Long-fic ÉL 20... ¿YO 15?

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por isabel Higurashi, 6 Septiembre 2013.

  1.  
    isabel Higurashi

    isabel Higurashi Iniciado

    Cáncer
    Miembro desde:
    15 Julio 2013
    Mensajes:
    12
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    ÉL 20... ¿YO 15?
    Clasificación:
    Para todas las edades
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1662
    Konichiwa este mi primer fanfic esperó que les guste
    CAPITULO 1
    ¿Todos es nuestra vida nos enamoramos del alguien quien nunca nos corresponderá no?
    Algo así me sucedido, me enamore de alguien mayor que yo, este siempre estaba a mi lado y me apoyaba cuando todo parecía irse al carajo… Pero sabemos que en la vida real no hay finales felices, o eso creía yo…
    El viento soplaba con fuerza aquel día, yo como siempre corría a toda velocidad, el reloj ya marcaba las 10:30 am en punto, mi sucio hábito de despertarme tarde hacia que siempre saliera tarde de mi casa, cuando tenía planes importantes que atender. Me conduje hacia la parada, la cual estaba llena de gente. Genial lo último que me faltaba para arruinar mi día, me apresure a subir, pero el último asiento fue ocupado por un anciana, gruñí ante la situación, pero no me quedo otra alternativa que estar parada todo el camino o hasta que alguien se levantara para yo sentarme. Desgraciadamente después de mis minutos de estar parada nadie bajo, hasta llegar a mi parada, me baje con echando humos por la cabeza, todo parecía que lo hacían a propósito, pero no quise prestar mucha atención a todo.
    Me decidí entrar a la gran preparatoria que tenía enfrente, demasiada de niños ricos para mis gustos, pero realmente me vendría bien el dinero extra, no en todos los lugares contrataban a chicas de 15 años de edad y menos de mesera. Me acerque a una mujer ya mayor, la cual parecía dormida, me reí ante la situación, pero no podía quedarme mucho tiempo afuera, mi cita de trabajo estaba a punto de comenzar y estaba un poco apurada.
    -Disculpe- Le dije con la voz más dulce y Cortez que pude hacer en la situación, pero no tenía ninguna respuesta de su parte.- Disculpe, estoy aquí para la cita.
    La anciana de repente se levantó, como si fuera un maldito zombi, di un pequeño grito, con la mano me tape la boca, pero el sudor ya rodeaba mi cara. La anciana me miro con frialdad, pereciera que estuviera mal haberla despertado, claro como si ella fuera una de mis preocupaciones.
    -¿Se le ofrece algo?, yo soy kaede mucho gusto.
    Asenté con la cabeza, para acto seguido darle el papel que me habían mandado para la cita, la mujer llamada Kaede lo reviso con atención, para después abrirme las puertas de la grande escuela, le agradecí y Salí corriendo hacia la oficina del director. Al entrar mi boca se abrió toda, desde afuera muy grande pero de adentro no parecía una Preparatoria normal, todo era muy lujoso hasta el uniforme, había grandes pasillos y jardines que adornaban todo, miles de rosas rojas, rosas hasta blancas; tenían una cafetería privada; una fuente en el centro y todos con sus laps o celulares últimos modelos. Niños ricos me dije en mi mente, sacudí la cabeza para buscar la oficina del director, pero todo era tan grande que sería difícil encontrarlo, cerca de mi había unos jóvenes de último año, me acerque a ellos para preguntar, pero al voltear todos mis ojos se llenaron de resplandor. Todos eran de buen aspecto, con unas sonrisas que enamorarían a cualquiera, pero yo no tenia tiempo, así que no perdí tiempo y les pregunte donde quedaba la oficina del director. Uno de ellos me comenzó a molestar y no me decía nada que me interesara en aquel momento; el era alto, de buen cuerpo, sus ojos eran de color miel, su cabello estaba corto pero no lo suficiente para tener un manchón rebelde en su cara, era de color plateado uno muy inusual.
    -¿Serás la nueva mesera?- Me pregunto con una sonrisa burlona, la cual yo detestaba con todo mi ser.
    - Eso vengo a verificar, así que permiso - Lo quite de mi, haciendo que se ganara la burla de sus amigos, lo cual el enfureció, haciendo que me detuviera del brazo.- ¿Tiene algo que decir?- Le pregunte.
    Ese chico solo sonrío, realmente odio aquella sonrisa burlona, no quise quedarme más tiempo, así que me solté de su brazo.
    -¿Donde vas muñeca?
    Eso realmente me enojo, más que ver su estúpida sonrisa.
    -Me llamo kagome, idiota-. Dándole una patada en su punto débil, haciendo que el pobre muchacho cayera al suelo.- ¡Maldición!
    Me fui corriendo, pero escuchaba que las personas ya se estaban acercando al idiota que había tirado, genial todavía no me contratan y ya tengo problema, este día si fue un caos total.
    FIN DEL PRIMER CAPITULO
    Capítulo 2
