Élite Adolescente. [SasuSaku, NaruHina, NejiTen, KibaIno... Etc]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Loe Chan, 2 Enero 2011.

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    Loe Chan

    Loe Chan Guest

    Título:
    Élite Adolescente. [SasuSaku, NaruHina, NejiTen, KibaIno... Etc]
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Fantasía
    Total de capítulos:
    2
     
    Palabras:
    4128
    Hola, bueno, hace un tiempo ya que me había creado una cuenta en este foro para publicar mi fic, pero, pues... nunca lo llegué hacer ya que me había perdido un poco del mapa. Hace poco tiempo he vuelto y vi un correo de este foro y ¡fas! Aquí estoy, quería publicarlo aquí ya que en este foro fue donde leí mi primer fic de Naruto =D. Aquí les traigo el fic y les dejo la ficha y el resumen del mismo, espero les guste y agrade.

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    Titulo del fanfic: Élite Adolescente.
    Autor/a: Loe Klimt
    Género: Romance, comedia, drama, general.
    Clasificación: +16
    Advertencias: Lime, muerte de un personaje. Y también existe un OoC en la personalidad de Hinata, aquí será más extrovertida.
    Resumen: Chicos con dinero, amores, desamores, escándalos, fiestas, alcohol. Niños arrogantes, otros humildes, pero todos diferentes. Sobre todo Sakura Haruno, la becada del instituto a la que nadie logra ver y la cual ha estado enamorada durante años de Sasuke Uchiha, el chico más popular del internado Konoha y posiblemente el adolescente más famoso de toda la ciudad de Tokio. Líder de la “Élite adolescente”, un grupo de chicos que tienen más poder que un adulto corriente.

    ¿Podrá el amor imposible y completamente platónico de Sakura volverse realidad? ¿Qué pasará cuando conozca por primera vez a la única persona que llama su atención en aquel internado?

    Un relato lleno de locuras, peleas, rivalidades y romances que nadie jamás hubiera creído que se desencadenarían. Porque todos ellos forman parte de la Élite adolescente.

    Sasusaku y Otras.


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    Nueva habitación, nuevas compañeras.

    El internado Konoha, sin duda el más prestigioso colegio de todo el país y también el más costoso. Un lugar donde sólo cursan lo que hoy en día muchos llaman la “Élite adolescente”, un grupo de chicos menores de edad con más poder que un adulto corriente. Son los hijos de empresarios y gente de poder que estudian en aquel prestigiado instituto, para llegar algún día suceder a sus padres.

    Sin duda un colegio en donde cualquiera se moriría por estudiar. Lástima que no sea lo que parece…

    Eso era lo que yo pensaba tres años atrás, cuando mi mamá me había conseguido una beca para este instituto. La emoción que sentí fue exagerada, estaba segura de que viviría una vida muy emocionante en un internado tan prestigiado.

    Y mi emoción fue para más desde el primer momento en que lo vi, Uchiha Sasuke, el chico más interesante que haya visto nunca antes. Pensé que serían los mejore días de mi vida.

    Y luego llegó el infierno…

    Sí, por supuesto, ¿a quién se le ocurriría que terminaría como la chica más rechazada y nerd de todo el instituto? Así es, la chica invisible a la que nunca logran ver, la que no tiene amigos, nunca va para fiestas y jamás se ha besado con un chico en su vida.

    —¡Auch! —grité cuando se me cayó la enorme valija.

    —Oye, ten más cuidado amiga. —Sí, así es, por lo menos tenía una amiga en todo el instituto. Pero claro, ella era igual de invisible que yo…

    Su nombre es Tenten, y también es becada. Ambas veníamos por cuarta vez al internado (no muy emocionadas, aunque ella era algo más optimista que yo con todo esto de las clases).

    Asentí a su sugerencia y luego suspiré. Traté de ver el lado bueno al comienzo de clases. Quizás la única buena noticia era que volvería verle a él…

    Uchiha Sasuke era la única persona en el instituto que captaba mi atención. Aunque tengo que admitir que me derrito por su físico, también había una esencia en él que llamaba por completo mi atención. Sí, era un chico de verdad misterioso, serio y frío, pero había algo más… era como si ocultara algo.

    El pequeño problema es que no era a la única a la que le atraía Uchiha, sino también a casi todas las chicas del instituto. Era el chico más popular de todo el internado, lo que lo hacía un amor completamente imposible para una persona tan invisible como lo era yo. Sin embargo, eso no quitara que me gustara muchísimo…

    Y por eso era que no dudaba en espiarle algunas veces durante las prácticas de Fútbol, me escondía detrás de los árboles que asechaban al bosque. Claro que éste era un gran secreto mío, ni la mismísima Tenten conocía sobre mis sentimientos hacia él; era bastante buena para disimularlo.

