru y kagome sonrieron, ahora era una familia feliz y llena de dichas.

-pobre de mi hermano, cuantos chiquitos tendrá.
-sonríe-no es tan malo.
-por eso tengo suficiente con estas dos pulgas-dijo sesshomaru.
-no somos pulgas papá.
-sí, no lo somos.
-bueno niñas que le iban a decir a su padre-dijo kagome.
-cierto -sonrió Andrea-es una noticia muy linda-dijo
-si-dijo Daniela -muy linda.
-no me digan que ya tiene novio-dijo sesshomaru parándose de su lugar.
-no-dijo kagome.
-¡que susto!-dijo el- y bueno que es.

Ambas niñas se miraron y miraron a su mamá.

-¡vamos a tener un hermanito!

Sesshomaru miro a las niñas y luego a kagome, la cual sonreía.

-ríe-creo que escuche mal-dijo él.
-no, no escuchaste mal papi, mami tiene a nuestro hermanito en su barriga-dijo Daniela.
-sí, y ya se mueve.
-pero…
-lo lamento sesshomaru, es que no sabía cómo decirlo, ahora seremos 6.
-¿Por qué seis?-dijo él.
-porque son gemelos-sonríe.

Sesshomaru cayó al suelo, mientras kagome lo despertaba y lo sacudía y las niñas reían…después de todo la historia de los enamorados queda en un final feliz bueno para la mujer y los hijos pero no para el papa pero eso será otra historia, ahora solo queda decir que todos son felices y que lo serán por siempre.
Fin.
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Bueno pues lo que comienza tiene que terminar y pues ya estuvo les pido mil disculpas por el retraso pero aquí esta, tarde pero seguro jajaja, pues no me queda mas que agradecerles a todas y todos por sus comentario y por su tiempo en leer mi historia gracias y los quiero.
¡¡¡Sean felices!!!
^^
Atte. ina-chan