    Todavía me encontraba corriendo hacia ninguna dirección, aunque eso ya se había hecho un hábito, como dormir en cualquier lugar. Espera eso no era lo necesitaba en aquel momento, había herido a un joven… Tal vez lo deje sin hijos, no tenía tiempo para pensar donde sería mi próxima siesta y menos cuando tenia a sus fans girls persiguiéndome desde hace unos minutos, estaba ya se tornaba cansado pero lo peor de todo ya había perdido mi cita de empleo. Me lo pagara dije en voz alto, ese dinero a diferencia de el me vendría bien para mis estudios.
    Me detuve al notar que adelante mío se encontraba la dirección, distraje a alas bobas niñas fresas y salí corriendo hacia la puerta, la abrí con apresuro, un anciano que se encontraba sentado en la silla se me quedo viendo algo extrañado pero ¿quien no lo haría?, con sinceridad parecía alguien que no había comido por semanas, mi cabello de color azabache estaba hecho un desastre y en mis ojos de color leopardo se notaban polvo.
    -Señorita higurashi?- Me pregunto, mientras que me ofrecía asiento.
    Agradecí su hospitalidad y me presente, el con ojos brillosos me acepto de inmediato para el trabajo de mesera; era un simple, solo debía entender la cafetería desde las 10 am a las 3 pm, para que yo fuera a la secundaria después. Asenté con la cabeza y le di una sonrisa, lo cual hico que el director soltara un grito de emoción, una gota en la cabeza ya me recorría.
    En verdad el director era raro *claro menos que sus estudiantes*, era muy bajo para su edad, de escaso cabello, piel morena pero con mucha energía o eso notaba yo. Me levante y me dirigí a la puerta, pero al abrirla se encontraba aquel muchacho el cual hace algunos minutos lo había pateado en su punto débil, sonrió con nervios pero el, no presento ninguna señal de estar molesto.
    --Kagome, el es Inuyasha Taisho, uno de los mejores estudiantes, también es el consejero de su grupo y presidente del consejo estudiantil, el te acompañara para que puedas adaptarte, o te pueda dar consejos sobre los tratos de los estudiantes-. Lo decía con una sonrisa en su rostro, pero la verdad yo tenía miedo que el contara sobre el accidente de hace un momento, pero nada salió de su boca y solo asentó con la cabeza, abrió la puerta y salimos de la oficina. Yo tampoco dije ninguna palabra, el camino enfrente de mi, comenzó a explicar todo a relación de mi trabajo, puf de lo que me había salvado.
    Apuntaba todo lo que decía, pero al llegar a la escaleras, me acorralo contra la pared, se acercó a mi con una sonrisa estúpida para mi opinión, pero el iba en serio con su acto, con su mano toco un manchón de mi cabello, enfurecí ante su acción así que lo aleje.
    -Por cuanto tiempo seguirás haciendo esto?-Le pregunte con despreocupación, tenia cosas mejores que hacer como para estar perdiendo el tiempo- Sabes pienso que fue genial que no le dijeras nada al director sobre aquel accidente, pero ahora no tengo tiempo para tus juegos así que quítate-. Levante mi mano para darle un gran golpe en la cabeza, pero la detuvo con fuerza, levante mi vista hacia el, su cara parecía con calma.
    -¿Pensabas que seria gratis mi silencio?- Me apretó más la mano, haciendo que soltara un pequeño grito, que el tapo con su mano- No me gusta que me humillen como tu lo hiciste hace una hora.
    Sonríe ante la confesión de ese patán, pero mire el reloj ya era tarde y el solo me entretenía con cosas absurdas, levante mi pie y le pegue donde todos los hombres temen de nuevo…. El me soltó y puso sus manos en su parte sensible.
    -Sabes no tengo tiempo para ti.
    Me fui corriendo, realmente estaba cansada de hacer eso, pero ya no tenia opción porque el ya estaba persiguiéndome. Genial un tipo apuesto estaba atrás mío aunque no de la forma que quería, lástima que el fuera un mujeriego.
    -¡Deja de perseguirme acosador!
    Inuyasha hico una mueca ante mi grito, los estudiantes que pasaban por el lugar ya miraban raro a el, reí ante la situación pero no era el momento para eso, la puerta de la libertad se abrió, la anciana Kaede me saludo y yo hice lo mismo para acto seguido salir de la preparatoria. Todo está bien ahora, así que me impuse a caminar tranquila pero alguien vino y me jalo del brazo.
    -Por que huyes pequeña dama-. Me dijo con su estúpida sonrisa
    Rayos este tipo no se rendía con nada, suspire y tuve que escuchar todo su plan por haberme cubierto, el levanto el puño con victoria y comenzó a describir todo su plan de fracasado. Pero mi mente se quedo en blanco cuando oí la palabra “sirvienta”, un gran ¿QUE? Salió de mi boca.
    - El resto del año serás mi sirvienta, Hm así como un perro, si no obedeces me encargare que nunca en tu vida vuelvas a trabajar de mesera a esta edad, hasta que cumplas 18 años te parece pequeña-. Lo decía en serio, porque alguien como el estaba tan encaprichado conmigo, con una joven de apenas 15 años. Mañana si será un día largo…
    FIN DEL CAPITULO

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