вечной Любви(Amor Eterno)-[Axis Power Hetalia-Rusia x China]

1. Búsqueda…encuentro…

-¡Zar!- el pequeño rubio se acercó al regente con entusiasmo.

-¿Vas a salir Rusia…?, si es así no vayas mas aya…allí no hay nada…-.

¡Mientes!, tiene que a ver algo para mí más aya de estás heladas tierras, no quiero creer que no hay nada más aya…,seguro debe a ver un remedio para el hueco de mí helado corazón, duele…duele mucho…

Aparece…

Me siento tan solo…

Corría en la nieve triste, casi desesperado, el pequeño Iván no dudaría en buscar aquello que necesitaba, hacía el sur.
De pronto se detuvo observando a un niño un poco menor que el y dos pequeños más, los tres de cabellos oscuros, ojos brillantes, pero el que le había llamado la atención que era más mayor, tenia el cabello largo recogido en una coleta y ojos casi dorados y sus facciones eran finas, su piel…blanca como la misma nieve.
Ese chico se le quedó mirando, y entonces miró a sus hermanos menores.

-Será mejor irnos hace demasiado frío- les tomó las manos comenzando alejarse de allí.

-¡No por favor!, ¡Espera!- Iván trató de correr tras ellos , pero habían desaparecido en la niebla.

El pequeño Braginski ya había encontrado lo que buscaba…

Iván volvía todos los días a ese lugar, haciendo caso omiso al zar, lo quería, lo quería para el, algo tan bello tenia que ser suyo, además era lo que quería y necesitaba.
Paso un mes, estaba en esa zona y nevaba, iba a resignarse y renunciar cuando lo vio…, estaba caminando lentamente abrazándose a si mismo, el frío para el era insoportable, teniendo en cuenta que su ropa era escasa, llego hasta el mayor, mirando sus ojos púrpura con los suyos casi dorados.

-Es curioso verte por aquí…, pensé que no vendrías…-dijo con una sonrisa inocente no recibiendo respuesta.

Solo se quedaron mirando un largo rato, Iván se quitó su bufanda poniéndosela al asiático y tomándole la mano, así llevándoselo a palacio, ni si quiera había dudado, es como si hubiera sido el encuentro a una cita prevista de hace tiempo.
Cuando llegaron a palacio, todos los sirvientes y damas se quedaron mirándolos con curiosidad, la expresión del ruso era de total felicidad y la del asiático era algo seria, casi sin expresión.
Miró vagamente a donde lo había traído el mayor, era un lugar muy lujoso, decorado por el mármol y oro, cuadros realmente bellos y estatuas de oro macizo.
Fue llevado a una sala mas intima, con casi las mismas decoraciones pero con alfombras de diversos dibujos, y telas de color rojo y azul oscuro colgando de algunas paredes, el rubio hizo que tomara asiento en un sofá al lado de la chimenea y miraba como corría de un lado a otro, Rusia le puso un abrigo bastante calido y una taza de té caliente que este tomó con gusto.

-Gracias…-por fin le habló.

-Waaa, tienes una voz preciosa-comentó con entusiasmo haciendo sonrojar al asiático.

-…No digas tonterías aru…-desvió la vista.

-Me llamo Iván, también soy Rusia dueño de esta región-le sonrió con dulzura sentándose a su lado.

-Yo soy Yao Wang…, también China…-lo miró fijamente

-Estoy muy feliz…Da…-se abraza al asiático que intimidado trata de apartarlo.

-¿Por qué?-pregunta algo sorprendido.

-Porque te esperaba, siempre te he esperado…-le toma la mano y le sonríe.

Desde el primer momento en el que te vi, supe que serias todo mío…