    —Oh… ¡pero mira con quien compartirás habitación! —exclamó Tenten sorprendida—, nada más ni nada menos que con Hinata Uchiha e Ino Yamanaka.

    —¿Qué? —grité y luego me acerqué a la cartelera.

    Miré con detenimiento la cartelera:

    Habitación 3-A:
    Hinata Uchiha
    Ino Yamanaka
    Nanami Adachi
    Sakura Haruno

    ¿Qué era todo eso? Siempre, en toda mi vida que llevaba estudiando en aquel colegio, me había tocado compartir habitación con Tenten y otras dos becadas más, puesto que era algo que siempre hacía el instituto para no ligar las clases.

    —Tenten, dime que leo mal.

    —Mmm... lees mal.

    —Muy bien, ahora dilo en serio.

    No lo podía creer, estaba en la misma habitación que las dos chicas más populares en todo el instituto, me iba a dar un infarto. Aún así, la otra chica…

    —Oye, Tenten, ¿quién es Nanami? —pregunté.

    —No lo sé… nunca había oído sobre ella, tal vez es nueva.

    —¡Hola, Hinata! —Escuché de repente a unos pasos de nosotros.

    —Hola, chicos —murmuró Hinata.

    Tal vez ustedes se pregunten ¿por qué mis nervios? Hinata era sin duda una de las chicas más populares de todo cuarto año por ser nada más ni nada menos que la hermanita menor de Sasuke Uchiha. Aunque no lo pareciera, ya que eran totalmente opuestos. Hinata era alegre, divertida, extrovertida y socializaba con cualquiera que se le parara en frente. Era increíblemente guapa y también la presidenta del grupo de baile y canto del instituto. Completamente distinta a su hermano en cuanto a personalidad.

    Entonces la vi, caminando con un grupo de muchachos admiradores hacia la cartelera, vestida con altos tacones, ropa italiana de marca, y su cabello negro suelto.

    —Hinata, ¿no has venido con tu hermano? —le preguntaron un grupo de chicas sonrojadas hasta las orejas.

    —¡Oh, no! El muy necio va a llegar más tarde —respondió con una sonrisa. Se aproximó a la cartelera y fijó bien sus ojos en ella.

    —¿Hinata, podemos llevar tus maletas? —interrumpieron algunos chicos emocionados.

    —No hay problema, chicos, luego lo bajan los escoltas —respondió dándole poco interés al asunto y luego siguió viendo la cartelera.

    Yo estaba nerviosa, es decir, ¿durante cuánto tiempo más vería la cartelera? ¡Por Dios!

    —¡No puede ser! —exclamó de repente con asombro.

    ¡Ya se había dado cuenta! ¡Ya había visto el nombre de la chica más nerd y rechazada de todo el instituto en su cuarto! Sin duda pediría cambio luego de verlo y…

    —¡No me han puesto en ningún cuarto! —gritó.

    Tenten y yo nos caímos del asombro.

    —Eh, Hinata —me dirigí a ella de forma tímida.

    —Ah, hola —me saludó con una sonrisa.

    —Este… estás en la habitación 3-A —murmuré señalando la cartelera algo apenada. Jamás en toda mi vida había cruzado palabra con algún chico de la élite, a excepción de la Ino-cerda.

    Si, de Ino. Claro, ustedes se preguntarán, ¿si es la única que me ha hablado, por qué le llamo cerda? Pues, porque no es precisamente que hablemos, si no que ella se dirige a mí para burlarse y hacerme la vida completamente imposible en todo lo que curse en el instituto.

    —Oh… —articuló Hinata, interrumpiendo mis pensamientos—, lo siento. Es que debería usar lentes, pero me he negado —me sonrió y luego se acercó hacia mí para susurrarme algo en el oído—: va totalmente contra mi look de esta temporada.

    Una gota surgió en mi rostro.

    —“Esta chica puede llegar a ser algo vanidosa” —pensé.

    —Veamos —reparó nuevamente en la cartelera con algo de emoción—: Hinata Uchiha, Ino Yamanaka… genial —susurró por último luego de soltar un suspiro.

    Estaba bastante nerviosa, aún observaba como Hinata se quedaba pensativa ¿cómo reaccionaria al ver mi nombre en la cartelera?

    —Nanami Adachi, mmm... nunca había oído de ella —“y ahí viene”, pensé—… y Sakura Haruno, mmm… tampoco sé quien es —me sonrió y una gotita apareció tanto en mi rostro como en el de Tenten.

    Bueno, no era de menos esperarse que ella no tuviera la más mínima idea de quien era yo. Suspiré. Estaba a punto de decirle que yo era Sakura hasta que…

    —Hinata —Se escuchó una voz plácida y suave entre la multitud.

    Todos nos quedamos completamente paralizados, ya que el muchacho que había hablado era uno de los más guapos y populares de todo el internado. Él era Neji Hyuuga, el capitán del equipo de Básquet del instituto. Era callado y se la pasaba siempre con Hinata por todos lados. Por lo que había oído antes, todos en el instituto murmuraban que eran novios, aunque al parecer ambos siempre afirmaban ser sólo amigos.

    —¡Neji! —gritó ella con emoción arrojándose a abrazarlo, poniendo celosos a muchos de los que se encontraban presentes, incluida Tenten… sí, Tenten.

    Si alguna vez les expliqué que yo era bastante disimulada para ocultar que me gustaba Sasuke, bueno, Tenten era todo lo contrario. Cualquier persona a quinientos kilómetros de distancia se daría cuenta que ella babeaba por Neji Hyuuga, aunque ella siempre se negaba cuando yo le preguntaba. Bueno, tal vez era sólo que yo era bastante perceptiva para darme cuenta de dichos sentimientos, quizás porque yo también estaba enamorada en silencio.

    —Hinata ten más cuidado, casi te caes —dijo Neji seriamente.

    Siempre que los veía se notaba como Neji era sumamente sobre protector con Hinata. Yo sinceramente no podía comprender como eran amigos, eran polos completamente opuestos.

    —¡Neji estoy muy emocionada! —dijo Hinata con una sonrisa—. He cambiado de look y traigo unas cuantas ideas para pasarla de maravilla este año.

    —Deberías dejar de inventar —murmuró Neji para acercarse a la cartelera, todos le abrieron paso en un segundo. Era increíble cómo la gente se dejaba influenciar por la Élite, después de todo, entre el montón de millonarios que había en el colegio ellos eran los que encabezaban la lista.

    —¿Y? —murmuró Hinata rompiendo el silencio— ¿nada nuevo?

    —No, lo mismo de siempre —respondió Neji para abandonar la cartelera. Hinata lo siguió, lo que provocó que toda la multitud también se fuera.

    —¿Viste como lo abrazó? —me preguntó Tenten con notable rabia en sus ojos.

    —Vamos, a mi me parece buena chica —dije sonriente.

    Tenten se propuso a mirar la cartelera para ver donde había quedado ella. Yo aproveché y miré en la sección de 5to, donde estaría mi amor platónico. Lo encontré con facilidad, este año le había tocado en la última planta del edificio.

    Habitación 11-C
    Sasuke Uchiha
    Naruto Uzumaki
    Gaara Sabaku
    Kiba Inozuka

    No me sorprendió en lo mas mínimo, después de todo el siempre tocaba con sus mejores amigos. Sin duda, el grupo de chicos más populares de 5to año. Los conocía muy bien a los cuatro.

    Naruto Uzumaki, era el mejor amigo de mi amor platónico, podría decirse que el segundo chico más popular de todo el instituto. Aunque claro, él era muy diferente a Sasuke y cuando digo diferente me refiero a muy, pero muy diferente.

    Naruto era alegre y completamente extrovertido, conversaba con todos y saludaba a todos. Incluso recordaba una ocasión en la que él me había saludado, haciendo el gesto con la mano y una sonrisa (ya que yo estúpidamente me le había quedado mirándole).

    Que patética —exclamó “mi otro yo” * de repente— Shh… no te salgas del tema —me reproché.

    Bueno, como iba diciendo, Naruto era apuesto y estaba en el equipo de fútbol y básquet. Era increíblemente experto en los deportes.

    Gaara Sabaku, bueno, no podría decir mucho de él, aparte que era extremadamente guapo y tenía a medio internado babeando por estar siquiera un segundo a su lado. Claro que no era tan guapo como Sasuke, pero igual era muy apuesto, lástima que estaba ocupado. ¿Con quién? Obviamente con alguien de su nivel, Gaara e Ino habían sido novios desde el primer año, una unión que habían consentido perfectamente las familias Sabaku y Yamanaka, por supuesto. Claro que lo que ellos no sabían es que Ino ha estado colada por Sasuke prácticamente toda su vida…

    Por otro lado Kiba Inozuka, es el tipo de chico popular y playboy que sólo le importa pasar un pequeño y aprovechador rato con las chicas, y también un grandísimo patán. Claro, cabe recalcar que no se la llevaba muy bien con Ino, tal vez sólo por esa razón me caía un poco bien.

    Se preguntarán ¿de dónde sé todo esto? Tranquilos, no soy tan psicópata como para investigar la vida de los amigos de Sasuke también, es sólo que no soy la única que lo sé, todo el colegio lo sabe gracias a la primera página de los chismes en el periódico escolar.

    Ellos eran los que lideraban el famoso “grupo de Élite” que residía en este internado.

    —¿Con quién tocaste, Tenten? —pregunté apartando mis pensamientos.

    —Es extraño… parece que se han olvidado de mí.

    —¿Enserio? —Revisé cuidadosamente la lista de todas las habitaciones de las chicas que cursaban 4to año. Era verdad, Tenten no estaba—. Bueno, de seguro fue un error, vayamos al edificio directivo a preguntar, ¿te parece?

    —Bien.

    Ambas pasamos por el área del estacionamiento, pasando entre algunas de las limosinas que se alojaban en el aparcamiento. Caminamos con las enormes maletas al edificio directivo.

    El internado era abierto y al aire libre, había distintos pinos y árboles que lo hacían muy natural, era un lugar increíblemente amplio y rodeado por un extenso bosque. El edificio directivo quedaba muy lejos de donde nos encontrábamos. Allí era donde se encontraba la dirección de todos los aspectos del colegio.

    Llegamos luego de un rato, yo me apresuré a buscar mi llave en la oficina de bienvenidas. Tomé la llave (la cual era mejor descrita como una tarjeta de crédito) que se usaba para abrir la puerta de la habitación. Luego me adelanté para encontrarme con mi amiga.

    —¿Qué pasó? —pregunté— ¿arreglaste el problema?

    —No… parece ser que va a tardar porque han revuelto mucho a las chicas este año. Hay nueva directora, ¿sabes?

    —¿Enserio?

    —Sí, es muy simpática, te caerá bien. Si quieres apresúrate a tu habitación, luego te alcanzo —respondió Tenten.

    —Bueno… nos vemos entonces.

    Me dirigí al edificio de habitaciones femenino. Quedaba a un extremo del colegio y al otro el de hombres, de seguro para evitar ligues entre sexos. Reí un poco ante mi pensamiento y luego entré por las puertas del elegante edificio que parecía un hotel cinco estrellas, y como siempre, pasé por delante de una guardia que evitaba que algún chico pasara.

    Me apresuré al ascensor, marqué el piso tres y para que funcionara pasé la tarjeta.
    Piso tres. Me quedé sorprendida, yo siempre había tocado en el piso uno, pero jamás me imaginé que los otros pisos fueran diferentes de estos, nada más con ver el pasillo me quedé estupefacta. Era exageradamente lujoso, las paredes, el tapizado, el piso brillaba (incluso se podía ver mi reflejo en él) y sólo habían tres puertas en todo el piso:

    El 3-A, 3-B y 3-C. Corrí con mucha curiosidad hacia mi habitación y la abrí con la tarjeta.

    —¡Wooo! —grité. ¿Cómo había sido posible que nunca me hubiera tocado una habitación cómo aquella? Era extremadamente espectacular.

    La observé detalladamente antes de entrar: una habitación bastante grande, decorada de beige y rosa viejo. En todo el centro de ella había una especie de planta mas baja llena de cojines, dentro, habían muchos almohadones grandes color rosa viejo, asientos y un televisor pantalla plana. De un extremo de la habitación se encontraban dos camas matrimoniales, decoradas con cubrecamas del mismo color rosa, ambas separadas por dos escritorios de madera. Y de un extremo de la pared se encontraba un gran closet. Al otro extremo del cuarto había exactamente lo mismo, dos camas matrimoniales con dos escritorios.

    Del otro lado del cuarto, frente a mí, había dos puertas; una pequeña que de seguro sería el baño, y la otra era una puerta corrediza.

    La abrí rápidamente y salí, me quedé con la boca abierta.

    —¡Kyaaaaaaaaa! —gritó “mi otro yo”.

    No podría ser cierto, ¡estaba soñando! Lo que había detrás de esa puerta era un balcón inmenso, tenía un jacuzzi y del otro lado una mesita para desayunar y una parrillera. ¡Dios! ¿Estaba viendo bien? ¿Un jacuzzi? ¿En un balcón? Dios, era espectacular, definitivamente estaba soñado.

    —Pongan eso por acá, por favor —Ok… había olvidado por completo que compartía habitación con nada más ni nada menos que la hermanita menor de mi amor platónico y que ella ya estaba dentro de la habitación.

    Había unos cuantos hombres vestidos de negro cargando muchísimas maletas, al parecer ella ya había escogido cama. Eligió la que quedaba al extremo derecho.

    No pude evitar acercarme y ella notó mi presencia.

    —Hola, ¿cómo estás? —preguntó emocionada—. ¡¿No me digas que tocaste en esta habitación?! —Sonrió ella entonces.

    —Sí, soy Sakura Haruno —respondí.

    —Ah… —Se quedó sorprendida—. ¡Mucho gusto! Soy Hinata —Me estrechó la mano—. Lo siento por lo que pasó abajo, es que de verdad no sabía quien eras; ¿eres nueva? —preguntó intrigada y sonriente.

    —No, en realidad siempre…

    —¡No puedo creer que nos haya tocado compartir habitación con unas becadas! —Escuché de repente aquella voz que conocía tan bien, entonces apareció ella, Ino Yamanaka, como siempre con su aire de reina y un vestido que la hacían ver como la misma.

    —Hinata-chan, menos mal que tomaste la cama de la derecha, yo también tomaré esa para no estar cerca de las plebeyas —agregó Ino y luego me observó con esa típica mirada de superioridad.

    Aquello no me sorprendió en lo mas mínimo, aún así me quedé callada como siempre. Después de todo, ¿qué podía hacer?

    —Muy bien, acomoden eso —ordenó Ino a sus guardaespaldas personales y luego se acercó al baño.

    —¡Ay! no le hagas caso, sólo ignórala —Me sonrió de repente Hinata—; es lo que yo suelo hacer.

    —Sí, yo también —respondí—. Oye, ¿acaso han redecorado las habitaciones o qué?

    —No… ésta siempre ha sido mi habitación durante todos los años —sonrió la pelinegra—. Siempre es igual.

    —Oh… vaya. —No le dije nada más, puesto que no tenía nada que decirle. Estaba demasiado sorprendida, mis habitaciones de antes siempre habían sido un cuarto normal con cuatro camas y un baño.

    No conversamos mucho después de eso, ya que ella pasó largo tiempo en el balcón hablando por teléfono; lo más seguro es que fuera con un chico. Había escuchado pequeños rumores de que la grandiosa modelo Hinata Uchiha había estado saliendo durante el verano con nada más ni nada menos que Kiba Inozuka, como era de esperarse.

    Me dediqué sólo a ojear de vez en cuando mis libros de ese año mientras escuchaba un poco la conversación. Sí, tenía muy buen oído para esas cosas ya que era un poco curiosa

    —¿Por qué tienes que llegar tan tarde? —decía Hinata claramente enojada— ¿Qué han estado haciendo?

    —¿Otra vez hablando con ese perdedor? —preguntó Ino que apareció en bikini, deduce que se iba a echar un baño en el jacuzzi—. No sé para qué pierdes tu tiempo con él.

    —No hace falta de todos modos… —pronunció Hinata luego de trancar el teléfono móvil bastante enojada.

    Me sorprendí un poco, puesto que nunca había conocido esa parte de Hinata, siempre la había visto con una sonrisa por todo el colegio, no era muy común verle enojada.

    —… porque ya terminé con él —remató mientras caminaba hacia la salida.

    —Ya era hora… —susurró Ino, pero no pudo terminar su frase porque fue interrumpida por el gran portazo que había ocasionado Hinata—. ¿Y tú qué miras, perdedora? —me preguntó entonces.

    La ignoré como de costumbre y pensé en seguir a Hinata y hablar con ella, pero, ¿que podría decirle? Después de todo acababa de conocerla. Suspiré, ése sería un día largo. Debido a que los primeros tres días en el instituto eran sólo para acomodarse, pasársela bien un rato en las instalaciones o ir pensando en que club inscribirse.

    Claro, esos días siempre la pasaba encerrada en mi habitación, ya que ¿qué podría hacer? Nunca me había inscrito en un club, siempre había estado concentrada sólo en los estudios para mantener mi promedio por los cielos, como era de costumbre. Y pues, no disfrutaría mucho de las instalaciones si ni siquiera tenía amigos.

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    Bueno, hasta aquí llegó. Espero que les haya gustado el capítulo, déjame un comentario con tu opinión, recomendación o crítica constructuva; cualquiera es bien recibida.​

    ¿Qué te pareció el primer capítulo?​
    ¿Te gusta la trama de la historia?​
    ¿Que es lo que mejor y peor me quedó?​
    ¿Qué opinas de Sakura o los otros personajes?​

    Espero haya respuestas, ¡nos leemos! ^^​
     
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